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Truman Capote: Entre la autodestrucción y la fama.
Introducción
Truman Capote vivió una existencia trágica, cargado de excesos, drogas y
alcohol. Tuvo padres ausentes, su madre se suicidó y su padre estuvo en la cárcel
por estafa. Fue criado por unas tías y una abuela, pero el vacío de no saberse amado
por sus padres fue una herida que nunca pudo superar. Su homosexualidad fue
siempre motivo de burla, de igual forma sus rasgos femeninos y su voz aflautada.
Vivió rodeado de lujo y de fama, ya que sus amigos pertenecían a la clase alta de
New York y Capote era divertido. Sin embargo, sus problemas de adicciones y su
alcoholismo lo llevaron a la muerte. Truman Capote escribió obras tan importante
como “Desayuno en Tiffani y “A sangre fría” y fue el creador de una nueva forma de
hacer periodismo y literatura, una forma de escribir novelas basadas en la cruda
realidad de su época.
Desarrollo
Según señala Lago (1999), Truman Capote nació el 30 de septiembre de 1924
hijo de Lillie Mae Faulk, Miss Alabama y el abogado Arch Persons. La infancia del
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pequeño niño estuvo llena de soledad y abandono ya que sus padres vivían en
habitaciones de hotel y apenas tenían tiempo para estar con su hijo. Por las noches
el niño era encerrado en un cuarto para que no pudiera salir, y a veces gritaba por el
encierro. Esto le ocasionó profundos traumas y un gran miedo a la oscuridad.
Finalmente después de siete años de infeliz matrimonio, sus padres se divorciaron.
Ambos se eran mutuamente infieles así que la separación no sorprendió a nadie.
Arch, el padre de Truman se desatendió del niño y Lillie Mae comenzó una vida
amorosa desenfrenada. Para esa época estaban viviendo en casa de su abuela, pero
una noche los jadeos amorosos de su madre la despertaron y ella la despechó de la
casa.
Truman pasó mucho tiempo separado de su madre hasta que José María
Capote, hijo de un coronel retirado del ejército español destacado en Cuba, decidió
emigrar a los Estados Unidos y se enamoró de su madre. José había hecho una
exitosa carrera en Wall Street y le propuso matrimonio a la madre de Truman.
Capote adoptó legalmente al niño y le dio su apellido. Su padre Persons intentó
impedirlo, pero debido a que había estado en la cárcel por el delito de estafa, fue
fácil que la corte le quitara todos los derechos. La relación con su padre biológico
siempre fue mala, y sólo se acercó a su hijo cuando necesitó dinero. La relación con
su madre también fue mala ya que ella no aceptaba su homosexualidad.
Fue así que Truman estudió en el Trinity School y en la St. John's Academy de
Nueva York y siempre demostró un gran talento para escribir. En 1942 Capote
empezó a trabajar como redactor en The New Yorker y publicó diversos artículos
sobre la actualidad del país, el cine, el arte y acontecimientos de relevancia. Ya en
esa época su homosexualidad, su feminidad, su dulzura al hablar y su gusto
exquisito para vestir le ocasionaban crueles burlas entre sus compañeros de trabajo.
Pasados tres años dejó su trabajó en la revista y publicó su primer relato,
titulado Miriam (1945), el cual fue incluido en la revista para jóvenes cultas
Mademoiselle. El relato fue exaltado por la críticas, siendo seleccionado para hacer
parte de la compilación de cuentos del premio O’Henry, publicada en 1946.
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Dos años después publicó su primera novela llamada “Otras voces, otros
ámbitos” en 1948, en la cual abordó las relaciones homosexuales y las vivencias de
un niño del sur en busca de una figura paterna. El relato tiene ciertos toques
autobiográficos, en los cuales se reflejan aspectos como la soledad de Capote
durante su infancia y su orientación sexual, de la cual siempre habló abiertamente.
Esta novela fue uno de los grandes éxitos del autor, incluso fue comparado con el
escritor Alain-Fournier, por su forma de describir y expresarse sobre las vivencias
de la infancia y la naturaleza. Ese mismo año publicó el relato Niños en su
cumpleaños (1948), obra en la que abordó temáticas como la amistad y las
relaciones románticas, sin abandonar el estilo gótico que lo caracterizó y por el cual
lo ligaron a Edgar Allan Poe.
El siguiente año publicó Un árbol de noche y otros cuentos (1949), conjunto
de relatos sobre la infancia y la adolescencia, haciendo énfasis en los impulsos, las
fantasías y el cambio. Al igual que sus anteriores obras fue bien recibido por la
crítica y dos de los cuentos incluidos en este fueron galardonados con el famoso
premio O’Henry. Más tarde publicó “El arpa de hierba” en 1951 y “Se oyen las
musas” en 1956. Mientras escribía estos relatos viajó por diversos países europeos,
residiendo en España, Italia y Grecia, por este mismo periodo visitó la Unión
Soviética.
Hacia finales de la década de 1950, publicó uno de sus libros más conocidos,
Desayuno en Tiffany’s (1958), novela corta que narra las vivencias de la seductora
Holly, mujer que vive rodeada de hombres excéntricos de diferentes clases sociales
y participa activamente de la vida social de New York, asistiendo a cocteles, fiestas y
otros eventos, sin querer aferrarse a nada, viviendo el día a día. La novela también
fue bien recibido y fue llevada a la gran pantalla.
En esta época continuó publicando algunos artículos en revistas y periódicos
como el New Yorker y El Atlantic Monthly. Este intenso trabajo periodístico inspiró
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la creación de la que sería su obra más exitosa “A sangre fría”, la cual llegó por
casualidad. A finales de 1959 Truman estaba leyendo el periódico cuando dio con
una noticia que lo impresionó. Un matrimonio de granjeros, de apellido Clutter, y
sus dos hijos pequeños, habían sido brutalmente asesinados en una remota
localidad de Texas. Como buen periodista, Capote sintió que allí había una historia
que merecía ser contada, así que se movió a la localidad para investigarlo todo.
Durante los seis años siguientes, la existencia de Capote giraría de modo
obsesivo en torno a aquellas muertes, su esclarecimiento y el proceso judicial que
concluyó con la ejecución de los asesinos. Su jornada de trabajo empezaba a las tres
de la mañana. Escribió a mano más de seis mil páginas, entrevistó a centenares de
personas, y en su intento por adentrarse en la psicología de los asesinos estuvo a
punto de perder el equilibrio mental.
Su participación activa en la lucha por impedir la aplicación de la pena capital
desembocó en la pesadilla de ver que el final de su novela dependía de la suerte de
Richard Hickock y Perry Smith, confinados a una agónica espera en el corredor de la
muerte. Cuando se agotaron las apelaciones, los condenados le pidieron que fuera
testigo de su ejecución. Jamás se recuperaría de la experiencia. “A sangre fría” marcó
el punto más alto de su carrera, pero también precipitó su caída. “Nadie sabrá jamás
cómo me vació ese libro, afirmó un tiempo después. Se puede decir que me asesinó.
Antes de empezarlo era una persona relativamente estable. Después, algo cambió en
mí para siempre”. (Capote, 1959)
A comienzos de la siguiente década publicó la obra Los perros ladran (1973),
un conjunto de relatos que tratan de manera matizada partes de la vida del autor,
como sus sueños, sus frustraciones, el crecimiento y los momentos difíciles que pasó
a lo largo de su vida. Siete años después apareció Música para camaleones (1980),
conjunto de textos en los que aborda de manera poética la vida y sus sinsabores.
Posteriormente inició la escritura de Plegarias atendidas, relato que dejó inconcluso.
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problema con el alcohol se agravó tanto que Capote no podía dar un paso sin tomar.
Y por supuesto, esto comenzó a afectar su capacidad para escribir y concentrarse. En
sus últimos años intentó terminar una novela, pero tenía lagunas mentales que le
impedían hilvanar las tramas. Sus médicos le dijeron que tenía que dejar de beber,
pero nunca pudo hacerlo. Además, comenzó a ingerir pastillas para dormir y para
activarse durante el día.
Todos estos excesos le produjeron cáncer de hígado y cirrosis. Finalmente,
murió en Los Ángeles, en 1984, después de una sobredosis de múltiples sustancias
estupefacientes. En sus últimos años fue cuidado por la hija de una de sus exparejas,
de la cual se había hecho cargo cuando ella era muy pequeña. Murió con tan sólo 59
años.
Conclusión
Truman Capote vivió una vida intensa. Su inicios fueron muy difíciles ya que
fue abandonado por sus padres, por lo que siempre acarreó una fuerte carencia
afectiva. Desde joven demostró una gran calidad literaria y logró alcanzar la fama
con su novela de no ficción “A sangre fría”. Sin embargo los excesos de sustancias
prohibidas y de alcohol lo terminaron destruyendo. Su homosexualidad lo hizo
objeto de burlas y su madre nunca lo aceptó. Esto provocó una relación tensa entre
ambos. Sin embargo tuvo muchas amigas que lo quisieron y respetaron sus
preferencias sexuales. Truman Capote es considerado el padre del nuevo
periodismo, un género que mezcla la ficción narrativa con la investigación
periodística, y aunque tal vez no tuvo una vida feliz, su nombre es hoy sinónimo de
originalidad y talento. Antes de morir dijo: “Las palabras me salvaron siempre de la
tristeza".
Lista de referencias
Lago, E. (1999) Truman Capote, la realidad
destilada.https://www.revistadelibros.com/truman-capote-vida-y-obra/
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