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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA DE

MEXICO
COLEGIO DE CIENCIAS Y HUMANIDADES
PLANTEL VALLEJO

FILOSOFÍA I

TEMA: AMISTAD SEGÚN ARISTOTELES

PROFESOR: ENRIQUEZ ALVAREZ DANTE ALONSO

INTEGRANTES DEL EQUIPO:


LÓPEZ POLO EMILIO
CORDERO LÓPEZ ERNESTO GABRIEL

GRUPO: 596

CICLO ESCOLAR: 2022 – 2023

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ÍNDICE
ÍNDICE ------------------------------------------------------------------------------------------------02

INTRODUCCIÓN -----------------------------------------------------------------------------------03

DESARROLLO --------------------------------------------------------------------------------------04
¿Qué es la amistad? -------------------------------------------------------------------------04
El manejo de la amistad --------------------------------------------------------------------05
Cuando la amistad se termina -------------------------------------------------------------05
El amor a uno mismo -----------------------------------------------------------------------06
La importancia de tener amigos -----------------------------------------------------------06
Tipos de amistad ----------------------------------------------------------------------------07

Conclusiones ------------------------------------------------------------------------------------------09
Bibliografía -------------------------------------------------------------------------------------------10

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INTRODUCCIÓN

La amistad es una relación afectiva entre dos o más individuos que se sustenta en valores
fundamentales como el amor, la lealtad, la solidaridad, la incondicionalidad, la sinceridad y
el compromiso. Es un tipo de vínculo que se cultiva con el trato asiduo y el interés
recíproco a lo largo del tiempo. La amistad puede surgir entre personas de distintas edades,
religiones, ideologías, culturas, extracción social, etc. Incluso, se puede establecer una
amistad entre un ser humano y un animal (no por nada el perro es el mejor amigo del
hombre).

Para la elaboración de este trabajo, se utilizó el trabajo, el punto de vista y análisis de uno
de los filósofos más importantes de la historia, Aristóteles; específicamente el Libro IX, de
su texto “Ética a Nicómaco”, donde se aborda precisamente el tema de la amistad.

Aristóteles fue un filósofo, politólogo, preceptor, científico y médico griego, y es


considerado como una de las mentes más brillantes de la historia humana, precisamente por
su insaciable curiosidad y pasión por el estudio, un auténtico polímata, el cual es un
término griego que significa "el que ha aprendido mucho". Su texto “Ética a Nicómaco”,
escrito alrededor del año 349 a.C. es considerada una de sus obras más importantes, en la
cual, Aristóteles reflexiona sobre la ética en un sentido holístico, aunque no se sabe a
ciencia cierta si dicha reflexión, la hace dirigiéndose a su padre o a su hijo, ya que ambos
compartían el mismo nombre.

La amistad claramente es un tema de interés desde la antigüedad, por ellos varios filósofos
incluido el propio Aristóteles, la han mencionado, y le han intentado encontrar un
significado a esta relación que nace como una necesidad fisiológica, por ello; en este
trabajo de investigación nos dimos a la tarea de indagar más acerca de este tema, para
realizar este trabajo se consideró necesario la realización de un modelo de investigación y
análisis de las distintas perspectivas de los autores consultados con la finalidad de poder dar
nuestro punto de vista sustentado de lo que es la amistad, así también indagar otros aspectos
importantes que afectan la definición de amistad para los autores consultados.

El desarrollo de la investigación se abordó desde el punto de vista Aristotélico, el cual


comparte muchas características con el contexto actual, permitiendo que dicha
investigación sobre la amistad desde esta postura sea rica en información, experiencias y
filosofía. También se identificaron elementos teóricos relacionados con la amistad,
conceptos referentes a la benevolencia, concordia y amor con la finalidad de entender la
diferencia entre ellos y así no confundirse.

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DESARROLLO

¿Qué es la amistad?
Para Aristóteles, la amistad es definida como una virtud, y según su visión de la virtud en
su “Ética a Nicómaco”, requiere de un ejercicio constante. La amistad, por consecuencia,
termina siendo un bien común, ya que permite al otro, como a nosotros mismos, alcanzar la
felicidad al ejercerla correctamente.

El significado que el filósofo le daba a la amistad era sumamente profundo, ya que


textualmente, define al otro como un ‘otro yo’, y analizando un poco esta definición, lo que
planteaba tiene mucha razón; porque cuando se tiene a un amigo, para empezar, tiene que
haber cierta afinidad, y ahí es cuando el concepto de ‘otro yo’ se hace más visible, ya que al
ser otro yo, compartiremos muchas cosas en común, no todas ya que la individualidad
siempre está presente, pero si en la mayoría; y esto incluye tanto a las virtudes como a los
defectos.

También destaca el hecho de que, para Aristóteles, la concordia y la benevolencia no son,


ni deben confundirse con la amistad. En el caso de la concordia, es porque el hecho de que,
en un grupo de personas por ejemplo, exista la armonía o la paz, no quiere decir que se
deba a que piensan lo mismo, sino todo lo contrario, piensan diferente pero pueden ser
empáticos y comprensivos entre sí, pero no existe la afinidad mencionada anteriormente, la
cual es una característica indispensable para la amistad, además; Aristóteles explica que la
concordia existe mayormente en los buenos, ya que, en los malos sólo existe una especie de
amistad falsa, debido a que buscan cada uno sus propios intereses sin velar por un bien
común, por lo que tampoco pueden ser amigos.

Por su parte, la benevolencia la considera como un principio para formar una amistad, más
no es una amistad por sí misma; esto se debe a un concepto sumamente importante: la
profundidad. Cuando uno es benevolente hacia el otro, lo hace por el contexto de ese
momento específico, por ejemplo, si veo que se le cae una moneda a un sujeto en la calle, la
recogeré y se la entregaré, o en su defecto, le indicaré que se le cayó una moneda para que
la recoja, pero esto no significa que por el acto benevolente de ayudarle a recuperar su
moneda seremos amigos para toda la vida, ni siquiera amigos, debido a que realmente no
existe una profundidad en la relación entre ese sujeto y yo, pero tampoco significa que por
ese hecho no hay que ser benevolente. Sin embargo, retomando el ejemplo anterior,
también existe la posibilidad de que ese hecho tan simple de ayudarle a recuperar su
moneda al sujeto en la calle, ya que al hacer eso, provocará que yo tenga que hablarle a ese
sujeto, generando una conversación entre él y yo, y si se tiene la disposición a tener una
amistad pudiera llevar a la formación de la misma; y es precisamente esto último la razón
por la que la benevolencia es un principio de la amistad, ya que el diálogo y las acciones

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que conlleva ser benevolente con el otro, son formas de conseguir la profundidad, mediante
la disposición de la amistad.
Pero también a lo largo de la relación amistosa, se necesita de la concordia y la
benevolencia, ya que son un medio de expresión de amor, el elemento que permite que la
relación fluya, dure, y que en ella exista un buen ambiente; lo que sí permite a los buenos
tener amistades verdaderas, mientras que a los malos no.

El manejo de la amistad
Cuando una amistad surge, al mismo tiempo surge un tercer momento, como una especie de
tercera relación: la primera es la que uno tiene consigo mismo, la segunda es la que el otro
tiene consigo mismo, y luego existe esta tercera relación, en la que uno mismo y el otro
conviven, por lo que también existe en esta relación un ambiente nuevo, en el que las
individualidades de cada uno a veces se complementan, y otras veces chocan entre sí.

Para Aristóteles esto era importante, ya que, en una buena amistad, aunque existan factores
que nos diferencian al otro de uno mismo, si existe la confianza y la comunicación, por
mucho que estemos en desacuerdo en ciertas cosas, podremos llegar a un pacto en el cual,
el bien común sea el que una a ambas partes. Y es precisamente aquí donde radica la
importancia de la afinidad; entre más similares los objetivos, valores y preferencias en una
amistad, la relación va a tender más a una misma dirección donde tal, vez no haya tantas
diferencias, pero, aunque éstas siempre existirán, lo importante es el cómo las afrontamos.

Cuando la amistad se termina


Al hacernos amigos con otra persona, lo hacemos por todo lo mencionado, y también por el
contexto de ese momento, pero hay un detalle: en la vida la única constante es el cambio.
Nosotros nos hacemos amigos de la versión de esa persona en el momento en que la
conocemos y convivimos con ella, y para Aristóteles, si uno es bueno y la otra persona
también, entonces la amistad no tan sólo puede surgir, sino también prosperar; pero ambos,
tanto nosotros como la otra persona, naturalmente vamos a experimentar cambios, tanto
físicos como principalmente morales y de pensamiento, por lo que; existe la posibilidad de
que las diferencias surgidas en la amistad sean mucho más frecuentes, pero en ese caso,
Aristóteles sugiere analizar la situación, y en base a eso tomar una decisión, ya sea
continuar o no con la amistad, ya que “la mayor parte de las diferencias entre amigos tiene
lugar cuando no son amigos de la manera que creen serlo” (Aristóteles, citado en Gredos,
1985). También existe la posibilidad de que el otro se vuelva malo, y en ese caso, nuestro
papel como amigos, idealmente sería intentar ayudarlo a que reconduzca su vida mediante
el bien, pero tampoco es absurdo simplemente cortar la relación con el otro, en caso de que
éste no quiera cambiar, puesto que nosotros no éramos amigos de una persona así, y no
tenemos por qué conceder todo lo malo del otro dejándonos a nosotros de lado.

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El amor a uno mismo
Cuando se habla de amarse a sí mismo, inclusive hasta nuestros tiempos, se refiere
principalmente al gozar de los placeres materiales, como la riqueza, inclusive llegando a ser
codicioso, como una especie de individualismo y egoísmo extremo, cosa que se ve mucho
más en las grandes ciudades como en la que vivimos. Esto lleva a que entre propios
‘amantes de sí mismos’, surja una especie de competencia, en la que se mide
constantemente quien tiene más, quien consume más, a quien aprecian más, quien es más
guapo, quien es más alto, quien es más musculoso, etc.; por lo que esto en realidad, como
se puede observar no es amor a uno mismo, sino amor a la idea que los demás tienen de uno
mismo e inclusive amor a ideas malas como lo son el consumismo, o el maltrato al medio
ambiente y a los demás animales que habitan en nuestro mundo. Esto ya no es amor, sino
una versión mala y perversa de él.

En realidad, el amor a uno mismo debería considerarse como un constante ejercicio de


autoconocimiento inclusive, en el que, el individuo acepta que tiene un nivel de egoísmo,
por lo que, claro que cuida de sí mismo y vela por sus intereses, pero al mismo tiempo,
autorregula ese egoísmo, y también, considera y atiende los problemas e intereses ajenos a
sí mismo; a esto Aristóteles lo describe como realizar acciones nobles y hermosas, es decir,
naturalmente siempre el bueno busca que se le considere como bueno, porque eso le hace
sentir bien, pero la principal razón por la que se siente beneficiado, es porque de una u otra
manera, prefiere realizar acciones significativas y que le otorguen un placer fuerte, aunque
sea por un corto lapso de tiempo, en vez de la realización y goce de acciones y placeres
insignificantes, ósea poco profundas.

La importancia de tener amigos (buenos amigos especialmente)


El ser humano biológicamente es un animal sociable, pero culturalmente se le incita a ser
independiente, pero esto no es del todo cierto, porque todos necesitamos de los demás, por
ejemplo; para comer un bistec de res, se necesitó de un granjero que crio la res, de la gente
del rastro donde se sacrificó al animal, del conductor del camión que llevó la carne al
mercado, del carnicero que cortó, empaquetó y nos vendió la carne, etc.

En el caso de la amistad esto también es así (aunque de una diferente forma claro), ya que,
prosiguiendo con la idea de amarse y conocerse a sí mismo, hay momentos en los que el
otro nos ayuda a conocernos a nosotros mismos, así como hay momentos en los que,
ayudarnos mutuamente con el otro, nos ayuda alcanzar la virtud, y, por lo tanto, la
felicidad. La vida de la persona que es muy solitaria es considerada como difícil, porque
vive mayormente experiencias sólo controladas por ella, y eso significa que tenderá a vivir
casi siempre lo mismo, lo que podría llevarle a la monotonía y no disfrutar de una vida
realmente virtuosa. Además, al vivir sin amistades, no se tiene otros puntos de vista que no

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son el propio, lo que conlleva a una visión más cerrada del mundo, donde no se tiende a
abrir la mente a nuevas maneras de pensar, de vivir, así como a nuevos conocimientos.

Pero también, es importante destacar un punto muy importante, el cual es que, quizás es
más importante la calidad de las amistades en lugar de la cantidad, esto se explica a la
perfección con una frase de Aristóteles, la cual dice: “Quizá pues, este bien no buscar
demasiados amigos, sino tantos cuantos son suficientes para convivir”. Cómo se ha hecho
mención anteriormente en este texto, es muy importante la profundidad en la amistad, por
lo que, si realmente se quieren tener muchas verdaderas amistades, hemos de conocer y
convivir profundamente con cada una de ellas, el cual de inicio puede ser un ejercicio
interesante, pero siendo realistas, puede ser un poco cansino.

Cuando uno tiene buenos amigos, uno sabe que cuenta con ellos tanto en los buenos, como
en los malos momentos, por lo que uno mismo se siente con la fuerza y el apoyo para
afrontar situaciones negativas, al igual que uno mismo se siente feliz de poder convivir y
pasar tiempo con un amigo; pero también uno debe estar dispuesto a corresponderle al otro
en cualquiera de las 2 situaciones, porque la amistad también se basa en la reciprocidad.
Aunque la reciprocidad debe ejercerse como virtud, más no como defecto; esto significa
que tampoco hay que perdernos a nosotros mismos en la amistad, y ahí es cuando entra la
parte del amor a sí mismo. Al amarse a sí mismo, se pueden dar y recibir acciones
amorosas con el otro, sin necesidad de que el otro ni yo, perdamos nuestro sentido de
individualidad, lo que evita que, a largo plazo la amistad se termine, y, por el contrario,
permite que ambos vivamos una vida y una amistad virtuosa, donde disfrutemos y la
pasemos bien, tanto a solas como en compañía con el otro.

Tipos de amistad
Aristóteles expone tres tipos de amistad. En cada una de ellas se da la reciprocidad; sin
algún tipo de reciprocidad, la amistad es imposible. Por eso sería ridículo desear el bien del
vino; sólo se desea que se conserve para tenerlo. Ha de tenerse en cuenta que el vino es un
bien medial.

El primer tipo de amistad que Aristóteles plantea es la amistad perfecta, que se da entre los
hombres buenos e iguales en virtud, ya que éstos quieren el bien el uno del otro en cuanto
que son buenos, y son buenos en sí mismos (khat-autó). Esta clase de amistad es la más
permanente. Con todo, Aristóteles planteó que estas amistades son raras porque tales
hombres son pocos y, además, requieren trato, pues sin él, no cabe el conocimiento mutuo.
El deseo de amistad surge rápidamente, pero la amistad no.

El segundo tipo que Aristóteles menciona es la de aquellos que se quieren por interés, o no
por sí mismos, sino en la medida en que se benefician en algo los unos de los otros.

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El tercer y último tipo de amistad es la de los que se quieren por el placer. Por tanto, en los
que se quieren por interés, la amistad obedece al propio bien; y en los que se quieren por el
placer, a su propio gusto. En estos casos, la amistad se subordina a los bienes mediales. En
suma, estos dos tipos de amistad son imperfectos, y por eso fáciles de disolver: cuando ya
no son útiles o agradables el uno para el otro, la amistad se extingue.

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CONCLUSIONES

La amistad es sin duda alguna, uno de los tipos de relación interpersonal más importantes
por excelencia en el ser humano, ya que es una de las tantas formas en las que el ser
humano, intenta darle un sentido o significado a su existencia en este mundo.

El punto de vista de la amistad Aristotélica es una forma sumamente útil y racional de


manejar nuestras relaciones con nuestros amigos, porque es un punto de vista basado en el
contexto holístico, es decir, considera la mayor parte de casos posibles que se nos pueden
presentar al inicio, a lo largo, y al final de una amistad. La forma en la que es manejada el
concepto de amistad a lo largo del texto “Ética a Nicómaco”, puede considerarse como una
especie de guía, principalmente nos puede ser de mucha ayuda para la gente más joven, los
cuales somos inexpertos en muchas áreas de nuestras vidas, en las que va incluida la parte
social, “el campo de trabajo” de la amistad.

Comprender el concepto de amistad no es lo único; también hay que comprender lo que


significan la concordia y la benevolencia, ya que, si queremos paz en nuestro mundo, o al
menos un mundo en el cual la mayor parte de las cosas que vivamos, sean virtuosas, sin
duda debemos aprender a dirigirnos al otro, porque al final de cuentas, con la
sobrepoblación humana existente, siempre lo tendremos al lado.

La importancia de la individualidad hoy en día está sin duda sobrevalorada. La cultura pop
nos lleva a ambos extremos en la relación con el otro, por un lado; nos incita a ser
brutalmente egoístas, y sobreponer nuestros intereses y deseos por encima del bien común,
pero por el otro lado, también se nos incita a sobrevalorar al otro, permitiendo
comportamientos nocivos para nosotros en algunos casos, y en general, ubicándolo en un
pedestal. Regularmente esto último se ve más en la admiración a personas que son famosas,
deshumanizándolas y convirtiéndolas en un producto perfecto, casi en una deidad a quien
admirar.

La visión de Aristóteles funciona para nivelar el valor de la individualidad porque, nos


explica la importancia del amor, tanto en la relación con el otro, como con nosotros
mismos. Mientras las cosas se hagan de manera virtuosa y con verdadero amor, parece ser
que es más difícil que salgan mal, o al menos aumenta las probabilidades de que aumente la
duración de una relación.

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BIBLIOGRAFIA

Aristóteles. Ética a Nicómaco. Trad. J. Palli. Editorial Gredos. Madrid (1985) pp. 352-378.
Carbajal, J. (2011). La amistad en Aristóteles: (análisis del concepto y traducción de
fragmentos del Libro VIII y IX de la Ética Nicomaquea. UNAM. México.
G.M., A. (2021, 25 mayo).  Aristóteles, el pensador polifacético.
historia.nationalgeographic.com.es. https://historia.nationalgeographic.com.es/a/aristoteles-
pensador-polifacetico_15153
Polo, L. (1998). La amistad en Aristóteles. Anuario Filosófico.
Torrijos, D. (2019). Amistad y filosofía según Aristóteles. LCC:Philosophy. España
Zagal, H. (2014). Amistad y felicidad en Aristóteles. ¿Por qué necesitamos amigos? Ariel.
México pp. 221-224

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