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El proceso penal, se rige por el sistema inquisitivo o el acusatorio, aunque resulta común que

la diversa legislación no recoja ninguno de los dos de manera pura; por lo que habla de un
sistema mixto, que, respecto a nuestra legislación vigente, la del nuevo Código Procesal Penal.

EL SISTEMA ACUSATORIO

Se considera al juicio como una disputa entre dos personas en igual condición, iniciada por la
acusación, a la que compete la carga de la prueba a diferencia del sistema inquisitivo frente a
la defensa en un proceso contradictorio, oral y público, en el cual, el juez tiene un rol pasivo y
se centra en resolver la controversia en base a su libre convicción.

El sistema acusatorio conlleva la distribución de tareas en el proceso penal, debido a que el


juzgamiento y la acusación recaen en personas distintas, es por eso que el juez no puede
investigar, al corresponderle esa labor al acusador, quien tiene otras funciones específicas,
como el conseguir indicios para que pueda acusar a un individuo de haber incurrido en un
hecho constitutivo de delito. El sistema procesal penal acusatorio es antagónico al sistema
inquisitivo, se adecúa mejor a un sistema republicano, caracterizado por ser un Estado de
derecho que se encuentra regido por sólidos principios

Este sistema se va a caracterizar por favorecer el juicio contradictorio como medio para
averiguar la verdad. Sus principios básicos son:

 Todo ciudadano puede acusar.


 El juez no actúa de oficio, requiere la acusación de parte.
 El que juzga es una asamblea o jurado popular, motivo por el cual, no son apelables las
sentencias. Funciona bajo el principio de instancia única.
 El acusado permanece en libertad hasta que se emita una sentencia que sea
condenatoria

PROCESO INQUISITIVO

De un modelo existente surge su antagónico. En este caso, al procedimiento acusatorio,


caracterizado por la publicidad, transparencia, oralidad, agilidad y concentración, se le opone
el inquisitorial, en donde el procedimiento ya no es público excepto la ejecución de la pena—
y, por ende, no garantiza transparencia; no es oral sino escrito; no es ágil sino que se prolonga
de manera excesiva en el tiempo; no hay concentración para el debate, es más, ni siquiera hay
debate, porque la acusación pasa a ser pública y ya no se deposita en una persona agraviada,
dado que el ofendido era Dios o la Iglesia

El proceso inquisitivo, también llamado inquisitorial, es el proceso judicial característico del


derecho inquisitorial, cuyo principal rasgo consistía en la aplicación del principio inquisitivo (o
de oficiosidad), en contraposición al principio contradictorio (también conocido como
acusatorio o dispositivo). En este sentido, encontramos que el sistema procesal penal de la
Inquisición seguía un modelo de justicia punitiva, en el que un grupo o todo el tribunal que
dictaba sentencia era también parte interesada en el proceso penal, en lugar de constituir una
instancia imparcial entre las dos partes enfrentadas.

 El sistema inquisitivo en materia penal aparece históricamente después del sistema


acusatorio, en un contexto social muy especial y como producto de un cambio político.
 Las características originales del sistema inquisitivo fueron las siguientes:
 El juez o inquisidor era un técnico, o sea, un funcionario designado por autoridad
pública que representaba al Estado y no era sujeto de recusación por las partes.
 El juez dirigía el proceso desde su inicio hasta su culminación, contaba con iniciativa
propia y su poder para investigar era amplio y discrecional. La prueba era facultad
exclusiva del juez, lo que incluía su ubicación, recepción y valoración.
 El inquisidor juzgaba y también investigaba los hechos, duplicidad de funciones que
posteriormente sería duramente criticada. Hacía las funciones propias de un inspector
policial, buscando culpables y acumulando pruebas contra ellos, así como las otras
labores características del investigador.

EL GARANTISMO PROCESAL

Es una posición filosófica, antagónica al totalitarismo, y que en términos sencillos


propugna la jerarquía de la Constitución (Ley) por encima de la ley. Tal como ha sido
desarrollado por Luiggi Ferrajoli en su obra Derecho y Razón, el “garantismo” es el
principal rasgo funcional del estado de derecho, que designa no simplemente un “estado
legal” o regulado por la “ley”, sino un modelo de estado nacido con las modernas
Constituciones y caracterizado por:

a) La plena vigencia del principio de legalidad y sometimiento del poder público a


normas generales
b) Respeto de los derechos fundamentales de los ciudadanos, cuya afectación los
posibilita activar la tutela judicial.

PROCESO DE CONSTITUCIONALIZACIÓN EN EL CPP 2004

La Constitución define una concepción de la administración de justicia penal en donde se


consagra la limitación de las funciones persecutoria y jurisdiccional en garantía de los derechos
fundamentales, los cuales resultan de obligatoria observancia para el proceso penal. Esta
perspectiva constitucional ha sido recogida en el Nuevo Código Procesal Penal del 2004, cuyo
Título Preliminar ha recogido los principios y derechos constitucionales que la Constitución
prevé y que son de aplicación al proceso penal.

Esta postura ha sido expresada en la Exposición de Motivos del Nuevo Código Procesal Penal,
al afirmarse: “La estructura del nuevo proceso penal así como sus instituciones allí contenidas
se edifican sobre la base del modelo acusatorio de proceso penal cuyas grandes líneas rectoras
son: separación de funciones de investigación y de juzgamiento; el Juez no procede de oficio;
el Juez no puede condenar ni a persona distinta de la acusada, ni por hechos distintos de los
imputados; el proceso se desarrolla conforme a los principios de contradicción e igualdad; la
garantía de la oralidad es la esencia misma del juzgamiento y; la libertad del imputado es la
regla durante todo el proceso.”

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