Está en la página 1de 6

Venganza roja

Simón Álamos

Martin bravo

-¡No!, ¡No lo hagas Adam!- Exclamó Karl sumido en pánico mientras presenciaba la muerte de su
amada.
¨2 semanas antes…¨
Suenan a lo lejos las galopadas del caballo dirigiéndose a la sede donde se reunirían los altos
lideres del partido antifascista.
- ¡Uyuuuui! - Anuncia su llegada el presidente del partido Karl Manston.
- ¡Karl! Este idiota cree que deberíamos invadirlos dentro de tres semanas aprovechando la
llegada del invierno. - Dijo Javier Escuella mientras apuntaba al vicepresidente Bill Williamson
-Es lo más eficiente, no se esperarán una invasión en la peor etapa del año, los pillaremos
desprevenidos. - contra argumentó Bill mientras bebía agua ardiente.
¡BAM! Suena un disparo a la entrada de la sede
- ¡Todo a la calma! - Gritó Karl llamando la atención de los miembros del partido – Si queremos
atacarlos debe ser con cabeza, no podemos atacar por atacar, hay una nación completa que
depende de nosotros Bill.
Se creó un ambiente tenso dentro de la sede mientras todos observaban como Bill se levantaba de
su silla
-Karl, tampoco me agrada la idea de atacar con tan poco tiempo, pero a este punto es invadir o ser
invadidos no tenemos tiempo para dudar. - Dijo Bill mientras se acercaba seguro hacia Karl.
Karl al ver la seguridad y decisión de su mano derecha decide ceder.
- ¡Compañeros! Dentro de tres semanas… ¡¡DEFENDEREMOS NUESTRA PATRIA DE ESOS MALDITOS
FASCISTAS!!-
La reunión culminó con la invasión decidida, concordaron reunirse dentro de dos semanas para
disfrutar de sus familias y prepararse para la batalla.
Nuestro protagonista se adelantó y partió con rumbo a su hogar para ver a su amada, el camino se
le hizo largo entre miedos y preocupaciones por la próxima invasión, invasión que decidiría el
destino de Valentine ya que una derrota podría significar un golpe de estado por parte de los
vaqueros fascistas.
-María, amada mía, he vuelto- dijo Karl al llegar a su hogar.
- ¿Cómo te ha ido cariño? Cuéntamelo todo. - Contestó la esposa de Karl mientras lo acogía entre
sus brazos.
¨2 semanas después ¨
Karl se dispone a salir de su hogar para dirigirse a la reunión que definiría la forma en que se
invadirá la fortaleza enemiga, antes de partir se despide de María, toma el arma que guardaba en
su recamara y tiene una visión, en esta vio a María amarrada a un poste apaleada y siendo
apuntada con un arma, aunque la visión no duró más de un segundo fue suficiente para aterrar a
Karl.
- ¡María!, Ten. – Le entregó el arma. – Por favor ten mucho cuidado y no dudes en usarla.
- ¿Todo bien cariño? Estaré bien. –
- Sé que lo harás. – Dijo seguro Karl mientras se colocaba su sombrero y salía de su hogar.
Se montó en su caballo y cabalgó hasta la sede del partido antifascista.

Parte 2 ¨El principio del fin¨

Al llegar a la sede notó que todos sus compañeros se encontraban felices y contentos, cantando
canciones y bebiendo alcohol, sin embargo, cuando notaron su presencia la sede se vio sumida en
un profundo silencio, dando inicio así a la planificación de la invasión roja, dándole inicio al
¨principio del fin. ¨
Después de dos largas horas de reunión esta se vio interrumpida por Bill
-Compañeros discúlpenme, pero tengo a mi hijo enfermo en casa y debo cuidar de él, con
permiso.
Unos minutos después la reunión finalizó, cada miembro subió a su caballo y se fue a su hogar,
excepto Karl y Escuella quienes se quedaron ordenando la sede, entre conversaciones y bromas
acabaron rápidamente. Ambos se disponen a ir a su hogar , se despiden y suben a sus caballos,
Karl cabalga ansioso para ver a su esposa, pero al llegar a su hogar… ella no está.
- ¡María!, ¿Dónde estás? – Grita desesperado Karl mientras busca por toda su casa.
Karl dentro de su desesperación sale de su hogar en busca de su esposa, en ese momento
mientras gritaba desesperado el nombre de su amada se cruzó con Escuella.
- ¿Karl?, ¿Que mierda te pasa?- Preguntó asustado Escuella.
Karl entró en razón con la pregunta de su compañero y lo miró enojado a los ojos
-María no está. –
En ese momento sin ninguna palabra más ambos se montaron en sus caballos y fueron en busca
de los miembros del partido, se adelanta la invasión roja

Parte 3 ¨El rastro de tu sangre en la nieve¨


-Chicos los he reunido aquí para darle inicio a la invasión roja, les explicaré el porqué en el camino,
¡VAMOS! - Exclamó Karl.
En ese momento todos los miembros que llegaron a la repentina reunión se dirigen a la montaña
Moonwalk, lugar donde se encuentra la fortaleza enemiga.
Al llegar al pie de la montaña notan un montón de sangre que sigue el camino hasta la punta de
Moonwalk, preocupado, Escuella gira su vista hacia Karl esperando una reacción, pero es lo ultimo
que recibe ya que este se encontraba sereno y fijado en su objetivo: acabar con los fascistas y
recuperar a su esposa.
Cada vez más cerca el rastro de sangre aumentaba, al llegar ala fortaleza enemiga se encontraron
con una amarga sorpresa… el enemigo los estaba esperando preparando para la batalla, al frente
de las tropas vaqueras enemigas se encontraba Adam Van Der Lynde, su líder ,y a su derecha Bill,
Bill Williamson.
- ¡MALDITO TRAIDOR!- Exclamó Karl sumido en ira al ver a su mano derecha del lado enemigo.
El primero en entrar en acción fue Escuella quien galopó a toda velocidad hacia Bill, cuando se
encontraba lo suficientemente cerca saltó hacia el desde su caballo tacleándolo y cayendo ambos
al piso, esta acción dio inicio al avance de ambos bandos, los caballos de los vaqueros fascistas se
encargaron de acabar con la vida de Bill y Javier aplastando sus cabezas y cuerpos con sus
pezuñas, se intercambiaron tiros, flechazos, espadazos y hasta golpes limpios, era una verdadera
masacre nadie tenia la certeza de la supervivencia, lo único que sabían, es que no podían ceder.
Karl más enojado que nunca y desesperado por encontrar a su esposa comenzó su ataque
individual, se ganó en medio de las tropas enemigas saltando de su caballo hacia el de un enemigo
haciendo caer a este ultimo de un espadazo, ya al medio sin que nadie lo haya notado cargó 2
pistolas con toda la munición que tenía y comenzó a disparar a dos manos en ambas direcciones
sin mirar a quien mientras el caballo giraba rápidamente, por suerte los miembros del partido ya
conocían esta estrategia tan característica suya por lo cual lograron salir ilesos, este único
movimiento causó 58 bajas en las tropas enemigas.
Entre jadeos Karl exclamó – ¡ADAM! ¡MUESTRATE PINCHE COBARDE! -
- ¿De qué hablas Karl? Estoy aquí. – Respondió tranquilo Adam quien había huido a lo alto de la
fortaleza.
La batalla no cedía y los intercambios de proyectiles dificultaba la comunicación entre ambos
lideres.
-¡BAJA AQUÍ Y DEMUESTRAME QUE NO ERES UNA GALLINA!- Gritó Karl
- Oh, por favor, no creo que haya necesidad de llegar a eso ¿no lo crees? Me agradas Karl no me
agradaría tener que atravesar tu pecho con una espada
- ¿¡TE CREES GRACIOSO PENDEJO!?, NO ERES MÁS QUE UN COBARDE DE MIERDA QUE NO SABE
LUCHAR POR SU CUENTA Y DEPENDE DE OTROS PARA CUMPLIR SUS OBJETIVOS.
-Pero que hostil… NO TOLERARÉ TU INSOLENCIA COMUNACHO INDECENTE, ¡TRAIGANLA!
-¿Tráiganla?- Susurró asustado Karl.
En ese momento los súbditos de Adam entraron a una de las torres de la fortaleza y volvieron a
salir mientras arrastraban una carretilla
-Karl no te distraigas yo sigo aquí, mírame, ¿te parece conocida esta arma? – Dijo con un tono
burlesco Adam mientras levantaba una revolver de empuñadura dorada.
-Esa es… ¡¿DE DONDE SACASTE ESO?!- Exclamó asustado Karl al notar que el arma que tenia en su
mano Adam era la misma que le había confiado a María esta mañana.
-JAJAJAJAJAJA, sabes exactamente como llegó a mis man…- Adam se vio interrumpido por el
sonido de la carretilla que ya estaba a su lado, en esta había un gran poste al medio, en este se
encontraba María amarrada y apaleada exactamente igual a como había visto Karl en su visión.
-¡MARÍA! NO TEMAS POR FAVOR, JURO QUE TE SALVARÉ-
María trató de contestar a los desesperados gritos de su amado, pero le fue imposible debido a la
tela que rodeaba su rostro y cubría su boca, Adam sin dudarlo dos veces apuntó el arma hacia su
dirección.
-Karl, Karl, Karl… ¿Te das cuenta del error que has cometido? Por tu culpa, tu amada esposa fue
golpeada hasta su limite y ahora es exhibida a todo el mundo-
-SILENCIO MALDITO ESTO NO ES MI CULPA COMO PUEDES SER TA…-
¡BAM! Un fuerte disparo desde la dirección de Adam interrumpió a Karl
-CIERRA LA BOCA Y ESCUCHA, no estás en condiciones de alzarme la voz, piensa muy bien lo que
hagas de aquí en adelante mi índice se encuentran a 1 cm de acabar con la vida de esta perra. –
Karl decidió guardar silencio, aunque quisiese insultarlo a más no poder y defender a su amada,
pero sabía perfectamente lo que sucedería si hacia eso.
-Veo que entendiste, pero vamos tus tropas necesitan de su líder no puedes quedarte aquí como si
nada y lo sabes, ve y ayúdalos, prometo no dañarla. –
Esta situación no era fácil para Karl pues sabia que Adam tenia razón, sus tropas necesitaban de el
para alzarse con la victoria, pero no era capaz de dejar de ver a su esposa por miedo a que la
ejecutasen mientras él estuviera distraído, después de dudar un tiempo se dio cuenta que daba
igual lo que hiciese si Adam la quería muerta la mataría y ya está, no tenia nada que hacer además
de seguir sus órdenes.
-Era broma, ingenuo. – dijo confiado Adam mientras quitaba el seguro de su arma y se preparaba
para disparar, todos pararon durante unos segundos para presenciar la acción y se produjo un
profundo silencio…
- ¡No!, ¡No lo hagas Adam! - Exclamó Karl sumido en pánico mientras presenciaba la muerte de su
amada.

Parte 4 ¨Venganza Roja¨


La batalla siguió y con esto volvió el abrumador ruido de los proyectiles y espadazos, Karl quien
quedó anonadado, aterrado y furioso por el asesinato de su esposa no era capaz de moverse, el
impacto había sido tal que ni si quiera fue capaz de pronunciar una palabra en contra de Adam,
una tímida lagrima recorría su mejilla, y luego otra, y luego otra… Karl quebró en llanto junto a un
abrumador grito.
-¡¡M A R Í A!!-
Sumido en pánico por la reacción de su líder, un miembro del partido antifascista se acercó a este
para hacerlo entrar en razón
-Karl, entiendo por lo que estás pasando, pero no es momento para lagrimas nos están matando y
Adam huyó dentro de la fortaleza, ahora más que nunca, te necesitamos.
Karl al escuchar las palabras de su compañero se secó las lagrimas y galopó su caballo en dirección
a donde se producía el epicentro de la batalla, al llegar cargó con todo contra las tropas enemigas
liberando toda la ira y furia que le había causado la muerte de su esposa, repartió tiros con su
mano izquierda y espadazos con su mano derecha, su participación fue tan notoria que ni pasados
los 5 minutos de su llegada la batalla ya se había tornado a su favor, al punto de casi exterminar a
los enemigos que se encontraban fuera de la fortaleza.
- ¡No seas tan confiado! - exclamó un vaquero enemigo mientras lanzaba un feroz espadazo a Karl,
espadazo que rebanó el brazo derecho de Karl.
-MIERDA- su brazo rodó al piso, mientras Karl gritaba de dolor y caía del caballo que robó al
enemigo, igualmente uno de los miembros logro apuñalar el pecho del vaquero rival quien había
atacado a Karl, con esta baja las tropas enemigas exteriores se habían exterminado.
Aprovechando esto uno de los médicos trató a Karl aplicándole alcohol a su herida y vendando su
brazo perdido
-Muchas gracias, sin ti hubiese muerto desangrado- dijo Karl al médico que lo ayudó, después de
esto se dispusieron a tumbar la entrada de la fortaleza
- ¡VAMOS COMPAÑEROS, 1, 2, 3!- Lograron tumbarla, y como esperaban los estaban esperando,
hacia ellos volaron alrededor de 200 flechas, cuales impactaron y causaron 102 bajas aliadas, con
ese ataque la balanza se tornó en favor de los vaqueros fascistas quienes contaban en ese
momento con 200 hombres mientras los miembros del partido antifascista no superaban los 120,
al darse cuenta de esto los vaqueros enemigos cargaron con todo, grave error ya que Karl estaba
esperando un resultado como este por lo cual antes de entrar había ideado un plan suicida, el cual
requería del sacrificio de muchos miembros.
¨Unos minutos antes…¨
- ¿Están todos de acuerdo? ¿Están todos dispuestos? - Preguntó Karl después de plantear su plan a
los miembros, para su sorpresa todos contestaron al unísono el lema del partido
-¡PATRIA O MUERTE!- entonces todos comenzaron a ejecutar el plan, el cual consistía en dejar
caer la parte delantera de la fortaleza, constituida por grandes troncos de madera, ejecutarían el
plan de la siguiente manera, desatarían tronco por medio de forma que no caigan pero queden
débiles a cualquier tipo de impacto, entonces al entrar los miembros serían carnadas para acercar
a las tropas enemigas al frontis de la fortaleza.
¨De vuelta al presente¨

Las tropas enemigas cargaron furiosamente contra los miembros del partido antifascista, quienes
se quedaron inmóviles esperando el ataque enemigo, en ese momento un grupo de 20 miembros
fuera de la fortaleza cargo contra los troncos desatados y otro grupo de 20 miembros dispararon
flechas cubiertas en aceite encendidas en fuego al gran muro de madera que se desmoronaba
rápidamente. Este ataque causó 120 bajas aliadas y 200 bajas enemigas
Así solo quedaron los 10 guardias personales de Adam y Adam contra los 40 miembros del partido
y Karl, el resultado final estaba decidido.
-Adam, no tienes escapatoria, tu muerte es inevitable, ven y enfréntanos como un hombre. –
-Maldito seas Karl, realmente lograste lo impensado, te dio igual sacrificar a tus hombres, al igual
que a tu mujer, eres un pecho frio
-Primero que nada, yo no los sacrifique, ¡fue su propia elección y segundo el único culpable de la
muerte de María… ERES TU! – Exclamó Karl Mientras cargaba junto a sus 40 hombres contra Adam
y sus guardias, fue una victoria aplastante cada guardia tuvo que enfrentarse contra 4 miembros
del partido, no tuvieron posibilidad.
-Adam... tu momento ha llegado no tienes salvación alguna- Dijo Karl amenazante mientras
acorralaba a Adam contra el acantilado de la montaña Moonwalk.
-Lo haz hecho bien Karl, realmente eres un hombre digno de admirar, pudiste seguir la batalla
incluso después de haber presenciado la muerte de tu esposa. –
-Si, pero no creas que por eso el dolor ha sido olvidado, la ira, la rabia y todos los malos
sentimientos no cesarán hasta que acabe con tu vida. –
-Que lastima pues no será posible, hasta nunca Karl. – Dijo temeroso Adam mientras saltaba del
acantilado – NO SERÁS TU QUIE…- Un preciso disparo atraviesa la frente de Adam entre ceja y
ceja, la silueta del cuerpo de Adam cae frente a los ojos de Karl con la luna de fondo.
Karl quien había logrado su objetivo, derrocar a los fascistas que buscaban implantar un golpe de
estado en su país, anuncia la victoria levantando su brazo izquierdo.
- ¡PATRIA O MUERTE! – Triunfó la izquierda.

También podría gustarte