Los grupos de interés y los movimiento sociales

Los actores políticos colectivos como protagonistas Los grupos de interés: influir y presionar
A pesar de su extrema variedad podemos definir los actores políticos Los grupos de interés tienen como objetivo principal influir sobre el
colectivos a partir de unas determinadas características comunes: proceso político, defendiendo propuestas que afectan a los intereses de un
- La asociación voluntaria. sector determinado. Se proponen participar en la elaboración de las
- La estabilidad relativa de su actividad, ya que son fenómenos que decisiones políticas relacionadas con los intereses del sector, pero sin
perduran y no son circunstanciales. asumir responsabilidades institucionales, actúan sobre estas pero sin
- La comunidad de intereses y objetivos, que produce una cierta ejercer poder. Por esto algunos los llaman grupos de presión, porque
homogeneidad entre los individuos de que se compone. ejercen presión sobre las instituciones.
- Una línea de acción coordinada y organizada mediante el uso de
medios e instrumentos diversos. Podemos establecer una clasificación a partir de los intereses que
La acción política de unos y otros apuntan a conservar o a modificar la defienden, en el que señalaron cuatro tipos de criterios:
posición y los intereses de los miembros de cada grupo en el conjunto 1- Los grupos de interés relacionados con la esfera económica. Se
social. A veces sostienen actitudes defensivas y conservadoras, a veces organizan en función de sus posiciones en el ámbito de las relaciones
propugnan cambios e innovaciones que les permitan mejorar su situación. económicas. (sindicatos de asalariados o agrupaciones de jubilados)
2- Los grupos de interés que agrupan a determinados colectivos sociales
Una tipología ideal de actores colectivos en función de las características de género, edad, lugar de residencia,
Movimientos Grupos de Partidos
condiciones físicas, etc. (vecinos)
sociales interés políticos 3- Los grupos de intereses que promueven determinadas causas de
contenido ideológico o cultural.
Grado de Variable. Fuerte, Fuerte, estable. 4- Los grupos de intereses que persiguen objetivos políticos, pero sin
estructuración estable.
aspirar a la elaboración de un proyecto global de gobierno. Se incluyen
Discurso Transversal (un Sectorial (a Global aquí los grupos que luchan por los derechos humanos.
discurso que un sector (políticas
toca temas determinado) beneficiosas
Las formas de acción, los métodos y los recursos de los grupos de interés
generales pero . para todos).
desde un Las formas de acción de los grupos de intereses son muy variados, los
discurso siguientes son los métodos de acción:
individual). - Actividades de persuasión, con el recurso de la transmisión de info.
Escenario Social, no Institucional, Institucional.
- Actividades económicas, con el apoyo de actividades sociales y
convencional. social. culturales, la contribución a la financiación legal o encubierta de los
partidos o la corrupción de otro agentes.
- Actividades del campo jurídico, resistiendo el cumplimiento de
obligaciones legales.
- Acciones de intimidación o coacción.
Las acciones de estos grupos pueden ser públicas y transparentes como
discretas o secretas.
Los métodos de acción están unidos van unidos a los recursos accesibles:
- El número de afiliados y otros sujetos susceptibles a formar parte.
- Las posiciones de sus miembros en determinadas políticas, etc.
- La solidez económica.
- La consistencia y disciplina.
- La habilidad mediática para persuadir la opinión y para convertir esos
intereses sectoriales a intereses generales.
- La capacidad de coacción y de coalición con otras organizaciones.
Estos recursos se reparten de forma desigual en las diferentes
organizaciones.
Lobbies, agencias, empresas de servicios y administraciones
Las agencias instrumentales y las empresas de servicios de influencia son
entidades que ofrecen sus conocimientos y habilidades profesionales a los
grupos de interés. De entre ellos destacan tres tipos:
- El lobby tiene como tarea básica contribuir a la confección de estrategias
y campañas de influencia que posteriormente llevan a la práctica a favor
de los intereses del sector, compañía o grupo de interés.
- Las agencias de relaciones públicas y de publicidad. Venden sus
servicios a los grupos de interés y a los lobbies que actúan para ellos. Se
encargan de diseñar campañas a favor de determinados temas sensibles
para determinados grupos, redefinir la imagen de compañías, actividades y
personajes, etc (medios de comunicación).
- Merecen señalarse también la posición de algunas administraciones
públicas y de los cuerpos de funcionarios que la gestionan. En rigor,
forman parte del aparato institucional del estado y tienen que velar por el
interés general y no por intereses sectoriales. Sin embargo, es frecuente
que intenten influir en lo que no les corresponde, desta manera actúan
“como” grupos de interés.
Los movimiento sociales: una realidad dinámica
Los movimientos sociales se presentan como fenómenos menos
integrados y de fronteras más difusas. Suele incorporar una pluralidad
de núcleos (ej: colectivos locales) conectados entre sí mediante una
articulación relativamente débil descentralizada y poco o nada jerárquica.
Sus objetivos se sitúan en varios ámbitos de las relaciones colectivas.
Prefieren un tipo de intervención política no convencional ya que las
convencionales son controladas por diferentes grupos.
Los movimientos sociales son actores políticos cuya apariencia cambia
con rapidez, hasta convertirse en partido, grupo de precio o desaparecer.
¿Cómo se organizan y de qué modo actúan?
Los movimientos sociales se caracterizan por su estructura ligera y poco
estable.
Pueden distinguirse tres fenómenos colectivos que suelen incluirse bajo el
rótulo general de los movimiento sociales:
- Un movimiento social en sentido amplio equivale a la articulación de
núcleos que comparten la adhesión a unos mismos valores o mitos
movilizadores, pero no constituyen una organización única o cuentan con
un programa de actuación (movimientos feministas, gays, pacifistas,etc).
- Luego aparecen agrupaciones más estructurales, que actúan en
competencia o en combinación con otras organizaciones tradicionales.
- Finalmente, hay que contar con los grupos de acción con objetivo único,
su existencia está vinculada a una situación o tema en específico y este
decide cuando está resuelto o no.
En cuanto a la forma de actuación, los movimientos sociales nacen
generalmente de la desconfianza o rechazo hacia los canales políticos
institucionales y hacia las formas convencionales. Por ellos recurren en
gran medida hacia formas de actividad no convencional, que van desde
acciones espectaculares hacia la llamada “acción directa” pasando por
varias firmas de resistencia civil al cumplmiento de obligaciones legales
¿Cuál es la legitimidad de los actores políticos colectivos?
Cabe señalar que ha aumentado la aceptación de los grupos como
instrumentos necesarios para la intervención política. Las críticas que
reciben obligan a los sistemas democráticos a potenciar mecanismo de
transparencia y contrapeso que faciliten la denuncia y la corrección de
algunas posiciones abusivas. Se reconoce ya plenamente que el papel de
los grupos de interés y de los movimientos sociales en el sistema político
no es marginal ni secundario y que cualquier análisis de la configuración y
el funcionamiento de las instituciones de la política representativa ha de
tenerlos en cuenta.
Partidos políticos y sistemas de partidos
Los partidos políticos son, por excelencia, los agentes que llevan adelante
la misión de transformar demandas sociales en acción política y a
menudo los primeros en ser juzgados por los resultados. Es en ese sentido
que no sería exagerado rotularlos como los principales mediadores entre la
sociedad y el estado.
Los partidos acarrean el mérito de haber sido la primera y principal forma
institucionalizada de participación política, lo cual representa una
conquista para la libre expresión de las diferencias y del pluralismo
político, permitiendo ordenar intereses, valores e ideologías, y
promoviendo diferentes tipos de acción colectiva.
Definiciones
Según Max Webber los partidos son: “formas de socialización que,
descansando en un reclutamiento formalmente libre, tienen por fin
proporcionar poder a sus dirigentes dentro de su asociación y otorgar por
este medio a sus miembros activos determinadas probabilidades ideales o
materiales (la realización de fines objetivos o el logro de ventajas
materiales o ambas cosas)”
Anthony Down, por su parte, estrecha significativamente el concepto, al
definir los partidos como “congregaciones de personas que buscan
obtener el control del aparato gubernamental a través de obtener cargos
en elecciones regulares”. Se agrega el medio al cual los partidos accederán
a dichas posiciones de poder: las elecciones libres.
Giovanni Sartori, agrega la necesidad de que los partidos estén
identificados formalmente y puedan diferenciarse de otros grupos
activistas mediante la apelación a símbolos particulares. Un partidos es
“cualquier grupo político identificado con una etiqueta oficial que se
presenta a las elecciones, y puede sacar en elecciones, candidatos a
cargos públicos”.
Definiciones demasiado acotadas tienen el peligro de excluir muchas
organizaciones, pero si son demasiado amplias se reconocen como
partidos políticos entidades que en realidad son movimientos sociales o
bien grupos de interés.
En definiciones intermedias serían las de Kenneth Janda y Alan Ware.
Según el primero los partidos son “organizaciones que persiguen el
objetivo de ubicar a destacados representantes suyos en posiciones de
gobierno”. En términos de Ware, un partido político es “una institución
que a) busca tener influencia sobre el aparato del Estado, generalmente a
través de personajes del gobierno, y b) suele consistir en más de un interés
en la sociedad, procurando agregar varios de ellos”.
En todos los casos, no caben dudas de que la principal característica de
los partidos es que son instituciones políticas que vinculan el Estado con
la sociedad civil.
Las funciones de los partidos políticos
Los partidos son mediadores entre representantes y representados. Las
funciones que éstos desempeñan se desarrollan de modo bidireccional:
atendiendo, por un lado, a la interacción entre partido y los representantes,
y a la interacción entre el partido y el Estado.
En lo que respecta a la interacción entre el partido y el electorado se
encuentra como primera función la estructuración de las demandas
sociales. Ordenan, las sistematizan y les otorgan prioridades, como
condición ineludible para lograr la acción colectiva.
Una segunda función de este tipo es la estructura del voto. Los partidos
sirven a los ciudadanos ordenando la multiplicidad de opciones al
momento de la contienda electoral.
Una tercera función de los partidos en su relación con la sociedad es la de
fomentar la socialización política. Contribuyen a la formación de la
opinión pública, puesto que proveen de herramientas críticas a la
ciudadanía. Como consecuencia los partidos también son los encargados
de organizar las diversas formas de participación política, no sólo
alentando a la concurrencia a los comicios (juntas para tratar negocios
públicos), sino a través de diversos medios (movilización en torno de
determinadas causas, asistencias a actos públicos, etc).
Los partidos se encargan de reclutar, formar y seleccionar a los dirigentes
políticos, siendo esta una función que va del estado a la sociedad.
Los partidos se encargan muchas veces del diseño de las políticas
públicas, procurando, en términos ideales, seguir las líneas programáticas
de la organización. Una vez en ejecución los partidos suelen hacer el
seguimiento y evaluación de las políticas, erigiéndose en los principales
garantes sociales de los resultados cuando están en el gobierno, y en los
principales impulsores del cambio cuando están en la oposición.
Los partidos son funcionales a la reproducción del sistema político en
general, ya que son los canales que permiten ejercer la función de control
de los representantes por parte de los representados y le dan así la
estabilidad y legitimidad al sistema político, como principales encargados
de evitar los excesos en el ejercicio del poder y fomentar el diálogo
democrático a través de la construcción de consensos.
Evolución de los partidos
Lo que se entiende como partidos modernos son organizaciones cuyo
origen está indisociablemente ligado a la construcción y consolidación del
Estado nación y a la expansión del liberalismo.
Existen dos tipos principales de explicaciones para el nacimiento de los
partidos: los que hacen rehacer el peso en variable institucionales y
aquellas que lo hacen sobre otras de tipo histórico-social. Que nos hacen
distinguir entre un enfoque institucional y un enfoque sociológico o
genético. Estos se complementan entre sí, ya que se trata en realidad de
una interacción entre variables independientes de los procesos de
democratización, que a su vez actúan sobre el comportamiento de las bases
sociales partidarias.
El enfoque institucional está relacionado con el desarrollo de la
institución característica de la democracia moderna, el parlamento, y su
exponente principal es Maurice Duverger. A la hora de explicar el
surgimiento de los partidos en el marco de este enfoque, Duverge establece
una diferenciación entre partidos de creación interna y partidos de
creación externa.
Los partidos de creación interna son aquellos que nacen dentro del
parlamento, en el Estado. Mientra que los partidos de creación externa
nacen desde la lucha del sufragio, apareciendo los comités electorales, que
surgen por impulso central y bajo la influencia de grupos exógenos que
realizan todas sus actividades por fuera del parlamento, como las
sociedades secretas o los clubes, periódicos, sindicatos y diversas entidad
religiosas.
En contraste, las explicaciones sobre el origen de los partidos provistas por
las corrientes sociológicas o genéticas remiten a ciertas divisiones sociales
estructurales, acaecidas (hacerse realidad) durante los procesos de
formación de los Estados nacionales y de la economía moderna. Ellas
hacen hincapié en la ampliación del sufragio, la consecuente emergencia
de la competencia electoral masiva y los cambios sustanciales en las
estructuras internas de las organizaciones partidarias.
Lipser y Rokkan toman elementos del esquema de Talcott parsons sobre la
clasificación de las funciones de los sistemas sociales, a partir de los
cuales se distinguen dos dimensiones principales de conflicto en las
sociedades: uno de tipo territorial y otra de tipo funcional que atraviesan
la variable temporal. De ahí salen diferentes tipos de clivajes (divisiones):
● Centralizada o periferia (Montevideo y los diferentes
departamentos).
● Iglesia y Estado.
● Intereses urbanos y agrarios.
● Trabajadores o capitalistas.
Las sociedades poco a poco fueron dividiéndose en este orden, más allá de
esto hay que ver la historia de las sociedades.
Tipos de partidos políticos
A grandes rasgos, cabe resaltar que las tipologías que han encontrado
mayor consenso son aquellas que tipifican los partidos en función del
momento histórico en que han tenido preeminencia. Comprendiendo:
A. Los partidos notables.
B. Los partidos de masas.
C. Los partidos atrapa todos.
D. Los partidos cartelizados.
El partido de notables y el partidos de masas
Max Weber analiza el paso de los partidos de notables a los partidos de
masas en función de cuatro variables relevantes; quienes conforman el
personal del partido; cuáles son los recursos con que cuenta; el nivel de
actividad del partido y el contexto histórico en que se desarrolla.
Los partidos notables predominan los políticos que no se dedican
profesionalmente a esta actividad y por ende no viven ni ocupan la
totalidad de su tiempo a dichos efectos. Los partidos se van conformando
en torno a cada una de estas personalidades. El vínculo que liga a los
notables con sus seguidores está basado fundamentalmente en la
confianza. Estos partidos se encuentran en actividad permanente, sino
durante los momentos anteriores a las elecciones. Por último, el contexto
político en el que operan es uno de competencia restringida y cerrada,
determinado por la vigencia del sufragio censitario.
Los partidos de masas, trajo una inclusión masiva implicó que las
maquinarias políticas destinadas a sostener financiera y organizativamente
el partido, tras lo cual la actividad política es ahora solventada por éste,
que se vale de los aportes de sus afiliados. Conformado por políticos
profesionales que dedican todos sus esfuerzos a las actividades del partido
y van especializándose en función de las necesidades adaptativas del
mismo. Tiene una organización tipo jerárquica. Los partidos de masas son
concluyentes y se proponen mantener cohesionados sus bases y dotarlas de
símbolos identitarios comunes.
Sigmund Neumann desarrolla una tipología de partidos que distinguen
aquellos de representación individual de aquellos de integración, al
tiempo que estos últimos se subdividen a su vez en partidos de integración
democrática y partidos de integración totalitaria. Los partidos de
representación individual son propios de sociedades con bajos niveles de
movilización y se caracterizan por tener seguidores que se limitan
exclusivamente a sufragar. En lo que respecta a los partidos de
integración, éstos comparten las características de los partidos de masas o
de creación externa, en los que existen niveles mucho mayores de
involucramiento por parte de los miembros. Los partidos buscan
permanentemente incluir y comprometer a individuos provenientes de
ciertos sectores sociales específicos, transformándolos incluso de afiliados
a militantes.
Duverger realiza otra clasificación de los partidos en función de su
estructura, analizando si ésta es directa o indirecta. Los partidos de masas
de estructura directa son aquellos que se encargan de reclutar miembros de
modo individual y cobrar sus cuotas sin intervención alguna de
organizaciones intermedias. En contraste, los partidos de estructura
indirecta se valen de las asociaciones que los patrocinan para realizar este
tipo de actividades, promoviendo adhesiones que comprenden a todos los
miembros de las mismas.
Gabriel Almond y Bingham Powell proponen abordar los partidos a
través de una clasificación basada en distintas estrategias de agregación de
intereses. Los partidos pragmática que operan forjando instancias de
negociación entre agentes maximizadores; y en segundo lugar los partidos
de agregación ideológica, amalgaman a sus miembros a través de la
conformación de programas partidarios con una visión del mundo a la que
todos sus miembros adhieren por principios generales y afinidades
comunes. Un tercer tipo es el partido de particularista-tradicional, de
partidos conservadores, que se dispone como patrón las tradiciones del
pasado, con las cuales los seguidores por interés más bien personal.
Partido atrapatodo
Los medios de comunicación cobran una creciente importancia y se
convierten en actores ineludibles, moldeando las reglas del juego.
Esta nueva organización nace en el seno de sociedades cuyas factura de
antaño se van desdibujando lentamente, como la atenuación de su
tradicional contenido ideológico, el reforzamiento de la autonomía de los
liderazgos, el menor peso de los afiliados y militantes, el desdibujamiento
de la identificación del partido con sectores sociales específicos, la
conquista frenética del electorado indeciso, la apertura hacia numerosos
grupos de interés más o menos autónomos del partido, la pérdida de la
perspectiva del largo plazo en lo que respecta a la competencia política y a
la resolución de los problemas, y la apelación a un electorado
notoriamente más pasivo. Se trata, entonces, de un partido más
pragmático, profundamente preocupado por las imágenes de sus líderes y
por adquirir ventajas en el espacio construido desde los medios de
comunicación.
Estos partidos no se identifican con nada en concreto, buscan el voto no
importando de quién, así que su objetivo es mantenerse neutral ante temas
de religiones o posicionamiento.
Sistemas de partidos y modelos de competencia electoral
Los partidos no funcionan solos, sino en coaliciones y alianzas por esto el
estudio de ellos no puede hacerse sin considerar las interacciones que se
producen entre ellos.
Algunas de estas variables son:
A. Fragmentación (calculada por el número efectivo de partidos
parlamentarios que conforman el sistema).
B. Polarización ideológica y clivajes o líneas de conflicto.
C. Institucionalización.
Enfoque morfológico de los sistemas de partidos
Es Duverger quien propone una primera gran clasificación dentro de este
enfoque, identificando sistemas monopartidistas (un partido), bipartidista
(dos partidos) y multipartidista (tres o más partidos).
Cabe destacar que para Duverger las diversas configuraciones posibles
dependen fundamentalmente del tipo de sistema electoral que se encuentre
vigente, dando lugar a tres premisas, según las cuales:
A. Las fórmulas electorales mayoristas con sistemas de una vuelta en
circunscripciones uninominales tienden al bipartidismo.
B. Las fórmulas electorales proporcionales tienden al
multipartidismo. (suelen estar creados por sistemas electorales de
representación electoral).
C. Las fórmulas electorales mayoristas a dos vueltas en
circunscripciones uninominales tienden al multipartidismo.
Esta clasificación depende del sistema electoral, Uruguay mezcla los dos
formatos.
La existencia del bipartidismo es una configuración que sólo puede
lograrse al costo de excluir partidos minoritarios de la posibilidad de
contar con representación parlamentaria. Además que el multipartidismo
resulta muy laxo para ser aplicado, ya que impide detectar matices entre
sistemas multipartidistas de muchos y pocos partidos.
Modelos de competencia espacial y distancia ideológica
El enfoque racional de los partidos ofrece un modelo de competencia
denominado espacial, cuyo concepto rector es el de mercado político. El
mismo entiende que la dinámica de la contienda electoral adopta una
lógica equiparable a aquella de la oferta y la demanda que reina en el
mercado. Desde esta perspectiva, Joseph Schumpeter primero y Anthony
Downs después se encargaron de desarrollar un modelo en el que los
partidos son actores racionales maximizadores de votos y los líderes no
son otra cosa que empresarios de la política. Análogicamente, los votantes
son consumidores que eligen a los partidos en función de la maximización
de sus intereses personales.
Cada partido se sitúa en alguna posición a lo largo de un mismo eje
izquierda-derecha, al igual que cada elector, quien dirige su voto en favor
del partido ideológicamente más próximo. El eje izquierda-derecha se
define principalmente en función de la posición adoptada con respecto al
grado deseado de intervención del Estado en la economía, y según la
estimación de los autores, la gran mayoría del electorado se sitúa en el
centro.
En términos de Downs, la estrategia de los partidos es detectar en qué
posición se encuentra el electorado más volátil, ya que es el que suele
definir una elección, especialmente cuando se compite por un solo cargo.
Si éste se encuentra en el centro, la dinámica de la competencia es
centrípeta (hacia el centro) mientras que si se ubica en los extremos la
dinámica será centrífuga (hacia los polos).
Es posible que los electores no interpreten de modo uniforme cuáles son
las principales líneas de debate. El modelo de Downs no explicaría
entonces las interacciones competitivas en sociedades multiculturales o
multi técnicas, con partidos más radicales que compiten en distintas líneas.
Una gran ventaja del aporte de Sartori es que permite dividir a los
multipartidismos en moderados y polarizados, siendo los últimos los que
verdaderamente presentan problemas para la estabilidad del sistema. Esta
división tiene su correlato con los dos tipos de dinámicas, la centrípeta y la
centrífuga respectivamente.
Existen varias posibilidades de partidos:
● Único (China).
● Hegemónico (México 2000).
● Dominante (Suecia).
● Bipartidista (Estados Unidos).
● Multipartidista (Bélgica) que dentro tiene pluralismo moderado y
polarizado.
Se incorpora la variable de competencia, la cual subdivide este grupo entre
aquellos sistemas unipartidistas competitivos y no competitivos.
En los sistemas de partido único existe un partido que no permite la
existencia de fuerzas alternativas que puedan competirle, es decir se trata
de una estructura de poder monopólico. En el partido bipartidista puede
conseguir sus votos mediante la “fabricación” de las reglas electorales.
Los sistemas de partido hegemónico admiten la existencia de otros
partidos pero solo como subordinados del principal. Impide desafiar el
partido desde el fraude y otros mecanismos de obstrucción, por lo que la
estructura del poder es tipo jerárquica. Este partidos y el único no tienen
competencia real, por lo que son partidos no competitivos.
El sistema de partido predominante es donde gobierna un solo partido
gracias a que obtiene la mayoría absoluta, aunque siguen habiendo
elecciones siempre se espera que el mismo partido gane otra vez.
Sartori considera que el bipartidismo no plantea mayores problemas, ya
que se trata de “una configuración transparente: dos partidos compiten
por una mayoría absoluta que está al alcance de cualquiera de ellos”.
El pluralismo de gobierno es una configuración similar al sistema
bipartidista, donde preponderan las tendencias centrípetas, existen
posibilidades de alternancia, el estilos de la política responsable, al tiempo
que el centro es un espacio disponible por el cual luchar. Las posiciones
políticas que están en los extremos no son relevantes. Se trata de una
estructura de poder con poca fragmentación y/o segmentación
despolarizada.
El pluralismo polarizado en cambio reúne las siguientes características:
a) partidos antisistema importantes que buscan socavar la legitimidad del
régimen democrática.
b) oposiciones bilaterales, es decir, a ambos lados del espectro, lo cual
implica que son mutuamente excluyentes y sin posibilidades de coaligarse.
c) el centro métrico se encuentra ocupado, lo cual hace que no esté
disponible para competir por él.
d) los polos se encuentran a una gran distancia ideológica entre sí, lo cual
implica diferencias muy profundas.
e) existen fuertes impulsos centrífugos, provocando que el centro pierda
votos en favor de los extremos.
f) la ideología de los partidos antisistema se percibe como doctrinaria.
g) existen oposiciones irresponsables, que hacen que el partido de centro
no se encuentre afectado por el riesgo de la alternancia y se lo vea con
perspectivas de gobernar indefinidamente, puesto que resulta muy difícil la
conformación de coaliciones alternativas, y finalmente.
h) prolifera un tipo de política de superoferta, según la cual los partidos
que están en los extremos se atreven a realizar promesas de muy difícil
realización, dadas sus magras posibilidades de acceder al poder.
Por último, el sistema de partidos atomizado es una categoría residual, que
indica que ya no es necesario contra los partidos. Se trata de un escenario
en el que el sistema se encuentra en una fase previa a la consolidación y
ningún partido tiene efectos apreciables sobre el resto.
Sartori desarrolla para esto una serie de criterios que permiten distinguir
un partido relevante de otro que no lo es. Estos criterios tienen que ver
principalmente con la fuerza de los partidos:
a) el potencial de gobierno o coalición del partido.
b) su potencial de chantaje.
El potencial de gobierno o coalición del partido hace referencia a las
posibilidades que una fuerza tiene de formar parte del gobierno a través de
una coalición mayoritaria.
El enfoque genético, la teoría del congelamiento y las “familias de
partidos”
Lipset y Rokkan sostienen que se produce un “congelamiento” de los
sistemas de partidos que coincide con los procesos de democratización y
ampliación de sufragio. Pero esta idea ha sido desafiada y parcialmente
reformulada por dos tipos de argumentos distintos:
a) Las familias espirituales de partidos, son las que conciben nuevos
movimientos (ecologistas, feministas, etc) como capaces de generar
nuevos clivajes.
b) Investigaciones que proveen evidencia empírica acerca de profundos
cambios en los sistemas de partidos, como los altos índices de volatilidad
electoral, la pérdida de fuerza relativa por parte de partidos tradicionales o
el declive en la participación electoral.
Según von Beyme existirían nueve tipos de familias espirituales:
1. Liberales y radicales.
2. Conservadores.
3. Socialistas y socialdemócratas.
4. Demócrata-cristianos.
5. Comunistas.
6. Agrarios.
7. Étnico-regionalistas.
8. Extrema derecha.
9. Ecologistas.
Para poder analizar correctamente los sistemas de partidos de América
Latina debemos de verlo desde la institucionalización. Se entiende que un
sistema está más institucionalizado:
a) Mayor es la estabilidad de los patrones de competencia.
b) Mayor es el grado de enraizamiento de los partidos en la sociedad.
c) Mayor es la legitimidad de los partidos.
d) Menor es el grado de personalismo que el sistema admite.
Se analizan tres elementos estrechamente relacionados con algunas de
estas dimensiones para demostrar que existe una sustancial diferencia en
los grados de institucionalización entre ambos grupos de países. Estos
elementos son: el grado de volatilidad existente (estima la cantidad de
votantes que modifican su opción de voto de unas elecciones a otras), el
grado de conexión ideológica entre partidos y votantes, y el grado de
personalismo que admite el sistema.
Las formas de gobierno
Identificamos los regímenes según el tipo de problema que se requiera
resolver, dependiendo del país, tiempo en el que se encuentre, etc.
El problema de la formación de nuevos estados es el absolutismo, ya que
debían de transformarlo correctamente.
Parlamentario
Se caracterizan por:
a) el jefe de gobierno y su correspondiente gabinete son responsables ante
el legislativo, en el sentido en que dependen de la confianza del mismo y
pueden ser destruidos de sus funciones en una votación de no confianza o
censura.
b) los primeros ministros son formalmente siempre elegidos por el
legislativo
c) el poder ejecutivo es colectivo o colegiado, por lo que la toma de
decisiones recae en todo el gabinete.
La naturaleza de la legitimidad en esta forma por la elección del gobierno
es indirecta, en tanto que el parlamento es elegido de manera directa por el
voto popular. El órgano ejecutivo presenta una estructura de tipo dual y
colegiado, mientras que entre las diferentes estructuras de toma de
decisión, existen medidas de intervención recíprocas. El electo por el
parlamento actuará junto con el Rey.
Características
1. La legitimidad directa del gobierno.
2. El carácter colegiado del órgano ejecutivo.
3. La fusión de poderes entre los órganos ejecutivo y legislativo.
4. La elección directa, y por un período flexible, del parlamento, que
luego elige al gobierno indirectamente quienes eligen jefe de
consejo de ministros por el parlamento. Estas elecciones pueden
cambiar en cualquier momento.
El poder ejecutivo
El poder ejecutivo es dual: se encuentra integrado por el gobierno y por la
jefatura del Estado. Las dos instituciones presentan una diferenciación de
tipo funcional, siendo el jefe de gobierno quien se encarga de la
orientación político-administrativa, mientras que la representación
básicamente simbólica y de corte ceremonial queda a cargo del jefe de
Estado.
El mandato del ejecutivo no se halla sujeto a ningún plazo y su duración
dependerá de la conservación del apoyo del parlamento.
Jefe de gobierno: representa a los partidos.
Jefe de Estado: representa a la comunidad.
El poder legislativo
Es el único órgano del gobierno con posibilidad de reclamar una
legitimidad democrática directa a partir de su elección popular. Los
parlamentos no poseen mandato fijo, ya que su poder de investir, apoyar y
destruir gobiernos se le contrapone la facultad de éstos de disolver el
cuerpo parlamentario. Su principal característica es la fusión de poderes.
Tipos de parlamentarismo
Existen tres principales diferencias entre los modelos parlamentarios.
En el modelo Westminster el primer ministro es el primero entre sus
iguales. El poder ejecutivo prevalece por sobre la asamblea legislativa. El
jefe de gobierno es quien realmente dirige y lleva adelante el curso del
gobierno, conformado a partir de un solo partido. Gobierna sobre los
ministros a quienes puede designar o reemplazar.
Luego tendremos al parlamentarismo de asamblea, donde el peso de los
partidos políticos en la conformación del gabinete resulta fundamental en
este tipo de gobiernos, en este caso el jefe de gobierno se renueva con su
gabinete. Los partidos políticos cuentan con un gran poder y control sobre
el electorado.
En el caso de los parlamentarismos controlados, es un primero entre sus
desiguales, ya que puede no ser líder del partido oficial, y su permanencia
en el cargo es esperable aun ante recambios en el gabinete, dado que este
último no es nombrado por el parlamento. Posee la capacidad de
reemplazar a sus ministros pero no al contrario. En este modelo se da la
existencia de más de dos partidos, y la presencia de un sistema electoral
mayoritario. Las características que distinguen a este caso es la prohibición
constitucional de los partidos antisistema, el establecimiento de una
barrera electoral alta y la existencia del llamado “voto constructivo de
censura”.
Presidencialismo
Sartori sostiene que un presidencialismo es tal cuando el presidente:
a) El electo popularmente.
b) No puede ser despedido del cargo por una votación del parlamento o
congreso durante su período preestablecido.
c) Encabeza o dirige de alguna forma el gobierno que designa.
Querían establecer un gobierno que cumpliera con las funciones del
monarca. El presidente tiene garantizada constitucionalmente cierta
autoridad en materia legislativa. El órgano ejecutivo presenta una
estructura unipersonal, y entre las diferentes instancias de toma de decisión
no existen medidas de intervención recíprocas, sino una interdependencia
por coordinación.
Características
1. Elección popular directa o casi directa del presidente y el
congreso.
2. Unipersonalidad del órgano ejecutivo (El presidente es jefe del
gobierno y representante del país).
3. División de poderes.
4. Existencia de mandato fijo para el presidente y el congreso.
Poder ejecutivo
La conformación del gabinete depende exclusivamente del presidente, es
quien designa y remueve a sus ministros. Siendo los ministros los
secretarios del presidente y el vicepresidente es el lazo entre el poder
ejecutivo y legislativo.
Tanto el presidente como los congresistas duran un tiempo determinado en
sus funciones, no pudiendo acortarse dichos plazos en virtud de la
intervención de un poder en otro, con la salvedad de los casos
excepcionales como el juicio político. El titular del ejecutivo no es
designado o removido mediante el voto parlamentario.
La elección presidencial siempre es mediante el voto popular.
Sartori contempla tres formas de elección del presidente, de las cuales una
es directa y dos de ellas son indirectas. La primera es la elección directa,
que es cuando el candidato que ganó las elecciones es designado
presidente. La segunda forma es indirecta donde los votantes pronuncian a
favor de una figura presidencial tras elegir a los electores que adhieren al
mismo, y que se reunirán en un segundo momento para consagrar al
presidente. La tercera también es de caracter indirecto, en este caso existe
un cuerpo intermedio entre la voluntad de los votantes y la elección final
del presidente que sí tiene la potestad de alterar las preferencias del
electorado.
Los mandatos van de cuatro a seis años y en la última década estos se
fueron acortando.
Existen dos tipos de poderes presidenciales que son los constitucionales y
los partidarios:
Los primeros pueden desagregarse en legislativos o exclusivamente
presidenciales. Son considerados poderes legislativos aquellos que le
permiten al presidente ejercer funciones asignadas de ordinario al
congreso. Los clasifican de proactivos: aquellos orientados a defender el
statu quo, o reactivos: aquellos orientados a defender el statu quo contra
las tentativas de modificación realizadas por el legislativo.
En segundo lugar, los poderes partidarios guardan estrecha relación con la
estructuración del sistema de partidos y se construyen en un indicador
significativo a la hora de medir la influencia presidencial sobre la mayoría
oficial en la legislatura, a la vez que el grado de disciplina partidaria.
La interacción entre los poderes constitucionales y partidarios permite
establecer una tipología e identificar modalidades de ejercicio del gobierno
por parte del presidente:
La existencia o no de una cláusula de reelección afecta también la
naturaleza de los poderes presidenciales. Tendrá un efecto sobre el nivel de
concentración de poder en manos del presidente así como en su capacidad
de ejercicio.
Poder legislativo
El presidente no cuenta con la facultad de disolver el órgano legislativo. Al
mismo tiempo el parlamento no puede designar al gabinete, tarea que pasa
al presidente.
No suelen cooperar ya que compiten constantemente. Es posible visualizar
dos esquemas de gobierno a partir de la relación que se establezca entre el
presidente y el congreso. La primera es un gobierno unificado, como el
presidente tiene la mayoría parlamentaria en ambas cámaras, este dirige y
controla a partir de una fuerte disciplina partidaria. La segunda
configuración, por oposición a la primera, aquí no hay unión entre los dos
poderes, sino que se le agrega una división política. Tres factores inciden
en la configuración del gobierno dividido:
● las institucionales, dados por la existencia de dos cámaras.
● los políticos, determinados por los poderes del decreto y de veto
del presidente, y la facultad de oponerse a los vetos por
resistencia.
● los partidarios, que dependen del número de partidos del congreso
y la posibilidad de configurar alianzas, ya sea permanente o no.
Pasquino señala que lo significativo es que el presidente debe rendir
cuentas al menos a unas de las ramas del congreso: aquélla dominada por
la oposición. Sin embargo, el análisis más objetivo es que la mayoría
dentro de la cámara sea la oposición.
La dinámica de relación entre el ejecutivo y el legislativo en este escenario
afectará el ejercicio del gobierno, dando lugar a cinco posibles resultados:
● parálisis en la toma de desiciones.
● alto nivel de conflicto.
● microlegisación producto de negociaciones y compromisos.
 ● altos costos para la toma de medidas de gobierno.
● desviación significativa de los preceptos básicos del
presidencialismo: amenaza de disolver el congreso, amenaza al
juicio político.
Semipresidencialismo
● Tiene una combinación entre legitimidad directa del presidente y
legitimidad indirecta del primer ministro.
● El carácter bicéfalo (de dos jefes) y dual del órgano ejecutivo.
● El poder ejecutivo está dividido entre el presidente como jefe de
Estado y un primer ministro que encabeza el gobierno y es
designado por el parlamento.
● Estructura flexible de autoridad dual.
En este caso podemos ver a Uruguay como parte del semiparlamentario
Existen mecanismo de censura de muchos tipos y uno de éstos puede ser
contra el ministerio, quien decide, luego de ser aprobado por haber
llamado a elecciones, si se sigue hacia adelante es el presidente. El
presidente también tiene la potestad de disolver las cámaras.
Fortalezas y debilidades de cada sistema: debate
Las características por las que el presidencialismo ha sido criticado son:
1. Por la existencia de dos poderes independientes, que son el presidente y
el congreso.
2. El mandato fijo le agrega rigidez al sistema, haciendo que ante una
crisis ningún órgano de gobierno pueda intervenir.
3. La unipersonalidad del cargo, haciendo que el presidente sea el
representante de la patria y no solo de un partido. Siendo la presidencia el
más alto cargo.
4. Provoca un sentimiento de urgencia por el poco tiempo de elección de
los líderes.
5. No resulta aplicable a sociedades donde existen diferentes términos
culturales, lingüísticos y religiosos.
6. Elección popular directa: facilita la aparición de outsiders y posibilita la
demagogia (convertir al pueblo en instrumento haciendo falsas promesas)
y el populismo.
7. Tiende a dividir el gobierno por el perseguimientos de diferentes
coaliciones y oposiciones.
Las características por las cuales el parlamentarismo de asamblea ha sido
criticado son:
1. No hay dirección de la legislatura por parte del gabinete.
2. Existe una dispersión y atomización del poder.
3. La responsabilidad se torna confusa.
4. Hay ineficacia y lentitud en la toma de decisiones.
5. Se produce un recambio permanentemente de gobierno, con la
consecuente incertidumbre e impredecible de los plazos de gestión.
Los valores y las ideologías
El conjunto de los valores que un sujeto respeta y sostiene estaría en la raíz
de su cuadro general de actitudes y les daría una cierta unidad. Así, cuando
un sujeto aprecia de modo preferente el valor de “igualdad” cuenta con un
sistema de actitudes que la diferencia de quien sitúa por encima de todo el
valor “orden”.
Definir un valor como la cualidad atractiva o apreciable que asignamos a
determinadas situaciones, acciones o personas. A atribuimos, pues, el valor
o desvalor a un objeto o una situación cuando declaramos que nos parece
bien o mal.
Los valores han sido declarados como generadores de coherencia en el
sistema de actitudes de un sujeto, y en consecuencia, como los últimos
factores explicativos de sus comportamientos. El sistema de valores
preferidos de cada individuo o de cada grupo el que orienta los fines de su
actividad y, con ello, la dirección de su conducta. Llevándolo al ámbito
político nos interesa tener en cuenta que, los valores no son construcciones
individuales, son el resultado de un diálogo colectivo en el centro de un
grupo generacional, familiar, religioso, social, etc. De cada cuadro de
valores se desprende, un sistema de actitudes políticas.
Al tratarse de creaciones sociales, los valores y las normas que los
encarnan son también producto de la historia y evolucionan con ella. La
esclavitud, la pena de muerte, la segregación o la denegación del sufragio
a la mujer son también ejemplos. Los cambios sociales y la modificación
de los cuadros de valores tienen repercusión en las orientaciones políticas.
Diversidad de valores y conflictos políticos
En una misma sociedad coexisten sistemas de valores diferentes, que se
disputan la hegemonía entre la población, siendo esencialmente política.
Puede afirmarse que la política se origina en el desacuerdo sobre lo que es
justo y lo que no, sobre lo que corresponde a unos y a otros en el centro de
una comunidad. De ahí que la política haya sido definida como la
actividad colectiva que asigna y distribuye valores de manera vinculante.
Las grandes migraciones internacionales, los medios de comunicación de
alcance mundial y la densidad creciente de los flujos económicos globales
hacen evidente la relación entre individuos y grupos con sistemas de
valores diferenciados. De ahí nace la mayor dificultad para dar respuestas
políticas satisfactorias a una gama de demandas muy diversas.
Ideologías: los sistemas de valores como instrumento para la acción
El comportamiento político de un sujeto o de un grupo se justifica
expresamente como una derivación necesaria de la ideología a la que se
adscriben.
Entendemos por ideología política un conjunto compartido de conceptos y
valores que pretenden describir el universo político, señalar objetivos para
intervenir en el mismo y definir las estrategias necesarias para alcanzarlos.
Este conjunto de conceptos y valores presenta algunos rasgos
característicos:
- Procuran ofrecer un aspecto sistemático, ordenando conceptos y normas
relativos al conjunto de las relaciones sociales y políticas.
- Tienen un clara función instrumental, puesto que sirven para señalar
objetivos, para distinguir entre amigos y adversarios, para movilizar
adversarios, para movilizar apoyos y para vencer resistencias.
- Simplifican la gran complejidad de elementos del universo político,
seleccionando los que convienen a sus fines y dejando a un lado los que no
convienen.
- Suelen manifestarse explícitamente: cuando se interroga a un ciudadano
por las razones de su conducta política es probable una respuesta basada
en alusiones a su ideología, más fácil de expresar que un sistema de
valores.
- Son compartidas: no pertenecen a un individuo o a un pequeño grupo.
Son propias de un colectivo numeroso, cuyos miembros las utilizan para
actuar en la escena política.
Las ideologías pretenden explicarnos la realidad social y política tal como
creen que es y, al mismo tiempo, nos señalan como debería ser. Por ello,
tienen carácter militante: hacen proselitismo (intentan ganar seguidores)
para conseguir su máxima difusión.
Llega hasta tal punto de convertirse en una comunidad política, que la
adopta como esquema compartido e indiscutido y practica la política.
Cuando una ideología se difunde hasta este extremo, se convierte en pieza
esencial para legitimar los resultados del sistema político que sustenta.
¿De qué está hecha una ideología?
Cada ideología procurará:
- Defender una determinada concepción de la naturaleza humana.
- Definir una visión de las relaciones entre individuos. Algunas ideologías
subrayan las diferencias que se dan entre sujetos y seleccionan alguna de
ellas como valor dominante.
- Proponer un esquema de relaciones entre cada individuo y el colectivo
social. Mientras que algunas ideologías insisten en la primacía indiscutible
del individuo, de sus identidad personal y de su bienestar, otras apuestan
por subrayar la necesidad de un colectivo fuerte y bien integrado como
garantía del desarrollo de sus miembros.
- Sostener un determinado punto de vista sobre la capacidad de la acción
política para influir sobre el desarrollo de cada sociedad.
Adopta a veces una forma muy estructurada, especialmente cuando se
formula en la exposición de intelectuales o teóricos. En otros casos aflora
en afirmaciones y propuestas de carácter más impresionante, que surgen de
la experiencia política de un partido o líder. Las ideologías
contemporáneas cuentan con contribuciones de los dos tipos, comidas en
dosis variables según el momento y el lugar.
Las grande ideologías contemporáneas: los principales “ismos”
Liberalismos: libertad individual, acompañada de una crítica a la
intervención del Estado. En el siglo XIX lo importante era el individuo,
estos comienzan a intervenir en el mercado, sin presencia del Estado.
Los socialismos: nace de la oposición del liberalismo, específicamente al
individualismo, emerge de una idea de solidaridad, como las mutualistas.
Los anarquistas: veían con recelo al Estado, señalándole como el
principal mal, es el problema principal. Hacen énfasis en la propiedad
privada.
Se opone al movimiento obrero, poniendo en primer lugar a la nación. Da
un paso hacia delante porque el liberalismo y conservadurismo no pueden
detener los movimientos obreros, además de ser de la élite. Integra a la
sociedad en función de la cohesión nacional. Liquidan los parlamentos y el
Estado, formando otros desde cero.
Los conservadurismos: le dan una gran valor a la jerarquización y
tradición, ponen, por encima de todo, a las familias. El Estado mantenía el
orden de las cosas, mientras que cada individuo hacía las cosas a su modo.
Bobbio: propone la idea de que cualquier ideología desapareció. Hablaba
de la vigencia de la izquierda y derecha, que cayeran los sistemas es
totalmente indiferente ya que hay cuestiones que trascienden, no las hace
desaparecer.
La izquierda pasa hacia adelante para responder a valores. Plantea una
igualdad de oportunidades accediendo a puestos de mando, busca atenuar
desigualdades manteniendo la jerarquía.

La idea del populismo es que hay un arriba (la élite) y abajo (obreros),
siendo su propuesta unir a todos lo que se oponen a los que mandan. Es
una estrategia de organización. Oligarquía vs Pueblo