BIOLOGÍA DEL CRECIMIENTO Y DESARROLLO CRANEOFACIAL, DENTAL Y OCLUSAL
GENÉTICA DE LA
ODONTOGÉNESIS
Ethman Ariel Torres Murillo
Estomatólogo Pediatra Universidad Nacional
Posgrado de Ortodoncia
Universidad Santo Tomás
Bucaramanga
La genética humana ha llamado la atención en los
últimos años con avances importantes, como el
genoma humano, clonación de animales y transplante
de órganos. La odontología, como ciencia médica,
no ha sido ajena a estos adelantos y se realizan inves-
tigaciones con ayuda de la biología molecular y el
empleo de técnicas modernas, como la utilización de
marcadores químicos, ratones transgénicos, cultivos
celulares de odontoblastos y ameloblastos, con mo-
dernos sistemas de hibridación y bioingeniería que
han permitido entender mejor algunos procesos como
la calcificación y formación dental(1). En el campo de
la ortodoncia estos avances serán importantes para
clarificar muchos interrogantes como la etiología de
las maloclusiones y los aspectos relacionados con el
movimiento y desarrollo dental, que permitirán dar
un mayor fundamento científico de lo que hacemos
hasta hoy.
GENES ODONTOGÉNICOS
Los estudios realizados han tratado de determinar
cuáles son los genes que modulan la formación den-
tal y en qué estructuras se expresan. Estos genes de-
penden del estadio de formación dental y el tejido
sobre el cual ejercen su efecto(2). Se ha podido esta-
blecer que no existe un gen especifico para formar
un determinado diente o estructura dental, sino que
es la interacción de varios genes, bajo el influjo de
ORTOUSTA
gran cantidad de mecanismos reguladores, la encar-
gada de realizar los procesos de neoformación den-
tal. Concluyendo que el desarrollo dental está bajo
un estricto control genético(2).
Dentro de estos genes tenemos los Homeobox. Los
genes Homeobox o genes homeóticos son un grupo
de genes que codifican para factores de transcripción
y son responsables de la expresión de genes espacia-
les; constan de 180 pares de bases; se descubrieron
en la mosca drosophila melanogaster. Los estudios evi-
denciaron que no sólo se hallaban en los insectos sino
tambien en las plantas, los animales y el hombre. Pa-
rece que estan asociados con la regulación espacial y
temporal dentro del primer arco branquial(3). Esta
característica los hace muy importantes en el desa-
rrollo dental y cráneofacial.
El msx y el dlx hacen parte del grupo de genes
homeóticos, que intervienen en la odontogénesis; se
expresan en las células que migran de la cresta neural
y en regiones determinadas, dentro del primer arco
branquial. La expresión de msx1 es mayor que la de
msx2, en relación con la odontogénesis (4), aunque en
otros procesos cumplen funciones similares. El gen
barx1también se ha observado antes de la formación
de la banda epitelial primaria en la región posterior
de los gérmenes de molares y al parecer regula facto-
res de transcripción dentro del ectomesénquima(5).
El pax9 es un miembro de genes de la familia pax,
que codifican para factores de transcripción; estos
genes son conocidos como reguladores de la
organogénesis. Se sabe que la deficiencia de este gen
puede ocasionar defectos de desarrollo en el
mesénquima del arco mandibular. Se ha encontrado
en la región molar desde el día 10 hasta el 16. Los
genes PAX 9 y MSX1 juegan un papel fundamental
en la odontogénesis, ya que al inhibir estos genes se
detiene este proceso(6).
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De igual manera se han estudiado genes específicos
relacionados con el esmalte y la formación de tejidos
duros. Un ejemplo de ellos es el enamelin y el cbfal.
Enamelin es una proteína de la matriz del germen
dental durante la fase secretoria de la formación del
esmalte; se descubrió en los cerdos y aunque su fun-
ción no se conoce, se sabe que participa en la forma-
ción de cristales, siendo el primer candidato en la
etiología de la amelogénesis(7), junto con el gen
amelogenin, también estudiado en cerdos. Está loca-
lizado sobre el cromosoma 4q cerca del gen de la
ameloblastina (2). El factor de transcripción cbfa1 re-
gula la formación y diferenciación de ósteoblastos,
células responsables de la formación de matrices de
hueso y dentina. Las mutaciones en este gen causan
displasia cleidocraneal, una enfermedad autosómica
dominante, caracterizada por defectos en la forma-
ción de los huesos y defectos dentales, como la pre-
sencia de supernumerarios y retardo en la erupción(7).
Este gen regula, a su vez, otros genes de expresión,
ubicados en la matriz extracelular en ósteoblastos y
además puede inducir genes específicos en fibroblastos
y mioblastos(7).
MECANISMOS REGULADORES
La odontogénesis es el resultado de complejas
interacciones entre el epitelio y el mesénquima. Se ha
podido demostrar que la ablación de la cresta neural
en embriones de anfibios ocasiona fallas en el desa-
rrollo de las estructuras dentales(3). Otros experimen-
tos realizados en la piel, demuestran el control del
tejido conectivo o del mesénquima sobre la expre-
sión epitelial, siendo el epitelio el factor esencial para
que se inicie la odontogénesis, ya que sólo el contac-
to con el epitelio maxilar permite la formación del
germen dental(8). Una vez iniciado este proceso el
mayor control es ejercido por el mesénquima. El co-
nocimiento de los procesos que intervienen en la
neoformación dental es de gran importancia para el
odontólogo, ya que permite entender la complejidad
del proceso y la interacción con factores ambientales,
que pueden alterarlo como el flúor(2), enfermedades
sistémicas y el empleo de fármacos.
Dentro de los muchos factores reguladores tenemos
las proteínas morfogenéticas(BMP). Estas proteínas
pertenecen a una gran familia de proteínas diméricas,
dentro de la superfamilia de citoquinas, del factor de
crecimiento transformante beta(TGFB). Las BMP
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están involucradas en un amplio rango de señales,
que median interacciones de los tejidos durante el
desarrollo. Las más involucradas en el desarrollo den-
tal son BMP2 y BMP4, que interactúan con genes
como el MSX1 y MSX2 (9).
El factor de crecimiento fibroblástico(FGF) es una
gran familia de proteínas unidas a la heparina, que
interviene en el crecimiento y diferenciación de célu-
las de una amplia variedad de órganos en desarrollo.
Estudios de hibridación han mostrado que FGF4,
FGF8 y FGF9 son expresados en células epiteliales
de gérmenes dentales e intervienen en interacciones
epitelio-mesénquima. FGF8 y FGF9 son observados
en el epitelio oral primitivo, al inicio de la formación
dental, mientras que el FGF4 y FGF9 ayudan a for-
mar la corona y se relacionan con la formación del
esmalte(10).
Al parecer la odontogénesis está regulada, al menos,
por cuatro mecanismos: proteínas morfogenéticas(BMP),
factor de crecimiento fibroblástico(FGF), genes ( Pax 9,
MSX1, wnt y shh.)(9-10); cada uno de estos factores inhibe
o regula al otro.
IMPLICACIONES CLÍNICAS
Es indiscutible que estos adelantos en biología
molecular y genética nos están introduciendo en la
era de la odontología molecular y que estos adelantos
tienen implicaciones en la clínica diaria. Defectos del
desarrollo, como las hipodoncias y los supernumera-
rios, han mostrado claramente su etiología genética (11).
Defectos como la dentinogénesis, la amelogénesis y
la caries(12) se han estudiado con técnicas moleculares.
Esto ha llevado al entendimiento global del proceso y
al cambio en las técnicas de prevención, que no hu-
biera sido posibles sin el conocimiento de la naturale-
za del esmalte y su modo de formación y
remineralización(13). En periodoncia se han tratado
de establecer las bases genéticas para el desarrollo
de la periodontitis; por ello se han realizado estudios
con marcadores, como la interleukina I(IL-1) y el
factor de necrosis tumoral(TNF) con lo que se ha
determinado la influencia genética y la interacción
ambiental (placa, cigarrillo, enfermedades sistémicas)
en la etiología y fisiopatogenia de la enfermedad
periodontal(14-15).
ORTOUSTA
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En disciplinas como la odontopediatría y la ortodoncia
el conocimiento de la odontogénesis ha permitido
entender mejor algunos procesos como la erupción
dental. Existe evidencia que indica que los mecanis-
mos genéticos regulan los disturbios en el desarrollo
dental, los patrones anómalos de erupción(16), e in-
cluso la prevalencia de raíces cortas en adultos jóve-
nes saludables(17). Los adelantos en el conocimiento
molecular de la biología ósea han hecho que el
ortodoncista pueda entender mejor un proceso, como
FIGURA 2: Mecanismos reguladores más
implicados en la odontogénesis.
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ORTOUSTA
el de reabsorción y remodelado óseo, que segura-
mente será el punto de partida para investigaciones
futuras en biología del movimiento dental.
El odontólogo no puede ser ajeno a estos avances;
ello implicaría continuar con la técnica, olvidándonos
de las bases biológicas. Día a día se conocen más avan-
ces y la odontología, como ciencia médica, tiene el
deber de utilizar estos avances para lograr tratamien-
tos odontológicos más idóneos.
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