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NEUROLOGÍA PERIFÉRICA

La neuropatía periférica es un conjunto de síntomas causado por el daño a los nervios que se encuentran fuera del
cerebro y la médula espinal. Estos nervios distantes se llaman nervios periféricos.

La neuropatía periférica, una consecuencia del daño a los nervios fuera del cerebro y la médula espinal (nervios
periféricos), a menudo causa debilidad, entumecimiento y dolor, generalmente en las manos y los pies. También
puede afectar a otras áreas y funciones corporales, como la digestión, la orina y la circulación.

El sistema nervioso periférico envía información desde el cerebro y la médula espinal (sistema nervioso central) hacia
el resto del cuerpo. Los nervios periféricos también envían información sensorial al sistema nervioso central.

La neuropatía periférica puede ser el resultado de lesiones traumáticas, infecciones, problemas metabólicos, causas
hereditarias y exposición a toxinas. Una de las causas más comunes es la diabetes.

Las personas con neuropatía periférica, por lo general, describen el dolor como punzante, urente u hormigueante. En
muchos casos, los síntomas mejoran, especialmente la causa es una afección que se puede tratar. Los
medicamentos pueden reducir el dolor de la neuropatía periférica

Síntomas

Cada nervio del sistema periférico tiene una función específica, por lo que los síntomas dependen del tipo de nervios
afectados. Los nervios se clasifican de la siguiente manera:

 Nervios sensoriales que reciben sensaciones a través de la piel, p. ej., la temperatura, el dolor, la vibración o el
tacto

 Nervios motores que controlan el movimiento muscular

 Nervios autónomos que controlan funciones como la presión arterial, la traspiración, la frecuencia cardíaca, la
digestión y el funcionamiento de la vejiga

Los signos y síntomas de la neuropatía periférica pueden incluir los siguientes:

 Inicio gradual de entumecimiento, hormigueo o cosquilleo en los pies o las manos, que puede extenderse hacia
arriba hasta las piernas y los brazos

 Dolor agudo, punzante, pulsátil o urente

 Sensibilidad extrema al tacto

 Dolor durante las actividades que no deberían causar dolor, como el dolor en los pies al poner peso sobre ellos
o cuando están debajo de una manta

 Falta de coordinación y caídas

 Debilidad muscular
 Sensación de estar usando guantes o calcetines cuando no es así

 Parálisis si los nervios motores están afectados

Si los nervios autónomos están afectados, los signos y síntomas pueden incluir los siguientes:

 Intolerancia al calor

 Sudoración excesiva (hiperhidrosis) o no poder sudar

 Problemas intestinales, vesicales o digestivos

 Reducción de la presión arterial que provoca mareos o desvanecimiento

La neuropatía periférica puede afectar a un nervio (mononeuropatía), a dos o más nervios en diferentes áreas
(mononeuropatía múltiple), o a muchos nervios (polineuropatía). El síndrome del túnel carpiano es un ejemplo de
mononeuropatía. La mayoría de las personas con neuropatía periférica tienen polineuropatía.

Causas

La neuropatía periférica es el daño a los nervios causado por una serie de distintas afecciones. Las afecciones
médicas que pueden causar neuropatía periférica incluyen las siguientes:

 Enfermedades autoinmunitarias. Estos incluyen el síndrome de Sjögren, el lupus, la artritis reumatoide, el


síndrome de Guillain-Barré, la polineuropatía desmielinizante inflamatoria crónica y la vasculitis.

 Diabetes. Esta es la causa más común. Entre las personas con diabetes, más de la mitad desarrollará algún
tipo de neuropatía.

 Infecciones. Estos incluyen ciertas infecciones virales o bacterianas, que comprenden la enfermedad de Lyme,
herpes zóster, virus de Epstein-Barr, hepatitis B y C, lepra, difteria y VIH.

 Trastornos hereditarios. Los trastornos como la enfermedad de Charcot-Marie-Tooth son tipos hereditarios de


neuropatía.

 Tumores. Los tumores, cancerosos (malignos) y no cancerosos (benignos), pueden desarrollarse en los


nervios o presionar los nervios. Además, la polineuropatía puede surgir como resultado de algunos cánceres
relacionados con la respuesta inmunitaria del cuerpo. Estas son una forma de un trastorno degenerativo
denominado síndrome paraneoplásico.

 Trastornos de la médula ósea. Estos incluyen una proteína anormal en la sangre (gammapatías


monoclonales), una forma de cáncer de hueso (mieloma), linfoma y la enfermedad poco frecuente llamada
amiloidosis.

 Otras enfermedades. Estas incluyen enfermedad renal, enfermedad hepática, trastornos del tejido conectivo y
una tiroides hipoactiva (hipotiroidismo).

Otras causas de neuropatías incluyen:


 Alcoholismo. Las malas decisiones alimenticias de las personas con alcoholismo pueden llevar a deficiencias
vitamínicas.

 Exposición a venenos. Las sustancias tóxicas incluyen productos químicos industriales y metales pesados,
como el plomo y el mercurio.

 Medicamentos. Ciertos medicamentos, especialmente los que se usan para tratar el cáncer (quimioterapia),
pueden producir neuropatía periférica.

 Lesión o presión sobre el nervio. Las lesiones, como las que se producen a raíz de accidentes
automovilísticos, caídas o lesiones deportivas, pueden seccionar o dañar los nervios periféricos. La presión
sobre el nervio puede ser el resultado de tener un yeso, usar muletas o hacer movimientos repetitivos como el
uso del teclado.

 Deficiencias de vitaminas. Las vitaminas B (incluidas las B-1, B-6 y B-12), la vitamina E y la niacina son
fundamentales para la salud de los nervios.

Tratamiento

Los medicamentos para tratar el dolor de la neuropatía periférica pueden incluir:

 esteroides por un periodo corto de tiempo hasta que se establezca un plan de tratamiento a largo plazo

 cremas o parches anestésicos

 medicamentos antidepresivos, a menudo en dosis más pequeñas que las que se usan para tratar la
depresión

 medicamentos anticonvulsivos, los cuales se usan para aliviar muchos tipos de dolor neuropático

 opioides o narcóticos, para cuando el dolor es severo

Otros tratamientos que han ayudado a algunas personas con dolor neuropático y sus efectos incluyen:

 estimulación nerviosa eléctrica

 terapia ocupacional

 fisioterapia

 terapia de relajación

 visualización guiada

 distracción

 acupuntura

 biorretroalimentación

Los mejores tipos de ejercicio para adultos mayores


Los años de la etapa madura no son el tiempo para dejar de hacer ejercicio. La actividad física de forma habitual
puede contribuir a que las tareas diarias resulten más fáciles y ayudarle a tener una vida independiente en la vejez.
Pero según los Institutos Nacionales de la Salud, aproximadamente solo el 30% de las personas de 45 a 64 años
indicaron que realizan una actividad física de forma habitual en su tiempo libre. Esta cifra disminuye a 25% para las
personas entre 65 y 74 años de edad y a solo 11% para las personas de 85 años en adelante.

La actividad física puede mejorar su equilibrio, aumentar su fuerza, mejorar su estado de ánimo y ayudar a controlar
condiciones médicas como diabetes, cardiopatías, osteoporosis y depresión. También puede reducir su riesgo de
presentar algunos tipos de cáncer.

Los expertos recomiendan los siguientes cuatro tipos de ejercicio para los adultos mayores:

1. Los ejercicios de resistencia tales como caminatas enérgicas y el baile mejoran la salud del corazón, los
pulmones y el sistema circulatorio. Estos ejercicios pueden hacer que le resulte más fácil hacer cosas
como cortar el césped y subir escaleras.

2. Los ejercicios de fuerza como levantamiento de pesas y el uso de bandas de resistencia pueden


aumentar la fuerza muscular que necesita para actividades como cargar las compras y levantar a los
nietos.

3. Los ejercicios de equilibrio pueden ayudar a prevenir caídas que son un riesgo importante de salud para
los adultos mayores. Pruebe pararse sobre un pie o tomar una clase de tai chi.

4. Los ejercicios de estiramiento y flexibilidad como el yoga pueden darle más libertad de movimiento


como poder agacharse para atarse las cintas de los zapatos o mirar por encima del hombro cuando
retrocede con el auto al salir de un estacionamiento.

INVARIANTES SISTEMA CARDIOVASCULAR

La enfermedad isquémica del corazón  en general se refiere a las condiciones que implican el estrechamiento o
bloqueo de los vasos sanguíneos, causada por daño al corazón o a los vasos sanguíneos por   aterosclerosis. Una
acumulación de placa grasosa que se espesa y endurece en las paredes arteriales,  que puede inhibir el flujo de
sangre por las arterias a órganos y tejidos y puede conducir a un ataque al corazón, dolor de pecho (angina) o
derrame cerebral. Otras condiciones del corazón, como las que afectan a los músculos, las válvulas o ritmo, también
se consideran formas de enfermedades del corazón

Aunque no es un tema de salud en el que AISS (Asociación de Iniciativas Sociales) tenga profesionales ni medios


destinados a su cuidado y desarrollo, no queremos dejar de mencionar por su importancia el «Día Mundial del
Corazón» que se celebra hoy y los problemas que ciertas personas encuentran a la hora de conseguir el certificado
de discapacidad a raíz de padecer algunas   enfermedades cardiovasculares.

Las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de la muerte en el mundo (17 millones el año pasado,
según datos de la Fundación Española del Corazón) y es un tema que a todos nos afecta y a todos nos debería de
preocupar. No son pocos los problemas de salud mental, como la depresión, que tienen su  origen en problemas
cardiovasculares.
Los cálculos hablan que el número de muertes por dolencias cardíacas en el año 2030 superará los 23 millones si la
población no mejora su estilo de vida reduciendo el consumo de tabaco, mejorando la comida y bebida poco
saludables, aumentando el ejercicio físico, reduciendo el estrés, etc.

A día de hoy hay un gran número de pacientes con trastornos del corazón que antes estaban en el mercado laboral
y trabajaban de forma activa, y que en el presente no pueden desarrollar esa labor diaria o que «no pueden
desarrollar ningún tipo de actividad laboral con la continuidad, dedicación, eficacia y profesionalidad que exige el
mercado laboral», según Alejandro García, jurista de Tribunal Médico.

Este año la campaña del «Día Mundial del Corazón tiene como lema «Da Poder a tu Vida», lema con el que se
pretende poner el énfasis en la importancia y necesidad de cuidar nuestro corazón y evitar y ser conscientes de los
factores de riesgo que juegan en contra de ese cuidado.

Muchas personas con problemas cardiovasculares o cuyos problemas cardiovasculares derivaron en otras
enfermedades no pueden ejercer un trabajo diario remunerado, por lo que son personas que necesitan un certificado
de discapacidad que les ayude a conseguir los medios para poder vivir dignamente.

El New York Heart Association (NYHA), organismo estadounidense de cardiología, ha realizado una clasificación
englobando a las personas en ciertos grupos según el nivel de sus dolencias cardíacas.

Se establecen cuatro tipos de nivel de insuficiencia cardíaca:

1. El Grado I en el que no aparecen síntomas con la actividad física rutinaria.


2. El Grado II donde hay una ligera limitación al ejercicio,
3. El Grado III en donde los síntomas se generan de manera clara con la actividad física, aunque desaparecen
con el reposo
4. El Grado IV, en el cual existe una incapacidad para realizar cualquier actividad física.
Esta gradación se debe tener en cuenta en el estudio de una incapacidad permanente de la Seguridad Social, ya que
a partir del Grado II se puede hablar de Incapacidad Permanente Total y se puede solicitar el certificado de
discapacidad.

Las enfermedades cardiovasculares son aquellas que afectan al corazón y a todas las arterias del organismo.

Su principal causa es la “aterosclerosis”, que es el depósito de placas de colesterol en el interior de las paredes de las
arterias, provocando su obstrucción y comprometiendo la llegada de la sangre a órganos vitales como el corazón, el
cerebro y el riñón. Por esta razón, la enfermedad arterial aterosclerótica es la principal causa del infarto agudo de
miocardio (IAM), del accidente cerebrovascular (ACV) y de los aneurisma -que son la dilatación anormal y progresiva
de una arteria, por ejemplo, la aorta.

Cuando se produce la obstrucción de una arteria y no hay flujo sanguíneo, se produce isquemia; si la arteria se rompe
y hay pérdida de sangre, se produce hemorragia.

La enfermedad coronaria es el compromiso aterosclerótico de las arterias que irrigan el corazón (las coronarias),
pudiendo ocasionar un IAM.

La enfermedad cerebrovascular, por su parte, tiene un comportamiento similar pero la obstrucción se produce a
nivel de las arterias del cuello (las carótidas) y sus ramas, comprometiendo el flujo sanguíneo cerebral y pudiendo
causar un ACV isquémico, principal motivo de discapacidad en nuestro país. Otras veces, las arterias cerebrales
pueden romperse y producen ACV hemorrágico. Además, la enfermedad cerebrovascular es la principal causa de
deterioro cognitivo y demencia (demencia vascular).

¿Cuáles son sus causas?


La principal causa de las enfermedades cardiovasculares son los denominados factores de riesgo cardiovascular:

 Edad (a mayor edad, mayor riesgo).


 Antecedentes familiares de enfermedad cardiovascular prematura, padres o hermanos afectados antes de los
55 años en el caso de familiares hombres o antes de los 60 años en el caso de mujeres.

 Tabaquismo

 Niveles elevados de colesterol en la sangre

 Presión arterial elevada (Hipertensión Arterial)

 Diabetes

 Sobrepeso y obesidad

 Inactividad física y estilo de vida sedentario

 Estrés crónico

¿Cuáles son sus síntomas y cómo se detectan?


Estas enfermedades suelen tener un largo período de tiempo en el cual no presentan ningún síntoma. Durante este
período existen estudios complejos capaces de detectarlas en algunos pacientes, pero su necesidad de realizarlos
debe ser valorada por un especialista. Cuando se vuelven sintomáticas, lo hacen habitualmente a través de un cuadro
agudo y grave como el infarto cardiaco (IAM) o el ACV.

En el caso de la enfermedad coronaria, los síntomas se caracterizan por dolor fuerte en el centro del pecho, que
puede irradiarse a uno o ambos brazos, la espalda, la boca del estómago o el cuello; y falta de aire.

Cuando el compromiso afecta a las arterias que irrigan el cerebro suele aparecer pérdida súbita de fuerza o
sensibilidad en alguna parte del cuerpo, dificultades para hablar o entender lo que otros están diciendo.

¿Cómo se previenen?

 No fumar y evitar la exposición al humo de tabaco ajeno.

 Reducir al mínimo el consumo de alimentos con alto contenido de azúcares y sal.

 Revisar periódicamente los niveles de presión arterial, el colesterol y el azúcar en la sangre (glucemia) y
mantenerlos bajo control con el tratamiento indicado por el médico.

 Mantenerse físicamente activo la mayor parte de los días de la semana (o todos los días, de ser posible).

 Bajar de peso (si se tiene sobrepeso) y mantener un peso saludable.

 Consultar periódicamente al médico de cabecera.

¿Cuál es el tratamiento?

 Dejar de fumar.
 Tomar a diario los medicamentos para la hipertensión arterial, el colesterol y/o la diabetes.

Estas condiciones no se curan pero sí pueden controlarse efectivamente. Si los valores de presión arterial, colesterol
o glucemia son normales, quiere decir que el tratamiento es el adecuado y no debe ser suspendido ni modificado.

¿Cuáles son sus principales complicaciones?


La principal y más temida complicación de las enfermedades cardiovasculares es la muerte. En todo el mundo, y
también en nuestro país, las enfermedades cardiovasculares constituyen la primera causa de mortalidad prematura y
discapacidad. Por eso resulta fundamental adoptar las medidas necesarias para prevenirla.

Información a tener en cuenta.


Si llegara a presentar dolor fuerte en el centro del pecho, falta de aire, pérdida súbita de fuerza o debilidad en alguna
parte del cuerpo, dificultades para hablar o entender lo que le dicen, consulte en forma urgente a una guardia de
emergencias para recibir atención médica.

El examen completo de todos los aparatos y sistemas resulta fundamental para detectar los efectos periféricos y
sistémicos de las cardiopatías y los signos de enfermedades no cardíacas que pueden involucrar el corazón. El
examen incluye los siguientes elementos:

 Medición de los signos vitales


 Palpación y auscultación del pulso
 Observación de las venas
 Inspección y palpación del tórax
 Percusión, palpación y auscultación del corazón
 Examen pulmonar, que incluye percusión, palpación y auscultación
 Evaluación de los miembros y el abdomen

La auscultación cardíaca  se analiza en otro apartado. A pesar de la cada vez mayor utilización de la imagen
cardíaca, la auscultación en la cama sigue siendo útil, ya que siempre está disponible y se puede repetir tantas
veces como se desee sin costo.
El examen también incluye la recolección de otros datos del paciente.

Signos vitales

Los signos vitales incluyen

 Tensión arterial
 Frecuencia y ritmo cardíaco
 Frecuencia respiratoria
 Temperatura

Los datos adicionales que a menudo se obtienen junto con los signos vitales incluyen el peso del paciente y la
saturación periférica de oxígeno (SpO2).

La presión arterial se mide en ambos brazos y, cuando se sospechan cardiopatías congénitas o enfermedades
vasculares periféricas, también debe medirse en ambas piernas. El procedimiento consiste en rodear el 80% de la
circunferencia del brazo y el 40% de su ancho con un manguito de tamaño apropiado. El primer ruido auscultado
mientras desciende la columna de mercurio (Hg) es la presión sistólica; la desaparición de los ruidos es la presión
diastólica (quinto ruido de Korotkoff). Hasta 15 mmHg de diferencia de presión entre los brazos derecho e izquierdo
es normal, pero una mayor sugiere una alteración vascular (p. ej., disección de la aorta torácica) o un trastorno
vascular periférico. La presión en la pierna suele ser 20 mmHg mayor que en los brazos. Para obtener una
medición precisa de la tensión arterial, el paciente debe
 Sentado en una silla (no en una mesa de exploración) durante más de 5 minutos, con los pies apoyados en
el piso y la espalda apoyada
 Con el brazo apoyado al nivel del corazón sin ropa que cubra el área donde se coloca el brazalete
 Abstenerse de hacer ejercicio, consumir cafeína o fumar durante al menos 30 minutos antes de tomar la
medición
La frecuencia y el ritmo cardíaco se evalúan a través de la palpación del pulso carotídeo o radial o de la
auscultación cardíaca si se sospecha una arritmia; durante las arritmias, pueden auscultarse algunos latidos que no
generan un pulso palpable.
La frecuencia respiratoria anormal puede indicar una descompensación cardíaca o una enfermedad pulmonar
primaria. La frecuencia aumenta en los pacientes con insuficiencia cardíaca  o ansiedad y disminuye o se torna
intermitente en el paciente agonizante. Las respiraciones rápidas y superficiales pueden indicar dolor pleurítico.
La temperatura puede aumentar en la fiebre reumática aguda o en una infección cardíaca (p. ej., endocarditis).
Después de un infarto de miocardio , la febrícula es muy frecuente. Si la fiebre persiste durante > 72 horas, deben
buscarse otras causas.
Se evalúa el peso en cada consulta clínica con el paciente en una balanza de pie y, en forma ideal, con una
cantidad similar de ropa. En pacientes con insuficiencia cardíaca, el aumento de peso puede indicar hipervolemia,
mientras que la pérdida de peso puede indicar caquexia cardíaca (pérdida de peso no edematosa ni intencional >
5% en los últimos 12 meses) 1). Anmnesis y hallazgos adicionales del examen físico (venas yugulares, exámenes
pulmonares y de los miembros) para determinar si los cambios de peso están relacionados con cambios en el
estado del volumen y/o la cantidad de músculo o grasa.
Se mide la saturación arterial periférica de oxígeno (SpO2). La oximetría de pulso mide la saturación de oxígeno
de la hemoglobina en la sangre arterial (SpO2) y sirve como una estimación rápida y no invasiva de la oxigenación
tisular. La oximetría de pulso se obtiene si se coloca un dispositivo sensor en un dedo o el lóbulo de la oreja. El
consenso general indica que la SpO2 ≥ 95% es normal, mientras que los valores < 95% sugieren hipoxemia. Una
excepción notable a este valor de corte es en pacientes con enfermedad pulmonar obstructiva crónica ; en ellos, la
SpO2 objetivo oscila entre 88 y 92%. Cuando hay hipoxemia, las posibles etiologías cardíacas incluyen  edema
pulmonar en pacientes con insuficiencia cardíaca y cortocircuitos intracardíacos de derecha-izquierda (foramen
oval permeable en pacientes con hipertensión pulmonar, cardiopatía congénita que incluye tetralogía de Fallot ).
Índice tobillo-brazo
El índice tobillo-brazo es la relación entre la presión arterial sistólica en el tobillo y en el brazo. Con el paciente en
decúbito dorsal, se mide la tensión arterial en el tobillo tanto en la arteria pedia dorsal como en la tibial posterior, y
en ambos brazos en la arteria braquial. El índice se calcula para cada miembro inferior dividiendo la tensión más
alta en la arteria pedia dorsal o en la tibial posterior de ese miembro por la más alta de las 2 tensiones arteriales
sistólicas en la arteria braquial. Esta relación es normalmente > 1. Si los pulsos pedios no se palpan fácilmente,
puede usarse un transductor de ecografía Doppler para medir la presión arterial en el tobillo.
Un índice tobillo-brazo bajo (≤ 0,90) sugiere una enfermedad arterial periférica , que puede clasificarse en leve
(índice 0,71 a 0,90), moderada (0,41 a 0,70) o grave (≤ 0,40). Un índice alto (> 1,30) puede indicar vasos en las
piernas no compresibles, como puede ocurrir en condiciones asociadas con calcificación de los vasos sanguíneos,
por ejemplo, diabetes, enfermedad renal terminal , y arteriosclerosis de Mönckeberg . Un índice alto puede sugerir
que se necesitan más estudios vasculares (índice dedo del pie-braquial o estudios dúplex arteriales).
Cambios ortostáticos
La presión arterial y la frecuencia cardíaca se miden en el paciente en decúbito supino, sentado y de pie a
intervalos de 1 minuto para cada cambio de posición. Una diferencia en la tensión arterial  ≤ 10 mmHg y un cambio
en la frecuencia cardíaca ≤ 20 latidos por minuto es normal; la diferencia en la tensión arterial tiende a ser algo
mayor en los adultos mayores como resultado de la pérdida de la elasticidad vascular.
Pulso paradójico
En condiciones normales, durante la inspiración la presión arterial sistólica puede disminuir hasta 10 mmHg y la
frecuencia del pulso puede aumentar a modo de compensación. Una exageración de esta respuesta normal con un
descenso mayor en la tensión arterial sistólica o el debilitamiento del pulso durante la inspiración se diagnostica
como pulso paradójico. El pulso paradójico se asocia con

 Taponamiento cardíaco  (frecuente)


 Pericarditis constrictiva , asma grave y en ocasiones enfermedad pulmonar obstructiva crónica
 Miocardiopatía restrictiva , embolia pulmonar grave y shock hipovolémico (infrecuente)
La presión arterial desciende durante la inspiración porque la presión intratorácica negativa aumenta el retorno
venoso y, por ende, el llenado del ventrículo derecho; como consecuencia, el tabique interventricular protruye un
poco en el tracto de salida del ventrículo izquierdo y disminuye el gasto cardíaco y, en definitiva, la presión arterial.
Este mecanismo (y la disminución de la tensión arterial sistólica) está exagerado en enfermedades que aumentan
la presión intratorácica negativa (p. ej., asma) o que restringen el llenado del ventrículo derecho (p. ej.,
taponamiento cardíaco, miocardiopatía) o el tracto de salida del mismo ventrículo (p. ej., embolia pulmonar).

El pulso paradójico se mide a través del inflado de un manguito de un tensiómetro hasta un valor justo por encima
de la tensión arterial sistólica, para luego desinflarlo muy lentamente (p. ej.,  ≤ 2 mmHg/latido cardíaco). La presión
se registra cuando se ausculta el primer ruido de Korotkoff (al principio, sólo durante la espiración) y cuando los
ruidos de Korotkoff se escuchan en forma continua. La diferencia entre las presiones constituye la “magnitud” del
pulso paradójico.
10 Consejos para prevenir enfermedades del corazón y accidente cerebrovascular (apoplejía o derrame
cerebral)

1. Asuma la responsabilidad de su salud.


La enfermedad cardiovascular es la principal causa de muerte en los Estados Unidos, y representa el 34% de las
muertes, muchas de ellas repentinas y casi todas prematuras. Esto está por debajo del 40 % de hace sólo 40 años
debido principalmente al tratamiento de los factores de riesgos comunes. Si usted tiene diabetes, su riesgo aumenta
dramáticamente. La mejor prevención contra las enfermedades cardíacas y los accidentes cerebrovasculares es
entender los riesgos y las opciones de tratamiento. El mayor riesgo es la ignorancia o el no estar informado. El primer
paso entonces, es tomar la responsabilidad de su salud.

2. Conozca los riesgos.


El factor de riesgo más influyente para la enfermedad cardiovascular es la edad - mientras más años tenga, mayor es
su riesgo. El segundo es su composición genética. Aunque todo el mundo está entusiasmado por el progreso
científico en la investigación genómica,  las pruebas genéticas aun no son concluyentes ya que están en su infancia.
Pero, como le digo a nuestros estudiantes de medicina, "Una buena historia familiar es prueba genética para el
hombre pobre." Hemos entendido durante mucho tiempo que si sus padres, abuelos u otros parientes fueron
afectados con o murieron de enfermedades del corazón, diabetes o accidente cerebrovascular, su riesgo es mucho
mayor.

 3. No fume ni se exponga al humo de segunda mano.


La evidencia es abrumadora de que el consumo de cigarrillos y la exposición al humo de segunda mano aumenta los
riesgos de enfermedades del corazón, enfermedad pulmonar, enfermedad vascular periférica y accidente
cerebrovascular.

4. Mantenga una presión arterial saludable.


La presión arterial alta, llamada hipertensión, se le conoce como "el asesino silencioso", ya que va sin síntomas en la
mayoría de los individuos. Hipertensión causa  el desgaste del revestimiento interior delicado de los vasos
sanguíneos. Cuanto mayor sea la presión arterial (BP) mayor es el riesgo.

 El riesgo comienza a aumentar a partir de una presión de 115/70 mmHg y se duplica por cada aumento de 10 mmHg
en la presión sistólica (el número más grande) y el aumento de 5 mmHg en el diastólica (el número más pequeño). La
herencia y el aumento de la edad aumentan los riesgos. Revisarse la presión arterial en casa  podría ser un mejor
indicador para medir la presión arterial que en la oficina del doctor. Un tensiómetro para medir la presión arterial es
una buena inversión para su salud.
`           Lo mejor es no depender sólo de las lecturas de presión arterial en el
consultorio de su médico ya que algunas personas sufren de hipertensión "de bata blanca" – es decir, su presión
arterial sólo es alta  cuando están en el consultorio del médico. Otros han "ocultado" la hipertensión ya que
normalmente es más alta cuando están fuera del consultorio. El pronóstico es mejor en relación con el medir la
presión arterial en casa. Sin embargo, es importante que solo mida la presión arterial en la parte superior del brazo ya
que los dedos o las muñecas no le darán una lectura precisa.

5. Controle su colesterol (lípidos en la sangre).


Lípidos sanguíneos anormales o elevados (grasas) son un importante contribuyente a la enfermedad cardiovascular.
Sus lípidos en la sangre incluyen el colesterol LDL (colesterol malo)  HDL (colesterol bueno) y los triglicéridos. Cuanto
más bajo su LDL y cuanto mayor sea su nivel de HDL, mejor será su pronóstico. La cantidad de colesterol en la
sangre está determinada principalmente por tres factores: la cantidad producida por el hígado (esto es en gran parte
genética), la cantidad absorbida por el tracto intestinal (esto es compuesto de lo que come al igual que lo que es
producido por el hígado y extraído en el tracto digestivo y, finalmente, la edad - sus colesterol aumenta con la edad.
Si usted está en riesgo, el uso de medicamentos es casi siempre necesario para bajar el LDL o para elevar su nivel
de HDL. La proporción ideal de colesterol total dividido entre el colesterol HDL es 3.0. Si es más alto, es posible que
necesite la dieta como terapia. El problema con la dieta es que, en general, sólo puede disminuir el colesterol total de
la sangre en aproximadamente un 10%. Si usted tiene una fuerte historial familiar o elevados de Lp (a) (colesterol
anormal raro que aumenta el riesgo), es por lo general cuando se requiere la terapia con medicamentos.
6. Limitar las calorías.
Las dietas de moda no funcionan. Si alguna de ellas lo hicieran, todos estaríamos en eso, ¿no es así? La tasa de
obesidad entre los estadounidenses es alarmante y contribuye a lo que casi podría ser una epidemia de la diabetes,
que es una enfermedad cardiovascular. Si usted tiene diabetes, su riesgo es el mismo que alguien que ya tuvo un
ataque al corazón. La obesidad es causada por el consumo de más calorías que las que su cuerpo quema durante un
día. El acumuló de la grasa abdominal es el principal riesgo. Tamaño de las porciones y la cantidad de azúcares en la
dieta estadounidense han aumentado drásticamente en las últimas décadas. Al mismo tiempo, la cantidad diaria de
ejercicio ha ido disminuyendo. Es un buen consejo para "beber slim" (agua, té, café). Utilice el control de porciones
antes de empezar a comer y levantarse de la mesa antes de que usted se sienta “lleno”.

7. Haga del ejercicio un hábito diario.


La falta de ejercicio está contribuyendo a la epidemia de obesidad entre los estadounidenses. Los estudios indican
que caminar dos millas al día es óptimo para la salud en general, y esas dos millas de caminata no tienen que ser
todas a la vez. El ejercicio hace más que quemar calorías; también activa los genes que son de beneficio para la
salud de otras maneras. Además, el ejercicio es uno de los mejores tratamientos para la depresión y la ansiedad. Sin
embargo, hacer ejercicio por sí solo no puede controlar o reducir su peso - también debe modificar su dieta.

8. Escoja sus píldoras sabiamente.


Hay un gran interés en la medicina alternativa y es comprensible, ya que los pacientes quieren tomar la
responsabilidad de su propia salud. Sin embargo, muchos toman medicinas alternativas, debido a la forma en que se
comercializan. El verdadero hecho de que una sustancia es "natural" no prueba su beneficio para la salud. Después
de todo, nadie en su sano juicio podría tomar arsénico simplemente porque es "natural". Es importante saber que los
datos de la investigación a menudo se carece de medicamentos alternativos, suplementos y vitaminas, ninguno de los
cuales son regulados por la FDA  (Food and Drug Administration de EE.UU).

¿Alguna vez prescribimos medicinas alternativas? En ocasiones lo hacemos! El mayor riesgo con muchos
medicamentos alternativos es que el paciente piensa que está haciendo algo para mejorar la salud, cuando en
realidad no es el hecho. Aunque se han mostrado algunas vitaminas para posiblemente ayudar a algunas
condiciones, hasta la fecha ninguna ha demostrado que en verdad disminuya el riesgo de enfermedad cardiovascular.
Hay algunas raras excepciones, como los aceites y la niacina (vitamina B) de pescado. También es importante tener
en cuenta que las dosis altas de algunas vitaminas pueden interferir o contrarrestar los efectos de beneficio de
algunos medicamentos recetados.

9. Reducir el estrés.
El estrés contribuye a las enfermedades cardiovasculares y, si es grave, puede causar un ataque cardíaco o muerte
súbita. Hay varias opciones que ayudan a reducir el estrés, tales como el ejercicio regular, dormir lo suficiente, una
buena relación con su pareja, riendo, servir como voluntario, o asistir a los servicios religiosos. Ver la televisión en
general no es buena forma de relajarse y podría hasta agravar el estrés. Además, trate de evitar las situaciones y las
personas que lo hagan ansioso o enojado.

10. Manténgase informado: Ciencia cambia constantemente.


Lo único constante es el cambio. Esto es especialmente cierto en la medicina ya que nuevas técnicas y nuevos
conocimientos se desarrollan constantemente. No crea en todas las piezas de la "información científica" que se
encuentran en los medios de comunicación o anuncios. Un gran número de estudios de investigación científicas son
publicadas pero están mal diseñadas o contienen datos de rendimiento que no son representativos, por ejemplo,
debido a la falta de un número suficiente de participantes. Tenga en cuenta que muchos estudios están financiados o
patrocinados por personas físicas o jurídicas con un interés personal en obtener resultados favorables. La situación
puede ser especialmente confusa cuando los estudios científicos dan resultados diferentes o incluso contradictorios, y
esto ocurre muy a menudo.

Invariantes del sistema respiratorio

La valoración de la discapacidad en los pacientes con enfermedades respiratorias está regulada por el Ministerio de
Trabajo y servicios Sociales, al igual que las discapacidades de cualquier otro sistema; sin embargo, creemos que su
evaluación es especialmente complicada, ya que, al tratarse de procesos crónicos, interrelacionan con otros sistemas
y además en ocasiones cursan en brotes, por lo que pueden alternar períodos de normalidad con otros de limitación
funcional importante.

La enfermedad pulmonar obstructiva crónica o EPOC es una discapacidad orgánica que afecta a la capacidad
respiratoria.

La enfermedad se desencadena por la obstrucción de los bronquios y el desgaste del pulmón. Suele estar asociada a
bronquitis crónica y enfisema provocados por la aspiración de diversos humos o contaminantes.

Síntomas

La creación de moco de forma excesiva, debido a la inhalación de agentes contaminantes, hace que las personas con
EPOC tengan dos características principales, característica que enseguida se observa en los fumadores, que
desarrollan bronquitis crónica:

Gran producción de moco y expectoración

Tos producida para expulsar el moco

Esas dos características hacen que los bronquios dejen de funcionar correctamente, su capacidad se estrechará y
aumentará cada vez más la dificultad de la capacidad para respirar.

Los pulmones se inflaman y su tejido cada vez se desgasta más.

Otros de los síntomas que experimentan las personas con EPOC son:

Dificultad respiratoria, que será mayor o menor según cada persona, y que se presenta ante diversos tipos de
actividad. Se presenta en muchas ocasiones en forma de disnea, sensación de ahogo.

Silbido al respirar

Sensación de opresión en la zona pectoral

Propensión a tener infecciones del aparato respiratorio

En menos ocasiones también aparecen otra serie de características como es la hinchazón de pies o tobillos, o la
cianosis (que es cuando aparece color azulado en la piel y se debe a que la sangre no oxigena correctamente).

Ante síntomas más graves no dude en pedir asistencia sanitaria de emergencia, como por ejemplo, si nota
taquicardia, le cuesta mucho volver a respirar tras un leve esfuerzo o sin esfuerzo o si pese a tomar correctamente el
tratamiento no surte efecto.

Causas
Entre las causas que se detallan en estudios y análisis figura:

 La aspiración de humo de tabaco (fumadores o ex fumadores e incluso fumadores pasivos)


 Aspiración de sustancias contaminantes o tóxicas (combustibles, carbón, polvo, contaminación, etc.)
En 90 de cada cien casos el desarrollo del EPOC está directamente relacionado con el tabaquismo.

En un porcentaje muy bajo, en torno al 1 o 2%, la patología se desarrolla por una alteración genética que afecta a la
proteína alfa-1-antitripsina, que puede provocar enfisema pulmonar. Esta proteína protege a los tejidos de las células
inflamatorias.

También se encuentran entre la población de riesgo que puede llegar a desarrollar EPOC las personas con asma
activa.

Niveles de EPOC
Los especialistas diferencian varios Estadios, desde el leve al grave o muy grave.

Los niveles se diferencian por la capacidad que tiene la persona para respirar.

Aquí anotamos cuáles son:

 EPOC leve. Estadio I. En este caso las pruebas respiratorias son casi normales.
El paciente tiene tos y moco, pero no de forma habitual. Respira con normalidad.
 EPOC moderado. Estadio II. La capacidad respiratoria se reduce y las pruebas salen con valores intermedios.
Cuando el paciente realiza ejercicio le cuesta respirar. La tos ya aparece como más cotidiana.
 EPOC grave. Estadio III. La disnea y dificultad para respirar aparecen hasta en las tareas del día a día (ducharse,
vestirse…). La tos y el moco son frecuentes. Los niveles de capacidad respiratoria siguen bajando.
 EPOC muy grave. Estadio IV. En este caso, es el estadio más grave, el paciente puede precisar oxígeno. Existe
insuficiencia respiratoria. La persona con EPOC tiene poco oxígeno en sangre o mucho nivel de dióxido de carbono
en la sangre, que no se ha eliminado. Ambas situaciones son vitales para poder respirar. La persona presenta
problemas para poder respirar incluso sentado o en reposo. En este caso pueden aparecer incluso otros síntomas o
patologías asociadas a la EPOC.
No confundir asma con EPOC
A veces, pueden confundirse estas dos enfermedades respiratorias, pero es necesario diagnosticarlas de forma
diferenciada para su correcto tratamiento.

Las patologías respiratorias pueden ser congénitas, inflamatorias, metabólicas, etc.

Por otra parte, pueden ser crónicas o temporales, por algún hecho o enfermedad concreta, que luego pasa a
revertirse y curarse.

En el caso de estas dos enfermedades, asma y la EPOC, son enfermedades respiratorias inflamatorias de tipo
crónico.

El asma es una patología de la vía aérea. La persona con asma experimenta una obstrucción de tipo variable en su
flujo respiratorio. Los síntomas provocados por el asma no aparecerán siempre, y un elemento que ayuda al
diagnóstico diferenciador, es que las personas con asma mejoran su flujo respiratorio en las pruebas
broncodilatadoras.

En cambio, en la EPOC, aunque es una patología de la vía aérea también afecta a los pulmones, la persona no
mejora en ese tipo de prueba. Se trata de una patología inflamatoria que provoca desgaste tanto en la vía aérea
como en el pulmón. El asma iría solo desde la tráquea a los bronquios.

Diagnóstico
No existe ninguna prueba específica para identificar el síndrome de dificultad respiratoria aguda. El diagnóstico se
realiza sobre la base de una la exploración física, una radiografía de tórax y los niveles de oxígeno. También es
importante descartar otras enfermedades y afecciones como, por ejemplo, algunos problemas del corazón, que
pueden producir síntomas similares.

Diagnóstico por imágenes

Radiografía de tórax. Una radiografía de tórax puede revelar qué partes de los pulmones contienen líquido, y en qué
proporción, y si el corazón está agrandado.

Tomografía computarizada. Una tomografía computarizada combina imágenes de rayos X tomadas desde diferentes
ángulos en vistas transversales de los órganos internos. Las tomografías computarizadas pueden brindar información
detallada acerca de las estructuras internas del corazón y de los pulmones.

Análisis de laboratorio

Es posible medir el nivel de oxígeno mediante un análisis de sangre de una arteria de la muñeca. Otros tipos de
análisis de sangre pueden utilizarse para controlar los signos de infección o de anemia. Si el médico sospecha la
presencia de una infección pulmonar, pueden analizarse las secreciones de las vías respiratorias para determinar la
causa de la infección.

Estudios cardíacos

Debido a que los signos y síntomas del síndrome de dificultad respiratoria aguda son similares a los de ciertos
problemas del corazón, tu médico podría recomendarte que te hagas estudios cardíacos, como los siguientes:

Electrocardiograma. Esta prueba no provoca dolor y hace un seguimiento de la actividad eléctrica del corazón.
Supone adherir varios sensores conectados por cable al cuerpo.

Ecocardiograma. Es una ecografía del corazón. Esta prueba puede revelar problemas en las estructuras y en el
funcionamiento del corazón.

Tratamiento

El primer objetivo del tratamiento para el síndrome de dificultad respiratoria aguda es mejorar los niveles de oxígeno
en la sangre. Sin oxígeno, los órganos no pueden funcionar correctamente.

Oxígeno

Para que ingrese más oxígeno al torrente sanguíneo, es probable que el médico use lo siguiente:

Oxígeno complementario. Para síntomas más leves o como medida temporal, el oxígeno puede enviarse a través de
una máscara que se ajusta herméticamente alrededor de la nariz y de la boca.

Ventilación mecánica. La mayoría de las personas que tienen el síndrome de dificultad respiratoria aguda necesita la
ayuda de una máquina para respirar. Un respirador artificial lleva el aire hacia los pulmones y expulsa parte del
líquido por los sacos de aire.

Líquidos

El control cuidadoso de la cantidad de líquido intravenoso es fundamental. Una cantidad excesiva puede aumentar la
acumulación de líquido en los pulmones. Una cantidad insuficiente de líquido puede sobrecargar el corazón y otros
órganos, y provocar un trauma.

Medicamentos
Las personas con el síndrome de dificultad respiratoria aguda, por lo general, reciben medicamentos para lo
siguiente:

Prevenir y tratar infecciones

Aliviar el dolor y las molestias

Prevenir la formación de coágulos sanguíneos en las piernas y en los pulmones

Minimizar el reflujo gástrico

Sedar

Estilo de vida y remedios caseros

Si te estás recuperando del síndrome de dificultad respiratoria aguda, las siguientes recomendaciones pueden
ayudarte a cuidar los pulmones:

Deja de fumar. Si fumas, busca ayuda para dejar de hacerlo e intenta evitar el humo de segunda mano.

Vacúnate. La vacuna anual contra la influenza (gripe), así como la vacuna contra la neumonía cada cinco años,
puede reducir el riesgo de sufrir infecciones pulmonares.

Estrategias de afrontamiento y apoyo

La recuperación del síndrome de dificultad respiratoria aguda puede ser un proceso largo, y necesitarás mucho apoyo
para transitarlo. Si bien la recuperación de cada persona es diferente, puede ser útil conocer los desafíos más
frecuentes que atravesaron otros pacientes con este trastorno. Ten en cuenta los siguientes consejos:

Pide ayuda. Asegúrate de recibir ayuda con las tareas diarias, en especial, cuando te den el alta del hospital, hasta
que sepas qué cosas puedes hacer solo.

Asiste a un programa de rehabilitación pulmonar. En la actualidad, muchos centros médicos ofrecen programas de
rehabilitación pulmonar, que incorporan entrenamiento con ejercicios, educación y asesoramiento para ayudarte a
regresar a tus actividades normales y a alcanzar tu peso ideal.

Únete a un grupo de apoyo. Existen grupos de apoyo para personas con problemas pulmonares crónicos. Averigua
qué opciones hay en tu comunidad o en Internet y considera reunirte con otros que viven experiencias similares.

Busca ayuda profesional. Si tienes síntomas de depresión, como sentimientos de desesperanza y pérdida de interés
en tus actividades habituales, coméntalo con tu médico o contacta a un profesional de la salud mental. La depresión
es común en las personas que han padecido el síndrome de dificultad respiratoria aguda, y existen tratamientos que
pueden ayudar.

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