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ABRIL 2020

Principios Didácticos para un


acompañamiento pedagógico
"saludable" en la formación virtual 1
Cuida que lo técnico no erosione tu Espíritu Pedagógico

Tenemos que aprender a desaprender para reaccionar de manera saludable a las


tensiones de la vida

La saturación de información que por éste mes han tenido que vivir o más bien padecer los

docentes por la migración repentina por el paso acelerado de clases presenciales a clases

totalmente virtuales constituye el origen del presente escrito.

Tal fenómeno que no se avizoraba en nuestra realidad educativa, lo he sintetizado en una

premisa: el cambio acelerado si no se sabe digerir puede convertirse en una enfermedad.

Puede sonar paradójico pero el cambio acelerado puede estropear el mismo cambio frente al

tipo de persona que queremos ayudar a formar con el proceso educativo. Hay que tener

cuidado de asumir o legitimar el cambio sin detenernos a pensar, conversar y preguntarnos

colectivamente por el para qué de los cambios, sus implicaciones e impacto en la realidad

educativa y en el quehacer docente.

La crisis actual no es tan sólo una crisis económica, ni de salud es también la crisis de nuestro

esquema de pensamiento, de nuestro modo de relación con la avalancha de información que

circula continuamente, y cómo esta impacta la planeación, desarrollo y ejecución de nuestras

clases, pero también de cómo su discernimiento nos puede ayudar a construir conocimiento

significativo para ayudar a formar sujetos críticos que sepan desenvolverse con sabiduría en la

vida, aún en medio de las crisis.

Sin tal Espíritu de discernimiento corremos el riesgo de volvernos profundamente superficiales

porque no somos capaces de diferenciar lo esencial de lo accesorio, lo útil de lo inútil, lo

verdadero de lo falso, lo relevante de lo intrascendente que circula en diferentes medios de

información y comunicación.

Mi intención no es satanizar las tecnologías de la información y la comunicación - conozco y

gozo en estos momentos de sus bondades para leer, escribir y compartir - pero no dejo de mirar

su otra cara, a fin de hacer un llamado de atención a estudiantes, padres de familia, directivos y

docentes para que abramos los ojos, despertemos conciencia para no confundir educar con

saturar.

1 Todos los Derechos reservados.


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Tal vez, el problema no radica en las tecnologías de la información sino en nuestros

paradigmas o esquemas de formación. Creo que es el momento preciso para detenernos como

sistema educativo y tomarnos con juicio la máxima planteada por Morín: “toda reforma

educativa pasa por una reforma del pensamiento” y por efecto, de la enseñanza y el

aprendizaje.

Hemos pasado de saturar presencialmente a saturar y sentirnos saturados virtualmente. A veces

nos llenamos y llenamos a los demás de actividades, tareas, ejercicios, cuestionarios,

carteleras, archivos, notas, indicadores, objetivos, logros, reuniones, circulares, correos sin

horizonte, que culminan más que en la formación de una persona competente en una

persona agotada, estresada, dispersa, superficial. Siento que abunda mucha información

pero escasea el Espíritu Crítico, abunda el activismo pero escasea el tiempo para la reflexión

sobre el sentido de la acción en el quehacer pedagógico.

Más que una cabeza bien llena lo que necesitamos es una cabeza bien puesta, más que

extensión lo que requiere la sociedad contemporánea es profundización, más que

saturación lo que la vida exige es comprensión. Ya lo advertía Platón: “La ignorancia absoluta

no es el mayor de los males ni el más temible, una vasta extensión de conocimientos mal

digeridos es cosa peor”.

Guardo la esperanza de que los nueve principios didácticos aquí expuestos sirvan de pretexto

para cambiar nuestra actitud frente a la visión de la educación, la enseñanza y el

aprendizaje. Tenemos que pasar de una sociedad que consume información irreflexivamente a

una sociedad que construye conocimiento para el bienestar personal y social, más allá de los

tiempos de pandemia.

A ustedes colegas docentes dedico estos principios que espero ayuden a cuidar la salud mental,

física y emocional tanto de ustedes como de sus estudiantes.

1. Principio de Intencionalidad Formativa.


Responsabilidad que tiene el docente de repensar el sentido de lo que enseña y aprenden sus

estudiantes. Cada vez que planee sus clases pregúntese ¿Qué sentido le ven mis estudiantes a

aquello que enseño o aprenden en mí asignatura? ¿Qué busco y espero que aprendan? ¿Esta

guía, taller, ejercicio, tarea, pregunta…para qué? ¿Tiene horizonte o es relleno? ¿Qué tipo de

estudiante ayudo a formar con ésta tarea? No sobra recordar que ser humano es rebelarse

contra aquello que no tiene sentido.

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2. Principio de Confianza.

Relación educativa y pedagógica centrada en el cuidado que promueve un ambiente vital de

aprendizaje. El cuidado es diálogo, ayuda mutua, mirada serena, corazón compasivo, escucha

activa, presencia sin ego, delicadeza en el trato, palabra oportuna, silencio pertinente y firmeza

en lo esencial. La confianza que nace del cuidado implica vernos y ver al estudiante como

potencia y no como carencia, como promesa y no como amenaza. ¿En éste momento estoy

cuidando de mí? ¿Cómo estoy viendo a mis estudiantes? ¿Cómo construyo confianza

dentro y fuera del aula?

3. Principio de Flexibilidad.
Actitud de apertura serena frente a un cambio de tema, recurso, estrategia didáctica,

herramienta o aplicación digital…cuando las condiciones del contexto de la práctica

pedagógica lo exijan. Abra los ojos porque “la realidad forcejea por decir su palabra”. Aprenda

a ser como el bambú: flexible, resistente y vacío- presencia sin ego- para darse la posibilidad

de que la mirada, la palabra y la actitud del otro lo interpelen, lo movilicen. Recuerde

simplificar sin ser superficial, y no olvide que las mentes rígidas enferman y se enferman.

4. Principio de Equilibrio.

Dosifique, regule y sopese de manera sensata y armónica finalidad, tiempo, recursos y método

al momento de realizar y asignar una actividad académica: tarea, taller, lectura, foro, guía,

correo, instructivo, retroalimentación, asesoría. Aplique en todo su proceso de enseñanza-

aprendizaje las 4 P: planee, priorice, precise y profundice para no saturar. Repito. Nuestra

tarea es garantizar la comprensión no favorecer la confusión.

5. Principio de Discernimiento.
Diferencie en cada paso del proceso educativo qué es esencial enseñar, aprender y

desaprender a la luz del horizonte pedagógico del “programa” o proyecto de la asignatura

para no llenarnos de trabajo inútil.

Tal principio implica: selección cuidadosa de los recursos a trabajar. Ante tanta variedad

debemos preguntarnos ¿Cuál es el más pertinente? ¿Cuál es la mejor forma de ponerlo en

escena en la práctica pedagógica? A la vez, selección cuidadosa del tipo de proceso de

pensamiento o competencia cognitiva, afectiva, actitudinal, comunicativa o psicomotriz que

quiere desatar o potenciar en sus estudiantes. No es un asunto de cantidad sino de

pertinencia. Advertencia pedagógica: quien no discierne lo esencial educa en lo accesorio.

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6. Principio de Pertinencia.

Adecue o ajuste convenientemente cada actividad académica al contexto de su práctica

pedagógica. ¿A qué necesidades, intereses, preguntas, problemas responde el contenido del

programa de mi asignatura? No olvide que “el contexto genera el texto”

7. Principio Metodológico.
Motive al estudiante a que elabore cada producto académico con las condiciones

metodológicas de forma y fondo propuesta por el docente desde el primer momento, a fin de

evitar cansancio en la retroalimentación constante por acumulación de “errores” que no se

verifican, no se reflexionan o simplemente se pasan por alto. Para ello, formule instructivos

claros y precisos desde el principio que le ayuden al estudiante a construir caminos posibles y

pertinentes, que lo conduzcan al objetivo de aprendizaje que se ha propuesto. Ejemplifique en

su ser y quehacer dos máximas: “Pasión sin método no funciona.” y “Quien no sabe para

dónde va cualquier camino le sirve”

8. Principio de Honestidad Intelectual


Atrevernos a pensar de forma auténtica, reflexiva y crítica cada actividad académica propuesta,

evitando el plagio o el copy-paste. Si recurrimos a elaborar conocimiento a partir de otras

fuentes debemos citarlas apropiadamente. Exhortemos a nuestros estudiantes con el tipo de

tareas y trabajos que colocamos a que sean productores de conocimiento y no simples

consumidores de información, y seleccione información relevante para construir

conocimiento pertinente.

9. Principio de Economía del Lenguaje.

Use de forma concisa el lenguaje verbal y escrito en la realización de las diferentes

actividades académicas: encuentros virtuales, talleres, tareas, correos, retroalimentaciones,

solicitudes, cuestionarios, asesorías, instructivos. La idea es que enseñemos y aprendamos a

responder de forma directa, concreta, clara y pertinente sobre aquello que se solicita. No más,

no menos. Tenga en cuenta que la palabra oral y escrita es el cedazo del pensamiento y

afine la competencia comunicativa preguntándose qué quiero decir, cuál es la mejor forma de

decirlo, con qué intención.

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Para finalizar, abrigo en mi corazón la esperanza de que lo técnico no erosione el Espíritu

Pedagógico. En últimas, no erosione nuestra humanidad. No podemos permitir que las clases

virtuales se conviertan en un espacio para el desencuentro. A tal ensoñación dedico una

palabra:

Ahí estaba, sentado al borde de la Existencia. Sostenido por el fino hilo que teje el sin sentido.

Abrí los ojos, me di cuenta de que no me estaba dando cuenta; que tenía ritmos de vida

carentes de ritmo y de vida. Aun así, aplaudía vigorosamente el triunfo de mi inconsciencia,

de mi “supuesta” educación. Y vi, que todo era un elogio a la mecanización.

Por Javier Peña Rodríguez

Para trabajar en una Jornada Pedagógica


Estimado equipo docente regálese un instante para leer, leerse-detenerse y conversar
desde su realidad educativa y pedagógica sobre las tensiones y posibilidades que ha
exigido la migración de lo presencial a lo virtual.

Sus aprendizajes Des-aprendizajes.

LOS INVITAMOS A POTENCIAR Y REPENSAR


EL HORIZONTE DE SU PRÁCTICA PEDAGÓGICA

Querida maestra, maestro, directivo docente queremos que nos conozca


en www.corpointegral3.com procesos de formación en tres líneas PFPD 1. Favorecer una sana
convivencia escolar, aulas en paz, 2. El papel ético del conocimiento para la transformación
social, creatividad, 3. Repensar la práctica pedagógica desde un enfoque por competencias, a
propósito de las Pruebas Saber. Aprobados por la Secretaría de Educación de Bogotá y
certificados por la Pontificia Universidad Javeriana.

Javier Peña Linda Piñeros


Cel. 3213237789 Cel. 3125030718

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