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CORTE SUPERIOR

PRIMERA SALA PENAL


DE JUSTICIA DE
DE APELACIONES DE HUARAZ
ANCASH

SEGUNDA SALA PENAL DE APELACIONES


EXPEDIENTE : 00599-2020-1-0201-JR-PE-01
ESPECIALISTA : JAMANCA FLORES, OSCAR
IMPUTADO : FLORES REYES, FORTUNATO FELIX
DELITO : VIOLACIÓN SEXUAL [Art. 172° del CP]
AGRAVIADO : Z.A.O.C
Resolución número DIECINUEVE
Huaraz, cuatro de marzo
De dos mil veintiuno
VISTO Y OÍDO, en audiencia privada, a través del aplicativo Meet, la impugnación
formulada por el sentenciado Fortunato Félix Flores Reyes contra la resolución número
nueve de dieciséis de setiembre de dos mil veinte, que le impuso condena por el delito
contra la libertad sexual bajo la modalidad de violación de persona en incapacidad de
dar
su libre consentimiento, previsto y sancionado en el artículo 172° del Código Penal, en
agravio de la persona de iniciales Z.A.O.C.
Ante la Segunda Sala Penal de Apelaciones, integrada por los jueces superiores:
SANCHEZ EGUSQUIZA, Silvia Violeta como presidenta y ponente
LA ROSA SANCHEZ PAREDES, José Luis
BAÑEZ LOCK, Karina Gissela
Intervinieron, además,
Rubén Darío Roca Mejía, fiscal adjunto de la Segunda Fiscalía Superior Penal
Rocío del Carmen Giraldo Jara, abogada de Z.A.O.C
Richard William Torres Gamarra, abogado del sentenciado
Fortunato Félix Flores Reyes, con D.N.I 32045238
Conforme se desprende del registro de audiencia que antecede.
CONSIDERANDO
Primero. Resolución recurrida
Ha sido objeto de impugnación, la resolución número nueve de dieciséis de setiembre
de
dos mil veinte, emitida por el Juzgado Penal Colegiado Supraprovincial de Huaraz que
condenó a Fortunato Félix Flores Reyes por el delito contra la libertad sexual en la
modalidad de violación de persona en incapacidad de dar su libre consentimiento,
previsto
y sancionado en el artículo 172° del Código Penal, en agravio de Z.A.O.C, a veinte años
de
pena privativa de libertad, inhabilitación prevista en el inciso 9) del artículo 36° del
Código
Penal y cinco mil soles por concepto de reparación civil [De debate: f. 91/115].
En síntesis, las razones esenciales que le han brindado soporte son los siguientes:
1.1. Existen elementos de prueba que acreditan no sólo el acceso carnal habido entre el
acusado y la agraviada, sino también el hecho que el primero conocía de la discapacidad
de
la agraviada y que ello fue aprovechado para accederla carnalmente vía vaginal,
utilizando
inclusive la violencia física [punto 11 del fundamento 2.3.3].
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1.2. Respecto a la anomalía mental de agraviada, se ha establecido como hechos


probados y a través de las pruebas periciales, que presentó trastorno esquizofrénico; el
cual
si bien ni el acusado ni otras personas conocían el tipo de enfermedad ni la
denominación
de la enfermedad mental de la agraviada; sin embargo, las conductas que mostraba la
hacían notar que no era una persona normal sino tenía limitaciones en su
comportamiento y
en sus relaciones sociales y en algunas ocasiones tenía comportamientos inadecuados,
que
eran de conocimiento público [punto 13 del fundamento 2.3.3].
1.3. La declaración de la agraviada reúne los requisitos para ser considerada prueba
válida de cargo y por ende virtualidad procesal para enervar la presunción de inocencia
del
imputado, conforme al Acuerdo Plenario núm. 2-2005/CJ-116 [punto 16 del
fundamento
2.3.3].
Segundo. Del recurso de apelación
Ha de ser objeto de pronunciamiento, la impugnación presentada por el sentenciado
Flores
Reyes [De Debate: f. 119/127] quien apeló la resolución número nueve peticionando su
revocatoria, en síntesis, alegó a nivel de VI argumento del recurso que:
2.1. La declaración de la agraviada no reúne los criterios que se hacen referencia en el
Acuerdo Plenario núm. 2-2005/CJ-116.
2.2. El testimonio de María Magdalena Guillermo Julca de Bravo, la Entrevista Única
en Cámara Gesell de Z.A.O.C, el examen del perito Carlos Alberto Vaca Sáenz y la
perita
Ivonne Ruth Arroyo Rosales dan origen a duda razonable sobre la veracidad de la
versión
de la agraviada.
2.3. Existe error de tipo dado que por el grado de instrucción no se advirtió la
enfermedad de la agraviada.
2.4. En audiencia de apelación, el abogado Richard William Torres Gamarra sustento la
apelación, bajo matices que autoriza la oralidad y el irrestricto ejercicio del derecho de
defensa.
Tercero. Postura de la parte recurrida
En audiencia de apelación, Rubén Darío Roca Mejía, fiscal adjunto de la Segunda
Fiscalía
Superior Penal de Huaraz, en síntesis, rebatió los fundamentos del recurso a fin de
respaldar la regularidad del desarrollo argumentativo explicitado en la resolución
número
nueve y, a partir de ello, solicitó su confirmatoria.
En el mismo sentido, Rocío del Carmen Giraldo Jara compartió tal parecer.
Cuarto. Delimitación del pronunciamiento
Atendiendo a lo que precede, es oportuno acotar que el artículo 409° del Código
Procesal
Penal (en adelante NCPP), impone circunscribir el ámbito del pronunciamiento a los
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agravios planteados en la impugnación en virtud del principio "es devuelto cómo ha


sido
apelado", derivado del principio de congruencia y aplicable a toda actividad recursiva; o
sea, a decir de la Corte Suprema de Justicia en el fundamento veinticuatro de la
Casación
número 300-2014, corresponde al Tribunal de Apelaciones al resolver la impugnación
pronunciarse sólo sobre aquellas pretensiones o agravios invocados por el impugnante
en
el escrito de su propósito, ya que se considera que la expresión de agravios es como la
acción (pretensión) de la segunda instancia; por tal, los argumentos ajenos aquella
configuración devienen en inadmisibles.
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Quinto. Imputación fáctica y jurídica
5.1. Sobre el hecho que dio origen al presente proceso, se indicó que el veintitrés de
mayo del dos mil diecinueve, siendo a horas diecinueve horas aproximadamente, en
circunstancias que la agraviada Z.A.O.C había salido de su trabajo en el restaurant
“Shanti” del Distrito de Pariahuanca vio que su vecino Fortunato Félix Flores Reyes se
encontraba conversando por celular, quien, al verla, se le acerco haciéndole una
conversación, para luego decirle que la acompañaría a su casa.
Así, este coge las manos de aquella y caminaron desde Pariahuanca y al llegar a San
Miguel de Aco, a horas 19:30 aproximadamente, el referido acusado aprovechando la
oscuridad y lo desolado del lugar, la cogió de los brazos y las manos para conducirla a
un
terreno vacío, oscuro y de tierra removida para el cultivo, ubicado al costado del estadio
a
unos treinta metros del río seco, donde pese a la férrea negativa de la agraviada, el
acusado
con violencia la sometió a tener relaciones sexuales pese a que ella padecía de
esquizofrenia y que era de conocimiento del acusado porque eran vecinos del lugar
desde
la infancia y tuvieron contacto entre sus familias; para dicho abuso, el acusado bajo el
pantalón a la agraviada hasta la rodilla, haciendo lo mismo con el suyo para luego
introducirle su miembro viril en la vagina de la agraviada, ocasionándole lesiones
genitales, paragenitales y extragenitales, conforme al Certificado Médico Legal, en el
ínterin de la práctica sexual, la agraviada se defendió tirándole cachetadas al acusado y
recriminándole el porqué de su actuar, luego la agraviada se dirigió a su casa que está
cerca
al domicilio del acusado.
5.2. Este hecho fue calificado jurídicamente en el artículo 172° del Código Penal,
artículo modificado por el artículo 1° de la Ley número 30838, publicada el cuatro de
agosto de dos mil dieciocho, que sancionaba este tipo de delito con pena privativa de
libertad no menor de veinte ni mayor de veintiséis años al que tiene acceso carnal con
una
persona por vía vaginal, anal o bucal o realiza cualquier otro acto análogo con la
introducción de un objeto o parte del cuerpo por alguna de las dos primeras vías,
conociendo que está impedida de dar su libre consentimiento por sufrir de anomalía
psíquica, grave alteración de la conciencia, retardo mental o que se encuentra en
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incapacidad de resistir.
5.3. El entendimiento de los elementos normativos de los tipos en cuestión no ofrece
mayor dificultad, bajo el desarrollo argumentativo explicitado en el fundamento 2.3 de
la
resolución número nueve.
Sin perjuicio de ello, siguiendo a Salinas Siccha (2005), es oportuno apuntalar que el
delito
bajo examen exige “la concurrencia de un elemento subjetivo especial que comprende,
el
conocimiento que debe tener el agente sobre el estado particular de su víctima; esto es,
debe saber que sufre de anomalía psíquica, alteración grave de la consciencia, retardo
mental o incapacidad para resistir y con tal conocimiento aprovecharse de este particular
estado con la seguridad de no encontrar algún tipo de resistencia” [Salinas Siccha
(2005).
Delitos de acceso carnal sexual. Lima: Editorial IDEMSA, p. 158].
A su turno, Peña Cabrera Freyre (2013) añade que el sujeto activo “debe de tener
conocimiento del estado mental o de la incapacidad de resistencia del sujeto pasivo y
aun
conociendo dicha circunstancia dirige intencionalmente (deliberadamente) su acción, a
acceder sexualmente al sujeto pasivo, en las cavidades que se describen en el tipo
objetivo
de la descripción típica” [Peña Cabrera Freyre (2013). Derecho Penal, parte especial. T.
I.
Lima: Editorial Moreno S.A, p. 763].
Por consiguiente, no basta la mera comprobación de la existencia de un nexo causal
respecto al acceso carnal sino se exige ineludiblemente que el sujeto activo ex ante del
acceso carnal conozca que el sujeto pasivo se encuentra en anomalía psíquica, alteración
4
grave de la consciencia, retado mental o incapacidad para resistir que le va impedir
prestar
un libre consentimiento.
Sexto. Insumo adicional
6.1. Enseguida, atendiendo a las peculiaridades de nuestro ordenamiento jurídico sobre
la valoración probatoria es oportuno puntualizar que en la acreditación de especifico
hecho
en que se funde determinada pretensión no rige el sistema de tarifa legal o íntima
convicción del juez; sino, ahora, gobierna la fijación de la aptitud probatoria de
especifica
prueba a través de su apreciación razonada que impone que la valoración probatoria se
realice en estricto respeto de las reglas de la sana crítica.
En esos mismos términos, el Tribunal Constitucional en el caso James Louis King [Exp.
número 198-2005-HC/TC, f. 2] y la Corte Suprema de Justicia en el fundamento
segundo
de la Casación número 96-2014/Tacna.
6.2. Sin dudar, la valoración racional de las pruebas que excluye lo arbitrario, será tal,
cuando se exteriorice razones que evidencien que aquellas hayan sido escrutadas,
primero,
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en forma individual y, luego, compulsadas en conjunto respetándose en todo momento


del
procedimiento valorativo las reglas de la sana crítica, especialmente conforme a los
principios de la lógica, máximas de la experiencia y los conocimientos científicos; tal y
como informa el inciso 2) del artículo 393° del NCPP.
En idéntico parecer se puntualizó en el fundamento decimoquinto de la Casación
número
1952-2018/Arequipa.
Asimismo, Ferrer (2016) quien asevera que solo después de valoradas individualmente
las
pruebas, podrá hacerse con rigor una valoración conjunta de las mismas [Ferrer (2016).
Motivación y racionalidad de la prueba. Lima: Grijley E.I.R.L, p. 55].
De esta manera, la valoración probatoria será racional cuando se exteriorice razones que
evidencien que las pruebas hayan sido escrutadas, primero, en forma individual y,
luego,
compulsadas en conjunto respetándose en todo momento del procedimiento valorativo
las
reglas y criterios objetivos mencionados.
6.3. De ahí que, tratándose de delitos como el que es objeto de análisis, la declaración
de la víctima, por lo general único testigo de los hechos perpetrados en la
clandestinidad,
adquiere entidad de prueba válida de cargo para enervar la presunción de inocencia,
siempre y cuando su racional valoración se agote con la verificación de la presencia de
las
garantías de certeza que le doten de dicha virtualidad procesal, en este sentido, la Corte
Suprema de Justicia, en el décimo fundamento del Acuerdo Plenario número
02-2005/CJ-
116, preciso que “tratándose de las declaraciones de un agraviado, aun cuando sea el
único
testigo de los hechos […], tiene entidad para ser considerada prueba válida de cargo y,
por
ende, virtualidad procesal para enervar la presunción de inocencia del imputado,
siempre y
cuando no se adviertan razones objetivas que invaliden sus afirmaciones. Las garantías
de
certeza serían las siguientes: a) ausencia de incredibilidad subjetiva. Es decir, que no
existan relaciones entre agraviado e imputado basadas en el odio, resentimientos,
enemistad u otros que puedan incidir en la parcialidad de la deposición, que por ende le
nieguen aptitud para generar certeza. b) Verosimilitud, que no solo incide en la
coherencia
y solidez de la declaración, sino que debe estar rodeada de ciertas corroboraciones
periféricas, de carácter objetivo que le doten de aptitud probatoria. c) Persistencia en la
incriminación […]”.
Por consiguiente, en línea de criterio objetivo, la aptitud probatoria del testimonio de la
agraviado (a), está supeditada a la constatación de la presencia de las garantías de
certeza
consistentes en:
a) ausencia de incredibilidad subjetiva,
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5
b) verosimilitud y
c) persistencia en la incriminación.
En la misma línea interpretativa en el octavo fundamento del Recurso de Nulidad núm.
1575-2015.
6.4. Bajo tal directriz corresponde testar la valoración probatoria incorporada al
juzgamiento, pero con la salvedad que está Superior Sala ante ausencia de actuación de
prueba en segunda instancia, tiene prohibido asignar diferente valor probatorio a la
prueba
personal que fue objeto de inmediación por el Juez de primera instancia en estricta
observancia del artículo 425° del NCPP.
Lo expuesto ha sido ratificado en el fundamento 5.16 de la Casación número 385-
2013/San
Martin.
Siendo así, a tenor la exhaustividad en el ejercicio de la función jurisdiccional el
examen
de la resolución recurrida estará supeditada al alcance de la actuación probatoria
incorporada en el juicio oral debidamente reseñados en el séptimo fundamento de la
resolución número doce.
Séptimo. Análisis del caso concreto
7.1. En tal orden de argumentos, el riguroso cotejo, por un lado, de la argumentación
que brinda soporte a las razones esenciales de la apelada reseñadas en el primer
fundamento de la presente y, por otro lado, los datos objetivos del bagaje probatorio
incorporado al juicio oral acorde al detalle del punto 2 de la apelada, dan cuenta en
correspondencia de la alegación del encausado Flores Reyes de inconsistencias en su
valoración respecto la determinación de la tipicidad subjetiva del delito de violación de
persona en incapacidad de dar su libre consentimiento.
En efecto, como se verá más adelante, en tal extremo, la razonabilidad de la valoración
de
las pruebas es crítica.
7.2. Es claro que el juicio de disvalor de la conducta prohibida requiere en primer orden
superar la tipicidad, que, a decir de Peña Cabrera Freyre importa la confrontación del
comportamiento humano objeto de imputación con el modelo de conducta descrita en la
ley de forma ideal a partir de los elementos que constituyen su construcción normativa
[Peña Cabrera Freyre (2013). Derecho Penal, parte general. T.I. Lima: Ed. Moreno S.A,
4ta ed., p. 366].
En el mismo sentido, el fundamento seis del Acuerdo Plenario núm. 1-2008/CJ-116,
destaca que uno de los juicios medulares de la sentencia es el juicio de subsunción.
7.3. Por ello, se tiene anotado que el delito de violación de persona en incapacidad de
dar su libre consentimiento acorde a la hipótesis planteada en la tesis incriminatoria
detallada en el fundamento núm. 5.1 y 5.2 de la presente, exige para su configuración
típica que el agente acceda carnalmente a una persona por vía vaginal, conociendo que
está impedida de dar su libre consentimiento por sufrir de anomalía psíquica, esto es,
concorde al fundamento núm. 5.3 de la presente, el ilícito en mención no se agota con la
mera comprobación de la existencia de un nexo causal respecto al acceso carnal sino se
exige ineludiblemente que el sujeto activo conozca ex ante del acceso carnal que el
sujeto
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pasivo padece de dicha anomalía que le va impedir prestar un libre consentimiento.


7.4. Lo dicho, también permite establecer que el análisis sobre la acreditación de la
existencia de violencia o amenaza deviene impertinente e inoficioso dado que el tipo
previsto en el artículo 172° del Código Penal no exige tales supuestos para su
configuración.
Del mismo modo, la verificación de algún supuesto de consentimiento no merita
tratamiento pues el tipo bajo análisis tutela la indemnidad sexual no la libertad sexual.
6
7.5. Bajo las precisiones que anteceden, en estricto, la tesis fiscal acogida en la recurrida
es que el encausado Flores Reyes con violencia sometió a la agraviada Z.A.O.C a tener
relaciones sexuales conociendo que ella padecía de esquizofrenia; mientras el aludido
encartado alegó que desconocía de dicha condición.
En tal sentido, lo que corresponde, es verificar si el acceso carnal entre el encartado
Fortunato Félix Flores Reyes y la agraviada Z.A.O.C se produjo conociendo aquel que
esta
padecía de dicha anomalía psíquica.
7.6. En principio, es hecho incontrovertible que la agraviada Z.A.O.C padecía de
esquizofrenia no especificada código CIE F-209, nivel de discapacidad moderada, tal y
como se acreditó con el Certificado de Discapacidad núm. 00089597 y Resolución
Directoral núm. 14302-201.
7.7. También, constituye hecho ajeno a controversia que el veintitrés de mayo del dos
mil diecinueve el encausado Fortunato Félix Flores Reyes y la agraviada Z.A.O.C
mantuvieron relaciones sexuales por vía vaginal en el predio ubicado al lado noreste del
estadio de San Miguel de Aco a unos treinta metros aproximadamente del río seco,
conforme se desprende del relato de la agraviada en cámara Gesell y la propia versión
del
aludido encausado, debidamente corroborada, por un lado, con el examen del Perito
Javier
Remigio Tello Vera, en relación al Certificado médico legal núm. 005277-CLC y, por
otra,
del acta de constatación fiscal en la que se detalla las características del lugar donde
ocurrieron los hechos.
7.8. Enseguida, es claro, que la fijación de responsabilidad por el solo mérito de la
acreditación de tales hechos contraviene el cabal tratamiento del juicio de subsunción,
en
especial si se tiene precisado que el tipo bajo análisis no limita su configuración a la
aislada constatación del acceso carnal sino se exige ineludiblemente que el sujeto activo
haya conocido ex ante del acceso carnal que el sujeto pasivo padece de anomalía
psíquica
que le va impedir prestar un libre consentimiento.
7.9. De ahí que, si bien en la recurrida se asevera que el encausado Flores Reyes
sometió a la agraviada Z.A.O.C a tener relaciones sexuales conociendo que ella padecía
de
esquizofrenia; sin embargo, en contra de las pautas que se detallan en el fundamento
núm.
6.1 a 6.3 de la presente, dicha conclusión evidencia falta de objetividad en el análisis del
caudal probatorio.
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7.10. Así, en ese ámbito, en el juzgamiento se incorporó los siguientes medios


probatorios:
A. Testigo Fausto Silvestre Obispo Cadillo (padre de la agraviada Z.A.O.C.) quien
refirió que “su hija tiene esquizofrénica desde la niñez y por eso el declarante vive con
ella, pues cuando le da su enfermedad se porta agresiva.
Que todos sus vecinos y los de Pariahuanca también conoce de eso, debido a que
recibe un tratamiento se comportaba tranquila y calmada con sus vecinos”.
B. Testigo Zenobio Jacinto Colonia Isidro, dijo que “la agraviada se encuentra mal de
salud, por lo que su padre cuida de ella, Zenaida tiene algún trastorno y tiene
comportamientos que no son normales, una vez la observó desnuda cuando pasaba por
su casa,”.
C. Testigo Pedro Leoncio Castillo Raprey, quien indico que “sabe que [la agraviada]
no es una persona normal, tiene una enfermedad que por momentos le da crisis de ira y
de cólera del cual conoce toda la población, a causa de ello recibe tratamiento
médico”.
D. Testigo María Magdalena Guillermo Julca de Bravo, quien señalo ser la que
conducía el restaurant “Shanti” en Pariahuanca y que “en ningún momento vio que la
agraviada tenía algún problema mental”.
7
E. Examen de la trabajadora social Cecilia Ibeth Rodríguez, respecto al Informe
Pericial núm. 033-2019 MIMP/PNCVFS-CEM –CARHUAZ/TS/CIRR, que da cuenta
que “la agraviada, al momento de la entrevista no manifestaba mucha comunicación,
su comportamiento era pasivo con poca fluidez, cursó estudios hasta la primaria y su
salud física según la evaluada estaba bien, pero se evidencio que tenía problemas de
salud mental”.
F. Examen del perito Jorge Felipe Paredes Pérez, sobre el Protocolo de Pericia
Psicológica núm. 0010690 – 2019 PSC, informó que Fortunato Félix Flores Reyes “no
evidencia indicadores de alteración que le impidan analizar y comprender la realidad,
presenta rasgo de carácter pasivo-impulsivo, psicosexualmente el examinado tiene
orientación heterosexual siendo sus deseos conservados y latentes y satisfechos
mostrando una conducta sexual normalizada”.
G. Examen del perito Carlos Alberto Vaca Sáenz, por un lado, respecto la Evaluación
Psiquiátrica núm. 071364-2019-PSQ en la que se indicó que la agraviada “en el área
de la conciencia la examinada sabe dónde está, con quien está, conoce el lugar y está
parcialmente orientada en el tiempo aun cuando existe cierta torpeza en la información
que da al ser como una niña” y, por otro lado, sobre el Pronunciamiento Psiquiátrico
núm. 002167-2020.PSQ, en que se indica que la agraviada presenta “trastorno
esquizofrénico”.
H. Examen de la perita Ivonne Ruth Arroyo Rosales, en relación al Protocolo de
Pericia Psicológica núm. 005298-2019 PSC, informó sobre la agraviada que “su
inteligencia se ubica dentro de los parámetros normales, se orienta en persona, tiempo
y espacio, pero hay momentos en donde no se ubica bien; luce arreglo personal
adecuado; tiene un lenguaje fluido y durante la entrevista presentaba reacciones típicas
o características de una persona que tiene problema de la esquizofrenia”.
I. Lectura de declaración de Manuel Félix Flores Villafana, refirió que “la agraviada a
la edad de veinte años se encontraba mal de salud pero que después se recuperó y por
ello ahora se encontraba trabajando” y “era conocido casi por casi todos los
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pobladores de San Miguel de Aco y Pariahuanca”.


7.11. De la reseña que antecede, si bien el testimonio de Fausto Silvestre Obispo
Cadillo,
Zenobio Jacinto Colonia Isidro y Pedro Leoncio Castillo Raprey favorecería la tesis
incriminatoria debido que sostuvieron que la condición de la mencionada agraviada era
de
conocimiento de los vecinos del lugar de su residencia y de Pariahuanca; sin embargo,
en
contraposición a dichos testimonios, a favor de la tesis exculpatoria, no solo se recabo el
testimonio de María Magdalena Guillermo Julca de Bravo quien indico ser la que
conducía
el restaurant “Shanti” en Pariahuanca y que “en ningún momento vio que la agraviada
tenía
algún problema mental” sino también se dio lectura de la declaración de Manuel Félix
Flores Villafana quien aun cuando refirió que la condición de la agraviada “era
conocido
casi por casi todos los pobladores de San Miguel de Aco y Pariahuanca”, también indicó
que “la agraviada a la edad de veinte años se encontraba mal de salud pero que después
se
recuperó y por ello ahora se encontraba trabajando”. En consecuencia, no cabe sostener
sin
margen a duda que el encartado Flores Reyes conocía que la agraviada Z.A.O.C padecía
de
esquizofrenia ex ante al acceso carnal pues dichos testimonios soportan tanto la tesis
incriminatoria como exculpatoria.
7.12. Del mismo modo, suma a lo expuesto, que el perito Carlos Alberto Vaca Sáenz
inicialmente no advirtió dicha anomalía en la agraviada al realizar la Evaluación
Psiquiátrica núm. 071364-2019-PSQ y solo recién con los informes sobre los
tratamientos
que venía recibiendo la referida agraviada es que informó que padecía de trastorno
esquizofrénico a nivel del Pronunciamiento Psiquiátrico núm. 002167-2020.PSQ; esto
es,
8
si el perito preliminarmente no detecto la anomalía psíquica que padecía la agraviada
Z.A.O.C y todavía necesito de documentación sobre su tratamiento para su
determinación,
entonces con mayor razón para el ciudadano común la cognición de tal anomalía no le
sería accesible.
7.13. Abona lo que antecede, el examen de la perita Ivonne Ruth Arroyo Rosales quien
si
bien bajo lex artis identificó que la agraviada padecía problema de la esquizofrenia;
empero, también acotó que durante la entrevista “su inteligencia se ubica dentro de los
parámetros normales, se orienta en persona, tiempo y espacio, pero hay momentos en
donde no se ubica bien; luce arreglo personal adecuado; tiene un lenguaje fluido”; esto
es,
la agraviada se presentaba como persona con inteligencia bajo parámetros normales que
se
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orienta en persona, tiempo y espacio y solo con conocimientos especiales de perito


podía
conocerse que la agraviada padecía de esquizofrenia.
7.14. En definitiva, en tanto indició de personalidad que favorece la tesis exculpatoria se
tiene del examen del perito Jorge Felipe Paredes Pérez, sobre el Protocolo de Pericia
Psicológica núm. 0010690 – 2019 PSC informa que el encausado Flores Reyes muestra
“conducta sexual normalizada”.
7.15. En tal estado de existencia de pruebas que favorecen la tesis incriminatoria como
exculpatoria no cabe sostener el acabado cumplimiento del criterio de la verosimilitud
en
la versión de la agraviada C.T.Y.L y, por ende, al no congregar las garantías de certeza
que
le brinden aptitud probatoria carecería de virtualidad procesal para enervar la vigencia
de
la presunción de inocencia, por ser constituir mera sindicación.
7.16. De las razones expuestas, es patente que en la existencia de pruebas que favorecen
la tesis incriminatoria como exculpatoria se genera duda sobre la culpabilidad del
acusado
dando origen a la absolución en estricto respeto del principio de presunción de
inocencia e
in dubio pro reo.
Así, en el fundamento núm. 2.9 del R.N núm. 2085-2017/JUNÍN se precisa que “la
duda
razonable, también denominada en latín como in dubio pro reo (la duda favorece al reo),
constituye uno de los pilares sobre los cuales descansa el proceso penal en un Estado
Constitucional de Derecho; y aun cuando dicho principio no se basa directamente en el
artículo ciento treinta y nueve, inciso once, de la Constitución Política del Estado, pues
este únicamente consagra al instituto de la duda, desde un punto de vista de preferencia
normativa, esto es, en caso de existir duda en la aplicación de una ley penal o en el
supuesto de conflicto, debe preferirse la más favorable al reo; sin embargo, al hacerse
una
valoración e interpretación sistémica se puede inferir también que se está en el ámbito
de la
duda cuando existen pruebas, tanto de cargo como de descargo, que no rompen la
situación
de oscuridad impeditiva de asumir la certeza”.
Bajo tal directriz, para dictar esa sentencia condenatoria debe alcanzarse la certeza de
culpabilidad del acusado y en caso de duda se debe optar por lo que sea más favorable a
este, a saber, la absolución.
7.17. En conclusión, si bien se acreditó el acceso carnal entre el encartado Fortunato
Félix Flores Reyes y la agraviada Z.A.O.C; empero, no se ha podido determinar con
certeza que tal suceso aconteció conociendo aquel que esta padecía de esquizofrenia.
En tal estado de cosas, la presunción de inocencia que le asiste, al evidenciarse duda
razonable, impone su absolución.
Por los fundamentos expuestos los jueces superiores que integran la Segunda Sala Penal
de
Apelaciones, por unanimidad:
HAN RESUELTO
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9
I. DECLARAR FUNDADO el recurso de apelación interpuesto por el sentenciado
Fortunato Félix Flores Reyes debidamente sustentada en diligencia de apelación; en
consecuencia, se REVOCA la resolución número nueve de dieciséis de setiembre de
dos
mil veinte, emitida por el Juzgado Penal Colegiado Supraprovincial de Huaraz que
condenó a Fortunato Félix Flores Reyes por el delito contra la libertad sexual en la
modalidad de violación de persona en incapacidad de dar su libre consentimiento,
previsto
y sancionado en el primer párrafo del artículo 172° del Código Penal, en agravio de la
persona de iniciales Z.A.O.C, con lo demás que contiene; y, REFORMÁNDOLA
absolvieron de la acusación fiscal a Fortunato Félix Flores Reyes por el delito y
agraviada
en mención.
II. ORDENAR la inmediata libertad del sentenciado Fortunato Félix Flores Reyes,
siempre que no exista en contra del mencionado sentenciado otra orden o mandato de
detención emanado por autoridad judicial competente.
III. MANDAR que en ejecución de sentencia se anulen los antecedentes que se
hubieran
generado contra Fortunato Félix Flores Reyes a causa del presente proceso y archívese
en
forma definitiva. Notifíquese y, cumplido sea el trámite que corresponda, ofíciese para
la
remisión de actuados al Órgano Jurisdiccional competente para el trámite que
corresponda.
SS.
SÁNCHEZ EGÚSQUIZA
LA ROSA SÁNCHEZ PAREDES
BAÑEZ LOCK

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