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“EL NEOCONDUCTISMO (CONDICIONAMIENTO OPERANTE)”

El autor más destacado en esta corriente fue B. F. Skinner (1904), quien pone énfasis en la descripción
positivista de la conducta, manifestando que las teorías psicológicas debieran ser sólo enunciados sobre
hechos que expresan la relación experimentalmente observada entre las variables comportamentales
dependientes y las variables ambientales independientes. El trabajo científico, en su opinión, consiste en
poder descubrir y describir leyes nacidas de la observación experimental. Por lo tanto, el contenido psíquico
debe ser descrito en términos de comportamiento observable, es decir, conducta. Su rigurosa descripción
del comportamiento y las contingencias que lo afectan, en combinación con su talento para la invención
técnica, fue una importante contribución al campo de la Psicología del comportamiento, contribuyendo de
este modo a un sistema de pensamiento: el neoconductismo.

Los principios esenciales del neoconductismo son utilizados de modo fértil en vastos campos de la Vida social:
el estudio de los sistemas de enseñanza, elementos de control y aprendizaje social, publicidad y propaganda,
etc.

En el análisis del comportamiento humano, Skinner distingue dos tipos de conducta:

• La conducta respondiente
• La conducta operante.

1. La conducta respondiente

Es producida por estímulos específicos y esta formada por las conexiones de estímulos/ respuesta,
denominados reflejos. El ser humano nace con cierto número de reflejos y se adquieren otros a trave's del
proceso de condicionamiento; es decir, del proceso de asociaciones de estímulos ya descrito
precedentemente (condicionamiento clásico: un nuevo estímulo es aparcado con aquel que ya produce la
respuesta y, luego de varios apareamientos, el nuevo estímulo llega a producir la misma respuesta). El
organismo produce una conducta refleja específica ante la aparición de estímulos específicos.

2. La conducta operante

Es, a entender de Skinner, el tipo de comportamiento mas general o universalizado del ser humano. Se
caracteriza porque el comportamiento opera sobre el medio am biente. El estudio de la conducta humana,
desde esta perspectiva, se basa fundamentalmente en el análisis de las relaciones recíprocas del individuo
con su medio, a partir de las diversas acciones que este ejerce sobre el mismo y cómo el efecto que esto
produce actúa sobre la Frecuencia de la conducta. Toda acción del individuo sobre el medio es considerada
una operante y puede ser modificada por las consecuencias que el mismo medio devuelve. El aprendizaje de
la conducta operante se produce también por un proceso de condicionamiento, en donde la consecuencia
de la misma adquiere un rol fundamental. A estos efectos (consecuencias), Skinner los define como
reforzadorer. Los reforzadores son los que modelan o condicionan la conducta humana. Se distinguen dos
tipos de reforzadores: positivo; y negativas.

➢ Los reforzadores positivos (premios) potencian o aumentan la probabilidad de que una conducta
aparezca frecuentemente. Uno de los ejemplos mas conocido es el de los descuentos en compras de
productos que ofrecen diferentes empresas.
➢ Los reforzadores negativos (castigos) son estímulos adversos que el individuo trata de evitar, y
potencian o determinan la evitación o el alejamiento del estimulo o efecto producido. Siguiendo la
lógica del ejemplo anterior un castigo implican los intereses devengados de pagos fuera de término.

Es necesario hacer notar que tanto el refuerzo positivo como el negativo aumenta la probabilidad de
aparición de una conducta (de acercamiento en el primer caso y de evitación en el segundo).
Los reforzadores pueden clasificarse por su procedencia en:
➢ Primarias: Son aquellos que tienen propiedad reforzante de necesidades y sentimientos primitivos y
básicos en el hombre. Inherentes a su condición humana como por ejemplo los vinculados al comer,
al beber, al dolor, al sexo, etc.

➢ Secundarios: Aquellos que tienen valor social como las posesiones (materiales o espirituales), el
honor, la estima o el aprecio, etc.

Debe quedar claro que los reforzadores no tienen por si mismos, de modo intrínseco, la propiedad reforzante
de modo universal; cada individuo, por sus particularidades, es sensible o proclive a ser especialmente
estimulado por ciertos factores y no por otros. Por ende, las conductas se potencian o no de acuerdo al efecto
que produce sobre el medio y por el tipo de sujeto que las ejecuta, en la cual cumple un rol protagónico el
reforzador, que es, como ya vimos, un potenciador o debilitador de conductas esperadas o deseadas.

Aplicaciones del condicionamiento operante


La utilización de diferentes programas de refuerzo ha permitido uno de los objetivos más importantes de la
corriente conductista: el moldeamiento de la conducta, que permite producir cambios y orientar a ésta en
un sentido y otro.

Algunos de los modos utilizados a fin de producir la variación de conducta son:

• Extinción: Se logra extinguir una conducta determinada por medio de la supresión del refuerzo
positivo que la mantenía vigente. De lo que se deriva que la conducta deseada y lograda es
directamente dependiente del reforzador que la provoca, extinguido o anulado éste, ocurrirá lo
propio con la respuesta.

• Imitación social: Se logra aplicando refuerzos positivos de figuras destacadas, notorias o públicas, a
fin de que el sujeto imite su comportamiento bajo la expectativa de poseer los mismos reforzadores.
Este modo es ampliamente utilizado en los medios de comunicación en donde se observa que para
lograr status, dinero, amor (refuerzos positivos), es necesario consumir determinado producto, o, en
tal caso, para ser más preciso, un consumo determinado (operante libre) lleva como consecuencia
obtener el refuerzo positivo (amor, dinero, fama, etc.).

• Aprendizaje discriminativo: Utiliza refuerzos positivos para recompensar respuestas deseadas a


determinados estímulos, y refuerzos negativos para castigar respuestas no deseadas o falta de
recompensa para extinguirla. Este modo se utiliza ampliamente en los diseños de enseñanza a
distancia o por intermedio de maquinarias en donde las respuestas y conocimientos correctos son
reforzados positivamente y los errores o desconocimiento son reforzados negativamente.
• Modelado de la conducta por aproximación sucesiva: Método empleado para lograr conductas
inexistentes en el repertorio conductual del sujeto, en donde tales conductas requieren a su vez
ciertos pasos secuenciales y ordenados. Este tipo de programa implica el reforzamiento positivo de
las respuestas seleccionadas que se aproximen al objetivo o los objetivos deseados y el no
reforzamiento (o reforzamiento negativo) de las que no vayan en esa dirección. Este método es
ampliamente utilizado por los especialistas en el campo de la psicología clínica cuando se proponen
la instauración de conductas inexistentes en los sujetos (hablar, asearse, vestirse, etc.) que influyen
en patologías de consideración. Dentro del sistema penitenciario, un ejemplo de esta aplicación lo
constituye la reducción de la pena por buen comportamiento.

• Condicionamiento evitativo: Se basa en la extinción de la conducta no deseada (o que impida un


ajuste con el medio social) a partir del uso (aplicación) de reforzadores negativos. En general todo el
sistema punitivo legal se basa en este tipo de condicionamiento: si paso un semáforo en rojo con mi
automóvil (conducta no deseada o desajustada), me imponen una multa económica (refuerzo
negativo). Si transgredo una norma de convivencia escolar (conducta no deseada) me colocan
amonestaciones (refuerzo negativo). Si compro un pasaje de avión por adelantado y nesecito
cancelarlo o modificar su fecha me devuelven solo un porcentaje o me cobran una multa, según el
caso.

Finalmente, podemos ver que se abren posibilidades a partir del uso adecuado de los refuerzos positivos y
negativos, amplios y variados. Como ya se ha percibido, puede ser utilizado desde las instituciones
pedagógicas hasta las correctivas o carcelarias; desde el seno familiar hasta su uso en los medios masivos de
comunicación, etc.

Skinner puso énfasis en el control experimental de la conducta y éste se logra, desde su óptica, con el manejo
de las contingencias ambientales, es decir, los refuerzos positivos y negativos.

Referencias bibliográficas:

Petit, C. (2012). Manual de psicología social para el turismo. Córdoba, Argentina: Editorial Brujas. Recuperado
de https://elibro.net/es/ereader/bibsipan/78063?page=47.

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