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➧ Introducción
Las técnicas de intervención basadas en el condicionamiento operante constituyen uno de los pilares
básicos de la Terapia de Conducta desde sus comienzos.
Las técnicas operantes desarrolladas durante la primera generación de la Terapia de Conducta se han
mantenido hasta la actualidad y siguen vigentes, constituyendo un cuerpo de procedimientos eficaces,
lo que les convierte en un elemento frecuente en buena parte de los programas de tratamiento
cognitivo conductual actuales, y en el ingrediente fundamental, y normalmente exclusivo, de las
intervenciones en ámbitos como la educación especial, la educación infantil o la regulación de las
interacciones sociales.
En los siguientes apartados describiremos las principales técnicas operantes de incremento, reducción
y adquisición de conductas, así como las programas de economía de fichas en los que se combinan
diferentes técnicas, y los contratos conductuales, fundamentales para facilitar el compromiso de las
personas cuyas conductas se quieren modificar.
➧ Fundamentos teóricos
Skinner, psicólogo y filósofo social, es considerado el psicólogo más influyente del siglo XX.
Conductista, considera la conducta como único objeto de estudio científico de la psicología, siendo
esta función de la historia de contingencias ambientales. Desarrolló los principios del
condicionamiento operante y el análisis experimental de comportamiento.
Secuencia básica
La secuencia básica está compuesta por: antecedentes, conducta y consecuentes.
Se consideran antecedentes aquellas situaciones en las que ocurre una conducta particular.
Las consecuencias son el impacto que tiene la conducta sobre las relaciones sociales, u otros
resultados personales en relación con el entorno. No solo las consecuencias controlan la conducta,
también los estímulos ambientales que la anteceden.
Aunque la mayoría de las aplicaciones de los principios del condicionamiento operante se han
centrado en las consecuencias, también se han desarrollado principios para explicar la relación entre
antecedentes y la conducta emitida.
El control de estímulos se produce cuando las consecuencias que siguen a la conducta solo se dan en
presencia de unos estímulos antecedentes y no de otros.
➔ Extinción: Dejar de reforzar una conducta previamente reforzada y, que como consecuencia
disminuye su frecuencia o probabilidad.
Estos principios que sustentan todas las técnicas operantes, se diferirán en función del tipo efecto
conductual que se persiga
Clarificación de términos
➔ El refuerzo es el proceso de aprendizaje, aumento de la probabilidad de la conducta por su
asociación con un cambio estimular tras su emisión. No en todos los casos aumenta la
probabilidad de la conducta.
➔ El reforzador es el estímulo concreto (tangible, simbólico, etc.) que se utiliza para que se
produzca el reforzamiento positivo o negativo.
Reforzamiento positivo
El reforzamiento positivo ocurre cuando una conducta se incrementa ante la presentación de un
estímulo gratificante o agradable como consecuencia de la realización de la misma.
La diferencia fundamental con la recompensa o premio es que para que podamos hablar de
reforzamiento es necesario que se incremente la conducta que le precede, mientras que en el premio
la presentación de un estímulo ante una respuesta no necesariamente hace más probable que se repita
nuevamente la respuesta. Cuando se hace contingente un estímulo gratificante con la emisión de la
conducta meta, sólo se puede asumir que la consecuencia suministrada era un reforzador si la
incrementa.
La cuestión de si un determinado premio es un reforzador positivo sólo se puede responder
empíricamente, es decir, cuando se comprueba que aumenta la frecuencia de la conducta con su
aparición tras ella
Hay que tener en cuenta que no todos los estímulos son igualmente gratificantes para todas las
personas (p.e., no a todos los niños les gustan mucho los caramelos), ni cuando lo son para un
individuo, lo son de forma similar en todas las circunstancias (p.e., pueden gustarle los caramelos pero
no tiene por qué apetecerle en cualquier momento).
Por lo tanto, es imprescindible observar los efectos del estímulo agradable o placentero seleccionado
sobre una conducta antes de poder afirmar que está funcionando como reforzador positivo. Es decir,
hay una necesidad de determinación empírica de los reforzadores.
➔ Primarios o incondicionados: relacionados con las necesidades básicas del ser humano. Ej:
sexuales, alimentarias, descansos…. Estos no siempre mantienen su valor reforzante, pues
varía según las necesidades del individuo (p.e., si se tiene hambre, la comida es un reforzador
potente, pero si se está saciado, esta no actuará como tal)
➔ Secundarios o condicionados: son los más extendidos en los seres humanos. Son
secundarios porque no van asociados a las necesidades básicas. Estos son inicialmente neutros
pues adquieren su valor reforzante al asociarse repetidamente con estímulos primarios (p.e.,
comida/elogio) y otros estímulos que ya son reforzantes (p.e., juguete/elogio).
Si los reforzadores condicionados están asociados con varios reforzadores se les denomina
reforzadores condicionados generalizados (p.e., dinero, elogio, aprobación, afecto). Estos se
han adquirido mediante aprendizaje y van asociados a diversos reforzadores (p.e., comida,
sonrisa, entrega de objetos, actividades reforzantes, etc.)
➔ Reforzadores tangibles: son objetos materiales que pueden ser tanto primarios como
secundarios. P.e., comida, ropa, juguetes, aparatos electrónicos, cromos.
➔ Reforzadores sociales: son de los más poderosos para incrementar y mantener conductas,
tanto en niños como adultos (p.e., atención, valoración, aprobación, reconocimiento). Estos
se pueden suministrar tanto verbalmente como con contacto físico.
➔ Actividades reforzantes: son actividades placenteras (p.e., ir al cine, jugar, escuchar música,
ir de compras) que realiza una persona que se pueden utilizar como reforzador.
También puede darse que actividades no especialmente gratificantes pero que se suelen llevar
a cabo con frecuencia, se utilicen como reforzador de conductas/actividades cuya frecuencia
es menor y se desea incrementar (p.e., ponerse el cinturón antes de conectar la radio, etc.)
➔ Principio de Premack: si existen dos respuesta de un individuo, una de ellas con alta
probabilidad de aparición (p.e., merendar) y otra con baja (p.e., recoger el cuarto) puede
utilizarse la primera como reforzadora de la segunda. Incrementa conductas que no son
frecuentes/apetecibles combinándolos en contingencia con otros que sí. Ej: primero haz la
tarea y después juegas a la play.
Reforzamiento negativo
El reforzamiento negativo hace referencia al aumento de probabilidad de que se repita una conducta
al retirar un estímulo aversivo inmediatamente después de que se ha realizado la conducta.
La respuesta emitida por el individuo elimina un estímulo aversivo que hasta entonces estaba
presente, con lo cual, la ocurrencia futura de esta respuesta se incrementa (p.e., a un niño no le gusta ir
al colegio, llora y como consecuencia de ello no lo llevan y le dejan en casa). Esto provoca que se
incremente su conducta de llanto, puesto que con ello evita ir al colegio.
En las fobias, el reforzamiento negativo puede ser una de las principales causas de su mantenimiento
(p.e., si persona que teme volar, no coge aviones y reduce con ello su ansiedad está reforzando
negativamente su conducta evitativa)
Al igual que en el reforzamiento positivo, no todos los estímulos o situaciones son igualmente
molestos o desagradables para todas las personas, y aunque lo sean para un individuo concreto, no
tiene por qué serlo en todas las situaciones. Por tanto, el reforzador negativo se define también por su
capacidad de incrementar la conducta a la que es contingente.
Programas de reforzamiento
Los programas de reforzamiento son las reglas que describen cómo fomentar, incrementar y mantener
una conducta en función de la aplicación de los reforzadores una vez emitida la conducta. Existen dos
tipos de programa con efectos diferentes sobre la conducta:
Programas de razón
Conviene reforzar no en cada ocurrencia de la conducta deseada, sino cuando el individuo ya la ha
realizado en varias ocasiones.
P.e., una vez adquirido el hábito mediante ref. continuo, para mantener la conducta, sería
conveniente aplicar el reforzador durante 20 días, pero en lugar de todos los días, se puede
organizar en cuatro ocasiones, cada 5 veces que se los lave.
P.e., en lugar de reforzar cada 5 veces lo hacemos manteniendo el promedio de 5 pero no cada
cinco conductas. sino cuando la ha llevado a cabo 5, 7, 12, 20
Programas de intervalo
En muchas ocasiones puede ser más útil reforzar cada ciertos intervalos temporales
➢ Programas de intervalo fijo: contingente con cierto intervalo temporal fijo, se refuerza cada
ciertos intervalos temporales, estando el espacio de tiempo claramente establecido y fijo, no
se cambia. P.e., cada 10 minutos.
Los programas de reforzamiento intermitente pueden combinarse entre sí. Un ejemplo son los
programas de reforzamiento diferencial de tasas altas o bajas. Los programas de
reforzamiento de tasas altas se utilizan para obtener un número alto de respuestas en un
intervalo corto de tiempo. Mientras que los programas de reforzamiento de tasas bajas se
utilizan cuando el objetivo es que se emita un número pequeño de respuestas en un intervalo
largo de tiempo.
La elección del programa de reforzamiento está en función de las tres etapas del aprendizaje.
Se utiliza un programa continuo para instaurar la conducta, intermitente para mantenerla.
En la fase de retirada de los reforzadores, los programas de reforzamiento intermitente son más
resistentes a la extinción de la conducta reforzada que los programas de reforzamiento continuo. Por
lo que la ventaja de este es que produce conductas más resistentes a la extinción.
El moldeamiento
Consiste en el reforzamiento de los pequeños pasos o aproximaciones que conducen hacia una
conducta meta.
El reforzamiento inicial de las aproximaciones sucesivas se lleva a cabo tanto con las respuestas o
conductas que son componentes de la respuesta final como con respuestas que se asemejan a alguno
de sus componentes. A través del reforzamiento de las aproximaciones se va alcanzando gradualmente
la conducta meta final.
El moldeamiento se utiliza tanto para instaurar conductas simples (p.e., palabras) como conductas o
acciones complejas (p.e., aprender hábitos de estudios)
El moldeamiento se puede llevar a cabo reforzando diferentes aspectos de la conducta final
➔ Topografía, como puede ser la configuración espacial, forma (p.e., aprender a coger una
cuchara)
➔ Latencia, es el tiempo que media entre la presentación del estímulo y la emisión de una
respuesta (p.e., tardar cada vez menos tiempo en vestirse
➔ Intensidad, la fuerza física necesaria para llevar a cabo una conducta (p.e., aprender a levantar
cada vez más peso)
El encadenamiento
La mayoría de conductas están compuestas por una secuencia de varias respuestas que siguen un
orden y forman una cadena. Las respuestas concretas que componen la cadena generalmente
representan respuestas individuales que ya existen en el repertorio del sujeto.
- Presentación de la cadena total.
- Reforzar la conducta molecular.
- Incrementar el reforzamiento de conductas moleculares.
Ejemplos de actividades compuestas por una cadena: aprender a tocar correctamente un instrumento
musical, conducir.
El encadenamiento es la forma de conectar los distintos eslabones de una cadena, que pueden estar
compuestos por conductas simples o por conductas o actividades complejas.
a. Presentación de la cadena total: se muestra la secuencia total que se requiere para llegar a la
conducta y se entrena a la persona en cada uno de los pasos del primero al último. En cada
ensayo se entrena todos los pasos
b. Encadenamiento hacia delante: se enseña el paso inicial de la cadena, cuando se realiza
correctamente se enlaza con el paso 2 y así sucesivamente hasta llegar a la conducta meta.
Los pasos se van sumando hasta llegar a componer la cadena final
c. Encadenamiento hacía atrás: definidos todos los paso que componen la cadena el
entrenamiento se realiza comenzando por la conducta meta y se van añadiendo las conductas
que le van precediendo, a medida que se realiza correctamente en cada ensayo, hasta llegar al
eslabón inicial. Reforzar la última conducta de un conjunto de conductas que le llevan a la
conducta final. Ej: un niño pone la mesa y siempre se le olvida de poner un último vaso, le
dicen que lo ponga al final y ya esa conducta se mantiene cada vez que pone la mesa.
Moldeamiento Encadenamiento
Instigación / Atenuación
La instigación como guía se utiliza para enseñar conductas que sólo mediante las aproximaciones
sucesivas o el encadenamiento resulta difícil adquirir. Enseña conductas a través de facilitadores
(prompts), que resulta difícil de adquirir solo por aproximaciones sucesivas o encadenamiento.
Desarrollar una conducta se facilita mediante el empleo de señales, instrucciones, gestos, direcciones,
ejemplos y modelos para iniciar la respuesta. Los instigadores ayudan a iniciar una respuesta y a que
se lleve a cabo. Los instigadores sirven como estímulos antecedentes (p.e., instrucciones y gestos) que
ayudan a generar la respuesta.
Los inductores suelen utilizarse cuando se lleva a cabo el proceso de moldeamiento, pero sobre todo
en el proceso de aprendizaje por encadenamiento.
Las instigadores además de facilitar y servir de guía para iniciar o llevar a cabo una acción, son un
procedimiento de intervención en sí mismo. P.e., órdenes, instrucciones, reglas sociales/ éticas son
intervenciones que tienen un efecto directo.
➔ RD de tasas bajas de respuesta: cuando la conducta inadecuada es muy alta o cuando hay
pocas alternativas en el repertorio habitual del individuo, el reforzamiento diferencial de
conductas alternativas puede no ser muy efectivo. Por lo que se refuerza cuando se reduce la
frecuencia de emisión. Es conveniente utilizarlo con niños hiperactivos que están todo el rato
levantándose de la mesa
Entre sus desventajas se encuentra la lentitud en la reducción de la conducta problema. Esta mayor
lentitud puede deberse a tres factores:
La extinción consiste en dejar de reforzar una conducta previamente reforzada. Se suelen llevar a cabo
con conductas que se mantienen por reforzamiento positivo, aunque también se utiliza para la
reducción de conductas mantenidas por reforzamiento negativo.
Para que funcione es necesario que estén claramente identificados los reforzadores que mantienen la
conducta.
En ocasiones no resulta fácil identificar los reforzadores porque pueden provenir de diferentes fuentes.
Cuando la fuente de reforzamiento es múltiple, el proceso de extinción de la conducta problema puede
resultar difícil. Por lo tanto, es difícil la identificación clara y precisa de los reforzadores.
Cuando el programa de reforzamiento es continuo, el proceso de extinción se suele llevar a cabo con
mayor rapidez que cuando el programa de reforzamiento es intermitente. Del mismo modo que si el
programa de refuerzo es intermitente, la extinción es más costosa, mayor será también la resistencia
de la conducta reforzada a la extinción.
Además, cuanto mayor es el reforzador y el tiempo de administración, más cuesta la extinción Cuanto
mayor sea la cantidad de reforzador y el tiempo durante el cual se ha suministrado, mayor será la
resistencia a la extinción.
Imprescindible:
- Conocer con precisión y certeza qué reforzador mantiene la conducta.
- Poder retirarlo siempre que aparezca la conducta (sino, el efecto contrario: incremento de la
conducta indeseable dado que pasamos a un programa de reforzamiento de intervalo o razón
variable, en vez de un programa de extinción).
La extinción es más rápida y eficaz cuando se refuerza, a la vez, una conducta incompatible o
alternativa. Razones:
- La identificación de los reforzadores que mantienen la conducta a extinguir puede ser menos
estricta ya que el incremento de la conducta alternativa facilita la reducción de la conducta
problema
Castigo
Skinner y Fester (1944, 1957): con la aplicación de estimulación punitiva no se produce cambio real
en el comportamiento (“la curva del castigo”). Es más efectivo el reforzamiento de conductas
incompatibles.
Church (1963): en su artículo “The varied effects of punishment on behavior” (Los efectos variados
del castigo sobre el comportamiento) publicado en Psychological Review pone en entredicho las
afirmaciones de Skinner y Fester sobre los efectos del castigo.
El castigo, hace referencia a la reducción de la frecuencia futura de una conducta cuando tras su
emisión se presenta un estímulo aversivo o se retira un estímulo positivo de manera contingente a la
conducta (contingente no es contiguo, significa que el individuo es capaz de asociar que ese estímulo
punitivo aparece siempre que se da el comportamiento inadecuado y solo por la realización de ese
comportamiento inadecuado). Por ejemplo, las sanciones.
La mera introducción de un estímulo aversivo a la simple retirada del estímulo positivo no se
considera castigo a no ser que lleve aparejado la reducción efectiva de la conducta. Es castigo sólo si
se reduce la frecuencia de la conducta. Requisitos:
2. Que no existen otras técnicas más eficaces y con menor coste emocional para tratar la
conducta meta.
a. Las técnicas basadas en el castigo son la última elección terapéutica. Siempre hay
que sondear y sopesar si otras técnicas pueden alcanzar los mismos objetivos, aunque
el camino sea más largo, costoso en tiempo y recursos.
Condiciones imprescindibles:
1. Elección de la estimulación punitiva, garantizando que dicha estimulación cumple todos los
criterios éticos y legales.
4. La estimulación debe ser intensa desde la primera aplicación y mantener esa intensidad
durante todo el proceso terapéutico. No puede ser una estimulación débil u incrementando la
intensidad progresivamente, de menos a más (el cuento de la rana).
6. El castigo siempre debe ser acompañado de técnicas que fomenten respuestas incompatibles
con la conducta a erradicar.
Castigo positivo
Reducción de la frecuencia futura de una conducta cuando tras su emisión se presenta un estímulo
aversivo. Dos tipos de estímulos negativos:
1. Estímulo aversivo primario o incondicionado: carácter aversivo universal (p.e., dolor, ruidos
fuertes, etc.).
2. Estímulo aversivo secundario o condicionado, por asociación con los anteriores (p.e., insultos,
descalificaciones, etc.)
La capacidad del estímulo para actuar como castigo depende de quién sea quien lo dispensa, en
presencia de quién, por qué conducta, y que pierde. Por ello, el efecto en la reducción de la conducta
es más importante que el grado de aversión que pueda atribuirse.
Castigo negativo
El castigo negativo consiste en la retirada de los estímulos positivos. Existen dos tipos de retirada de
estímulos positivos:
1. Tiempo sin (fuera de) reforzamiento: consiste en que la persona no tenga acceso a ninguna
actividad reforzante. Se suele utilizar con niños
- Como la extinción persigue el mismo fenómeno a través del mismo mecanismo, pero
se aplica cuando se desconoce o no se tiene suficientes garantías de cuál es el
reforzador que está manteniendo la conducta.
2. Coste de respuesta: pérdida de un reforzador positivo del que dispone el individuo (ej:
retirada de puntos del carnet de conducir). Conviene reforzar la conducta adecuada, a la vez.
Retirada de un reforzador previamente ganado.
Clasificación clásica que le gusta al profe para las técnicas operantes para la reducción o eliminación
de conductas:
➔ Castigo.
➔ Retirada de reforzadores o mantenedores de la conducta.
- Aislamiento de reforzamiento (time-out). Explicado arriba.
- Coste de respuesta. Explicado arriba.
- Extinción. Explicado arriba.
➔ Incremento masivo (de reforzadores o mantenedores de la conducta).
- Saciación. Explicado abajo.
- Práctica negativa. Explicado abajo.
- Hipercorrección. Explicado abajo.
Saciación: presentación o consumo repetido de un estímulo gratificante hasta que pierde su valor
como reforzador. Estimulación pasiva.
- Esta técnica fue usada como una de las primeras estrategias para dejar de fumar.
- Empleada en otro tipo de adicciones y en problemas alimentarios, como técnica de choque o
coadyuvante.
Práctica negativa: repetición de forma reiterada y masiva de una conducta hasta que dicha conducta
alcanza niveles altos de displacer o cansancio.
- Una de las técnicas de elección en los problemas de comportamientos repetitivos, como es el
caso de los tics.
2. El castigo debería ser administrado cada vez que ocurre la conducta inadecuada.
5. El castigo ha de ir precedido por un aviso de advertencia para que se produzca una asociación
entre la conducta a eliminar el castigo.
La mayoría de los estudios se han llevado a cabo en el laboratorio y con castigo positivo. Aunque, se
pueden extrapolar tanto a la aplicación clínica del castigo positivo como negativo.
➔ Programa de aplicación: más efectivo cuando se utiliza de forma continúa cada vez que se da
la conducta problema. Si la conducta es de alta frecuencia o compleja si puede ser
conveniente un programa de castigo intermitente. A mayor proporción de respuestas
castigadas, mayor es su reducción
➔ Fuente de reforzamiento: el efecto del castigo puede verse contrarrestado por potencial
reforzamiento que puede estar recibiendo la conducta que se desee eliminar. Por lo que es
esencial conocer las fuentes de reforzamiento que mantienen dicha conducta
➔ Agresión: contra la persona que lo está utilizando. Se suele utilizar frente al castigo físico o
ante la agresión verbal
➔ Castigo modelado: el individuo que lo recibe aprenda por experiencia directa de sus efectos y
por modelado, a utilizarlo como procedimiento eficaz para modificar conductas de otros.
Especialmente importante cuando se aplica el castigo físico.
Sobrecorrección o hipercorrección
Realización de tareas que exigen algún tipo de esfuerzo pero que no se consideran técnicas de castigo,
porque no son aversivas ya que no introducen un estímulo aversivo ni conducen a la pérdida de un
reforzador positivo.
Realización de una conducta de forma reiterada nada más producirse la conducta inadecuada y que
sirva de reparación o resarcimiento. Ej: introducción típica de Los Simpsons en las que aparece Bart
copiando muchas veces una frase en la pizarra.
La sobrecorrección es una penalización por llevar a cabo una conducta inadecuada que tiene dos
componentes:
➔ La restitución consiste en corregir los efectos negativos causados por la conducta inadecuada.
➔ La práctica positiva implica llevar a cabo repetidamente, incluso de forma exagerada, una
conducta adaptativa apropiada.
La sobrecorrección cumple una función educativa al incluir como parte de la técnica de entrenamiento
en la práctica de conductas alternativas o incompatibles con la conducta inapropiada. Se suele aplicar
inmediatamente después de realizar la conducta problema, pero sigue siendo efectiva si se demora su
aplicación.
Se trata de que las conductas deseables siempre reciban una consecuencia positiva sin tener que estar
continuamente dispensando los distintos reforzadores para cada conducta
➔ Reforzadores concretos por los que se pueden intercambiar las fichas o puntos obtenidos
➔ Indicación clara detalladas de las reglas del programa, incluyendo cuándo se van a entregar y
cuando se cambiarán por reforzadores
Las fichas se pueden entregar cada vez que se realice la conducta deseada para incrementarla, o
entregarlas todas al inicio del programa retirándose tras la realización de la conducta problema. (R.
positivo + coste de respuestas)
Los programas basados en el coste respuesta se suelen usar cuando el número de conductas
perturbadoras y la posibilidad de que hagan es alto.
Este tipo de programa es un importante reforzador, pues supone transmitir confianza inicial e
incrementa la motivación de no realizar la conducta problema para tratar de conservar las fichas de
partida.
Recomendaciones de la aplicación
➔ Los reforzadores han sido bien seleccionados. Concretar con precisión qué comportamientos
vamos a potenciar o eliminar. No sirve poner como comportamiento a fomentar, por ejemplo,
“ser puntual”. Deberíamos explicitar en que momentos y circunstancias la persona debe estar
a una determinada hora en un lugar determinado.
➔ Especificar el comienzo y la duración de la técnica, así como los agentes que van a velar por
su cumplimiento.
➔ Que se maneje correctamente la demora del refuerzo. Al principio conviene que se entreguen
las fichas muy frecuentemente y que se puedan cambiar rápidamente por reforzados. A
medida que se avanza, interesa que se acumulen fichas para que adquieran más valor
simbólico y dependan menos del reforzador tangible.
➔ El programa debe ir retirándose paulatinamente, de modo que se transfiera el valor reforzante
de las fichas a la propia realización de la tarea o conducta.
Si no se tienen en cuenta estos puntos puede que la conducta solo se mantenga mientras dure el
programa.
➔ Permite cuantificar la entrega del reforzador de manera que a mejor ejecución o mayor
número de conductas mayor sea el refuerzo según la propia valoración del individuo.
➔ Evita que se produzca el fenómeno de la saciación al poder intercambiar las fichas por varios
reforzadores.
➔ Igual que la ficha se asocia a muchas conductas y se puede cambiar por muchos reforzadores,
va a quedar asociada a su vez a otros reforzadores secundarios, que van a seguir presentes
cuando el reforzador tangible finalmente se retire.
Hay una mayor utilización de estos programas en instituciones psiquiátricas, centros de rehabilitación
juvenil, instituciones de discapacidad intelectual, centros para modificar conductas perturbadoras en
clase o mejorar el rendimiento académico, ambiente familiar y en general con niños pequeños
➧ Contratos de contingencias
Un contrato de contingencias es un acuerdo, por lo general escrito, en el que se especifican las
conductas que se desea instaurar o eliminar y las consecuencias que le acompañaran.
➔ Nunca debe hacerse un contrato que no pueda observarse o registrarse. Hay que especificar
siempre com y cuándo se va a medir la conducta objeto del contrato
➔ Tan pronto como se cumpla, se debe administrar la recompensa. La demora resulta perjudicial
para la adquisición y en niños y adolescentes el adulto siempre debe cumplir su parte del
contrato
Otras recomendaciones
➔ Que la conducta exigida es comprensible y que la persona es capaz de realizarla
➔ El contrato debe ser justo y negociado
➔ En lo posible, la petición de la conducta a lograr debe hacerse en positivo. También es
preferible pedir una conducta incompatible que centrarse en reducir la problemática.
➔ Debe empezarse por recompensas pequeñas, motivadoras y reservar los reforzadores mayores
para metas finales que supongan el logro de las anteriores
➔ El contrato debe ser revisado y utilizarse variando su contenido y condiciones en función del
progreso
➔ Ayuda y facilita el compromiso, la redacción escrita del contrato y las firma de las personas
involucradas