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Según el comportamiento específico que se quiera trabajar, el objetivo a alcanzar será diferente
y, por lo tanto, el cambio de conducta cumplirá una función diferente. Entre las prácticas más
usuales de este método encontramos los siguientes:
Superar fobias: esta técnica también se emplea para superar o gestionar episodios
traumáticos o fobias, mediante el refuerzo y el castigo ante las diferentes conductas.
Importancia:
A medida que estudiamos al ser humanos observamos que su conducta está relacionada con los
factores extrínsecos e intrínsecos de su propio ser y el ambiente externo.
Por tanto, la conducta tradicional va de la mano con el comportamiento de otras personas y
el desarrollo personal que han logrado los individuos para confrontar diversas situaciones de la
vida diaria. La conducta suele basarse en acciones que procuran el bienestar de quien las realiza.
Desarrollado por B.F Skinner, el condicionamiento operante es una forma de aprender por medio
de recompensas y castigos. Los estudios sobre el condicionamiento clásico dieron lugar a la
aparición de otras teorías que pueden explicar el comportamiento y el aprendizaje, y una de ellas
es el condicionamiento operante. Como conductista, Skinner creía que sólo las causas externas
de comportamiento debían ser consideradas.
El término «operante» fue utilizado por Skinner con el fin de darnos una buena visión general de
su teoría.
Refuerzo:
El refuerzo es un proceso de incrementación de la frecuencia o tasa de ocurrencia de una
determinada conducta, por medio de un estímulo presentado poco después de su
manifestación. Al evento que intensifica la probabilidad de que el comportamiento se repita se le
denomina reforzador. El refuerzo positivo fortifica la probabilidad de un comportamiento por
medio de la adición de algo. Reforzadores negativos, por otra parte, son la eliminación de los
estímulos desfavorables después de la presentación de un comportamiento.
Castigo:
En contraste con el refuerzo, el castigo es un proceso en el que un estímulo es dado después de la
presentación de un comportamiento causando la disminución de la probabilidad de que éste
ocurra nuevamente. El castigo negativo, también conocido como castigo por eliminación, se
produce cuando un evento o resultado favorable se retira después de que un comportamiento se
produce. Castigo negativo, por otro lado, es la eliminación de algo que es favorable, con el fin de
disminuir la probabilidad de que vuelva a ocurrir ese comportamiento.
Hasta ahora no hemos demostrado exactamente qué experiencias históricas son necesarias para
que la conducta ocurra. El hecho de que la experiencia obtenida en el pasado con la secuencia
ruido-carrera-comida sea en parte responsable de la conducta presente, puede establecerse
experimentalmente mediante dos métodos igualmente probables. Uno de ellos sería cambiar la
experiencia del perro y ver si esto resulta en algún cambio en su conducta. Si la conducta del
perro no cambia en nuestro experimento, seguramente habremos hecho una suposición incorrecta
acerca de los determinantes históricos de la conducta.
En toda ciencia se asume para facilitar su estudio, la definición de conceptos con términos
asociados que permiten un manejo de los elementos que constituyen el contenido del
conocimiento a tratar.
Para el análisis de la conducta se establecen las definiciones de sus conceptos básicos surgidos a
través de los condicionamientos, considerados estos en sí mismos como una ciencia
experimental. A partir de esto, se cuenta con elementos que permiten un enfoque específico de
cada momento en que se manifiesta la conducta de un organismo en comunión con el medio
ambiente de interacción. Esto se logra por medio de técnicas y estrategias apoyadas en un
conjunto de principios experimentales sostenidos por el método científico.
CONCEPTOS BASICOS DE CONDUCTA
Estímulos:
Estímulos: son los eventos ambientales que afectan la conducta con un efecto inmediato o
posterior. Todos los estímulos reciben el nombre de neutrales cuando no provocan ningún efecto
sobre la conducta, sin importar la posición que ocupen en una situación determinada, si aparecen
antes, acompañan o van después de ella.
Tipos de eventos ambientales o estímulos: evocadores y reforzadores.
Estímulos evocadores: son los eventos ambientales que aparecen antes que la respuestas y
provocan las respuestas fijas estereotipadas llamadas respondientes.
Tipos de estímulos evocadores: condicionados, incondicionados y disriminativos.
Estímulo condicionado: es cualquier estímulo neutral previo que haya asumido el organismo
sistemáticamente a través de un condicionamiento o de forma natural y conveniente para dar
respuesta a otro estímulo que es el responsable de su respuesta final.
Estímulo incondicionado: es el estímulo evocador por excelencia, no necesita condición o de
experiencia previa con el organismo para provocar su respuesta, regularmente aparece antes de la
respuesta respondiente.
Estímulo discriminativo: precede y acompaña la respuesta, es un estímulo condicionado cuando
ya se ha establecido en el organismo y éste lo reconoce y lo sigue para dar su respuesta final.
Estímulos reforzadores: Son los eventos ambientales que aparecen después de la respuesta
como consecuencia de la misma aumentando la probabilidad de que el organismo repita esa
respuesta nuevamente para recibir su estímulo reforzador.
Tipos de reforzadores: positivos, negativos, primarios y secundarios. Definen sus nombres en
términos de sus efectos sobre la conducta a la que de inmediato siguen.
Reforzador positivo: es un estímulo que aparece después de la respuesta cuando se lleva a cabo
reforzamiento positivo, de manera sistemática a través del condicionamiento y/o de forma casual
o accidental.
Reforzador negativo: contrario al positivo desaparece después de la respuesta, cuando se lleva a
cabo un reforzamiento negativo.
Reforzador primario: es un tipo de reforzador positivo del cual se diferencia por estar
directamente relacionado con la homeostasis o conservación del sistema orgánico del individuo
(alimentos, agua, sexo).
Reforzador secundario: estos eventos ambientales refuerzan la conducta solo por su asociación
con el reforzador primario, y tiene las características del estímulo que le sirve de base, por lo que
pueden ser positivos o negativos (con el dinero por ejemplo: se compra alimentos).
Condicionamientos:
Condicionamientos: son procesos de conducta llevados a cabo por los organismos o provocados
experimentalmente de forma sistemática en el laboratorio dentro de un arreglo temporal y fijo
para controlar la respuesta un organismo.
Tipos de condicionamientos: operante o instrumental y clásico o respondiente. Tienen como
base en el tipo de conducta y su relación con los eventos ambientales.
Condicionamiento operante: Es un proceso de conducta en el cual la frecuencia con que en un
momento dado ocurre una conducta operante, se modifica o se altera a causa de su consecuencia.
Condicionamiento respondiente o Clásico: Proceso conductual en el cual una respuesta
respondiente o refleja es provocada por un estímulo nuevo, que le fue presentado varias veces
sistemáticamente junto al estímulo evocador .
Subprocesos dentro de los condicionamientos:
Procesos donde se combinan dentro de un condicionamiento los eventos ambientales con la
conducta con propósito del experimentador o naturalmente por la interacción del organismo con
su medio ambiente.
Reforzamiento: proceso que consiste en quitar o adicionar eventos ambientales en el medio
ambiente de un sujeto para afectar su conducta, dando como resultado la adquisición y extinción.
Adquisición: se manifiesta como un incremento en la frecuencia con la cual ocurre una respuesta
operante o la aparición de una nueva que antes no se había observado en el repertorio del
organismo.
Extinción: Es la desaparición de la respuesta de un organismo cuando deja de ser reforzada en
un momento determinado.
Se puede describir este tipo de conducta diciendo que tiene sentido voluntario que ese sentido se
dirige a un objetivo y que dará lugar a unas consecuencias.
La relación entre la conducta y el reforzador es lo que en términos conductistas se conoce como
“contingencia”. aparece en el sujeto como consecuencia de los acontecimientos precedentes (la
asociación entre el estímulo incondicionado y el estímulo neutro) y es más sencilla que la
conducta operante pues consiste básicamente en respuestas glandulares o de los músculos de
fibra lisa. Su base fisiológica es el sistema nervioso autónomo.
RELACIO:
permitiendo jugar con factores como El propósito, permitiendo referirnos a variables que
controlan el comportamiento y genera cambios en el.
Conducta respondiente
Uno de los ejemplos más claros de respuesta incondicionada es la famosa teoría de Pavlov que se
sostenía en los perros y en cómo estos proceden a salivar cuando tienen delante alimentos. Por
ese motivo, comenzó a trabajar pues percibió que esos canes no sólo se comportaban de esa
manera, salivando, como una forma de poder satisfacer las necesidad biológicas que
tenían, alimentarse, sino también como una manera de actuar después de un aprendizaje.
Respuesta es la contestación que una persona brinda a otra cuando es llamada o requerida. La
idea de respuesta condicionada está relacionada con una forma de aprendizaje por asociación. El
sujeto aprende a brindar una cierta respuesta después de un determinado estímulo. Para
comprender con mayor facilidad cómo funcionan las respuestas condicionadas resulta muy útil
estudiar lo que se denomina respuesta incondicionada.
Una respuesta condicionada, por ejemplo, puede ser el miedo a los perros. De esta manera, al
enfrentarse a un perro, dará una respuesta condicionada.
Condicionados: Son estímulos que provocan ciertas respuestas sólo porque alguna vez
en el pasado se asociaron con estímulos incondicionados. (por ejemplo un niño que va a
acariciar un perro se asusta con su ladrido, en el futuro la sola visión del perro le puede
producir temor aún sin el ladrido).
Como se dijo la conducta respondiente tiene un componente más fisiológico e implica a una
parte importante del llamado “sistema nervioso autónomo”.
En el estudio de cualquier secuencia comportamental se encuentran generalmente los dos tipos
de condicionamiento, operante y respondiente. El componente respondiente de las emociones es
esa activación fisiológica que denominamos “conducta emocional” y de la cual se hablará en
artículos sucesivos.
Dado que debemos esperar a que ocurra una respuesta para que la podamos reforzar, parecerá
imposible crear nuevas conductas operantes.
No obstante, la conducta operante nueva o que no existe en el repertorio de un organismo, puede
ser creada mediante un proceso llamado moldeamiento, el cual emplea una combinación de
reforzamiento y de no-reforzamiento, para cambiar las respuestas simples ya existentes en
respuestas nuevas más complejas. Para poder entender cómo se lleva a cabo el moldeamiento y
cómo es que éste funciona, debemos considerar antes algunos efectos del reforzamiento y de la
ausencia de reforzamiento sobre la conducta.
El reforzamiento afecta no solo la frecuencia de las respuestas, sino también afecta su topografía.
La topografía se refiere a la naturaleza de las respuestas que en un conjunto componen a una
operante. De ese modo, el reforzamiento modifica la forma exacta, la fuerza y la duración de
varias respuestas sucesivas, aún cuando cada respuesta reforzada cuente como una ocurrencia
equivalente de la operante, cualquiera que sea su forma particular, su fuerza o su duración. Por
ejemplo, en la operante de presionar una palanca, la respuesta que oprime la palanca involucra a
la pata izquierda o a la derecha del animal, también a un apretón fuerte o débil, corto o
prolongado. Cada vez que se refuerza una variación en la topografía, ya sea por casualidad o por
la estructura del organismo o del aparato que se usa, ésta última topografía será la predominante.
En virtud de esto, si un organismo emite varias respuestas de palanca cortas y enérgicas en forma
sucesiva, y cada una es reforzada, la clase de respuestas que integren a esa operante contendrá
una copiosa cantidad de ocurrencias cortas y enérgicas. Por lo tanto, el reforzamiento no solo
incrementa la frecuencia de la operante de presionar la palanca, sino que también cambia la
topografía de las respuestas.
La extinción puede llevarse a cabo sólo después de que haya sido establecida una respuesta o una
asociación utilizando condicionamiento pavloviano o instrumental. El objetivo es revertir los
efectos de la adquisición, pero raramente se alcanza y en la mayoría resultan
imposible. Fenómenos como la recuperación espontánea, la renovación y el restablecimiento
muestran que la extinción no elimina lo que se aprendió de forma original.
El reforzamiento parcial o intermitente permite a los organismos aprender sobre la falta de
recompensa de manera que les sirva para inmunizarse frente a los efectos de la extinción, como
demuestra los estudios acerca del momento conductual.
La extinción implica la omisión del EI o reforzador. El olvido, por el contrario, es una
disminución de la respuesta condicionada que se da por la ausencia prolongada de experiencia
con el estimulo condicionado o con la respuesta instrumental.
La extinción no siempre funciona en la terapia de conducta, los avances sugieren que los fallos
en la extinción reflejan las limitaciones normales de la misma. La extinción no revierte los
efectos de la adquisición, en lugar de ello, implica el aprendizaje de algo nuevo que se superpone
sobre lo que se aprendió antes.
La recuperación espontánea es un término asociado por primera vez con Ivan Pavlov y un
proceso de aprendizaje llamado condicionamiento clásico . Pavlov llevó a cabo una serie de
experimentos en los que el objetivo era aprender y entrenar respuestas condicionadas. A partir de
sus experimentos, descubrió que la recuperación espontánea era la reaparición de una Respuesta
Condicionada (CR) que se había extinguido. En otras palabras, ya no ocurrió. Específicamente,
Pavlov descubrió que la recuperación espontánea puede ocurrir después de un período de no
estar expuesto al estímulo condicionado (CS). Este período se llama espontáneo porque la
respuesta parece reaparecer inesperadamente.
El terapeuta puede reforzar comportamientos específicos del paciente para que este los realice
con más frecuencia. Si el paciente realiza adecuadamente una tarea que le asignó el terapeuta,
éste puede reforzar al paciente señalando en forma específica los aspectos positivos que el
paciente ha alcanzado en la actividad.
Siempre que hacemos algo que es seguido muy de cerca por un hecho fortuito que consideramos
dichoso, tendemos a repetir la acción, aunque, lógicamente, la buena suerte tenida no haya sido
producto directamente de lo que hicimos previamente.
Los parámetros se encuentran afectados por variables cuya aparición y actuación puede
presentarse antes o durante la extinción.
1. Programa de reforzamiento a la conducta operante antes de la extinción.
2. Magnitud del reforzador antes de la extinción
3. Número de reforzamientos recibidos antes de la extinción
4. Número de extinciones previas que haya tenido el organismo.
5. Nivel de motivación del organismo durante la extinción.
Estas variables influyen directa o inversamente proporcionales a la extinción de la conducta
operante. De tal manera que las tres primeras al ser más efectivas (la primera) o mayores (la
segunda y tercera) implican mayor resistencia a la extinción. En la cuarta, cuanto mayor sea el
número de extinciones previas, más rápido será la nueva extinción y en la quinta variable, cuanto
mayor sea la motivación del organismo en la conducta reforzada, producto de un nivel de
privación más intenso que el nivel de privación mantenido durante el reforzamiento, la extinción
será más lenta.
La cantidad de generalización de los estímulos se expresa por la relación que existe entre la tasa
de respuesta que prevalece en presencia de cada grupo de estímulos antes y después del refuerzo
en presencia de uno de ellos. Por ejemplo, el siguiente experimento describe la medición de
generalización de los estímulos de una paloma en diferentes colores La respuesta a medir es la de
la paloma en una tecla, y los estímulos discriminativos utilizados son la iluminación de la cámara
experimental con luces de rojo, amarillo, naranja, verde y azul Inicialmente, antes reforzando
cualquier respuesta de la paloma, procedemos a medir la tasa de respuesta en presencia de cada
uno de los estímulos, presentando a la paloma con los estímulos individualmente y contando las
respuestas que se emiten en presencia de cada uno de ellos. Las respuestas que se emiten antes
del refuerzo son infrecuentes. El número de trazos por minuto en presencia de cada uno de los
colores varía entre cero y cinco. Dado que estas tasas de respuesta suelen ser muy bajas, se ha
acostumbrado a omitir esta etapa en la medición de la generalización.
Desde la perspectiva funcional, un estímulo puede ser cualquier evento siempre y cuando su
presencia produzca alguna reacción en el sujeto. Desde la perspectiva estructural o topográfica
un estímulo puede ser exteroceptivo si proviene del medio externo, o interoceptivo si proviene
del medio interno . Un círculo rojo puede ser un estímulo unitario, pero está formado por
diferentes propiedades, como tamaño, color, tacto, velocidad a la que se mueve...
Y esas propiedades pueden ser compartidas por otros eventos que el observador etiqueta como
estímulos diferentes. Cuando un estímulo adquiere cierto control sobre la conducta todos los
rasgos que lo componen adquieren cierto grado de control, probablemente algunos más que
otros.
Esto implica que cualquier estímulo que comparta alguno de esos rasgos, también puede ejercer
cierto control sobre esa conducta del sujeto, y cuántas más o menos propiedades compartan, el
control será más o menos parecido al que ejerce el estímulo que se ha condicionado. Por tanto
aunque no hayamos tenido experiencia con algún estímulo, dependiendo de lo que se parezca a
un EI, EC o Ed, controlará nuestra conducta. Este fenómeno se denomina generalización del
estímulo y es considerada por algunos autores como una capacidad innata seleccionada por su
valor adaptativo, porque permite comportarnos de manera efectiva ante estímulos «nuevos».
Decimos que cuando se emite una conducta con más frecuencia en la presencia de un estímulo
discriminativo que en la ausencia de ese, está bajo control de estímulo. El control de estímulo es
un proceso que se da a diario en nuestras conductas cotidianas. La mayoría de las conductas que
hacemos ocurren ante la presencia de ciertos estímulos, pero estas conductas no ocurren en su
ausencia.
No son más que los eventos específicos responsables de una conducta determinada. Los
determinantes ambientales son los que permiten especificar las condiciones reales bajo las cuales
ocurre con certeza una conducta. Cuando afirmamos las causas por las que se produce una
conducta, solo son válidas estas afirmaciones si muestran lo que realmente se puede hacer bajo
ciertas condiciones para producir la conducta.
En los condicionamientos, cuando se quiere dar una explicación correcta de la conducta, se
deben especificar las condiciones del momento que en forma confiable son responsables de la
conducta que se trata de explicar. Por tanto, cuando sea posible mostrar a través de experimentos
que bajo ciertas condiciones los cambios provocados en el medio ambiente donde se manifiesta
la conducta producen cambios en la misma, estaremos mostrando control sobre ella. El control
real de la conducta, es lo que nos permite manipular y modificar el ambiente particular de una
respuesta además de que constituye la parte escencial del proceso de explicación.
A través de los condicionamientos, se demuestra como la conducta puede ser controlada por el
medio ambiente y como este último puede ser descrito en forma objetiva y detallada. La
conducta de un individuo en un momento dado, no solo está determinada por el efecto del medio
al instante de manifestarse la respuesta, sinó también por la historia previa del sujeto con ese
medio o con otros similares.
Existen dos tipos de determinantes ambientales: Histórico y comtemporáneo.
Cuando buscamos los determinantes comtemporáneos de la respuesta, a través de la observación
y experimentación, referimos el ambiente responsable de la conducta al momento de producirse,
el aquí y el ahora.
Los estímulos supraordenados son los que informan al organismo acerca de la propiedad
pertinente que es común a un grupo de estímulos. Cuando un sujeto se encuentra en presencia de
un estímulo supraordenado, el mismo le indica que una determinada propiedad y no otra será a la
cual dará respuesta, por ser la que en el pasado estableció la ocasión de reforzamiento.
Para las personas las palabras constituyen los estímulos supraordenados más comunes, y la
atención hacia ellas hace que las demás propiedades de un grupo de estímulos no logren efectos
sobre la respuesta.
La transferencia de control de estímulos ocurre cuando un estímulo discriminativo nuevo, evoca
la misma respuesta que otro estímulo discriminativo ya entrenado. La discriminación se da
cuando las conductas se emiten ante estímulos específicos y no ante otros.
Hace referencia a la capacidad de un estímulo para provocar la respuesta condicional (RC) sin
haber sido apareado expresamente con el estímulo incondicional (EI) sino con otro estímulo que
adquirió, en un momento posterior, propiedades de estímulo condicional (EC).
El presente documento se enfoca en un estudio de caso realizado a partir de una práctica formativa con la
cual se busca adquirir habilidades psicoterapéuticas para ejercer la psicoterapia. Esta técnica se define
como “Investigación empírica de un fenómeno del cual se desea aprender dentro de su contexto real
cotidiano”. Dicho en otras palabras, un estudio de caso es una herramienta investigativa que permite
conocer y comprender la particularidad de una determinada situación.
A su vez, se pretende analizar el problema cognitivo referido por su escuela a la que asiste el paciente,
teniendo en cuenta que no existe un diagnóstico dado por un profesional de la salud mental, se hace uso
de un test psicométrico que permite identificar factores indicadores de posibles alteraciones a nivel
cognitivo en el cual se encontraron dificultades en los procesos de atención y percepción. Vygotsky,
señala que “todo aprendizaje en la escuela siempre tiene una historia previa, todo niño ya ha tenido
experiencias antes de entrar en la fase escolar, por tanto, aprendizaje y desarrollo están interrelacionados
desde los primeros días de vida del niño”. De acuerdo con lo anterior, se considera pertinente conocer la
historia de vida del paciente, su desarrollo y entorno en el que creció.
Objetivos General:
Describir el proceso realizado a un paciente adolescente con problemas cognitivos y de aprendizaje
remitido por el instituto educativo al cual asiste, con el fin de brindar herramientas que permitan mejorar
las dificultades que presenta.
Objetivo específico:
Aplicar pruebas o técnicas que permitan la evaluación del paciente y así determinar el problema.
Desarrollar ejercicios que contribuyan al fortalecimiento de los diferentes niveles de atención.
Se puede observar que el paciente presenta posibles alteraciones en los procesos psicológicos básicos
(percepción y atención) de modo que su capacidad perceptiva y atencional es baja, por tal motivo se le
dificulta realizar criterios de semejanza y diferencias adecuados, no presta la suficiente atención a los
detalles. En relación con tareas que impliquen una percepción visual rápida y precisa, muestra un nivel
bajo en comparación a lo esperado.