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Este documento resume una reseña escrita por una estudiante sobre el libro "El sueño de una noche de verano" de G. Echeita, el cual trata sobre la educación inclusiva. La estudiante explica que el libro superó sus expectativas y le enseñó a entender la educación inclusiva de una mejor manera, además de refrescar conceptos aprendidos en clase como el modelo de Ainscow. También destaca que el libro enseña que la inclusión debe darse fuera de las escuelas y describe las barreras que
Este documento resume una reseña escrita por una estudiante sobre el libro "El sueño de una noche de verano" de G. Echeita, el cual trata sobre la educación inclusiva. La estudiante explica que el libro superó sus expectativas y le enseñó a entender la educación inclusiva de una mejor manera, además de refrescar conceptos aprendidos en clase como el modelo de Ainscow. También destaca que el libro enseña que la inclusión debe darse fuera de las escuelas y describe las barreras que
Este documento resume una reseña escrita por una estudiante sobre el libro "El sueño de una noche de verano" de G. Echeita, el cual trata sobre la educación inclusiva. La estudiante explica que el libro superó sus expectativas y le enseñó a entender la educación inclusiva de una mejor manera, además de refrescar conceptos aprendidos en clase como el modelo de Ainscow. También destaca que el libro enseña que la inclusión debe darse fuera de las escuelas y describe las barreras que
G. ECHEITA En primer lugar, me gustaría decir que el libro ha superado mis expectativas, ya que por el título imaginaba una historia que simplemente tratase uno de los muchos temas que la educación inclusiva abarca. Sin embargo, al leerlo he podido descubrir un gran libro que me ha enseñado a ver esta educación de una mejor forma y a entender que, aunque es muy difícil lograrla, a lo mejor yo misma soy capaz de ello. Prácticamente todo lo que he leído me resuena gracias al contenido y las actividades que realizamos en la clase de inclusiva, pero lo que más ha refrescado mí memoria han sido las menciones al modelo de Ainscow y, gracias a los ejemplos que se describen en el vídeo, he podido ver aún más claro de qué se trata. Una de las cosas que este libro me ha enseñado es que, a pesar de que se llame “educación inclusiva”, no es suficiente que esta se dé simplemente en el contexto de las escuelas, sino que debe extenderse fuera de estas. Junto a esto, también he podido darme cuenta y, a su vez, aprender sobre todas esas barreras que existen y limitan a esas personas que el autor denomina con (di≠) Capacidad, principalmente, pero que afectan también a todos esos niños considerados “normales”. Dentro de estas lo que ha llamado la atención es el hecho de que no se trata de factores personales (los déficits, la salud, etc.), sino del contexto en el que se encuentran como la cultura o la escuela. Además de lo ya mencionado, “El sueño de una noche de verano” ha conseguido hacerme reflexionar a lo largo de casi toda la lectura, puesto que mi idea sobre lograr una educación inclusiva como debería ser era la de una utopía imposible. Sin embargo, gracias a todos los ejemplos, propuestas, a la descripción de los problemas que hay presentes, entre otros, ahora mi visión es completamente distinta y veo posible conseguir alcanzar el ideal de dejar a un lado la exclusión por completo, aunque, por supuesto, esto no sea una tarea simple para nadie. Otra de las cosas que debo agradecer al hecho de haber leído el libro es la gran cantidad de métodos que presenta, las posibles soluciones a los problemas. A pesar de que el libro está plagado de estrategias distintas, sin duda alguna, cuando ejerza como profesora, seguiré el ejemplo de esos docentes que describe el último capítulo: docentes que crean oportunidades, que intentan conectar con sus alumnos, que son conscientes de que todo puede tener una influencia, que escuchan la voz del alumnado, que empatizan y brindan confianza, entre muchas otras cosas. Quería destacar los dos capítulos finales, que han logrado captar mi atención. El capítulo 6, que habla sobre denunciar la exclusión, ha conseguido conmoverme no solo con la descripción de lo que la exclusión provoca, sino también con la frase “denunciemos la exclusión con fuerza sabiendo que la inclusión es posible”. Dentro del último capítulo, está una de las frases más bonitas y que se ha convertido en una de mis favoritas: “quién sabe si alguno consigue ver, con mayor rotundidad y extensión, uno de estos días, lo que ahora unos cuantos solo estamos soñando”. Sin duda y bajo mi punto de vista, esta lectura es una de las que más va a acompañarme a mí y a todos los que hayan tenido el gusto de leerla por mucho tiempo o incluso para toda la vida. Transmite uno de los mensajes más importantes (por no decir el que más) que la educación necesita. Espero convertirme en esa docente que Echeita describe.