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Universidad de Málaga
Comentario crítico de los capítulos 12 y 13 del libro La nueva educación. Los retos y desafíos
de un maestro de hoy.
Año: 2023/2024
Índice
1.Introducción..……………………………………………………………………………….2
2. Desarrollo………….…………………………………………………………..…………..2
3. Conclusión….……………………………………………………………………………..10
4. Referencias…………………………………………………………………………...……11
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Introducción
Bona representa una cara de la pedagogía contemporánea y moderna que no es tratada por
todas las personas que se dedican a la educación. Estos retos y desafíos de un maestro de hoy
son expuestos bajo el punto de vista de un maestro que ha sido reconocido entre los mejores
del mundo. Además, este se quedó entre los diez mejores maestros, propuestos para ganar el
Global Teacher Prize. En mi caso, para mi reflexión voy a tratar los capítulos doce y trece. En
estos podemos observar la esencia y la filosofía educativa de este autor. El capítulo doce se
la hora de educar a las diferentes situaciones y los diferentes alumnos. Mientras que el
capítulo trece se titula Una microsociedad, en el que trata sobre que el aula debe ser un
importancia de la actividad y la empatía dentro del aula, así como la importancia de educar
Desarrollo
Este ha sido un libro que tras la charla que vimos para comentar en clase ya me había
llevado mucho la atención el autor César Bona. Más tarde, a la hora de elegir el capítulo que
iba a comentar, cuando vi el nombre de este autor en la lista de libros, mi decisión fue
automática. Este libro comencé a leerlo en PDF por internet. Sin embargo, me fascinó tanto
hoy”.
En primer lugar, el capítulo 12, “¿Metodología? Sobre la marcha”, nos presenta una
visión de la educación que se aleja de los métodos tradicionales. Este adapta su forma de
enseñar a las necesidades, intereses y características de sus alumnos. César Bona nos muestra
que no hay una fórmula mágica para educar, sino que hay que estar atento a lo que ocurre en
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el aula y fuera de ella, y ser flexible y creativo para aprovechar las oportunidades de
cada niño. Cada niño es diferente y lo que para uno es fácil para otro puede resultar un
mundo. Esto es muy importante, ya que juzgar a todos ellos de la misma manera, podrá hacer
que el niño que tenga dificultad por ejemplo para memorizar, se piense que no es apto para la
educación. En mi opinión, el fracaso escolar puede ser originado por esto. Por maestros que
no saben adaptar su metodología a las circunstancias de cada alumno. Un día en una de las
asignaturas de este grado, vino un maestro a darnos una charla. En esta explicaba que habrá
actividades o clases en las que hayas invertido horas o incluso días en prepararlas y sin
embargo, en clase no funcionen con tus alumnos. Mientras que habrá días que con una simple
pregunta de un alumno tendrás una de las mejores clases y de las mejores lecciones para
ellos. En las que se aborden un gran número de temas y se puedan lograr debates realmente
Según Bona (2015): “Lo primero que un maestro debe tener en cuenta es el contexto en que
vive cada niño” (p. 95). Esto es una realidad, porque según el contexto que estos hayan
vivido será más hábiles para desarrollar unas disciplinas u otras. Además, este mismo
contexto de vida puede afectar algunas dificultades que puedan tener, ya que pueden tener
algunos problemas fuera del aula. Por lo tanto, es muy importante conocer a cada uno de los
Una de las actitudes que más me llama la atención de César Bona es su humildad y su
aprendiz más que comparte su camino con sus alumnos. Todo esto, a pesar de haber sido
considerado uno de los maestros más importantes a. Bona, (2015 admite: “Mirad, soy
maestro, pero yo no lo sé todo. Vosotros podéis enseñarme” (p. 97). Esta frase refleja que el
autor no tiene miedo de reconocer sus dudas, sus errores o sus desconocimientos, sino que los
asume como parte de su proceso de mejora. Además, el autor no oculta estas cuestiones a sus
alumnos, sino que las comparte con ellos y les invita a buscar juntos las respuestas. Así, el
dan cuenta de que realmente pueden dar de su parte, que pueden empezar a colaborar en su
aprendizaje y en el mío, y para ellos esto resulta fundamental” (p. 97). Además, en este
capítulo también explica la evolución que hemos tenido con el paso del tiempo. Ahora el
acceso a la información ha cambiado y los niños pueden tener ahora acceso a muchas fuentes
de información. Por lo que es cierto, que los profesores a partir de ellos pueden aprender
mucho.
Otra de las actitudes que más me gusta de César Bona es su capacidad para conectar
con sus alumnos desde la cercanía, la empatía y el humor. Él no se sitúa por encima de ellos,
sino que se pone a su nivel, les mira a los ojos, les escucha, les comprende y les hace
estés a la altura de un niño cuando este de mire” (p. 99). Además, el autor utiliza recursos
como el disfraz, el juego o la sorpresa para crear un ambiente divertido en el aula, donde los
niños se sienten cómodos y felices. El autor cuenta cómo un día se presentó en clase con una
bata y un bigote y convirtió esto en una actividad totalmente lúdica, a pesar de ser una
protesta contra una de las normas que había impuestas en el colegio de llevar bata. Esto es
una gran lección porque explica como desde circunstancias muy pequeñas puedes dar una
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gran clase en la que se tratan muchos temas y en la que todos los niños estén atentos por el
Continuando con las actitudes que me llamaron la atención del autor. Me gustaría
destacar la siguiente cita de Bona, (2015): “Hay un tubo que une el adulto que somos con el
niño que fuimos. Todos hemos sido niños o niñas ¿Qué ocurre? Que a menudo se nos olvida”
(p. 104). Es cierto, que a la hora de tratar con los niños me parece muy importante ponerse en
su piel. Es una evidencia que todos hemos sido niños a los que nos ha gustado jugar y
divertirnos al aire libre. Además, todos alguna vez hemos odiado hacer deberes o pasar horas
sentados en un escritorio escuchando a alguien hablar de manera monótona. Pienso que como
futura docente es ridículo poner normas que yo habría odiado cuando hubiera sido niña y que
no tengan sentido ninguno. El ejemplo que introduce el autor en el libro es que prohibieron
jugar al fútbol y al final acabaron volviéndolo a permitir. En estos casos considero que es
muy importante que salga nuestro niño interior a la hora de actuar con ellos. Al igual que me
nombraron en alguna ocasión algunos maestros con los que he hablado. Es muy importante
Una de las preocupaciones que más me conmueve de César Bona es su atención a los
alumnos más tímidos o introvertidos. Él sabe que muchos niños al igual que él son tímidos y
les cuesta participar en clase.De acuerdo con Bona, (2015): “¿Por qué un don tan importante,
como es el don de la comunicación sigue sin estimularse en las escuelas” (p. 108). El autor
nos cuenta cómo se esfuerza por conocer a estos niños, por descubrir sus gustos, sus talentos,
sus sueños, y por ofrecerles oportunidades para que se expresen, para que participen, para que
se sientan valorados y queridos. Bona, (2015) resalta: “¡Que manchen las mesas con huellas
de zapatos del 36!” (p. 109). Esto lo hace animando a los docentes a que enseñen a los niños
a hablar en público y romper ese muro que tienen con la comunicación oral. De tal manera
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que los inviten a subirse encima de la mesa y hablar un par de minutos sobre un tema que les
interese. Personalmente, yo he sido siempre una persona muy tímida y a día de hoy me cuesta
mucho hablar en público. Cada vez que tengo una exposición oral, la noche de antes soy
incapaz de dormir y sufro mucho por los nervios. Esto es una actitud que me hubiera gustado
mucho que mis profesores me hubieran fomentado a que me sintiera cómoda hablando
delante de gente. Ya que esta habilidad me sería útil para el resto de mi vida y hace muchos
Una de las estrategias que más me fascina de César Bona es su capacidad para
implicar a sus alumnos en los proyectos que realiza, y cómo les hace sentir protagonistas de
su propio aprendizaje. Él no les impone lo que tienen que hacer, sino que les propone retos,
les plantea preguntas, les da opciones, les deja elegir, les anima a participar, les escucha, les
Por un lado, me refiero a implicar a los niños para que ellos se sientan parte de su
aprendizaje, como decía antes, pero también debemos invitarles a implicarse con la
sociedad y que piensen qué pueden mejorar ellos en el mundo (p. 111).
El autor nos cuenta cómo logra que sus alumnos se involucren en los proyectos que
realiza, como por ejemplo, según Bona, (2015): “Enséñales cómo deben regarlas y dales una
responsabilidad para que las cuiden, y luego hablemos de los resultados” (p. 113). Esto lo
explica como anécdota de que una profesora no quería iniciar un huerto, mientras que a él le
parecía muy interesante la idea por la cantidad de valores que había detrás de esto. Bajo mi
punto de vista, actividades en las aulas como cuidar una mascota o tener unas plantas en clase
transmiten un gran número de valores a los niños. Por ejemplo, el de la responsabilidad, que
me parece que es un valor muy importante que deben tener para toda su vida.
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Una de las reflexiones que más me emociona de César Bona es la que hace sobre su
artista, un creador, un soñador. Bona, (2015) pregunta: “¿Os gusta vuestro trabajo? Si no os
gusta, podéis cambiarlo; los niños no tienen esa opción” (p. 116). El autor les hace ver que el
trabajo no es una obligación, sino una oportunidad, una aventura, una satisfacción. Esto
siempre ha estado presente en nuestras vidas con la típica frase de "es tu obligación” que nos
soltaban las personas adultas. En mi opinión, las escuelas deberían de ser un lugar al que
En el capítulo 13, César Bona reflexiona sobre el aula como una microsociedad en la
que los alumnos y alumnas se preparan para la vida. Según el autor, el aula es un lugar en el
que los estudiantes pueden aprender a convivir, a respetar a los demás y a trabajar en equipo.
En mi opinión, estoy de acuerdo con César Bona en que el aula es una microsociedad en la
que los estudiantes pueden aprender a convivir, a respetar a los demás y a trabajar en equipo.
Además, creo que es importante que los estudiantes sean partícipes de su propio aprendizaje
y que tengan la oportunidad de expresarse y de tomar decisiones. Esto les permite desarrollar
El autor también defiende que el aula debe ser un lugar donde se fomente la
las demás asignaturas no son proyectos envasados y propone mezclarlas de tal manera que
invita a los alumnos a disfrutar aprendiendo. Tal y como dice Bona, (2015): “Haz que la
escuela sea un lugar a donde los niños les apetezca ir” (p. 118). Esta frase me parece muy
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interesante, porque muestra que el autor apuesta por una metodología activa, basada en
proyectos que están fuera de asignaturas encasilladas. Estos deben mezclar los contenidos del
currículo con los intereses y las necesidades de los niños. Creo que esta metodología es muy
motivadora, y porque desarrolla sus habilidades como personas. Además, bajo mi punto de
vista, el aula debe ser un lugar donde los niños puedan explorar, experimentar, crear, y
aprendizaje.
Esto está íntimamente relacionado con el último punto del capítulo. En este el autor
propone sacar el máximo potencial de cada alumno y alumna. Les anima a expresarse, a
compartir, a crear y a soñar. Les hace ver que tienen cosas muy importantes que contar y que
pueden aportar mucho al mundo. Como dice Bona, (2015): “Muchos niños y niñas tienen
cosas muy importantes que contar y nunca las conoceremos si no les damos la oportunidad de
expresarse” (p. 128). Creo que esta es una de las mejores lecciones que un maestro puede dar
a sus alumnos: que se sientan valorados, escuchados y capaces de hacer realidad sus sueños.
Otra de sus actitudes que me ha llamado la atención es la actitud abierta y flexible del
autor. Según Bona, (2015): “Parto de cero, no leo los informes de los niños porque quiero
primer día” (p. 120). Me parece una forma muy acertada de empezar el curso, sin prejuicios
ni expectativas, sino con ganas de conocer y escuchar a cada niño y niña. Así, se crea un
Personalmente, como futura docente me gustaría ser capaz de entender y comprender a cada
uno de mis futuros alumnos. Ya me parece un punto muy importante del proceso respeto
maestro-alumno.
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Por último, otro aspecto que me ha gustado mucho es cómo el autor fomenta la
actividades y juegos que les hacen sentir protagonistas de su propio proceso educativo. Les
da voz y les hace responsables de sus decisiones y de sus acciones. Por ejemplo, me ha
parecido muy original y divertido el sistema de Creta, que consiste en que según Bona,
(2015): “si algún niño o alguna niña no obedecía la regla básica del respeto a los demás, se le
invitaba a exiliarse a Creta” (p. 122). Así, los alumnos aprenden a convivir, a resolver
Conclusión
estudiante. Es cierto que como futura maestra de primaria, los capítulos 12 y 13 me han
proporcionado una guía valiosa para mi futura práctica docente. Me comprometo totalmente a
Los capítulos 12 y 13 de “La nueva educación. Los retos y los desafíos de un maestro
de hoy” son una invitación a adoptar un enfoque educativo más humano y personalizado.
César Bona nos recuerda que la educación es un arte que requiere pasión, dedicación y un
compromiso constante con el crecimiento de cada estudiante. Estos principios los llevaré a mi
Referencias
Bona, C. (2015). La nueva educación: Los retos y desafíos de un maestro de hoy. PLAZA &
JANÉS.