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II Plan de Atención a la diversidad en la educación de Castilla

y León 2017-2022
Silvia Robledo Coca, Chen TianTian, Judith Vega Pedreño y Laura Calvo Sanz

En primer lugar, vamos a hablar de diez principios, recogidos en este plan, que a su vez se
encuentran directamente relacionados con los objetivos fundamentales de la atención
temprana. Posteriormente, trataremos una serie de enfoques metodológicos de contexto
educativo que pueden ayudarnos a potenciar estos principios, llevándoles a la práctica.
Dicho esto, podemos empezar con los principios.
Para empezar, encontramos el principio de equidad, relacionado directamente con el
objetivo de proporcionar una igualdad de oportunidades que facilite el desarrollo integral
del alumnado. Seguido de este, encontramos el principio de inclusión, que defiende la
necesidad de mantener al alumno con necesidades especiales dentro del aula, para que
trabaje con sus compañeros, y así paliar estas diferencias, y evitar su exclusión. Siguiendo
esta línea, encontramos el principio de normalización, que indica que debemos aceptar la
condición del alumno proporcionándole las mismas oportunidades que a los demás, y
asegurándonos de que puede recibir la educación que necesita. A su vez, encontramos el
principio de proximidad, que sugiere que los servicios requeridos se encuentren disponibles
para sus destinatarios, sin necesidad de que estos se desplacen grandes distancias. Este
principio se relaciona con el principio de accesibilidad universal, que añade que deben
proporcionarse también una serie de facilidades y las directrices pertinentes para que el
acceso a estos servicios esté disponible para cualquiera que los requiera, sin restringir la
comprensión al ámbito de la medicina. Para esto, es necesario el principio de participación,
que exige que las instituciones colaboren entre ellas, para así, lograr el principio de
asistencia y eficacia, que hace referencia a la necesidad de optimización de los recursos para
conseguir una aplicación eficaz de estos, y con ella, un tratamiento más efectivo. Volviendo
a la línea de los tres primeros principios, aparece el principio de sensibilización, que hace
referencia a la necesidad de concienciación y comprensión del problema, para así poder
normalizarlo y crear un sistema inclusivo e igualitario. De la mano con el principio de
participación, encontramos en principio de coordinación, ya que es necesario que las
instituciones se combinen y coordinen entre ellas para poder prestar un servicio de calidad.
Y finalmente, encontramos el principio de prevención, que nos habla de la necesidad de
detectar estos problemas lo antes posible, tanto si ya se encuentran presentes como si
encontramos diversos factores de riesgo que puedan desembocar en la aparición de estos,
para poder facilitar así la atención temprana.
Podemos concluir diciendo que estos diez principios, se basan en los objetivos y
competencias del libro blanco de la atención temprana, como pueden ser brindar la
atención necesaria a los alumnos con necesidades especiales, reducir en lo posible los
efectos de las deficiencias, optimizar el curso del desarrollo del niño y evitar mediante la
prevención los problemas causados por factores de riesgo, y al mismo tiempo presentan
una similitud con los principios de actuación establecidos en Castilla y León tras la
publicación de un decreto en 2010, siendo estos la universalidad, la igualdad, la
responsabilidad pública, la gratuidad, la coordinación de las administraciones pertinentes, y
la búsqueda de una atención individualizada e integral.
Ahora, hablaremos de cuatro tipos de metodología, definiendo estas en el contexto que
estamos tratando como un conjunto de técnicas que facilitan el aprendizaje y el desarrollo
de competencias.
En primer lugar, encontramos las metodologías favorecedoras de la interacción, que tal y
como su nombre indica, apuestan por un aprendizaje basado en la comunicación entre los
alumnos. Destacan dentro de esta metodología, el aprendizaje cooperativo; que permite
situaciones de profundización de aprendizaje conjunto en grupos heterogéneos siguiendo
entre otros principios los de la Teoría Sociocultural de Vygotsky, la Teoría Genética de Piaget
y la Teoría de las Inteligencias Múltiples de Gardner, y los grupos interactivos; donde
destaca la puesta en práctica del principio de inclusión, y la participación de personal
especializado además del docente responsable del grupo, haciendo así que el aprendizaje
vaya unido a la convivencia.
Seguida de estas, encontramos las metodologías favorecedoras de la creación, destacando
así los proyectos de comprensión inteligentes; que sigue la línea de la Teoría de las
Inteligencias Múltiples, y los proyectos de aprendizaje basado en problemas (ABP) que
busca el equilibrio entre la obtención de conocimientos y el desarrollo de habilidades,
presentando problemas reales con el fin de que los alumnos investiguen hasta hallar una
solución adecuada.
En tercer lugar, podemos encontrar las metodologías de la metacognición, definiendo esta
como el conocimiento sobre el propio conocimiento. Encontramos tres métodos que
destacan. El primero es la elaboración de mapas mentales, puesto que podría ser más fácil
para personas con algún problema de aprendizaje ver representadas las ideas de forma
visual para poder organizarlas y estructurarlas mejor, siendo así más fácil la compresión de
los temas que se tratan y de las actividades que se están realizando. Encontramos también
la rutina de pensamiento, durante el proceso de aprendizaje, dónde se sigue siempre el
mismo patrón a la hora de memorizar las cosas y esto podría facilitar la tarea. Para terminar
encontramos las destrezas de pensamiento, que sirven para organizar las ideas y cualquier
tarea de la vida cotidiana; incorporándose a la vida de los alumnos para que desarrollen
diversas destrezas como generar ideas y evaluar estas y para desarrollar el pensamiento
creativo, comprensión y pensamiento crítico.
Por último, encontramos las metodologías favorecedoras del compromiso, que están
relacionadas directamente con la atención temprana, ya que fomentan las habilidades
sociales, el desarrollo emocional y el aprendizaje servicio, bases principales a la hora de
sensibilizar y tratar los problemas que abarca la atención temprana. Es importante tener en
cuenta la faceta emocional y social para poder llegar a la inclusión de todos los alumnos con
necesidades especiales y que estos puedan desarrollar por completo su potencial, tanto en
el ámbito escolar como fuera de este.

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