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BLOQUE 1.

La Península Ibérica desde los primeros humanos hasta la desaparición de la monarquía visigoda
(711)
1.1. Sociedad y economía en el Paleolítico y Neolítico. La pintura rupestre.
1.2. Los pueblos prerromanos. Las colonizaciones históricas: fenicios y griegos. Tartesos.
1.3. Conquista y romanización de la Península Ibérica. Principales aportaciones romanas en los ámbitos
social, económico y cultural.
1.4. El reino visigodo: origen y organización política. Los concilios.
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1.1. Sociedad y economía en el Paleolítico y Neolítico. La pintura


rupestre.
.
La Prehistoria es el período más antiguo de la Historia y su estudio abarca desde el origen del
ser humano hasta la aparición de la escritura.
Uno de los grandes temas de investigación y de debate arqueológico es el proceso de
hominización: la secuencia cronológica y evolutiva que culminó en la aparición de la especie
Homo. Para tratar de conocer este proceso, los prehistoriadores y arqueólogos estudian la
evolución de los restos fósiles y los instrumentos que aparecen a ellos asociados en los
yacimientos arqueológicos.

A partir del estudio y conocimiento de los yacimientos arqueológicos sabemos que la


hominización se inicia en África. Los Australopithecus, los ejemplares más antiguos datados
en torno a unos 5-6 millones de años, evolucionaron hacia el Homo Habilis hace 2,5 millones de
años. El Homo Habilis es la primera especie humana y a partir de él la evolución se hace más
compleja. Dos especies posteriores comenzaran a emigrar hacia Europa y Asia: Homo Ergaster
y el Homo Erectus. Se supone que su desplazamiento hacia estos continentes pudo deberse a
que perseguían a las manadas de animales de las que dependía su alimentación.

Los primeros restos humanos en la Península Ibérica se remontan a 1,2 millones de años. Los
restos más antiguos se han encontrado en la Sima de los Huesos, en la Gran Dolina y en la Sima
del Elefante, en el yacimiento de Atapuerca, en Burgos, declarado hace unos años Patrimonio
de la Humanidad.

Los restos fósiles humanos encontrados en la Gran Dolina pertenecen a cráneos y mandíbulas
de 6 individuos (cuatro niños y dos adultos que vivieron hace unos 800.000 años y cuyas
características antropomórficas parecen diferenciarlos de otros fósiles encontrados hasta la fecha
en Europa, por lo que se considera pertenecen a una nueva especie del género Homo a la que se
le ha dado el nombre de Homo Antecessor. En la Sima de los Huesos se han encontrado
numerosos fósiles humanos que se consideran pertenecientes al denominado Homo
Heidelbergensis. Esta especie vivió entre Homo Antecessor y Homo Neandertalensis.

Las dos últimas especies del género Homo que aparecieron en el territorio peninsular fueron
Homo Neandertalensis, con una antigüedad de unos 95000 años y el Homo Sapiens hace unos
35000 años. El primero se extinguió y no influyó en la posterior evolución del segundo, siendo el
segundo un ser humano con rasgos físicos semejantes a los nuestros, capaz de crear
instrumentos de cierta complejidad y de expresar sus creencias mediante rituales funerarios o de
realizar pinturas en el interior de las cavernas (pinturas de Altamira, Cantabria).

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PALEOLÍTICO (1.200.000-5000a.C): EQUEÑOS GRUPOS NÓMADAS, CAZA Y
RECOLECCIÓN, EN CUEVAS Y ABRIGOS.
Paleolítico inferior: herramientas muy toscas: lascas, choppers, bifaces etc. Yacimientos
Torralba y Ambrona en Soria, Puente Pino (Toledo) y Bolomar(Valencia).
Paleolítico medio(100.000- 35000 a.C) Neanderthales. Cultura Musteriense :puntas de flecha,
raederas, cuchillos etc.
Paleolítico superior (40.000-5000 a. C) Sapiens. La tecnólogia mejoró, nuevos
materiales( huesos, astas, conchas marinas..), lo que les permitió realizar instrumentos más
especializados.

Pintura rupestre: escuela cantábrica y escuela levantina.

NEOLÍTICO (5000- 2.500 a.C): DOMESTICACIÓN DE ANIMALES Y AGRICULTURA,


SEDENTARIOS, VIVIENDAS, CESTERÍA, CERÁMICA..El desarrollo de ritos funerarios se
manifestó en el MEGALITISMO ( DOLMEN, SEPULCRO DE CORREDORY EL THOLOS)

EDAD DE LOS METALES


E.CALCOLÍTICO 2.400 a.C Cultura de los Millares .2000ª.C Vaso Campaniforme.
E.BRONCE 1.800 a.C Culturas de El Argar, Campos de urnas, 1000 a.C Talayots y Cultura de
Castros.
E.HIERRO 1.000 a.C

1.2. Los pueblos prerromanos. Las colonizaciones históricas:


fenicios y griegos. Tartesos. .
Tras el largo período del Paleolítico y concluido el largo proceso de hominización con la especie
Homo Sapiens Sapiens, se inició el período Neolítico en la Península Ibérica hace
aproximadamente 5000-3000 años a.C.. Las nuevas comunidades agrícolas y ganaderas que
provenían de Oriente Próximo se asentaron y crearon poblados permanentes.

La Edad de los Metales, ligada al fenómeno cultural del Megalitismo, se inicia con la Edad del
Cobre, en torno a 3000 años a.C. y continúa con la Edad del Bronce en torno a 2000 años a.C.
Hacia el 1200 a.C. tiene lugar la primera de una serie de invasiones de pueblos de origen
indoeuropeos, los celtas. Se inicia así lo que se denomina la Protohistoria: período
comprendido entre las invasiones indoeuropeas (1200 a.C.) y la metalurgia del hierro y la
invasión romana en la segunda mitad del siglo III a.C. De este período han quedado
abundantes restos arqueológicos, a los que se unen los primeros testimonios escritos de autores
griegos y romanos sobre los habitantes de la Península Ibérica, que se clasifican en:

■ TARTESOS: Civilización muy brillante que se desarrolló en el suroeste peninsular durante la


primera mitad del primer milenio a.C. Rodeada de misterio, los textos griegos y bíblicos nos
hablan de una civilización muy rica (Polibio, Estrabón, Avieno, Plinio). Su economía se basó en la
minería (Sierra Morena y Riotinto, Huelva), comercio, agricultura y ganadería. Destaca el yac. del
Tesoro del Carambolo, Sevilla, del siglo VI a.C. Estructura política monarquía, aristocracia,
ciudades-estado. A finales del siglo VI a.C. desapareció invasión de otros ( creciente poder de
Cartago) o bien por problemas internos ( agotamiento de las minas).

■ IBEROS: Situados en la zona mediterránea y sur peninsular se asentaron diversos pueblos


independientes (turdetanos, indigetes, edetanos, contestanos, ilergetes, layetanos, etc), muy
posiblemente con una lengua similar o común (hoy sin descifrar). El contacto con los pueblos
colonizadores impulsó su desarrollo cultural. Economía: agrícola-ganadera, comercio y minería.
Vivían en ciudades pequeñas fácilmente defendibles y su sociedad estaba muy jerarquizada

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(aristocracia-esclavos), gobernadas por caudillos o reyezuelos. Produjeron un arte muy refinado
por influencia de lo griego, siendo su mejor ejemplo el busto de la Dama de Elche.

■ LOS PUEBLOS DEL CENTRO Y DEL OESTE: Situados en la Meseta y parte Occidental de
la Península, aquí la influencia de los colonizadores mediterráneos fue muy débil y la presencia
de lo celta (pueblos de lengua indoeuropea) fue importante, pasando a ser denominados
“celtíberos” (lusitanos, vacceos, vetones, carpetanos, etc). Economía agrícola-ganadera.
Sociedad con fuerte cohesión tribal y habitaban poblados fortificados como Numancia. En el
aspecto artístico, destaca la cultura de los verracos entre los vetones del valle del Tajo. Los
verracos son grandes esculturas de cerdos ligadas a los cultos ganaderos. Ej.: Los Toros de
Guisando, Ávila.

■ LOS PUEBLOS DEL NORTE: Galaicos, Astures, Cántabros, Várdulos, Vascones, etc, se
asentaron desde la actual Galicia hasta el Pirineo aragonés. Eran pueblos muy atrasados por
su nula aculturación. Economía ganadera, recolección, pesca y poca agricultura. Como restos
arqueológicos destacan los “Castros”, poblados de viviendas circulares construidos por los
galaicos.

En el primer milenio a.C. La zona mediterránea de la Península Ibérica va a recibir la llegada


de oleadas de pueblos colonizadores procedentes del mediterráneo oriental que contaban
con una cultura mucho más evolucionada que los autóctonos o aborígenes peninsulares.
Fenicios, griegos y cartagineses llegaran, por este orden, a las costas mediterráneas
peninsulares. Su propósito era económico. Buscaban metales (oro, plata, cobre, estaño) y otros
productos (salazones, pesquerías...).

Los FENICIOS, procedentes de Fenicia, actual Líbano, llegaron en el siglo IX a.C. y fundaron
diversas colonias en el sur, entre las que sobresalió Gades (Cádiz) entre el 800-750 a.C.

Los GRIEGOS, procedentes de la Focea, región de Grecia, fundaran colonias como Massalia
(Marsella, Francia), Emporion (Ampurias, Gerona) y Rhode (Rosas, Gerona), Mainake (Málaga).
Su presencia va de los siglo VIII al V a.C.

Los CARTAGINESES, procedentes de Cartago, colonia fenicia en el actual Túnez, crearon


colonias en Ebussus (Ibiza), Akra Leuke (Alicante), Cartago-Nova (Cartagena, Murcia), en la
ruta comercial del Mediterráneo. Posteriormente, en el siglo III a.C. ocuparon militarmente la
Península a causa de las llamadas Guerras Púnicas contra Roma, quien como vencedora exigió
a Cartago una indemnización. (Caudillos: Amílcar Barca, Asdrúbal y Aníbal, 230 a.C.).

El legado de las colonizaciones fue muy importante, aunque sólo afectó a la costa
mediterránea y el valle del Guadalquivir, aportándonos nuevos cultivos como el olivo, el esparto,
la vid, el torno alfarero (cerámica), acuñación de monedas (clave para el comercio), el alfabeto
(fenicio y griego), gusto estético-artístico (sarcófagos fenicios, cerámicas griegas, esculturas y
relieves griegos, trazados urbanísticos en las colonias-ciudades, etc.).

1.3. Conquista y romanización de la Península Ibérica. Principales


aportaciones romanas en los ámbitos social, económico y cultural.

La conquista de Roma se inició en el siglo III a.C. y concluyó en el siglo I a.C., tras un largo y
complejo proceso (218 a.C.-19 a.C.), durando 200 años. Se distinguen tres etapas principales:

1ª) Ocupación del litoral mediterráneo y valles del Ebro y del Guadalquivir (218-197 a.C.):
El inicio de la conquista se enmarca en el contexto de la Segunda Guerra Púnica (guerras entre
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las dos potencias del momento por la hegemonía en el mediterráneo occidental). Los
cartagineses tenían asentamientos importantes en el levante peninsular y desde allí atacaron a
Roma a través del sur de Francia y los Alpes (Aníbal y su ejército). Roma contraatacó invadiendo
las posesiones cartaginesas , poniendo fin a la presencia cartaginesa en la Península en el 209
a.C. (Publio Cornelio Escipión).

2ª) Conquista del centro y del oeste peninsular (150-133 a.C.): Las legiones romanas tuvieron
que hacer frente a la resistencia de los pueblos autóctonos de estas zonas. Los mejores ejemplos
son las guerras lusitanas (155-136 a.C.) en las que destacó Viriato, líder lusitano, y también la
durísima resistencia de los arévacos en su poblado Numancia hasta su rendición en el 133 a.C..
(Emiliano Escipión).

3ª) Conquista del norte peninsular (29-19 a.C.): El fin de la conquista llegó en tiempos de
Augusto, primer emperador romano, con la dominación de galaicos, astures, cántabros y
vascones (guerras cántabras).

Se entiende por “romanización” el proceso de adaptación de los pueblos indígenas


peninsulares a las estructuras político, económicas, sociales y culturales del mundo
romano. La romanización fue mayor en la costa mediterránea y en el valle del Guadalquivir,
menor entre los pueblos cántabros. En esta romanización fueron clave los siguientes aspectos:

▪ El latín se impuso como lengua común en Hispania. (Castellano, catalán, gallego y portugués).
▪ Se impuso el derecho romano (leyes, concepción del Estado, organización territorial...)
▪ Se impuso la religión politeísta romana (Júpiter, Minerva, Saturno, etc) y, posteriormente, en el
siglo I el cristianismo se difundió por el imperio romano y en Hispania en el siglo II.

El proceso de romanización llegó a su máxima expresión cuando el emperador Caracalla en el


año 212 d.C. extendió la “ciudadanía romana” a todos los habitantes libres del Imperio.

Hispania fue la provincia del imperio más romanizada. Buena prueba de ello fue que varios
emperadores nacieron en aquí: Trajano, Adriano (con él el Imperio Romano alcanzó su máxima
extensión territorial) y Teodosio (con él la religión cristiana pasó a ser la religión oficial del
Imperio en el siglo IV y a su muerte dividió el Imperio Romano en dos: Oriente para su hijo
Arcadio y Occidente para su hijo Honorio). También nacieron escritores como Lucano, Marcial y
Quintiliano o filósofos como Séneca (maestro y preceptor del emperador Nerón).

1.4. El reino visigodo: origen y organización política. Los


concilios.
Las invasiones germanas del siglo V precipitaron la caída de Roma (año 476). En el año 409
llegan a la Península Ibérica los suevos, vándalos, alanos y en el 411 los visigodos. Éstos
arrinconaron a los suevos en Gallaecia, y a los vándalos y a los alanos los obligaron a emigrar al
norte de África. En el 507 los visigodos de la Galia (capital en Toulouse) fueron vencidos por los
francos y se trasladaron definitivamente a Hispania. La mayoría de la población era
hispanorromana, dirigida por una minoría de dirigentes germanos. Entre los siglo VI-VII, los
visigodos unificaron territorialmente la Península, situando su capital en Toletum, llegando a
crear el primer estado político unificado e independiente de la Península.

Su organización política se componía de las siguientes instituciones:

● Era una monarquía electiva. Destacan los siguientes reyes:


- Leovigildo: conquista el reino suevo en el año 585.

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- Suintila: expulsa a los bizantinos del sureste peninsular en el año 624.
- Recaredo: se convirtió al catolicismo e impulsó la unidad religiosa (III Concilio de
Toledo, en el año 589. Hasta él, el arrianismo era la religión de los anteriores reyes.
Arrianismo: niega la naturaleza divina de Cristo).
- Recesvinto: en el año 654, compiló o reunió todas las leyes del reino en el llamado
Liber Iudiciorum, que en Castilla y León estaría en vigor hasta el siglo XIV, con el
nombre de Fuero Juzgo.

● El Aula Regia: organismo que colaboraba con el re yen la elaboración de leyes y le asesoraba
en los asuntos políticos, militares y judiciales. Los formaban: los magnates (grandes señores
unidos al rey por vínculo de fidelidad), los gobernadores (condes y duques) de las provincias, los
jueces, y los miembros del Officcium. (Durante la Reconquista el Aula Regia se llamaría Curia
Regia).

● El Officium Palatinum (Servicio Palatino formado por condes, duces provinciales, comités
civitates y gardingos): órgano de gestión del palacio real.

● Los Concilios de Toledo. Reuniones presididas por el rey, el Aula Regia y el clero, en las que
se trataban asuntos religiosos y civiles: elección del rey, cuestiones legislativas y jurídicas,
persecución religiosa de los judíos, etc. Los más importantes: III Concilio de Toledo (Recaredo y
la Unificación Religiosa) y el VIII Concilio de Toledo (Recesvinto y la unificación legislativa de su
Liber Iudiciorum).

En cuanto a la cultura, la Iglesia jugó un importante papel en la conservación y transmisión de la


cultura clásica grecolatina, es decir, de la herencia hispanorromana. Las escuelas eclesiásticas
contribuyeron a mantener viva la cultura, destacando historiador Orosio y como figura más
importante el intelectual Isidoro de Sevilla (también, San Isidoro de Sevilla). A él se deben
teorías políticas clave en la Edad Media, como el origen divino de los reyes o las limitaciones
morales que el ejercicio de la realeza debí atener. En su magna obra, Etimologías, resumió los
conocimientos de la época.

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