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República Bolivariana De Venezuela

Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez

Núcleo De Barcelona – Extensión Cumaná

Cumaná – Estado Sucre

INTEGRACION ECONÓMICA
(UNIDAD I)

Facilitadora: Estefanía Acuña Integrantes:

Ducarlys Durán V-24753333


Genrry Astudillo V-8444486
Jennifer Morales V-18210067

Admón. “R.M.F”
sección “N”

Cumaná, mayo de 2022


INDICE

INTRODUCCION..................................................................................................................3
Conceptos De Integración Económica................................................................................4
Naturaleza Y Modalidades De La Integración Económica................................................4
Retrospectiva Del Histórico Desarrollo De La Integración En Latinoamérica..........5
Efectos De La Integración Económica En La Estructura Económica De Cada Una De
Las Economías Que Participan...........................................................................................8
Efectos Positivos En El Nivel De Empleo Y En El Ritmo De Desarrollo..........................9
CONCLUSION....................................................................................................................10
BIBLIOGRAFIA..................................................................................................................11
INTRODUCCION

La integración económica inicialmente considerada como una segunda rama del


estudio de las economías internacionales, así como la teoría de la integración económica
experimentó un interés creciente durante las últimas décadas, investigadores y expertos
hicieron progresos consistentes en campos como la macroeconomía internacional, el
monetarismo internacional, el comercio internacional, la teoría del comercio regional e
intra-industrial desde los primeros trabajos de Viner (1950) sobre el impacto de la
formación de una unión de consumidores sobre la producción; tal progreso la convirtió en
lo que hoy es considerado un área completa de investigación. Al mismo tiempo, el
interés de los políticos se incrementó desde que comenzaron a preguntarse cómo estos
procesos podían ser conducidos o influenciados para alcanzar mayores niveles de
riqueza, bienestar y crecimiento.

En definitiva, fuera de un proceso integrador una economía nacional individual no


tiene ningún futuro.

Los procesos de unión y desunión entre los pueblos latinos han sido una constante
en Iberoamérica desde los tiempos coloniales. Cuatro virreinatos (Nueva España, Nueva
Granada, Perú y Río de la Plata), posteriormente descuartizados en una treintena de países
que no han encontrado aún un rumbo colectivo. A lo largo de la historia, pasando de
concepciones oligárquicas cortoplacistas del tipo Patria Chica a lineamientos profundos del
tipo Patria Grande, ha habido decenas de proyectos, planes, pactos, tratados y demás
intentos por plasmar un espacio geopolítico común que no han dado los resultados
esperados por diversos motivos.
Conceptos De Integración Económica

Según el economista húngaro Bela Balassa (1964: 2) la integración económica es “el


proceso o estado de cosas por las cuales diferentes naciones deciden formar un
grupo regional”.

Es decir que la define de dos maneras, como un “proceso” y como un “estado de


cosas”, en ese sentido, la noción de proceso es una noción dinámica, que expresa un
concepto de movimiento hacia un estado distinto; un estado de cosas, en cambio, significa
un concepto más estático, por cuanto se refiere a la situación en que están determinados
países cuando intentan formar un grupo regional en un punto determinado del tiempo.

Ramón Tamanes (1990: 170), por su parte, considera que la integración económica
“es un proceso a través del cual dos o más mercados nacionales
previamente separados y de dimensiones unitarias estimadas poco adecuadas se
unen para formar un solo mercado (mercado común) de una dimensión idónea”.

Desde la óptica de Martínez Peinado (1997: 11-12) existen dos dialécticas referentes
a la integración económica, una nacional y otra mundial. La primera es contradictoria con
la globalización, y expresa fundamentalmente las estrategias de los Estados para,
agrupándose, competir contra todos. Todo proceso de integración, desde este punto de
vista, es a la vez un proceso de exclusión (de los competidores). La segunda postura no sólo
contradice el proceso de globalización, sino que es un paso necesario en la imposición de la
mundialización, porque es la mayor estrategia de los capitales más fuertes para aprovechar
al máximo el desarrollo desigual que imponen la expansión internacional del capitalismo y
la progresiva debilidad del Estado nacional.

Naturaleza Y Modalidades De La Integración Económica

El esquema clásico de la integración económica ordena los acuerdos según la


profundidad de la integración alcanzada, según un rango que comienza por las áreas de
preferencias comerciales, continúa con las áreas de libre comercio, las uniones aduaneras,
los mercados comunes, las uniones económicas y las uniones económicas y monetarias,
para finalmente llegar a las situaciones de integración económica total. Los acuerdos
comerciales regionales (ACR) son una subcategoría de posibles acuerdos de integración
regional (AIR).
En las áreas de libre comercio los países eliminan aranceles al comercio recíproco
pero mantienen la autonomía de su política comercial con terceros países. Un problema con
los esquemas mencionados es el peligro de triangulación comercial. Esta puede surgir
cuando las mercaderías se importan al país que tiene el arancel externo más bajo, para
luego circular libremente en la región. La triangulación del comercio puede ser controlada
mediante el uso de reglas de origen (reglas que determinan si un producto es considerado
originario de un país en particular y por lo tanto elegible para el tratamiento arancelario
preferencial) o a través de la formación de una unión aduanera.

Las uniones aduaneras eliminan aranceles al comercio entre los países miembros y
aplican una política comercial común frente a terceros países. El mercado común
busca adicionalmente remover las restricciones a la movilidad de factores (capital, trabajo)
entre sus países miembros, así como liberalizar el comercio de bienes y servicios. En una
unión económica, los miembros persiguen algún grado de armonización de sus políticas
económicas nacionales con el propósito de eliminar discriminaciones debidas a
diferencias en esas políticas. La unión monetaria agrega la adopción de moneda única y
política monetaria común, mientras que la integración económica total involucra la
unificación de las políticas monetarias, fiscales y sociales bajo los auspicios de una
autoridad supranacional.

Retrospectiva Del Histórico Desarrollo De La Integración En


Latinoamérica.

El Libertador tuvo, en un primer momento, la idea de promover la unificación de


las nacientes repúblicas ubicadas al sur del Río Grande a través de un proyecto de
confederación. Esta iniciativa lo llevó a impulsar el Congreso Anfictiónico de
Panamá. Según expresó en uno de sus escritos, tuvo la esperanza de que Panamá fuese para
la América Hispana lo que fue el estrecho de Corinto para los pueblos de Grecia: el núcleo
de la Hélade o de las ligas, alianzas y confederación entre las ciudades-estado. Es posible
presumir que, en el momento de la realización de éste, el Libertador había ya resuelto
abandonar la idea de una confederación entre las naciones hispanoamericanas. A cambio,
resolvió promover la idea más práctica y realista de la Federación de la Gran Colombia,
integrando en la misma a Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela. Sin embargo, este
proyecto tampoco pudo ser realizado debido, sobre todo, a las aspiraciones de
independencia de los grupos dirigentes de estos futuros Estados.
También en el siglo XIX se intentaron otros dos proyectos integrativos: el de la
Unión de las Repúblicas de América Central y el de la Confederación Perú- Boliviana. Fue
en este ambiente en el que surgieron las primeras iniciativas sobre políticas de integración
económicas. Sin embargo, es indudable que estos primeros esfuerzos estuvieron influidos,
también, por el proceso de integración entre los países de Europa Occidental, iniciado con
la suscripción del Tratado de París sobre la Comunidad Europea del Carbón y del Acero
(CECA) y los Tratados de Roma sobre la Comunidad Económica Europea (CEE) y la
Comunidad Europea de la Energía Atómica (EURATOM). Estos emprendimientos fueron
vistos por algunos líderes latinoamericanos como verdaderos modelos que podían ser
imitados. Por otro lado, también fueron vistos con cierto temor, debido a que algunos de sus
instrumentos, como la Política Agrícola Común, mostraban una clara orientación
proteccionista que iba a perjudicar las exportaciones agrícolas de varios países
latinoamericanos.

El programa de la ALALC se fijó como meta el establecimiento, en un período de


doce años a partir de 1960, de una zona de libre comercio entre los 11 países miembros de
la organización: Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Chile, Ecuador, México, Paraguay,
Perú, Venezuela y Uruguay. Luego de transcurrido un decenio desde su establecimiento, o
sea a fines de los años sesenta, se hizo evidente que no sería posible alcanzar el objetivo
instrumental antes mencionado. Por esta circunstancia, los países miembros, luego de
arduas negociaciones, resolvieron transformar el programa inicial y para ello suscribieron el
Tratado de Montevideo 1980 que, en reemplazo de la ALALC, estableció la Asociación
Latinoamericana de Integración (ALADI) y fijó como objetivo del programa el
establecimiento - aunque no de manera compulsiva ni en un plazo determinado - de un área
de libre comercio en sustitución de la zona de libre comercio. A pesar de esto, las
negociaciones comerciales llevadas a efecto en el marco de la ALALC permitieron, por una
parte, fortalecer los mecanismos multilaterales de cooperación comercial y, por otra,
incrementar y diversificar el comercio intrazonal de bienes. Al mismo tiempo, arrojó
importantes experiencias sobre políticas de integración que, a la larga, sirvieron para
emprendimientos posteriores.

Por último, el otro emprendimiento destacable, la Comunidad Económica del


Caribe (CARICOM), instaurado también al promediar el decenio de los años 60, ha
seguido un curso de progresivos, aunque no espectaculares, avances. En la actualidad
agrupa prácticamente a todos los Estados del Caribe, con excepción de Cuba, Haití y la
República Dominicana. El decenio de los años 70 se caracteriza, desde la perspectiva de la
gran mayoría de los países de América Latina, por los efectos que produjeron, tanto en el
desarrollo económico como en la evolución de los sistemas políticos, dos fenómenos de
singular relieve: por una
parte, la crisis desatada por los precios del petróleo y la emergencia de la OPEP en el
mercado energético y, por otra parte, la instauración en varios países de gobiernos no
democráticos. De una manera indirecta pero evidente, estos dos grupos de acontecimientos
tuvieron también efectos en las políticas de integración y, sobre todo, en el
desenvolvimiento de los programas que habían sido instaurados en el anterior decenio.

La crisis energética afectó de diferente manera a los países de la región. Distintas


fueron las consecuencias, por ejemplo, para países con abundantes recursos
hidrocarburíferos, como Venezuela, México, Ecuador y Colombia, que para países con
escasez de este tipo de recursos, como Brasil, Chile, Uruguay y los países de América
Central y el Caribe. La consecuencia de este resultado dispar para las políticas de
integración fue que situó a éstas en una prioridad inferior, pues, por el momento, no
ofrecían soluciones a los problemas derivados de la crisis energética.

Hacia fines del decenio de los años 80, una vez superadas, cuando menos en parte,
los efectos de la crisis de la deuda y de la recesión económica mundial, se intensifican los
esfuerzos a fin de reactivar los programas de integración económica. Al mismo tiempo,
surgen o, mejor dicho, empiezan a cobrar brío, para afirmarse después, nuevos enfoques
sobre políticas económicas nacionales. Singular relieve cobra el convencimiento sobre la
urgencia de orientar estas políticas con un mayor énfasis en los determinantes del
mercado libre y de dejar de lado, progresivamente, el sistema de capitalismo de Estado o
de mayor dirigismo estatal imperante hasta ese momento. Estas ideas, juntamente con el
nuevo impulso que toman las negociaciones comerciales multilaterales, por ejemplo, en el
ámbito del Acuerdo sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT), imprimen un nuevo
dinamismo tanto a los programas de integración económica ya en curso como a la búsqueda
de nuevos sistemas de libre comercio e integración económica. Por otra parte, las nuevas
políticas económicas, al impulsar una mayor apertura de las economías, provocan, entre
otros efectos, una tendencia a una más fuerte interrelación económica entre los países de la
región, por la vía del comercio de bienes y servicios y de la circulación de capitales. El
ambiente para las políticas de integración cambió notoriamente. Por ello, sin duda, se
intentaron nuevos ensayos de integración y se aplicaron ajustes a los programas ya
existentes.

Como expresión de los nuevos tiempos, se instauran dos de los programas de libre
comercio e integración económica en la región americana: por una parte, el Tratado de
Libre Comercio de América del Norte (NAFTA) y, por otra, el Mercado Común del Sur
(MERCOSUR). Ambos proyectos se caracterizan por sus
ambiciosas metas y por la gran gama de instrumentos que ponen en funcionamiento. De
igual modo, se singularizan por asociar a la economía más grande del mundo con una de las
más importantes de América Latina, vale decir a Estados Unidos con México y, también,
por vincular estrechamente en un programa común a las economías más importantes de
América del Sur: las de Brasil y Argentina.

Como se ve, la historia de las políticas de integración económica en América


Latina y, en la actualidad, en América, arroja múltiples y útiles experiencias, de la misma
manera que el desenvolvimiento de los programas concretos de integración multinacional.
Queda claro que, a pesar de sus vicisitudes, los ensayos de integración económica entre los
países de la región son un dato ineludible de las políticas económicas, así como de los
debates políticos y sobre cuestiones sociales en el hemisferio. Al presente, es difícil
interpretar la realidad de la región, en términos de su desarrollo integral y de los términos
de su inserción en el sistema internacional global, sin tomar en cuenta este dato.

Efectos De La Integración Económica En La Estructura Económica De Cada


Una De Las Economías Que Participan

Uno de los principales efectos de la creación de bloques comerciales es la tendencia


a la creación de comercio. Si bien, las relaciones comerciales se han profundizado, el
principal interés de los países al integrarse es ampliar sus cuotas de mercado, y esto es así,
porque los acuerdos de libre comercio son mayores que las uniones aduanares y demás
formas de integración. Se entiende entonces que la exclusión de productos específicos es
notoria en cada uno de los procesos.

La importancia de verificar si un acuerdo ha servido para ampliar las cuotas de


mercado es necesaria puesto a que los países les refiere un aumento en su producción
nacional, a medida que se reducen los obstáculos se supone que el comercio aumentará y la
relación económica entre las partes se profundizará, debido a que los acuerdos de comercio
se realizan con base en partidas arancelarias, los efectos de la integración se deben estudiar
al nivel de estas mismas.

De acuerdo con la OMC, "el análisis formal de las consecuencias económicas


de los acuerdos comerciales preferenciales comenzó con los estudios de Jacob
Viner en el decenio de 1950." La integración económica tiene dos
efectos, la creación y la desviación de comercio, por consecuencia la experiencia muestra
que no en todos los casos se generan beneficios para los países firmantes, lo que indica que
la desviación de comercio sucede cuando un país no miembro de la integración reemplaza
las importaciones de los socios comerciales, efecto que supone que estos países no
miembros son más eficientes porque ofertarán esos productos a precios menos altos,
desplazando las importaciones de países firmantes; generando una reducción en los
beneficios de la integración económica.

Mientras que La creación de comercio es el efecto supuestamente positivo buscado


por los países firmantes de cualquier acuerdo de libre comercio, ya que permite medir de
hecho, el aumento de las importaciones. Asimismo, se puede extender su análisis a ver las
afectaciones en los ingresos de los consumidores, los productores y el Estado.

Efectos Positivos En El Nivel De Empleo Y En El Ritmo De Desarrollo

Los efectos positivos derivados de la integración comercial se relacionan con la


posibilidad de una mayor especialización productiva y con la mejora en los términos de
intercambio que se producen por el incremento en el tamaño del mercado, así como con la
capacidad del proceso de integración para afectar a la tasa de crecimiento económico de los
países que se integran a través del mayor aprovechamiento de las economías de escala, el
incremento en la competencia y el estímulo a la inversión y al progreso técnico, La
coexistencia de distintas monedas permite a cada país utilizar a su favor una alteración del
tipo de cambio. Además de los mencionados elementos, cada país puede aplicar políticas
microeconómicas (industriales, tecnológicas, ambientales, de competencia) y políticas
macroeconómicas (fiscales y monetarias) independientes.

Cuando un país decide participar en un proceso de integración económica es porque,


al margen de las razones políticas, espera que como consecuencia de esa integración será
capaz de alcanzar un mayor nivel de bienestar. El efecto neto para el bienestar es el
resultado de múltiples efectos, tanto positivos como negativos y tanto en el corto como en
el largo plazo, que la integración genera.
CONCLUSION

Para concluir es importante mencionar que la integración económica es el término


usado para describir los distintos aspectos mediante los cuales las economías son
integradas, también se conoce como el modelo por medio del cual los países pretenden
beneficiarse mutuamente a través de la eliminación progresiva de barreras al comercio.
Cuando la integración económica aumenta, las barreras al comercio entre mercados
disminuyen.

Por otro lado La integración económica tiene dos efectos, la creación y la desviación
de comercio, la primera es el efecto supuestamente positivo buscado por los países
firmantes de cualquier acuerdo de libre comercio y segunda sucede cuando un país no
miembro de la integración reemplaza las importaciones de los socios comerciales. Por lo
tanto la creación y desviación de comercio son conocidas como efectos estáticos de la
integración económica.

Se consideran 3 países, 1 país local y 2 países socios; mostrándose las curvas de


oferta y demanda, el productor 1 es más eficiente, ya que ofrece precios más bajos que el
productor local. Cuando se aplican aranceles, los precios internos aumentan para ambos
países (PbA y PcA).supongamos que el país local importará exclusivamente del productor 1
al precio (PbA), si los países local y productor 1 firman un acuerdo comercial, las
importaciones dejarán de estar sujetas a aranceles y el precio interno baja (PcA), por lo que
el país importará del productor 1.
BIBLIOGRAFIA

 BUELA, Alberto. Iberoamérica como Gran Espacio Político. Revista Arbil, n. 119,
2008.
Disponible en: <http://www.arbil.org/119buel.htm>.
 Análisis Económico .analeco@correo.azc.uam.mx. Universidad Autónoma
Metropolitana Unidad. Azcapotzalco
https://www.redalyc.org/pdf/413/41303205.pdf
 D OLORES RIVEIRO G ARCÍA. Departamento de Fundamentos del Análisis
Económico. Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales Universidad de
Santiago de Compostela
https://www.usc.es/econo/RGE/Vol14_1_2/Castelan/art18c.pdf

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