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REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO EL PODER POPULAR PARA LA EDUCACION UNIVERSITARIA,


CIENCIA Y TECNOLOGIA
COMPLEJO UNIVERSITARIO ALMA MATER “MARTIN LUTHER KING”
BARQUISIMETO – ESTADO LARA

GLOBALIZACION

INTEGRANTE:
LEONARDO PEREIRA
PROFESOR: RAMON RANGEL
UNIDAD CURRICULAR: ESTADO GLOBALIZACION
E INTEGRACION REGIONAL
SECCION: ESJ-4202
INTRODUCCIÓN
La necesidad de avanzar en la comprensión de los procesos que nos
involucran como ciudadanos comprometidos con la transformación de nuestra
realidad en camino a la emancipación radical de todas las ataduras materiales
e ideológicas que impiden nuestro acceso a la libertad, impone la reflexión
acerca de uno de los acontecimientos más relevantes en las postrimerías del
Siglo XX y en la aurora del nuevo milenio.
En este trabajo investigativo se está haciendo referencia al conjunto de
políticas conocidas como Neoliberalismo y Globalización, elementos
fundamentales de la ofensiva capitalista a nivel mundial y local, y a las cuales
se debe oponer una alternativa basada en la comprensión profunda de sus
características y potencialidades.
GLOBALIZACION:

1. ¿Qué es la globalización?

En su aspecto más básico la globalización no encierra ningún misterio. El uso


de este término se utiliza comúnmente desde los años ochenta, es decir, desde
que los adelantos tecnológicos han facilitado y acelerado las transacciones
internacionales comerciales y financieras. Se refiere a la prolongación más
allá de las fronteras nacionales de las mismas fuerzas del mercado que durante
siglos han operado a todos los niveles de la actividad económica humana, en
los mercados rurales, las industrias urbanas o los centros financieros.

La "globalización" económica es un proceso histórico, el resultado de la


innovación humana y el progreso tecnológico. Se refiere a la creciente
integración de las economías de todo el mundo, especialmente a través del
comercio y los flujos financieros. En algunos casos este término hace alusión
al desplazamiento de personas (mano de obra) y la transferencia de
conocimientos (tecnología) a través de las fronteras internacionales. La
globalización abarca además aspectos culturales, políticos y ambientales más
amplios que no se analizan en esta nota.

Los mercados promueven la eficiencia por medio de la competencia y la


división del trabajo, es decir, la especialización que permite a las personas y a
las economías centrarse en lo que mejor saben hacer. Gracias a la
globalización, es posible beneficiarse de mercados cada vez más vastos en
todo el mundo y tener mayor acceso a los flujos de capital y a la tecnología, y
beneficiarse de importaciones más baratas y mercados de exportación más
amplios. Pero los mercados no garantizan necesariamente que la mayor
eficiencia beneficiará a todos. Los países deben estar dispuestos a adoptar las
políticas necesarias y, en el caso de los países más pobres, posiblemente
necesiten el respaldo de la comunidad internacional a tal efecto.

2. Origen de la globalización

Volviendo al fin de la Segunda Guerra Mundial entenderemos mejor cómo


hemos llegado al sistema de comercio multilateral actual. En 1948, 23 países
firmaron el Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio
(GATT), que buscaba establecer mecanismos para una cooperación
económica más profunda entre los participantes.
Tras diferentes negociaciones a lo largo de los años, los aranceles se redujeron
cada vez más y más países se unieron al GATT. De esta forma, en 1993 se
estableció la Organización Mundial del Comercio (OMC) cuyo fin era
reemplazar al GATT como estructura de gobierno para el comercio mundial.
Las reglas establecidas por la OMC ayudaron a evitar crisis económicas, como
la de la década de los 30.

Esta eliminación de barreras en los países desarrollados, junto a la apertura de


los países proteccionistas, provocó una serie de efectos económicos tales
como:

 El crecimiento del comercio internacional de bienes y servicios a más


ritmo que el PIB.

 Integración y globalización de los mercados financieros, con una fuerte


apertura al exterior.

 Crecimiento de la renta por habitante, aunque existe una diferencia


reseñable entre los países ricos y pobres.

 Aumento del intercambio de bonos, acciones y comercio de divisas.

3. Del mercantilismo al capitalismo neoliberal.

El mercantilismo es una doctrina económica que tiene como principio el


enriquecimiento de los países, basado en la acumulación de metales preciosos.
Este se caracterizaba principalmente por una fuerte intervención del Estado en
el comercio.

Además de que nunca se ha desarrollado una teoría económica sobre el


mercantilismo, sus ideas sufrieron muchos cambios desde su creación y
tuvieron pocos exponentes. Por lo tanto, el mercantilismo se considera una
doctrina o una línea de pensamiento.

A partir de la segunda mitad del siglo XVIII, lo que se define como


capitalismo moderno se ha impuesto con el nombre de liberalismo como
adalid de ideologías y praxis políticas y económicas contrapuestas e
irreconciliables, al menos nominal y formalmente, con el capitalismo de tipo
mercantilista vigente en los siglos anteriores.
Las clases negociantes y financieras emergentes sostuvieron principios como
la libre iniciativa, la competencia, la libertad de comercio, la soberanía del
mercado, la garantía de la propiedad privada, la libertad de contratación y la
igualdad jurídica de los ciudadanos ante las leyes civiles y penales. Se trataba
entonces de combatir y superar la normalidad social basada en los
monopolios, los privilegios, los arbitrios y otros residuos feudales en materia
económica y fiscal incompatibles con las aspiraciones de las clases sociales en
ascenso.

Todo esto no afecta más que a la consecución del beneficio y del rédito, que
son instituciones al mismo tiempo fundamento, objetivo, modalidad y
exigencia imprescindible de existencia y reproducción de cualquier forma de
capitalismo; son pura y simplemente un contraste malsano con los principios y
los símbolos del capitalismo moderno, liberal. En otras palabras, el beneficio y
el rédito son siempre el fruto de una limitación cualquiera de la libre
iniciativa, de la competencia, de la libertad de escoger de los consumidores, de
la libertad de contratación y también de los derechos de libertad y de
propiedad, frente a los sacrosantos principios constitucionales.

Adam Smith y la mayoría de pensadores de matriz liberal precedentes,


contemporáneos o posteriores, tenían una concepción del trabajo no solo como
fuente e instrumento de creación de riqueza sino también como fundamento y
justificación moral de la propiedad y unidad de la medida de valor. Los
economistas de la escuela clásica, e incluso Karl Marx, a consecuencia de su
insistencia en presentar sus doctrinas con los ropajes de la ciencia, por el
hecho de retomar la definición de Smith de valor-trabajo, implícitamente han
adoptado a su pesar también las bases morales. No de otra cosa deriva
cualquier atribución a los trabajadores del fruto de su trabajo o las
reivindicaciones de los mismos en ese sentido.

En la concepción liberal, el mismo derecho del capital a una remuneración se


justifica por el hecho de constituir producto de trabajo no consumido y
aplicado a nueva producción. El pensamiento de Smith se caracteriza, entre
otras cosas, por una incurable aversión hacia la alquimia y la magia de las
maniobras monetarias y financieras, que consienten la acumulación y
concentración de riqueza no ganada con el trabajo sino a través de la creación
y maniobra de medios monetarios y financieros. En efecto, las artimañas de
orden económico y financiero que permiten acumular riqueza sin la utilización
del trabajo actual o pasado, son un medio, fraudulento en sustancia, aunque no
en la forma, de realizar en cualquier medida la transferencia de los
productores de bienes de servicio a los banqueros y financieros y a sus
beneficiarios, socios e inversores.

Hoy por hoy, las tendencias y los procesos no pueden ni deben ser dejados
operar sin límites ni frenos, por interés mismo del sistema y de sus
componentes, se ha impuesto la necesidad de un poder externo e
independiente con posibilidad, al menos en teoría, de imponer frenos, límites y
vetos a las actividades financieras. No por casualidad, las experiencias
negativas del pasado remoto y reciente han conducido a la creación de los
bancos centrales y de todos los organismos nacionales e internacionales de
control de los mercados de los títulos accionariales, de obligaciones y de
deuda pública, aparte de la proliferación de leyes y reglas referentes a la
moneda, el crédito y la finanza. Un problema, quizá el principal, es que estos
organismos deberían ser realmente externos e independientes respecto al
poder financiero, lo que los sitúa en una vaga región imaginaria entre lo
improbable y lo imposible.

Teorías de la Globalización: Neoliberalismo y Marxismo

El neoliberalismo surge en la posguerra. En la Primavera Suiza de 1947, el 1º


de abril, W. E. Rappard preside la primera sesión de la conferencia de la
Internacional Neoliberal, la Mont-Pelerin Society, con financiamiento de
industriales y financieros suizos y con la referencia de intelectuales como L.
Von Mises, F. Von Hayek, M. Fridman, K. Popper, W. Eukpen, W. Lippman
y otros, quienes se lanzan a dar "una batalla de ideas en un círculo restringido"
(Anderson, 1988).

La resistencia al auge del Keynesianismo se organiza en torno a las


instituciones educativas como: la Universidad de Chicago, el London School
of Economics y el Instituto Universitario de Altos Estudios Internacionales de
Ginebra. Dada la entrada del capitalismo en su "edad de oro" los argumentos
por la implantación de un capitalismo duro y libre de reglas, no encuentran un
eco muy amplio, sus argumentos acerca de los valores positivos de la
desigualdad social y el desempleo estructural, sonaban solamente en círculos
reaccionarios muy limitados. Otras influencias derivan de la admiración por el
Maltusianismo y el social darwinismo, ambos del Siglo XIX.

En un clásico del pensamiento neoliberal "El camino de la servidumbre" Von


Hayek define "es la sumisión del hombre a las fuerzas impersonales del
mercado la que, en el pasado, hizo posible el desarrollo de una civilización
que sin ello no habría podido desarrollarse; es mediante esta sumisión como
participamos cotidianamente en la construcción de algo más grande de lo que
todos nosotros podemos comprender

Los ejes del pensamiento neoliberal, como vemos se expresan en la sumisión a


las fuerzas impersonales del mercado considerando toda lucha como una
rebelión contra un sistema de coordinación neutro, impersonal, benéfico
universalmente y que traduce un conjunto de mecanismos que funcionan
espontáneamente.

Las teorías sociológicas de Marx parecen continuar vigentes, porque en la


globalización la forma en la que se organiza el trabajo, permite que unos
exploten a otros. Es decir, quienes tienen el capital adquieren los medios de
producción, como es el caso de una cadena de hoteles, sedes bancarias para
préstamos financieros, etc. Herramientas que les permiten generar producción,
luego compran la mano de obra barata o calificada de aquellas personas que
serán explotadas por carecer de capital, así los unos dominarán a los otros en
el mercado global.

Al respecto Marx conceptualiza: La mayor complejidad del capitalismo


mediante la independencia relativa y las contradicciones existentes entre dos
sistemas de relaciones sociales que coexisten: el dinero, que constituye el
sistema del intercambio y la circulación, por una parte, y el capital, que
constituye el sistema de producción por otro.

Marx consideró que el sistema monetario capitalista genera intercambios de


bienes y servicios en todo el mundo a través de los mercados, como también;
su capacidad para lograr que el sistema de producción genere otros nuevos.

Por ende, al atender a estas consideraciones se puede hablar de imperios o


monopolios económicos de tipo empresarial, los cuales hacen que los seres
humanos parezcan mercancías que se compran y venden, sin tener valor el
concepto de la dignidad humana, pues parecen ser mucho más valiosos los que
se denominan productividad, competencia y rentabilidad. Términos y criterios
fundamentales de la globalización.
CONCLUSION

Es evidente, que las sociedades evolucionan, se desarrollan, y con ello


inevitablemente el mundo avanza en una dirección ligeramente común.

A nivel más social, la globalización ha dado valor al hecho de respetar lo local


dentro de un contexto global. A nivel humano, el proceso de globalización
puede ser positivo para sentirnos en un mundo más de todos, más común y
para ganar en respeto y tolerancia hacia otras personas pertenecientes a otras
sociedades o culturas.

El utilitarismo capitalista del siglo XXI hace aquello que Marx ya se había
encargado de cuestionar y denunciar, pues el proceso global forma relaciones
laborales de utilidad, pues entre tanto que los trabajadores sean herramientas
de trabajo son útiles, una vez llegan a la vejez o si por algún motivo pierden su
fuerza de trabajo, el sistema capitalista mundial hallara la forma para
desecharlos o negarles el derecho a las garantías sociales.

En las ideas sociológicas de Marx, se situaba a los trabajadores pobres y a las


clases sociales vulnerables, como instrumentos y mercancías para la
producción mundial, a tal punto que el utilitarismo e individualismo salvaje se
convertían en la naturaleza teórica y práctica del capitalismo global.

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