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“Año del Fortalecimiento de la Soberanía Nacional”

DOCENTE:

Escobedo Guevara, Cynthia Katherine

ALUMNA:

Caballero Pineda, Lady Raquel U19301194

CICLO:

VI

CURSO:

Derecho Penal Económico

Lima, 2022
ANALISIS DE LA LECTURA:
“DELITOS ECONÓMICOS Y BIEN JURÍDICO”

Como es de conocimiento, se requiere de la intervención del Estado en


las actividades económicas, ya que éste toma el rol de ente regulador o
limitador de las mismas; además actúa como agente económico. Por lo que,
resulta necesario que el Estado determine la forma de desarrollo de
determinados aspectos de la Economía a través de reglas o normas jurídicas
de obligatorio cumplimiento.

A tal efecto, la intervención estatal en la Economía previene posibles


abusos que aquella podría ocasionar, así como regular que la Economía esté
alineada con las reglas del sistema social. En este punto, le compete al
Derecho estipular reglas acorde al ideal de sociedad que se ansía, ya que el
orden que se pretende imponer a la Economía es parte integrante del orden
jurídico existente.

Bajo lo expuesto, nace el Derecho Económico dentro del cual el Derecho

Penal Económico compone el último nivel de control social respecto de las


actividades económicas.

Nuestro país adopta un sistema de economía social de mercado, donde


se les brinda a los agentes económicos, un vasto campo de acción en tema
económico. No obstante, se ven limitados por: la lucha existente contra los
defectos del mercado libre, lo cuales defienden la estabilidad del empleo,
política fiscal, seguridad social y política monetaria, a manera de vigilar por los
intereses generales de los habitantes. Asimismo, por el amparo contra un
sistema de planificación total que limite la libre empresa, en vista de que el
progreso de un país se halla en el desarrollo de sus propios recursos,
empleados de manera libre y creativa por los integrantes de este.

Ahora bien, frente a la ejecución de una conducta que afecte el orden


económico impuesto por el Estado, el Derecho tiene como deber prever una
respuesta idónea ante tal situación. Siendo así, ¿de qué manera el Derecho se
hace abasto para dar respuestas a las conductas que alteran el orden
económico? Respondiendo a la misma, se sirve de las distintas ramas jurídicas
para brindar la mayor eficacia en sus respuestas. Cabe añadir, que la
intervención de estas ramas jurídicas en la Economía es eficaz debido a la
previa especialización. Por consiguiente, la materia sustancial del conflicto
motivará la competencia de determinada rama del Derecho.

Sin embargo, ¿qué sucede cuando surgen casos de índole superior?


Ante ello, se necesita de un reforzamiento mayor por parte del ordenamiento
jurídico. Si bien la rama jurídica respectiva otorga una respuesta especializada,
resta la necesidad de afrontar dichas conductas convenientemente, es allí
donde cabe la aplicación del Derecho Penal como ultima ratio.

Cabe aclarar que el Derecho Penal tiene injerencia en materia


económica cuando no existe otro medio de control social o rama jurídica, capaz
de motivar a los pobladores a comportarse conforme al orden económico
establecido. Enfatizamos que su intervención exige que entre todas las
conductas ilícitas que transgreden el orden económico, se prefieran las que
revisten mayor gravedad.

La injerencia del Derecho Penal en la Economía, precisa la


determinación del bien jurídico a tutelar, a fin de garantizar la intervención
penal y darle sentido a la prohibición penal, limitándola a la vez.

Si bien, la definición del bien jurídico en los delitos económicos no es


preciso, concede un funcionamiento apto del sistema social, abarcando otros
bienes jurídicos dentro de sí. Una suerte de “conjunto de reglas económicas
que configuran un determinado orden económico del Estado, que resulta
fundamental para la satisfacción de las necesidades de todos los
miembros del sistema”.

En esa línea, observamos al bien jurídico como defensa del orden


económico estatal, ámbito que compete al Derecho Penal Económico. A
manera de aproximarnos a la delimitación del bien jurídico, desde la
perspectiva de una economía social de mercado, conviene mencionar cuales
serían los intereses particulares a ser definidos, lo cuales constituirían bienes
jurídicos específicos y subordinados al bien jurídico genérico, el orden
económico.
1. Libre competencia

“La posibilidad de intervenir dentro del mercado sin que existan


restricciones foráneas al mismo, es la base de una Economía que respete la
libre competencia”. En consecuencia, la persona que obstaculice la libre
competencia mediante acciones ilícitas motivadas a suprimir la intervención de
los otros agentes económicos dentro del mercado, merece sanción.

Un claro ejemplo de este hecho delictivo, son los monopolios, donde las
empresas actúan de mala fe, impidiendo la participación de otra entidad en el
mercado. Además de realizar diferentes actos motivados a interrumpir la libre
competencia.

Si los monopolios abusan de su influencia o poder en el mercado,


fijando los precios o manipulando el abastecimiento de materias primas, no
se estaría atendiendo al interés económico colectivo sino al particular de las
empresas que lo conforman, distorsionando así el objetivo económico de
beneficio al consumidor: precios reales en los bienes y servicios.

2. Libre formación de precios

Acorde con la libertad de empresa, el mercado fija el precio de sus


bienes y servicios según sean sus necesidades. Siendo que, ninguna
organización particular o estatal tiene injerencia en la formación de los precios,
ya que estos emanan de la oferta y demanda que prevalezca en el mercado.
Citamos la conocida “Ley de la Oferta y la Demanda”, a mayor oferta, el precio
se rebaja y ante mayor demanda, el precio aumenta.

Por consiguiente, el Derecho resguarda esta funcionamiento del sistema


económico en la formación de precios, sancionando a aquella persona que lo
perjudique mediante prácticas ilícitas, por ejemplo: cuando un agente
económico retira del mercado cierta cantidad de un producto, con la intención
de que la oferta del producto se disminuya y ocasionando que la oferta sea
menor a la demanda a fin de que el precio del producto aumente. Claramente
es el agente quien está alterando la formación de precios sin que esto ocurra
normalmente por efecto del mercado.
Por otro lado, dentro de la economía de mercado, se presenta un caso
particular de ausencia de libertad en la formación de los precios, cuando el
Estado fija el valor de un determinado bien para de beneficiar o proteger la
economía de las mayorías.

En este caso, se sanciona a quienes no respetan tal fijación y ponen


a la venta esos productos por encima de lo establecido por el órgano
pertinente, originando daño al plan económico estatal.

3. Proceso de Ingresos y Egresos del Estado

Como es de conocimiento, prevalece una desigualdad en la distribución


de riquezas dentro de la sociedad pues existe un sector que recibe el monto
mayor y otro que recibe un mínimo del producto nacional.

Por ende, el Estado con la intervención que posee en la Economía, trata


de disminuir esta brecha, redistribuyendo las ganancias de la población
mediante el tributo. Así, recauda cierto porcentaje de la población con mayor
monto de ingresos y lo reparte entre los grupos con menos ingresos.

La redistribución posibilita también, a que el Estado encamine la


inversión del sector privado, al facilitarles la realización de sus actividades.
Adicionalmente, favorece el capital que requiere el Estado, puesto que
interviene en determinados sectores económicos actuando como un agente
económico más.

Ahora bien, el transgredir el proceso de ingresos y egresos del Estado


no amerita de una sanción penal. Ésta requiere además el fraude o artificio
en el sujeto activo a efectos de no pagar el tributo o pagar una suma rebajada
del mismo.

4. Control de Cambios

En este punto, mantener estable el tipo de cambio, es parte de los


objetivos de la política económica. Merecen sanción las personas que
amenacen el valor de la moneda de cierto país.

Por otro lado, la existencia de demasiado circulante dentro de un país,


en otras palabras inflación, genera que el precio delos bienes y servicios se
incrementen con la finalidad de compensar tal mayor cantidad de dinero. De
esta manera, se presenta la inflación por exceso de liquidez en el mercado,
donde dicho exceso es referido a los bienes y servicios.

Cabe mencionar que no es suficiente el daño al control de cambios o el


agravio al orden económico trasladado a la subida de precios, costo del
crédito y la inversión; sino que, para que el ente reciba una sanción penal, se
requiere que se fabrique o se emita sin autorización moneda para ponerla en
circulación.

5. Defensa del Crédito

La política económica tiene entre sus objetivos la distribución


proporcionada del capital (recurso escaso). Siendo la única forma de planificar
y desarrollar los sectores que se consideren más convenientes para llevar a
cabo el desarrollo económico conjunto.

Es deber del Estado destinar preferentemente el capital a ciertos


sectores (incentivos en determinadas áreas), dentro de una economía que
respete la empresa privada y brinde las mismas posibilidades de adquisición de
crédito dentro del mercado, a todos los miembros de la colectividad. Desde
luego, estas personas deben de responder por los créditos obtenidos, dentro
del plazo estipulado, sino se estaría afectando a las personas que cuentan con
las capacidades de utilizar adecuadamente ese crédito y devolverlo para que
pueda seguir siendo utilizado.

En la situación de que un crédito sea mal otorgado, automáticamente se


pierde la posibilidad de adquirir nuevamente créditos. Adicionalmente, para
que sea nombrada tal acción como un delito se tiene que observar engaños,
fraudes, artificios, entre otros.

Bajo todo lo expuesto, queda claro que el bien jurídico en los delitos
anteriormente citados, no se encuentran al alcance de cualquier ciudadano, sino
sólo de un determinado sector. Acto seguido, los delitos económicos son delitos
propios o especiales, porque sólo pueden ser cometidos por individuos que se
aprovechan de su poder e influencia dentro del sistema económico. Resultando
muchas veces sorprendente y difícil de imponer una pena, el descubrir que
funcionarios públicos, grandes empresas, corporaciones y consorcios reconocidos se
revistan como delincuentes.

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