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UNIVERSIDAD NACIONAL TORIBIO

RODRÍGUEZ DE MENDOZA

FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS


POLÍTICAS
ESCUELA PROFESIONAL DE DERECHO Y
CIENCIAS POLÍTICAS

CURSO DE “DELITOS II”


CICLO VII

DOCENTE
Mg. CASTILLO SOSA, Alejandro.

ESTUDIANTE
 CABOSMALÓN RODRÍGUEZ, Miguel A.
 CHÁVEZ REGALADO, Margori Viviana
 MENDOZA SANTILLÁN, Jarol Tomás
 ROJAS DÍAZ, Kátherin Masiel
 SANTILLÁN ALVARADO, Miguel A.
 USQUIZA TORRES, Jesús Lenin

CHACHAPOYAS-PERÚ 2023
INTRODUCCIÓN

Para desarrollar el presente trabajo se tuvo en cuenta la importancia que tiene el

orden económico en cada país, ya que se trata de un conjunto de reglas jurídicas dotadas

de consecuencias jurídico-penales cuya finalidad es la protección del proceso de

producción, distribución y consumo de bienes.

Cabe mencionar, que el problema económico no es individual sino colectivo, toda

vez que repercute en todos los miembros de la sociedad, en las expectativas que todos

pueden alcanzar, por ello el Estado no puede ser extraño a la economía, porque siendo

ésta uno de los factores que posibilitan la adecuada vida en común, donde cada uno de

los miembros de la sociedad pueda alcanzar sus ideales, es menester que dicha actividad

sea regulada para mantener, el equilibrio entre todos los miembros de la sociedad.

Dicho esto, en el presente trabajo analizaremos delitos contra el orden económico

que están tipificados en el Código penal, pues se trata de la venta ilícita de mercaderías,

exactamente en el Art 237.-Bienes provenientes de donación, donde básicamente señala

que: El que pone en venta o negocia de cualquier manera bienes recibidos para su

distribución gratuita, será reprimido con pena privativa de libertad no menor de dos ni

mayor de seis años. Por otro lado, analizaremos el Art. 241.- Fraude en remates,

licitaciones y concursos públicos, Art. 241-A.- Corrupción en el ámbito privado y Art.

241-B.- Corrupción al interior de entes privados. Asimismo, para comprender mejor el

tema presentaremos jurisprudencia a manera de ejemplos, esperando que el presente tema

sea útil en la formación académica de cada uno de nosotros.


I. DELITOS ECONÓMICOS

I.1 Concepto de Derecho Penal Económico

Podemos definir el Derecho Penal Económico como la actividad punitiva


del Estado relacionada con la actividad económica. En este sentido, cabe
preguntarse si el Estado puede intervenir dentro de los aspectos económicos, y
luego determinar, en el caso que la respuesta sea afirmativa, en qué medida y con
qué finalidad. La Economía, definida como el "estudio de la forma en que la
sociedad decide qué se va a producir, cómo y para quién”, sólo tiene sentido ante
la constatación que nuestro planeta cuenta con recursos escasos; en caso contrario,
se podría producir todos los bienes en forma indiscriminada para todas las
personas.

En consecuencia, la preocupación de la economía gira en torno a la


utilización óptima de los recursos escasos existentes en nuestro planeta, a efectos
que puedan beneficiar a toda colectividad. El problema económico no es
individual sino colectivo, toda vez que repercute en todos los miembros de la
sociedad, en las expectativas que todos pueden alcanzar, en este sentido, el Estado
no puede ser extraño a la economía, porque siendo ésta uno de los factores que
posibilitan la adecuada vida en común, donde cada uno de los miembros de la
sociedad pueda alcanzar sus ideales, es menester que dicha actividad sea regulada
para mantener, en lo posible, el equilibrio entre todos los miembros de la sociedad,
impidiendo un perjuicio económico en algunos de ellos.

Establecida la necesidad de intervención del Estado, como ente regulador


o limitador de las actividades económicas, además de como agente económico, se
hace necesario que aquél establezca la forma de desarrollo de ciertos aspectos de
la Economía mediante reglas que sean de obligatorio cumplimiento por parte de
todos los miembros de la colectividad (normas jurídicas). En esta forma surge el
"Derecho Económico", dentro del cual el Derecho Penal Económico constituye el
último nivel de control social a las actividades económicas, las cuales previamente
son objeto de control por las otras ramas del Derecho, tales como el Derecho
Administrativo, Derecho Tributario, Derecho Aduanero, Derecho Bancario,
Derecho Laboral, Derecho Financiero y más.
De lo mencionado anteriormente, deducimos dos hechos importantes: la
necesidad de la intervención estatal en la economía para evitar los posibles abusos
que ésta podría ocasionar en algún sector de la población, y la necesidad que la
regulación estatal en la economía se encuentre de acuerdo con las demás reglas
del sistema social. En este último sentido, las reglas que el Derecho establece a la
economía, deben ser coherentes con el ideal de sociedad a la que se aspira, por
cuanto el orden que se busca imponer a la economía es parte integrante del orden
jurídico existente, en tanto éste se dirige a establecer un orden social óptimo de
acuerdo a las propias exigencias de una determinada sociedad.

I.2 El Derecho Penal en la Economía

Consideramos que el Derecho Penal interviene en las conductas ilícitas


contra el orden económico cuando las demás ramas jurídicas no sean capaces de
originar su cumplimiento. La intervención del Derecho Penal en materia
económica requiere la determinación precisa de cuál es el objeto de tutela jurídico
penal, y cuál es la necesidad de tutela penal; en otras palabras, se requiere la
determinación del bien jurídico a proteger, a efectos de garantizar la intervención
penal y de dar sentido a la prohibición penal, limitándola al mismo tiempo.

I.3 Bien Jurídico en los Delitos Económicos

El bien jurídico susceptible de tutela penal se identifica con los intereses


que, conforme a la convicción general de la sociedad, son especialmente valiosos
y particularmente necesitados de protección. Este asegura de esta forma la
adecuada convivencia social, y demuestra el valor que la sociedad le otorga a
determinados intereses, formando así el perfil o modelo de cada sociedad.
Justamente en los delitos económicos, el bien jurídico no puede establecerse en
forma clara y precisa, porque no atenta en forma directa contra un valor respetado
socialmente, sino sobre ciertos elementos que permiten asegurar un espacio dentro
del cual los demás valores sociales pueden desarrollarse plenamente. En otras
palabras, el bien jurídico en los delitos económicos permite el adecuado
funcionamiento del sistema social, el cual supone dentro de sí, la existencia de
otros bienes jurídicos.

Por esto se critica la calidad del bien jurídico, señalándose que los delitos
económicos defienden intereses creados por el Estado y no valores aceptados
socialmente; de esta forma, se sostiene que el bien jurídico en los delitos
económicos no es un bien jurídico real. Sin embargo, tal crítica no es sostenible,
en tanto es plenamente demostrable que todos los miembros de la colectividad
desean vivir dentro de un sistema que les otorgue las máximas garantías de libertad
y realización de sus expectativas; y todas estas serán posibles en tanto el sistema
económico (economía social de mercado en nuestro caso) funcione
adecuadamente, otorgando los máximos beneficios a todos los miembros de la
sociedad y disminuyendo los perjuicios que podrían sufrir algunos de sus
miembros.

De esta manera, el bien jurídico se presenta como uno de naturaleza


macrosocial, de interés y al servicio de toda la colectividad, por cuanto todos
intervienen en la relación que determina el propio orden económico. Por lo
señalado, y buscando una fórmula que nos permita definir el bien jurídico en los
delitos económicos, diremos que está constituido por el "conjunto de reglas
económicas que configuran un determinado orden económico del Estado, que
resulta fundamental para la satisfacción de las necesidades de todos los miembros
del sistema ".

Ahora bien, una vez descrito los delitos económicos y el bien jurídico
protegido, pasaremos a explicar dos delitos resaltantes del Título IX “DELITOS
CONTRA EL ORDEN ECONÓMICO” del Código Penal, pues se trata de la venta
ilícita de mercaderías y fraude en remates, licitaciones y concursos públicos.

II. VENTA ILÍCITA DE MERCADERÍAS


II.1 Art. 237. Bienes provenientes de donación
El que pone en venta o negocia de cualquier manera bienes recibidos para
su distribución gratuita, será reprimido con pena privativa de libertad no menor
de dos ni mayor de seis años.
La pena será no menor de tres años ni mayor de seis años e inhabilitación
conforme a los incisos 1) ,2) y 3) del Artículo 36, Cuando el agente transporta o
comercializa sin autorización bienes fuera del territorio en el que goza de
beneficios provenientes de tratamiento tributario especial.
Si el delito se comete en época de conmoción o calamidad pública, o es
realizado por funcionario o servidor público, la pena será no menor de tres ni
mayor de ocho años”.
II.2 Bien jurídico:
El orden económico nacional.
II.3 Tipicidad objetiva:
 Sujeto Activo:
Puede ser cualquier persona, no obstante, le corresponde estar en la
posición de encargada de una labor, que es el de distribuir los productos
dirigidos a una población afectada o necesitada.
Del tipo penal se puede inferir que, como característica, no exige una
condición especial para la comisión de dicho tipo delictivo. Aunque, si
podemos mencionar que en la mayor parte son las personas afines a las
instituciones u organizaciones benéficas que se enfocan a la realización de
obras filantrópicas y que valiéndose de esta situación realizan la conducta
típica.
 Sujeto Pasivo:
Son las personas necesitadas de las mercaderías, y el estado es el sujeto
pasivo mediato.
Respecto al afectado, es el estado por ser el titular del bien jurídico
protegido.
Es importante conocer que para la materialización del delito se necesita
imperiosamente la realización de dos circunstancias:
 Poner en venta o negociar de cualquier manera bienes; aquí se presentan
los verbos rectores de la conducta delictiva del agente expresados en
“poner en venta” o “negociar”.Es a partir de estos verbos rectores del tipo
delictivo que se infiere que el delito se lleva a cabo con el solo hecho de
poner en venta, así esta no se realice. Pero si se produce de manera efectiva
la negociación es decir la enajenación del bien, la figura no cambia. Lo
debatible es que dos conductas de diferente trascendencia, pues no es igual
poner en venta que vender, posean el mismo tratamiento punitivo.
 La condición de los bienes es que hayan sido recibidos para su distribución
gratuita. Hay personas naturales o jurídicas, nacionales o extranjeras que
brindan donaciones a través de las entidades gubernamentales de nuestro
país para su entrega a los pobladores de escasos recursos económicos, esto
con el fin de aliviar la desventura y el hambre. La convicción de que el fin
social de los actos de distribución gratuita o a precios previamente
pactados se realizará efectivamente, es el interés jurídico tutelado. A través
de la ejecución de las conductas objetivas, este interés termina siendo
lesionado o expuesto a peligro, y en eso consiste la antijuricidad material
del caso. La conducta del sujeto activo debe tener la potencialidad
necesaria para alterar el orden económico, porque puede presentarse
conductas que en apariencia tienen integrada la tipificación, pero que en el
fondo no configuran el delito, o al menos contra el orden económico,
ejemplo, el empleado de una empresa que se apropia de unas pegatinas que
fueron cedidas para ser repartidas gratuitamente entre la ciudadanía, como
forma de propaganda, cuya incidencia es insignificante frente al orden
económico. Existen instituciones de solidaridad humana, que donan
medicinas, alimentos, ropa o enseres indispensables para enfrentar o
soportar alguna calamidad (natural o artificial) que de una u otra forma
sirven para cubrir provisionalmente las imperiosas necesidades.
II.4 Tipicidad subjetiva:
Es un delito doloso. El tipo delictivo en mención se comete con la
existencia de dolo, con conciencia y voluntad deponer en venta o negociar de
cualquier manera bienes recibidos para su distribución gratuita.
II.5 Iter criminis
El tipo se perfecciona con el solo hecho de poner en venta los bienes
recibidos para su distribución gratuita sin que sea necesario que el bien haya sido
despachado.
II.6 Consumación:
El delito como ya se ha analizado de forma previa, se comete con el solo
hecho de poner en venta los bienes recibidos para su distribución gratuita, aunque
dicha enajenación no se lleve a cabo.
II.7 Agravante:
Se agrava cuando el autor del ilícito transporta o comercializa sin la
autorización los bienes destinados a ser donados fuera del territorio en que gozan
del tratamiento tributario especial – dentro de nuestra legislación estos
tratamientos son la exoneración de impuestos.
El tipo penal también se agrava cuando la venta de bienes provenientes de
una donación toma lugar en época de conmoción o calamidad pública o es
realizado por un funcionario o servidor público.

II.7 Jurisprudencia -Exp. 04282-2015.


Resolución
Condevilla, veinte de octubre
Del año Judicial dos mil dieciséis

Se incrimina a los acusados W y Y propietarios de la Botica “San Felipe”


haber puesto a la venta los medicamentos que se encuentran prohibidas su
comercialización, toda vez que estos son distribuidos de manera gratuita por el
Estado, de otro lado se le imputa al haber almacenado productos farmacéuticos
con fechas vencidas para su comercialización, situación que fue advertida en
merito a la inspección inopinada practicada en dicho establecimiento con fecha
veintinueve de enero del año dos mil quince, con participación de personal policial
– División de Seguridad del Estado, DISA Lima Sur II y del Ministerio Publico.

El Titular del Ministerio Público, mediante Dictamen Acusatorio, solicitan


la imposición contra los acusados de CUATRO AÑOS de pena privativa de
libertad, y se le condene al pago de UN MIL SOLES en forma solidaria a favor
de los agraviados por concepto de reparación civil.

Fundamentos por las cuales impartieron justicia a nombre del pueblo con
el criterio de conciencia que la ley faculta, de conformidad con los artículos doce
veintitrés, cuarenta y cinco – A cuarenta y seis, noventa y dos, noventa y tres, del
artículo primer párrafo del artículo 237° del código penal y el artículo 294° - B
concordando con el segundo párrafo del artículo 294° - C del código penal, en
concordancia con los artículos doscientos ochenta y tres doscientos ochenta y seis
del código de procedimientos penales, la señora Juez del Segundo juzgado Penal
del Módulo Básico de Justicia de Condevilla de la corte Superior de Justicia de
Lima Norte FALLA: CONDENANDO a los acusados W y Y como autores del
delito contra el Orden Económico – en la modalidad de Venta Ilegal de Mercadería
en agravio del Estado y por el delito contra la Salud Publica – Comercialización
de Productos Farmacéuticos sin Garantía de buen Estado en agravio de la sociedad
y como tal se le IMPONE CUATRO AÑOS DE PENA PRIVATIVA DE
LIBERTAD E INHABILITACION DE DOCE MESES para ejercer actividad
de comercio en el rubro de boticas de conformidad con el inciso uno del artículo
treinta y seis del código penal, cuya ejecución de la pena se suspende
condicionalmente por el periodo de prueba de VENTICUATRO MESES,
quedando sujeto a las siguientes reglas de conducta: a) No ausentarse de la Ciudad
ni variar su domicilio sin autorización judicial: b) Concurrir al juzgado cada treinta
días para informar y justificar sus actividades ante el señor juez del juzgado donde
se ejecute la sentencia y firme el cuaderno respectivo c) No variar su dirección
domiciliaria sin previo conocimiento de este juzgado: d) cumplir con el pago
solidario de la reparación civil que se fija en la suma de UN MIL SOLES, a favor
de cada uno de los agraviados en plazo de CUATRO MESES, todo ello bajo
apercibimiento de aplicarse el artículo 59° del código penal.

III. FRAUDE EN REMATES


III.1 Art. 241.- Fraude en remates, licitaciones y concursos públicos.

Serán reprimidos con pena privativa de libertad no mayor de tres años o


con ciento ochenta a trescientos sesenticinco días-multa quienes practiquen las
siguientes acciones:

1. Solicitan o aceptan dádivas o promesas para no tomar parte en un remate


público, en una licitación pública o en un concurso público de precios.

2. Intentan alejar a los postores por medio de amenazas, dádivas, promesas


o cualquier otro artificio. 3. DEROGADO.

Si se tratare de concurso público de precios o de licitación pública, se


impondrá además al agente o a la empresa o persona por él representada, la
suspensión del derecho a contratar con el Estado por un período no menor de tres
ni mayor de cinco años.

III.2. Análisis del delito de fraudes en remates, licitaciones y concursos


públicos

El vocablo fraude viene de las locuciones latinas fraus, fraudis, que


significan falsedad, engaño, malicia, abuso de confianza que produce un daño, por
lo que es indicativo de mala fe, de conducta ilícita.
En él presente artículo se habla de remate público, licitación pública y
concurso público de precios. Debe, por tanto, examinarse qué significa o en qué
consiste cada una de esas expresiones, para el efecto de establecer los alcances de
la norma penal.

•Remate público: Es la venta de un bien, mueble o inmueble, que ha sido


ofrecido de manera innominada a todos los miembros de la comunidad a
través de medios idóneos, como son los avisos en órganos de difusión.
Remate público es el que realiza un juez al término de un procedimiento
judicial, para vender los bienes del deudor y pagar al acreedor con el dinero
resultante de la subasta. Remate público es, por tanto, la venta de bienes
de propiedad privada. La calificación de público no deriva de la condición
del bien o bienes ofertados, sino de la convocatoria pública a los
interesados.

•Licitación pública: Es una expresión redundante. Toda licitación es


pública, puesto que si no es pública no es licitación. En la práctica, sin
embargo, se dice licitación pública para diferenciarla de la licitación
privada. Si la primera expresión -licitación pública- contiene una
redundancia, la segunda, -licitación privada- abriga una insalvable
contradicción. La licitación es, pues, la oferta pública de una obra o de un
suministro, realizada conforme a las normas legales pertinentes.

•El concurso público: de precios se asemeja a la licitación, pero tiene


algunas connotaciones propias. Según Flores Polo, la diferencia entre la
licitación y el concurso reside en la cuantía del bien o servicio que requiere
el Estado, correspondiendo la cuantía mayor a la licitación.

Siendo notorio que el legislador se ha propuesto en este artículo proteger


el interés del Estado en la ejecución de remates, licitaciones o concursos de
precios, salta a la vista que se ha incurrido en error al hablar simplemente de
remate público puesto que, como hemos analizado, hay incluso remate público
para la venta de bienes privados. En consecuencia, el artículo debió referirse a
remate de bienes públicos.

El primer inciso del artículo reprime a quienes soliciten o acepten dádivas


o promesas para abstenerse de participar en remate, licitación o concurso de
precios. La finalidad de la ley es asegurar que esos actos se cumplan dentro de las
mayores garantías a favor de los intereses del Estado o de las instituciones
públicas respectivas, sin maniobras que tiendan a disminuir el número de
participantes.

Según el inciso segundo, las amenazas, dádivas o promesas que pudieran


hacerse para alejar postores o interesados son artificios. De otro modo no se
explica que se diga "cualquier otro artificio".

En una correcta composición de una norma, cada inciso debe ser autónomo
y no depender de otro. En este caso, los incisos segundo y tercero: nada significan
sin el primero. Quiere decir que el primer inciso debió colocarse como el cuerpo
principal del dispositivo, y los otros como derivados del mismo.

III.3 Tipicidad Objetiva

 Sujeto Activo

Si bien la lectura literal del tipo penal llegase a decir que el autor, a efecto
ya penal, puede ser cualquier persona, no llega a ser menos cierto que la
posición toma lugar en el marco del proceso de selección, por lo que serán los
ya postores, las dichas empresas proveedoras de bien o también ya los
servicios que se lleguen a encontrar registrado en el Registro Público de
CONSUCODE (Consejo Superior de Contratación y Adquisición del Estado).

Solo dichas empresas que se llegan a encontrar en registro pueden llegar a


participar válidamente en las contrataciones públicas y en los dichos procesos
de Licitación Pública, al ya constituir personas jurídicas, ya sea los regímenes
societarios correspondientes, estas no pueden llegar a tener la calidad de autor,
sino las personas que llegan a asumir la administración y control de sus
órganos formales de representación. Puede llegar a aplicarse, por ende, la ya
formula normativa de lo previsto en el artículo 27° de nuestro Código Penal.

La participación de los funcionarios o también los servidores públicos en


la comisión de estos ya injustos penales, no pueden ser conducidos
lógicamente a la calidad de autor, puesto que si aquellos son los que llegan a
entregar las dadivas o promesas a los particulares, su ya acción seria
criminalizada a título de cómplices primarios; en el caso de llegar aceptar y
como inductor ante el caso ofrecer, nos llegamos a encontrar a una figura
mixta ya sea de carácter alternativo, pues tal ambivalencia da a entender que
la responsabilidad penal llega a incluir al que solicita y al que llega a recibir.
No podría encajarse dicho comportamiento en las figuras delictivas de los
tipos penales de Cohecho, en la medida que en dichos injustos quien recibe el
donativo, la dadiva, es el intraneus y no el extraneus, para que los primeros
realicen o llegue a omitir actos en violencia ya de sus obligaciones

 Sujeto Pasivo

En el Fraude de remates el sujeto pasivo es el Estado directa, e indirecta


viene a ser los legítimos interesados en los consumidores; mientras que en las
licitaciones lo serán los postores, quienes tienen interés de participar en las
convocatorias.

III.4 Tipicidad Subjetiva

No cabe duda que este tipo penal es de carácter eminentemente doloso.

III.5 Bien Jurídico Tutelado

Lo que se busca es la protección de la libertad que existe en un remate, en


una licitación o en un concurso de orden público. Constituye factor importante de
la libre concurrencia y la capacidad de ofertar sin ninguna clase de presión, si se
tiene en consideración que la administración pública se ve sujeta a este tipo de
datos, y la experiencia demuestra-a la frecuencia con que los particulares que
intervienen en ellos con bastante facilidad, se ponen previamente de acuerdo, con
el objetivo de poder obtener beneficios, en perjuicio directo de la administración
pública y la ciudadanía en general. La necesidad de que el comercio se
desenvuelva dentro de las condiciones normales de lealtad y limpieza en la
competencia.

III.6 La Acción Penal

En el primer numeral, se trata del sujeto que solicita una dadiva o


recompensa, con la intención de participar en un remate público. Aunque también
se incluye al sujeto que acepta, nos encontramos frente a una figura mixta de
carácter alternativo, pues tal ambivalencia da a entender que la responsabilidad
penal incluye al que solicita y al que recibe.
En cuanto al segundo numeral el elemento principal que se encuentre
sujeto contra aquel que plantea una amenaza. Se entiende que es el anuncio de
provocar un mal determinado, susceptible de alterar el proceso de motivación de
la voluntad sin que se exija la intimidación que aleja realmente al postor, ya que
lo que se busca es castigar el simple intento de distanciar a los postores. No solo
se trata de una amenaza, dadiva y promesa, sino que deja abierto cualquier otro
tipo de posibilidad o artificio que puede ser puesto en práctica por el autor del
delito.

III.7. Art 241-A

La fórmula típica del delito de corrupción en el ámbito privado (artículo 241-


A) es similar a la de los delitos de cohecho pasivo y cohecho activo en el contexto
de los ilícitos penales contra la Administración Pública, toda vez que, la
corrupción en el ámbito privado, da cuenta también de dos modalidades para dar
lugar al hecho típico: corrupción pasiva y corrupción activa. La primera
modalidad está dirigida a los socios, accionistas, gerentes, directores, etc. de la
persona jurídica; mientras que, la segunda, es decir, la corrupción pasiva, se dirige
al individuo que compra el “servicio” o recibe el ofrecimiento del funcionario de
la empresa.

En efecto, en ambas modalidades de corrupción (pasiva/activa) lo que se


afecta son las reglas de la leal competencia en el mercado que tienen como
propósito que los bienes y servicios se ofrezcan en condiciones de competitividad
abierta y libre. El contexto típico del delito de corrupción en el ámbito privado
permite sostener ello, ya que será en la adquisición o comercialización de bienes
o mercancías, en la contratación de servicios comerciales o en las relaciones
comerciales donde se favorecerá a otro a consecuencia del beneficio indebido que
acepta, recibe o solicita un miembro de la alta dirección, trabajador o asesor de
una persona jurídica, a partir de lo cual el resto de los competidores se verán
indebidamente desplazados.

En el delito de corrupción en el ámbito privado, es el soborno aceptado,


recibido o solicitado por algún miembro de la alta dirección, trabajador o asesor
(o prometido, ofrecido o concedido por un individuo que actúe en nombre de una
persona jurídica que busca, por ejemplo, adjudicarse un contrato con la empresa
donde el agente es miembro de la alta dirección, trabajador o asesor) lo que
defrauda la expectativa normativa de poder participar en el mercado sin
restricciones artificiales creadas por otros participantes.

Primera modalidad: La corrupción privada pasiva (Primer Párrafo del Artículo


241-A): “El socio, accionista, gerente, director, administrador, representante
legal, apoderado, empleado o asesor de una persona jurídica de derecho privado,
organización no gubernamental, asociación, fundación, comité, incluidos los entes
no inscritos o sociedades irregulares, que directa o indirectamente acepta, reciba
o solicita donativo, promesa o cualquier otra ventaja o beneficio indebido de
cualquier naturaleza, para sí o para un tercero para realizar u omitir un acto que
permita favorecer a otro en la adquisición o comercialización de bienes o
mercancías, en la contratación de servicios comerciales o en las relaciones
comerciales, será reprimido con pena privativa de libertad no mayor de cuatro
años e inhabilitación conforme al inciso 4 del artículo 36 del Código Penal y con
ciento ochenta a trescientos sesenta y cinco días-multa”.

Lo importante es que quien acepta, recibe o solicita el soborno tenga una


determinada vinculación con la persona jurídica que le permita favorecer a otro
en determinadas situaciones: i) adquisición o comercialización de bienes o
mercancías; ii) contratación de servicios comerciales; iii) relaciones comerciales.
cabe indicar que el sujeto activo puede aceptar, recibir o solicitar el soborno de
manera directa o indirecta y en beneficio propio o de un tercero. En otras palabras,
el agente puede aceptar, recibir o solicitar el soborno directamente o mediante una
persona interpuesta. El beneficio obtenido puede ser para el funcionario, cualquier
tercero o, inclusive, para la propia persona jurídica a que está vinculado.

El gerente de la empresa TEXTILES NANPI PERU SAC, recibe del


empresario Carlos Jiménez Martínez la suma de S/3,000 soles mensuales para que
realice la compra de 5000 conos de hilos que provee su empresa por el monto de
S/15,000 soles.

Carlos Benjamín Cisneros Mejía, es un fabricante y proveedor de productos


industriales de limpieza; quien con la intención de vender sus productos y obtener
una mayor ganancia, ofreció la suma de S/.1000.00 soles al administrador de la
empresa SERVICIOS INTEGRALES DE LIMPIEZA SAC con la finalidad que
este le realice a la compra de 500 galones de desinfectantes; para lo cual debería
realizar el requerimiento de los productos con las características específicas del
producto que este proveía.

III.8 Art 241-B

Sanciona los actos de deslealtad de los socios, accionistas, gerentes, directores,


administradores, representantes legales, apoderados, empleados o asesores de las
personas jurídicas que le causen, a cambio de algún beneficio propio o para un
tercero, un perjuicio.

El contexto típico de este delito, entonces, se circunscribe a actos


desarrollados en la gestión de la empresa, propios de su organización, y a los
deberes que deben observar las personas que actúan en su representación. Se trata
pues, de actos desarrollados en el fuero interno de la persona jurídica, y no de
actos de interacción comercial con otras personas jurídicas.

Ello debido a que existe un interés general en evitar que al interior de las
personas jurídicas se desarrollen conductas que afecten intereses patrimoniales de
sus miembros o socios, acreedores o terceros, dada la importancia que tienen en
el desarrollo de nuestra economía.

El socio, accionista, gerente, director, administrador, representante legal,


apoderado, empleado o asesor de una persona jurídica de derecho privado,
organización no gubernamental, asociación, fundación, comité, incluidos los entes
no inscritos o sociedades irregulares, que directa o indirectamente acepta, recibe
o solicita donativo, promesa o cualquier otra ventaja o beneficio indebido de
cualquier naturaleza para sí o para un tercero para realizar u omitir un acto en
perjuicio de la persona jurídica, será reprimido con pena privativa de libertad no
mayor de cuatro años e inhabilitación conforme al inciso 4 del artículo 36 del
Código Penal y con ciento ochenta a trescientos sesenta y cinco días-multa.

En este caso, para dar por consumado el delito será determinante que se haya
generado un perjuicio a la persona jurídica vinculada con el sujeto activo del
ilícito. El cual no necesariamente debe ser de carácter económico, sino que podría
incluir cualquier acto que, por ejemplo, pueda provocar el cierre o extinción de la
persona jurídica. La conducta debe ser realizada de manera dolosa.
Será reprimido con las mismas penas previstas en el párrafo anterior quien,
directa o indirectamente, promete, ofrece o concede a accionistas, gerentes,
directores, administradores, representantes legales, apoderados, empleados o
asesores de una persona jurídica de derecho privado, organización no
gubernamental, asociación, fundación, comité, incluidos los entes no inscritos o
sociedades irregulares, una ventaja o beneficio indebido de cualquier naturaleza,
para ellos o para un tercero, como contraprestación para realizar u omitir un acto
en perjuicio de la persona jurídica.

Vasco Contreras Valenzuela, socio de la empresa LLAVESAC PERU, solicitó


a Gustavo Huertas Salazar, la compra de un paquete de viaje a Europa con todo
pagado para su hija; a cambio de que este contrate los servicios de catering que
ofrecía la empresa de su hermano a pesar de que el costo del servicio representaba
un gasto adicional del 15% para la empresa LLAVESAC PERU.

Américo Sánchez Palacios, es un fabricante de uniformes para empresas, que


concedió a Roberto Carlos Álvarez Rojas, director de la empresa KALAX PERU,
la suma de S/. 3,000.00 soles por la compra de 300 uniformes; a pesar de que dicha
empresa no cumplía con los estándares de calidad que requería la empresa para la
contratación de los servicios además de haberse pagado un 5% adicional por cada
uniforme comprado en comparación de lo ofertado por otras empresas que sí
cumpla con los requisitos exigidos.

III.9 Fraude en remates en el Derecho Comparado

III.9.1 Legislación Peruana

En nuestra Legislación peruana, encontramos el delito de Fraude


en remates, licitaciones y concursos públicos, se encuentra tipificado en el
Art. 241 del Código Penal, dentro del Capítulo IV- De otros delitos
Económicos, en el cual nos menciona que:

“Serán reprimidos con pena privativa de libertad no mayor de tres años


o con ciento ochenta a trescientos sesenticinco días-multa quienes
practiquen las siguientes acciones:
1. Solicitan o aceptan dádivas o promesas para no tomar parte en un
remate público, en una licitación pública o en un concurso público de
precios;
2. Intentan alejar a los postores por medio de amenazas, dádivas,
promesas o cualquier otro artificio;
3. (**)

Si se trata de concurso público de precios o de licitación pública, se


impondrá además al agente o a la empresa o persona por él representaba,
la suspensión del derecho a contratar con el Estado por un período menor
de tres ni mayor de cinco años”.

III.9.2 Legislación Alemana

En Alemania no existe una definición generalmente reconocida ni


mucho menos una codificación cerrada de los delitos económicos, pero
esto no quiere decir que no exista, sólo que la opinión dominante entiende
que son el conjunto de delitos y contravenciones cometidos en la actividad
económica, con abuso de la confianza necesaria en la vida económica y
que, más allá de un perjuicio individual, afectan a intereses de la
colectividad.

Además, es importante mencionar que, el Derecho penal


económico vigente tiene sus raíces en el siglo XX y durante la Primera
Guerra Mundial, con fundamento en la Ley de poderes para medidas
económicas, de 1914, se sucedieron innumerables ordenanzas como
amparo penal en materia de abastecimiento de bienes económicos,
quedando entregado su juzgamiento a tribunales especiales.

III.9.3 Legislación Mexicana

Es de nuestro conocimiento que los delitos son acciones u


omisiones que son sancionadas por las leyes penales, pero lo que diferencia
a la legislación mexicana de la nuestra es que, cuentan con el Código Penal
Federal, este se aplica en toda la República Mexicana para los delitos de
orden federal, cabe mencionar que los delitos pueden ser del orden común
y del orden federal.
Si bien no encontramos el delito de Fraude en remate, licitaciones
y concursos públicos que está tipificado en el Código Penal Peruano, lo
más semejante a ello, es el delito de fraude que lo encontramos en el Libro
Segundo- Título Vigesimosegundo- Delitos en contra de las Personas en
su Patrimonio, que comprende desde el Art. 386 hasta el Art.389.

III.9.4 Legislación Argentina

En el Código Penal argentino, tampoco se encuentra el delito de


fraude en remates como tal, pero sí cuenta con un capítulo sobre los delitos
económicos, el Título IV- Estafas y otras defraudaciones, está
comprendido a partir del Art 172, en donde sancionan estas conductas.

Entonces, como hemos analizado estás legislaciones, vemos la


importancia del derecho comparado pues este nos muestra a que el
ordenamiento jurídico difiere de un país a otro. Así, su estudio es necesario
para apreciar tanto las diferencias y las semejanzas como los defectos y los
aciertos de ese orden, esto con el fin de perfeccionar las instituciones de
un país y, por ende, su sistema jurídico.
IV. CONCLUSIONES

 Las reglas que el Derecho establece a la economía, deben ser coherentes con
el ideal de sociedad a la que se aspira, por cuanto el orden que se busca
imponer a la economía es parte integrante del orden jurídico existente. Cabe
mencionar que en los delitos económicos el bien jurídico no puede
establecerse en forma clara y precisa porque no atenta en forma directa contra
un valor respetado socialmente sino sobre ciertos elementos que permiten
asegurar un espacio dentro del cual los demás valores sociales pueden
desarrollarse plenamente.
 En Perú, la venta ilegal de mercaderías, ubicado en el 237 del código penal,
es un delito que se pudo observar con mayor frecuencia en tiempos recientes
donde a raíz del covid, o años a otras con el fenómeno del niño, donde
donativos nunca llegaron a los usuarios finales, el tipo penal es claro, y
sanciona a quien vende bienes que debían ser gratuitos, en la realidad vemos
que es una situación lamentablemente repetida y muy poco sancionada.
 El bien jurídico protegido en cuanto a las licitaciones viene a ser el correcto
funcionamiento de las licitaciones públicas, en cuanto a la posibilidad de que
se contrate a los mejores postores en cuanto a la calidad de los productos y/o
servicios que se oferten. En cuanto a los remates el bien jurídico que se protege
es la libertad de pujas, que constituye presupuesto necesario para un correcto
desenvolvimiento de las subastas.
 La estructura del delito de corrupción entre privados (artículo 241-A) da
cuenta de dos modalidades que dan lugar al hecho típico: corrupción pasiva y
corrupción activa. En ambas lo que se afecta son las reglas de la leal
competencia en el mercado que tienen como propósito que los bienes y
servicios se ofrezcan en condiciones de competitividad abierta y libre.
 En el delito de corrupción al interior de entes privados (artículo 241- B) no
serán las reglas de la leal competencia en el mercado el bien jurídico
protegido, sino los deberes de lealtad que deben respetar quienes actúen en
representación de la persona jurídica o aquellos que tomen decisiones que
pueden comprometerla
V. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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Cervini, R. (s.f.). Derecho penal económico. Perspectiva integrada. Uruguay.

“Código Penal Federal Libro Segundo Título Vigesimosegundo-Delitos en contra de


las Personas en su Patrimonio Capitulo III-Fraude”. JUSTIA MÉXICO:
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Costa, F. (2019). Delitos Económicos. Lima.

Jürgen, L & Wassmer, M. (s.f). Sistemas penales comparados. Universidad de


Friburgo de Brisgovia:
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Madrid Valerio, C., & Palomino Ramírez, W. (2019). Análisis de la tipificación de la

corrupción privada en el Perú: ¿una estrategia global contra la corrupción

también debe involucrar a los particulares? ¿Y a las empresas?

Nureña, V. (s.f.). Delitos Económicos. Puno.

Pezo Borchani, S. (2016). Ventas Ilícitas de Mercaderías. Derecho Penal Económico

Quispe Meza, D. S. La criminalización de la corrupción privada: análisis de los

artículos 241-A y 241-B del Código Penal Peruano.

Vizcarra, M. (2020). Penal: Delitos Económicos.

Zerpa, A. M. F. (2019). Análisis a los delitos de corrupción privada (arts. 241-A y

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