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1.2.4. Una creación—“De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es [lit.,
creación nueva]; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas” (II
Cor. 5:17). (Vea también: Ef. 2:10; 4:24; Gál. 6:15.)
“El amor constante del SEÑOR nunca cesa; Sus misericordias nunca llegan a su fin;
Son nuevos cada mañana; grande es tu fidelidad” (Lamentaciones 3: 22-23).
El plan de Dios se deriva de su amor misericordioso por su pueblo. Sabiendo que
no había nada que pudiéramos hacer para ganarnos el camino hacia Su presencia,
Él hizo un camino a través de la crucifixión de Cristo. Derrotando a la muerte,
Jesús abrió el acceso a Dios para nosotros. A través de la oración, la Palabra de
Dios y el Espíritu Santo que viven en nosotros, cada día trae una nueva
misericordia. Cada mañana, Dios es fiel, aunque todos los días nos quedamos
cortos. La misericordia es el regalo de Dios para el corazón arrepentido. Los
siguientes versículos definen este elemento del amor de Dios:
“Tú, Señor, perdonas y eres bueno, que abunda en amor para todos los que te
llaman” (Salmos 86: 5).
“Pero debido a su gran amor por nosotros, Dios, que es rico en misericordia, nos
hizo vivir con Cristo, incluso cuando estábamos muertos en transgresiones, es por
gracia que has sido salvo” (Efesios 2: 4-5).
“Él nos salvó, no por cosas justas que habíamos hecho, sino por Su misericordia. Él
nos salvó a través del lavado del renacimiento y la renovación por el Espíritu
Santo” (Tito 3:5).
¿Cuál es la misericordia de Dios?
“La sabiduría de arriba es ante todo pura. También es amante de la paz, amable
en todo momento y dispuesto a ceder a los demás. Está lleno de misericordia”
(Santiago 3:17).
La misericordia de Dios está muy cerca del perdón. Lo que hacemos en respuesta
a la misericordia de Dios envía un mensaje importante a las personas en nuestras
vidas. Santiago es muy claro en su carta de que, aunque las acciones no son
necesarias para ganarse el favor de Dios, o para ser cristianos, un corazón
arrepentido que ama a Dios seguramente será evidente por las vidas que vivimos.
En su artículo Ten piedad de mí, David Mathis dice: “Cuando Dios muestra su
misericordia, lo hace con total intencionalidad y fuerza, y nosotros, como sus
criaturas, podemos vislumbrar profundamente quién no es solo su soberanía, sino
también su bondad”
“Sean amables los unos con los otros, tiernos, perdonándose unos a otros, como
Dios en Cristo les perdonó”. (Efesios 4:32 ESV)
“¡Ojalá hubiéramos muerto por la mano del Señor en Egipto! Allí nos sentamos
alrededor de ollas de carne y comimos toda la comida que queríamos, pero nos
trajeron a este desierto para matar de hambre a toda esta asamblea” (Éxodo
16:3).
Dios ciertamente escogió ser misericordioso con su pueblo; Él los amó a pesar de
su rebelión y falta de gratitud. El pacto de Dios con ellos estaba fuera de su
misericordia. Él eligió bendecirlos con lo que no merecían. “He oído las quejas de
los israelitas. Dígales: 'Al atardecer, comerás carne y por la mañana te llenarás de
pan. Entonces sabrás que yo soy el Señor, tu Dios” (Éxodo 16:12) Él respondió a
sus quejas con comida, agua, protección y provisión. La historia del Éxodo se
repite muchas veces en la Biblia y se hace referencia a muchas de las
características de Dios, incluida la misericordia.
2. El Rey David
David, un hombre conforme al corazón de Dios, asesino del gigante Goliat y rey
elegido, cometió adulterio con la esposa de otra persona y luego mató a su esposo
en la batalla (2 Samuel 11-12). El pecado tiene el poder de alcanzar incluso a los
más arduos seguidores de Cristo. Las consecuencias siempre se convertirán en
nuestra realidad, como lo fueron para David, pero Dios nunca vacilará en Su
misericordia por nosotros.
“Crea en mí un corazón puro, oh Dios, y renueva un espíritu firme dentro de mí”
(Salmos 51:10 NVI). David rogó, y Dios lo oyó. “El Señor ha quitado tu pecado. No
vas a morir” (2 Samuel 12:13 NVI). Aunque las consecuencias de nuestras malas
decisiones son duras y duras, nuestro Dios misericordioso nunca nos abandona.
3. Pablo
“Mientras lo apedreaban, Esteban oró: 'Señor Jesús, recibe mi espíritu. Luego cayó
de rodillas y gritó: 'Señor, no guardes este pecado contra ellos'. ... Y Saúl estaba
allí, dando su aprobación a su muerte “ (Hechos 7:59, 8:1 NVI).
“Jesús se agachó y escribió en el polvo con su dedo ... ¡Pero que el que nunca ha
pecado arroje la primera piedra!” (Juan 8: 6-8).
La sociedad está arraigada con derechos junto a los necesitados y oprimidos que
siempre prevalecen. No debemos quedarnos ociosos. “Nuestra tendencia natural
es actuar de manera pecaminosa y egoísta; es solo con un corazón transformado
que podemos ser verdaderamente misericordiosos con otra persona”, escribe Liz
Kanoy, editora de Crosswalk.com. La misericordia libera la comprensión humana
para adoptar el mandato de amar a las personas que Él coloca en nuestras vidas.
Rick Warren escribió, en su artículo, “Siete características de la misericordia”, que
“aprender a ser un agente de la misericordia transforma nuestras relaciones”.
“Dios ten piedad. Señor ten piedad. Jesús, ten piedad. Cuando oramos así,
encontraremos la misericordia que necesitamos de Dios”, escribe el Dr. Ray
Pritchard. La misericordia nos permite experimentar amor, perdón, compasión,
paz y alegría, ya sea que lo merezcamos o no. Cuando vemos a otros esforzándose
por ver el otro lado de la ira de alguien, cruzando una línea de piquete para
perdonar, o deteniéndonos para ayudar a un alma errante, el amor, el ánimo y la
alegría impregnan la espesa niebla de la confusión y el derecho. En el diario
devocional “Primeros 15” de Crosswalk.com, dice: “Estaríamos completamente
perdidos si no fuera por la abundante misericordia de nuestro Padre celestial”. Él
tiene misericordia de nosotros, por lo que debemos tener misericordia de los
demás.
“El amor cumple con los requisitos de la ley de Dios” (Romanos 13:10).
La misericordia revela cuán justo, aunque amoroso y compasivo, es Dios. Mi
himno para mis hijos es “Siempre se te perdona y nunca se te ama menos”. No
quiero que asocien quiénes son con los errores que están obligados a cometer
todos los días. Los errores pueden influir en nuestra autoestima si no nos
detenemos a respirar “Yahvé” en nuestras situaciones y nos recordamos que
somos Sus hijos.
Padre,
Hoy, te alabamos por la misericordia. Cómo nos ves por lo que somos,
desordenados y todo, y eliges abrazarnos por completo. Siempre perdonando,
nunca nos amas menos. Venimos a ti con corazones contritos, orando por la
estatura redentora que desea de nuestros corazones y el perdón por los pecados
que cometemos diariamente. Los errores que cometemos son interminables y
próximos, por lo que su misericordia es tan importante para nuestra alegría y
esperanza. Diariamente tus misericordias son nuevas. Diariamente, podemos
acudir a ti para el perdón y saber que aún somos amados, llamados y con un
propósito. Gracias por la muerte sacrificial de Cristo, que abrió el canal de
comunicación a través de tu Palabra y oración. Envía tu Espíritu para ayudarnos a
comprender y abrazar tu verdad, aplicándola a nuestra vida cotidiana. Padre,
bendice y sana nuestras heridas. Trae curación al dolor que toca nuestras vidas, y
las vidas de quienes nos rodean. Recuérdanos a diario, eres bueno.
En el nombre de Jesús,
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La Misericordia de Dios…
La Misericordia De Dios
Salmo 106:1 : Aleluya. Alabad a Jehová, porque él es bueno; porque para siempre
es su misericordia.
Su misericordia es por los siglos y hasta los siglos. No se gasta, no cambia. Mas la
misericordia de Jehová es desde la eternidad y hasta la eternidad sobre los que le
temen, y su justicia sobre los hijos de los hijos (Salmos 103:17). ¿Por qué dice esta
Escritura que la misericordia es eterna? Bueno, no fuera eterna si el que la posee
no fuera eterno, pero sabemos que Dios es eterno, y que todos sus atributos son
eternosí. La palabra eternidad la podemos definir de esta manera: que no tiene ni
principio ni fin, siempre ha existido, al igual que su misericordia.
Alguien dijo una vez: Si todo el cielo fuera papel, si todos los árboles fueran
bolígrafos y toda el agua de la mar fuera tinta, con todo nunca se pudiera describir
el gran amor de Dios. Asi es la misericordia de Dios, es tan grande que no se
puede describir, su misericordia es sin límites.Porque más grande que los cielos es
su misericordia, y hasta los cielos tu verdad (Salmos 108:4). Note que el versículo
dice: más grande que los cielos ¿como puede usted explicar la misericordia de
Dios en su vida? ¿que hizo Dios por usted cuando se encontraba hundido en el
lodo del pecado? Creo que ahora podemos entender lo grande que es la
misericordia de Dios.
Dios dice en su Palabra que Él no oye al pecador, mas si este se arrepintiera, Dios
se mueve a misericordia, lo perdona, lo limpia con su sangre preciosa y lo hace
una nueva criatura (2 Co. 5:17);Y sabemos que Dios no oye a los pecadores; pero
si alguno es temeroso de Dios, y hace su voluntad, a ése oye (Juan 9:31.) Dios
hace su parte cuando la persona hace la suya. Mas el impío, si se apartare de
todos sus pecados que hizo, y guardare todos mis estatutos e hiciere según el
derecho y la justicia, de cierto vivirá; no morirá? (Ez. 18:21.) El impío es aquel que
no practica la piedad, pero si se aparta de sus pecados alcanzará misericordia.
Rasgad vuestro corazón, y no vuestros vestidos, y convertíos a Jehová vuestro
Dios; Porque misericordioso es y clemente, tardo para la ira y grande en
misericordia, y que se duele del castigo (Joel 2:13).
La misericordia de Dios perdona el pecado
En virtud de la caída del hombre todos los hombres han llegado a ser pecadores.
El pecado es la única cosa que mantendrá al hombre fuera del cielo; el cielo es un
lugar santo y nada malo entrará jamas en él. Ya que el pecador ha quebrantado la
ley de Dios, solamente Dios le puede perdonar sus pecados. ¿Que Dios como tú,
que perdona la maldad, y olvida el pecado del remanente de su heredad? No
retuvo para siempre su enojo, porque se deleita en misericordia? (Mi. 7:18).
Níngun hombre, por más religioso que este sea podrá perdonar sus pecados, solo
aquel que derramó su sangre en la cruz; Cristo Jesús el dador de la vida. Si
confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y
limpiarnos de toda maldad (I Juan 1:9).
Ningun hombre puede salvarse así mismo por bueno que este sea, podrá ser la
persona más dadivosa y servicial, pero esto no lo salva. En las Escrituras
encontramos a un hombre llamado Cornelio. Este hombre era bien dadivoso y
oraba a Dios y era una persona muy buena, pero le hacía falta ser salvo. (Lea el
capítulo 10 del libro de los Hechos.) No importa cuan grandes cosas haga el
hombre, todavía necesita la salvación y esta atraves de nuestro Salvador y Señor
Jesucristo. Ponga mucha atención a lo que dice la Palabra: Nos salvó, no por obras
de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el
lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo (Tito 3:5).
No somos salvos por los sacrificios ni por las obras que hacemos, sino por la gracia
y fe en Cristo. Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de
vosotros, pues es don de Dios (Efesios 2:8).
Dios espera de nosotros los creyentes que también tengamos Misericordia y que
la pongamos en practica
Mediante el Espíritu Santo el amor de Dios fue derramado en nuestros corazones.
(Rom. 5:5) De el amor procede, la compasión y la misericordia que son sinónimos.
Si usted no practica la misericordia, ¿como puede estar morando el amor de Dios
en vuestros corazones. La Biblia dice:Pero el que tiene bienes de este mundo y ve
a su hermano tener necesidad, y cierra contra él su corazón, ¿como mora el amor
de Dios en él? (I Juan 3:17). ?Esta Escritura nos habla de cubrir la necesidad a
nuestros hermanos, pero que sucede con los que no son hermanos, la Biblia le
llama: nuestro projimo, ¿le cerraremos la puerta a nuestros semejantesí de
ninguna manera? es aquí donde vamos a practicar la misericordia de Dios que nos
dió a través de su amor divino y por lo cual Dios se glorifique usándonos para
suplir la necesidad de nuestro prójimo, sea material, fisíca o espiritual. ?Sed, pues,
misericordiosos, como también vuestro Padre es misericordioso (Lucas
6:36)Bienaventurado los misericordiosos, porque ellos alcazarán misericordia
(Mateo 5:7) Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos
unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo (Efesios 4:32)
Nunca se aparten de ti la misericordia y la verdad; Átalas a tu cuello, escríbelas en
la tabla de tu corazón (Prov. 3:3).
Que el Señor nos ayude para que tengamos misericordia con nuestro prójimo y
que nosotros podamos ser instrumentos de bendición para los que nos rodean y
glorifiquemos a Dios por su misericordia. Porque para siempre es su misericordia?
(Salmos 136:1).