OBJETIVO - LO QUE EL ESPIRITU QUIERE: Afianzar la decisión de
tener a Jesús en el corazón
LA PALABRA – EL PRINCIPIO BÍBLICO:
Introducción: Todos comenzamos nuestra vida en este mundo con el
nacimiento. Todo ser viviente tiene un principio. Para crecer hay que nacer primero. Así es en la vida cristiana, hay que nacer espiritualmente primero para poder conocer a Dios y vivir Sus promesas. Para nacer de nuevo hay que:
a. Reconocer que se está muerto por el pecado. La Biblia
menciona que: Todo hombre es pecador, Romanos 3:23. El pecado produce muerte, Romanos 6:23.
b. Creer que Jesús pagó en la cruz por todos sus pecados.
Romanos 5:8; Juan 3:16.
c. Recibir a Jesús en el corazón como su Señor y Salvador:
San Juan 6:37, Cristo recibe al que lo recibe a Él. Juan 10:28, el que cree en Jesús tiene seguridad de vida eterna.
CONCLUSIÓN: Renueve hoy mismo su decisión de tener a Jesús en
el corazón. Haga esta oración:
Señor Jesús, gracias por haber venido a mi corazón desde el
momento que confesé que soy pecador y que estaba muerto delante de ti por el pecado. Confirmo en este momento mi decisión de que seas el Señor y Salvador de mi vida. Hoy puedo decir con certeza que te tengo en mi corazón, que tengo vida eterna y que soy tuyo/ya para siempre, en Cristo Jesús, amén.
Pregunte de nuevo y después de orar ¿Dónde está Jesús en este
momento? y confirme la respuesta que le dé su discípulo... “Haciéndose un buen amigo” OBJETIVO - LO QUE EL ESPIRITU QUIERE: Que Dios le muestre aquellos que conocerán al Señor y serán sus discípulos.
LA PALABRA – EL PRINCIPIO BÍBLICO:
Introducción: En la Biblia se nos habla de dos amigos famosos, ellos
se llamaban David y Jonatán. David llegó a ser rey de Israel y Jonatán fue hijo de otro rey, Saúl. 1ra. Samuel 18:1 dice “y el alma de Jonatán quedó ligada con la de David”. La Biblia habla mucho de la amistad. Veamos dos versos bíblicos que hablan de ello:
a. Proverbios 18:24. El valor de la amistad: “El hombre que tiene
amigos ha de mostrarse amigo; y amigo hay más unido que un hermano”. Exprese que esta es la motivación que usted tiene al visitarle.
b. Juan 15:15. Jesús llamó amigos a los que creían en él.
Hablando Jesús a sus discípulos dijo: “Os he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, os las he dado a conocer”. Exprese que ese es su deseo. No compartir una religión, o iglesia sino sólo a Jesús.
Conclusión: Ofrezca su amistad y pregunte a su amigo si le gustaría
que orase por sus necesidades. Deje que él le conteste y comparta. Luego apunte todas las peticiones y al final haga una breve oración. Sea en ello normal y sencillo. Haga oraciones cortas y con palabras de vulgo diario. “Creciendo en la amistad” OBJETIVO - LO QUE EL ESPIRITU QUIERE: Que su amigo comience a abrir su corazón al Señor.
LA PALABRA – EL PRINCIPIO BÍBLICO:
Introducción: Pregunte a su amigo ¿Sabe usted quién es un amigo
de Jesús? Espere la respuesta y prosiga…
a. Dios llama a algunos sus amigos. Santiago 2:23 que dice: “Y
se cumplió la Escritura que dice: Abraham creyó a Dios, y le fue contado por justicia, y fue llamado amigo de Dios”. No todos son amigos de Dios, sólo aquellos que Dios mismo llama.
b. Los amigos de Dios creen en Dios. ¿Qué significa “creer a
Dios” en la Biblia? Implica dos cosas: Creer lo que dice Dios. Hacer lo que dice.
c. Los que creen en Dios llegan a ser sus hijos o “sus
amigos”. Juan 1:12 “Más a todos los que le recibieron (habla de Jesús), a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios”. “Hijos de Dios” es sinónimo de “amigos de Dios”. Todos llegamos a ser hijos de Dios al creer y recibir a Jesús en el corazón.
Conclusión: Pregunte y confirme si su amigo ha creído o recibido a
Jesús en su corazón. No importando la respuesta que le dé, de gracias a Dios por ello y anímele a seguir confiando en Jesús. “Mostrando la amistad cristiana” OBJETIVO - LO QUE EL ESPIRITU QUIERE: Que su amigo experimente de una manera práctica, el amor de Jesús .
LA PALABRA – EL PRINCIPIO BÍBLICO:
Introducción: Cuando haya compartido con su amigo el acto concreto
de amor cristiano que el Espíritu puso en su corazón, entonces comparta los siguientes versos bíblicos:
a. Recuerde quién es un amigo de Dios. Santiago 2:23 dice: “Y
se cumplió la Escritura que dice: Abraham creyó a Dios, y le fue contado por justicia, y fue llamado amigo de Dios”.
b. La amistad se manifiesta con obras. El mismo hombre que
escribió el verso anterior, escribió: “Y si un hermano o una hermana están desnudos, y tienen necesidad del mantenimiento de cada día, y alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y saciaos, pero no les dais las cosas que son necesarias para el cuerpo, ¿de qué aprovecha? Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma (Santiago 2:15-17). Cuando Jesús viene al corazón el trae un cambio total de vida.
Conclusión: Exprese a su amigo que lo que más usted anhela es que
Jesús llegue a ser el Señor de su vida. No olvide esperar siempre la dirección del Espíritu de Dios. “La Salvación” OBJETIVO - LO QUE EL ESPIRITU QUIERE: Explicar su significado, teniendo a la Biblia como fuente de autoridad.
LA PALABRA – EL PRINCIPIO BÍBLICO:
Introducción: Los escritores de la Biblia utilizan a veces los términos
salvar y salvación para transmitir la idea de librar a alguien de un peligro o de la muerte (Éxodo 14:13, 14; Hechos 27:20). Sin embargo, en muchas ocasiones se refieren con ellos a la liberación del pecado (Mateo 1:21). Como la causa de la muerte es el pecado, aquellos que son salvados de este tienen la esperanza de vivir para siempre (Juan 3:16, 17):
a. Cómo se obtiene la salvación. (Hechos 4:10, 12; Romanos
10:9, 10; Hebreos 5:9: Para obtener la salvación, debemos ejercer fe en Jesús y demostrarla obedeciendo sus mandatos). La Biblia dice que es necesario que la obediencia se traduzca en obras para probar que nuestra fe está viva (Santiago 2:24, 26). Sin embargo, eso no significa que nos ganemos la salvación. Esta es una “dádiva de Dios”, un regalo que nos hace por su “bondad inmerecida” o “gracia” (Efesios 2:8, 9, Reina-Valera).
b. ¿Es posible perder la salvación? Sí. Igual que una persona
que se ha salvado de morir ahogada podría caer o saltar al agua nuevamente, quien ha sido salvado del pecado podría perder la salvación si no sigue demostrando su fe. Por esta razón, la Biblia exhorta a los cristianos que han recibido la salvación a que “luchen tenazmente por la fe” (Judas 3). También les aconseja que “sigan obrando su propia salvación con temor y temblor” (Filipenses 2:12).
c. ¿Es Dios el Salvador o lo es Jesús? En la Biblia, a Dios se le
llama muchas veces “Salvador” y se indica que la salvación se la debemos principalmente a él (1 Samuel 10:19; Isaías 43:11; Tito 2:10; Judas 25). Por otro lado, la Palabra de Dios también llama “salvadores” a los hombres que Dios utilizó en ocasiones para librar a la antigua nación de Israel (Nehemías 9:27; Jueces 3:9, 15; 2 Reyes 13:5). * Asimismo, se refiere a Jesucristo como “Salvador”, pues Dios nos salva del pecado mediante el sacrificio de su Hijo (Hechos 5:31; Tito 1:4).
d. ¿Se salvará todo el mundo? No, algunas personas no se
salvarán (2 Tesalonicenses 1:9). Cuando le preguntaron a Jesús si eran pocos los que se salvarían, respondió: “Esfuércense vigorosamente por entrar por la puerta angosta, porque muchos, les digo, tratarán de entrar, pero no podrán” (Lucas 13:23, 24).
Conceptos erróneos:
Lo que algunos creen: En 1 Corintios 15:22 se enseña que la
salvación es universal al decir que “en el Cristo todos serán vivificados.”
La verdad: El contexto de este versículo habla sobre la resurrección (1
Corintios 15:12, 13, 20, 21, 35). Por lo tanto, la frase “en el Cristo todos serán vivificados” sencillamente significa que todos los que resucitan reciben esta recompensa gracias a Jesucristo (Juan 11:25).
Lo que algunos creen: En Tito 2:11 se enseña que la salvación es
universal al decir que “Dios trae la salvación a toda la humanidad” (Dios habla hoy).
La verdad: La palabra griega que se traduce “toda” en este versículo
también puede significar “toda clase”. * Así, la forma correcta de entender Tito 2:11 es que Dios ofrece la salvación a todo tipo de personas, lo que incluye a gente “de todas las naciones y tribus y pueblos y lenguas” (Revelación [Apocalipsis] 7:9, 10).
Lo que algunos creen: En 2 Pedro 3:9 se enseña que la salvación es
universal al decir que Dios “no desea que ninguno sea destruido”.
La verdad: Dios quiere que la gente se salve, pero no obliga a nadie a
aceptar el medio que él ha puesto para la salvación. En el “día del juicio”, también destruirá a las personas malvadas (2 Pedro 3:7).