‘’si quiero aprender a manejar un vehículo o aprender a utilizar un computador, el
aprendizaje condicionado me es útil, especialmente en una sociedad tecnológica. Pero si quiero ser una mejor persona y quisiera vivir en una mejor sociedad, el aprendizaje condicionado me es inútil. Si quiero ser una mejor persona primero tengo que aprender que es ser un ser humano, y luego aprender lo que es este ser humano que soy yo’’ El motivo por el cual elijo esta cita es por el hecho de que, en esta sociedad tan consumista, nos enseñan a saber y hacer de forma sistemática cualquier cosa, sin importar el contexto de cada persona. Es por esto que como futuro profesor y como profesor en práctica pueda analizar el contexto de cada estudiante, comprendiéndolos y comprendiéndome, para así, poder generar decisiones y didácticas de forma asertiva para mis alumnos. Creo que es preciso liberar por medio de la música a niños y niñas que vienen de un contexto violentado, que no encuentran un motivo para sonreír, a personas que no tienen afecto o empatía por su entorno... la educación y la música es liberación, es amor, y es un proceso continuo. Es por esto que mi misión como profesor es formar a seres humanos, amar su autonomía y sus procesos cognitivos, ya que cada persona tiene una forma única de generar dinámicas internas y de relacionar las cosas. Una sociedad no avanza por las grandes riquezas, no avanza por el dinero disfrazado de ‘’progreso’’, una sociedad avanza cuando quienes la componen comprenden la vida desde un proceso interno, un proceso que va simbióticamente relacionado con cada persona que habita en algún contexto determinado. Como ser humano es vital y totalmente importante la empatía, ya que nos permite sentir lo que la otra persona está pasando, es algo tan abstracto como sentir algo que no puedes ver ni tocar. Pero que sea abstracto no quiere decir que sea algo superfluo o simplemente ‘’algo’’. Esa pequeña habilidad de poder sentir, hará que, desde un punto de vista micro a macro, nuestra sociedad cambie y aprenda significativamente como amar, como tolerar, como enseñar y aprender de alguien que no seas tú mismo. ‘’La relación el alumno con la materia a aprender es emocional: le interesa o no le interesa, le gusta o no le gusta, lo afecto o no lo afecta. Mientras menos lo afecta, y muestra menos interés, más adecuadas son las técnicas conductistas. Mientras mayor sea el interés, más adecuadas son las técnicas constructivistas y humanistas. Así, todos los tipos de aprendizajes mencionados tienen un asiento en las emociones’’ Como profesor, mi postura respecto a esto es lo siguiente: Es una invitación a poder generar algo en los estudiantes, en poder ser ‘’alguien’’ para ellos. Por ende, es necesario enfatizar en un buen clima de aula, para que mis estudiantes puedan sentirse cómodos, con sus emociones a flor de piel, para que verdaderamente el aprendizaje ocurra, un aprendizaje significativo, un aprendizaje que no necesariamente tiene que ser materia. Hay conductas tan, pero tan tristes hoy en día, en donde el respecto no nace para la persona que se ve involucrada en la sociedad, en días como estos donde no importa arrebatar una vida por algo material, en días que nos vemos totalmente influenciados por lo que pasa en las calles. Por eso es necesario, poder hacer un cambio micro en mis estudiantes, para poder hacer un cambio macro en cada contexto que se situé los estudiantes, para ser más preciso, entregar herramientas empáticas, como ser una persona integra, social, política y biológicamente para que ellos puedan generar su cambio en cada contexto. Creo que el conductismo de ninguna forma podría ser bueno para lograr un aprendizaje en el aula, ya que con miedo difícilmente vamos a disfrutar algo, más bien simplemente lo ‘’vamos a cumplir’’ sin hacer un proceso interno, sin cuestionarnos, sin hacer que se produzca una didáctica en ellos, sin hacer que se produzca una didáctica en mí. Una invitación a mi ser en su totalidad, a poder generar constantemente decisiones que sean acordes a mi contexto, que se adecuen al tipo de aula en el que esté, una invitación a aprender a amar cada ser involucrado en el entorno que mis ojos miran, para poder enseñar y aprender de forma constante, sin necesariamente estar en el aula de clases, si no que aprender de la vida, siendo un profesor y un estudiante a la misma vez.