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Profesor:

Carlos lora
Integrantes:
Krisbel payano 2022-0889
Yessica Villavizar 2021-1056
Stephany Jimenez 2022-0146
Reporte grupal de la exposición

Arte gótico
El gótico es un estilo artístico que surgió en Île-de-France (Francia) a mediados
del siglo XII. Durante los tres siglos siguientes, se difundió por toda Europa
adquiriendo en cada región características particulares.
Fue un estilo muy valorado por el Romanticismo y los movimientos historicistas
del siglo XIX, cuando las formas del gótico resurgieron como estilo neogótico.
El término «gótico» fue usado por primera vez por el italiano Giorgio Vasari en
el siglo XVI para designar a todo el arte medieval. Lo llamó así asimilándolo a
un arte de bárbaros (godos) ya que lo consideraba burdo y decadente en
comparación con las producciones que seguían la tradición clásica y que en la
Italia renacentista se planteaban como la máxima forma de expresión artística.
El arte gótico se desarrolló entre los siglos XII y XVI, época de gran desarrollo
económico y cultural. El fin de la época feudal supuso el afianzamiento de los
estados centralizados, con mayor predominio de las ciudades sobre el campo,
al tiempo que un sector cada vez mayor de la sociedad tenía acceso a la
cultura, que dejó de ser patrimonio exclusivo de la Iglesia. El auge de las
universidades comportó un aumento de los estudios científicos, filosóficos y
literarios, sentando las bases de la cultura moderna.
La arquitectura sufrió una profunda transformación, con formas más ligeras,
más dinámicas, con un mejor análisis estructural que permitió hacer edificios
más estilizados, con más aberturas y, por tanto, mejor iluminación. Aparecieron
nuevas tipologías como el arco apuntado y la bóveda de crucería, y la
utilización de contrafuertes y arbotantes para sostener la estructura del edificio,
permitiendo interiores más amplios y decorados con vitrales y rosetones. Es la
época de las grandes catedrales, entre las que cabe destacar: Laon, Chartres,
Amiens, Reims, Bourges y Notre-Dame de París, en Francia; Canterbury,
Salisbury y Gloucester, en Inglaterra; Siena, Orvieto, Florencia, Bolonia y Milán,
en Italia; Colonia, Estrasburgo, Ulm y Magdeburgo en Alemania; San Esteban
de Viena en Austria; Barcelona, Gerona, Palma de Mallorca, Sevilla, Toledo,
Burgos, León, Zamora y Sigüenza, en España; y los monasterios de Batalha y
Alcobaça en Portugal. En España cabe destacar también el desarrollo del arte
mudéjar, fuertemente influido por las formas islámicas, y que se caracteriza por
el empleo del ladrillo, el yeso y la madera de pequeña escuadría: Cristo de la
Vega (Toledo), San Lorenzo de Sahagún, Las Huelgas (Burgos), Santa Clara
de Tordesillas, Convento de Guadalupe (Cáceres), Alcázar de Sevilla, etc.
La escultura continuó enmarcada en la obra arquitectónica, aunque comenzó a
desarrollarse la escultura exenta, con formas más realistas, inspiradas en la
naturaleza. Los artistas buscaban la belleza ideal, en formas sencillas y
diáfanas, con cierta melancolía y nobleza en los sentimientos, y con escenas
de carácter narrativo. En Francia destacan el Pórtico Real y las portadas del
crucero de la Catedral de Chartres, así como los conjuntos de Amiens y Reims.
En Italia destaca el taller de Nicola y Giovanni Pisano en Pisa, mientras en
Alemania descuella la obra de Veit Stoss y Tilman Riemenschneider. En
España destaca el Pórtico de la Gloria de la Catedral de Santiago de
Compostela, las portadas de la Colegiata de Toro y de las catedrales de Tuy y
Ciudad Rodrigo, los conjuntos de Burgos, León y Toledo, así como la obra de
Pere Johan y Gil de Siloé.

La pintura dejó de ser mural para pasar a retablos situados en los altares de las
iglesias, y empezó a desarrollarse la pintura en lienzo, al temple o al óleo. Se
sucedieron cuatro estilos pictóricos:
 Gótico lineal o franco-gótico: se desarrolló desde el siglo XIII hasta
principios del XIV, caracterizado por el dibujo lineal, el fuerte
cromatismo, un naturalismo de líneas sencillas y el idealismo de los
temas representados. Este estilo se desarrolló sobre todo en vidrieras y
miniaturas.
 Gótico itálico o trecentista: surgido en el siglo XIII en Italia, se
caracteriza por la aproximación realizada a la representación de la
profundidad que cristalizará en el Renacimiento con la perspectiva lineal,
los estudios sobre anatomía y el análisis de la luz para conseguir la
matización tonal. Destacan dos escuelas: la florentina (Cimabue, Giotto,
Andrea Orcagna) y la sienesa (Duccio, Simone Martini, Ambrogio
Lorenzetti).
 Gótico internacional: corresponde a finales del siglo XIV y primera
mitad del XV, suponiendo una fusión de los estilos anteriores. Se
caracteriza por la estilización de la figura y el predominio de la línea
curva, el detallismo técnico y el naturalismo simbólico de la narración.
Destacan los pintores Paul de Limbourg, Stefan Lochner, Conrad Soest,
Bernat Martorell y Lluís Borrassà.
 Gótico flamenco: surgió en Flandes a principios del siglo XV,
predominando a lo largo de ese siglo en la mayor parte de Europa
excepto Italia, donde ya descollaba el Renacimiento. Su principal
aportación es la técnica al óleo, que da colores más brillantes y permite
su gradación en diversas gamas cromáticas, a la vez que permite mayor
minuciosidad en los detalles. Cabe destacar a Jan y Hubert van Eyck,
Robert Campin, Rogier van der Weyden, Hans Memling, Gerard David,
Hugo van der Goes y el Bosco; en el resto de Europa, Jean Fouquet,
Conrad Witz, Martin Schongauer, Hans Holbein el Viejo, Nuno
Gonçalves, Lluís Dalmau, Jaume Huguet, Bartolomé Bermejo, Fernando
Gallego, etc.

Etapas del arte gótico


 Arte Gótico temprano: La bóveda de crucería que está presente en
algunas iglesias (ejemplo: Catedral de Notre Dame).
 Arte Gótico clásico: Las catedrales son más altura aún a través de un
piso extremadamente grande de ventanales, que cede luz casi vertical
(ejemplo: Catedral de Chartres).
 Arte Gótico radiante o rayonnant: Se manifiestan de forma dominante
como los elementos radiales, emergen los grandes rosetones (ejemplo:
reconstrucción de la abadía de Saint Denis).

Las artes aplicadas también tuvieron gran relevancia durante el gótico,


favorecidas por las nuevas clases urbanas de mercaderes y artesanos.
Destacó la ebanistería, la tapicería siendo famosos los tapices de Arras, la
orfebrería especialmente las custodias y los relicarios, donde sobresale el
nombre de Enrique de Arfe, las obras en esmalte en particular las procedentes
de Limoges, la cerámica donde destaca la de Faenza y Manises, la vidriería
singularmente la veneciana y catalana, etc.
La literatura tardomedieval se movió entre las obras escritas todavía en latín
generalmente de signo religioso, y las escritas en lenguas vernáculas, que irán
ganando protagonismo y popularidad. El centro creador pasó de Francia a
Italia, donde las cortes de los pequeños estados que se repartían el territorio de
la península itálica favorecieron las artes y las letras, dando origen a lo que
será el Renacimiento. Se practicó sobre todo el género del canzone, escrito en
endecasílabo del que surgirá el soneto, mientras que en Florencia surgió el
llamado Dolce Stil Novo, género poético de signo más subjetivo, que exalta el
amor, pero un amor más puro, más simbólico que el trovadoresco. Destacan
especialmente tres nombres: Francesco Petrarca, Giovanni Boccaccio y Dante
Alighieri, autor de La Divina Comedia (1304-1320), una de las grandes obras
de la literatura universal. En Inglaterra destacó Geoffrey Chaucer con sus
Cuentos de Canterbury (1386-1400). En Francia, François Villon fue el primer
gran poeta en lengua francesa. En España, en el siglo XIII surgió la poesía del
mester de clerecía (Gonzalo de Berceo), así como la lírica galaicoportuguesa
(Alfonso X el Sabio) y la catalana (Ramon Llull); en el siglo XIV destacaron el
Arcipreste de Hita, don Juan Manuel y Pedro López de Ayala; mientras que en
el siglo XV es de remarcar las figuras de Jorge Manrique y el Marqués de
Santillana, así como del poeta catalán Ausiàs March.
El teatro se desarrolló en tres principales tipologías: «misterios», sobre la vida
de Jesucristo, con textos de gran valor literario y elementos juglarescos;
«milagros», sobre la vida de los santos, con diálogos y partes danzadas; y
«moralidades», sobre personajes simbólicos, alegóricos, con máscaras
tipificadas. En esta época nació el teatro profano, con tres posibles orígenes
según los historiadores: la imitación de textos latinos de Terencio y Plauto; el
arte polivalente de los juglares; o los pequeños divertimentos escritos por
autores de signo religioso para evadirse un poco de la rigidez eclesiástica.

En música, durante el gótico se desarrolló la polifonía, surgiendo por vez


primera una música profana separada de la música religiosa realizada hasta
entonces (Le jeu de Robin et Marion, de Adam de la Halle, 1285). Surgió el
contrapunto, voces paralelas que se funden o se contraponen, y se
desarrollaron las técnicas compositivas y la notación. De la primera fórmula
compositiva por repetición se pasó a la imitación en el siglo XIV, y a la variación
en el XVI. El primer compositor conocido es Leoninus, organista de Notre-
Dame de París a mediados del siglo XIII. En el siglo XIV surgió el Ars Nova,
con Guillaume de Machaut y Francesco Landino, mientras que en el XV
destacan Josquin des Prés, Guillaume Dufay, Gilles Binchois, Johannes
Ockeghem, Jacob Obrecht, John Dunstable y Bartolomé Ramos de Pareja. En
danza, las principales modalidades fueron: el carol, el estampie, el branle, el
saltarello y la tarantela.
Los vitrales ya eran empleados en el arte románico, pero tuvo su cumbre en el
arte gótico, se escenifican en forma de mosaicos desde la zona superior de la
iglesia hasta la zona inferior, englobando en ellos algunos contenidos bíblicos,
estos reemplazan la pintura mural que dominaba en el arte románico. Los
vitrales realizaban una solemne función, ademas de adornar las amplias
paredes de las catedrales, dejaban entrar abundante luz al interior de esta.
La vidriera del Arte gótico evidencia la absoluta consolidación, desarrollo o
crecimiento y expansión de dicho arte en la totalidad del continente europeo y,
al parecer muchos autores, la época en la que fue definida perfectamente la
esencia del arte de la vidriera. Esta se compone en la primordial forma de
pintura descomunal, la cual hace que la arquitectura se transforme y se
convierta en una atadura idónea para manifestar los conceptos de la mística y
el simbolismo del cristianismo de los siglos finales de la Edad Media.

Características del arte gótico


El estilo gótico surgió a partir de las reformas iniciadas por el abad Suger en la
basílica de Saint Denis, entre los años 1140 y 1144. Respondía a una corriente
filosófica conocida como «estética de la luz» (o «teología de la luz») que
identificaba la luz como manifestación de la divinidad.
Fue un arte ligado al humanismo teológico surgido a finales de la Edad Media.
Esta corriente desarrolló una sensibilidad religiosa al mismo tiempo humanista
y espiritualista que consideraba que los seres humanos eran la obra más
perfecta de la Creación y buscaba conectar a las personas con la divinidad de
una manera más directa y natural.
Su expresión más fuerte fue la arquitectura, especialmente la construcción de
catedrales. A partir del siglo XIV, el estilo se extendió a los edificios civiles,
como ayuntamientos y lonjas.
Fue un estilo vinculado al desarrollo urbano y al poder creciente de los reyes y
de los obispos característicos de la Baja edad media. El auge de las ciudades
estimuló la construcción de catedrales que tomaron el modelo de la basílica de
Saint Denis. Las catedrales eran construcciones de las que participaba toda la
comunidad con aportes económicos y con trabajo. Se las consideraba el centro
de la vida urbana y era un elemento de competencia con otras ciudades.
Otras disciplinas artísticas, como la escultura y la pintura, estaban
subordinadas a la arquitectura, aunque hacia fines del período comenzaron a
independizarse. Así, surgieron los retablos y las pinturas sobre tablas en
reemplazo de la pintura mural típica del Románico y se desarrolló la escultura
funeraria, con la representación de los difuntos en los sepulcros.
Se comenzaron a dejar de lado los convencionalismos visuales propios del arte
románico. Los artistas buscaron la individualización de los personajes y la
interacción de unos con otros. La representación de las vestimentas se hizo
más dinámica y elegante.
Se renovó la iconográfica con la representación de escenas humanas,
personajes amables y expresión de sentimientos. En las representaciones,
también se humanizó la relación entre Cristo y su madre.
La pintura gótica en general era elegante y refinada para satisfacer la demanda
creciente de las cortes reales y de una burguesía cada vez más rica. Desarrolló
características regionales diferentes, así surgieron la escuela florentina y la
sienesa en Italia y la de la corte borgoñona en Francia, entre otras.
Se destacó la producción de miniaturas, es decir, ilustraciones
extraordinariamente detalladas y coloridas en los manuscritos.
Frente a las iglesias y monasterios del románico, dicho esto de la forma
general, el gótico eleva, como su obra arquitectónica emblemática, prodigiosas
catedrales llenas de luz, así como con una gran altura, siendo estas sus
principales aportaciones técnicas, las cuales se encuentran justificadas en los
escritos de Pseudo Dionisio Areopagita, aunque también se desarrolló una
importante arquitectura civil. Otra de sus características es que se comenzó a
independizar a otras artes plásticas, como la pintura y escultura, de su
subordinación al soporte arquitectónico.
No obstante, hay también muchos elementos de continuidad: este sigue siendo
un arte predominante religioso; el monasterio como institución apenas varía
excepto en detalles formales y de adaptación a nuevos requerimientos, pero su
disposición no presentó variantes, y la planta de las iglesias, mayoritariamente
catedrales, siguió siendo predominantemente de cruz latina con cabecera en
ábside orientada al este, aunque se complique o varíe (plantas basilicales,
colocación del transepto en el centro, complicación de naves, capillas y
girolas). Sin duda el principal elemento de continuidad es la concepción
intemporal de la obra: en la mayor parte de las construcciones los estilos se
suceden y funden al ritmo de los siglos, sabiendo los contemporáneos que
hacen una obra que ellos no verían terminada, ni quizá sus hijos o nietos, sino
que la construcción de estas edificaciones implica el trabajo varias
generaciones. En muchas de ellas, incluso se pone en valor el atrevimiento por
comenzar un desafío técnico o económico, a veces por rivalidad política, que
cuando se inicia no se ha planificado en su totalidad el proyecto por lo que no
se sabe cómo culminarlo, es el caso de las catedrales de Siena y de Florencia.
La luz.
Los nuevos edificios religiosos se caracterizan por la definición de un espacio
que quiere acercar a los fieles, de una manera vivencial y casi palpable, los
valores religiosos y simbólicos de la época. El humanismo incipiente liberaba al
hombre de las oscuras tinieblas y le invitaba a la luz. Este hecho está
relacionado con la divulgación de las corrientes filosóficas neoplatónicas, que
establecen una vinculación entre el concepto de Dios y el ámbito de la luz.
Como las nuevas técnicas constructivas hicieron virtualmente innecesarios los
muros en beneficio de los vanos, el interior de las iglesias se llenó de luz, y la
luz conformará el nuevo espacio gótico. Será una luz física, no figurada en
pinturas y mosaicos; luz general y difusa, no concentrada en puntos y dirigida
como si de focos se tratase; a la vez que es una luz transfigurada y coloreada
mediante el juego de las vidrieras y los rosetones, que trasforma el espacio en
irreal y simbólico. El color alcanzará una importancia crucial.

La luz está entendida como la sublimación de la divinidad. La simbología


domina a los artistas de la época, la escuela de Chartres considera la luz el
elemento más noble de los fenómenos naturales, el elemento menos material,
la aproximación más cercana a la forma pura.
El arquitecto gótico organiza una estructura que le permite, mediante la
utilización de la técnica, emplear la luz, luz transfigurada, que desmaterializa
los elementos del edificio, consiguiendo claras sensaciones de elevación e
ingravidez.
Arte gótico en la edad media
Los tejidos de punto y malla fueron determinantes en esta nueva etapa, que es
conocida como la Edad Media, que tuvo inicio en el año 476, los bárbaros
inculcaron la costumbre de usar de bragas que cubrieran las piernas, estas
prendas eran parecidas a los pantalones, o las calzas, éstas eran pegadas a la
pierna, bordadas y decoradas, ajustadas o apretadas ambas en la parte de las
pantorrillas, por medio de correas que se entrecruzadas. Los nobles las
llevaban de un color rojo carmesí. Las túnicas, no tenían mangas o si las
poseían, pero estas eran muy cortas, ahora fueron anexadas. (ver: arte griego).
Arte gótico en España
La arquitectura se inició tras la transición del románico al gótico, a finales del
siglo XII y principios del siglo XIII. Ejemplos destacados de este periodo de
transición son las catedrales de Ávila, Sigüenza, Tarragona y Lleida. En el siglo
XIII, el gótico se desarrolló especialmente en Castilla, donde se construyeron
destacadas catedrales de influencia francesa, como las de Burgos, León y
Toledo.
La escultura gótica ganó en naturalidad; de ahí que los personajes sonrían y se
comuniquen entre sí. Se concentró en las portadas de las catedrales, como las
de León y Burgos.
La pintura tuvo menor desarrollo. Se manifestó en forma de miniatura, que
ilustraron los libros (Cántigas de Alfonso X); en algunas tablas, de grueso
dibujo y brillante colorido; y en magníficos ejemplos de vidrieras, como las de la
catedral de León.
Arte gótico en Francia
Como ya hemos apuntado, la obra del pórtico y más tarde, la de la cabecera de
la abadía de Saint Denis son el prólogo del nuevo estilo. Más adelante, ya en la
segunda mitad del siglo XII, se inician las catedrales de Noyon, Laon, Senlis y
Soissons, entre otras; culminando con la iniciación, en 1163, de la catedral de
París. Sin embargo, es a lo largo del S XIII cuando se inician las más
importantes y bellas catedrales de Francia, que serán el foco de difusión por
Europa.
Destaca en esta época la catedral de Chartres, cuyo edificio románico fue
destruido por un incendio en 1194, y que constituye uno de los monumentos
señeros de la historia de la arquitectura puesto que es en ella donde se
concretan los ideales y la técnica de la arquitectura gótica. Son destacables por
su gran influencia europea, sobre todo en España y Alemania, el inicio en 1212
de la catedral de Reims, conforme a trazas de Juan de Orbais.
Simultáneamente se inicia en 1218, por Robert de Luzarches, la catedral de
Amiens.

Arte gótico en Alemania


Las formas de la arquitectura Gótica francesa se introducen en Alemania bien
entrado el siglo XIII. A la primera mitad de este corresponde la iglesia de Santa
Isabel de Marburgo, ensayo superado por la gran influencia que ejerce la
catedral de Reims.
Son muy características las catedrales de Colonia, Estrasburgo, Friburgo,
Praga, Ulm y la de San Esteban de Viena, entre otras, donde las formas y
estética adquieren un gran desarrollo a pesar de su cronología tardía. Son
destacables los conjuntos urbanos y los ejemplos de arquitectura civil, como los
de Colonia, Nuremberg y Munich, a pesar de su destrucción durante la II
Guerra Mundial.

Arte gótico en los países bajos


La influencia francesa es inevitable es estos territorios sobre todo durante los
Siglos XIII y XIV, más adelante se fijará en las formas de la arquitectura gótica
alemana inglesa. Las Catedrales más importantes de son las de Tournai y de
S. Gúdula de Bruselas, sin olvidar San Bavón de Gante.
Como en la arquitectura alemana, destacan los conjuntos arquitectónicos
referentes a la vida civil, las casas de fachada con piñón escalonado, como el
magnífico conjunto de Brujas, las lonjas de comercio, como las de Brujas e
Yprés, y las casas comunales o de corporaciones, como las de Bruselas,
Lovaina y Brujas.

Arte gótico en Italia


La peculiaridad del gótico en Italia viene determinada por su amplia tradición
clásica que le imbuye de un carácter especial en cada uno de los estilos
europeos. Son las órdenes mendicantes las principales difusoras y
mantenedoras de este estilo. Ellas traerán a Italia el tipo de nave única, amplio
brazo de crucero y capillas en la cabecera, que con frecuencia es la única zona
del edificio cubierta con bóveda de crucería. La iglesia de Asís, la de San
Francisco de Arezzo, son representativas.
Ya del Siglo XIV es la mayor parte de las catedrales de Siena y Orvieto, en las
que, siguiendo una tradición románica, se utilizan mármoles de diversos
colores y se anula el sentido de verticalidad mediante la proliferación de
elementos horizontales. La catedral de S. Maria del Fiore en Florencia con su
Campanile es otro ejemplo característico, mientras que la catedral de Milán,
inacabada, iniciada en 1380, es una muestra del intento fallido de introducir las
formas germánicas y francesas, cuando ya se anunciaba el Renacimiento.

Arte gótico en Inglaterra


Si la arquitectura gótica en Italia es diferente a la del resto de Europa es en
Inglaterra donde este hecho cobra más fuerza. La evolución de las formas en
las islas británicas es en muchos casos independiente a la llevada a cabo en el
resto de Europa. Los comienzos se sitúan en la segunda mitad del Siglo XII con
el coro de la catedral de Canterbury y la cabecera de la catedral de Lincoln.
Uno de los elementos más destacables y preciosistas de la arquitectura inglesa
se inicia en el último tercio de este siglo con el estilo ornamental o decorated
style, caracterizado por la abundancia de molduras sinuosas y la aparición de
las características bóvedas de crucería de abanico, que tiene una de sus
muestras más representativas en el claustro de la catedral de Gloucester.

Catedrales góticas en Europa


España: Catedral de burgos, Catedral de Toledo, Catedral de Sevilla, Catedral
Palma de Mallorca, Catedral de Oviedo, Catedral de Barcelona.
Francia: Catedral Notre Dame.
Alemania: Catedral de Colonia.
Italia: Catedral de Milán.

Vestimenta del arte gótico


Las ropas que fueron usadas en el Imperio Romano ya habían quedado en el
olvido, como la toga, una prenda larga de tela que se envolvía en el cuerpo,
esta fue característica en el vestuario masculino del ciudadano a principios de
las primeras épocas romanas, debajo de estas prendas, como ropa íntima se
usaba una especie de túnica de lana para los hombres y las mujeres casadas
lucían la estola, que es casi igual a la toga masculina, estas cubrían sus
hombros con la palla.
Se continuaron usando las capas de lana rectangulares la cuales tenía como
nombre «clámides», adquiriendo mayor amplitud. Los bárbaros usaban
cotidianamente dos tonos de ropa, el lado izquierdo era de un color distinto que
el color del derecho.
El globo bizantino, trajo su lujo y una nueva e innovadora variedad de telas,
sobre todo comenzó la llegada de la seda, los ricos bordados en oro y piedras
preciosas.
Los flecos y adornos eran lo que más dominaba en sus trajes que poco a poco
fueron haciéndose populares en la zona occidental, como por ejemplo el uso
del manto semicircular fue bastante popular, este se agarraba desde el hombro
derecho, porque carecía de algún agujero para pasar la cabeza, este manto era
símbolo de estatus, y no sólo tienen como función protegerse del frío, los
mantos oscuros los usaban las personas para simbolizar que atraviesan un
período de duelo.
En la llegada de los árabes, se empezaron a utilizar nuevas telas, y en aquellos
pueblos que no se lograron escabullir de su dominio, se aplicó su particular
vestimenta con anchos pantalones llamados «zaragüelles», el uso de la faja, el
turbante y la túnica corta abotonada y ajustada llamada «aljuba». Cuando los
españoles comenzaron la Reconquista, empezaron la campaña usando la
camisa como ropa interior, y luego varias túnicas, que terminaban con el rial,
pegado al cuerpo hasta la cintura llamado «jubón» y que luego se incrementó
en volados, que poco a poco fueron dejándose de usar. Era abotonado y
embellecido con bordados. (ver: arte egipcio)
Se continuaron usando las túnicas talares, llamadas así porque llegaban hasta
los talones, asignándose gonel y encima un sobre-gonel. Éste se fue
desarrollando, agregándole una especie de cuello o esclavina recibiendo el
nombre de garnacha, este cuello tiempo después fue descartado, y el traje se
hizo más corto, siendo el precedente de nuestro gabán.

Orfebrería del arte gótico


Al hablar de la orfebrería del arte gótico medieval es inevitable no referirse a su
objeto más típico: el relicario para la corona de espinas de Cristo. La
representación no sólo era absolutamente grande, con más de un metro de
ancho por dos de largo y casi dos de altura, sino también contenía tantas
piedras exageradamente preciosas y metales fantásticos, que tuvieron la
necesidad de fabricar una edificación sumamente especial en la ciudad de
París, conocida como la Sainte-Chapelle, adjunta al Palacio Real de la Isla de
la Ciudad, donde también se domicilia Notre-Dame.

Cerámica del arte gótico


La cerámica del arte gótico es una de las artes estéticas que fueron más
desarrolladas por los artesanos mudéjares, siendo sus dos circunvalaciones
sumamente más importantes las partes de vajilla y los fundamentos cerámicos
los cuales fueron aplicados en la arquitectura como elementos de decoración.
Con piezas de vajilla nos referimos a los talleres mudéjares que emplearon la
técnica del vidriado, creada entre finales del siglo VIII y principios del IX en los
talleres del entorno islámico oriental. Estas cerámicas son de mucha
importancia histórica igual de las cerámicas de los indígenas venezolanos, con
la dicha técnica radicaba en agregar un esmalte de estaño que hacía la función
de vitrificaste y que aislaba las piezas.

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