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El Renacimiento

Fuera de Italia
Introducción.
El Renacimiento fue un movimiento cultural occidental que
replanteó los ideales del arte clásico, frente al espíritu teológico
medieval que estaba dominado por la iglesia. Las principales zonas
del desarrollo del arte del Renacimiento fueron Italia, ciudad que
fue el epicentro del movimiento, Francia, España, Alemania,
Flandes y los Países bajos.
Con el nacimiento de la economía urbana y mercantil, regida por
instituciones políticas, las obras artísticas dejaron de ser de un
ámbito religioso. Todo esto llevó a los artistas a interesarse de
nuevo por la ciencia, y más concretamente por la figura humana.
Es importante mencionar que al hablar del Renacimiento se habla
de dos periodos: El Quattrocento y el Cinquecento. El primero
refiere al arte renacentista primario, del siglo XV, cuya base fue
Florencia, Italia. El segundo también se llama Alto renacimiento,
cuya cuna fue Roma y que comprende los años finales del siglo XV,
y las primeras décadas del siglo XVI.
Dicho periodo fue de suma importancia para la raza humana, ya
que vieron la luz grandes descubrimientos tecnológicos, tales como
la imprenta, y en general, el humano se obligó a pensar y a
experimental a fin de responder diversas cuestiones del mundo y
del propio ser humano.
Arquitectura.
Los arquitectos del Renacimiento tomaron elementos
arquitectónicos clásicos, pero de forma selectiva. Se incluyeron
aspectos como los arcos de medio punto, las columnas de
órdenes griegos y romanos, con la inclusión propia de una
nueva columna abalaustrada, y un nuevo capitel.
Diversos artistas provenientes de Italia se desplazaron hasta
otras partes de Europa, principalmente a Francia, los Países
bajos, Alemania, incluso Inglaterra, pero sobre todo a España.
Provenientes de Francia, algunos artistas introdujeron el
nuevo estilo a los Países bajos, donde destacan los Amberes de
la segunda mitad del siglo XVI, aunque aquí las viviendas
mantuvieron un aspecto gótico.
En Alemania se pasó casi directamente del gótico al barroco,
exceptuando la Capilla funeraria de los Fugger.
En Inglaterra la influencia renacentista se manifiesta sobre
todo en la mayor apertura de los muros y en la decoración,
siendo un ejemplo el Castillo de Ashley Hall en Lancashire.
El Renacimiento fuera de España.

El Renacimiento en España se separa en tres etapas.


El primero tiene por nombre Plateresco 1530 a 1560 (también
llamado Estilo Isabel), cuyas características son la continuidad
del estilo gótico, pero mezclado con elementos clásicos. Su
decoración consta de conchas, motivos heráldicos (es decir,
escudos), sillares almohadillados (en su cara frontal están
abultados), frontones triangulares y entablamientos clásicos. Se
destaca éste periodo en Salamanca, Burgos y Valladolid.
Luego estuvo la etapa Purista que tuvo su auge a mitad del siglo
XVI, y que como su nombre lo indica, se caracterizó por su baja
influencia gótica y su escasa decoración, eligiendo elementos
concretos de inspiración grecorromana.
Posteriormente el periodo Herreriano nació gracias a la
construcción del Monasterio de El Escorial. Se identifica por sus
obras de gran tamaño y sus construcciones geométricas.
El Renacimiento fuera de
Europa.
Fuera de Europa el nuevo estilo se
instaló en México y Perú, llegando a
través de los conquistadores
españoles.
En México es importante mencionar
los conventos de Cholula,
Teposcolula, y las principales
Catedrales de México: México,
Puebla y Guadalajara.
En Perú se destacan las Catedrales de Lima y
Cuzco.
Escultura
Los artistas del renacimiento se basaron en las esculturas de la antigüedad
clásica, retomando la figura humana como un ejemplo de perfección, con un
enfoque humanista y naturalista. Sus materiales fueron principalmente
bronce, mármol, incluyendo la madera.
De todos los países donde el nuevo estilo tuvo alguna representación, cabe
destacar a España, donde el escultor Domenico Fancelli realiza obras como el
Sepulcro de los Reyes Católicos en la Capilla Real de Granada, iniciando con
el movimiento en esa zona. Así mismo dignos de mención están los españoles
Vasco de la Zarza, Bartolomé Ordoñez y Diego de Siloé, quien colaboró con
Felipe Vigarny en la construcción del retablo de la Capilla del Condestable, en
la Catedral de Burgos, quienes constituyeron la primera generación de
escultores renacentistas en España.
En cuanto a los personajes que trabajaron la madera policromada, están
presentes Alonso Berrugete, el cual fue influenciado por Miguel Ángel, y
quien esculpe piezas dotadas de dramatismo y gran movimiento, siendo un
ejemplo el Sepulcro del Cardenal Tavera, en Toledo.
Así mismo cuenta Juan de Juni, presentando un estilo suave, de líneas
onduladas y telas plegadas que se manifiestan en su obra La Virgen de los
cuchillos.
De menos categoría y alejados de la
popularidad, se encuentran los artistas de
la corte de Felipe II, que trabajan en
bronce o mármol. Entre ellos destacan
Pompeyo Leoni, que labró los Sepulcros
reales de la capilla mayor de Valladolid, y
Juan Bautista Monegro con Cuatro
evangelistas, ambos pertenecientes al
Monasterio El Escorial.
Pintura
En la pintura y escultura el panorama era naturalista, acumulando
diversos elementos de modelado, luz y sombra. Se implementaban las
reglas matemáticas de la perspectiva, el estudio científico de la
anatomía y de los monumentos de la antigüedad. Todo esto se aplicaba
perfeccionar la ilusión de realidad de las obras, sin apartarse de la
tradición gótica medieval con sus composiciones aditivas basadas en la
acumulación de personajes y detalles simbólicos.
En Francia, la presencia de artistas italianos determina la influencia del
estilo, realzando a Leonardo, Andrea del Sarto, y los manieristas
Primaticcio y Rosso, piedras angulares de la Escuela de Fontainebleau.
La pintura flamenca influye en los retratos, como el de Francisco I.
En Alemania el Renacimiento fue muy relevante en el siglo XV. El
grabado desempeñó un papel preponderante y alcanzó su cumbre en el
siglo XVI con Durero. Alberto Durero fue excelente dibujante,
grabador y un estudioso de la anatomía humana comparable a
Leonardo Da Vinci. Escribió el libro Tratado de las proporciones.
Dominaba la técnica retratista y el grabado. Una de sus más
reconocidas obras fue La adoración de los Magos, pieza que
representaba a los tres Reyes magos.
En España brilla por su originalidad y
calidad, Doménico Theotocópuli, alias El
Greco. Tomando como base el manierismo,
creó un arte muy personal, con un uso de
colores brillantes y saturados, utilizados en
zonas específicas, con un marcado
movimiento a base de escorzos.
Algunas de sus obras destacadas son La
Trinidad de influencia miguelangelesca,
Expolio, en la Catedral de Toledo, El
martirio de San Mauricio y la Legión
tebana en el Monasterio de El Escorial.
Como retratista, sobresale el Caballero de
la mano en el pecho.
Conclusión
Como primera instancia, en un temprano análisis preiconográfico, en la arquitectura
Renacentista podemos observar elementos como columnas, frontones y entablamientos.
En cuestión de arte vemos figuras humanas proporcionadas, con mucha expresión y
mucho movimiento, aplicando escorzo y colores brillantes.
En cuanto al análisis iconográfico, el arte del Renacimiento en todas sus expresiones
buscaba retomar los elementos del arte antiguo clásico, es decir, el de Grecia y Roma,
pero aplicado a la nueva concepción de la ciencia.
Iconológicamente, el arte Renacentista explotaba la imaginación de los artistas, que se
dedicaban principalmente al humanismo y al naturalismo, aplicando la proporción para
expresar que el ser humano era real, pero perfecto. Todo esto surgió por el cambio del
poder de la iglesia sobre la cultura, perdido ante las instituciones políticas y la
burguesía.
Muchas gracias
por su atención
Bibliografía

Riutort, Ana (2010). Arte del Renacimiento.


Perú: Asociación Editorial Hemisferio.

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