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(UTECO)
Nombre
Matricula
2020-0894
Asignatura
Geografía Física
Tema
Profesor
Por el contrario, se denomina hidrografía al estudio de todas las masas de agua de la Tierra y, en
sentido más estricto, a la medida, recopilación y representación de los datos relativos al fondo del
océano, las costas, las mareas y las corrientes, de manera que se puedan plasmar sobre una carta
hidrográfica. No obstante esta diferencia, los términos se utilizarán casi como sinónimos, ya que la
parte de la hidrografía que interesa aquí es aquella que crea relieve, por lo tanto, la que está en
contacto con la superficie terrestre, y por eso mismo la que es objeto de un análisis hidrológico.
La circulación de las masas de agua en el planeta son responsables del modelado de la corteza
terrestre, como queda de manifiesto en el ciclo geográfico. Esa influencia se manifiesta en función
de la distribución de las masas de rocas coherentes y deleznables, y de las deformaciones que las
han afectado, y son fundamentales en la definición de los diferentes relieves.
Hidrografía
Es una rama de las ciencias de la Tierra que estudia el agua, su ocurrencia, distribución, circulación,
y propiedades físicas, químicas y mecánicas en los océanos, atmósfera y superficie terrestre.
Es la disciplina científica que estudia las aguas del planeta, los océanos, la atmósfera y la superficie
terrestre. Se interesa por las propiedades físicas, químicas y mecánicas de dichas aguas, así como
por su distribución, circulación y su flujo a nivel regional y global.
La evaporación y precipitación
La evaporación es un proceso físico que consiste en el paso lento y gradual de un estado líquido
hacia un estado gaseoso, tras haber adquirido suficiente energía para vencer la tensión superficial.
El océano.
El océano es una gran masa, un gran volumen o una gran extensión de agua salada, de color azul,
debido en parte al color del cielo.
El océano
El mar es el sistema interconectado de todas las aguas oceánicas de la Tierra, incluidos los océanos
Atlántico, Pacífico, Índico, Meridional y Ártico. Sin embargo, la palabra «mar» también puede
usarse para designar ciertos cuerpos de agua específicos, mucho más pequeños, como el mar del
Norte o el mar Rojo. Los océanos serían las mayores extensiones y vendrían luego, de diferentes
tamaños, los mares.
Los lagos
Los ríos son cursos de agua, en general con baja salinidad, por lo que se dice que son cursos de agua
dulce (aunque pueden tener cierto nivel de salinidad). Los ríos se pueden originar por el deshielo de
las altas montañas o por la unión de otros cursos de agua como otros ríos más pequeños o arroyos.
Los lagos
Es un cuerpo de agua generalmente dulce, de una extensión considerable, que se encuentra separado
del mar. El aporte de agua a todos los lagos viene de los ríos, de aguas freáticas y precipitación
sobre el espejo del agua .
La escorrentía forma parte del ciclo del agua. Representa una forma disponible del recurso, de ella
depende el estado y comportamiento de las cuencas. Se mantiene en movimiento constante sobre la
superficie de la tierra, por diversas fuentes, generando sistemas de desagüe. Es generada
principalmente por la precipitación. Alimenta las corrientes superficiales, continuas e intermitentes.
Una precipitación es agua líquida o sólida formada en la atmósfera que regresa a la superficie
terrestre en forma de lluvia, aguanieve, nieve, etc.
La precipitación juega un papel muy importante dentro del ciclo del agua, al igual que la
evaporación y condensación. Cuando el agua de los océanos, mares, ríos, etc., se evapora hacia la
atmósfera, se condensa en forma de nubes de vapor de agua y cae debido a la acumulación
excesiva. Esta caída es lo que se conoce como precipitación y se lleva a cabo de forma natural en la
Tierra una y otra vez.
Por ejemplo, en diversos ecosistemas españoles y de otros países europeos que comparten las
características de un clima mediterráneo, numerosos grupos de investigación y proyectos de
organizaciones medioambientales se están centrando en el estudio de la mejora de la eficiencia del
uso del agua en sistemas de cultivo mediterráneos, para evitar así, la escasez de agua e intentar
adaptarse a las nuevas y variantes condiciones ambientales.
Conclusión
Se pueden extraer una serie de puntos clave del anterior análisis de recursos hídricos. La demanda
de estos recursos limitados sigue aumentando a medida que las poblaciones crecen y se desplazan.
Para una gestión responsable hace falta información fiable sobre la cantidad y la calidad del agua
disponible, y sobre cómo esta disponibilidad varía en el tiempo y de un lugar a otro. Es importante
estudiar más profundamente todos los elementos del ciclo del agua y el impacto que las actividades
humanas tienen sobre él, a fin de proteger y desarrollar de manera sostenible los recursos hídricos.
El cambio climático afecta en gran medida a las condiciones meteorológicas, las precipitaciones y a
todo el ciclo del agua, como los recursos hídricos superficiales y subterráneos.
El creciente problema de disponibilidad de agua superficial así como el aumento de los niveles de
contaminación del agua y de las desviaciones de agua amenazan con entorpecer o incluso
interrumpir el desarrollo social y económico en muchas zonas, además de la salud de los
ecosistemas.
Los recursos de agua subterránea pueden ayudar a satisfacer la demanda, pero a menudo son
víctimas de la sobreexplotación y, en ocasiones, de la contaminación. Es importante controlar mejor
el consumo de las aguas subterráneas que no se renuevan.
Algunas prácticas tradicionales, como la recolección del agua de lluvia, se están perfeccionando y
combinando con nuevas técnicas como la recarga artificial de agua, la desalinización y la
reutilización. Se necesita más apoyo, no sólo para encontrar soluciones técnicas innovadoras que
mejoren el suministro, sino también para gestionar la demanda y fomentar la eficiencia en la
utilización del agua.
Debido a los crecientes cambios en la disponibilidad de los recursos hídricos, el apoyo político será
necesario para recopilar información sobre los recursos hídricos. Esta información permitirá a los
responsables de la política tomar mejores decisiones sobre la gestión y utilización del agua.