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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA DEFENSA

UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL POLITÉCNICA DE LA

FUERZA ARMADA NACIONAL BOLIVARIANA

UNEFA – NÚCLEO CARACAS

CONTADURIA PÚBLICA

RÉGIMEN NOCTURNO

HIDROLOGÍA

LA HIDROLOGÍA

PROFESORA: ESTUDIANTES:

Adriana Goddelieet Alba Y. Suarez G. C.I. 24.613.086

Brayan A. Malavé G. C.I. 26.597.110

Francisco J. Frontado P. C.I. 26.576.767

Norbelis C. Diaz Q. C.I. 20.995.828

Rosimar D. Vielma C. C.I. 27.006.241

CARACAS, NOVIEMBRE 2020


Introducción

El agua es un recurso fundamental para la vida y un factor esencial para el sector


productivo, por lo que la determinación de los caudales en una región, tiene especial
importancia debido al predominio de las actividades relacionadas con el
aprovechamiento de los recursos hídricos. A través de esto es posible obtener
información valiosa para la gestión del agua, en términos de los usos: agrícolas,
forestales, energéticos, de uso doméstico, construcción de obras civiles, etc.

Por otro lado, estudiar las precipitaciones y conocer su distribución temporal es


motivo de interés para estudios hidrológicos. La precipitación, como variable de estado
hidrológica, se puede caracterizar a través de la intensidad, su distribución en el espacio
y en el tiempo, y su frecuencia o probabilidad de ocurrencia, y para poder caracterizarla
es necesario un gran número de observaciones, extraídas de series pluviográficas, con el
objeto de deducir el patrón de comportamiento en una zona determinada y permitir un
análisis o uso posterior.

A la vez se pueden proporcionar índices para realizar estudios de crecidas, para


un adecuado diseño y dimensionamiento de las obras civiles. Para esto es necesario
conocer las intensidades de precipitación, para distintos períodos de retorno. Ahora
bien, los cálculos de caudales máximos son imprescindibles para el diseño y
planificación de obras civiles. Pero muchas veces no se dispone de registros que nos
permitan determinar estos caudales, es por esto que se hace necesario contar con
metodología que nos permita determinar los valores de caudales máximos
empíricamente.
Concepto de hidrología

La hidrología es una rama de las ciencias de la Tierra que estudia el agua, su


ocurrencia, distribución, circulación, y propiedades físicas, químicas y mecánicas en los
océanos, atmósfera y superficie terrestre. Esto incluye las precipitaciones, la escorrentía,
la humedad del suelo, la evapotranspiración y el equilibrio de las masas glaciares. Por
otra parte, el estudio de las aguas subterráneas corresponde a la hidrogeología.

Por el contrario, se denomina hidrografía al estudio de todas las masas de agua


de la Tierra y, en sentido más estricto, a la medida, recopilación y representación de los
datos relativos al fondo del océano, las costas, las mareas y las corrientes, de manera
que se puedan plasmar sobre una carta hidrográfica. No obstante esta diferencia, los
términos se utilizarán casi como sinónimos, ya que la parte de la hidrografía que
interesa aquí es aquella que crea relieve, por lo tanto, la que está en contacto con la
superficie terrestre, y por eso mismo la que es objeto de un análisis hidrológico.

La circulación de las masas de agua en el planeta es responsable del modelado


de la corteza terrestre, como queda de manifiesto en el ciclo geográfico. Esa influencia
se manifiesta en función de la distribución de las masas de rocas coherentes y
deleznables, y de las deformaciones que las han afectado, y son fundamentales en la
definición de los diferentes relieves.

Por otra parte un río es una corriente de agua que fluye por un cauce desde las
tierras altas a las tierras bajas y vierte en el mar o en una región endorreica (río colector)
o a otro río (afluente). Los ríos se organizan en redes. Una cuenca hidrográfica es el área
total que vierte sus aguas de escorrentía a un único río, aguas que dependen de las
características de la alimentación. Una cuenca de drenaje es la parte de la superficie
terrestre que es drenada por un sistema fluvial unitario. Su perímetro queda delimitado
por la divisoria o interfluvio.

Los trazados de los elementos hidrográficos se caracteriza por la adaptación o


inadaptación a las estructuras litológicas y tectónicas, pero también la estructura
geológica actúa en el dominio de las redes hidrográficas determinando su estructura y
evolución.
El estudio hidrológico, inicia con el análisis morfo métrico de la cuenca, que
incluye: la delimitación de la cuenca, la medición del área y la longitud, altura máxima
y mínima, índice de compacidad, factor de forma, curva hipsométrica, pendiente media,
caracterización de la red de drenaje y el perfil altimétrico del cauce principal, entre
otros.

Principios de hidrología

El objetivo primario de la hidrología es el estudio de las interrelaciones entre el


agua y su ambiente. Ya que la hidrología se interesa principalmente en el agua
localizada cerca de la superficie del suelo, se interesa particularmente en aquellos
componentes del ciclo hidrológico que se presentan ahí--esto es, precipitación,
evapotranspiración, escorrentía y agua en el suelo. Los diferentes aspectos de estos
fenómenos son estudiados en sus varias sub-disciplinas.

La hidro-meteorología, por ejemplo, se concentra en el agua localizada en la


capa fronteriza inferior de la atmósfera, mientras que la hidrometría se encarga de las
mediciones del agua superficial, especialmente precipitación y flujo de las corrientes.
La hidrografía involucra la descripción y la confección de mapas de los grandes cuerpos
de agua, tales como lagos, mares interiores y océanos. Por el otro lado, la hidrología del
suelo se centra en el agua que se encuentra en la zona saturada debajo de la superficie
del suelo, y en la física suelo-agua en la zona no saturada.
Ciclo del agua

Se conoce como el ciclo del agua o el ciclo hidrológico a uno de los circuitos
bioquímicos más importantes del planeta Tierra, en el cual el agua sufre una serie de
transformaciones y desplazamientos fruto de reacciones físico-químicas, atravesando
los tres estados de la materia: líquido, sólido y gaseoso.

Es importante saber que el agua es una de las sustancias más abundantes del
planeta: un 71% de la superficie terrestre se halla cubierta por agua líquida, de la cual
96,5% es agua salada de los océanos. Del agua dulce restante, 69% se halla congelada
en los casquetes polares; al mismo tiempo, entre un 1% a 4% de los gases de
la atmósfera corresponden a vapor de agua.

Por ende, el ciclo del agua es vital para el mantenimiento y la estabilidad de


nuestro planeta, no sólo para la vida tal y como la conocemos, impensable sin acceso a
este líquido vital, sino también para la regularidad del clima, de la temperatura mundial
y de otras condiciones que determinan la realidad planetaria.

En este ciclo hidrológico intervienen diversos factores ambientales y fuerzas intra y


extra planetarias, como el viento y la luz solar, respectivamente. Como todo ciclo, no
inicia realmente en ningún punto determinado, sino que se trata de una continuidad de
procesos que se repiten sucesivamente, movilizando cantidades de energía química.

Si este ciclo por alguna razón se detuviera, los efectos serían catastróficos: las
regiones calientes tardarían mucho más en enfriarse, el agua se estancaría en los
océanos, lagos y la vida sufriría las consecuencias.
Relación de los ciclos del agua, carbono, nitrógeno y fosforo

El término Ciclo Biogeoquímico deriva del movimiento cíclico de los elementos


que forman los organismos biológicos (bio) y el ambiente geológico (geo) e interviene
un cambio químico. Gracias a los ciclos biogeoquímicos, los elementos se encuentran
disponibles para ser usados una y otra vez por otros organismos; sin estos ciclos los
seres vivos se extinguirían por esto son muy importantes. Estos son procesos naturales
que reciclan elementos en diferentes formas químicas desde el medio ambiente hacia los
organismos, y luego a la inversa. Agua, carbono, oxígeno, nitrógeno, fósforo y otros
elementos recorren estos ciclos, conectando los componentes vivos y no vivos de la
Tierra.

La tierra es un sistema cerrado donde no entra ni sale materia. Las sustancias


utilizadas por los organismos no se "pierden" aunque pueden llegar a sitios donde
resultan inaccesibles para los organismos por un largo período. Sin embargo, casi
siempre la materia se reutiliza y a menudo circula varias veces, tanto dentro de los
ecosistemas como fuera de ellos.

Existen varios tipos de ciclos biogeoquímicos como el del fósforo y del azufre
que son de tipo sedimentario (los nutrientes circulan principalmente en la corteza
terrestre) y del carbono, nitrógeno y oxígeno que son de tipo gaseoso (los nutrientes
circulan principalmente entre la atmósfera y los organismos vivos). Para el caso
particular del ciclo del agua o hidrológico, esta circula entre el océano, la atmósfera, la
tierra y los organismos vivos; este ciclo además distribuye el calor solar sobre la
superficie del planeta.

Procesos que están involucrados al ciclo del agua

1. Evaporación:
El agua se evapora en la superficie oceánica, sobre la superficie terrestre y
también por los organismos, en el fenómeno de la transpiración en
plantas y sudoración en animales.
Los seres vivos, especialmente las plantas, contribuyen con un 10% al agua que
se incorpora a la atmósfera. En el mismo capítulo podemos situar la
sublimación, cuantitativamente muy poco importante, que ocurre en la superficie
helada de los glaciares o la banquisa.
2. Condensación:
La condensación del agua en la atmósfera es un paso importante de su ciclo en
la naturaleza, pues constituye un requisito previo para su regreso a las fuentes
originales desde donde se evaporó. La condensación es el proceso que permite al
agua atmosférica en estado de vapor pasar al estado líquido.
Si el aire alcanza el punto de saturación, ya sea por disminución de
la temperatura o por un aumento en el contenido de vapor de agua, hasta
alcanzar el punto de rocío, no podrá, a partir de este momento recibir más vapor
de agua en su seno. Si la temperatura sigue descendiendo por debajo del punto
de rocío o se producen nuevos ingresos de vapor de agua, el aire se sobresatura y
entonces se condensará el vapor de agua que exceda al punto de saturación.
El proceso de condensación es favorecido por la presencia de los núcleos de
condensación en la atmósfera. Estos son pequeñas partículas sólidas, de origen
orgánico o inorgánico, alrededor de las cuales se va formando
una película delgada de agua que va aumentando gradualmente hasta constituir
una gota alrededor del núcleo. Los núcleos de condensación formados por
partículas higroscópicas como el Cloruro de sodio son particularmente efectivos
en este proceso.
Dentro de las partículas que constituyen la condensación en la atmósfera se
encuentran los granos pequeños de tierra y arena, la sal común desprendida de la
espuma formada sobre los océanos, bacterias, esporas de hongos, virus, pelen,
etcétera.
3. Precipitación:
Cuando la condensación rebasa cierto valor y las partículas de agua en estado
líquido o sólido alcanzan el peso requerido para vencer la fuerza de resistencia
del aire y de sus movimientos verticales, éstas caen hacia la superficie terrestre
atraídas por la fuerza de gravedad. A esta agua, en estado líquido o sólido, que
proveniente del vapor de agua condensado en la atmósfera desciende hacia la
superficie de la tierra, de las plantas, etcétera, es a lo que se llama
precipitaciones atmosféricas.
Las precipitaciones pueden ser sólidas y líquidas. Las precipitaciones sólidas son
de varios tipos: nieve, cellisca, escarcha y granizo. Las precipitaciones líquidas,
que en general denominamos lluvia, presentan varias subclasificaciones
atendiendo a la intensidad, duración, tamaño de la gota y velocidad de caída:
precipitación pluvial o lluvia propiamente dicha, aguacero y llovizna.

Conceptos sobre circulación subterránea, correntia, fusión y solidificación

1. Circulación subterránea:

La energía que hace moverse el agua subterránea la proporciona la fuerza de la


gravedad. En respuesta a la gravedad, el agua se mueve desde áreas donde el
nivel freático es elevado a zonas donde este es bajo.

Esto significa que el agua tiende hacia un cauce de corriente, lago o manantial.
Aunque algo del agua tome el camino más directo hacia debajo de la pendiente
del nivel freático, gran parte sigue caminos curvos, largos, hacia la zona de
descarga.

2. Correntia:

Escorrentía: Es el agua que corre por el suelo después de una precipitación sin
llegar a penetrar en ella. El agua erosiona el terreno.

Este término se refiere a los diversos medios por los que el agua líquida se
desliza cuesta abajo por la superficie del terreno. En los climas no
excepcionalmente secos, incluidos la mayoría de los llamados desérticos,
la escorrentía es el principal agente geológico de erosión y de transporte
de sedimentos.

3. Fusión:

Es el paso de sólido a líquido por acción del calor. La fusión del hielo en agua
líquida se produce a partir de los 0°C.

Derretimiento, o fusión, es un proceso físico que resulta en la transición de


fase de una sustancia de un sólido a un líquido. Esto ocurre cuando aumenta
la energía interna de los sólidos, típicamente por la aplicación de calor o presión,
el cual aumenta la temperatura de la sustancia al punto de fusión. En el punto
de fusión, el orden de iones o moléculas en los sólidos se devienen a un estado
menos ordenado, y el sólido se convierte en un líquido.
Las sustancias en el estado fundido generalmente reducen su viscosidad con el
aumento de temperatura. Una excepción a este principio es el azufre, cuyos
aumentos de viscosidad son debidos a la polimerización, disminuyendo a
temperaturas más altas en su estado fundido.

Algunos compuestos orgánicos funden a través de mesofases, estados de orden


parcial entre sólido y líquido.

4. Solidificación:

Es el proceso inverso a la fusión. Consiste en el cambio del estado de agua


líquido a sólido producido por una disminución en la temperatura.

Si la temperatura en las nubes se encuentra por debajo de los 0ºC, el agua se


congelará y se precipitará en forma de nieve o granizo.

La congelación es una transición de fase en la que un líquido se convierte en


un sólido cuando su temperatura desciende por debajo de su punto de
congelación. En contraste, la solidificación es un proceso similar en el que un
líquido (agua) se convierte en un sólido (hielo), no al disminuir su temperatura,
sino al aumentar la presión a la que se encuentra sometido. A pesar de esta
distinción técnica, los dos procesos son muy similares y los dos términos se usan
indistintamente.

Para la mayoría de las sustancias, los puntos de fusión y congelación son la


misma temperatura; sin embargo, ciertas sustancias poseen diferentes
temperaturas de transición sólido-líquido. Por ejemplo, el agar muestra
una histéresis en su punto de fusión y punto de congelación. Se derrite a 85 °C
(185 °F) y se solidifica de 32 °C a 40 °C (89.6 °F a 104 °F).

Importancia para la vida del ciclo del agua, la hidrología y sus relaciones.

El agua es el elemento natural que hace de la Tierra un planeta habitable y que


permitió la aparición de la vida. Todos los seres vivos del planeta provenimos del mar y
el ciclo del agua garantiza nuestra supervivencia. El agua es esencial para el
funcionamiento de los seres humanos, la biodiversidad, el medio ambiente y todos los
elementos vivos del planeta. Conocer la importancia del agua en nuestra vida es conocer
los beneficios que nos brinda y ayuda a valorar y proteger este recurso natural. La
importancia del agua para el ser humano es evidente en tanto que el porcentaje de agua
en nuestro cuerpo casi llega a las dos terceras partes. Está presente en los tejidos
corporales y en los órganos vitales. Es un elemento fundamental para procesos
corporales vitales. Sin beber agua no podríamos sobrevivir más allá de tres o cuatro
días.

Es esencial para el desarrollo de procesos orgánicos como la digestión, así como


en la absorción y eliminación de desechos. Estructura el sistema circulatorio y
distribuye nutrientes hacia todo el cuerpo a través de la sangre. Otros beneficios del
agua para nuestro organismo incluyen el mantenimiento de la temperatura somática al
eliminar el calor sobrante con su salida en forma de transpiración y vapor a través de la
piel, aliviar la fatiga, evitar dolores de cabeza o reducir los riesgos de problemas
cardíacos.

Por otro lado, la importancia de agua se encuentra también en las actividades


que realiza el ser humano. De este modo, se usa para la agricultura en un 70%, en un
15% en la industria y el otro 15% para uso doméstico.

La hidrología, que cubre todas las fases del agua en la tierra (ciclo hidrológico),
es una materia de gran importancia para el ser humano y su ambiente. Existen
Aplicaciones prácticas de la hidrología que se encuentran en labores tales como:

 Diseño y operación de obras y/o estructuras hidráulicas (azudes, diques, presas,


embalses, desagües, etc.).

 Diseño de obras viales (alcantarillas, puentes, etc.).

 Abastecimiento de agua potable, tratamiento y evacuación de aguas residuales.

 irrigación y drenaje de suelos.

 Generación hidroeléctrica.

 Estudios de disponibilidad hídrica y de sequías (escurrimientos nivales, pluviales,


etc.).

 Manejo integral de crecientes (aluvionales, urbanas, fluviales, etc.).


 Navegación.

 Erosión y control de sedimentos.

 Estudios de impacto ambiental (control y disminución de la contaminación hídrica,


salinidad, metales pesados, uso consuntivo, minería, etc.).

 Uso recreacional del agua.

 Protección de la vida terrestre y acuática.

 Sistemas de alerta temprana de inundaciones y catástrofes.

 En resumen el ciclo del agua y la hidrología están sumamente relacionados ya que


principalmente el ciclo del agua es naturalmente imprescindible y en consecuencia la
hidrología es un componente fundamental que se encarga de estudiar todo lo
concerniente al agua desde su distribución hasta sus componentes químicos.

Riesgos que existen por contaminación del ciclo del agua y la hidrología.

Actualmente, la intensificación de algunas actividades del ser humano han


modificado en forma importante los ecosistemas y por ende el ciclo del agua ha sido
afectado, lo cual trae como consecuencia una serie de problemas como la pérdida de
cobertura vegetal en selvas y bosques, a causa de la tala excesiva y los incendios, ha
provocado alteraciones en el ciclo del agua, pues al no existir plantas el agua se pierde
por escurrimiento, lo cual produce erosión y una disminución en la filtración del líquido
hacia el suelo.

Por otra parte, sin vegetación no se lleva a cabo la evapotranspiración, por lo


tanto, se reduce la humedad en la atmósfera y con ella las posibilidades de lluvia en esos
lugares. Por otro lado, las actividades industriales y el transporte emiten grandes
cantidades de gases que generan el efecto invernadero en la atmósfera. Se ha observado
que la acumulación de gases está relacionada con un aumento de temperatura en el
planeta que modifica la circulación del agua en los ecosistemas.

Entre las consecuencias que en un futuro pudiese traer este problema está el
incremento en la temperatura de los océanos, mares y otros cuerpos superficiales de
agua; lo cual disminuiría la solubilidad del oxígeno e incrementaría la degradación de
materiales orgánicos, afectando así el desarrollo de la mayor parte de los seres vivientes.
La combustión de gasolina y diésel genera, entre otras sustancias, óxidos de nitrógeno y
de azufre que al combinarse con el vapor de agua en la atmósfera producen ácido nítrico
y ácido sulfúrico respectivamente, mismos que al combinarse con la precipitación
pluvial, generan lo que se conoce como lluvia ácida.

Los efectos de la lluvia ácida se pueden observar en la degradación de


monumentos y edificios construidos con mármol y granito. Asimismo, afecta a plantas y
animales, pues altera las condiciones físico-químicas de los ecosistemas provocando en
ocasiones la muerte de los mismos. Es importante tomar en cuenta que la mayor parte
de las actividades realizadas por el hombre para obtener beneficios implica cambios y
alteraciones en el ambiente, por lo que es necesario buscar alternativas para lograr un
mejor aprovechamiento del agua, sin poner en riesgo su ciclo natural.

Sin embargo la desaparición de la biodiversidad, destrucción de ecosistemas, la


alteración de la cadena alimentaria, es parte de las consecuencias que genera la
contaminación, lo cual genera enfermedades en la población humana. Según la OMS,
beber agua contaminada ha llegado a cobrarse más de 1,5 millones de vidas al año, lo
cual es un dato a tener en cuenta a la hora de reducir la contaminación.

Las causas de deterioro del agua es la contaminación y la fuente más importante


de contaminación es la mala gestión y tratamiento de los residuos humanos, industriales
y agrícolas. Por ende la hidrología es responsable minimizar riesgos y de diseñar
estrategias medioambientales, estudiar las dinámicas de flujo y disponibilidad el agua,
para que las iniciativas productivas (sobre todo agrícolas) puedan emplazarse en el lugar
más conveniente, proponer soluciones ecológicamente sustentables para el retorno del
agua usada a sus cauces naturales, revisar el impacto de diversas iniciativas humanas en
el ecosistema hidrológico a su alrededor, y predecir el comportamiento de las
aguas superficiales de cara a una obra de infraestructura.
USO DE PESTICIDAS EN LA AGRICULTURA

Desde las épocas tempranas del surgimiento y desarrollo del hombre, se tuvo la
necesidad de combatir las plagas que afectaban sus cultivos y productos, con el uso de
sustancias capaces de eliminarlos. En la llamada “era de los productos
naturales” (antes de nuestra era hasta mediados del siglo XIX), se tienen evidencias en
documentos escritos por Homero, del uso del azufre como sustancia ―purificadora‖ para
eliminar los hongos; el rey de Persia, Jerjes, usó las flores de piretro como insecticida y
los chinos utilizaron los arsenitos para el control de roedores y otras plagas, alrededor
del primer milenio después de nuestra era.

A partir de la Revolución Industrial, se observó un crecimiento de las zonas


urbanas con una dependencia de las rurales para la obtención de los alimentos, lo cual
requería de una mayor producción, almacenamiento y protección de los mismos. En
consecuencia, hubo un incremento sustancial de producción de sustancias químicas
como parte del sostenimiento del desarrollo industrial y de la agricultura, por lo que la
rama química lanzó al mercado sustancias de toxicidad inespecífica pero de bajo costo.

En la segunda etapa, llamada “era de los fumigantes y derivados del


petróleo” (mediados del siglo XIX hasta principios del siglo XX), se descubrieron
accidentalmente la acción plaguicida de algunos elementos naturales como el azufre,
cobre, arsénico, piretrinas (sustancias obtenidas de los pétalos del crisantemo
(Chriysanthemum cinerariefolium) y el fósforo; así mismo se inició el uso de los
derivados del petróleo y se usaron otras sustancias relativamente sencillas como el ácido
carbónico y fénico, el sulfato de cobre con cal (caldo de Burdeos), el acetoarsenito de
cobre (verde de París) y diversos fumigantes como el disulfuro de carbono y el bromuro
de metilo.

La tercera etapa, llamada “era de los productos sintéticos‖, comenzaron a


sintetizarse y utilizarse los dinitroderivados. Así mismo Müller, en 1940, descubre las
propiedades insecticidas del dicloro-difenil-tricloroetano, conocido como DDT
(Estrada, 1999), sustancia ampliamente conocida y utilizada en la segunda guerra
mundial, para la eliminación de algunos ectoparásitos que transmitían enfermedades
como el tifo.

A partir de esa fecha se sintetizaron otros plaguicidas potentes como los


organoclorados (poseen átomos de carbono, cloro, hidrógeno, en ocasiones oxígeno y
son muy estables en el ambiente) y los órganofosforados (derivados del ácido
fosfórico), que son los más tóxicos y menos estables en el ambiente en relación a los
organoclorados.

Una herramienta muy importante a usar por los organismos estatales y no


gubernamentales cuando trabajan en la prevención de los daños causados por el mal uso
de los plaguicidas es el código internacional de conducta para la distribución y uso de
plaguicidas (Código Internacional). Fue adoptado por primera vez en 1985 y actualizado
sustancialmente en 2002, es un documento de orientación de la Organización de las
Naciones Unidas para la alimentación y Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés).
Desde su aprobación es considerado como un estándar para la gestión de plaguicidas.
Sus objetivos incluyen la reducción de los riesgos asociados con la distribución y uso de
plaguicidas, la protección de la salud humana y el medio ambiente y el apoyo al
desarrollo agrícola sostenible, incluida la aplicación de las estrategias de Manejo
Integrado de Plagas (MIP). El Código es de particular importancia en aquellos países
donde el uso de plaguicidas es especialmente riesgoso, debido a las condiciones
nacionales y locales en que viven y trabajan las personas.

El uso cotidiano de esos químicos contribuye a la crisis de la agricultura que


dificulta la preservación de los ecosistemas, los recursos naturales, y afecta la salud de
las comunidades rurales y de los consumidores urbanos. La búsqueda de la
productividad a corto plazo por encima de la sustentabilidad ecológica, practicada en las
últimas décadas, ha dejado un saldo a nivel mundial de contaminación y
envenenamiento donde el pretendido remedio universal ha resultado ser peor que la
enfermedad.

El artículo 2° del código internacional de conducta para la distribución y


utilización de plaguicidas (FAO, 1990) define los plaguicidas como: ―cualquier
sustancia o mezcla de sustancias destinadas a prevenir, destruir o controlar cualquier
plaga, incluyendo los vectores de enfermedades humanas o de los animales, las especies
no deseadas de plantas o animales que causan perjuicio o que interfieren de cualquier
otra forma en la producción, elaboración, almacenamiento, transporte o
comercialización de alimentos, productos agrícolas, madera y productos de madera o
alimentos para animales, o que se le pueden administrar para combatir insectos,
arácnidos u otras plagas en o sobre sus cuerpos.

El término incluye las sustancias destinadas a utilizarse como reguladoras del


crecimiento de las plantas, defoliantes, desecantes, agentes para reducir la densidad de
fruta o agentes para evitar la caída prematura de la fruta, y las sustancias aplicadas a los
cultivos antes o después de la cosecha para proteger el producto contra la deterioración
durante el almacenamiento y transporte‖.

Los plaguicidas pueden ser de naturaleza química y biológica. Entre los


primeros existen alrededor de 1000 principios activos con los cuales se producen 30 000
formulados. Los plaguicidas biológicos tienen 195 principios activos y con ellos se
fabrican hasta 780 productos diferentes. Esta gran cantidad de mezclas fabricadas a
partir de diferentes principios activos a los que se asocian excipientes o diluyentes
denominados ingredientes inertes, que constituyen una gran proporción del producto y
cuyos efectos nocivos superan frecuentemente los del propio ingrediente activo, hace
que sea difícil su manejo, de ahí que existan diferentes clasificaciones, que favorecen el
trabajo de las personas que interactúan con ellos, además de tener cierto control sobre
los efectos adversos sobre el ambiente y la salud.

Algunos plaguicidas han sido identificados como un peligro a largo plazo para el
medio ambiente y están prohibidos o rigurosamente restringidos por convenios
internacionales, como el Convenio de Estocolmo sobre los Contaminantes Orgánicos
Persistentes (COP), que entró en vigor en mayo de 2004 y abarca 12 productos
químicos, que incluye ocho plaguicidas y otros contaminados con dioxina. Las
clasificaciones incluidas en ese documento tienen una utilidad para ayudar a las
autoridades de los países en desarrollo a adoptar decisiones prácticas destinadas a
mitigar el riesgo de los plaguicidas y a dar prioridad, en sus procedimientos reguladores,
a la revisión de plaguicidas problemáticos específicos.

Particularmente, los COP, son contaminantes que no se disipan fácilmente y


pueden permanecer en el medioambiente durante un tiempo prolongado. Dentro de ellos
están, el Aldrín, Clordano, DDT, Dieldrín, Endrín, Heptacloro, Hexaclorobenceno,
Mirex y Toxafeno, aunque el Comité de Examen de COP (POPRC, en inglés)
recomendó la inclusión de otros plaguicidas: clordecona, lindano, alfa
hexaclorociclohexano y beta hexaclorocicloexano. Estos contaminantes, por su
característica de ser lipo-solubles, pueden acumularse progresivamente en la grasa de
los animales vivos y rápidamente tener efectos fisiológicos de largo plazo.

El uso de los plaguicidas es múltiple y variado. La agricultura es la actividad que


más emplea este tipo de compuestos, consumiendo hasta el 85 % de la producción
mundial, con el fin de mantener un control sobre las plagas que afectan los cultivos. Un
10 % de la producción total de los plaguicidas se emplea en salud pública para el control
de las enfermedades transmitidas por vectores, como la malaria, dengue, enfermedad de
Chagas, entre otras; control de roedores, etc.

La intensificación de la producción de alimentos conduce a menudo a un abuso


de plaguicidas. Da lugar a nuevos brotes de plagas (reapariciones), selecciona
poblaciones de plagas resistentes (insectos, bacterias y malas hierbas), aumenta los
riesgos para la salud humana y el medio ambiente y plantea obstáculos al comercio
(residuos). Los países reforman sus políticas para reducir estos problemas y garantizar
paralelamente una producción de alimentos intensificada mediante la aplicación de
alternativas a los plaguicidas.

También se emplean en la ganadería y en el cuidado de animales de cría y


domésticos; en el control de plagas de grandes estructuras como barcos, aviones, trenes,
edificios y centros comerciales. Se aplican en áreas verdes ornamentales y de recreo
como parques y jardines, para controlar la proliferación de insectos, hongos y el
crecimiento de hierba y maleza. Con el mismo fin, se esparcen a lo largo de autopistas,
vías férreas y torres con líneas de corriente de alta tensión.

En reservas naturales o artificiales de agua estos compuestos se emplean para


prevenir el crecimiento de hierbas, algas, hongos y bacterias. En la industria se utilizan
ampliamente en la fabricación de equipos eléctricos, neveras, pinturas, papel, cartón y
materiales para embalaje de alimentos, entre otros, para evitar en estos productos el
desarrollo de bacterias, hongos, algas, levaduras o que sean dañados por plagas de
insectos y/o roedores.

Su uso en el hogar está dado por la incorporación de los mismos en productos


como cosméticos y champús para preservarlos del desarrollo de hongos y bacterias, en
repelentes de insectos y también en productos destinados al cuidado de mascotas y
plantas para atacar o prevenir infestaciones por insectos.

La contaminación ambiental por plaguicidas está dada fundamentalmente por


aplicaciones directas en los cultivos agrícolas, lavado inadecuado de tanques
contenedores, filtraciones en los depósitos de almacenamiento y residuos descargados y
dispuestos en el suelo, derrames accidentales, el uso inadecuado de los mismos por
parte de la población, que frecuentemente son empleados para contener agua y
alimentos en los hogares ante el desconocimiento de los efectos adversos que provocan
en la salud. La unión de estos factores provoca su distribución en la naturaleza. Los
restos de estos plaguicidas se dispersan en el ambiente y se convierten en contaminantes
para los sistemas biótico (animales y plantas principalmente) y abiótico (suelo, aire y
agua) amenazando su estabilidad y representando un peligro de salud pública. Factores
como sus propiedades físicas y químicas, el clima, las condiciones geomorfológicas de
los suelos y las condiciones hidrogeológicas y meteorológicas de las zonas, definen la
ruta que siguen los mismos en el ambiente.

El grado de lixiviación (el movimiento de las sustancias a través de las fases del
suelo) depende de la solubilidad del compuesto en agua, de su naturaleza química y del
valor del pH del suelo, que se favorece por la capacidad de adsorción de este, esto varia
principalmente por el porcentaje de arcillas, arenas y limos presentes en el, por las altas
temperaturas y por la precipitación pluvial.
Lo anterior también es decisivo para determinar la distribución del material en la
biosfera, pues las plantas y los microorganismos no pueden recibir directamente los
compuestos adsorbidos sobre las partículas del suelo. Este proceso está en equilibrio
con la eliminación (desorción) del compuesto en la solución del suelo. La distribución
de un plaguicida en la biofase (plantas y microorganismos) depende de la capacidad de
absorción de esta y de la naturaleza del suelo. Un suelo con gran capacidad de absorción
puede conducir a la inactividad total del plaguicida, ya que nunca penetrara en la plaga.

Cuando los plaguicidas ingresan en las cadenas alimentarias se distribuyen a


través de ellas, se concentran en cada nicho ecológico y se acumulan sucesivamente
hasta que alcanzan una concentración letal para algún organismo constituyente de la
cadena, o bien hasta que llegan a niveles superiores de la red trófica. La dispersión de
plaguicidas en forma líquida o en polvo para exterminar las plagas es hoy en día una
práctica aceptada por muchos países. Los insecticidas suelen dispersarse en el aire para
combatir los insectos voladores, aunque en ciertos casos los ingredientes activos de
dichos productos sólo actúan después de depositarse en objetos fijos, como la
vegetación, donde pueden entrar en contacto con los insectos. En estos casos el aire se
contamina deliberadamente con uno o varios productos cuyas propiedades nocivas se
conocen y que también pueden ser tóxicos para el hombre.

La contaminación del suelo se debe tanto a tratamientos específicos (por


ejemplo: insecticidas aplicados al suelo), como a contaminaciones provenientes de
tratamientos al caer al suelo el excedente de los plaguicidas, o ser arrastradas por las
lluvias las partículas depositadas en las plantas.

La mayoría de los herbicidas, los derivados fosforados y los carbamatos, sufren


degradaciones microbianas y sus residuos desaparecen en tiempo relativamente corto.
En la acumulación de residuos de plaguicidas influye el tipo de suelo; los arcillosos y
orgánicos retienen más residuos que los arenosos. Los mayores riesgos se presentan con
la aplicación de algunos plaguicidas organoclorados, que son de eliminación más difícil,
persistiendo en el suelo más tiempo.

La persistencia de los clorados en el humus o mantillo no se mide en meses, sino


en años (Ej. El aldrín se ha encontrado después de 4 años, el toxafeno permanece en el
suelo arenoso hasta 10 años después de su aplicación, el hexaclorobenceno se conserva
durante 11 años por lo menos, y así pasa con el heptacloro, etc.)

La evaluación del grado de contaminación del suelo por plaguicidas es de gran


importancia por la transferencia de ellos a los alimentos. Algunos pueden permanecer
durante períodos de 5 a 30 años, como es el caso del DDT. En el caso de la ganadería,
los residuos de plaguicidas pasan del suelo al forraje y finalmente a los animales,
concentrándose en la grasa, y por consiguiente, incrementan la concentración de
residuos persistentes en la carne y la leche. Los plaguicidas constituyen impurezas que
pueden llegar al hombre directamente a través del agua potable y en forma indirecta a
través de la cadena biológica de los alimentos. Estas sustancias químicas pueden ser
resistentes a la degradación, y en consecuencia, persistir por largos períodos de tiempo
en las aguas subterráneas y superficiales.

Los plaguicidas imparten al agua potable olores y sabores desagradables, aún a


bajas concentraciones. Como generalmente el hombre rechaza el agua con sabor u olor
extraños, bastan ínfimas cantidades para hacer que un agua sea impropia para el
consumo desde el punto de vista organoléptico. Los plaguicidas se incorporan a las
aguas mediante diferentes mecanismos de contaminación, como son:

 Por aplicación directa a los cursos de agua, para el control de plantas acuáticas,
insectos o peces indeseables.

 Por infiltración a los mantos de agua subterráneos o escurrimiento superficial a ríos,


arroyos, lagos y embalses desde las zonas agrícolas vecinas.

 Por aplicación aérea sobre el terreno.

 Por descarga de aguas residuales de industrias productoras de plaguicidas.

 Por descargas provenientes del lavado de equipos empleados en la mezcla y


aplicación de dichos productos, como puede ocurrir en los aeropuertos de fumigación
aérea al regreso de los vuelos, en el proceso de descontaminación de los aviones y
sus equipos de aplicación de plaguicidas.

En las aguas se encuentran seres vivos (ostiones, almejas, etc.), que se alimentan
por "filtrado" del agua, de la que retienen las partículas orgánicas aprovechables. Si hay
residuos de un plaguicida orgánico, como el DDT, esta capacidad de filtración hace que
vayan acumulando el tóxico, llegando a concentraciones miles de veces mayores que las
del agua; por lo que aparecerán residuos en estos seres vivos aunque no sean detectables
en el medio circundante. Cuando las ostras u otros organismos similares son presa de
otros más voraces, se acumula en estos últimos más cantidad del plaguicida, y la
escalada prosigue a través de seres inferiores, moluscos, peces, aves, etc., hasta alcanzar
niveles peligrosos para ciertas especies.

Los medios ambientales que se contaminan por plaguicidas, determinan el punto


de contacto de los seres humanos con estas sustancias, entre los que se pueden
encontrar: el medio laboral, el doméstico, lugares de recreación o cuando se consumen
alimentos que contienen residuos de estas sustancias.

Los plaguicidas entran en contacto con el hombre a través de todas las vías de
exposición posibles: respiratoria, digestiva y dérmica, pues estos pueden encontrarse en
función de sus características, en el aire inhalado, en el agua y en los alimentos, entre
otros medios ambientales.

Los plaguicidas tienen efectos agudos y crónicos en la salud; se entiende por


agudos aquellas intoxicaciones vinculadas a una exposición de corto tiempo con efectos
sistémicos o localizados, y por crónicos aquellas manifestaciones o patologías
vinculadas a la exposición a bajas dosis por largo tiempo.

Un plaguicida dado tendrá un efecto negativo sobre la salud humana cuando el


grado de exposición supere los niveles considerados seguros. Puede darse
una exposición directa a plaguicidas (en el caso de los trabajadores de la industria que
fabrican plaguicidas y los operarios, en particular, agricultores, que los aplican), o
una exposición indirecta (en el caso de consumidores, residentes y transeúntes), en
particular durante o después de la aplicación de plaguicidas en agricultura, jardinería o
terrenos deportivos, o por el mantenimiento de edificios públicos, la lucha contra las
malas hierbas en los bordes de carreteras y vías férreas, y otras actividades.

La toxicidad de los plaguicidas se puede expresar en cuatro formas, a saber:

 Toxicidad oral aguda: se refiere a la ingestión "de una sola vez" de un plaguicida,
que causa efectos tóxicos en un ser vivo. Puede afectar tanto al manipulador como al
resto de la población expuesta, aunque el riesgo de ingerir en una sola dosis la
cantidad correspondiente a la DL oral aguda sólo puede ocurrir por accidente, error,
ignorancia o intento suicida.

 Toxicidad dérmica: se refiere a los riesgos tóxicos debidos al contacto y absorción


del plaguicida por la piel, aunque es menos evidente y sus dosis letales son siempre
superiores a las orales, es por eso que presenta mayor riesgo para el manipulador que
para el resto de la población.

 Toxicidad por inhalación: se produce al respirar una atmósfera contaminada por e l


plaguicida, como ocurre con los fumigantes, o cuando un ser vivo está inmerso en
una atmósfera cargada de un polvo insecticida o en pulverizaciones finas
(nebulización, rociamiento o atomización).

 Toxicidad crónica: se refiere a la utilización de dietas alimenticias preparadas con


dosis variadas del producto tóxico, para investigar los niveles de riesgo del
plaguicida, mediante su administración repetida a lo largo del tiempo. Las
alteraciones más importantes a considerar son: problemas reproductivos, cáncer,
trastornos del sistema neurológico, efectos sobre el sistema inmunológico,
alteraciones del sistema endocrino y suicidio.

Los productos y sistemas naturales, utilizados antes de la llegada de los


productos químicos, vuelven a ser demandados por la agricultura ecológica, que aunque
no son 100 % efectivas, algunas plantas resisten a las plagas a modo de repelentes
naturales, por ejemplo, la madreselva, plantada cerca de los rosales, actúa como
repelente de pulgones. En la actualidad se afirma la tendencia de volver a las fórmulas
que la naturaleza brinda, es decir, el retorno a las fórmulas orgánicas y naturales, y
conseguir a partir de extractos vegetales insecticidas ecológicos con fórmulas que
controlen y eliminen de manera eficaz determinadas plagas. Tanto los insecticidas, los
acaricidas, y los moluscidas, como los herbicidas biorraccionales son sustancias que se
derivan de microorganismos, plantas o minerales, de allí, su raíz orgánica y ecológica.

"El argumento promovido por la industria agroquímica de que los plaguicidas


resultan necesarios para lograr la seguridad alimentaria no solo es inexacto sino (...)
peligrosamente engañoso", defienden Elver y Tuncak. Ambos se refieren a los cálculos
de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO),
que señalan que anualmente se producen alimentos más que suficientes para todos. Las
empresas del sector, en cambio, han respondido que sin herramientas como los
pesticidas químicos, las pérdidas de cosechas podrían ser altísimas. El documento
reitera que los plaguicidas peligrosos "se usan en exceso" y no creen que reducir su uso
o buscar otros "menos peligrosos" sea una solución sostenible, sino simplemente una
salida a corto plazo. Sus autores abogan por "prácticas más seguras", como sustituir
productos químicos por otros biológicos, adaptar las prácticas agrícolas a entornos
locales o fomentar la biodiversidad.

Precisamente Baogen Gu, oficial jefe de gestión de plagas de la FAO, admite


que la agencia trabaja para que los pesticidas químicos se conviertan en el último
recurso, pero añade que aún queda camino por recorrer. "Ahora mismo, los agricultores
prefieren los químicos, que suelen ser el medio más barato y sencillo para proteger sus
cultivos", observa. Y considera que —pese a que el objetivo final para el que trabaja la
agencia es lograr una producción ecológica para todos— con los conocimientos y
condiciones actuales, sería inviable prescindir inmediatamente de estos productos.
En el informe, los expertos en derechos humanos toman partido claramente
por un modelo de agricultura opuesto al industrial, en el que esa producción ecológica y
la diversificación frente al uso de químicos y el cultivo intensivo de aquellas variedades
de alto rendimiento sean la vía para afrontar los retos del futuro (y presente) de la
alimentación. Entre ellos, alimentar a una población creciente sin agravar el cambio
climático ni consumir unos recursos (tierra, agua) cada vez más limitados. El éxito de
esa apuesta, dicen, debe medirse con criterios distintos a los puramente económicos.
Deforestación.

La deforestación es un proceso provocado por la acción humana, en el que se


destruye o agota la superficie forestal, generalmente con el objetivo de destinar el suelo
a otra actividad. En la actualidad, está directamente relacionada con las actividades
industriales, como la tala y quema para la expansión de la frontera agrícola para dar
lugar a la agricultura intensiva y la ganadería. La expansión de las áreas urbanas y las
actividades mineras también impulsan la deforestación. La construcción de carreteras y
vías de acceso a bosques cada vez más remotos mediante la tala furtiva contribuye a la
deforestación.

Las causas de la deforestación son las fuerzas que motivan a los agentes a
destruir la cubierta forestal.43 Existen causas directas e indirectas de la deforestación.
Las causas directas típicamente se conocen como fuentes de la deforestación, causas de
primer nivel o causas próximas o aledañas. Son las más fáciles de identificar. Las causas
indirectas son las principales fuerzas de la deforestación, pero existe más desacuerdo
sobre ellas y son más difíciles de cuantificar.

Pearce y Brown identificaron dos causas principales de la deforestación:

 Directa:

Competencia entre los humanos y otras especies por los nichos ecológicos
remanentes en la tierra y en las regiones costeras. Este factor está
sustancialmente demostrado por la conversión de tierra forestal a otros usos tales
como agricultura, infraestructura, desarrollo urbano, la industria y otros.

 Indirecta:

Falla en los sistemas económicos para reflejar el valor real del ambiente.
Básicamente, muchas de las funciones de los bosques tropicales no son
comunicadas y como tales son ignoradas en la toma de decisiones.
Adicionalmente, las decisiones de convertir selvas tropicales están alentadas por
incentivos fiscales y de otro tipo.

Otros autores utilizan la expresión "causas inmediatas" y "causas subyacentes"


para explicar las causas de la deforestación. Según este modelo, las causas subyacentes
son las variables en el nivel macroeconómico y los instrumentos de política pública
(tanto en el nivel nacional como internacional), mientras que las causas inmediatas son
los parámetros de decisión que afectan directamente a los agentes (las instituciones, el
mercado, la tecnología y las infraestructuras).

Propiedades físicas del agua.


El agua químicamente pura es un líquido inodoro e insípido; incoloro y
transparente en capas de poco espesor, toma color azul cuando se mira a través de
espesores de seis y ocho metros, porque absorbe las radiaciones rojas. Sus constantes
físicas sirvieron para marcar los puntos de referencia de la escala termométrica
Centígrada.
A la presión atmosférica de 760 milímetros el agua hierve a temperatura de
100°C y el punto de ebullición se eleva a 374°, que es la temperatura critica a que
corresponde la presión de 217,5 atmósferas; en todo caso el calor de vaporización del
agua asciende a 539 calorías/gramo a 100°.
 Estado físico: sólida, liquida y gaseosa
 Color: incolora
 Sabor: insípida
 Olor: inodoro
 Densidad: 1 g./c.c. a 4°C
 Punto de congelación: 0°C
 Punto de ebullición: 100°C
 Presión crítica: 217,5 atm.
 Temperatura crítica: 374°C.
Mientras que el hielo funde en cuanto se calienta por encima de su punto de
fusión, el agua líquida se mantiene sin solidificarse algunos grados por debajo de la
temperatura de cristalización (agua sub-enfriada) y puede conservarse liquida a 20° en
tubos capilares o en condiciones extraordinarias de reposo. La solidificación del agua va
acompañada de desprendimiento de 79,4 calorías por cada gramo de agua que se
solidifica. Cristaliza en el sistema hexagonal y adopta formas diferentes, según las
condiciones de cristalización.
A consecuencia de su elevado calor especifico y de la gran cantidad de calor que
pone en juego cuando cambia su estado, el agua obra de excelente regulador de
temperatura en la superficie de la Tierra y más en las regiones marinas.
El agua se comporta anormalmente; su presión de vapor crece con rapidez a
medida que la temperatura se eleva y su volumen ofrece la particularidad de ser mínimo
a la de 4°. A dicha temperatura la densidad del agua es máxima, y se ha tomado por
unidad. A partir de 4° no sólo se dilata cuando la temperatura se eleva, sino también
cuando se enfría hasta 0°: a esta temperatura su densidad es 0,99980 y al congelarse
desciende bruscamente hacia 0,9168, que es la densidad del hielo a 0°, lo que significa
que en la cristalización su volumen aumenta en un 9 por 100.
Las propiedades físicas del agua se atribuyen principalmente a los enlaces por
puente de hidrógeno, los cuales se presentan en mayor número en el agua sólida, en la
red cristalina cada átomo de la molécula de agua está rodeado tetraédricamente por
cuatro átomos de hidrógeno de otras tantas moléculas de agua y así sucesivamente es
como se conforma su estructura.
Cuando el agua sólida (hielo) se funde la estructura tetraédrica se destruye y la
densidad del agua líquida es mayor que la del agua sólida debido a que sus moléculas
quedan más cerca entre sí, pero sigue habiendo enlaces por puente de hidrógeno entre
las moléculas del agua líquida.
Cuando se calienta agua sólida, que se encuentra por debajo de la temperatura de
fusión, a medida que se incrementa la temperatura por encima de la temperatura de
fusión se debilita el enlace por puente de hidrógeno y la densidad aumenta más hasta
llegar a un valor máximo a la temperatura de 3.98ºC y una presión de una atmósfera. A
temperaturas mayores de 3.98 ºC la densidad del agua líquida disminuye con el aumento
de la temperatura de la misma manera que ocurre con los otros líquidos.
Glaciar o aguas polares

El agua dulce que forma parte de los ríos y los lagos es escasa comparada con el
agua dulce que se encuentra concentrada principalmente en las reservas de las regiones
frías (65 % del total), como las capas de hielo continentales, glaciares, y en forma
de nieve o hielo. Glaciar Blanco. Parque nacional de Ecrins (Francia). En la imagen se
aprecia el frente de la lengua del glaciar.

Los glaciares son grandes masas de hielo situadas sobre una superficie de
terreno, que se desplazan lentamente en descenso a favor de la pendiente y a partir de
una cuenca (circo glaciar). La condición de formación de un glaciar es la de que la
cantidad de nieve caída durante un invierno exceda a la fundida durante el verano
siguiente, constituyendo el nivel de las nieves persistentes, y si la nieve no funde nada el
de las nieves perpetuas.

De este modo cada año se va superponiendo una masa de nieve a la ya


acumulada, y es su propio peso el que elimina las capas de aire que han quedado tras las
sucesivas nevadas, y por fusión parcial y rehielo se congela de nuevo, uniéndose los
cristales aislados, este hecho es lo que se llama re cristalización. Así se forma un
agregado granular, llamado neviza. Por continuación del proceso, la neviza se
transforma en hielo blanco a partir del que se origina el hielo glaciar, de color azulado.
Al espesarse esta capa de hielo, comienza a desplazarse a favor de la pendiente
convirtiéndose así en un glaciar activo.
Las lenguas glaciares varían según la pendiente, rugosidad y carga de hielo. Si
alcanzan el mar se forman témpanos o icebergs, al fundirse con el contacto del agua de
mar. El hielo tiene la propiedad de fluir como si se tratara de una materia plástica, y se
adapta perfectamente al fondo y a las paredes del valle. La velocidad de la masa del
hielo no es la misma en todas sus zonas, siendo mayor en la superficie y en el centro
que en el fondo y los laterales, debido al rozamiento del hielo. La velocidad de descenso
es muy variable, oscilando alrededor de unos 15 centímetros diarios.

En un glaciar se distingue tres partes: circo, lengua y valle glaciar. El circo


glaciar es la zona rodeada de montañas situada en el nivel de las nieves perpetuas,
presenta unas grietas llamadas rimayas entre la pared rocosa y el hielo del glaciar. La
lengua del glaciar es la masa de hielo que discurre por el valle. Por efecto del
movimiento, el hielo se fractura al rozar con el fondo del valle, lo que provoca la
aparición de grietas transversales denominadas crevasses.

Los materiales que el glaciar arranca al bajar por el valle glaciar (cauce por el
que se desliza el glaciar), transporta y deposita constituyen las morrenas. Existen
morrenas laterales, que al confluir dos lenguas dan lugar a morrenas centrales; morrenas
de fondo, conjunto de fragmentos arrancados del fondo y morrenas frontal, delante del
glaciar, depósito de materiales al fundir el hielo. Los depósitos de materiales que dejan
los glaciares se llaman tillitas y se distinguen por ser una mezcla de cantos angulosos, es
decir, sin redondear debido a que los glaciares llevan su carga en suspensión y no
pueden erosionar los materiales transportados, de todos los tamaños, composiciones y
densidades.

En algunos glaciares, bajo la superficie del hielo, circula una intensa corriente de
agua llamada arroyo sub-glaciar, que a veces puede arrastrar bloques de hielo. Los
valles afectados por los glaciares se ensanchan, y su perfil transversal adquiere la forma
característica de U. Existen diversos tipos de glaciares dependiendo de su localización
latitudinal y respecto a la altura donde se localicen.

 Los glaciares de valle se localizan en zonas altas, independientemente de su


localización latitudinal, son largos y estrechos, naciendo en las cabeceras de las
cuencas donde se sitúan y circulando dentro de los valles de las cadenas
montañosas. Consta de un circo y de una gran lengua glaciar, que llega hasta la
zona de fusión del hielo. Están muy desarrollados en Alaska, Himalaya o Nueva
Zelanda.

 Los glaciares de circo o colgado, típicos de cadenas montañosas de latitudes


medias. Son glaciares de pequeñas dimensiones ocupando únicamente su propio
circo, ya que por razones climatológicas, la lengua funde rápidamente sin llegar
a formarse en realidad. Como ejemplo destacamos el glaciar del Aneto, de poco
más de un kilómetro de extensión localizado en los Pirineos españoles.

 Los glaciares de pie de monte, o alaskiano, están formado por la conjunción de


varios glaciares de valle, que forman una enorme superficie de hielo que al
llegar al valle se expanden formando abanicos y quedando fuera del control del
relieve. Ejemplos en Alaska o Chile.

 Glaciares escandinavos o de casquete, típicos de cadenas montañosas de


latitudes medias, es decir situados en zonas un poco alejadas de las zonas
polares, se localizan en superficies de terreno planas y limitadas por montañas
elevadas. Estos glaciares llenan completamente sus valles.

 Glaciares alpinos, son pequeños glaciares de valle que están nutridos por una o
más cuencas de circo y presentan una zona de descarga, Pueden unirse varios
formando redes. Los mejores ejemplos los encontramos en los Alpes.

 Glaciares continentales o Indandsis, siendo éste un glaciar de casquete de


grandes dimensiones con más de un kilómetro de espesor que cubría parte de los
continentes europeo, americano y asiático durante la máxima extensión de los
hielos pleistocenos. Actualmente, son propios de Groenlandia y la Antártida; el
espesor medio del hielo es de dos kilómetros. A veces sobresalen picos rocosos
por encima de la superficie de hielo, que corresponden a las cimas de montañas
y se conocen con el nombre de nunataks.

 Glaciares marinos, son los glaciares que se forman al congelarse el agua marina.
En su formación, hay una primera fase de formación de cristales, luego se unen
formando una capa delgada llamada pancake-ice, la cual va creciendo en espesor
y se cementa formándose los hielos marinos o packs.
Ríos
Los ríos son corrientes de agua que fluyen por un cauce desde tierras altas a
tierras bajas y que finalmente vierten a un lago, a otro río o al mar, excepto en zonas
desérticas, donde pueden desaparecer por consunción. En realidad no hay diferencias
fundamentales entre torrentes y ríos, solamente su longitud y periodicidad.
Un río se caracteriza por su caudal y su régimen. Se puede distinguir también
entre lecho menor (el estrecho canal ocupado por la corriente de agua) y lecho mayor (el
cauce mayor ocupado por las crecidas). Según su origen se diferencian varios tipos de
ríos:
 De origen glaciar, cuando sus aguas fluidas proceden de la fusión del hielo
glaciar,
 De origen noval, resultante de la fusión de las nieves en primavera y en verano,
 De origen pluvial, formados por las lluvias principalmente de invierno.

El territorio regado por un río y sus afluentes se denomina cuenca hidrográfica.


El conjunto de un río y todos sus afluentes se denomina sistema de drenaje, y la
combinación de varios sistemas de drenaje formarán varios modelos de drenaje. El río
es el agente principal de transporte en un ciclo fluvial.

Los ríos transportan materiales en disolución y residuos sólidos. Con estos


materiales transportados, los ríos llevan a cabo en el terreno una erosión, que da origen
a diferentes perfiles de valles fluviales. Como consecuencia de las acciones erosiva y
depósito el lecho tiende a un perfil cóncavo. El curso alto del río tiene un gran poder
erosivo (puede formar desfiladeros, hoces, gargantas...). El valle en corte transversal
presenta forma de V. Cuando se producen desniveles en su cauce, forman cascadas o
cataratas.

La principal acción del curso medio, de pendientes más suaves es la de acarreo


aunque también la deposición de materiales groseros. En la desembocadura se encuentra
bajo, ancho, y de poca pendiente, donde se depositan las arenas y limos, que pueden
llegar a formar deltas.

Muchos ríos, por la escasa pendiente y la anchura de sus valles son navegables
en el curso bajo ( Danubio, Volga, Amazonas). El lugar en que se forma un río es el
nacimiento o cabecera. Desde allí forman una corriente de agua hasta la
desembocadura.

Océanos
Los océanos son aquellas partes de la superficie del planeta ocupadas por agua
marina que rodean a los continentes y que cubren actualmente alrededor del 71% de la
Tierra. Existen cinco océanos en la Tierra: el Pacífico, el Atlántico, el Índico, el
Antártico y el Ártico.
La profundidad de los océanos es variable dependiendo de las zonas del relieve
oceánico, pero resulta escasa en comparación con su superficie. Se estima que la
profundidad media es de aproximadamente 3900 metros. La parte más profunda se
encuentra en la fosa de las Marianas alcanzando los 11 034 m de profundidad.
En los océanos hay una capa superficial de agua templada (12 °C a 30 °C) que
llega hasta una profundidad variable según las zonas, de entre unas decenas de metros
hasta los 50 o 100 m. Por debajo de esta capa el agua tiene temperaturas de entre 5 °C y
–1 °C. Se llama termoclina al límite entre las dos capas. El agua está más cálida en las
zonas templadas, ecuatoriales y más frías cerca de los polos. Y, también, más cálida en
verano y más fría en invierno.

Lagos
Los lagos suelen ser estructuras inestables que tienden a desaparecer. Se
alimentan con los aportes de agua procedentes de precipitaciones atmosféricas y/o del
agua aportada por uno o varios ríos o glaciares. Las pérdidas se deben básicamente al
río emisario (río por el que desaguan) y a la evaporación, según su situación geográfica,
es decir, si se encuentran en zonas donde hace mucho calor o la humedad es muy baja, o
en otros casos, donde existen unos niveles de precipitaciones muy bajos que hacen tanto
que el río que los sustentan lleve muy poco caudal de agua como que su alimentación a
través de esta lluvia sea escasa.
En zonas desérticas los lagos son casi inexistentes, así, los chotts del Sahara sólo
tienen agua después de una tempestad. Estos son lagos salinos que quedan estancados
cuando llueve y desaparecen al instante quedando una capa de sal donde estaba
anteriormente su cuenca. La desaparición de los lagos suele ser debida a dos causas
principales: por la erosión de las barreras que retienen el agua y por colmatarse su
cuenca de sedimentos.
Si el agua aportada anualmente al lago es igual a sus pérdidas, el lago se
mantiene en equilibrio; pero cuando las pérdidas superan a los aportes, el lago va
desapareciendo poco a poco.

Los lagos de pequeñas dimensiones se confunden con lagunas y los de mayor


extensión reciben frecuentemente el nombre de mar. Los lagos tienen una gran
importancia en el ámbito ecológico, pues representan un ecosistema y en él se establece
un equilibrio entre los seres vivos acuáticos y los vegetales.

Los lagos se distinguen entre lagos de agua dulce o lagos salados (con una
concentración de sales superior al 5 %). Asimismo dependiendo del sistema de
alimentación del lago, se clasifican en lagos de régimen pluvial, su agua proviene de las
lluvias; nival, su fuente proviene de la fundición de la nieve; pluvionival, al alimentarse
tanto de precipitaciones como de la nieve; fluvial, proviene de un río; glaciar, al venir
de un glaciar y freático, al formarse cuando aumenta el nivel freático de la zona en la
que se encuentren situados, es decir, el nivel de aguas subterráneas. Pero la clasificación
más común es la que se hace atendiendo a su origen, distinguiendo entre:

 Lagos tectónicos, cuando se hallan en zonas de fracturas y hundimientos de la


corteza terrestre como las originadas por fallas, plegamientos o movimientos de
elevación o hundimiento terrestre (movimientos epirogénicos). Son los casos
del mar Muerto, que está situado a 400 metros por debajo del nivel del mar
Mediterráneo. Lagos de barrera o embalsados cuando se han originado al
taponarse las corrientes de agua en un valle
mediante morrenas glaciares, coladas volcánicas, desprendimientos de tierra,
aludes o el arrastre de materiales por los afluentes; también pueden encontrarse
ante una barrera artificial. Un ejemplo es la Laguna Negra en Soria.

 Lagos de erosión o glaciares, cuando las depresiones han sido excavadas por las
grandes lenguas glaciares durante el ciclo erosivo del glaciar, es decir, mientras
esté en movimiento al arrastrar el glaciar materiales constituyendo las morrenas,
las cuales se depositan en el extremo frontal de la lengua glaciar y, por sobre-
excavación, se forma una hondonada que da lugar a un lago. Son de forma
alargada y de tamaño variable. Generalmente su forma se halla adaptada al valle
erosionado por los glaciares. Los lagos de origen glaciar están ubicados en estas
cubetas formadas por las morrenas, presentando una forma variada y
permitiendo, en sus orillas, el establecimiento de una densa vegetación,
principalmente de coníferas. Estos bosques de coníferas suelen ser aprovechados
y explotados para obtener madera y fabricar papel. A este apartado pertenecen
también los lagos de circo glaciar, por lo común pequeños y que suelen
presentar un río de alimentación y otro emisor.

 Lagos cráteres, son los que ocupan las calderas volcánicas, resultado de la
explosión del cráter de un volcán. Suelen ser muy reducidos, con paredes casi
verticales y una superficie más o menos vertical. Un ejemplo es la Laguna de
Posadilla (Ciudad Real).

 Lagos de cuencas endorreicas, es decir, que no desembocan al mar; son


depresiones del terreno sin salida al mar. Sus aguas suelen ser saladas, por la
evaporación de éstas y la progresiva concentración de sales a lo largo del
tiempo, caso de la laguna de Gallocanta (Teruel).

 Lagos fluviales que surgen en valles muy llanos, apenas sin desagüe, cuando las
grandes avenidas de los ríos inundan los márgenes.

 Lagos residuales, que son testimonio de antiguos mares lentamente desecados y,


con frecuencia, de gran salinidad. Como por ejemplo el mar Caspio.

 Lagos cársticos, frecuentemente subterráneos, aparecen en las grietas y


depresiones de las rocas calizas al producirse la erosión de este tipo de rocas por
la acción del agua.

 Las albuferas son lagunas formadas por agua de las altas mareas en regiones de
playas o costas bajas. Caso de la albufera de Adra o la de Doña ana.
Aguas subterráneas

La hidrogeología es la ciencia que se ocupa del estudio de las aguas


subterráneas. Del total de agua de precipitación, una parte circula por la superficie, otra
se evapora y otra se infiltra para formar las aguas subterráneas. Para que el agua de
infiltración pueda penetrar en las rocas y circular por ellas, es necesario que éstas sean
porosas y que los poros se comuniquen entre sí o estén fracturadas, fisuradas o
trituradas. La permeabilidad de una roca es su capacidad para transmitir los fluidos. Por
ejemplo: la arcilla puede tener una porosidad tan elevada como la arena, pero su
permeabilidad es casi nula, ya que los huecos no están conectados.

En relación con la conducta de las aguas subterráneas, se distinguen dos clases


de rocas, permeables e impermeables. Las permeables permiten el paso de agua, como
las gravas, arenas, areniscas, calizas diaclasadas y rocas fisuradas. Las rocas
impermeables son las margas, pizarras, y arcillas, que no dejan pasar el agua.

Del volumen de agua que cae sobre las áreas emergidas, una parte, retornará a
las masas de agua (océanos, lagos) a través de los cauces superficiales(ríos), pudiéndose
incorporarse a la atmósfera por evaporación. Otra parte se infiltrará en el subsuelo a
través de los poros, grietas y fisuras. Una fracción será interceptada en la parte
superficial del suelo, en la zona no saturada, por las plantas e incorporada a sus ciclos
vitales, devolviendo parte a la atmósfera mediante mecanismos de evapotranspiración.
El resto de agua seguirá su trayecto a través de aquellas formaciones geológicas que,
cuando tienen capacidad de almacenar o transferir agua se denomina acuíferos. Todos
los huecos de las formaciones quedarán rellenos de agua, encontrándonos en la llamada
zona saturada.
Respecto a los tipos de acuíferos, la clasificación estaría formada por las de
porosidad intergranular y las de porosidad asociada a fisuras o fracturas. Los de
porosidad intergranular corresponden a las formaciones geológicas detríticas (arenas,
gravas); cuya porosidad y permeabilidad dependerá de las características de su textura.

Respecto al grupo de acuíferos por fracturación, englobaría a aquellas


formaciones con capacidad de almacenar y transmitir agua a través de su red de fisuras.
En el caso de las formaciones carbonatadas (caliza, dolomías), está red de fisuras se
ampliaría por los fenómenos de disolución producidos por el paso del agua.

Las aguas subterráneas y el abastecimiento humano

La vida de la especie humana se ha desarrollado en torno al agua. Los


establecimientos humanos siempre se han realizado en puntos con disponibilidad de este
recurso. Se conocen casos de abastecimientos ―de origen subterráneo‖ especialmente
manantiales y fuentes.

En una gran parte de los países, tanto desarrollados como el denominado Tercer
mundo, dominan la procedencia subterránea de las aguas consumidas para
abastecimiento. En las regiones áridas y semiáridas se entiende que las aguas
subterráneas son la procedencia mayoritaria para consumo humano al no haber o ser
insuficiente la disponibilidad de los almacenamientos o corrientes superficiales.
Las aguas subterráneas y la agricultura

Las ventajas del riego desde los acuíferos frente al procedente de cursos o
almacenamientos superficiales pueden resumirse en los siguientes aspectos:

 Distribución geográfica:

Mientras que el agua superficial se presenta en espacios bien definidos (ríos,


lagos, embalses) que ocupan áreas de escasa extensión, los acuíferos pueden presentarse
bajo extensas regiones.

 Almacenamiento:

Los volúmenes de agua almacenados en los acuíferos son muy superiores a los
que pueden regularse en la superficie. Esto supone una mayor regularidad de los
caudales disponibles, al ser los acuíferos menos sensibles a las variaciones estacionales.

De estas ventajas deriva la mayor facilidad para realizar un desarrollo


escalonado de la actividad agrícola, al no depender de las grandes y costosas
infraestructuras de obras de regulación, transporte y distribución, necesarias en los
regadíos con aguas superficiales. En países con abundante disposición de aguas
superficiales como la Europa occidental, los porcentajes de abastecimientos con aguas
subterráneas son del orden del 99 % en Dinamarca, 68 % en Italia, 76 % en Bélgica...

La explicación podemos encontrarla al analizar las principales ventajas del


abastecimiento que van desde los acuíferos frente al de las aguas superficiales que se
resumen en:
Regularidad y seguridad de los caudales. La explotación de los almacenamientos
subterráneos ofrecen mayor facilidad de regulación de los caudales necesarios, siendo
menos sensible a los cambios estacionales, situaciones meteorológicas anómalas
(sequías, inundaciones...).

Calidad del agua. Las aguas de procedencia subterránea tienen, mejor calidad
como agua de consumo que las superficiales. La mayor parte de las aguas embotelladas
proceden de manantiales o captaciones subterráneas.

Proximidad geográfica respecto a la demanda y competitividad económica. Gran


parte de las aglomeraciones urbanas se ubican sobre o próximas a formaciones
geológicas acuíferas.

Las aguas subterráneas y la industria

Es difícil cuantificar el orden de magnitud del consumo que esta actividad


supone. La tendencia actual de desligar determinadas actividades industriales de las
zonas residenciales, hace que sean cada vez más frecuente que estas industrias se
abastezcan de agua subterránea como alternativa menos costosa.

No todo son ventajas en la explotación de las aguas subterráneas para el regadío,


que pueden derivar en problemas de a veces compleja solución. Ejemplos de ello son la
contaminación difusa por fertilizantes y productos fitosanitarios.

Aguas subterráneas de Venezuela y el mundo.

En Venezuela

Las aguas subterráneas constituyen una parte esencial del ciclo hidrológico y la
explotación de acuíferos representa, en muchas regiones, la única solución a las
demandas de agua. La regionalización de los acuíferos se representa mediante las
provincias hidrogeológicas, las cuales poseen características generales similares en
cuanto a agua subterránea se refiere.

Estas provincias son la Andina, la Vertiente Atlántica y del Caribe, Provincia


Planicies Costeras, Provincia del Escudo Septentrional o de Guayana y Provincia del
Orinoco, con los acuíferos con mayor potencial y calidad con fines de consumo y riego.
La siguiente tabla señala las reservas de agua subterránea para cada una de las
principales regiones:

Reservas totales de aguas subterráneas por regiones (No están incluidas las
reservas totales en el territorio a la derecha del río Orinoco, estados Amazonas, Bolívar
y Delta)

En el mundo

El agua subterránea es la mayor fuente de agua dulce para el ser humano.


Mediante técnicas isotópicas, se puede determinar el origen y las tasas de recarga del
agua subterránea, información que se obtiene a partir de los isótopos estables y
radiactivos presentes en esas aguas. Las aguas subterráneas constituyen el 30 % del
agua dulce disponible en el mundo.

Un 69 % está atrapado en los casquetes polares, mientras que los ríos y los lagos
representan únicamente un 1 %. A menudo, el agua subterránea está escondida en las
profundidades de acuíferos, rocas permeables y sedimentos, y para su extracción se
utilizan pozos de bombeo. No es raro que los acuíferos sean recursos hídricos
renovables que se llenan lentamente mediante la infiltración del agua de lluvia a lo largo
de cientos o muchos miles de años.

El aumento de la población mundial, junto con una agricultura más intensiva y


un uso industrial cada vez mayor, han dado lugar a una demanda de agua subterránea en
constante aumento. Los gestores del agua de muchas regiones se han visto obligados a
hacer frente a la sobreexplotación de los acuíferos accesibles y con frecuencia tienen
que depender de fuentes de agua subterránea profundas antiquísimas para suministrar de
forma fiable agua dulce. A esto se añaden las amenazas derivadas del derrame de
contaminantes y toxinas en las aguas subterráneas, por ejemplo procedentes de la
agricultura, la industria o las actividades urbanas.

La evaluación científica del origen y de la tasa de recarga de los acuíferos es


clave para que estos puedan desempeñar su función como fuentes de suministro fiables
de agua a largo plazo. Los isótopos estables y radiactivos presentes en las aguas
subterráneas pueden utilizarse para saber más sobre el origen de esas aguas y sus tasas
de recarga. A fin de estimar las edades de las aguas subterráneas se utilizan los isótopos
presentes en el agua (hidrógeno, oxígeno), así como radioisótopos (tritio), carbono
disuelto (carbono 14) y gases nobles (helio 3, helio 4 y kriptón 81). La contaminación
de las aguas subterráneas es una cuestión más compleja de resolver porque es
extremadamente difícil remediar la contaminación de los acuíferos. Para ayudar a
caracterizar las fuentes de los contaminantes y cuantificar las transformaciones y la
biodegradación de los contaminantes en los sistemas de acuíferos se emplean trazadores
de isótopos estables y radiactivos (nitrógeno 15, carbono 13 y tritio).

La hidrósfera conceptos, donde se encuentran.

La hidrosfera es la capa de agua que rodea la Tierra. El agua circula


continuamente de unos lugares a otros, cambiando su estado físico, en una sucesión
cíclica de procesos que constituyen el denominado ciclo hidrológico, el cual es la causa
fundamental de la constante transformación de la superficie terrestre. La energía
necesaria para que se puedan realizar esos cambios de estado del agua y el ciclo
hidrológico procede del Sol.
En resumen es una cubierta dinámica, con continuos movimientos y cambios de
estado, que regula el clima, participa en el modelado del relieve y hace posible la vida
sobre la Tierra. La hidrosfera es también responsable de riesgos geológicos externos
como inundaciones, muchos deslizamientos del terreno, algunas subsidencias del
terreno.
La hidrosfera se formó por la condensación y solidificación del vapor de agua
conteniendo en la atmósfera primitiva. El agua cubre casi las tres cuartas partes de la
superficie de la Tierra. La mayoría (97%) es agua salada que forma mares y océanos y,
una pequeña parte (3%), se encuentra en la atmósfera y sobre los continentes,
generalmente en forma de agua dulce. Esta última parte se encuentra de mayor a menor
cantidad de agua: hielo> agua subterránea> lagos, embalses, pantanos, ríos > atmósfera
> biosfera (seres vivos).
Entre las características de la hidrosfera destacamos su composición mineral,
salinidad, contenido en oxígeno, variación de la temperatura con la profundidad y
densidad:
Composición del agua del mar y del agua continental.
La salinidad media de mares y océanos es de 35 gr/l (3,5%), las sales principales
son el Cl- y el Na+ , y en menor proporción SO4 2-, Mg2+ y otros iones, mientras que
la salinidad de las aguas continentales varía muchísimo dependiendo de las rocas por
donde discurra el agua (si son rocas muy solubles el agua se carga de sales superando la
salinidad del mar), también puede variar su composición química dependiendo de la
naturaleza de los terrenos que atraviesan, aunque en general, en las aguas continentales
predominan los aniones CO32-, HCO3 - , SO4 2-, , Cl- y los cationes Na+, K+, Ca2+ y
Mg2+.

Características físico químico de la hidrósfera


Oxígeno disuelto.
A medida que el agua se carga de materia orgánica, proliferan los organismos
descomponedores que consumen el oxígeno en disolución. Las aguas limpias y
corrientes están muy oxigenadas.
Demanda biológica de oxígeno (DBO).
Es la cantidad de oxígeno que consumen los microorganismos para descomponer
la materia orgánica del agua. Se incuba el agua a unos 30ºC, en la oscuridad durante
días y se determina el oxígeno que se ha perdido. Más materia orgánica mayor consumo
de oxígeno por los microorganismos. El más usado es la DBO5 que mide el oxígeno
perdido en 5 días. Para el consumo humano no debe sobrepasar los 3 mg O2/L. las
depuradoras de agua deben verter al río agua con menos de
20mg/L de DBO5.
Demanda química de oxígeno (DQO).
Representa el oxígeno disuelto necesario para la oxidación de la materia
orgánica con un agente químico (sin intervención de organismos vivos, se suele usar
dicromato o permanganato potásico) como el permanganato potásico. Los valores
obtenidos son más altos que la DBO, porque la oxidación no es selectiva: se oxida tanto
la materia orgánica como la inorgánica existente. El valor recomendado no debe
sobrepasar 20mg O2/L.
Ph.
Indica la acidez o basicidad y está en función de los iones H+ presentes. Las
reacciones químicas y biológicas dependen del pH, y la actividad biológica normal en el
agua se desarrolla en unos valores de pH que oscilan entre 6 y 8,5. Un agua demasiado
ácida o básica tiene muchas posibilidades de contener elementos indeseables (por
ejemplo un pH muy ácido aumenta la disolución de algunos metales pesados).
Dureza.
Expresada en concentración de CaCO3 (aguas blandas < 50 mg/L de CaCO3 y
aguas duras >200 mg/L de CaCO3 la OMS recomienda que el agua de bebida tenga de
100 a 500 mg/L de CaCO3). La dureza se encuentra directamente relacionada con la
conductividad. Viene dada por los iones Ca2+ y Mg2+ que existen.
El agua dura supone un riesgo de incrustaciones calcáreas en las instalaciones,
riesgo de cálculos renales (piedras en el riñón) y perjuicios por el mayor gasto de jabón
y de energía en procesos industriales, pero si es demasiado blanda es normalmente más
agresiva y puede afectar a los metales.

¿Qué es la atmósfera?

Llamamos atmósfera a la bola más o menos homogénea de gases concentrada


alrededor de un planeta o astro celeste y mantenida en su lugar por acción de
la gravedad. En algunos planetas, compuestos mayormente por gas, esta capa puede ser
particularmente densa y profunda.

La atmósfera terrestre alcanza unos 10.000 km de distancia de la superficie del


planeta, y alberga en distintas capas los gases necesarios para preservar la temperatura
planetaria estable y permitir el desarrollo de la vida. Las corrientes de aire presentes en
ella se encuentran estrechamente relacionadas con la hidrósfera (el conjunto
de agua planetaria), y se afectan de manera recíproca.

Nuestra atmósfera puede dividirse en dos grandes regiones: homósfera (los 100
km inferiores) y heterósfera (desde los 80 km hasta el borde exterior), de acuerdo a la
variedad de gases que integran cada una, mucho más variados y homogéneos en la
primera, y estratificados y diferenciados en la segunda.

El origen y la evolución de la atmósfera datan desde los inicios mismos del


planeta, en los que una gruesa capa de gases primigenios permaneció alrededor del
planeta, constituida más que nada por hidrógeno y helio provenientes del sistema solar.
Sin embargo, el enfriamiento paulatino de la Tierra y la aparición muy posterior de
la vida fueron cambiando la atmósfera y variando su contenido hasta alcanzar el que
hoy conocemos, a través de procesos como la fotosíntesis y quimiosíntesis o
la respiración.
La atmósfera terrestre se compone de las siguientes capas

 Tropósfera.

La capa inicial, en contacto con la superficie terrestre, en donde se acumula la


mayor cantidad de gases atmosféricos. Alcanza los 6 km de altura en los polos y los 18
km en el resto del planeta, siendo la capa más cálida de todas, a pesar de que en sus
límites exteriores la temperatura alcance los -50 °C.

 Estratósfera.

Va desde los 18 a los 50 km de altura, en diversas capas gaseosas. Una de ellas


es la ozonósfera, en donde la radiación solar impacta sobre el oxígeno, formando
moléculas de ozono (O3) que constituyen la conocida ―capa de ozono‖. Este proceso
genera calor, por lo que la estratósfera registra un aumento considerable de la
temperatura hasta los -3 °C.

 Mesósfera.

La capa intermedia de la atmósfera, entre los 50 y 80 km de altura, es la zona


más fría de la atmósfera toda, alcanzando los -80 °C.

 Ionósfera o termósfera.

Se extiende de los 80 a los 800 km de altura y presenta un aire muy poco denso
que permite oscilaciones de temperatura drásticas dependiendo de la intensidad solar:
puede registrar temperaturas de 1500 °C durante el día y caer dramáticamente en la
noche.

 Exósfera.

La capa externa de la atmósfera, que va de los 800 a los 10.000 km de altura, es


relativamente indefinida, poco más que el tránsito entre la atmósfera y el espacio
exterior. Allí tienen lugar la fuga de los elementos más livianos de la atmósfera, como el
helio o el hidrógeno.
 La biosfera:

Es el ecosistema global. Al mismo concepto se refiere con otros términos, que


pueden considerarse sinónimos, como ecosfera o biogeosfera. Tiene características que
permiten hablar de ella como un gran ser vivo, con capacidad para controlar, dentro de
unos límites, su propio estado y evolución.

Capas de la Biosfera:

La biosfera está formada por las capas de la Tierra donde existe vida. La capa de la
superficie sólida de la Tierra es la litosfera; la atmósfera es la capa de aire que se
extiende por encima de la litosfera; el agua de la Tierra, que puede encontrarse en la
superficie, en el suelo o en el aire, forma la hidrosfera. Dado que la vida existe en el
suelo, en el aire y en el agua, la biosfera se superpone a todas estas capas.

Aunque la biosfera mide unos 20 kilómetros (12 millas) de arriba a abajo, casi toda la
vida existe entre unos 500 metros (1,640 pies) por debajo de la superficie del océano y
unos 6 kilómetros (3,75 millas) sobre el nivel del mar.

 Litosfera:

La litosfera es la parte terrestre de la biosfera, que proporciona el sustento y los


minerales necesarios para sostener la vida. En esta capa de la Tierra habitan desde las
bacterias hasta los grandes mamíferos.

 Hidrosfera:

La hidrosfera es la parte acuática de la biosfera. A diferencia de la litosfera y la


atmósfera, cada porción de la hidrosfera es compatible con la vida. En el agua habitan
prácticamente todos los grupos taxonómicos de plantas y animales. Por ejemplo: en las
aguas termales crecen bacterias especialmente adaptadas; en las profundidades
marinas habitan los gusanos tubulares que forman la base de las comunidades basadas
en el azufre de las fuentes hidrotermales; por eso no es de extrañar que en las regiones
más hospitalarias de la hidrosfera, la vida sea realmente abundante.
 Atmósfera:

Las aves y otras formas de vida se pueden encontrar hasta unos 2.000 metros
sobre la superficie de la Tierra. La atmósfera juega un papel crítico en la configuración
de la biosfera:

 las regiones más bajas de la atmósfera contienen gases que son esenciales para la
respiración de las plantas y los animales

 la capa atmosférica desvía la radiación solar que incide sobre el planeta.

 también determina los patrones climáticos que rigen la vida en la Tierra.

La salinidad

Es el contenido de sales minerales disueltas en un cuerpo de agua y que se


encuentra en altitudes medias. Dicho de otra manera, es válida la expresión salinidad
para referirse al contenido salino en suelos o en agua.

El sabor salado del agua se debe a que contiene cloruro de sodio (NaCl).Su
concentración en los mares y océanos es muy elevada entre 33 y 37 g/L y muy baja en
las aguas dulces, menor de 5 g/L.1 Además esta salinidad varía según la intensidad de la
evaporación o el aporte de agua dulce de los ríos aumente en relación a la cantidad de
agua. La acción y efecto de disminuir o aumentar la salinidad se denomina
desalinización y salinización, respectivamente. Por cierto, la mayoría de los lagos son
de agua dulce. Por su parte, en las masas de agua de mayor salinidad, es posible flotar
con mayor facilidad. Aunque, aun así en la hidrósfera, se ha comprobado que la mayor
parte del agua, es salada. La mayor parte del agua es salada, el 93% es agua salada el
3% es agua dulce.

Sistemas de clasificación de cuerpos de agua basados en la salinidad

La salinidad del agua es una variable que se mide por un indicador según su
conductividad eléctrica. El agua marina es la del océano, otra notación es mar euhalino.
Su rango de salinidad es de 30 a 35 ‰. Mares salobres son aguas con salinidad entre 0,5
y 29 ‰ y mares metahalinos de 36 a 40 ‰. Todas estas aguas se denominan talásicas
porque su salinidad deriva del océano; definiéndose como homeohalinas si la salinidad
no varía mucho en el tiempo (esencialmente invariante). La Tabla, modificada por Por
(1972), sigue el "Sistema de Venecia" (1959).

En contraste con un ambiente homeohalino, están ciertos ambientes


poiquilohalinos (que pueden también ser "talásicos") en donde la variación de salinidad
es biológicamente significativa (Dahl, 1956).Las aguas poiquilohalinas varían de 0,5 ‰
a más de 300 ‰. La característica de estas aguas es su variación en salinidad sobre un
rango estacional biológicamente afectante, o en otras escalas de tiempo. Para ponerlo
simple, estos son cuerpos de agua que varían en salinidad.Cuando el contenido salino
del agua es tan alto que precipitan cristales de sal, se está en presencia de salmuera.

Mar Muerto

Es un lago endorreico salado situado en una profunda depresión a 435 metros


bajo el nivel del mar, entre Israel, Palestina y Jordania. Ocupa la parte más profunda de
una depresión tectónica atravesada por el río Jordán y que también incluye el lago de
Tiberíades. Los griegos de la Antigüedad lo llamaban lago Asfaltites, por los depósitos
de asfalto que se encuentran en sus orillas, conocidos y explotados desde la Edad
Antigua.

Tiene unos 80 km de largo y un ancho máximo de unos 16 km; su superficie es


aproximadamente de 810 km². Recibe agua del río Jordán, de otras fuentes menores y
de la escasa precipitación que se produce sobre el lago, y el nivel de sus aguas es el
resultado del balance entre estos aportes y la evaporación. Una de las razones por las
que el Mar Muerto es tan salado se debe a que está ubicado en una cuenca hidrográfica
endorreica, es decir no hay salidas.

Los minerales que desembocan en él se quedan allí para siempre. La mayoría de


los cuerpos de agua dulce tienen puntos de salida, como los ríos y arroyos, lo que les
permite disponer de los minerales disueltos que pueden fluir en ellos de otras fuentes.
Hay varios ríos y arroyos que desembocan en el Mar Muerto, pero ninguno que drenan
hacia fuera.

El agua del Mar Muerto tiene una densidad de 1.24 kg / litro, lo que hace que el
cuerpo humano pueda flotar sin esfuerzo en el agua, porque su densidad es menor que la
densidad del agua salada.

Las aguas de este lago son relativamente ricas


en calcio, magnesio, potasio y bromo, y relativamente pobres
en sodio, sulfatos y carbonatos, una composición significativamente diferente de la
del agua de mar. Estrictamente hablando, la definición usual de salinidad no es
aplicable; se define su cuasi-salinidad, basándose en el apartamiento de la densidad del
agua de 1000 kg/m³ a una temperatura de referencia de 25 °C.
La cuasi-salinidad de sus aguas profundas es de 235 kg/m³, que corresponde a
una salinidad del 28 %, y crece a una tasa de 0,5 kg/m³/año en verano, y prácticamente
no decrece en invierno. En la capa superficial puede llegar a un máximo de 238-
240 kg/m³ coincidiendo con la máxima temperatura 34-35 °C. La salinidad varía con la
profundidad, la estación del año y el régimen hidrológico del lago, que pasa por
períodos holomíticos y meromíticos. 5 Como comparación, la salinidad promedio
del agua de los océanos está entre 3,1–3,8 %, es decir unas 9 veces menos. El lago está
poblado por multitud de microorganismos halófilos y los únicos animales que lo habitan
son las artemias. Tan elevada salinidad es lo que impide a un ser humano hundirse en
sus aguas de forma natural, debido a que la elevada densidad de sus aguas (1240 kg/m³)
ejerce un empuje superior a la del mar (1027 kg/m³), pudiéndose flotar sin ningún
esfuerzo, característica que le ha hecho mundialmente popular. Con todo, no es el lago
más salado de la Tierra, ya que lo superan el lago Assal en Yibuti y ciertos lagos
antárticos.

Es rico en potasas, bromuro, yeso, sal y otros productos químicos que se extraen
en gran cantidad y de manera muy económica. Las compañías israelíes y jordanas
instaladas en la parte sur del Mar Muerto, a ambos lados de la frontera, aprovechan
dichos minerales para el desarrollo de una importante actividad económica. Para llevar a
cabo el proceso de extracción de minerales, es necesario evaporar artificialmente agua
del Mar Muerto, proceso que contribuye al descenso de sus aguas, un hecho
completamente evidente para todo aquel que visita la zona. Ambos países también
utilizan las aguas del río Jordán, su principal tributario (y en la práctica, el único) para
irrigar grandes extensiones de tierra agrícola.
Aguas continentales

Las aguas continentales son cuerpos de agua dulce permanentes que se


encuentran sobre o debajo de la superficie de la Tierra alejados de las zonas costeras
(excepto por las desembocaduras de los ríos y otras corrientes de agua). Además, son
zonas cuyas propiedades y usos están dominados por los acontecimientos de
condiciones de inundación, ya sean estos permanentes, estacionales o intermitentes.
Algunas aguas continentales son ríos, lagos, llanuras de inundación, reservas,
humedales y sistemas salinos de interior.

Aguas de la lluvia

Es un fenómeno meteorológico, lo cual quiere decir que depende del clima y de


efectos naturales que suceden de manera frecuente en el medio ambiente. Esto quiere
decir que la lluvia es uno de los fenómenos más comunes que los seres vivos
experimentan a diferencia de otros como huracanes, terremotos o maremotos. La lluvia
es sumamente importante para la calidad de vida de los seres humanos y su ausencia
puede hacer fácilmente que la misma se vuelva conflictiva debido a la falta
de hidratación en los suelos.

Cuando hablamos de la importancia de la lluvia debemos señalar que la misma


es de vital importancia en la agricultura. Esto es así debido a que esta actividad
económica, debido al margen de consumo humano, se realiza hace ya muchos siglos en
extensiones de gran amplitud, lo cual hacen imposible el riego humano permanente.
Así, la lluvia se vuelve un elemento significativo y vital para el mantenimiento de los
cultivos y por eso el ser humano además establece sus actividades agrícolas en torno a
la disponibilidad de lluvia. Esto quiere decir que en aquellos lugares donde las
precipitaciones son menores los cultivos tenderán a ser más escasos o adaptables a esa
baja cantidad de agua.

Por otro lado, la lluvia también es un enorme paliativo para situaciones trágicas
como incendios forestales en los cuales la presencia y el accionar humano es muy
limitado. Cuando hablamos de grandes incendios (sean intencionales o accidentales) en
áreas naturales, no cabe esperar otra solución que no sea la lluvia ya que también será
en este caso muy poco el poder de cambio del ser humano respecto de esa situación de
riesgo. Los incendios, además de dañar inmensas extensiones naturales, también pueden
volverse peligrosos hacia poblaciones y asentamientos cercanos.

Es importante tener en cuenta que la lluvia es un fenómeno natural que es parte


del ciclo del agua y que por lo tanto es vital su presencia para la vida de cualquier tipo.
Sin la lluvia o las precipitaciones el ciclo del agua se interrumpiría y la existencia no
sería la misma ya que los suelos no serían regados, no crecería la vegetación y la cadena
alimenticia no podría comenzar.

La lluvia puede ser descrita en los siguientes términos:

 Intensidad. Se define como la cantidad de agua que cae por unidad de tiempo en un
lugar determinado. Existe una relación entre la intensidad de la lluvia y su duración:
para un mismo período de retorno, al aumentarse la duración de la lluvia disminuye
su intensidad media. La formulación de esta dependencia es empírica y se determina
caso por caso, basándose en los datos observados directamente en el sitio de estudio
o en otros sitios próximos con las características hidrometeorológicas similares.
Dicha formulación se conoce como relación Intensidad-Duración-Frecuencia, o
comúnmente conocida como curvas IDF.

 Duración. La duración del evento de lluvia o tormenta varía ampliamente, oscilando


entre unos pocos minutos a varios días. 3
 Altura o profundidad. Se define como la altura que tendría en agua precipitada
sobre un m² de superficie horizontal impermeable, si la totalidad del agua precipitada
no se escurriera. Esta dimensión es la que se mide en los pluviómetros. Generalmente
se expresa en mm (1 mm de agua sobre 1 m² equivale a 1 litro).

 Frecuencia. La frecuencia de un determinado evento de lluvia, estrechamente


relacionado con el llamado tiempo de retorno, se define como el promedio de tiempo
que transcurre entre los acaecimientos de dos eventos de tormenta de la misma
característica. Para estas determinaciones se toman en cuenta la duración o la altura,
y, eventualmente, ambas.

 Distribución temporal. La distribución temporal de una tormenta tiene un rol


importante en la respuesta hidrológica de cuencas en términos de desarrollo
del hietograma de una tormenta.

 Distribución espacial.

Las tormentas que cubren áreas grandes tienden a tener formas elípticas, con un ojo de
alta intensidad ubicado en el medio de la elipse, rodeado por lluvias de intensidades y
alturas decrecientes. El ojo de la tormenta tiende a moverse en dirección paralela a los
vientos prevalentes en el período en que se da el evento.
Capa de ozono

¿Qué es el ozono?

El ozono es un gas compuesto de moléculas de ozono (O3), que consiste de tres


átomos de oxígeno. Las moléculas de oxígeno (O) en el aire que respiramos están
formadas de sólo dos átomos de oxígeno. Las moléculas se crean en una reacción
fotoquímica, que puede describirse del siguiente modo simple:
Las moléculas de oxígeno reaccionan para formar moléculas de ozono, y, al mismo
tiempo, las moléculas de ozono reaccionan para formar moléculas de oxígeno. Si el
número de moléculas que se crean es el mismo que el de moléculas de ozono que se
destruyen, la reacción entra en un equilibrio dinámico. Como este equilibrio es muy
frágil, cualquier intervención puede dañar el proceso natural de formación y destrucción
del ozono, lo que a su vez tiene serias consecuencias para la vida en la Tierra.

Qué es la capa de ozono


El término ―capa de ozono‖ describe la zona de mayor concentración de
moléculas de ozono en la estratosfera. La capa, que tiene un grosor de 10–20 Km.
envuelve a todo el planeta como una burbuja y actúa como filtro contra la dañina
radiación ultravioleta (UV) producida por el sol.
La estratosfera es la parte de la atmósfera que se encuentra arriba de la
troposfera. Empieza a unos 10–20 Km. sobre el nivel superficial y continúa hasta
alcanzar 40–50 Km. El ozono estratosférico difiere del ozono superficial. El ozono
superficial se produce por la industria y las emisiones vehiculares en combinación con
ciertas condiciones climáticas. Es parte del smog fotoquímico, y como un gas irritante,
puede causar problemas respiratorios, especialmente a la gente mayor y a los niños.
También puede afectar a las plantas.
Por qué es tan importante la capa de ozono
La capa de ozono es vital para la Tierra porque actúa como filtro de la radiación
UV, que puede tener impactos severos sobre la salud humana y el medio ambiente del
planeta. Si las moléculas de ozono se reducen más rápido de lo que pueden recuperarse
por las nuevas moléculas de ozono que la naturaleza produce, el resultado es un déficit
de ozono. El agotamiento de la capa de ozono resulta en una reducción de su capacidad
protectora y por ende en una mayor exposición de la superficie terrestre a la radiación
ultravioleta.
Los científicos han clasificado a la radiación UV en tres tipos o bandas: UV-A,
UV-B y UV-C. La radiación UV-C no llega a la superficie de la Tierra. La UV-B es
parcialmente filtrada por la capa de ozono; la UV-A no es de ninguna forma filtrada por
la capa de ozono. Sin embargo, la UV-B es la radiación que ha provocado los mayores
daños a la salud humana y al ambiente.

Qué tan gruesa es la capa de ozono


Las moléculas de ozono están dispersas en la estratosfera, por ello el grosor
físico de la capa de ozono es de decenas de kilómetros. Sin embargo, la presión y en
consecuencia la concentración de moléculas en la estratosfera es muy reducida en
comparación con las que se encuentran en la superficie terrestre. La concentración de
moléculas de ozono estratosférico es tan pequeña, que si todas las moléculas de ozono
fuesen extraídas de la estratosfera y esparcidas en la superficie de la atmósfera de la
Tierra, formarían una capa de gas ozono con unos pocos milímetros de espesor.
Qué es el agujero en la capa de ozono
En los años setenta, los científicos descubrieron que las SAO liberadas dañan la
capa de ozono. Entre las décadas de los setenta y los noventa, las concentraciones de
ozono sobre la Antártida disminuyeron hasta 70 por ciento de la concentración normal.
Este fenómeno de gran escala es llamado a menudo el agujero en la capa de ozono. En
2006 este agujero en la Antártida alcanzó un récord cercano a 29 millones de kilómetros
cuadrados. El agujero crece a finales de invierno y a principios de primavera a causa de
las variaciones estacionales de temperatura, lo que provoca condiciones ambientales
propicias para la destrucción del ozono en las regiones soleadas.
Aún no ha aparecido en el Ártico un agujero tan grande y recurrente similar al
descubierto en la estratosfera de la Antártida. Sin embargo, de acuerdo con
observaciones recientes, las condiciones de la atmósfera superior en el hemisferio norte
se están asemejando a las de la Antártida. La pérdida de ozono y el efecto invernadero
están provocando que la atmósfera superior se enfríe, y con ello se facilite la
destrucción de ozono.
El resultado podría ser la formación de un agujero en el Ártico o un ―evento de
disminución de ozono‖ en los próximos 20 años. Los científicos han observado una
disminución en las concentraciones de ozono en todo el planeta.
Si ocurre un evento de disminución de ozono en el Ártico, millones de personas que
viven en el área estarán expuestas a mayores niveles de radiación UV-B. Al mismo
tiempo, este evento podría fácilmente desplazarse al sur por los vientos de elevada
altitud y presentarse sobre áreas densamente pobladas en los Estados Unidos, Canadá,
Europa y Asia.

Cómo se destruye el ozono


Las moléculas de ozono son muy sensibles y se destruyen ante la presencia de
átomos de cloro o bromuro que al reaccionar con el ozono forman moléculas de
Monóxido de Cloro o Bromo y quedan libres para atacar mediante ―reacción en cadena‖
destruyendo un átomo de oxígeno a la molécula de Ozono y convirtiéndola en oxigeno
molecular. En promedio un átomo de cloro es capaz de destruir hasta 100,000 moléculas
de ozono, razón por la cual cantidades pequeñas pueden descomponer suficiente ozono
para disminuir de manera significativa la capa de ozono.

Qué son las sustancias agotadoras del ozono


Las sustancias agotadoras del ozono (SAO) son sustancias químicas básicamente
hidrocarburos clorados, fluorados o brominizados, que tienen el potencial para
reaccionar con las moléculas de ozono en la estratosfera. Si una sustancia solo está
fluorada (no contiene cloro y/o bromuro), no es una sustancia agotadora del ozono. Una
SAO incluye:
 Clorofluorcarbonos (CFC)
 Hidrofluorcarbonos (HCFC)
 Halones
 Hidrobromofluorocarbonos (HBFC)
 Bromoclorometano
 1,1,1-Tricloroetano (metil cloroformo)
 Tetracloruro de carbono
 Bromuro de metilo
La capacidad de estos químicos de destruir la capa de ozono es llamado
potencial de agotamiento del ozono (PAO). A cada sustancia le es asignado un PAO en
relación al CFC-11, cuyo PAO se define como 1 unidad.
La mayoría de las SAO también son potentes gases de efecto invernadero con un
alto potencial de calentamiento global (PCG). De este modo, el hecho de eliminar las
SAO no sólo protege la capa de ozono, sino que también contribuye a proteger el clima.
El potencial de calentamiento global (PCG) es la contribución de cada gas de efecto
invernadero (un gas que atrapa el calor en la atmósfera terrestre) al calentamiento global
relacionado con el dióxido de carbono, cuyo PCG se define como 1 unidad. El PCG
generalmente se refiere a un lapso de tiempo de 100 años (PCG 100).
Cuáles son los usos más comunes de las SAO
En la mayoría de los países en desarrollo, el sector en el que se utilizan más las
SAO es el de refrigeración y aire acondicionado. Los CFC y HCFC son usados como
refrigerantes en los circuitos de enfriamiento. La producción y el consumo de los CFC
han sido eliminados desde 2010. Los HCFC, sustancias de transición, están siendo
eliminados en todo el mundo bajo el Protocolo de Montreal
Las SAO son utilizadas como agentes espumantes, solventes de limpieza en la
industria electrónica y en el lavado en seco, como propulsor en aerosoles y en
inhaladores con dosificador para uso médico (ID) en el tratamiento de enfermedades
pulmonares, así como esterilizantes en hospitales, como agentes contra incendios, como
fumigantes para control de plagas y para cuarentenas y pre-embarques y en productos
químicos para usos como materia prima en la industria manufacturera química.

Cuáles son los efectos del agotamiento de la capa de ozono para la salud humana y
el medio ambiente
 Salud humana:
Una exposición creciente a la radiación UV-B puede reprimir el sistema
inmunológico al dañar el ADN. Los resultados son incidencias mayores a enfermedades
infecciosas, así como los efectos adversos a programas de inoculación. La radiación
UV-B causa también cáncer de piel tanto el no melanoma (menos riesgoso) como el
melanoma cutáneo, violentamente maligno. El aumento de la radiación UV-B daña los
ojos también, y el resultado común son las cataratas, principales causantes de la ceguera
en muchos países.
 Plantas y animales:
El agotamiento de la capa de ozono tiene efectos adversos severos en las
cosechas y en los bosques. La radiación ultravioleta cambia la composición química de
diversas especies de plantas. Entre las cosechas más vulnerables a la radiación UV-B se
encuentran los melones. El aumento de la radiación UV-B también disminuye la calidad
de ciertos tipos de tomates, papas, remolachas y frijol de soya.
 Organismos acuáticos:
La radiación UV-B daña a los organismos acuáticos, especialmente a los
pequeños como el plancton, las plantas marinas y las larvas de peces, camarón y
cangrejos, todos estos forman la base esencial de la cadena alimenticia acuática y
marina. De esta forma, las pesquerías también se ven afectadas.
 Materiales:
Los materiales comunes de construcción tales como la pintura, el caucho, la
madera y el plástico se degradan a causa de la radiación UV-B, particularmente los
plásticos y cauchos utilizados en la intemperie. En las regiones tropicales el daño puede
ser severo debido a que el efecto de la radiación UV-B aumenta con las altas
temperaturas y niveles de resplandor solar. Estos daños pueden representar miles de
millones de dólares anuales.
 Smog a nivel superficial:
La radiación UV-B incrementa el nivel del smog superficial, especialmente en
las ciudades en donde las emisiones vehiculares y de la industria son la base de las
reacciones fotoquímicas.
Estas reacciones tienen de por sí un efecto adverso sobre la salud humana y el medio
ambiente.

Qué se está haciendo para salvar la capa de ozono


En general, antes de los años setenta, la comunidad mundial no estaba
consciente de que la capa de ozono estratosférico estaba agotándose, con efectos
negativos para la salud humana y el ambiente. Hoy, la importancia de proteger la capa
de ozono es reconocida por todos los países, los desarrollados y en vías de desarrollo.
Hasta la fecha, 197 países y la Comunidad Europea son Parte en el Protocolo de
Montreal, por lo que representa el único tratado ambiental internacional ratificado por
todos los países del mundo.
Conclusión

Se pueden extraer una serie de puntos clave del anterior análisis de recursos
hídricos. La demanda de estos recursos limitados sigue aumentando a medida que las
poblaciones crecen y se desplazan. Para una gestión responsable hace falta información
fiable sobre la cantidad y la calidad del agua disponible, y sobre cómo esta
disponibilidad varía en el tiempo y de un lugar a otro. Es importante estudiar más
profundamente todos los elementos del ciclo del agua y el impacto que las actividades
humanas tienen sobre él, a fin de proteger y desarrollar de manera sostenible los
recursos hídricos.

 El cambio climático afecta en gran medida a las condiciones meteorológicas, las


precipitaciones y a todo el ciclo del agua, como los recursos hídricos
superficiales y subterráneos.
 El creciente problema de disponibilidad de agua superficial así como el aumento
de los niveles de contaminación del agua y de las desviaciones de agua
amenazan con entorpecer o incluso interrumpir el desarrollo social y económico
en muchas zonas, además de la salud de los ecosistemas.
 Los recursos de agua subterránea pueden ayudar a satisfacer la demanda, pero a
menudo son víctimas de la sobreexplotación y, en ocasiones, de la
contaminación. Es importante controlar mejor el consumo de las aguas
subterráneas que no se renuevan.
 Algunas prácticas tradicionales, como la recolección del agua de lluvia, se están
perfeccionando y combinando con nuevas técnicas como la recarga artificial de
agua, la desalinización y la reutilización. Se necesita más apoyo, no sólo para
encontrar soluciones técnicas innovadoras que mejoren el suministro, sino
también para gestionar la demanda y fomentar la eficiencia en la utilización del
agua.
 Debido a los crecientes cambios en la disponibilidad de los recursos hídricos, el
apoyo político será necesario para recopilar información sobre los recursos
hídricos. Esta información permitirá a los responsables de la política tomar
mejores decisiones sobre la gestión y utilización del agua.
Referencias Bibliográficas

https://deconceptos.com/ciencias-naturales/agua-subterranea

https://www.iaea.org/es/temas/aguas-subterraneas

https://sistemajpii.blogspot.com/2011/06/aguas-subterraneas-de-venezuela.html

https://www.monografias.com/trabajos14/propiedades-agua/propiedades-agua.shtml

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