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Mi Hermana Mayor Vive En Un Mundo De


Fantasía
Volumen 05
¡¿Los Diversos Encuentros del Hermano
Menor Más Fuerte con lo Extraño?!
************************************
Escrito por: Tsuyoshi Fujikata
Ilustrado por: An2a
Traducción al Español, Edición de imágenes (las
de este volumen, las del que viene, y el último las
hice a la vez, y recuerdo que fue un fastidio) por:
Ferindrad
Corrección de Texto: Aisac2000
Prólogo:
La Melancolía de la Chica Autora de Novelas
Ligeras de Secundaria Nunca Termina

“Um... ¿de qué se trata esto?” Kanako Orihara estaba perdida al


escuchar el sonido de la voz de su editor en el otro extremo del
teléfono.

Estaba acostada en la cama en medio de la noche, jugando con su


teléfono celular, cuando recibió la llamada. No esperaba que nadie la
llamara tan tarde en la noche, y mucho menos su editorial.

La empresa que estaba publicando el libro de Kanako era una


organización falsa creada por Makina Shikitani para convertir a
Kanako en una autora publicada. Cuando los planes de Makina fueron
aplastados, Kanako se convenció de que su carrera había terminado.

“¿Eh? ¿Cómo de qué se trata esto…?” Dijo el editor. “Seguro que


bromea, Orihara-san... Se trata de su manuscrito, por supuesto.”

“Um... pensé que ya no publicarían mis libros...”

Kanako no había escrito nada. Antes de que llegara la llamada


telefónica, ella había estado mirando fotos de Yuichi en su teléfono.
De hecho, últimamente había estado haciendo eso con mucha
frecuencia.
“¡¿Qué?! ¿Por qué piensas eso? ¿He dicho algo que pudiese
interpretarse así?” Él pausó. “Estoy teniendo una sensación de
hundimiento, mira... no quiero creerlo, pero... ¿es posible que no hayas
escrito nada?”

“Así es...”

Últimamente no había escuchado nada de ellos, pero se había dicho


a sí misma que no importaba y se rindió. Ella había querido ser
escritora, pero liberarse de la presión continua fue liberador, a su
manera.

“Ah, bueno, sabía que te había estado presionando mucho


últimamente, así que estaba esperando que me llamaras...” Dijo el
editor.

Esa espera había resultado infructuosa; Kanako no había escrito


nada.

“Dado que la fecha de publicación de noviembre será imposible,


íbamos a hablar de una extensión... pero parece que una extensión de
un mes tampoco funciona. ¿Qué haremos...?” La voz a través del
receptor sonaba extremadamente nerviosa. Kanako se sintió
rápidamente arrastrada a la realidad.

Incluso con Makina fuera, su compañía falsa todavía estaba en el


negocio. Parecía tan obvio ahora, pero no se le había ocurrido a
Kanako.
“¿Qué hay del volumen dos de Lord Demonio? Ya está medio
escrito. Probablemente podría terminarlo de inmediato...”

Kanako se refería a su trabajo inaugural: ¡Mi Lord Demonio es


Demasiado Linda Para Matarla y Ahora el Mundo Está en Peligro!, o
Lord Demonio para abreviar. El volumen uno había tenido una
recepción positiva, por lo que había comenzado con el volumen dos.
Los planes para liberarlo se habían descartado temporalmente, pero
como eso había resultado ser parte de las intrigas de Makina, Kanako
se preguntó si estaría bien liberarlo ahora.

“Ah... de hecho, realmente queremos que escribas una nueva


historia.” Dijo el editor. “No es que no queramos el volumen dos. Solo
queremos retrasarlo un poco...” El tono del editor era incómodo;
parecía que él tampoco entendía por qué era así.

“Entiendo. ¿Entonces quieres que continúe con El Salón de Clase


Parcialmente-Isekai?” Esa era la historia que la habían instado a
escribir después de que Lord Demonio hubiera sido dejado de lado.

“No... enserio lo siento mucho, pero tuvimos una reunión de la junta


editorial y también terminamos aplazando esa...”

Kanako rara vez alzaba la voz, pero eso le daba ganas de gritar. Fue
solo el tono de disculpa genuina del editor lo que le permitió mantener
la compostura.

“Entonces, ¿podrías pensar en una nueva trama?” Preguntó el editor


esperanzado. “Si lo haces, podemos extender el plazo en dos meses.”
La mente de Kanako se quedó en blanco. Lo siguiente que supo fue
que la llamada había terminado, el teléfono tirado en la cama a su lado.

“Pero, ¿qué debo hacer? Una nueva trama...” Murmuró. Les había
presentado varios argumentos, pero eso significaba que ninguno de
ellos había sido encontrado aceptable.

A Kanako le llevaría un tiempo poner en orden sus sentimientos.


Por ahora, ella se quedó tumbada en la cama, mirando al techo.

✽✽✽✽✽

Fue a principios de octubre, cuando los estudiantes de la Escuela


Secundaria Seishin se cambiaron a sus uniformes de invierno.

Yuichi Sakaki llegó a la sala de reuniones del Club de


Supervivencia después de clase.

Cuando abrió la puerta, lo primero que vio fue una chica. Tenía el
cabello castaño, llamaba la atención debido a sus ondas suaves y tenía
una especie de modales gentiles en ella. Era la vicepresidenta del club,
Kanako Orihara. Las palabras ‘Interés Amoroso III’ flotaban sobre su
cabeza.

Yuichi había adquirido una habilidad especial llamada Lector de


Almas: desde la primavera, había podido ver palabras sobre la cabeza
de una persona, lo que parecía transmitir algo sobre su papel en el
mundo.
Kanako no pareció darse cuenta de la llegada de Yuichi de
inmediato. Estaba sentada en la mesa, con el rostro abatido, absorta en
sus pensamientos. Ella parecía deprimida.

“Um… ¿estás bien?” Yuichi preguntó preocupado.

“Yuichi...” Kanako miró hacia arriba ante el sonido de la voz de


Yuichi. Ciertamente no se veía bien: tenía grandes bolsas debajo de los
ojos y estaba claro que no estaba durmiendo lo suficiente.

“Orihara, ¿qué... pasó algo?” Yuichi se preguntaba si quizás el


reciente drama en torno a Kanako aún no se había resuelto por
completo. Kanako se había convertido brevemente en una ‘Escritora
de Isekai’ y siempre era posible que alguien más pudiera aparecer,
tratando de hacer uso de su poder.

Con la esperanza de que pudieran hablarlo, Yuichi se sentó frente


a ella.

“¡Tengo que escribir una novela!” Estalló Kanako, su voz


inusualmente presa del pánico. Parecía que estaba al borde de su
ingenio.

“¿Qué está mal con eso? Después de todo, eres una escritora...”
Yuichi no podía ver cuál era el problema; por supuesto, un escritor
debería tener que escribir. Luego recordó la conversación que había
tenido con Kanako en el café hace un tiempo. “Pero es de lo que
hablamos antes, ¿verdad? ¿Sigues luchando con el material?”
“En pocas palabras, sí...” Comenzó Kanako, luego se congeló,
mirando más allá de él, con la boca ligeramente abierta.

Al sentir que había alguien detrás de él, Yuichi se dio la vuelta. Lo


que vio allí lo sorprendió.

Una mujer alta y hermosa con anteojos, Makina Shikitani, estaba


parada en la entrada del salón del club.

“¡Usted!” No esperaba volver a verla nunca.

Makina Shikitani era su enemiga; no tenía la menor duda sobre eso.

Makina había convertido recientemente su escuela en el escenario


de un desastre masivo. Ella había usado a Kanako para convertir la
escuela en un isekai, luego trató de obligar a los estudiantes atrapados
dentro para que se mataran entre sí.

Se puso de pie rápidamente y se preparó para luchar.

“Cálmate, ¿quieres? Realmente deberías mostrar más respeto a tus


profesores.” Dijo Makina encogiéndose de hombros, como si Yuichi
no fuera más que un niño rebelde.

“¡No te reconozco como profesora!” Gritó Yuichi.

“No tienes elección en el asunto.” Dijo Makina con total


naturalidad. “Soy la suplente de Nodayama-san, lo que me convierte
en la consejera de este club.” No había ninguna palabra sobre su
cabeza; Makina era un ser que existía fuera del mundo, un Externo, lo
que significaba que el Lector de Almas de Yuichi no funcionaría con
ella.

“¡Desde entonces ni siquiera has venido a la escuela!” Yuichi


exclamó.

Makina no había sido vista en la escuela desde el incidente, por lo


que asumió que se había escapado.

“Perder contigo fue bastante traumático.” Dijo Makina. “Tuve que


tomarme un tiempo libre. ¿No escuchaste?”

“Escuché que se tomaba un tiempo libre, ¡pero pensé que era solo
la normalización de la visión del mundo de un Externo! ¡No pensé que
ibas a volver!” Gritó Yuichi.

Cuando ocurrió un incidente que influyó en una gran cantidad de


personas con diferentes visiones del mundo, las cosas generalmente se
resolvieron con eventos que se hicieron consistentes con la más
poderosa de esas visiones del mundo. Mutsuko llamó al fenómeno ‘la
capacidad del mundo para normalizarse’, y había asumido que había
estado detrás del supuesto “tomarse un tiempo libre” de Makina.

“Eres libre de pensar lo que quieras, pero no podemos tener una


conversación hasta que te calmes.” Makina no se inmutó por la ira de
Yuichi.

Yuichi ciertamente había perdido el control de sí mismo, pero


cuando se dio cuenta del miedo que le estaba dando a Kanako, se
obligó a calmarse. Afortunadamente, ya había vencido a esta mujer una
vez. Si tuvieran que luchar, probablemente podría hacerlo de nuevo.

“Me impresiona que esté dispuesta a volver a mostrar su rostro.”


Dijo.

Después de lo que le había hecho, Yuichi había asumido que ella


se iría muy lejos.

“Tenía la intención de venir antes, pero me tomó un tiempo resolver


mi estado mental.” Dijo Makina.

“¿Entonces? ¿A qué vino aquí?” Yuichi demandó.

Makina era el enemigo. Yuichi lo sabía muy claramente, pero no


sentía ninguna hostilidad por parte de ella. Al menos, por el momento,
no tenía intención de iniciar una pelea.

“Me pregunto si estarás dispuesto a escuchar toda la historia...”


Dijo.

Yuichi pensó por un momento. “Pruébeme.”

No vio ninguna razón en particular para complacerla; él la echaría


con la misma alegría. Pero no podía negar que tenía curiosidad por ver
qué tenía que decir en su defensa. Quería saber qué era tan importante
para ella que se arriesgaría a volver para hacerlo.

“No siento que lo que le hice a Kanako Orihara estuviera mal.” Dijo
Makina. “Mirando hacia atrás, tampoco creo que nada de lo que hice
estuvo mal. Por supuesto, no es que no pueda distinguir el bien del mal.
Desde un punto de vista objetivo, soy consciente de que lo que hice
cuenta como lo último. Sospecho que una evaluación psiquiátrica
descubriría que soy perfectamente capaz de asumir la responsabilidad
de mis acciones. Por eso, aunque no me arrepiento de lo que hice,
quiero cambiar. Si no lo hago, nunca podré ganarme tu comprensión...
y la necesito, porque todavía te tengo miedo. Hay varias formas de
lidiar con el miedo, pero en general, puedes conquistar lo que temes o
rendirte a él. Al principio, pensé que debería intentar vencer mi
miedo... después de todo, ¿quién elegiría ceder como primer
recurso…? Pero eso resultó imposible.”

“Yuichi Sakaki, era imposible para mí imaginar un escenario en el


que pudiera vencerte en una pelea. Solo pensar en lo que había
sucedido me dejó acurrucada en una bola temblorosa e inmóvil en el
suelo. Después de recordarlo una y otra vez, me di cuenta de que no
podía vencer mi miedo. Esto dejó entregándome a mi única opción. En
la mayoría de las circunstancias, eso sería humillante; básicamente
significa postrarse ante otro y hacer lo que él diga.”

“¿Pero, sabes qué? En el momento en que decidí someterme a ti, el


inmenso miedo que se había apoderado de mi corazón se convirtió en
alegría. La idea de servir a una entidad tan poderosa envolvió mi mente
en serenidad y me llenó de una sensación de bienestar generalizado.
Sí, de repente supe que, durante toda mi larga vida, simplemente había
querido ser dominada. ¡Sin embargo, nunca me di cuenta de esta parte
fundamental de mí misma! Una vez que entendí eso, todo se volvió
simple. Solo tenía que dejar que me dominaras.”

“Por supuesto, no significa nada que una sumisa como yo se declare


simplemente bajo tu control. Necesito tu asentimiento. En otras
palabras, Yuichi Sakaki, ¡necesito que aceptes dominarme! Para
lograrlo, debo contar con tu comprensión, lo que significa que debo
lamentar las cosas que he hecho. Debo disculparme, arrepentirme y
buscar el perdón. Pero si realmente no creo que lo que hice estuvo mal,
¿tiene sentido una disculpa superficial? Quizás ese sería el verdadero
acto de mala fe…”

“¡Cállate!” La frustración de Yuichi con la palabrería de Makina


estaba superando incluso su enojo.

“Sé que el ritual de disculpa es necesario, incluso si es superficial.”


Continuó. “Pero hablando objetivamente, no me hago ilusiones de que
una disculpa hablada sea suficiente por lo que le hice a Kanako
Orihara. Ni siquiera ponerme sobre manos y rodillas sería suficiente.
Entonces, ¿me romperé uno de mis propios dedos? ¿O quizás un
brazo? Incluso podría ofrecer mi vida...”

“¡Para!” Yuichi gritó. “¡Deja de hablar tan trivialmente sobre matar


cosas!”

Eso hizo callar a Makina inmediatamente.


Yuichi estaba desgarrado: Makina sonaba seria y podía sentir que
no estaba mintiendo, pero tampoco podía entender por qué estaba
diciendo todo esto.

“Si quieres disculparte, deja de poner excusas.” Dijo Yuichi


enojado. “¡Se supone que debes empezar con la disculpa, sea o no
aceptada!”

“Tienes razón.” Dijo. “La locuacidad es una terrible costumbre mía.


Kanako Orihara. Lo siento mucho. Perdóname.”

Makina se volvió hacia Kanako, hizo una reverencia y pronunció


las palabras convencionales de disculpa.

Los ojos de Kanako se movieron con incertidumbre. Parecía no


saber cómo responder.

“Um... por favor, levántate.” A pesar de su leve pánico, Kanako


pudo calmarse lo suficiente para decir eso.

En respuesta, Makina se volvió a poner de pie.

Kanako continuó vacilando, pero de forma genuina. “Um... la idea


de que me has hecho algo todavía no se siente real... e incluso si has
estado manipulando mi vida, realmente disfruté del libro que me
recomendaste. Es lo que me hizo leer libros, y por qué elegí escribir
historias... y de eso no me arrepiento. Pero... tal vez más tarde, empiece
a sentirse real, y tal vez me sienta enfadada contigo entonces... así que,
si quieres disculparte, entonces por favor espera hasta que eso suceda.”
Yuichi todavía tenía resentimiento hacia Makina, pero si los
sentimientos de Kanako eran más ambivalentes, no tenía derecho a
objetar.

“Ahora que eso está arreglado.” Comenzó Makina, volviéndose


hacia Yuichi. “¿Me dejarás ser tu sumisa?”

“¡De ninguna manera!” Replicó él.

“¿Es el término demasiado abstracto? Si lo deseas puedes llamarme


tu sirvienta, o tu esclava.”

“¡Oh, eso suena realmente genial!” Yuichi le gritó sarcásticamente.


“¡Mi profesora siendo mi esclava!”

“¡Me parece un juego porno!” Declaró una nueva voz.

Cuando la declaración resonó en la habitación, todos los presentes


se volvieron hacia la puerta. Mutsuko estaba allí de pie, con la mano
en las caderas y el pecho extendido.

Sobre su cabeza estaba la etiqueta ‘Hermana Mayor’. Hablando


objetivamente, era una chica atractiva, de complexión delgada y
cabello largo. Como sugerían las palabras, ella era la hermana mayor
de Yuichi y también presidenta del Club de Supervivencia.

“¡¿Eso es lo primero que tienes que decir?!” Gritó Yuichi.

Makina era alguien con quien acababan de pelear, sin embargo,


Mutsuko no parecía sorprendida por su presencia en absoluto.
Claramente tenía su propio sentido de prioridades.
Aiko y Natsuki estaban de pie detrás de Mutsuko; deben haberse
encontrado con ella en el camino.

Aiko Noro era una chica bonita y pequeña, con las palabras ‘Interés
Amoroso’ colgando sobre su cabeza. Ella provenía de un clan de
vampiros, y las primeras palabras que había visto sobre su cabeza lo
reflejaba. Pero después de que él la salvó de un secuestro, adquirió las
nuevas palabras.

La chica alta de ojos fríos era Natsuki Takeuchi, cuyas palabras


eran ‘Interés Amoroso II’. Las suyas habían sido originalmente
‘Asesina Serial’, pero las palabras también habían cambiado después
de que ella perdió en un enfrentamiento con él.

“¡Vamos, ella no es una amenaza!” Mutsuko se burló. “Ya la


derrotaste, ¡y ella no ha activado ninguna bandera de ‘ahora soy más
fuerte’! ¡De todos modos, no es como si alguna vez un diseño de
monstruo reciclado fuese a ganar!”

“No soy una fanática de esa fraseología, Mutsuko Sakaki...” Dijo


Makina. “Pero tienes razón. Soy muy consciente de que no puedo
vencerlos y no tengo intenciones maliciosas hacia ustedes. Así que
cálmate, Yuichi Sakaki.”

Incluso con los otros miembros del club presentes, Makina parecía
estar perfectamente a gusto. Realmente no mostraba ningún rastro de
hostilidad.
“¡Nunca voy a confiar en ti!” Yuichi espetó. En pocas palabras,
esos eran sus sentimientos; incluso si ya no se oponían directamente el
uno al otro, nunca había conocido a nadie en quien pudiera confiar
menos que ella.

“Está bien; no espero conquistarte de inmediato.” Dijo Makina.


“Después de todo, la confianza no es algo que se construye de la noche
a la mañana. Solo tendré que demostrar lo confiable que puedo ser,
poco a poco...”

“Lo sé. ¿Por qué no te llevo al colmo del éxtasis de una manera que
estas chicas nunca pudieron? Puedes confesarme todos esos oscuros
deseos de los que no podrías aventurarte a hablar en público. Los
aceptaré todos y te complaceré con cualquier fetiche sucio que me
pidas. Incluso modificaré mi cuerpo, si eso es lo que hace falta... No
me importa agregar uno o dos agujeros. Incluso puedo reducir el
tamaño de mis senos, aunque te pediría que te asegures antes de
solicitarlo, ya que más adelante sería difícil restaurarlos a la
normalidad.”

“Oh, pero no te hagas una idea equivocada... Estoy perfectamente


dispuesta a que me realicen procedimientos irreversibles. Sería difícil
para mí convertirme en una chiquilla, pero puedo proporcionártelas...
con el cerebro perfectamente lavado y preparadas para lo que quieras.
Me entristecerá que no estés satisfecho conmigo, pero algunas cosas
no se pueden evitar.”
“Además, oh... dijiste que querías matar a mis compañeros
Externos, ¿no? También te ayudaré con eso. A pesar de tus grandes
declaraciones, no sabes cómo hacerlo, ¿verdad? Pero con mi ayuda
será fácil. Haré que todos los Exteriores se inclinen ante ti; hazlos
esclavos para hacer con ellos lo que quieras. Eso me recuerda... has
estado actuando como sustituto de Monika en la lucha por las partes
del cuerpo del Dios Maligno, ¿no es así? También te ayudaré con eso.”

La interminable corriente de palabras, todas administradas con un


solo aliento, envió un sordo shock a través de Yuichi. Había una locura
peligrosa colgando de los bordes de esas palabras. Lo convenció, más
que nunca, de que no podía permitirse el lujo de dejarla suelta.

“Dejando a un lado las cosas del dominio... harás todo lo que te


diga, ¿verdad?” Yuichi demandó.

Estaba enojado con Makina. No podía perdonar lo que le había


hecho a Kanako y no veía ninguna razón por la que debería hacerlo.
Aun así, no la había matado, lo que significaba que tenía cierta
responsabilidad por lo que ella pudiera hacer a partir de ahora.

“Sí, seguiré cualquier orden que me des.” Dijo Makina.

“Si te dijera que vivieras como un don nadie, que te mantuvieses


tranquila y sin molestar a nadie, ¿lo harías?”

“Lo haría.” Dijo. “Pero, ¿cómo sabrías si he estado cumpliendo mi


palabra? Te preocupa que vuelva a mis viejas costumbres, ¿no? Si
quieres saber sin lugar a dudas que he detenido mis planes malvados,
el método más fiable sería que me mataras. Por supuesto, si decidieras
matarme ahora, no me resistiría. Felizmente te dejaría hacerlo.”

“Entonces... estás diciendo que tengo que mantenerte cerca,


¿verdad?” Preguntó Yuichi.

“Eso es correcto.” Dijo. “No puedes confiar en mí, pero tampoco


puedes matarme. Es la única respuesta lógica, ¿no?”

Ella había visto a través de él, y tenía razón. No podía simplemente


enviarla a seguir su vida.

“Nunca más uses tus habilidades.” Dijo.

“Muy bien.” Dijo Makina con una sonrisa brillante. Por muy a
regañadientes que hubiera llegado, ella sabía que estaba consiguiendo
lo que quería.

“Dijiste que podías distinguir entre lo bueno y lo malo, ¿verdad?”


Preguntó Yuichi. “Entonces no hagas cosas que la sociedad en general
consideraría malas.”

“Entendido.” Dijo. “A partir de ahora, me comportaré como una


profesora de secundaria normal. Pero dirijo una editorial. Si cumplo
estrictamente tu palabra, eso es un conflicto de intereses para un
funcionario público, ¿no?”

“No podría importarme menos eso.” Dijo Yuichi. “Creo que lo


sabes, ¿verdad?”
Yuichi había estado hablando de cosas malas como torturar a la
gente usando su papel de Exterior. No le importaba si un funcionario
tenía un trabajo secundario.

“Por supuesto.” Dijo. “Pero como sabes, estoy haciendo todo esto
para evitar que me odies, así que quiero asegurarme de que estamos en
la misma página.”

“Si tienes planes a largo plazo en proceso, detenlos ahora.” Ordenó


Yuichi. “Si le has causado problemas a alguien en tus planes en el
pasado, compensa eso lo mejor que puedas.”

“Ya detuve todos mis planes y minimicé el daño lo mejor que


pude.” Dijo Makina. “Juro que también pondré el mayor esfuerzo en
esto en el futuro.”

“¿Qué vas a hacer con Nodayama-sensei?” Yuichi había escuchado


que había sido dada de alta del hospital y estaba descansando en casa.
Dijeron que pronto volvería a la escuela.

“Buena pregunta.” Dijo Makina. “No estoy del todo segura.


¿Debería reunirla con su amigo de la infancia o debería intentar que se
rindiera con él y se centrara en el futuro? Personalmente, me gustaría
darle la mejor resolución posible.”

Ahora que lo mencionó, Yuichi no estaba completamente seguro


de qué sería lo mejor. “Sólo manténgala vigilada y proceda con
precaución.” Respondió finalmente.
Esa fue la última demanda en la que pudo pensar, por el momento.
No sabía cuánto podía confiar en que ella haría lo que le decía, pero
todo lo que podía hacer era mirarla.

“Por cierto... es un poco incómodo hablar de pie, ¿no?” Preguntó


Makina. “¿Por qué no nos sentamos?”

Mutsuko, Natsuki y Aiko seguían de pie en la puerta, mirando a


Yuichi y Makina hablar. Yuichi, que tampoco quería seguir peleando
para siempre, decidió volver a sentarse.

“Recién llegué aquí, y las cosas ya son un caos total...” Aiko


murmuró confusa, mientras se sentaba a su derecha.

“No es como si yo supiera lo que está pasando.” Murmuró Yuichi.

Natsuki se sentó a la izquierda de Yuichi. En la superficie, parecía


indiferente, pero siempre era difícil saber qué estaba pensando.

Después de todo, Makina la había golpeado brutalmente en el


incidente anterior.

“Los enemigos que derrotas siempre parecen volver queriendo ser


tus aliados.” Dijo la normalmente inexpresiva Natsuki con un suspiro.
“Puedes tener lo que se necesita para ser un Maestro de Monstruos.”

“¡Creo que paso!” Yuichi respondió, molesto.

“Ibaraki, Takeuchi, Shikitani-san... y Konishi, ¿supongo?” Dijo


Aiko. “Siento que ella cuenta...”

“Noro... no digas esas cosas...” Murmuró Yuichi.


Según esa lógica, el hermano de Aiko, Kyoya Noro, también
encajaría allí. A Yuichi no le desagradaba Kyoya, pero no le gustaba
pensar en las cosas de esa manera.

Como si tuviera la intención de ser parte del club, Makina tomó


asiento al lado de Kanako, en diagonal frente a Yuichi.

Como de costumbre Mutsuko se instaló frente a la pizarra, y miró


a los miembros del club, pero no parecía que fuera a comenzar la
reunión. En ese caso, decidió Yuichi, continuaría su conversación con
Makina.

“Dijiste que me ayudarías a vencer a los Exteriores, ¿verdad?”


Demandó. “¿Sabes dónde están?”

“En su momento lo supe.” Dijo Makina. “Ahora que los he


traicionado... bueno, supongo que la elección de palabras es engañosa.
Las relaciones entre Exteriores son flexibles y, para empezar, no estaba
trabajando con ellos. Pero probablemente ya sepan que me he unido a
ti, así que ya no esperaría encontrarlos en el antiguo escondite. Sin
embargo, puedo decirte dónde está eso, si quieres saberlo.”

“Vale la pena echarle un vistazo.” Dijo. “Puede que haya pistas.


¿Qué sabes sobre las vasijas divinas?” Era una pregunta vaga, pero
Yuichi no sabía lo suficiente para hacer una más concreta.
Ciertamente, Makina parecía saber más sobre ellas que Monika y
Yuichi.
“Déjame ver.” Dijo. “Las vasijas divinas se pueden localizar a
través de su resonancia... y no tienes un anfitrión, ¿verdad?”

“Monika tiene los dos ojos, pero dijo que ambos ya estaban en uso.”
Respondió.

Las Vasijas Divinas solo podían ser utilizadas por el anfitrión que
poseían, y una vez que tenían un anfitrión, nadie más podía usarlas.
Para hacerlos utilizables de nuevo, tenías que matar al anfitrión, y ni
Monika ni Yuichi estaban ansiosos por hacer eso.

“Si me das el ojo izquierdo, podría hacer que él lo vuelva usar.”


Dijo Makina. “Ya sabes, aquel que medio mataste durante las
vacaciones de verano.”

“El que medio maté durante las vacaciones de verano...” Pensó


Yuichi, pero la descripción no redujo las cosas.

“Creo que ya hemos hablado de esto con anterioridad.” Dijo


Makina. “Estuviste bastante sediento de sangre, ¿no?”

“¿Que se supone que haga? ¡Me quería matar!” Protestó.

“Me refiero al que te atacó en un camión.”

“¡Oh! Sí, mencionaste que estaba trabajando para ti.” Dijo Yuichi.

Se estaba refiriendo a un hombre enorme con la palabra ‘Inmortal’


con quien Yuichi había peleado durante las vacaciones de verano.
“De todas formas, ¿quién era ese?” Yuichi se preguntó, quizás
tardíamente. Monika lo había llamado un yokai de origen desconocido,
pero eso no le dio muchos detalles.

“Es un peligroso tipo de makura-gaeshi, un volteador de


almohadas.” Dijo Makina. “Es una larga historia, pero... ah, no, no
importa. Ha perdido las ganas de vivir. Ahora mismo es básicamente
un cadáver ambulante. Ni siquiera estoy segura de poder tener una
conversación decente con él.”

Parecía un destino espantoso, pero a Yuichi le costaba sentir


simpatía por él. Ese hombre había asesinado a personas inocentes.

“Bueno, tengo algunas pistas sobre la ubicación de las Vasijas


Divinas.” Dijo Makina. “Simplemente siéntate y relájate mientras
investigo.”

“¿Relajarme? No se sabe cuándo resonarán, tampoco tenemos


forma de saber cuándo lo harán, ¿verdad?” Preguntó Yuichi.

“Tampoco te preocupes por eso.” Dijo. “Probablemente no


resonarán por un tiempo. Cómo decirlo... Oh, sí, es una especie de
situación de ‘Dios aprieta, pero no ahorca’. Una vez que comienza una
resonancia, permanece en su lugar por un tiempo, pero luego pasará
mucho tiempo hasta que comience otra. Hay patrones en las
resonancias y ese es uno de ellos. Creo que debería estar bien durante
uno o dos meses más.”
“¿Cómo puedes saber eso si no sabes cuándo está resonando?”
Preguntó Yuichi.

“Porque soy un Exterior. Incluso si no puedo sentir la resonancia


en sí, puedo sentir cuando se desarrolla una historia.”

No sonaba como si Makina estuviera mintiendo.

No podían permitirse el lujo de olvidarse por completo del Dios


Maligno y las Vasijas Divinas, pero esto era mejor que estar en alerta
total en todo momento.

“¿Eso significa que tendremos días escolares normales y sin


incidentes por un tiempo?” Preguntó Yuichi esperanzado.

Makina no dijo nada en respuesta.

“Oye, me estás asustando. ¿Estás diciendo que va a pasar algo?”

“El Lector de Almas es demasiado para que lo maneje un humano


común.” Dijo. “Ver cosas que no deberías le causa todo tipo de
problemas a alguien que no es un Exterior. Creo que ya tienes mucha
experiencia con eso, ¿no es así?”

“Sí, supongo que sí.” Dijo Yuichi. “Pero ver todas esas cosas
significa que puedo trabajar activamente para no mezclarme con
extrañezas.”

“Un enfoque admirable, pero creo que encontrarás que la


resistencia es inútil.” Dijo. “Ver visiones del mundo con el Lector de
Almas hará que se mezclen a tu alrededor. Cuanto más veas, más
caótica se volverá tu vida. Cuanto más tiempo pase, más rápido se
acelerará. Tu mejor opción probablemente sería abandonar el Lector
de Almas por completo.”

“Pero la única forma en que Monika sabía hacer eso era


preguntándole al Dios Maligno.”

“Entonces, supongo que tendrás que esperar hasta que el Dios


Maligno vuelva a entrar en juego.” Dijo. “Hasta entonces,
probablemente te verás envuelto en acontecimientos aún más extraños.
Espero que los sortees lo suficientemente bien.”

Yuichi ya había atravesado más eventos extraños de los que le


correspondían. Su advertencia no parecía que significara nada nuevo.

Pero, de hecho, Makina tenía razón. La situación de Yuichi estaba


a punto de cambiar rápidamente.
Capítulo 1:
Primera Semana de Octubre: La Conferencia de
Novelas Ligeras

Los miembros habituales se habían reunido para la reunión del Club


de Supervivencia después de la escuela.

La presidenta del club, Mutsuko, se paró frente a la pizarra. La


vicepresidenta, Kanako, y los miembros Yuichi, Aiko y Natsuki,
estaban sentados en la mesa colocada frente a la pizarra. Su asesora,
Makina Shikitani, se sentó en una silla un poco más lejos, observando
los procedimientos.

La llegada de Makina había llevado al club de supervivencia al


caos, pero ahora que las cosas finalmente se habían calmado, Kanako
tímidamente levantó la mano. “Um, puedo hacerle una pregunta,
Shiki... quiero decir, ¿Presidenta Shikitani?”

“¿Sí?” Preguntó Makina. “Supongo por el hecho de que te estás


dirigiendo a mí como ‘presidenta’ que esto es una conversación formal
acerca de la editorial, ¿verdad?”

“Sí. Um… había pensado que ya no me necesitabas como escritora.


Pero la otra noche, mi editor se puso en contacto conmigo y me pidió
una nueva novela...” Kanako solo se había convertido en escritora
porque Makina la necesitaba para su plan. Había dejado de intentar
pensar en historias cuando asumió que ya no le servía de nada a
Makina.

“Sí, Hirata hizo eso bajo mi dirección.” Dijo Makina. “Tenía la


sensación de que no habías escrito nada. Realmente le asustaste,
¿sabes?”

“¡Pero dijiste que no tenía talento!” Gritó Kanako. “¡Que creaste la


empresa solo para convertirme en escritora!”

“Oh, dije que no tenías talento. Sin embargo, fue una mentira.”

La forma casual de decir aquello de Makina dejó a Kanako sin


palabras. ¿No sabía cuánto la habían lastimado esas palabras? Habían
sido la razón principal por la que había dejado de intentar escribir.

“Dejemos de lado las circunstancias en las que te convertiste en


escritora.” Dijo Makina enérgicamente. “Si no tuvieras talento, tu
primer volumen no se habría vendido, pero la verdad es que tuvo una
buena acogida... y, algo raro en las novelas ligeras hoy en día, tuvo una
larga cola. Además, independientemente de la razón por la que se haya
establecido la empresa, no puedo cerrarla tan fácilmente. El sustento
de mis empleados depende de ello.”

Makina parecía ser sorprendentemente responsable, en algunos


aspectos.

“Muy bien.” Dijo Kanako. “¿Así que tengo que escribir algo?” Los
sentimientos se arremolinaron en la mente de Kanako, pero decidió
tragarlos todos.
A fin de cuentas, convertirse en escritora había sido su sueño.

“Por supuesto.” Dijo Makina. “Espero que a partir de ahora


continúes contribuyendo a las ganancias de mi empresa.”

“¿Pero por qué no puedo publicar un segundo volumen de Lord


Demonio? Solo querías El Salón de Clase Parcialmente-Isekai debido
a tu plan, ¿no es así?” Estalló Kanako.

Estaba segura de que era el plan de Makina lo que había provocado


el retraso de la publicación del segundo volumen. Con sus planes
detenidos, no debería haber ningún problema con publicar la
continuación de Lord Demonio.

“No, todavía quiero retrasar a Lord Demonio por un tiempo.” Dijo


Makina. “Existe la posibilidad de que Esfera de Luz intente
manifestarse de nuevo, así que, aunque probablemente esté bien, me
gustaría esperar y observar un poco más. El Salón de Clase
Parcialmente-Isekai está descatalogado por la misma razón.”

Esfera de Luz era el escenario de la novela de Kanako: ¡Mi Lord


Demonio es Demasiado Linda para Matarla y Ahora el Mundo Está
en Peligro!, y en el incidente reciente, había comenzado a fusionarse
con el mundo real. El Salón de Clase Parcialmente-Isekai estaba fuera
de los límites porque era parte de la misma cosmovisión.

“Oh, no...” Murmuró Kanako. Fue tal como ella temía. Había
esperado que hablar directamente con la presidenta pudiera cambiar la
situación de alguna manera, pero parecía realmente inútil.
“Oye, de todas formas, ¿qué pasa con el poder de Orihara?” Yuichi
interrumpió después de escuchar la conversación en silencio. “¿Todo
lo que hizo fue escribir una novela y celebrar un ritual, y eso le dio el
poder de reescribir el mundo? ¿No es un poco extremo?”

De hecho, Kanako también se había preguntado sobre eso. Nunca


antes había mostrado signos de habilidades especiales y siempre había
asumido que era una persona común.

“Me abstendré de comentar sobre eso.” Dijo Makina. “Me dijiste


que no usara mis habilidades. Eso debería incluir el uso y el
intercambio de información sobre personas que he adquirido con esas
habilidades, ¿no es así?”

“¿Pero aún puedes decirle que no escriba Lord Demonio?”


Preguntó.

“Podrías haber razonado eso a partir de lo que ya sabes. Además,


no puedo poner al mundo en peligro por hacer la vista gorda. Mantener
mi silencio contaría como ‘malo’ según tus estándares, ¿no?”

“Pero, ¿no crees que es importante que sepamos sobre el poder de


Orihara?” Preguntó.

“Personalmente no. Por el momento, no es necesario que lo sepas.”

“Está bien.” Yuichi retrocedió, pareciendo confiar en las palabras


de Makina.

Kanako también sintió más o menos que entendía, por lo que no le


preguntó a Makina nada más.
Aun así, sabiendo con certeza ahora que tenía que escribir algo,
Kanako volvió a pensar en una nueva trama para una historia.

✽✽✽✽✽

“¡Está bien! ¡La reunión del club de hoy es una clase de defensa
personal para mujeres! Al menos, ese era el plan original...” Mutsuko
intervino cuando la conversación disminuyó.

“Cuando la atmósfera en la habitación se vuelve incómoda, gritas


‘¡Está bien!’ y cambias de tema. En cierto modo, es impresionante...”
Murmuró Yuichi.

La persona con la que había estado enzarzado en una batalla a


muerte no hace mucho, y la persona que había sido extremadamente
cruel con Kanako, ahora se unía a ellos como su consejera, pero a
Mutsuko no parecía importarle en absoluto.

“¡Um! Sobre eso...” Kanako se había quedado en silencio después


de que Makina terminó de hablar, pero ahora miró hacia arriba de
nuevo.

“¿Qué? ¡Es raro escucharte hablar, Orihara!” Exclamó Mutsuko.

“Hay algo que quería preguntarles a todos.” Dijo Kanako. “Se me


acaba el tiempo para pensar en un tema para mi novela y no sé qué
hacer...”

“Siempre vas con las cosas justas, Orihara...” Dijo Yuichi. Él


también lo había pensado antes, pero había asumido que ella no
siempre podía ser así. “Pero tienes al presidente de la empresa allí. ¿No
puedes extender el plazo?”

El libro de Kanako estaba siendo publicado por la empresa que


dirigía Makina. Le pareció que ella debería tener algún control sobre
eso.

“Hmm.” Dijo Makina. “Es cierto que podría extender el plazo. Y


como eres insustituible, no podría negarte si me lo pidieras. Pero, y no
digo esto solo para abusar de ti, es por tu propio bien ceñirte al plan
actual. Hoy en día, el mundo de las novelas ligeras se mueve
rápidamente. Los lectores pueden olvidarse de ti si pasas demasiado
tiempo entre cuotas, lo que puede tener un impacto en las ventas.
Entonces, si quieres seguir como escritora, intentar abrirte camino
ahora es probablemente lo mejor que puedes hacer.”

“Pero si eres la presidenta, ¿no puedes darle algún consejo?”


Preguntó Yuichi.

“Soy del departamento de gerencia, no del editorial. No hay mucho


que pueda decir. Como presidenta, lo máximo que puedo decir es que
me gustaría que escribiera algo que se venda.” Al parecer, Makina no
fue de mucha ayuda.

“¡Entonces usemos esta reunión para trabajar juntos para ayudar a


Orihara!” Mutsuko declaró emocionada.

Si ella lo dijera, eso es lo que harían.


“Pero pensé que los aspirantes a escritores siempre tenían muchas
ideas.” Sugirió Yuichi con curiosidad. Kanako había soñado con
convertirse en escritora y, aparentemente, había escrito muchas
historias antes. Se preguntó por qué no podía simplemente adaptar una
de esas.

“Aparentemente... no están hechas para ser novelas ligeras.” Dijo


Kanako.

“Tal cual.” Dijo Makina. “Para profundizar en eso, nuestra empresa


pública principalmente novelas web, por lo que sabemos exactamente
qué tan probable es que se vendan. Por lo que ha dicho su editor
supervisor, parece probable que ninguna de las historias que ha
presentado hasta ahora se venda. También miré las historias como
parte de mi plan anterior, pero no sé mucho sobre lo que se vende.”

“¿Qué hay de la historia del Lord Demonio? Esa no parecía que


fuese a vender... ah, aunque me gusta.” Preguntó Aiko. Ella era una
fan de Kanako y aparentemente estaba ansiosa por el próximo
volumen.

“Esa... simplemente ganó popularidad en el sitio de ficción de


Internet.” Dijo Makina. “Por eso ahora es un problema.”

¡Mi Lord Demonio es Demasiado Linda para Matarla y Ahora el


Mundo está en Peligro! Parecía ser el único trabajo de ella que había
recibido buenas críticas en Internet.
“¡De todas formas! No es el contenido lo que vende una novela
ligera, ¿verdad?” Mutsuko declaró casualmente.

“¡Eso vino muy de la nada!” Yuichi objetó.

“¡Pero es verdad! ¡No es el contenido lo que determina si el primer


volumen se vende o no! ¡Los lectores solo tienen información
superficial para adquirir la historia!”

“Ahora que lo mencionas, eso es cierto. No es como si lo leyeran


primero y luego lo compraran.” Dijo Aiko, pero Yuichi no estaba
convencido.

“Es cierto... ah, pero las novelas web todavía se venden, y todos
saben lo que contienen...” Dijo Kanako torpemente, aparentemente
incapaz de estar completamente de acuerdo en que el contenido no
importaba en absoluto.

“¿Qué hay de ponerle un código de serie de juego social?” Preguntó


Mutsuko. “¡Puedes desbloquear armas raras o personajes raros! Y si lo
haces para que necesiten más códigos para fortalecer el arma o el
personaje, ¡una sola persona podría comprar docenas de volúmenes!
¡Ah, y poner un boleto de bienvenida con ellos gratis para un apretón
de manos con la hermosa autora de novelas ligeras de secundaria! Si
incluyen una foto de Orihara con el libro, ¡los chicos se alinearán
alrededor de la cuadra! ¡Esa es la mejor manera de hacer que compren!
¡Lo comprarán en masa! ¡No podrán vivir sin él! Entonces, si es una
buena historia, ¡también comprarán los volúmenes posteriores!” Dijo
Mutsuko efusivamente, aparentemente pensando que era una gran
idea.

“¿No es un poco duro? Es como decir que lo que hay dentro no


importa en absoluto.” Yuichi frunció el ceño. Seguramente Kanako no
les estaba pidiendo ayuda para hacer algo tan explotador.

“Sakaki, no tengo ningún control sobre eso...” Dijo Kanako.

“Si quieres hacerlo, no hay razón por la que no puedas.” Dijo


Makina. “También tengo influencia en las tiendas de juegos.”

La idea aleatoria de Mutsuko que parecía irresponsable fue


repentinamente validada por Makina, llevando consigo todo el peso de
la realidad.

“¿Eh? Ahh, bueno... t-tal vez no deberíamos...” Kanako miró a su


alrededor con torpeza. Ella debió haberlo pensado.

“Ya veo... ¿qué pasa con el marketing de guerra de llamas?”


Preguntó Mutsuko. “¡Publica algo que la gente quiera atacar en
Internet! Luego, cuando todo el mundo habla de ello, ¡das una disculpa
a medias y avivas las llamas! Obtienes la atención de sitios agregados
y sitios de noticias, y la gente comienza a pensar: ‘Bien, ¿qué terminó
escribiendo este idiota?’ ¡Es una excelente manera de obtener ventas!”

“¿Podrías parar de pensar planes locos?” Yuichi gritó. “¡Incluso si


obtuvieras ventas de esa manera, no podrías seguir así!”
Todo lo que haría sería arruinar la reputación de Kanako. Una cosa
sería si el libro se vendiera, pero si no, su vida como escritora se
acabaría.

“¡Bien, nos quedaremos con la portada!” Dijo Mutsuko. “¡Para que


la gente compre su libro, debe apelar con la información de la
superficie! ¡Eso significa que el empaque es importante! Para
desencadenar el impulso de compra de los lectores en las tiendas,
¡necesitas que sepan de qué se trata cuando lo ven en el estante! En
otras palabras, necesitas un truco en el título, la ilustración de la
portada y el lomo.”

“Entiendo lo que estás diciendo, pero eso es algo que haces después
de saber de qué se trata la historia, ¿verdad?” Yuichi preguntó. “Pensar
en marketing no importa hasta que se decida la historia.”

“¡Incorrecto!” Declaró Mutsuko. “¡Puedes abordarlo desde otro


ángulo! ¡Piensa en portadas que se venderán, luego piensa en una
historia que coincida! Puedes pensar en la trama y los temas más tarde,
pero primero, ¡debes verlo desde el punto de vista de ‘qué tipo de
portada se venderá’!”

“¿Estás segura acerca de esto?” Yuichi miró alrededor de la


habitación para ver qué pensaban los demás.

La mandíbula de Aiko cayó en estado de shock; tal vez la


contundencia de Mutsuko la había hecho retroceder. Como de
costumbre, la expresión de Natsuki era ilegible. Makina estaba
mirando a Mutsuko con una expresión intrigada en su rostro, mientras
que Kanako, la persona más involucrada en todo eso, parecía estar
sumida en sus pensamientos.

“Eso es cierto... el hecho de que esté lo suficientemente


desesperada como para pedir tu ayuda sugiere que no tengo ninguna
idea propia.” Dijo Kanako. “Quizás sería bueno escribir basándose en
un mensaje...”

¿Entonces las sugerencias de Mutsuko no habían aplastado su


orgullo como autora? Yuichi había estado preocupado por eso, pero
Kanako parecía sorprendentemente imperturbable.

“¿Puedo intervenir?” Preguntó Makina. “El diseño de la portada y


el lomo son una cuestión editorial; no todo pasa por el personal
creativo. Pero la idea de Mutsuko no es mala. Y si puede lograr una
sinergia con la editorial desde el principio, podría funcionar.”

“¿Sinergia?” Yuichi preguntó, no familiarizado con la palabra.

“Significa un esfuerzo en equipo que conduce a algo mejor de lo


que cada individuo podría producir por su cuenta. Hablo en jerga
empresarial. Paradigma, apalancamiento, proactividad, consenso... nos
encantan nuestras palabras de sonido pomposo.”

“¿Supongo que no podrías hablar con mi editor por mí?” Preguntó


Kanako.

“Preferiría no hacerlo.” Dijo Makina. “Por supuesto, podría dar la


orden como miembro de la gerencia, pero eso reduciría la motivación
del editor. Tiene derecho a ejercer sus propias funciones como le
parezca adecuado. No quiero imponerme sobre eso.”

Se sintió un poco extraño escuchar a Makina hablar como un CEO


responsable. Era difícil entender cómo alguien podía tener tanto
conocimiento de cómo funcionaba el mundo mundano, y aun así
configurar esos juegos de asesinatos.

“Ya veo.” Dijo Mutsuko. “Necesitaríamos su ayuda con la portada


y el lomo, pero primero, ¡el título! ¡Eso es lo más importante! Si no se
puede planificar la portada y el lomo, ¡el título correcto puede provocar
el boca a boca, publicidad viral y listas! ¿Por qué no pensamos en eso
primero?”
IMAGEN
Mutsuko escribió ‘¡Pensemos en un título!’ en la pizarra. Como de
costumbre, su letra era ridículamente buena.

“¡Primero, ofrezcamos algunas ideas! ¡Yu, tu primero! ¿Tienes


algo?” Mutsuko lo señaló directamente.

“Eso es bastante abrupto... um, veamos... ¿qué tal ‘Forte Piano’?”


Yuichi preguntó. No tenía idea de qué tipo de título vendería, así que
simplemente sacó una frase de su afición, tocar el piano, que pensó que
sonaba un poco elegante.

“¡Descalificado!” Mutsuko golpeó la pizarra.

“¡¿Por qué?!”

“El título parece que tiene que ser sobre música clásica, y eso no va
a captar el interés de los lectores. También tiene el problema
fundamental de que no se puede escuchar música en una novela, lo que
dificultaría mucho la realización de escenas de actuación. También
necesitarías mucho vocabulario especializado para escribirlo, y sería
muy tedioso.”

“¡No puedes saber eso!” Yuichi exclamó. “Incluso si el piano es el


tema, El Mundo Perfecto de Kai y Tu Mentira en Abril se venden.
¿Cómo puede ser malo para una novela, pero bueno para un manga?”
Yuichi se sintió un poco molesto porque su sugerencia fue rechazada
tan abruptamente.

“¡Puedes escuchar música en un manga!” Mutsuko respondió con


fuerza. “¡Lo dice incluso un mono puede dibujar manga!”
“¡Entonces piensa en un título, Nee-chan!”

“¡Buen punto!” Ella exclamó. “¡No puedo simplemente rechazarte


sin tener una idea propia! Veamos... queremos conseguir un título,
como uno de esos que ahora son populares en Internet, y que también
sea pegadizo...”

Mutsuko pensó por un momento, luego, como si reuniera sus


pensamientos, escribió en la pizarra:

“Cuando vi a la Chica más Hermosa de la Clase Siendo Vendida


como Esclava...”

“¡Eso es demasiado duro!” Yuichi se encontró a sí mismo


poniéndose de pie.

“¿De verdad? ¡Tendría una curiosidad increíble por saber de qué se


trata!”

“¡Pero Orihara es quien tendría que escribir la historia!” Yuichi


miró a Kanako. Ella estaba sentada allí, con la boca abierta y
aparentemente sorprendida por la sugerencia.

La cara de Aiko se puso roja, como si hubiera provocado ciertos


pensamientos en su mente. Natsuki estaba, como de costumbre,
inexpresiva, mientras que Makina estaba tratando de reprimir una risa.

Kanako estaba más tranquila de lo que esperaba. “Sakaki... se siente


bastante pegadizo, pero siento que le falta algo.”
“Buen punto... es desde el punto de vista del protagonista, pero
parece que el material podría ser limitado... Entonces, ¿qué tal esto?”
Mutsuko agregó al título.

“Cuando vi a la Chica más Hermosa de la Clase Siendo Vendida


como Esclava... (¡Conseguí un Trabajo a Tiempo Parcial!).”

“¡¿Está planeando comprarla?!” Gritó Yuichi.

“¡Sí! ¡El protagonista va a intentar comprar a la chica! ¡Es un


objetivo simple y fácil de entender!”

“¡Eso nunca va a vender!” Él gritó.

“¿Eso crees? ¡Vendería mucho más que tu idea, Yu!”

“¡No lo sabes!” Él exclamó. “¡¿Realmente es tan mala?!”

“¡Los títulos de novelas ligeras son algo en lo que debes pensar!”


Ella le dijo. “¿Y tú, Noro? ¿Tienes algo?”

“Ah, déjame ver. He estado mirando bastantes...” Aiko parecía


haber estado buscándolas en su teléfono inteligente. “Reuní algunas
palabras clave populares. ¿Qué tal ‘Me Reencarné en un Isekai con mi
Clase y estoy Mejorando un Harem de Trampas para Explorar
Mazmorras’?”

“Noro... tú...” Yuichi miró a Aiko con exasperación.

“Noro... ese es un mal patrón clásico, ¿sabes?” Dijo Mutsuko.

“¿Eh? ¿Lo es?”


“Está bien juntar palabras clave populares.” Dijo Mutsuko. “Pero
lo que has hecho es diluir el tema. Isekais, reencarnación y harems van
de la mano, pero las trampas y el mejoramiento no encajan, y hacer
una historia de la reencarnación de toda una clase puede hacer que sea
difícil distinguir a todos los personajes.”

La crítica de Mutsuko a la idea de Aiko fue mucho más gentil que


como trato a Yuichi. Se sintió un poco molesto por el trato favorable.

“Ya veo...” Aiko reflexionó, luego se volvió hacia Natsuki, quien


había resoplado por su sugerencia. “Bien, Takeuchi, ¿tienes algo?”

Natsuki, que de otra manera había estado escuchando en silencio,


habló. “Esos títulos largos son tan predecibles. Dejé de escucharlo a la
mitad. Entonces, esta es mi sugerencia.”

Natsuki se puso de pie y caminó hacia la pizarra. Luego, ella


escribió: Masacre.

“¡Eso no es un título de novela ligera!” Yuichi gritó. Simplemente


evocó imágenes de una serie de escenas trágicas empapadas de sangre.
Ciertamente, había novelas ligeras con un alto número de personajes
siendo asesinados, y una incluso había sido un gran éxito en el pasado,
pero sería difícil repetir ese éxito.

“Ya veo... Hoy en día raras veces ves novelas ligeras con títulos de
una sola palabra, por lo que podría destacarse...” Mutsuko se llevó un
dedo a la barbilla, luciendo bastante intrigada.

“Si queremos un título corto, ¿qué tal esto?” Aiko exclamó.


“.”

Con rebeldía, Aiko escribió un solo punto en la pizarra. Solo un


punto, y nada más.

“Eso... también es bastante bueno, sorprendentemente.” Dijo


Mutsuko. “Algo así como derribándolo todo con un punto final. Es
genial.”

Yuichi se encontró caminando hacia adelante y escribió su propia


sugerencia: “fp”.

“¡Esa es solo una abreviatura de ‘Forte Piano’! ¡¿Por qué estás tan
obsesionado con eso?!” Exclamó Mutsuko.

“¡¿Por qué solo objetas mis sugerencias?!”

✽✽✽✽✽

Kanako miró sin comprender mientras el club discutía entre sí.

Supongo que, después de todo, esto no funcionará...

Ella había pedido ayuda a los demás, pero no parecía que fuera algo
que pudiera resolver el comité.

Tendría que escribir la novela sola, sin traspasar la tarea a nadie


más.

Kanako juró que daría su mejor esfuerzo.


Capítulo 2:
Segunda Semana de Octubre: La Hinoenma

“¡Ahora llamo a esta reunión familiar al orden!” Mutsuko declaró


a Yoriko y Yuichi.

Estaban sentados en la habitación que él compartía con Yoriko y,


aunque ella lo llamó reunión familiar, sus padres no participaron. Su
madre estaba preparando la cena y su padre estaba fuera hasta tarde,
como de costumbre. Sus padres probablemente ni siquiera sabían que
estaban celebrando esta reunión.

“¿No es más como una reunión de hermanos?” Yuichi trató de


objetar, pero Mutsuko lo ignoró por completo.

“Onii-chan, tómate esto en serio.” Dijo su hermana pequeña.

Yoriko sonaba como si lo dijera en serio, por lo que Yuichi volvió


a quedarse en silencio. Tenía la sensación de que esta no era una
situación contra la que pudiera luchar. Yoriko estaba en la escuela
media, famosa por ser la más joven de las Hermosas Hermanas Sakaki.
Incluso Yuichi, su hermano, pensaba que era una chica encantadora
cuyo cabello largo y negro le sentaba bien. Sobre su cabeza colgaban
las palabras: “Hermana Menor”.

“Bueno, está bien, pero lo que no entiendo es por qué siento que
estoy siendo atacado.” Yuichi se había visto obligado a arrodillarse al
otro lado de la mesa baja de sus hermanas. Se sentaron uno al lado del
otro, mirándolo.

“¿En serio? ¿No tienes ni idea, Onii-chan?” Preguntó Yoriko.

“Bueno, la tengo, pero...” Yuichi echó un vistazo a su hombro


izquierdo.

Había una niña vestida con un kimono rojo que se aferraba a él.
Parecía tener unos seis años y tenía una gran sonrisa en el rostro.

“Yu... ¿una niña de jardín de infantes? Esto es simplemente


inaceptable.” Dijo Mutsuko.

“Exactamente.” Estuvo de acuerdo Yoriko. “Está bien si eres


cercano a Noro y cosas así, pero esto está... ¡mal!”

“¡Oye! ¡No es como si buscara esto!” Gritó Yuichi.

“¿Qué está pasando aquí? Primero Noro, ahora esta niña... ¿es mi
Onii-chan un lolicon?” Murmuró Yoriko, fijando una mirada en la
chica.

“Aún puedo escucharte incluso si susurras.” Dijo Yuichi


furiosamente. “¡Y no soy un maldito lolicon!”

“¡Tus oídos solo parecen escuchar lo que te conviene, Onii-chan!”

“Oye, Yu.” Dijo Mutsuko. “Soy una persona que perdona. No me


importa qué fetiches disfrutes en el reino 2D. ¡Ama a tantas niñas de
ficción como quieras! Pero... ¡esto es algo que tu hermana mayor no
puede permitir!”
“¡Es como si ustedes pensaran que soy un lolicon o algo así!”
Yuichi se estaba enojando más y más con cada declaración.

“Entonces, ¿cómo explicas esto? ¿Simplemente traes a una niña


pequeña a casa e inmediatamente tratas de meterla en el baño?” Yoriko
exigió, como una interrogadora. Yuichi nunca antes la había visto tan
intensa. Le daba vueltas la cabeza.

“Bueno... estaba sucia, ¡así que quería que la bañara!” Lanzó una
mirada a la niña. Estaba cubierta de barro por una pelea en la que había
estado.

“¡¿Cómo que bañarla?! ¡Pervertido!” Mutsuko golpeó la mesa baja.

“Si eso es lo que querías, ¡podrías haberme preguntado!” Yoriko


frunció el ceño. Eso era cierto. Quizás él no había necesitado meterla
en la bañera él mismo.

“Les digo, ustedes se han equivocado.” Dijo Yuichi. “Parece una


niña, pero no lo es. Ni siquiera es humana.”

“Entonces, ¿qué es ella?” Exigió Mutsuko. “Explícate en este


segundo, o como tu hermana mayor, ¡te juro que me encargaré de las
cosas personalmente!”

“Ella es una Hinoenma. ¡Un yokai!” Su voz se quebró.

La Hinoenma que se aferraba a él solo se rió.

✽✽✽✽✽
Todo había comenzado no hacía mucho. De hecho, esa misma
tarde.

Yuichi acababa de terminar sus clases en la escuela. Se detuvo en


la casa y luego se dirigió a las montañas.

La ciudad de Seishin estaba entre el océano y las montañas, rica en


belleza natural, como eran las grandes ciudades. Los residentes tenían
todo lo que necesitaban cerca, pero con un pequeño paseo, también
podían volver a estar en contacto con la naturaleza.

La montaña en cuestión estaba al norte de la ciudad. Llegó al pie


en bicicleta, luego dobló la bicicleta y la cargó mientras caminaba el
resto del camino.

La bicicleta transformable había sido una de las cosas que le había


empujado Mutsuko, pero realmente le gustaba. Después de todo, era
compacta, y cuando estaba doblada, se volvió lo suficientemente
pequeña como para llevarla consigo.

Yuichi caminó por uno de los cursos de senderismo por un tiempo,


pero en algún momento, dejó el camino para caminar profundamente
en los densos bosques de la montaña. Era difícil saberlo de un vistazo,
pero Yuichi podía distinguir señales de por dónde había pasado la
gente, y las siguió.

Se dirigía hacia el asentamiento oni para ver a Monika Sakurazaki.


Había conocido a Monika durante las vacaciones de verano,
después de su campamento de entrenamiento. Había aparecido de la
nada para exigir que Yuichi le devolviera el Lector de Almas.

Al final, la pregunta de cómo en principio le había dado el Lector


de Almas seguía siendo un misterio, pero él había decidido ayudarla
en su misión de tratar de recolectar las Vasijas Divinas, partes del
cuerpo del Dios Maligno que habían sido dividido. Quienquiera que
las recogiera todas podría tener un deseo concedido y, como resultado,
se había desatado una guerra por ellos.

Monika actualmente tenía dos Vasijas Divinas, lo que significaba


que la gente podía ir tras ella para intentar robarlos. Como no quería
que su propia familia fuera atacada, la había dejado al cuidado de un
conocido, Ibaraki.

Makina había dicho que las posibilidades de ser atacado serían


bajas por un tiempo, y él quería llamarla y avisarle, pero no podía
ponerse en contacto con ella. Sintiéndose un poco preocupado, Yuichi
había decidido hablar con ella cara a cara.

Después de caminar un rato, llegó a un espacio abierto.

Allí había una aldea, pero parecía asolada por la pobreza. Había un
aura triste y solitaria a su alrededor.

¿Qué época se supone que es? Él se preguntó.

De hecho, se sentía como un lugar olvidado por el tiempo, con sus


casas de techos de paja y tejas. Era difícil de creer que un pueblo como
este todavía pudiera existir, incluso tan lejos en las montañas. Quizás,
como Nihao China, existía en una dimensión ligeramente diferente.

Yuichi revisó su teléfono celular. Todavía estaba recibiendo una


señal.

“Bueno, me las arreglé para llamarla antes, así que es lógico...”


Además, cuando miró más de cerca, vio líneas telefónicas que
conducían a cada casa. Parecía que la aldea no había sido
completamente abandonada por la civilización.

A pesar de haber llegado al asentamiento oni, todavía no tenía idea


de dónde ir para encontrar a Monika. Miró a su alrededor y no vio
señales de nadie cerca.

Me rindo... Caminó un poco más, pero nadie apareció a la vista.

Estaba a punto de profundizar un poco más, cuando notó algo


extraño. Entre dos edificios, justo por encima del suelo, se cernían unas
palabras.

Decían: “Chica Oni”.

Donde había palabras, debía haber una persona debajo de ellas,


pensó Yuichi mientras se acercaba. Aun así, no había nadie allí.

Sabía que las palabras tendían a colgar unos diez centímetros sobre
la cabeza de alguien, lo que significaba que, si alguien estaba allí, debía
estar debajo del suelo.
Yuichi se inclinó hacia una mancha oscura en la tierra. Parecía un
poco demasiado oscura, incluso para un lugar que estaba a la sombra
de un edificio.

No estaba seguro de lo que esperaba, pero cuando extendió la mano,


en lugar de tocar el suelo, su mano simplemente se hundió en la
oscuridad. Tocó algo que se sintió como una cabellera.

Siguió estirándose, agarró lo que parecía un collar y tiró.

Colgando de su mano había una niña.

Parecía incluso más joven que Monika. Llevaba un kimono negro


y tenía el cabello recogido y temblaba bajo su agarre.

“Ahh, ¿lo siento?” Inseguro de cómo reaccionar ante sacar a una


chica del suelo, Yuichi decidió disculparse y dejarla en el suelo.

“¿Eres de este pueblo?” Le preguntó, pero la niña seguía temblando


y se negó a mirarlo a los ojos.

Justo cuando se preguntaba qué hacer, Yuichi escuchó una voz que
le gritaba. “¡Oye! ¡No intimides a Kureha!”

Se volvió para ver a un joven rubio con uniforme escolar, Ibaraki,


parado detrás de él. Las palabras sobre su cabeza eran “Ibaraki-doji”
y, como eso podría implicar, él era parte de una raza oni que había
vivido en Japón desde la antigüedad. Había perdido ante Yuichi en una
pelea hace un tiempo, pero desde entonces, había estado actuando de
manera cercana y amigable con él.
“Ibaraki, ¿eh?” Yuichi preguntó. “¿Es eso lo único que usas? ¿Por
qué no te vistes más como un oni?”

En el momento en que escuchó su voz, la chica llamada Kureha


corrió hacia Ibaraki, se escondió detrás de él y lo agarró de la pierna.

“Según tu, ¿exactamente cómo se visten los oni?” Preguntó Ibaraki.

“No lo sé. ¿Nada más que un taparrabos? ¿Andas desnudo?”

“¡¿Por qué querría estar desnudo en esta época del año?!”

“Por cierto, no puedo sentir a nadie en este pueblo, humano u oni.”


Comentó Yuichi. “¿Por qué es eso?”

“¿Qué, ni siquiera tendrás una pequeña conversación conmigo? Oh,


bien. No se quedan aquí durante el día. Solo regresan por la noche,
para dormir.”

“Sí, está bien, en realidad no me importa. Sin embargo, ¿dónde está


Monika? No pude localizarla llamándola a su celular, así que vine aquí
para hablar con ella.”

“En serio, ¿a ti qué te pasa? ¿Me odias o algo así?” Ibaraki se quejó.

“¿Tengo alguna razón para que me caigas bien?” Respondió


Yuichi. “Mira, ¿dónde está Monika?”

“¿Se fue a jugar a algún lado, supongo? También me aburriría estar


aquí todo el tiempo.” Ibaraki parecía enojado por la actitud de Yuichi,
pero respondió lo suficientemente a la ligera como para que no
pareciera particularmente preocupado.
“Sabes, dejé a Monika contigo para mantenerla a salvo.” Dijo
Yuichi. “¿Cómo no puedes saber dónde está?”

“Ella está bien.” Dijo Ibaraki. “Dejé a Kureha cuidándola.”

“¿No es Kureha la niña que se aferra a tu pierna en este momento?”


Preguntó Yuichi.

Yuichi e Ibaraki miraron a Kureha.

“Um... fue... atacada por un yokai...” Dijo Kureha, temblando.

Yuichi se puso pálido ante las palabras. “¡¿Un yokai?! ¡¿Dónde?!”

Kureha parecía aún más asustada y abrazó a Ibaraki con más fuerza.

“Oh, Kureha no puede pelear, así que le dije que regresara si algo
pasaba…” Ibaraki se rascó la cabeza. A pesar de eso, no debió haber
pensado que en realidad pasaría algo.

“Entonces, ¿dónde está ella?” Yuichi demandó. “¡Ibaraki!


¡Pregúntale!” Siempre que Yuichi le preguntaba, Kureha actuaba
asustada.

Ibaraki consiguió que le dijera dónde estaba Monika. Al escuchar


la ubicación, Yuichi se apresuró a buscarla.

Era un parque en la base de la montaña. Era un lugar compacto, con


columpios y tobogán, una caja de arena y otros equipos similares.
Cuando llegó Yuichi, había dos niñas en el suelo, luchando.

Una era una niña muy pequeña; parecía estar en primer o segundo
grado. Llevaba un kimono rojo y sobre su cabeza estaba la palabra:
“Hinoenma”. Ella tenía que ser el yokai en cuestión. En estos días no
veías a muchas niñas caminando por la ciudad vestidas con kimonos,
y la palabra sobre su cabeza se refería a un tipo de yokai.

La otra era una chica delgada con el cabello atado con una goma
para el cabello. Yuichi la conocía. Su nombre era Monika Sakurazaki,
y no había ninguna palabra sobre su cabeza porque era una Exterior.

Parecía estar en quinto grado, pero aparentemente tenía la misma


edad que Yuichi. Había dejado de envejecer en el momento en que se
convirtió en una Exterior.

Había otra chica que parecía tener la edad de Monika. Ella los
estaba mirando desde lejos con el ceño fruncido.

Yuichi se quedó mirando. Había venido corriendo porque había


oído que estaba siendo atacada por un yokai, pero esto no parecía gran
cosa.

“Oye, ¿Qué está pasando aquí?” Yuichi le preguntó a la chica que


los estaba viendo pelear.

“¿Eh?” La chica no parecía saber cómo reaccionar cuando se le


acercaba así.

Yuichi trabajó para darle una gran sonrisa. Hoy en día había que
tener cuidado al hablar con las chicas.

Pareciendo decidir, después de un momento, que él no era


peligroso, la chica comenzó a hablar lentamente. “Monika estaba
adivinando el futuro.”
“¿Ella hace esas cosas?” Preguntó.

Recordó que Monika mencionó que su visión del mundo era ‘Un
Pequeño Mundo Desesperadamente Romántico’ y se proclamó a sí
misma una experta en romance. Tal vez tenía la capacidad de predecir
las perspectivas románticas de alguien.

“¿Eres el hermano mayor de Monika?” Preguntó la niña.

“Supongo que algo así como menos su hermano mayor y más su


tutor.”

La chica, que parecía aceptar eso, continuó. “Las predicciones de


Monika siempre se hacen realidad. Si tienes un problema concreto y
haces lo que ella te dice, encontrarás suerte en el amor. Se ha
convertido en una especie de leyenda por aquí.”

Yuichi tenía sus dudas de que este fuera realmente el momento para
que Monika estuviera haciendo ese tipo de cosas. Por otra parte, tenía
que pasar el tiempo de alguna manera.

“¿Cómo llevó a esto su adivinación?”

“Ella se había instalado aquí, y esa chica apareció y le pidió que


leyera su suerte. Monika le dijo la fortuna, pero... dijo que no había
ninguna posibilidad, que no tenía suerte romántica, ningún potencial.
Entonces la chica se enojó y voló hacia Monika, y han estado así desde
entonces.”

“Bueno. Las detendré.” Fue bastante descuidado por su parte estar


contando fortunas amorosas y comenzando peleas cuando ya era un
objetivo. Yuichi se sintió un poco exasperado, pero, aun así, no podía
dejar las cosas como estaban.

Yuichi se acercó a las dos chicas que rodaban por el suelo del
parque. Calculó su tiempo, agarró a ambas por el cuello y las levantó.

“Monika... ¿no es un poco patético que estés peleando con una niña
tan pequeña?” Preguntó.

“¡Yuichi! Ah, bueno, eso... ella... ¡ella se peleó conmigo!” Aun


colgando de la mano de Yuichi, Monika señaló a la otra chica.

La Hinoenma se había quedado en silencio, solo mirando a Yuichi.

“Sé que Monika probablemente fue grosera contigo, pero no puedes


simplemente saltar sobre la gente, ¿de acuerdo?” Yuichi preguntó.

Como parecían haberse calmado, Yuichi las bajó a ambas.

“Monika.” Dijo. “Tienes que mantener un perfil bajo y mantenerte


a la vista de Ibaraki.”

“¡Lo estaba intentando, pero no hay nada que hacer allí!” Monika
respondió, hinchando sus mejillas.

“Bueno… explicaré más después, pero no habrá ninguna


resonancia por un tiempo. Probablemente estarás a salvo por ahora,
pero, aun así, no hagas nada que te haga destacar. Vuelve a la casa de
Ibaraki, ¿de acuerdo?”

Yuichi señaló a Ibaraki, que había aparecido un poco después de él.


Ella se mostró reacia, pero al final caminó detrás de Ibaraki.
Justo cuando Yuichi se preguntaba qué hacer con la otra chica, la
escuchó dirigirse a él.

“¡Debes bañarme!”

Se volvió para ver a la Hinoenma mirándolo directamente.

“¿Por qué debería?” Preguntó.

Quizás debido a todo lo que habían estado haciendo, la Hinoenma


estaba cubierta de barro. El suelo todavía estaba húmedo por la lluvia
del día anterior; el parque no debía tener un buen drenaje.

“No hay nadie más que pueda.” Dijo. “Debo rogarle que cuide de
mi persona. Vamos, llévame contigo.”

Yuichi miró a la Hinoenma y pensó en ello. Parecía ser una yokai,


pero no parecía peligrosa. Tampoco le gustaba la idea de dejarla, así
que decidió que darle un baño era lo mínimo que podía hacer.

Por eso Yuichi la había llevado a casa con él.

✽✽✽✽✽

Hinoenma.

Puede escribirse ‘demonio del destino volador’ o ‘demonio de


fuego volador’.

Hay varias explicaciones detrás de esos nombres, pero discutiremos


una aquí: la teoría del mito de la Hinoeuma.
Se dice que la Hinoeuma es una mujer nacida en el año 43 del ciclo
sexagenario. Se dice que tienen un temperamento salvaje que acortaría
la vida de su marido. En otras palabras, una mujer nacida ese año nunca
podría encontrar marido.

Como resultado, la gente intentó evitar tener hijos durante esos


años. Parece inconcebible según los estándares modernos, pero en ese
entonces, las mujeres que no podían casarse y, por lo tanto, no tener
hijos, eran consideradas inútiles.

Si alguna vez ha visto un gráfico del número de nacimientos


japoneses por año, es posible que recuerde algunos años en los que la
tasa de natalidad sufre una caída repentina.

Por ejemplo, el año 1966 vio una disminución del 25% en los
nacimientos con respecto al año anterior. No fue que ese año sucediera
un incidente terrible: fue el año 43 del ciclo sexagenario.

La gente siguió creyendo en la superstición en la era Showa, y se


convirtió en un fenómeno de toda la sociedad.

Entonces, ¿cuál es la conexión entre el mito de la Hinoeuma y la


yokai Hinoenma?

Primero, la historia de la yokai Hinoenma proviene de los sermones


budistas. La Hinoenma usaría sus artimañas femeninas para hechizar a
un hombre y destruirlo. Era una historia destinada a advertir contra el
pecado de las relaciones sexuales.
Con el tiempo, la gente comenzó a ver a las Hinoenma y las
Hinoeuma, mujeres salvajes nacidas en el año 43 del ciclo sexagenario
que se comían a sus maridos, como una y la misma. En algún
momento, la gente comenzó a decidir que las mujeres nacidas en esos
años, después de vivir toda su vida, renacían como Hinoenma como
una manifestación de su resentimiento.

Estas Hinoenma eran mujeres de una belleza incomparable, y


seducían a los hombres solo para succionar toda su fuerza vital.

La mayoría de los mitos yokai están inspirados en algo. Quizás la


Hinoenma nació de la culpa de los hombres que rechazaron a las
mujeres Hinoeuma.

✽✽✽✽✽

“Es como, ya sabes, la historia de que, si un hombre permanece


virgen hasta los 30, ¡puede convertirse en un mago!” Mutsuko dijo con
orgullo, culminando su explicación sobre la Hinoenma.

“¡No me mezcles con esas tonterías!” Gritó la Hinoenma.


“¡Mantuve mi castidad hasta el final! ¡No me confundiré con tontos
que simplemente no lograron encontrar una pareja dispuesta!”

“Pero tampoco pudiste encontrar una pareja dispuesta, ¿verdad?”


Yoriko señaló con frialdad.

Era un lado de Yoriko que rara vez se veía, uno que solo se
mostraba cuando estaba realmente enojada. Yuichi, quien la conocía
como una chica alegre e inocente la mayor parte del tiempo, lo
encontraba bastante aterrador.

“Por cierto, lo que pasa con las mujeres Hinoeuma volviéndose


locas y matando hombres es un juego de palabras.” Dijo Mutsuko. “…
‘Hi-no-uma’ significa ‘Caballo de Fuego’. Creían que los caballos que
veían el fuego se volverían locos y se comerían a la gente, y
‘Hinoeuma’ suena como ‘Hinouma’, así que la gente empezó a asociar
ambas cosas.”

“¿Un juego de palabras? ¿La razón por la que no puedo casarme es


realmente algo tan estúpido?” Aparentemente la Hinoenma nunca
antes había escuchado esa explicación, y estaba claramente
sorprendida por ella.

“Bueno, dejando eso de lado, ¡tu Nee-chan no puede pasar por alto
el secuestro de niños!” Proclamó Mutsuko.

“Mira, ella es una yokai, no es inocente, ¡y yo no la secuestré! ¡Ni


siquiera creo que tenga padres!” Yuichi respondió.

“¿Dónde la encontraste?” Exigió Mutsuko.

“Ella estaba luchando contra Monika en el parque.” Dijo. “Después


de que las detuve, ella insistió en que la bañara.”

“Yu, sabes que esta es la razón por la que tu harem sigue creciendo,
¿verdad?” Preguntó Yoriko.

“¡No tengo un harem!” Yuichi respondió.


“Nee-chan, ni siquiera se da cuenta...”

“Sí, es un problema.” Dijo Mutsuko. “Me pregunto cuánto más


grande se hará... ¡Pobre Noro!”

“Entonces, Hinoenma, ¿qué es lo que pretendes?” Yoriko parecía


estar esforzándose por fingir que estaba tranquila, pero Yuichi podía
sentir su ira hirviendo debajo de la superficie.

“Hmm.” Dijo la Hinoenma. “Me tratan como a una yokai, pero soy
más como un espíritu resentido. Creo que podría seguir adelante si
puedo terminar mis asuntos pendientes. Así que decidí que conseguiría
que este hombre me ayudara. Desde el momento en que lo vi, pensé:
‘¡Este es un hombre en el que puedo confiar para hacer lo correcto!’.”

“Me voy a arrepentir de haber preguntado esto, pero ¿podrías


explicarlo mejor?” Yoriko dijo con una sonrisa brillante.

“En otras palabras, lamento morir virgen. ¡Me imagino que, si


pierdo mi virginidad, podré seguir adelante!”

“¡Eso es un delito! ¡No es posible que quieras hacerlo con esta niña,
Yu!” Gritó Mutsuko.

“Ella es un yokai, ¿verdad? ¿Podemos matarla?” Preguntó Yoriko.

“¡No lo voy a hacer! Y Yori, deja de hablar de matar.” Yuichi se


estaba hartando de la actitud de su hermana menor. Sintió que la
conversación se había desviado por completo.
“De todos modos, ¿por qué tomaste la forma de una niña?” Exigió
Mutsuko. “¡Se supone que las Hinoenma son mujeres hermosas!
¡Están asociadas con las mujeres más bellas de la historia! ¡Se creía
que Daji y Mo Xi eran Hinoenma! Por supuesto, también estaban
asociadas con el Kitsune de nueve colas...”

“¡Oye! ¡No salgas del tema!” Parecía que Mutsuko estaba a punto
de ir por la tangente para hablar de kitsunes, así que Yuichi la detuvo
de raíz.

“Bueno, el punto es que, si quieres conseguirte un hombre, ¿no


deberías haber elegido una forma más adecuada?” Preguntó Mutsuko.

“Nee-chan, por favor no le pongas ideas en la cabeza.” Suplicó


Yoriko. “Si se convierte en adulta, las cosas empeorarán aún más.”

“Ah, elegí esta forma porque escuché que últimamente hay más
hombres a los que les gustan las chicas jóvenes.” Dijo la yokai. “¡Al
darme cuenta de que mis estrategias anteriores pueden haberse
equivocado, tomé la audaz decisión de probar esta forma!”

“¡Esa es una decisión demasiado audaz!” Yuichi objetó. Estaba


girando el grifo de caliente a helado.

“Entiendo la situación, pero no podemos permitir que te aferres a


Yu para siempre.” Dijo Mutsuko. “¡Veamos si podemos hacer que
descanses en paz!”
“¿Podrías?” Preguntó la Hinoenma, esperanzada. “¡Está bien,
salgan de aquí, las dos! ¡Conoceré mejor a este hombre!” Ella trató de
espantar a Mutsuko y Yoriko.

“No, tú eres la que se va a ir.” Mutsuko y Yoriko trabajaron juntas


para quitarle de encima la Hinoenma a Yuichi.

En momentos como este, no había duda de que eran hermanas.


Estaban totalmente sincronizadas.

“Quédate ahí, Yu.” Ordenó Mutsuko.

Mutsuko, cargando la Hinoenma, salió de la habitación con Yoriko,


y ambas se dirigieron a la habitación de al lado.

✽✽✽✽✽

“¡Oye, Nee-chan! ¡¿Por qué tienes eso?!” Yoriko exclamó.

“Oh, lo obtuve como muestra después de ayudar con algunas


investigaciones sobre la piel artificial.” Dijo Mutsuko. “¡Incluso recrea
fielmente la membrana mucosa! Así que esto debería funcionar, ¿no?”

“¿Se mueve?”

“Debería moverse cuando le coloque una batería, pero puede ser un


poco difícil para ella el usarlo por primera vez. ¡La verdadera pregunta
es si esto la dejará descansar en paz!”

“¡B-Basta! ¿Qué estás haciendo? ¿Q-Qué... qué estás haciendo


con...? ¡No quiero perder mi castidad con eso! ¡Tengan compasión!
¡No hagan esto! ¡Oww, ow, ow, ow! ¡Basta! ¡No lo pongan!
¡Deténganse! No te atrevas a ponerlo... ah, no, ¡no quise decir allí! Te
lo ruego... lo siento. ¡Lo siento mucho! Me disculpo por existir, ¡así
que basta! ¡Paren!”

Podía escuchar sus gritos de angustia desde la habitación contigua.

✽✽✽✽✽

“Ugh... lo siento, por existir... realmente lo siento... ya no iré tras


Yuichi... por favor, tengan piedad...”

Después de un rato, Mutsuko y Yoriko llevaron a la llorosa


Hinoenma a la habitación donde Yuichi estaba esperando. Ni siquiera
quería pensar en lo que habían estado haciendo allí, pero parecía que
no había tenido éxito, fuera lo que fuera.

“Oye... puede ser un poco extraño escuchar esto de mí, pero... um,
puedes tomar la forma de un adulto, ¿verdad? Apuesto a que hay
muchos hombres que serían felices con cualquier mujer.” A Yuichi le
parecía que, si no era quisquillosa con su pareja, probablemente podría
resolver su problema con bastante facilidad.

“¡D-De ninguna manera! ¡Necesito un hombre guapo! ¡Y también


tiene que haber amor!” Ella lloró.

“Después de toda esa gran charla antes...” Murmuró Yuichi.


Parecía que la Hinoenma era bastante quisquillosa, razón por lo que
pudo haber tenido tantos problemas al punto de terminar siendo una
yokai.
“Decidimos cancelarlo, ya que nos sentimos mal por ti, pero
podríamos reconsiderarlo…” Mutsuko inclinó la cabeza.

“¡N-No, no lo hagas! ¡Me voy de casa, lo juro!” Con eso, la


Hinoenma salió corriendo de la habitación.

Al día siguiente, Yuichi regresaba de la escuela cuando escuchó


una voz familiar. Se detuvo y se encontró de nuevo en el parque.

Inmediatamente reconoció al hablante. Era la Hinoenma, que


parecía estar jugando con unos niños pequeños.

La Hinoenma se acercó trotando cuando lo vio.

“¿Qué estás haciendo?” Preguntó. Si estaba buscando una pareja de


la cual enamorarse, jugar con niños no la iba a llevar a ningún lado.

“Oh, bien. Decidí que no tengo ninguna prisa en particular, así que,
por ahora, me estoy integrando.” Dijo. “Si puedo acercarme a un
hombre en su infancia, el amor crecerá a partir de ahí. Entonces, una
vez que haya crecido, ¡todo encajará en su lugar!”

“Ya veo. En ese caso, buena suerte.” Dijo.

De hecho, era un gran plan.


Capítulo 3:
Tercera Semana de Octubre: Un Desafío de
Chiharu Dannoura

“¡Los personajes de Hermana Mayor están malditos! ¿Por qué los


personajes de Hermana Menor son los únicos populares? ¡¿Por qué el
gustar de las hermanas mayores se considera un fetiche extraño?!” La
hermana mayor, Mutsuko, estaba furiosa.

Yuichi no tenía idea de por qué quería que los personajes hermanas
mayores se volvieran más populares. “Sí, sí, las hermanas mayores son
tan geniales e increíbles, no puedo soportarlo...” Murmuró
superficialmente mientras hojeaba una revista.

Estaban en la sala del club, era después de clases. Generalmente


Yuichi pasaba todos los días si no tenía algo más de lo que ocuparse.

“¡Debemos convertir nuestra misión especial en revivir a los


personajes de hermana mayor!” Declaró Mutsuko.

“¡En serio, a nadie le importa!” Yuichi infundió su declaración con


la más seria falta de cuidado que pudo reunir.

Mutsuko se paró frente a la pizarra y comenzó a escribir el número


del día. Ella escribió: “La Posición de los Personajes Hermana Mayor”
en letras grandes.
Los temas generalmente no tenían nada que ver con la
supervivencia, pero éste parecía especialmente atroz. El Club de
Supervivencia era solo un lugar para que Mutsuko hiciera lo que
quisiera.

Los únicos que escuchaban atentamente eran Kanako y Aiko.

Natsuki también estaba escuchando en silencio, pero sus


pensamientos eran tan opacos como siempre.

Yuichi definitivamente no estaba escuchando. Comprobó la hora,


eran las 4:00pm, luego volvió los ojos a su revista.

Al darse cuenta de la acción, Aiko le hizo una pregunta a Yuichi.


“Oye, ¿no es hora?”

“Sí, lo es.” Se quejó. “Aunque no voy a ir...”

La declaración de Aiko había sido alentadora, sin embargo, parecía


aliviada de alguna manera por esta respuesta.

“¿Eh? ¿Qué pasó? De hecho, ¿hoy no has estado actuando bastante


raro?”

“¿Yu? ¡Todo este tiempo has sido totalmente egocéntrico!” Declaró


Mutsuko. “No quiero escuchar eso de alguien despotricando sobre el
destino de los personajes de hermana mayor...” Dijo Yuichi mientras
desviaba la mirada. Pero ella tenía razón: se sentía ansioso.

Todo había comenzado con la carta de amor que había encontrado


en su zapatero esa mañana.
✽✽✽✽✽

Esa mañana, Yuichi había caminado a la escuela con Aiko como


siempre.

El hombre lobo Nero, en forma de perro, caminaba a su lado. Su


palabra era Fenrir. Aparentemente, esto no tenía una conexión directa
con el lobo gigante de la mitología nórdica, pero como aparentemente
antes Nero había matado dioses, habían comenzado a llamarlo así por
el mito.

Nero había aparecido de repente durante el campamento de


entrenamiento de verano de Yuichi. Se había referido a Aiko como
‘princesa’, actuó como su sirviente y también la acompañó a la escuela
como su guardaespaldas. No era natural ver a un perro caminando sin
collar, pero Aiko había dicho que no quería ponerle collar a un ser
sensible.

“Hace bastante frío, ¿eh?” Comentó Aiko.

“Al menos todavía no hace suficiente frío para abrigos.” Respondió


Yuichi. Recientemente habían comenzado a usar sus uniformes de
invierno, y Yuichi podía sentir que el clima se volvía más otoñal.

“Ya es hora del Festival Cultural, ¿eh?” Preguntó Aiko. “¿Qué va


a hacer el Club de Supervivencia?”

“No tengo idea.” Dijo Yuichi. “Nee-chan podría no tener mucho


interés en ese tipo de cosas.”
Aiko pareció sorprendida por eso. “¿De verdad? Pensé que le
gustaban los eventos grandes como ese.”

“Hmm, le gusta una buena fiesta, pero, a pesar de todo, también es


bastante considerada con los demás.” Dijo Yuichi. “Ella es consciente
de que sobresale. Por supuesto, todavía hace lo que quiere...”

“Ya veo. Es una pena que no parezca que estemos haciendo mucho
como clase...” Murmuró.

La clase de Yuichi había decidido realizar una proyección de


películas. No requirió mucha preparación, y aparentemente fue
financiado principalmente por el dinero de Yuri Konishi. Eso
significaba que no había mucho que hacer para Yuichi y los demás.
“Ya queda poco para que termine el año.” Dijo Aiko. “¿Has empezado
a pensar en lo que harás después de la graduación?”

Fue en esa época cuando el hecho de que estuvieran en el instituto


empezaba a calar. Parecía que Aiko estaba empezando a pensar en su
carrera profesional.

“No lo sé.” Dijo Yuichi. “Estaba pensando en ser médico o un


policía...”

“Vaya, ya lo has pensado... pero ¿por qué esas profesiones?”


Preguntó Aiko.

“Bueno... quiero ser útil para la gente, y esos parecen ser los
mejores campos para hacer uso de mis talentos.” Yuichi se sintió un
poco avergonzado de estar hablando de sus planes futuros.
“Eres fuerte, así que puedo ver por qué policía.” Dijo Aiko. “Pero,
¿por qué doctor?”

“Es difícil de explicar... puedo decir qué está mal y cómo


solucionarlo, instintivamente. Es por las cosas que Nee-chan me hizo
hacer.”

Hacer antiguas artes marciales también vino con un conocimiento


profundo sobre el cuerpo humano. Parecía que realmente había artistas
marciales que podían mejorar la vida de las personas a través de su
conocimiento de la curación.

Yuichi confiaba en su huo fa, técnicas para ayudar a las personas a


vivir una vida mejor. Era como la otra cara de la moneda de sus
técnicas de matar.

“Y las artes marciales parecen útiles para la policía a primera vista,


¿verdad?” Añadió.

“Es cierto... no tendrás que preocuparte por criminales violentos


con pistolas...” Dijo Aiko pensativa, como si recordara algo.

“¡Creo que deberías unirte al Precinto 0!” Interrumpió Mutsuko,


habiendo aparecido junto a ellos en algún momento.

“¿Qué demonios? ¡Te dije que no quería caminar contigo a la


escuela!” Yuichi le gritó a Mutsuko. Había dejado la casa
intencionalmente en otro momento, pero ahora no significaba nada.
“¡Investigan delitos imposibles y reciben una licencia especial para
realizar búsquedas sin orden judicial! ¡También tienen una licencia de
homicidio que les permite matar gente!” Exclamó Mutsuko.

“¡Eso suena como un lugar terrible para trabajar!” Por supuesto,


Yuichi ahora sabía de todas las cosas extrañas que sucedieron en el
mundo. La existencia de un lugar así sonaba aún más plausible.

“De todos modos, ¡me voy! ¡Que se vaya la tercera rueda!” Con
eso, Mutsuko comenzó a correr hacia la escuela.

“¿‘Que se vaya la tercera rueda’? ¿De qué época eres?” Yuichi


murmuró. Sin embargo, parecía que respetaba el deseo de Yuichi de
caminar a la escuela sin ella. Tal vez simplemente no había podido
evitar hablar después de escuchar su charla sobre la policía.

“Creo que ser médico sería bueno.” Dijo feliz, Aiko. “Sí, muy
pacífico. ¡Y también podrías trabajar en nuestro hospital! ¡Te
pagaríamos bien!”

“Tu hospital parece bastante acomodado, Noro.” Coincidió Yuichi.

Mientras discutían eso, llegaron a la escuela. Entraron en el pasillo


de entrada y abrieron sus casilleros de zapatos para recuperar sus
pantuflas.

“¿Hmm?” Yuichi inclinó la cabeza al notar algo extraño en su


cubículo.

Dentro había una carta.


“Oye… no es eso…” Claramente notando el extraño
comportamiento de Yuichi, Aiko se acercó a él y miró adentro.

Yuichi metió la mano y recuperó el objeto. Definitivamente era una


carta. Estaba en un sobre rosa sellado con una pegatina que parecía un
corazón.

Le dio la vuelta y vio que estaba dirigido a ‘Yuichi Sakaki-kun’,


para que no hubiera confusión en cuanto a para quién era.

“¡Una carta de amor!” Aiko gritó, y los ojos de todos los demás
estudiantes se volvieron hacia él.

✽✽✽✽✽

Yuichi terminó de contar la historia sobre los cubículos de zapatos.

“Ya veo.” Dijo Mutsuko. “¿Y la carta de amor pedía verte en el


patio hoy a las 4:00pm? ¡Así que por eso pareces tan nervioso!”

“¡No estoy nervioso!” Él se quejó. Algo en su tono lo estaba


poniendo de los nervios.

“Pero, ¿por qué Noro sabe lo que hay en la carta de amor?”


Preguntó Kanako con sospecha.

“¿Eh? Oh, bueno... la abrí accidentalmente...” Dijo Aiko en tono de


disculpa.

“¿Llamas a eso accidentalmente?” Preguntó Yuichi.

Aiko se enrojeció, se adelantó y le arrebató la carta de amor. Luego


rompió el sello y comenzó a leerla.
“Bueno, ya sabes... Tenía curiosidad, ¿sí?” Aiko tanteó. “No ves
que la gente escriba cartas de amor muy a menudo hoy en día, y quería
ver qué escribían en ellas, y… lo siento...”

Al principio parecía que estaba tratando de excusarse, luego, a la


mitad, se dio cuenta de que no estaba funcionando y simplemente se
disculpó.

“No, está bien.” Dijo Yuichi. “Realmente no tengo ganas de ir...”

“¡No, no, no! ¡Tienes que ir a escuchar al remitente!” Proclamó


Mutsuko mientras golpeaba la pizarra.

Había asumido que a ella no le importaría este tipo de cosas, pero


parecía sorprendentemente interesada en ello.

“¿Eh? Pero...”

“¡Sin peros! ¡Hay algunas formas de egoísmo que no puedo


perdonar! Se necesita valor para enviarle a alguien una carta de amor,
¡e ignorar eso es simplemente de mala educación! ¡Ahora, apúrate y
ve!”

Yuichi se puso de pie, como si lo hubieran sacado de su asiento. Él


todavía no lo sentía en absoluto, pero ahora que ella lo había
mencionado, tal vez sería de mala educación ignorar todo el asunto. Si
iba a rechazar a esta persona, debería hacerlo cara a cara.

“Bueno. Iré.” A regañadientes, Yuichi salió de la habitación y se


dirigió al patio.
“¿Por qué vienes, Noro?” Preguntó.

“¿C-Cuál es el problema? Necesito asegurarme de que no hagas


nada para herir sus sentimientos.” Dijo Aiko malhumorada.

Los dos caminaron uno al lado del otro por el pasillo hacia el patio.

“Bueno, está bien...” Si eso era todo, entonces a Yuichi no le


importaba.

Para ser franco, no estaba completamente seguro de no herir los


sentimientos de la persona. Por patético que fuera, pensó, sería bueno
tenerla allí para cubrirlo si decía algo estúpido. Cuando lo pensaba de
esa manera, se alegraba de tenerla con él.

La hora de la reunión había sido a las 4:00pm en el patio, pero ya


habían pasado diez minutos. Parte de Yuichi esperaba que el remitente
de la carta de amor ya se hubiera ido a casa.

“Oye... ¿quién es la persona?” Preguntó Aiko.

“¿No viste la carta?”

“¡No es como si hubiera leído cada línea!”

“No escribió su nombre.” Dijo Yuichi. “Solo sus iniciales, CD.”

“¿No crees que es un poco sospechoso?” Preguntó Aiko. “La


mayoría de la gente escribiría su nombre completo, ¿no crees?”

“Eso es cierto.” Estuvo de acuerdo. “Es un poco extraño que no


revelará su identidad.”

Aiko se detuvo en la salida del patio.


“¿No vienes conmigo?” Yuichi preguntó, encontrándolo curioso.
Había asumido que ella se quedaría con él todo el tiempo.

“Um, no soy tan grosera.” Dijo Aiko. “Solo miraré en silencio


desde el margen.”

“Sí, supongo que sería extraño si asistiese una persona de más.” Y


así, Yuichi entró al patio solo.

Se dirigió al lugar designado, una torre de reloj cerca del centro del
patio. No había nadie esperándolo.

Supongo que, después de todo, se fue a casa...

Aun así, sería un poco cruel irse de inmediato, así que simplemente
se sentó en un banco cercano. Pero después de unos minutos de espera,
no había señales de que viniera nadie.

Me pregunto si todo fue una broma...

Ese pensamiento nunca había entrado en la mente de Yuichi cuando


estaba en camino, pero ahora, cayó en una vaga auto-recriminación.
Suspiró y bajó la cabeza. Había pensado que tal vez era digno de recibir
una carta de amor, pero tal vez solo estaba siendo engreído.

Yuichi decidió enfocar sus sentidos en el área circundante. Si era


una broma, alguien podría estar mirándolo, pero él dudaba en
comenzar a mirar a su alrededor.

Sintió dos presencias cercanas. Una de ellas era Aiko, que todavía
estaba dentro de la escuela, mirando.
La otra estaba en la entrada de la escuela en el lado opuesto. Esa
persona también parecía estar mirándolo. Si se trataba de una broma,
esta persona podría ser la responsable.

Entonces, ¿qué debería hacer ahora? Justo cuando comenzó a


pensar en eso, la presencia comenzó a acercarse.

Se dirigía directamente hacia Yuichi.

Cuando Yuichi miró hacia arriba, se sorprendió por lo que vio.

¿Qué tienes que comer para lucir así? Fue la primera impresión de
Yuichi al ver acercarse a la chica.

Los cuerpos de las personas corpulentas a menudo se comparaban


con barriles de cerveza, pero en este caso, el parecido era asombroso.

Era más baja que Yuichi y mucho más gruesa. Para conseguir tanto
peso, necesitarías una devoción casi religiosa por comer.

Su chaqueta debe haber sido un pedido especial, e incluso entonces,


parecía que estaba a punto de estallar... lo que significaba que se había
vuelto aún más grande desde que le hicieron el uniforme.

¿Teníamos a alguien como ella en la escuela? Pensó Yuichi.


Estaba seguro de que, si hubiera visto a alguien así caminando por los
pasillos, lo recordaría, lo que sugería que nunca antes se habían
cruzado.

Yuichi rápidamente apartó los ojos del cuerpo de la chica para


mirarla a la cara. Su cabello estaba teñido de marrón, recogido en un
mechón corto con suaves ondas, y sus ojos eran grandes y claros. Por
sí solo, su rostro parecía bastante atractivo, pero era difícil pensar en
otra cosa que no fuera su peso.

Tal vez ella simplemente esté de paso... pensó. El hecho de que ella
fuera corpulenta no era razón para asumir que lo había engañado.

Aun así, tenía un sentimiento incómodo sobre esto: su caminar era


la imagen de la confianza. Mutsuko también caminaba así. Le provocó
un sentimiento en el estómago de que esta chica iba a ser una verdadera
molestia. Preferiría no involucrarse con ella si pudiera evitarlo.

Yuichi mantuvo sus vanas esperanzas, hasta el momento en que la


chica estaba de pie frente a él. Luego lo miró a los ojos con confianza.
“Yuichi Sakaki... ¡fue audaz de tu parte enfrentarte a mi desafío!”

“¿Eh?” Su entonación dramática dejó a Yuichi confundido.

¿Eh? Entonces, ¿no se trataba de una confesión de amor o una


broma? Él pensó.

“En verdad, mi plan fue perfecto.” Declaró la chica. “¡Para un


hombre tan superficial como tú, una carta como esa sería el cebo
perfecto!”

¿Está tratando de ser la ‘gobernante suprema del fin de siglo’? Se


preguntó Yuichi. Aunque se parece más a Fudou de las Montañas...

Yuichi permaneció sentado, mirando el rostro de la chica con


incredulidad. Luego sus ojos se desviaron un poco más. La palabra
‘Heredera’ colgaba sobre su cabeza.
Heredera... eso podría referirse a muchas cosas, pensó. ¿Quizás,
un arte marcial?

Sin embargo, surgieron dudas en su mente. Había muchas cosas en


Japón de las que podrías ser heredero. No era obligatorio que fuese
algo violento.

“Uh... entonces tú eres quien me invitó a salir, ¿eh? ¿Cuál es el


trato?” Yuichi nunca sería tan informal con una chica que acababa de
conocer, pero se sentiría como un tonto respondiendo con un discurso
educado al tipo de cosas que estaba diciendo la chica.

“El trato, ¿eh?” La chica soltó una risa arrogante. “No te hagas el
tonto conmigo. Tengo estos ojos, ¿ves? ¡Nadie engaña a mis Ojos
Apocalípticos!”

De repente, las campanas de alarma sonaron en la mente de Yuichi.


No hace mucho, lo habría tomado como las locuras del síndrome de la
escuela media. Pero ahora era diferente. Ahora que tenía el Lector de
Almas, sabía que cosas como vampiros y seres sobrenaturales
realmente existían. También había escuchado que a personas se les
otorgaban poderes extraños a través de las Vasijas Divinas, partes del
Dios Maligno.

“¿De qué estás hablando?” Yuichi preguntó con cautela. Tal vez
ella lo estaba tanteando; él no querría darle información que no tuviera
ya, soltando cosas por descuido.
“¡Mis ojos me hablan de tu poder!” Exclamó la chica. “El tuyo es
18.000... ¡nunca he visto otro más alto en esta escuela!”

“No es que me importe, pero, ¿podrías mantener tu patrón de habla


coherente?” Yuichi soltó. Era realmente molesto la forma en que lo
cambiaba constantemente.

Pero ella simplemente se rió. “¡Qué fuerza de voluntad demuestras!


¡Estoy impresionada!”

“Bien, ¿me estás diciendo que estos ‘Ojos Apocalípticos’ tuyos


pueden leer el nivel de poder de batalla de alguien?” Preguntó. No
parecía que ella fuera a lanzarle un ataque abruptamente, así que
decidió comenzar con eso.

Su capacidad para mantener una conversación con tanta


repugnancia se debía a sus interacciones con Mutsuko. No era algo de
lo que estuviera orgulloso.

“¡Pero por supuesto!” Declaró la chica. “Puedo ver números por


encima de la cabeza de una persona. ¡Esa capacidad es lo que
demuestra que soy una elegida!”

“Bueno. Entonces, ¿qué pasa con el nombre amenazante?”


Preguntó. “¿Por qué no puedes llamarlo simplemente Localizador o
algo así?” Se hizo el silencio.

La chica se quedó paralizada, con una expresión de vergüenza en


su rostro. Yuichi estaba empezando a sentirse un poco incómodo.
“¡S-Silencio, chusma! ¡A nuestros ojos los llamamos Ojos
Apocalípticos!” Protestó ella, de repente.

¿Qué pasaba con ese ‘nuestros’?

Él suspiró. “Entonces, ¿qué quieres? ¿Y cuál es tu nombre?”

“¡No tengo nombre para basura como tú!” Ella arremetió.

Tú eres quien me llamó...

Esto estaba empezando a ponerse ridículo, pensó Yuichi. Quizás si


él se alejaba, ella resultaría inofensiva.

“¡Oh, hola, Chiharu!” Una voz estaba llamando desde el edificio de


la escuela.

“Vamos a ir al karaoke. ¿Quieres venir?”

Había un grupo de tres chicas llamando a la chica gorda que estaba


frente a él. Aparentemente, su nombre era Chiharu.

“¡Tendré que ponerme al día más tarde! ¡Lo siento! Les enviaré un
correo electrónico, ¿de acuerdo?” Chiharu respondió amablemente.
“Ahora, en lo que respecta a mi negocio contigo...”

Se volvió hacia Yuichi, su expresión se volvió teatralmente intensa.

“¡¿Qué demonios?!” Explotó. “¡Hace un momento estabas


hablando como una persona normal!”

“¿Esperas que hable como amiga con alguien con quien estoy a
punto de pelear?” Ella tronó.
“Entonces eres Chiharu, ¿eh?” Preguntó. “¿Cuál es tu nombre
completo?”

Ella se burló. “¡Entonces, con trucos inmundos, has revelado mi


nombre! ¡Chiharu Dannoura es mi nombre! ¡El nombre de la que te
matará! ¡Y cuando llegues al infierno, puedes contarles la historia a los
demonios!”

“¿Qué quisiste decir cuando dijiste que pelearíamos? ¿Siquiera


tenemos una razón para hacer eso?” Yuichi preguntó.

“Una razón, ¿eh? Es poco mérito. Con mi poder no puedo ver mi


propio nivel de poder. ¡Por lo tanto, debo probarlo en un combate
mortal!”

Yuichi tampoco podía usar su propio poder sobre sí mismo, por lo


que tenía un extraño sentido. Quizás eso era solo una propiedad general
de la vista mágica.

“Dannoura.” Dijo. “Si quieres pelear, ¿puedo asumir que practicas


algo?”

Había algo inusual en la forma en que Chiharu se puso de pie. Lo


había visto cuando ella se acercó a él; tenía un paso muy estable. Ella
no era una simple chica gorda.

“¡Mi arte es la Arquería Dannoura!” Chiharu declaró. “¡La forma


invencible de tiro con arco fundada por Nasu no Yoichi, especializada
para el combate a corta distancia! Yuichi Sakaki, ¡eres el objetivo de
prueba perfecto para establecer mi nivel de habilidad!”
Yuichi no sabía mucho al respecto, pero sí sabía que había formas
de tiro con arco que se especializaban en el combate cuerpo a cuerpo.
Era una técnica de Uchine-jutsu que permitía al usuario usar su arco
como lanza. Esto permitió a los arqueros protegerse en el campo de
batalla después de que se quedaran sin flechas. Había un arma llamada
hazuyari que implicaba la aplicación de la punta de una lanza al culatín
del arco.

“Arquería, ¿eh?” Preguntó. “Entonces, ¿dónde está tu arco?”

Chiharu tenía las manos vacías y no parecía que pudiera haberlo


escondido en ningún lado.

Ella se rió de nuevo, engreída. “¡Así como la esgrima pueden


evolucionar para no tener espada, también mi arte evolucionó para no
tener arco!”

No tenía mucho sentido para él, pero sonaba muy orgullosa de ello.

“Um, ¿eso no anula el punto de tener armas a distancia?” Yuichi


preguntó. Los arcos existían para permitirte atacar a otra persona desde
lejos, sin riesgo de represalias. Sin eso, ¿cuál era el punto? No era lo
mismo que perder una espada.

“¿Eres un tonto, Yuichi Sakaki?” Ella exclamo. “¡La batalla es


siempre una incógnita! ¡Los arcos se pierden todo el tiempo! Entonces,
¿vamos a morir sin ningún método de resistencia? ¡Nuestro fundador
creó métodos para sobrevivir sin importar la situación! Además, ¡mi
arco existe en mi corazón! ¡Está escondido dentro de mi alma!”
Chiharu se golpeó el pecho. Entonces ella realmente estaba orgullosa
de eso.

“Bien.” Dijo. “Si quieres pelear, ¡terminemos de una vez!” Yuichi


no tuvo reparos en aceptar un desafío de una mujer.

“¡Espera! Te dije el nombre de mi escuela.” Dijo la chica. “En


nombre de la etiqueta de batalla, ¿no nombrarás la tuya?”

“¡No tengo escuela!” Yuichi respondió, un poco demasiado rápido.


Eso era lo único de lo que no quería hablar.

El nombre del estilo de artes marciales que su hermana había


elaborado era ‘Tipo Zero Artes Defensivas Extremas’, pero si tuviera
que decirlo en voz alta, perdería toda voluntad de luchar. Pensándolo
ahora, realmente debería haber hablado con ella sobre el nombre un
poco más.

“¡Oh, ho! Seguro que bromeas.” Se burló la chica. “Tu derrota aún
más inevitable se ha vuelto.”

“¿Cómo que inevitable?” Yuichi preguntó. “No hemos hecho nada


más que hablar.”

“¡Se decidió en el momento en que llegué aquí, porque tarde


llegaste tú! ¡Tal ha sido el patrón desde los días de antaño, los días de
Ganryujima! ¡Alguna vez una llegada tardía ha señalado una bandera
de victoria! ¿Bien? ¡Seguro que te molesta que no hayas pensado en
eso! ¡Deja que el estrés afecte aún más tu capacidad! Además de eso,
¡no hay circunstancias en las que alguien que no nombra su escuela
pueda ganar!”

“Mira, solo una cosa me está molestando, ¡y esa es tu forma de


hablar!” Yuichi explotó. “Si quieres una pelea, ¡adelante!”

Chiharu se rió de nuevo. “¡Entonces que empiece!” Con eso, le dio


la espalda a Yuichi y comenzó a correr a toda velocidad.

“¿Eh?” Yuichi estaba confundido.

Chiharu fue más rápida de lo que su apariencia podría sugerir; llegó


al edificio de la escuela antes de que él pudiera siquiera ordenar sus
pensamientos.

Si iba tras ella de inmediato, podría ganarle de un solo golpe por la


espalda. Por otro lado, si la dejaba escapar, tal vez no tendría que lidiar
con eso... Pero decidió no hacer eso. Si se marchaba ahora,
probablemente ella causaría problemas más tarde.

Esta vacilación fue la salvación de Chiharu... o quizás fue parte de


su plan. Si era así, tenía aplaudirle. Su actitud pomposa y de hablar
rápido y raro había reducido su entusiasmo y le había permitido actuar
como lo hizo.

Yuichi corrió rápidamente para perseguir a Chiharu. Ella estaba


fuera de vista cuando él llegó al edificio, por lo que la siguió usando la
reverberación de sus pasos. Después de caminar por el pasillo por un
tiempo, sintió una presencia en una de las escaleras que bajaban.
Yuichi nunca había estado allí antes, pero sabía que conducía a un
sótano.

Se volvió para entrar en la escalera. Chiharu ya estaba allí, parada


a medio camino. Tenía un arco enorme en la mano, un arco compuesto
utilizado en el tiro con arco de estilo occidental.

“No estoy seguro de qué comentar primero... ¿Pensé que habías


evolucionado más allá del arco? ¿Y por qué un arco al estilo
occidental?” Yuichi no pudo evitar preguntar.

Chiharu se rió entre dientes. “¡¿Bajaste la guardia, no?! Los arcos


de estilo occidental tienen más poder, ¿ves? ¡Y son más geniales!”

“¡Respeten un poco más sus tradiciones!” Yuichi gritó. Por


supuesto, Yuichi, que practicaba un arte marcial de mezcolanza, no
tenía derecho a sermonearla.

“¡Las artes marciales evolucionan para adaptarse al medio


ambiente!” Chiharu declaró. “Si existen mejores herramientas, ¡es
natural usarlas!”

Chiharu mantuvo el arco paralelo al suelo. Apenas cabría en la


escalera.

“Si hiciéramos un dibujo de esto, los otakus de tiro con arco


perderían la cabeza con las críticas...” Murmuró Yuichi.

No llevaba un yugake, el guante de tres dedos que se usaba en tiro


con arco japonés, o el guante reglamentario utilizado en el tiro con arco
occidental. Parecía decidida a tirar de la cuerda con las manos
desnudas.

“¡Extender!” Chiharu gritó mientras Yuichi todavía estaba perdido


en sus pensamientos.

Los anclajes en forma de aguja en ambas puntas del arco volaron,


golpeando la pared de concreto con un sonido tremendo. Chiharu
colocó la flecha.

No había cabeza en ella, lo que sugería que ella no estaba tratando


de matarlo... pero, aun así, era tan gruesa como una tubería de acero.
Un golpe de eso definitivamente sería incapacitante.

Luego Chiharu agarró la cuerda y la tenso, como si fuera a caer por


las escaleras. Su cuerpo se inclinó hacia atrás para quedar paralelo a la
escalera. (Esto provoco que se le subiese la falda para revelar sus
bragas, pero no estaba especialmente complacido con la vista).

“¿Crees que soy pesada sin ninguna razón?” Ella gritó. “¡El peso es
poder! ¡Sí, por eso! ¡No es en absoluto porque me encantan los
dulces!”

“Um, ¿no deberías haber hecho los preparativos para esto por
adelantado? ¿Antes de que apareciera?” Yuichi preguntó. Si este era
su plan, debería haberlo preparado de antemano y disparar en el
momento en que Yuichi llegase. Él podría estar haciendo cualquier
cosa en el tiempo que le estaba tomando a ella prepararse y explicarlo.
“¡Porque es genial, por supuesto!” Ella declaró. “¡Quería mostrar
la extensión!”

Algo en su forma de hablar le recordó a Mutsuko. Estaba teniendo


la sospecha de que, de alguna manera, su hermana mayor estaba
involucrada en este truco.

“¿Cuál es tu contramedida si trato de caminar de regreso al


pasillo?” Preguntó.

El arco estaba fijo en su lugar, por lo que no podía cambiar el


objetivo. En otras palabras, si quería evitar el ataque, todo lo que
Yuichi tenía que hacer era irse.

“Mi contramedida es... bueno... ¡ah, lo sé! ¡Diré que perdiste


porque te escapaste!” Chiharu tartamudeó, nerviosa. No parecía haber
anticipado lo que pasaría si Yuichi simplemente se marchaba, o si él
no la siguiese.

“Llegados a este punto estoy empezando a pensar que no me


importaría perder...” Murmuró Yuichi.

Aun así, odiaba perder. Ahora que se había presentado el desafío,


no quería huir. Anticipó que Chiharu también lo declararía perdedor si
intentaba detenerla antes de que disparara. Eso significaba que su única
opción era reaccionar después de que ella lo hiciera.

“¡Toma esto!” Ella gritó. El arco compuesto, estirado hasta el límite


con su peso, lanzó su flecha.
Mientras Chiharu caía por las escaleras, la flecha atravesó el aire y
dejó escapar un aullido.

Yuichi la arrebató en el aire. La flecha colgaba allí, a centímetros


de su rostro, temblando como enfurecida.

“¿Ahora podemos decir que gané?” Sabía tanto la trayectoria como


el momento, por lo que captarla había sido sencillo.

“¿Q-Qué?” Chiharu miró a Yuichi, estupefacta, desde el pie de las


escaleras. Parecía que solo tenía una flecha; ella no volvería a
dispararle.

“Urk... ah... ¡me acabo de dar cuenta de que no puedo soltar el arco
luego de haberlo fijado!” Ella exclamó. “¡No puedo llevarlo a casa así!
¡Me van a gritar!”
IMAGEN
“¿Eso es lo que te preocupa?” Yuichi tiró la flecha a un lado y luego
bajó las escaleras. Un arma que no se puede retirar después de ser
desplegada... sonaba cada vez más como el trabajo de Mutsuko.

Sabía que no era asunto suyo, pero Chiharu se veía tan patética que
decidió que la ayudaría a limpiar.

“¿Está bien romper esto?” Yuichi preguntó mientras se paraba


frente al arco.

Probablemente podría retirarlo si lo partiera en dos.

“Si es inevitable… entonces sí. Es un desperdicio, pero... sí. Iré a


buscar algunas herramientas.” Con eso, Chiharu pasó junto a Yuichi y
subió las escaleras. Una vez que llegó a la cima, se dio la vuelta. “¡Te
enamoraste, Yuichi Sakaki! ¡Todo esto era parte de mi plan! Verás,
¡los esquemas inteligentes son parte de la Escuela Dannoura! ¡Ahora
te tengo justo donde te quiero!”

“¿Esquemas? ¡Estabas entrando en pánico por esto!” Él exclamó.


Debió haber pensado en su nuevo plan cuando llegó a lo alto de la
escalera.

“¡Cállate! ¡Mientras gane, eso es todo lo que importa!” Ella gritó.


“¡Toma esto! ¡Melé Voladora Dannoura!” Chiharu saltó hacia él.

“¡Piensa un poco más en el nombre!” Él gritó.

Su enorme masa, probablemente más de 100 kg, flotaba en el aire


sobre él. Fue una vista extremadamente intimidante. Chiharu giró su
cuerpo en posición horizontal para que sus posibilidades de escapar
fueran menos probables, y voló hacia él mostrando presión corporal.

Era una trayectoria preocupante. Si seguía volando de esta manera,


lo golpearía con su masa central. Si intentaba quitarse, golpearía el
arco, e incluso si no lo hacía, se encontraría con la puerta del sótano,
que estaba cerrada.

Si iba a correr, tendría que ser de frente. Solo tenía que pasarla y
subir corriendo las escaleras.

Pero Yuichi optó por devolver el golpe. Podría atraparla si quisiera,


pero se negó a ser tan amable.

Yuichi dejó caer sus caderas, dio un paso adelante con su pierna
izquierda y golpeó con su puño izquierdo.

Era un pao tontiano, un movimiento de Bajiquan, más comúnmente


conocido como uppercut. Generalmente se usaba para golpear la
mandíbula de alguien desde abajo, en lugar de contraatacar contra una
persona gorda que saltaba hacia ti. Aun así, podría ser útil en esta
situación.

El puño de Yuichi golpeó el costado de Chiharu. Luego desató su


siguiente movimiento, retirando su mano izquierda y pateando con su
pierna derecha. El retroceso de la patada hizo que su pierna derecha
bajara y luego pateó con la izquierda.
Fue un lian huan tui, otra técnica de Bajiquan. Su masa carnosa
finalmente perdió su impulso y se fue volando hacia atrás. Chiharu
chocó con el techo y luego cayó de bruces contra la escalera.

Yuichi había ganado.

“Ugh... y-yo pierdo… lo admito...” Dijo la caída Chiharu, mirando


a Yuichi. Ella no parecía estar muy herida; sus capas de grasa deben
haber absorbido parte del impacto.

“Dijiste que soy el más fuerte aquí, así que es admirable que hayas
sido lo suficientemente valiente como para desafiarme.” Dijo Yuichi.
“Pero si quisieras poner a prueba tu fuerza, ¿no deberías haber
empezado con los más débiles y subir?”

“¡Ah!” Los ojos de Chiharu se agrandaron. “¡Pensé que, si


derrotaba a la persona más fuerte, significaría que mi nivel de poder
estaba por encima de 18.000! Esa idea me vino a la cabeza y pronto
me volví incapaz de pensar en otra cosa. ¡También pensé que resolver
las cosas con una batalla podría ahorrarme tiempo!”

Bueno, no parece una mala persona... un poco ridícula, pero...

“Está bien, lo que sea, pero ¿ya estás satisfecha?” Estaba bastante
seguro de que ella estaba admitiendo la derrota, pero tenía que estar
seguro.

“¡Ngh! ¡Mátame!” Ella chilló.

“¡¿Qué demonios?!”
“¡El ganador tiene derecho a hacer lo que quiera con el perdedor!
¡M-Mátame! ¡Estoy lista! ¡Haz lo que quieras!” Mientras hablaba, se
abrió la camisa. Tenía un busto bastante amplio, pero eso puede
deberse a su circunferencia general. Era difícil saber cuánto eran senos
y cuánto era grasa.

¿Cree que voy a abusar de ella porque perdió? Yuichi pensó con
incredulidad. Ella debe haber estado jugando demasiados juegos
porno...

“Um... lo siento, pero prefiero no hacerlo.” Se disculpó Yuichi con


cansancio.

“¡Muy bien! ¡Entonces te dejaré unirte a mi harem inverso!”


Chiharu no pareció inmutarse por la negativa de Yuichi.

“¿Me acabas de degradar?” Estalló. “¿Y harem? ¿Estás bromeando,


verdad?”

“¡Te unirás a tres tortugas y un Pomerania!” Ella declaró.

“¿Tortugas y un perro? ¡Esos son solo mascotas!”

“¡No subestimes al Pomerania! ¡Tiene lo que se necesita para


sobrevivir en Tokyo Jungle!” Ella declaró.

“¡En realidad, no pueden vencer a los caimanes y leones en la vida


real! Pero supongo que debería conseguir algo por golpearte... Oye,
¿podrías responderme algunas preguntas?” Preguntó.
“Un interrogatorio, ¿eh? ¡Dale! ¡Responderé incluso a las
preguntas más embarazosas!” Como de costumbre, ella se apresuraba
a sacar conclusiones desagradables, pero él decidió ignorar esto y
seguir adelante. Solo tenía que tratar con ella de la forma en que trataba
con su hermana.

“¿Cómo terminaste con esos ojos? No naciste con ellos, ¿verdad?”


Preguntó.

“No.” Dijo ella. “Despertaron en mí durante las vacaciones de


verano, sin previo aviso.”

“¿Alguien te los dio?”

“No, nadie lo hizo. Si hubiera experimentado un evento tan


increíble, ¡me gustaría repetirlo ahora!”

Parecía que tampoco se los había dado un Exterior. No estaba


seguro de si esto tenía algo que ver con el Dios Maligno, pero si ella
estaba poseída por una Vasija de Dios, podría avisarle cuando estaba
ocurriendo la resonancia.

“Ese arco que tenías.” Dijo. “¿Lo hiciste tu?”

“Mi senpai, Sakaki, me lo hizo.” Dijo.

“Maldita sea, Nee-chan... ¿Por qué tienes que dar cosas peligrosas
a los locos?” Yuichi se llevó una mano a la frente y miró al suelo. Él
lo sabía. Su hermana era la única persona que conocía que hubiera
hecho algo así.
“¿Me desafiaste a una pelea sabiendo que era el hermano menor de
Mutsuko Sakaki?” Preguntó.

“¡¿Qué?! Es verdad, ¡tú también eres un Sakaki! ¡Qué tonta he


sido!” Su sorpresa fue exagerada, pero no pareció ser una mentira.

“Oh, vamos. Deberías haberte dado cuenta...” Suspiró.

“Me temo que no es tan fácil.” Dijo. “Sakaki no es un apellido


inusual.”

“Comparado con Dannoura, supongo que no lo es.” Dijo. “Por


cierto, nunca te había visto antes. ¿En qué clase estas?”

“1-G.”

“Oh, el plan de estudios de música.” Dijo. La Escuela Secundaria


Seishin tenía un plan de estudios general, así como un plan de estudios
de música y un plan de estudios de economía. De la A, a la F eran
cursos generales, G era música y H era economía. Como tenían
diferentes requisitos, los cursos generales y los cursos de música se
movían en diferentes momentos. Eso explicaría por qué Yuichi nunca
la había visto antes.

“También estoy en el Club de Coro.” Dijo. “Las que me llamaron


antes son mis amigas del Club de Coro.”

“¿Qu...? ¿Qué?” Yuichi preguntó consternado.

“¿Qué? ¿Por qué te ves tan abatido?” Ella chilló.


Era natural que Chiharu no entendiera su reacción. Yuichi todavía
quería unirse al Club de Coro. Pero saber que Chiharu estaría allí le
hizo detenerse.

“Nada... Estaba pensando... que la vida puede ser realmente


injusta.” Dijo malhumorado. “De todos modos, me voy ahora. Por
favor, deja los desafíos, ¿de acuerdo?” Yuichi subió las escaleras
encorvado y dejó el sótano atrás.

✽✽✽✽✽

Cuando Yuichi volvió a encontrarse con Aiko, estaba actuando de


manera muy extraña.

“¿Entonces? ¿La rechazaste? ¿Qué pasó? ¿Y por qué te ves tan


triste?” Aiko parecía molesta. Ella era una chica sencilla, así que,
naturalmente, su primera pregunta fue si la había rechazado o no.
Cuando vio a la chica huir y Yuichi correr tras ella, Aiko no estaba
segura de si debía perseguirlos o no. Pero, al decidir que las cosas se
pondrían mal si la veían, había decidido esperar donde estaba.

Todo el tiempo que había estado esperando, había estado


absolutamente inquieta. No parecía que nadie estuviera confesando su
amor, pero esa había sido la persona que le había enviado la carta de
amor. Sin idea de lo que estaba pasando, Aiko había pasado todo el
tiempo en ascuas.

“Oh. Gané.” Dijo Yuichi.


“¿Eh?” Preguntó Aiko, insegura de cómo se podía ‘ganar’ una
confesión de amor.

“Realmente no lo entiendo, pero... oye, ¿por qué me miras?”

Yuichi estaba mirando a Aiko con una expresión de incredulidad y


alivio simultáneos. Sintiéndose avergonzada, Aiko bajó los ojos por
reflejo y lo miró.

“Oh... estaba pensando, eres tan agradable y compacta, Noro.”


Dijo. “Realmente me hace sentir seguro.”

“¿C-Compacta? ¿Seguro?” Aiko dijo vacilante, sin saber si eso era


un cumplido o no.

No fue hasta algún tiempo después que se dio cuenta de que él


básicamente la llamaba pequeña.
Capítulo 4:
Cuarta Semana de Octubre: El Yokai Ladrón de
Favoritos

“Yokai... ¿ladrón de favoritos?” Yuichi ladeó la cabeza. Gracias a


los pasatiempos de su hermana, Yuichi conocía los nombres de los
yokai principales, pero nunca había oído hablar de este.

Estaban en la sala de reuniones del Club de Supervivencia después


de clase. Como de costumbre, Mutsuko estaba de pie frente a la pizarra,
que actualmente estaba inscrita con nombres de yokai de los que nunca
había oído hablar: Examinador Azul, Reanudar Relanzamiento,
Ladrón de Favoritos, Auto Aceptador, Pinza de Pared, y así
sucesivamente.

Las personas en la habitación eran Mutsuko, Kanako, Yuichi y


Aiko. Últimamente Natsuki no se había presentado al club; cada vez
que terminaba la clase, ella se dirigía directamente a casa. Yuichi
estaba un poco preocupado por ella.

El tema de la reunión del club de hoy eran los yokai.

“¡Sí! ¡Es un yokai que últimamente ha estado causando muchos


problemas a la gente!” Declaró Mutsuko.

“¡Sí! ¡Es muy aterrador!” Kanako estuvo de acuerdo, uniéndose.


“A juzgar por los nombres, todos suenan como yokai bastante
tristes.” Dijo Yuichi. “Como ese volteador de almohadas.”

“¿El makura-gaeshi? De hecho, ese es un yokai muy temible.” Dijo


Mutsuko. “Hace mucho tiempo, se pensaba que las almas humanas
dejaban sus cuerpos mientras dormían, para viajar al mundo de los
sueños. ¡La almohada era la puerta de entrada! Entonces, si le das la
vuelta a la almohada de alguien mientras está durmiendo, ¡su alma no
podría regresar a su cuerpo y moriría! Por supuesto, se han olvidado
todas las cosas sobre el alma, por lo que ahora darle la vuelta a la
almohada de alguien suena como una broma tonta.”

Yuichi recordó que Makina mencionó algo sobre el yokai con el


que había peleado durante las vacaciones de verano como una subclase
de volteador de almohadas. Ese tipo parecía comer almas, así que
Yuichi se preguntó si tenía algo que ver con esta leyenda de la que
hablaba Mutsuko.

“Pero a medida que las leyendas van a la deriva y son abandonadas,


los yokai también pierden su poder.” Dijo Mutsuko. “¡Se cree que
ahora, a los volteadores de almohadas no les queda mucho poder! ¡Pero
no los ladrones favoritos! ¡Solo se han vuelto más aterradores! Hay
personas que creen que los yokai existen para explicar fenómenos
inexplicables, por lo que es natural que veamos llegar nuevos yokai a
medida que avanza la civilización. En otras palabras, ¡es una nueva
generación de yokai para la era de Internet!”
“¿Oh?” Yuichi preguntó desinteresadamente. “Entonces, ¿qué
cosas interesantes hacen?”

“¡Deshacen tu seguimiento de Twitter!” Mutsuko proclamó con


una expresión de terror.

“Uh... ¿entonces? Si dejas de seguir a alguien, síguelo de nuevo.”


Yuichi estaba estupefacto por lo inútil que sonaba.

Aiko, por su parte, parecía confundida.

“¿Qué estás diciendo?” Exclamó Mutsuko. “¡Dejas de seguir sin


darte cuenta! La persona a la que dejaron de seguir estará como: ‘¿Por
qué dejaron de seguirme? ¿Me odian?’ ¡Socava las relaciones
humanas! ¡Dificulta la comunicación! ¡Es un yokai terrible!”

“Um, si son realmente amigos, probablemente podrían decir ‘lo


siento’ y arreglarlo...” Sugirió Aiko. Ella no pareció comprender el
peligro que corría.

Yuichi sintió lo mismo; parecía bastante fácil para dos personas


superar algo así.

“Pero no es solo eso... lo que hacen en Twitter es solo un trabajo


secundario.” Dijo Kanako, con un tono escalofriante. “¡El verdadero
horror es cuando te quitan tus favoritos en los sitios de ficción de
Internet! Trabajé duro para mejorar mis historias y obtener más
favoritos, y luego, de repente, simplemente ya no están. Es
absolutamente terrible...”
Cuando a un lector de un sitio de ficción le gustaba una historia y
quería leer más, la agregaba a sus favoritos. Tener tu historia agregada
a los favoritos de muchas personas, en otras palabras, tener una gran
cantidad de ‘favoritos’, fue una prueba de la popularidad de tu trabajo.
Las clasificaciones también se basaron en favoritos, por lo que
aumentarlas era uno de los objetivos del autor aficionado.

“Tal vez simplemente se los quitaron porque empezaron a


encontrar la historia aburrida...” Dijo Yuichi sin pensarlo, y luego se
arrepintió de inmediato.

Kanako apartó los ojos en estado de shock y luego inclinó la cabeza


con tristeza.

“¡Oh, Yu, eres tan malo! ¡Heriste los sentimientos de Orihara!”


Exclamó Mutsuko.

“¡Sakaki! ¡Eso fue demasiado lejos!” Estalló Aiko.

“¿Eh? Oh, eh, lo siento...” Yuichi se disculpó sinceramente


mientras ambas lo reprendían.

Lo superaban en número, por lo que poner excusas no funcionaría,


y esta vez realmente estaba equivocado.

Pero Mutsuko continuó con el asunto. “¡Yu! ¡Una mera disculpa no


restaurará la sonrisa de Orihara!”

“U-Um, bueno, si salieras conmigo de nuevo para investigar más...”


Kanako levantó tímidamente la cara, sugiriendo que el golpe no había
sido tan grande.
“Um, aunque ayudarte a investigar no restaurará los favoritos
perdidos.” Señaló Aiko. “Además, tu libro ya está publicado. ¿Por qué
necesitas favoritos en un sitio web?” Su voz era tranquila, pero parecía
un poco amarga por todo el asunto.

“O-Oh, pero... oh, ¡es cierto! ¡La popularidad de Internet puede


afectar las ventas! Así que necesito investigar para hacerme más
popular...” La voz de Kanako continuó encogiéndose, probablemente
porque el libro que estaba escribiendo actualmente no requería
investigación. En ese sentido, Kanako fue muy honesta.

No dispuesto a permanecer encerrado en la atmósfera incómoda,


Yuichi se puso de pie e hizo la declaración. “¡Bueno! Así que tengo
que darle una paliza a este yokai ladrón de favoritos, ¿verdad?”

Realmente no lo entendía, pero si era lo que le quitaba los favoritos,


golpearlo debería resolver el problema.

“No estoy segura de que este sea un problema que puedas resolver
con un puñetazo...” Murmuró Aiko.

Yuichi fingió no escuchar.

Después de terminar las actividades del club, Yuichi, Mutsuko y


Aiko se dirigieron a un cibercafé en el distrito comercial.

Kanako decidió irse a casa temprano, diciendo que no debería


quedarse fuera demasiado tarde.

“Entonces, ¿este yokai ladrón de favoritos hace su piratería aquí?”


Yuichi preguntó con sospecha.
Era muy difícil de creer. ¿Por qué un yokai pasaría el rato en un
lugar como este?

“¡Sí, estoy segura!” Declaró Mutsuko. “Realicé una investigación


escrupulosa y descubrí que los recientes robos de favoritas se han
realizado en este café.” Señaló con audacia el cibercafé.

Una pancarta con las palabras: ‘¡El más barato de la ciudad!’,


colgada frente a la entrada.

Cuando Yuichi había dicho que golpearía al ladrón de favoritos,


Mutsuko había comenzado a realizar algún tipo de investigación en la
computadora del salón del club. Al parecer, había encontrado al ladrón
de favoritos muy rápidamente.

“Um, ¿cómo lo sabes?” Aiko preguntó con incertidumbre. Aiko no


era particularmente conocedora de Internet, por lo que era natural que
no lo entendiera.

“¡Pirateé el servidor del sitio de ficción y verifiqué el historial


personal de todos los usuarios que recientemente habían eliminado sus
favoritos!” Declaró Mutsuko. “¡Allí encontré un patrón muy
sospechoso! ¡Un número poco natural de usuarios accedía a Internet
desde la IP del cibercafé cuando eliminaron sus favoritos! ¡Tiene que
estar conectado!”

“Nee-chan, ¿podrías no proclamar tus delitos lo suficientemente


alto para que todos lo escuchen?” Yuichi preguntó con cansancio.
Los tres entraron en el café, se registraron y se dirigieron a una
cabina abierta. Aiko miraba a su alrededor con curiosidad; nunca antes
debió haber estado en un cibercafé.

Con bebidas en la mano, tomaron asiento.

“¿Te dirá esa cosa la cabina dónde está el yokai? ¿Y segura que está
aquí?” Preguntó Aiko, sonando como si realmente no entendiera nada.

“No hay problema.” Dijo Mutsuko con confianza. “Parece que


todavía está en la red en este momento. Planté algún software espía en
el servidor que me está proporcionando información en tiempo real.
Parece que está deshaciendo favoritos a velocidades tremendas, ¡así
que solo necesitamos encontrar a alguien que parezca que está
haciendo eso!”

Mutsuko mostró su teléfono inteligente con orgullo. Líneas


incomprensibles de letras y números cruzaban la pantalla. Yuichi no
tenía idea de lo que le estaba mostrando, pero tenía un vago indicio de
que probablemente era ilegal.

“Aun así, ¿de verdad alguien haría tal cosa en público?” Yuichi
preguntó. “Si tiene una habitación privada, no podemos simplemente
irrumpir...” Yuichi miró a su alrededor.

Él estaba ahí.

Había una persona en una cabina abierta en la esquina, ocupada


manipulando su computadora. Por encima de la cabeza de la persona
estaban las palabras ‘Ladrón de Favoritos’.
Eso eliminó toda duda. Yuichi no sabía si esta persona era un yokai
o no, pero claramente estaba jugando en Internet.

“Es él.” Yuichi señaló subrepticiamente.

“¿Eh?” Preguntó Aiko. “¿Cómo hiciste...? ¡Oh, sí! Por supuesto


que lo sabrías.” El Lector de Almas de Yuichi le permitió leer las
palabras sobre la cabeza de alguien e identificar qué eran. Era un
talento extremadamente útil para una situación como esta, aunque si
alguna vez terminaba en una historia de misterio, probablemente sería
insoportable.

“Bueno, ahora que lo hemos encontrado, ¿qué hacemos?” Yuichi


preguntó. No podía simplemente atacar a alguien en medio de un
cibercafé.

“¡Vamos a llevarlo a casa!” Declaró Mutsuko. “¡Entonces lo


interrogaremos sobre la eliminación de los favoritos de Orihara!”

“Llevarlo a casa... eso no me termina de convencer...”

“¡Está bien! ¡Es un yokai! ¡Está bien secuestrarlos y confinarlos!”


Anunció Mutsuko.

“No estoy... seguro de estar de acuerdo con eso...”

Parecía incorrecto decidir que un tipo que está jugando con una
computadora en un cibercafé debe ser un yokai y secuestrarlo. Pero
solo mirarlo no estaba resolviendo nada, así que Yuichi decidió hablar
con el ladrón de favoritos.
Lentamente, Yuichi se acercó.

El ladrón de favoritos era pequeño de estatura, con una capucha que


le cubría la cara. El hecho de que no pudieras ver su rostro de un vistazo
sugirió que estaba tratando de ocultarlo.

“Hola. ¿Puedo hablar contigo?” Yuichi preguntó.

El ladrón de favoritos no respondió, demasiado absorto en su


computadora.

Molesto, Yuichi alcanzó la capucha.

“¡¿Qué estás haciendo?!” Gritó la persona, volviéndose enojada.

“¿Eh?” Yuichi hizo una pausa por un minuto.

Se había confundido, era una chica.

El hecho de que ella claramente no era humana se sumó a la


sorpresa de Yuichi: tenía orejas redondas en la parte superior de la
cabeza.
IMAGEN
“¡¿Ah?!” Al darse cuenta de que había visto sus orejas, la chica
rápidamente volvió a ponerse la capucha y se puso de pie presa del
pánico.

Lo siguiente que supo fue que ella estaba corriendo hacia la puerta
del cibercafé.

“¡¿Qué tengo que hacer?!” Yuichi gritó.

“¡Perseguirla, por supuesto!” Mutsuko declaró heroicamente.

Yuichi y los demás salieron volando del cibercafé en su


persecución.

“¡No puedo decir qué camino tomó!” Yuichi gritó.

Justo afuera del café estaba la multitud del distrito comercial. Sería
difícil encontrarla en medio de tanta gente.

“¡Sakaki! ¡Las palabras! ¡Busca las palabras!” Gritó Aiko.

“¡Oh, es cierto!” A instancias de Aiko, Yuichi comenzó a mirar


alrededor.

Pudo ver la etiqueta ‘Ladrón de Favoritos’ retirándose en la


distancia.

“¡Por allí!” Yuichi señaló en la dirección en la que iba la chica.

Era difícil arreglárselas con tanta gente pasando, pero la chica


estaba en el mismo barco. La persecución duró un tiempo sin cambios
en la distancia entre ellos.
A este ritmo era posible que se escapara. Pero justo cuando Yuichi
comenzaba a entrar en pánico, la situación cambió.

La chica fue abordada por alguien que la condujo a una calle


secundaria.

“¿Qué pasó?” Él se preguntó.

“Parecían como si se conocieran... Quizás, ¿amigos yokai?”


Preguntó Aiko.

“Parecía un poco más amenazante que eso...” Dijo.

Doblaron por el callejón para perseguir a la chica.

“¡Oye! ¡Déjame ir!” Gritó la chica.

“¿Qué, ni siquiera recibo un hola? ¿Eh? ¿Olvidas quién es tu


superior?” La persona que había agarrado a la chica era un hombre alto
y desgarbado con accesorios plateados tintineando por todo su cuerpo.
No se veía como una persona respetable. Sobre su cabeza estaban las
palabras ‘Comadreja Guadaña’.

“La Comadreja Guadaña es un yokai, ¿verdad?” Yuichi preguntó.

“¿Eh? ¡Imposible! ¿Eso es lo que es?” Exclamó Mutsuko. “¡Eso es


un kama-itachi, un yokai realmente importante! ¡Pero tiene un aspecto
tan deprimente! ¡Se ve como tu matón estándar!”

Se preguntó qué imagen había tenido ella del kama-itachi que había
impulsado a Mutsuko a criticar a un hombre que veía por primera vez.
La ‘comadreja guadaña’ o ‘kama-itachi’ era, como su nombre lo
sugería, una comadreja yokai con guadañas en lugar de manos. Pero a
diferencia del ladrón de favoritos, este parecía humano de un vistazo.

El hombre soltó a la chica y la golpeó con rudeza contra la pared.

El golpe claramente la había dejado atónita. Luciendo como si


estuviera sufriendo, se encontró con los ojos de Yuichi.

“¡Chicos, corran! ¡No es momento de perseguirme!” Gritó la chica,


claramente al borde de su ingenio.

“¿Eh? ¿Fuiste seguida por humanos?” Preguntó la comadreja


guadaña. “Enana patética... Ah, bueno. Maldigan su mala suerte y
ríndanse, humanos…” El kama-itachi sonrió inquietantemente
mientras avanzaba hacia ellos.

✽✽✽✽✽

El osaki era un yokai que se decía que tomaba la forma de una


comadreja. Existió para explicar las disparidades en la riqueza.

En los viejos tiempos, los negociantes llegaban a las aldeas para


comprar diversos recursos. Cuando estos negociantes decidieron el
precio de los bienes que estaban comprando, utilizaron balanzas. Al
yokai conocido como osaki le gustaban las balanzas, y se sentaba
encima de ellas siempre que tenía la oportunidad.

A algunos osaki les gustaba sentarse en el lado del plato de la


báscula, mientras que a otros les gustaba posarse en el peso. Por lo
tanto, a una casa que tuviera un osaki viviendo en el plato de su balanza
se le pagaría un poco más por sus bienes, mientras que a las casas con
un osaki viviendo del peso se le pagaría un poco menos.

La razón por la que se ideó este yokai fue para evitar la discordia
en estos pequeños bandos. Dos personas pensaron que estaban
haciendo lo mismo, pero obtuvieron resultados diferentes: una casa se
volvió rica, mientras que una casa se volvió pobre.

En realidad, vieron resultados diferentes porque estaban haciendo


cosas diferentes, pero no había forma de que lo supieran. Solo estaban
tratando de evitar la discriminación y los celos que provenían de las
diferencias de riqueza. Al dejar sabiamente las cosas vagas, los
aldeanos de alguna manera se las habían arreglado para salir adelante.

No había diferencia en las familias mismas, habían afirmado. Todo


se reducía a qué tipo de osaki vivía contigo.

Esa fue la razón por la que nació el yokai osaki.

✽✽✽✽✽

“¡Y así, el osaki se ha adaptado al entorno moderno de Internet y se


ha convertido en el ladrón de favoritos!” Declaró Mutsuko.

“S-Sí.” Dijo el ladrón de favoritos. “No es como si lo estuviera


haciendo para ser cruel. Solo trato de evitar los sentimientos de
injusticia dejando que la gente me culpe por sus favoritos perdidos.
Básicamente soy como... sí, ¡un chivo expiatorio! ¡Un cordero de
sacrificio!”

“Pero eres una comadreja.” Dijo Mutsuko.


Las orejas redondas en la parte superior de su cabeza se parecían a
las de una comadreja, pero Yuichi no sabía lo suficiente sobre animales
para juzgar de un vistazo si eran orejas de comadreja.

“A mis ojos parecías estar trabajando muy duro.” Señaló Aiko, su


comportamiento frío.

Yuichi, Mutsuko, Aiko y el ladrón de favoritos estaban en la


habitación de Yuichi en el segundo piso de la casa Sakaki. Yoriko
había dicho que saldría con amigos antes de volver a casa, así que en
este momento no estaba aquí.

“B-Bueno, me gusta imaginar las caras de las personas que actúan


deprimidas después de que sus favoritos caen.” Dijo el ladrón de
favoritos con una sonrisa maliciosa.

“Pero, ¿por qué siempre lo haces desde el mismo cibercafé?”


Yuichi preguntó. “Sería más difícil rastrearte si lo cambiaras un poco.”

“Ese lugar es el más barato de la ciudad... pero tendré más cuidado


de ahora en adelante.” Dijo.

“Supongo que los yokai también tienen sus preocupaciones...”


Aiko, por alguna razón, parecía comprensiva.

“¡Pero guau, estoy impresionado de que hayas vencido a esa


comadreja guadaña!” Exclamó la chica. “¡Son los más fuertes que hay
en el negocio de las comadrejas! ¡Nunca había visto a un yokai ser
apalizado de esa manera! ¡Fue realmente impresionante!”
“¿Qué más hay en ‘el negocio de las comadrejas’?” Yuichi
preguntó.

“Supongo que te las arreglaste para resolverlo con los puños,


Sakaki...” Dijo Aiko con un suspiro de cansancio.

Yuichi había derribado al kama-itachi con una sola patada frontal.


Había estado a punto de hacer algo, pero Yuichi no tenía intención de
esperar a ver qué era. Después de haber derrotado al kama-itachi, el
ladrón de favoritos había estado feliz de hacer lo que dijera, así que la
llevaron de regreso a la casa de Yuichi.

“¡Oh! Pero las comadrejas guadaña son en realidad un trío.” Dijo


Mutsuko. “Las dos restantes podrían volver para vengarse...”

El yokai kama-itachi existió para explicar cortes repentinos e


inexplicables que la gente tenía cuando caminaba.

Originalmente se les conocía como kamae-tachi (‘espada


preparada’), pero ese término se había corrompido a ‘kama-itachi’
(‘comadreja guadaña’). Como sugiere el nombre, originalmente no
tenía nada que ver con las comadrejas.

Había muchas leyendas sobre los kama-itachi, y una de ellas era


que actuaban como tríos: una para hacer tropezar a la persona, otra para
cortarla y otra para aplicarle medicina para que la herida no sangrara.

“Pero realmente no entiendo el punto.” Dijo Yuichi. “¿Por qué


hacer todo lo posible para curar la herida después de que la causaron?”
Estaba ahí para explicar por qué las heridas no sangraban, pero aun
así se sentía bastante al azar. Deseaba que la gente pensara un poco
más en estas cosas.

“No estoy segura.” Dijo la chica. “Nunca me lo han dicho. Soy el


escalón más bajo en el negocio de las comadrejas, por lo que no es
como si pudiera tener conversaciones en profundidad con el kama-
itachi. Casi siempre me intimida, como viste antes...”

“En serio, ¿qué es ‘el negocio de las comadrejas’?” Yuichi


preguntó. “¿Qué negocio es ese?”

El ladrón de favoritos todavía no había respondido a su pregunta


sobre eso.

“¡Yu, es simple!” Declaró Mutsuko. “¡La curación al final fue su


objetivo desde el principio! ¡En realidad no se preocupan por los
tropiezos y cortes! La curación es su objetivo, ¡porque están probando
la efectividad del medicamento! ¡Están investigando ungüentos para
heridas!”

“Los kama-itachi están ahí para explicar las heridas repentinas,


¿no?” Yuichi preguntó. “¿No crees que lo estás entendiendo al revés?”
Su explicación planteó preguntas sobre cuándo finalmente darían
frutos su investigación. “Bueno, la tenemos aquí. ¿Qué hacemos ahora,
Nee-chan?”
“Buena pregunta.” Dijo Mutsuko. “Sabemos que ahora es una
osaki, ¡así que la respuesta es simple! ¡Solo tenemos que hacer un
osaki-barai!”

Osaki-barai: un ritual para sacar un osaki de la balanza en la que


estaba sentado. Se decía que los aldeanos de antaño se tomaban esos
rituales muy en serio.

“¡Oye, dame un respiro!” Dijo rápidamente el ladrón de favoritos.


Probablemente no quería someterse a tal ritual.

“No lo hagamos.” Dijo Yuichi. “Me sentiría mal exorcizándola.


Solo tenemos que hacer algo con los favoritos de Orihara... así que deja
de hacer cosas para entristecer a Orihara, ¿de acuerdo?”

“Tú eres quien la entristeció, Yu.” Dijo Mutsuko.

“¿Podrías dejar de mencionarlo?” Yuichi no pudo evitar hacer una


mueca. “Me disculpé, ¿de acuerdo?”

“Muy bien. ¡Nunca volveré a interferir con esta persona Orihara!”


El ladrón de favoritos juró con seriedad.

El día siguiente...

“¡S-Sakaki! ¡Es el número uno! ¡Soy el número uno!” Kanako se


apresuró a entrar en la sala del club en un nervioso, teléfono celular en
mano.

Yuichi, Mutsuko y Aiko miraron la pantalla del teléfono celular. El


ranking del sitio de publicación de ficción estaba en él, y la historia de
Kanako ¡Mi Lord Demonio es Muy Linda para Matarla y Ahora el
Mundo Está en Peligro! Ocupó el puesto número uno del día.

“E-Esto es...” Los ojos de Mutsuko se abrieron con sorpresa.


“¡Orihara! ¡Este es el trabajo del yokai de favoritos!”

“¡¿Qué?! ¿Qué es eso? ¿No es bueno si los agrega?” Kanako


parecía completamente feliz por eso, y por lo tanto tenía dudas sobre
la reacción de Mutsuko.

“¡Es un yokai nuevo y malo que acaba de aparecer!” Ella exclamó.


“Crea múltiples cuentas y aumenta tus favoritos desde un solo punto
de acceso, lo que hace que parezca que el autor de la novela está
haciendo algo sospechoso. ¡Es más peligroso que el ladrón de
favoritos, ya que las cuentas acusadas de sesgar las clasificaciones
podrían eliminarse!”

“Um... Nee-chan... todo lo que estás diciendo es de mala


educación.” Dijo Yuichi. “¿Quizás solo tuvo un aumento en
popularidad?”

Aun así, cuando consideró lo que había sucedido ayer, Yuichi


encontró su teoría bastante plausible.

“Um... ¿crees que podría haber sido ese yokai?” Preguntó Aiko.

“Tal vez ella estaba tratando de expiarse...”

Yuichi y Aiko intercambiaron una mirada.

“¡¿Es estúpida?! ¿Y si borran su cuenta?” Yuichi siseó.


“Sí, va demasiado lejos...” Aiko asintió en voz baja.

Probablemente este fue el trabajo del ladrón de favoritos; los dos


estaban seguros de eso.

Los favoritos que habían aumentado tan repentinamente declinaron


inmediatamente. El sitio de ficción debe haber intervenido y tomado
medidas.

Kanako no recibió ningún castigo. Eso era natural, ya que en


realidad no había hecho nada malo. Además, si su cuenta hubiera sido
eliminada por cargos falsos, Mutsuko probablemente habría tomado
medidas.

Aun así, tal vez porque había llamado la atención por ello, sus
favoritos aumentaron un poco en el gran esquema de las cosas. Y
después de eso, Kanako nunca volvió a sufrir un aumento repentino o
una caída en los favoritos.

¡Pero el ladrón de favoritos todavía podría estar ahí afuera, robando


tus favoritos, seguidores, y me gustas...!

Qué yokai tan molesto… pensó Yuichi.


Capítulo 5:
Quinta Semana de Octubre: Mika

“Soy Mika, y estoy justo detrás de y... ¡bwaaaaah!”

En el momento en que apareció detrás de Yuichi, atacó con un puño


trasero.

Sus sentidos le dijeron que no se había acercado sigilosamente


detrás de él; en realidad había aparecido de la nada. Eso significaba
que era una especie de ser sobrenatural, lo que significaba que no tenía
que contenerse.

Un segundo después, Yuichi se dio la vuelta, teléfono inteligente


en mano. La cosa que había enviado a volar había chocado contra la
pared y ahora estaba inerte en el piso.

“¡¿Qué pasó?!” Gritó Mutsuko, llegando a la habitación de Yuichi


a toda prisa.

Yoriko, quien asumió que había estado abajo viendo la televisión,


apareció un momento después.

“Yu... ¡¿Trajiste otra chica a casa?!” Dijo Mutsuko con asombro


teatral.

La persona que golpeó la pared y luego se cayó era una niña


pequeña.

“¡No lo digas así!” Replicó él.


No es como si fuera su culpa. No iba a llevar niñas a su casa.

Simplemente parecían seguirlo.

Yuichi miró a la chica inconsciente.

Llamarla niña parecía un poco engañoso. Parecía estar en cuarto


grado y estaba arreglada exactamente como la muñeca Vístela Mika.
Las palabras ‘Muñeca Mika’ también colgaban sobre su cabeza, así
que probablemente eso era exactamente lo que era.

“¡Hora de una reunión familiar!” Declaró Mutsuko.

“¡¿Otra vez?!” Yuichi gritó de frustración.

Yuichi no había estado involucrado personalmente en lo que había


causado todo esto, pero todo había comenzado hace unos días.

Estaban teniendo su reunión del Club de Supervivencia en la


habitación habitual, donde por una vez, Mutsuko estaba discutiendo
algo relevante para la supervivencia. Hoy asistieron cinco: Mutsuko,
Kanako, Aiko, Natsuki y Yuichi.

“¡Hoy vamos a aprender técnicas de defensa personal!” Declaró


Mutsuko.

“Vaya, eso es bastante propio de un Club de Supervivencia.” Gruñó


Yuichi. De hecho, todavía sentía que no estaba del todo ahí, pero se
tragó su objeción. El club era realmente solo un lugar para que
Mutsuko hiciera lo que quisiera.
“¡Esta será una clase para las damas! Nuestro club está lleno de
chicas lindas, ¡cualquiera de las cuales sería un objetivo tentador para
raros peligrosos! ¡Así que me gustaría enseñarles cómo lidiar con los
manoseadores!”

Yuichi miró a Natsuki. Ciertamente era una chica bonita, pero no


podía imaginar que necesitara tales contramedidas.

“¿Qué?” Natsuki miró a Yuichi, sus fríos ojos reflejaban su habitual


emoción incognoscible.

“Um, estaba pensando que probablemente ya sabes cómo lidiar con


los manoseadores...”

Natsuki era una luchadora habilidosa. Tu pervertido diario no


tendría ninguna posibilidad contra ella. Incluso uno sobrehumano,
probablemente podría manejarlo.

“¿De verdad? Estaba pensando que me gustaría aprender a lidiar


con los acosadores.” Dijo Natsuki.

“¡Dejas que uno viva en tu casa!” Gritó Yuichi.

Había un hombre que sirvió como subordinado de Natsuki en sus


asesinatos en serie. Yuichi no conocía los detalles de su relación, pero
parecía como si vivieran juntos.

“Creo que los acosadores son algo diferente.” Dijo Mutsuko. “Eso
no es realmente un problema de autodefensa... Ah, Yu, es posible que
no tengas mucho que hacer esta vez.”
“Sí, supongo que no.” Coincidió Yuichi. En este punto realmente
no necesitaba técnicas de autodefensa.

“¡Lo que significa que puedes ser el manoseador! ¡Ven aquí y mira
a tu hermana con tus ojos bestiales de deseo desenfrenado!” Gritó
Mutsuko.

“¿No puedes decirlo de otra manera?” Yuichi se acercó a la pizarra


para pararse frente a Mutsuko. La sala del club estaba llena de
desorden, por lo que este era el único lugar donde tendrían suficiente
espacio para moverse.

“¡Perfecto! Bueno, yo lo llamo autodefensa, pero para ser honesta,


¡los trucos provisionales de autodefensa no te serán de ninguna
ayuda!” Declaró Mutsuko.

“¡¿De verdad acabas de decir eso?! Entonces, ¿qué sentido tiene la


clase?”

“Por lo tanto, podría pensar que es solo una cuestión de tener más
información y conocimiento, ¿verdad?” Añadió Mutsuko. “Pero
todavía escuchas sobre chicas con muchos años de experiencia en artes
marciales perdiendo contra chicos que no son nada más que fuertes.”

“Um, ¿estás diciendo que nada de esto tiene sentido?” Preguntó


Aiko.

Yuichi estuvo de acuerdo. Si pudieras perder incluso después de


años de entrenamiento, era difícil imaginar cuál sería el punto de
aprender.
“Bueno, y esto no se trata solo de mujeres, sí terminas
enloqueciendo en una situación de conflicto real, no hay una técnica
que te sirva de nada.” Dijo Mutsuko. “¡Así que lo primero que hay que
aprender es la presencia mental! ¡Eso es lo que necesitas! ¡Que no
cunda el pánico! ¡Si no aprendes eso, cualquier técnica de autodefensa
será inútil!”

Presencia mental. Era fácil de decir, pero mucho más difícil de


lograr.

¿Qué tan bien podrías mantener la cabeza en una situación de


combate real? Yuichi había pasado por bastantes en su tiempo, e
incluso él no podía dar fe de haberlo hecho perfectamente.

“Entonces, si un pervertido te ataca, lo primero que debes intentar


hacer es correr.” Dijo Mutsuko. “¡Ni siquiera pienses en defenderte!
Lo siguiente que se debe hacer es pedir ayuda. Eso también es algo que
solo puedes hacer si estás tranquila.”

“Este es un consejo más sensato de lo que esperaba de ti, Nee-


chan...” Yuichi estaba impresionado. Había asumido que ella estaría
desplegando los movimientos asesinos con alegría.

“¡Cállate! Ah, y cuando pidas ayuda, ¡es mejor gritar ‘fuego’ que
‘ayuda’!” Añadió Mutsuko. “Aumenta la posibilidad de que alguien
venga. Por supuesto, el aislamiento psicológico que se observa en las
ciudades modernas sugiere que la gente podría no venir ni siquiera
entonces, ¡así que es bueno conocer al menos algunas técnicas de
autodefensa que puedes usar en momentos como ese!”
“¿Puedo hacer una pregunta, Sakaki?” Kanako levantó la mano.

“¿Sí?”

“¿Qué pasa con la diferencia de fuerza entre hombres y mujeres?


Si los hombres son naturalmente más fuertes, ¿es posible que una
mujer pueda luchar contra ellos? Um, realmente no me gusta decir esto,
pero he escuchado que hay lugares donde se les enseña que es mejor
no luchar, ya que puede hacer que te maten.”

“¿Qué demonios?” Mutsuko estalló. “¡Eso es una charla de


perdedores! ¡Nunca te dejes dominar por nadie! ¡Entre jugar al muerto
y luchar, siempre debes luchar! Incluso si deshacerte de tu orgullo te
salvaría, ¡¿qué sentido tiene vivir después de eso?!”

“Um, ¿realmente tenemos que hacer de esto una cosa de vida o


muerte?” Yuichi decidió verter un poco de agua fría sobre el creciente
fuego de Mutsuko. Si la dejaba continuar, probablemente llevaría la
conversación cada vez más en la dirección equivocada.

“Ah, lo siento.” Dijo Mutsuko. “Tienes razón. Ciertamente, existe


una diferencia en las fortalezas de hombres y mujeres. Los individuos
difieren, naturalmente, pero las mujeres en promedio tienen menos
masa muscular que los hombres. Eso será una desventaja, pero también
puedo decir que no importa demasiado. Digamos que la fuerza de un
hombre es diez y la fuerza de una mujer es cinco. ¡Pero si quieres matar
a alguien, solo necesitas dos!”

“Nee-san, realmente no creo que se trate de matar...” Dijo Yuichi.


“¿De qué estás hablando? ¡El potencial de matar es parte de las
técnicas de disuasión!” Declaró Mutsuko. “¿Cuál es el punto de
lastimarlos un poco? ¡Bueno, de cualquier modo! Simplemente hablar
no nos llevará a ninguna parte, ¡así que pasemos a la demostración!
¡De acuerdo, agarra la muñeca izquierda de tu hermana mayor y dame
tu mejor jadeo sudoroso!”

“¡No voy a jadear!” Yuichi extendió su mano derecha y agarró la


muñeca izquierda de Mutsuko.

“Hay muchas cosas que pueden hacer si te agarran, ¡pero vayamos


con la más ortodoxa! ¡Esto es como la técnica yorinuki de Kempo
Shaolin!” Mutsuko abrió la mano izquierda y, sin mover la muñeca,
dejó caer el codo y empujó hacia adelante. Ese movimiento menor fue
suficiente para liberarla. Luego usó su mano derecha liberada para
golpear a Yuichi en la cara.

Cuando lo golpeó, Mutsuko dio un paso adelante, extendió los pies,


dejó caer las caderas y hundió el codo en su plexo solar.

“¡Dijiste que era yorinuki! ¡¿De dónde vino el golpe con el codo?!”
Dijo Yuichi enojado, después de que el codo impactase.

“¡Este es el yorinuki dingzhou! ¡Es una combinación de Kempo


Shaolin y Bajiquan!” Ella declaró.

“¡No te límites a juntar cosas así!”

“Aww, pero me siento como: ‘¡Estoy en la posición correcta!


¡Tengo que usar el codo!’ ¡Así de bien trabajan juntos!” Mutsuko
parecía muy confiada en la combinación, pero no parecía adecuada
para una técnica de autodefensa.

Simplemente apartar la mano era suficiente; un golpe de codo de


Dingzhou adecuado requeriría mucho más entrenamiento.

“Um... pero Sakaki no parece muy afectado. ¿Ese movimiento


realmente funciona?” Aiko preguntó dubitativa.

Es cierto que un ataque en defensa propia no sirve de nada si no


puede hacer que el enemigo se estremezca.

“Bueno... los ataques de Nee-chan no son tan duros.” Dijo Yuichi.


Fue fácil para él soportar un ataque que sabía que se avecinaba.

“Sí, parecías sorprendido, pero podrías haberlo esquivado, ¿no?”


Preguntó Natsuki, hablando como alguien con mucha experiencia con
Yuichi esquivando sus ataques. Claramente encontraba extraño que él
dejara que el lastimoso ataque de Mutsuko lo golpeara.

“Uh, sí, podría haberlo esquivado, supongo...” Yuichi se calló. Las


habilidades de artes marciales de Mutsuko eran considerables en
comparación con las de una chica promedio en la escuela secundaria,
pero no estaban ni cerca de las de Yuichi.

La razón por la que Yuichi había dejado que ella le atacase tenía
que ver con una cierta compulsión en su mente, que le decía que, si se
oponía a su hermana mayor, más tarde habría problemas. Aun así,
dudaba en admitir eso frente a un grupo de chicas.
“¡Ahora, veamos qué pasa si te agarran por detrás!” Anunció
Mutsuko. “Noro, ¿quieres venir y probar?”

“¡¿Yo?!” A pesar de su sorpresa por haber sido nombrada de la


nada, Aiko se acercó obedientemente a la pizarra.

“¡Está bien, Yu! ¡Agarra a Noro por detrás!”

“Um, ¿estás segura? Tal vez sea mejor que hagas esto, Nee-chan.”
Yuichi estaba indeciso. Incluso si solo fuera práctica, todavía se
sentiría un poco incómodo agarrar a Aiko por detrás.

“¡Estaré bien! ¡No te preocupes!” Dijo Aiko, nerviosa.

Yuichi se acercó tímidamente a Aiko por detrás y la rodeó con sus


brazos. Mantuvo la distancia suficiente para que apenas se tocaran.
Después de todo, dada la diferencia de alturas, la forma más natural de
que Yuichi la agarre sería por la parte superior del pecho. Eso sería
realmente incómodo.

“¡Abrázala más fuerte! ¡Y jadea un poco!” Ordenó Mutsuko.

“¡De ninguna manera! ¡¿Y qué pasa con la obsesión por los jadeos,
Nee-chan?!” Yuichi dejó caer sus caderas y envolvió sus brazos
alrededor de su cintura. No tenía que estar respirando con dificultad
para sentir el dulce aroma de Aiko haciéndole cosquillas en la nariz.
Estaba poniendo a Yuichi aún más tenso.

“Ambos brazos están bloqueados en esta posición, pero en pocas


palabras, las áreas que puedes mover son tu cabeza, tus piernas y tus
caderas.” Dijo Mutsuko. “Si estás cerca del manoseador en altura,
¡puedes intentar romperle la nariz con la parte de atrás de la cabeza!
Pero en este caso, probablemente no puedas alcanzarlo. Así que Noro,
deja caer las caderas y abre las piernas.”

“¿Así está bien?” Aiko hizo lo que le dijo.

“Puede ser sorprendentemente fácil escapar si te quedas flácida y


sin fuerzas, pero supongamos que tu oponente soporta tu peso.” Dijo
Mutsuko. “Terminarás encorvada hacia adelante. Mira, podrías pensar
que no puedes moverte si te agarran, pero puedes hacer más de lo que
esperabas. Ahora, agarra la pierna de Yuichi de entre las tuyas. Una
vez que lo tengas, tira hacia adelante tanto como puedas, y cuando su
pierna se haya extendido... ¡agáchate y rompe su rodilla!”

“¡Ok!” Dijo Aiko.

“¡No te atrevas! ¡Tú tampoco, Nee-chan! ¡Esto es una locura!” Se


quejó mientras impedía que Aiko siguiera las órdenes de Mutsuko.

“¡Esta es una forma de compensar la diferencia de fuerza entre


hombre y mujer! ¡Usa tu peso! Por supuesto, esta es solo una
situación.” Agregó Mutsuko. “Nunca se sabe cómo pueden agarrarte,
así que es importante juzgar la postura de tu oponente para descubrir
qué puedes mover y en qué direcciones.”

“Entonces, ¿esto funcionaría en Sakaki?” Natsuki preguntó


fríamente.

“B-Bueno… supongo que no funcionaría.” Dijo Mutsuko


torpemente. “¡Ah, pero puedes patear su talón en su entrepierna! No
hay forma de entrenar las... bolas...” Pero Mutsuko se calló mientras
hablaba. Probablemente estaba recordando que eso tampoco
funcionaría con Yuichi. “Umm, e-entonces ¿qué pasa con esto? ¡Yu,
esta vez, intenta poner una mano alrededor de la boca de Noro desde
atrás!”

Mientras ella decía eso, le lanzó una mirada a Aiko. Ella asintió con
la cabeza, así que Yuichi hizo lo que le dijo.

Envolvió su brazo derecho alrededor de su cintura y le tapó la boca


con la mano izquierda. Realmente se sintió increíblemente incómodo.

“¡Esto es mucho más sencillo, porque tienes las manos libres!”


Declaró Mutsuko. “¡Noro, intenta agarrar uno de los dedos de la mano
que cubre tu boca y romperlo!”

“¡Señora, si señora!”

“¡Oye, Noro, no hagas lo que ella te diga!” Yuichi respondió.

“¡¿H-Huh?! ¡No puedo moverlo!” Aiko agarró el dedo índice de


Yuichi con ambas manos y aplicó presión. Incluso si en realidad no
estaba tratando de romperlo, probablemente era todo el poder que
podía reunir. Simplemente no fue suficiente para romperle un dedo
sobre el cual Yuichi podía ejercer tanta fuerza.

“Um, lo que he observado es que no hay ninguna técnica que


funcione contra Yuichi...” Dijo Kanako, en una declaración que
sacudió los cimientos de la autodefensa.
“Lo que significa que, si Sakaki alguna vez atacara a una chica, ella
estaría completamente a su merced, ¿no?” Natsuki continuó, dando su
golpe final.

“Oh, ¿cómo puede ser esto? ¡He creado un monstruo!” Gritó


Mutsuko.

“¡¿Solo te estás dando cuenta de eso ahora, Nee-chan?!” Yuichi


gritó.

La clase de autodefensa llegó a su fin con todo el club desanimado.

✽✽✽✽✽

“Personalmente, Lady Aiko, siento que no necesita saber auto


defensa.” Dijo Nero mientras caminaba a sus pies, en forma de perro.

Estaban en el bosque en la propiedad familiar de Aiko, caminando


por el largo camino desde la puerta hasta su mansión.

“Supongo que no.” Dijo. “Pensé que sería genial si funcionaba.”

“Dicen que ‘un poco de aprendizaje es algo peligroso’. Y me tiene


a mí para protegerle, Lady Aiko.”

“Sabes mucho sobre nuestros dichos locales...” Aiko había pensado


que Nero venía de otro país. Pero si hablaba su idioma con fluidez, tal
vez era natural que también supiera los proverbios.

Después de caminar por un rato, Aiko vio algo de conmoción


bajando frente a la mansión. Había un gran número de personas yendo
y viniendo. Aiko entró con cautela por la puerta principal,
encontrándolo todo muy sospechoso.

“Bienvenida a casa, Ojou-sama.” La criada, Akiko, se inclinó con


reverencia cuando llegó.

“Akiko, ¿qué está pasando?” Preguntó Aiko.

“Bueno... la señora decidió abruptamente tirar toda la basura


regada...” Incluso la normalmente sensata Akiko parecía un poco fuera
de lugar.

Aiko miró a la gente que iba y venía. Iban vestidos con ropa de
trabajo y parecían más o menos trabajadores de saneamiento.

“¿Tenemos tanta basura aquí?” Ella preguntó.

“Bueno, ah... su madre parece estar considerando cualquier cosa


que compró y dejó tirada por ahí como basura.”

La madre de Aiko, Mariko era una encerrada que no hacía nada en


todo el día más que ver la televisión en su habitación. Los programas
de compra a domicilio eran uno de sus favoritos, y todo lo que veía y
le gustaba lo compraba de inmediato.

Esas eran las cosas a las que se refería Akiko. Tenía más artículos
de salud y belleza acumulando polvo de lo que Aiko podía contar o
recordar. Pero, aunque Aiko ciertamente pensaba que eran inútiles,
Mariko siempre había sido terca en mantenerlos. Fue una tremenda
sorpresa ver a su madre de repente decidir tirarlos.
“Hmm, creo que iré a hablar con ella.” Aiko subió al segundo piso,
pero en lugar de ir a su propia habitación, se dirigió a la de su madre.

Abrió la puerta sin llamar y se asomó al interior.

Ella estaba sorprendida.

La habitación sin ventanas, por una vez, estaba brillantemente


iluminada. Eso le permitió asegurarse, de inmediato, que la habitación
estaba casi completamente vacía.

Incluso faltaba la amada televisión de su madre.

De pie en el centro estaba Mariko, con un chándal, mirando


alrededor de la habitación con una sonrisa de satisfacción.

Mariko Noro era una vampiresa pura. Por eso, no podía estar al sol,
así que pasaba las horas del día encerrada en su habitación. Quizá por
eso su piel siempre se había visto tan pálida y enfermiza, pero hoy
parecía muy enérgica.

“¡Mamá! ¿Qué diablos está pasando?” Aiko exclamó.

“¡Oh, Aiko! ¡Estoy ordenando! ¡Ordenando! ¡Me despido de mi


apego a las posesiones mundanas! ¡Nunca me di cuenta de lo bien que
se sentiría tirar todo y ordenar!”

“Um... bueno, supongo que está bien... quiero decir, ya que son tus
propias cosas las que estás tirando...” Aún parecía un poco excesivo,
pero cuando Aiko pensó en el anterior estado de desorden que tuvo la
habitación, pensó que, después de todo, tal vez estaba bien.
“¿Eh?” Mariko miró a Aiko confundida.

“¿Uh?” Aiko inclinó la cabeza. Ella tenía un mal presentimiento


sobre esto.

“Um... bueno, me quedé sin cosas para tirar, así que pensé que
podría tirar las cosas que tú no parecías necesitar más...” Dijo su
madre.

“¡Mamá! ¡No hagas cosas así sin preguntarme!” Aiko salió volando
de la habitación de su madre y corrió hacia la suya presa del pánico.

No debía de haber problema.

Ahora que lo pensaba, estaba cerrado con llave, por lo que su madre
no habría podido irrumpir y empezar a tirar cosas.

A continuación, Aiko se apresuró a ir al sótano. Normalmente era


allí donde la familia ponía las cosas que no usaba. Las posesiones de
Aiko estaban entre ellas.

Normalmente encontraba el sótano espeluznante y trató de evitarlo,


pero no era momento para tal reticencia. Llegó a la puerta del sótano
justo cuando los hombres de la limpieza estaban a punto de entrar.

“Um, disculpen. Por favor, déjenme pasar.” Dijo mientras se


adentraba.

Una vez que llegó, se encontró rodeada de sus viejos juguetes y


muñecas de la infancia.
“Um, nos dijeron que arrojáramos todo lo que hay en este almacén.
¿No está bien?” Preguntó el trabajador.

“¿Eh? ¿Era esto todo lo que había allí?” Aiko había bajado llena de
ímpetu, pero ahora que había llegado, lo que encontró allí no parecía
ser mucho. Eran solo los juguetes con los que ella y su hermano habían
jugado, mucho tiempo atrás.

Hm, bueno, supongo que realmente ya no los necesito... pensó


Aiko, mientras miraba a su alrededor a todos los viejos juguetes
desgastados. Nunca había vuelto a pensar en ellos desde que los habían
colocado aquí, y probablemente nunca lo volvería a hacer. Tal vez
realmente no tenía sentido mantenerlos cerca.

“Está bien, pueden llevárselos.” Dijo al fin. Si hacía que su madre


se sintiera mejor, era un pequeño precio a pagar.

Aiko comenzó a retroceder, pero se detuvo. Tenía la sensación de


que alguien la estaba mirando.

Pero ese no puede ser el caso... pensó.

El sótano estaba lleno de cajas, con muchos lugares oscuros donde


la luz no llegaba. Pero podía ver con solo un vistazo que no había nadie
alrededor. No había nada más que juguetes con los que ya no jugaba.

Poco después de eso, Aiko comenzó a recibir llamadas telefónicas.

Al principio pensó que era una broma, pero simplemente no


paraban. Incluso cuando bloqueó el número, continuaron, como
burlándose de ella. Estaba claro que no eran llamadas telefónicas
ordinarias.

Se puso tan mal que ni siquiera pudo dormir una noche completa.
Las llamadas continuarían durante toda la noche.

Era como esa vieja historia de fantasmas. El lugar desde el que


llamaban era cada vez más cercano. No pasaría mucho tiempo hasta
que llegaran a la casa de Aiko.

“Hmm... ¿y dices que esta persona, Dannoura, comenzó


abruptamente a ver números sobre las cabezas de las personas?”
Preguntó Makina.

“Sí.” Dijo Yuichi. “Ella dijo que comenzó durante las vacaciones
de verano, pero que no recibió tal habilidad de nadie. ¿Realmente crees
que no tiene nada que ver con Exteriores?”

Estaban en la sala de orientación estudiantil. Makina y Yuichi


estaban hablando, y Aiko escuchaba, medio dormida.

Parecía que quien le había enviado la carta de amor recientemente


era Chiharu Dannoura. Chiharu también tenía ojos especiales, como
los de Yuichi, que le permitían ver cosas que la mayoría de la gente no
podía. Yuichi había venido a preguntarle a Makina si tenía algo que
ver con la Guerra del Dios Maligno.

“Si no hubo contacto, asumiendo que Dannoura no miente,


entonces probablemente esto no esté conectado a Exteriores.” Dijo
Makina. “Los Exteriores son dramáticos. Nos gustan nuestras
apariencias llamativas. Si un Exterior le otorgara una Vasija Divina a
alguien, lo haría de una manera que dejaría una impresión.”

“¿Entonces no es una Vasija Divina?” Yuichi preguntó.

“Bueno, no hay nada inherente que conecte las Vasijas Divinas y


los Exteriores.” Dijo. “Las Vasijas Divinas eligen a sus anfitriones al
azar, o al menos, así era originalmente. Así que existe la posibilidad de
que Dannoura sea portadora.”

“Si es portadora, ¿podría detectar la resonancia?” Yuichi preguntó.

“Sí. Por lo tanto, es posible que desees solicitar su ayuda, si puede.”

La conversación parecía alejarse cada vez más de Aiko. Lo


siguiente que supo Aiko fue que estaba desplomada contra Yuichi.
Debe haberse quedado dormida.

“Oye, ¿qué pasa, Noro?” Yuichi la miraba con preocupación.


“¿Estás bien?”

“¿Ah? Um, lo siento. Simplemente…” Las palabras de Aiko fueron


atontadas. Se preguntó si sería apropiado decirle que estaba
preocupada por algo tan trivial como llamadas telefónicas
desenfrenadas. Además, solo eran llamadas telefónicas. No era como
si Yuichi pudiera hacer algo para detenerlas.

“¿Últimamente has tenido problemas para dormir?” Yuichi


preguntó. “No estaba seguro si debería decir algo, pero si hay algo que
te molesta, puedes hacérmelo saber, ¿de acuerdo?”
“No, en realidad no es nada...”

“Estás mintiendo.” Replicó Makina. “Puede que no sea Sakaki,


pero puedo identificar una mentira o dos. Hay algo que te molesta
profundamente, ¿no?”

“Bueno...” Aiko vaciló.

“Solo dinos. Sea lo que sea, estoy seguro de que Nee-chan puede
manejarlo.” Dijo Yuichi, en parte bromeando.

Eso hizo que Aiko se sintiera mejor.

Decidió confiar en ellos.

Medio murmurando, Aiko comenzó a describir las cosas extrañas


que le estaba sucediendo.

✽✽✽✽✽

Una leyenda urbana: la llamada telefónica de la Muñeca Mika.

Quizás sería más rápido comenzar con la llamada telefónica de la


Muñeca Mary, ya que la Muñeca Mika era solo una variación de eso.

Un día, una niña que había tirado su muñeca comenzó a recibir


llamadas telefónicas.

“Soy Mary, y estoy en el depósito de chatarra.”

Luego, al día siguiente: “Soy Mary, y estoy en el parque de la


esquina.”
En el transcurso de unos días, las llamadas empezarían a acercarse
cada vez más. Hasta que finalmente...

“Soy Mary, y estoy justo detrás de ti.”

Y luego apareció detrás de ella. Era ese tipo de historia de


fantasmas.

La llamada telefónica de la Muñeca Mika era más o menos lo


mismo, excepto que la muñeca era Mika, en lugar de Mary.

La principal diferencia fue que la Muñeca Mika tenía una voz


oficial elegida por los fabricantes, por lo que inmediatamente supiste
que Mika era quien hacía las llamadas.

En otras palabras, por increíble que parezca, era obvio desde el


principio que te llamaba una muñeca.

En los viejos tiempos, la gente solía creer que las muñecas tenían
alma. Incluso ahora, los funerales de muñecas eran algo habitual.

Para los japoneses, fue una historia de fantasmas que les llegó de
cerca.

✽✽✽✽✽

Era otra reunión familiar solo para hermanos.

Eran alrededor de las 8:00pm. Mutsuko y Yoriko se sentaron


alrededor de la mesa en la habitación de Yuichi.

La chica que había sido enviada a volar también estaba allí, con el
ceño fruncido.
La historia de fondo oficial de Mika era que estaba en cuarto grado.
La chica parecía tener esa edad, y además de eso, se veía exactamente
como Mika.

“Yu, incluso si es una leyenda urbana, todavía es una niña, ya


sabes.” Dijo Mutsuko. “¿Quizás deberías haberte reprimido un poco
más?”

“Me contuve... pero tuve que hacer contacto, así que fue
inevitable...” Yuichi había sentido que algo andaba mal, así que, a
pesar de no mirar atrás, todavía había restringido su poder.

Yuichi podía captar el sexo y la edad de una persona más o menos


al tocarlo, otro hecho que Natsuki probablemente etiquetaría como
‘espeluznante’ si se enterara.

“¡¿Cómo fue eso reprimirse?!” Mika, la que había recibido el golpe,


objetó enojada.

“Te las arreglaste para salir con solo unos pocos moretones,
¿verdad?” Yuichi preguntó.

“¡Oh, supongo que es verdad! Tienes suerte.” Dijo Mutsuko. “¡Si


Yu hubiera hablado en serio, podrías haber perdido tus ojos, tu nariz y
tus oídos!”

“¡¿Puedo perder la mayoría de mis cinco sentidos solo por estar


detrás de una persona?! ¡Mira mi cara! ¡Está realmente hinchada!”
Mika señaló su mejilla mientras se inclinaba hacia adelante, su tono
era casi jactancioso.
“Te lo buscaste tú sola, ¿no?” Yoriko respondió con frialdad.

Yori puede ser bastante fría de vez en cuando… pensó Yuichi.


Estaba empezando a preocuparse un poco por ella.

“De todos modos, ¿no es una yokai bastante peligrosa?” Yuichi


preguntó. “Sigue llamándote y acercándose, y al final te ataca,
¿verdad?” La capacidad de aparecer detrás de alguien ciertamente se
sentía como el poder de un asesino ideal.

“¡E-Espera un minuto! ¡No soy peligrosa!” Gritó la niña. “¡Solo


estaba interpretando el papel para asustarla un poco! Vamos, ¿no sabes
cómo termina la historia?”

“¿Como termina? De hecho, sí, ¿qué pasa después de que llega


Mika? Yuichi conocía la historia, más o menos, pero el final fue
bastante vago.

“Buena pregunta.” Dijo Mutsuko. “Hay muchas variaciones, pero


en general, la historia termina justo después de que ella aparece detrás
de la persona. El resto queda en manos de tu imaginación, para que
juegues con tus propios miedos.” Mutsuko estaba bastante bien
informada en leyendas urbanas, historias de fantasmas y otras historias
de misterio.

“¡C-Correcto! ¡Es solo para asustarlos!” Gritó la niña. “¡No estaba


planeando lastimar a nadie! ¡Es solo una advertencia para no tirar tus
muñecas a la basura!”
“Dices: ‘¡Es solo para asustarlos!’, pero todavía estás allanando y
entrando en propiedad privada...” Dijo Yuichi. Explicarle la ley a un
yokai podría ser un poco inútil, pero irrumpir en la casa de alguien solo
para ofrecer una advertencia se sentía extremadamente inaceptable.

“Eso me recuerda, Yu.” Dijo Mutsuko. “¿Por qué Mika vino a por
ti?”
IMAGEN
“Oh, estaba sosteniendo el teléfono inteligente de Noro.” Dijo
Yuichi, mostrando el teléfono inteligente en su mano. “Ella dijo que
había estado recibiendo llamadas telefónicas extrañas y que la estaba
asustando, así que decidí ayudarla.”

“Así que respondías las llamadas en su lugar. Pero, ¿y si ella


todavía hubiera ido hacia Noro y no hacía ti? ¡No es propio de ti dejarla
sola!”

“Bueno, eh, en realidad...” Dijo Yuichi.

“B-Buenas noches...” El armario se abrió, y Aiko se asomó,


luciendo bastante incómoda por todo esto.

“¡Oh! ¡Noro, eres tan compacta y linda! ¡No puedo creer que
estuvieras en el armario!” Gritó Mutsuko.

“Entonces, eso es todo.” Dijo Yuichi. Había tenido a Aiko


esperando en el armario, bajo la suposición de que allí no podía ser
atacada por detrás.

“¡Buen espectáculo, Yu! ¡Meter a Noro a escondidas en tu


habitación sin que lo sepamos! Tienes el sello de aprobación
Mutsuko.”

“Estoy impresionada de que hayas logrado eso mientras estaba en


la sala de estar, Onii-chan.” Dijo Yoriko.

Aiko, avergonzada, salió del armario para tomar asiento en la mesa.


“¡Pero realmente deberías haberme consultado!” Añadió Mutsuko.
Parecía infeliz, pero también levemente divertida.

“Me gusta evitar depender de ti siempre que tenga la oportunidad.”


Dijo Yuichi. “Además, pensé que era solo una llamada de broma. Por
supuesto, también quería estar seguro, por si acaso.”

Yuichi se estaba acostumbrando bastante a fenómenos extraños


como estos, por lo que no había descartado las llamadas telefónicas
como una broma. Pero a pesar de que no quería depender de ella, había
traído el teléfono a su casa por si tuviera que hacerlo.

“Lo que significa que Noro es la razón por la que salió Mika.”
Musitó Mutsuko.

“Así es.” Dijo Yoriko. “Estas cosas siempre comienzan cuando


alguien tira una muñeca.”

Era exactamente eso, pensó Yuichi. La propia expresión de Noro


sugirió que eso era cierto.

“¡Sí! ¡Es indignante tirar una muñeca a la basura! ¡Es por eso que
la gente como yo castiga a personas como ella!” Mika golpeó la mesa
con el puño mientras hablaba.

“En lo personal creo que está bien poner las muñecas que no deseas
más en la basura inflamable.” Dijo Yuichi. Por lo que podía ver, no
había nada de malo en tirar juguetes rotos o no deseados.

Yuichi no podía entender por qué las muñecas merecían un trato


especial.
“Ya veo.” Dijo Mutsuko. “Por lo que estás diciendo, se parece
menos a la leyenda urbana y más al fantasma del despilfarro. Tal vez,
¿un tipo de tsukumo-gami?”

Los tsukumo-gami eran una clase de yokai: objetos que adquirían


espíritus a medida que envejecían.

“Pero, ¿por qué esto solo sucede con las muñecas de Noro?
Seguramente no les puede pasar a todos los que alguna vez han
arrojado una muñeca…” Mutsuko inclinó la cabeza.

“¿Quizás porque soy un vampiro?” Preguntó Aiko. No parecía


tener otras ideas, pero era difícil imaginar que tu muñeca adquiriera un
espíritu solo porque eras un vampiro.

Parecía mucho más probable que Yuichi fuera la causa. Los


mundos se estaban mezclando debido al Lector de Almas, y estaba
causando que comenzaran a suceder más y más cosas extrañas en su
vecindad.

“¡Sabes, demasiado es demasiado!” Declaró Mika. “Tu casa tiró


tantas muñecas, ¡por supuesto que van a empezar a perseguirte! Es una
lección, ¿sabes? Eres rica, así que pensé que, si te amenazaba, ¡podrías
celebrar un gran funeral! ¿Por qué no celebraste un funeral de
muñecas? ¡Entonces podríamos haber llegado a un acuerdo!”

Mika se levantó y asomo su cara en la cara de Aiko mientras


hablaba. Parecía tener la mentalidad de una alumna de cuarto grado.
“¿No es un poco molesto lidiar con esas cosas del funeral de
muñecas?” Yuichi preguntó. Se preguntó si habría un templo cercano
que las acogiera. Parecía un gran esfuerzo encontrar un templo que
albergara un funeral de muñecas y luego pagarlo.

“¿Tirar una muñeca con la que jugabas cuando eras niña no te hace
sentir siquiera un poco culpable?” Mika empujó un dedo hacia Aiko.

“En realidad, nunca jugué mucho con Mika, así que no tengo
muchos recuerdos de ella... yo era más una persona de Familias
Sylvanian...”

“¡¿Q-Qué dijiste?!” Los ojos de Mika se abrieron de golpe.

“Oh, sí, tienes las Familias Sylvanian en tu habitación.” Dijo


Yuichi.

“¡¿Qué?! ¡Esto es discriminación de muñecas! ¡¿Qué te gusta tanto


de la gente conejo que tienen un kappa prisionero?!” Gritó Mika.

“¡Ah! Esos no estaban a la venta.” Dijo Aiko. “Sin embargo, los


quería.”

Parecía que había habido una línea de kappa en las Familias


Sylvanian.

Yuichi recordó que ella se lo describió una vez, su expresión era


una de felicidad.
“Pero si ni siquiera recuerda haber jugado contigo, ¿por qué
obtendrías un espíritu?” Yuichi preguntó. Si ese era el caso, a Yuichi
le parecía que esto no tenía nada que ver con Aiko.

“Además, fue idea de mi madre tirar las muñecas.” Dijo Aiko. “No
veo por qué me culpas por ello. ¿Por qué no fuiste tras mi madre?”

“¡Todo el mundo siempre culpa a la madre! ¡Es ridículo! ¡Sigue


siendo el niño el que juega con la muñeca!” Gritó Mika.

“Era mi hermano quien hacía de mamá para Mika, así que ¿por qué
no fuiste con él?” Preguntó Aiko, con bastante crueldad. Kyoya
probablemente no querría que se revelara su pasado jugando con
muñecas en un lugar como este, ni que una leyenda urbana yokai se
ensañara con él.

“Me pregunto si ella no es la verdadera Muñeca Mika.” Comentó


Yuichi. Se parecía a Mika, pero era una niña de verdad. Ella no era una
muñeca en absoluto.

“Bien.” Dijo la niña. “Soy más como la guardiana de las Muñecas


Mika. ¿Su avatar? ¡Soy la representante de todas las pobres Muñecas
Mika tristes que fueron tiradas!”

“Entonces, ¿dónde está la verdadera Muñeca Mika que Noro tiró?”


Yuichi preguntó.

“¡Se está quemando en alguna parte, obviamente!”


“Um, si eres la guardiana de las Muñecas Mika, ¿antes no deberías
salvarlas?” En esta situación, pensó Yuichi, la mayoría de la gente
querría salvar a la persona en llamas, antes que nada.

“¡C-Como sea! ¡Deja de ser tan descuidada con tus muñecas!


Ahora, estoy ocupada con mi programa de concientización sobre la
preservación de muñecas, ¡así que me iré ahora!” Con eso, Mika
desapareció, tan abruptamente como cuando llegó.

“Entonces… ¿está... resuelto?” Aiko preguntó con incertidumbre.

“No tengo idea...” Dijo Yuichi.

Últimamente parecía estar lidiando con muchos más yokai. La idea


de que esto pudiera seguir sucediendo era un pensamiento agotador.

“¡Soy Mary, y estoy justo detrás de ti!”

“¡Soy Jessie, y estoy justo detrás de ti!”

“¡Ruff, ruff! ¡Soy Yoshiko, y estoy justo detrás de ti!”

“Soy. Robot. R1845A952. Estándar. Tiempo. 215678. Sesenta y


ocho. Centímetros. Detrás. De. Tus. Presentes. ¡Coordenadas!2”

“¡Soy el Sargento Pato! ¡Justo detrás de ti, soldado!”

Sosteniendo el teléfono inteligente en una mano, Yuichi se relajaba


con cada nueva llegada. Ya se había acostumbrado mucho a ello. Se
sentía como si no hubiera estado haciendo nada más estos últimos días.

Y hoy, una vez más, la habitación de Yuichi se estaba llenando de


personificaciones de muñecas que llegaban.
“¿Oye, Noro?” Preguntó. “Dile a tu madre que deje de tirar
muñecas. Esto comienza a sentirse menos como una historia de
fantasmas y más como Toy Story.”

Aiko se sentó en la litera de abajo, la cama de Yuichi, observando.


“Lo sé. Lo siento mucho... Últimamente mamá ha empezado a ordenar
y tenemos muñecas por todos lados...”

Al escuchar la conmoción, Mutsuko llegó a la habitación de Yuichi.


“Yu... ¿trajiste a Noro aquí para pasar más tiempo personal juntos?”

“¡No es tiempo personal! ¡Y Yori también está aquí!” Él gritó.

Yoriko, habiéndose acostumbrado a la conmoción de los últimos


días, dormía profundamente en la litera de arriba. Ella era
sorprendentemente dura. “¡Oh! Bueno, sí Yori no estuviera aquí,
probablemente lo estarías haciendo, ¿verdad?” Preguntó Mutsuko.

“¿Haciendo qué? ¡Y por supuesto que no!” Replicó él.

Justo cuando estaba diciendo eso, el teléfono inteligente volvió a


sonar.

“¡Soy Booh! ¡Amo comer miel!”

Yuichi pateó al oso amarillo a través de la habitación con un aire


de molestia.

“¡¿No pueden venir aquí estas cosas sin antes llamar?!”

“Los monstruos como ellos se rigen por reglas.” Dijo Mutsuko.


“¡Tienen que seguirlas!”
“Sakaki, lo siento mucho.” Dijo Aiko. “No sabía que iba a resultar
de este modo...”

“No es tu culpa, Noro.” Dijo. “Pero, ¡¿cuántas de estas cosas


tiraste?!”

“Um... aproximadamente el valor de dos camiones...” Dijo Aiko en


tono de disculpa.

“¡¿Y eran todos juguetes?! ¡Hay que ver, gente rica!” Yuichi estaba
honestamente impresionado.

Al final, derribó cada una de las muñecas, animales de peluche y


robots desechados que lo perseguían, forzando la situación para que
todo se resolviera.
Capítulo 6:
Primera Semana de Noviembre: Yori es tan Popular

Yoriko Sakaki era conocida como la más joven de las Hermosas


Hermanas Sakaki.

Era difícil decir cuál de las dos era más hermosa, pero la hermana
menor, Yoriko, era definitivamente la más popular entre los hombres.
Ocupó ese puesto, de hecho, por defecto, ya que la hermana mayor no
era popular en absoluto.

Eso no quería decir que no hubiera bastantes hombres que hubieran


mostrado interés en la belleza de la hermana mayor, pero ese interés
duró solo hasta que se enteraron de su personalidad. Ahora que el
mundo en general conocía las excentricidades de Mutsuko, los
hombres la dejaron completamente sola.

Dejando todo eso de lado, sin embargo, Yoriko realmente era


popular, y a menudo los hombres mayores le hacían proposiciones.

Los hombres más jóvenes en su mayoría se mantuvieron alejados;


solo unos pocos en su año actual (segundo año en la escuela media)
alguna vez se acercaron a ella, y algunos más en el tercer año, pero
fueron un pequeño porcentaje del total.
La gran mayoría de los hombres que se le acercaron eran
estudiantes de secundaria. También se le habían acercado estudiantes
universitarios, pero era difícil saber qué tan serios eran.

Como podría sugerir el hecho de que a menudo se le acercaban


chicos en la escuela secundaria, la belleza de Yoriko era bastante
conocida en la ciudad. Ella nunca se dirigió a los grupos sociales de
escuelas secundarias, sin embargo, ellos venían a invitarla a salir solo
por haberla visto o haber visto una foto de ella.

En otras palabras, o no les importaba su personalidad, o


simplemente imaginaban una personalidad para ella basada en lo que
veían.

Yoriko vio esto como algo esperado. Ella era consciente de que era
hermosa y no todo era belleza natural. Trabajó duro todos los días para
realzar esa belleza, e incluso estudió seriamente la moda para resaltarla
aún más. Si no era lo suficientemente hermosa como para encantar a
los hombres por docenas, no había forma de que pudiera conseguir al
hombre que quería.

Pero incluso sabiendo que esto era inevitable, Yoriko todavía lo


encontraba una terrible molestia. Ella vio el proceso de rechazar a
todos estos hombres como nada más que trabajo. No importa quién
fuera, nunca hubo necesidad de pensarlo.

No se molestó en evaluar su apariencia, ver sus personalidades,


considerar su compatibilidad o probar la fuerza de sus sentimientos.
Ella simplemente se ocupó de cada uno de una manera completamente
mecánica. Ninguno de ellos tuvo siquiera una oportunidad.

Así que cuando rechazó al último aspirante, en realidad sólo estaba


lidiando con las cosas de la manera en que siempre lo hizo.

Sucedió en un café de estilo moderno cerca de la estación. Dos


estudiantes de secundaria, vestidas con uniformes de estilo marinero,
se sentaron en una mesa junto a la ventana.

La chica de cabello largo sentada junto a la ventana era Yoriko


Sakaki. La chica de cabello corto sentada junto al pasillo era Karen
Hanagasumi. Ambas estaban en su segundo año de escuela media.
Estaban en la misma clase y eran mejores amigas.

“Ese chico que rechazaste recientemente. Escuché que comenzó a


salir con Otori de la Clase Dos y lo abandonaron después de tres días.”
Dijo Karen.

Yoriko realmente no estaba escuchando a su mejor amiga. Estaba


mirando distraídamente por la ventana, pensando en cómo le gustaría
llegar pronto a casa para ver a su hermano mayor, Yuichi. Aun así,
incluso ese comportamiento frívolo la haría parecer una belleza
melancólica para cualquiera que la rodeara. Karen era bastante
atractiva por cuenta propia, pero palideció ante Yoriko. Naturalmente,
cualquiera que se pusiera celoso de cada pequeña cosa como esa nunca
sería capaz de soportar la presencia de Yoriko, así que Karen era más
del tipo que veía su amistad como algo de lo que jactarse.
“Dicen que Otori es rica, pero ella sigue saliendo con chicos y
dejándolos.” Comentó Karen. “Es un poco sospechoso, ¿eh? No
pensarías que una chica rica podría salirse con la suya, ¿verdad?”

Por fin, las palabras de Karen impregnaron los pensamientos


distantes de Yoriko. Su amiga estaba hablando de un chico de tercer
año al que había mandado a volar, pero había algo un poco extraño en
lo que había dicho.

La chica en cuestión había dejado a un hombre después de un día y


a otro después de dos días.

“Escuché que ella le dará una oportunidad a cualquier hombre


siempre que sea guapo.” Dijo Yoriko. “Entonces ella siempre lo deja,
diciendo algo como: ‘Lo siento, simplemente no está funcionando’.”

“¿Eh? ¿Sabes tanto?” Su amiga pareció sorprendida. “Pareces saber


mucho sobre Otori...”

“Ella es la que me dice...”

Akane Otori se había transferido a su escuela recientemente, y en


un abrir y cerrar de ojos, había tomado el liderazgo de la Clase Dos.
Yoriko sabía estas cosas porque la propia Otori se lo había dicho
personalmente; la chica aparentemente había decidido forjar una
rivalidad con ella por alguna razón.

Personalmente no me importa si a los hombres les gusto o no…


pensó Yoriko. Pero aparentemente eso era lo que le preocupaba a
Otori. No le gustaba el hecho de que los hombres siempre fueran
primero tras Yoriko. Y el hecho de que ella se molestase en contarle
esas cosas sugería una actitud extremadamente descarada.

“¿Como una demostración de liderazgo?” Preguntó Karen. “¡Una


actitud propia de una reina!”

“Por favor deja de llamarme así.” Dijo Yoriko con cansancio.

La jerarquía de la que su clase en la escuela primaria solo había


sido vagamente consciente se había vuelto bastante clara cuando
entraron en la escuela media. Nadie lo dijo específicamente en voz alta,
pero hubo un entendimiento tácito sobre quién estaba en qué nivel y
en qué nivel encajabas tu.

Yoriko no había tenido la intención de hacerlo, pero en algún


momento terminó siendo venerada como la líder de la clase. Todos
parecían reconocer eso, y Yoriko había decidido que no discutiría,
siempre que mantuviera la clase en paz.

“Entonces, ¿por qué acudir a mí en busca de un consejo


romántico?” Añadió Yoriko. “Realmente no creo que pueda ser de
ayuda.”

Al parecer, una amistad de Karen quería pedirle un consejo a


Yoriko.

Por eso iban a encontrarse en el café de camino a casa.

Yoriko había rechazado a muchos chicos, pero siempre era cuando


los hombres iban tras ella. No sabía mucho sobre el romance y no era
especialmente buena manejándolo. Si esta persona quería saber cómo
conseguir que un chico que le gustaba se fijara en ella, bueno, eso era
algo que Yoriko también quería aprender.

“Lo siento, fue tan insistente en eso...”

Karen parecía tan arrepentida que Yoriko realmente no podía


culparla. Además, era un favor para una amiga, así que decidió que
también podía seguir el juego. Una vez que esta amiga le contase la
situación, era muy posible que ella pudiera ofrecer algún consejo. Y si
no sabía qué hacer, podía decir eso.

“Bueno, está bien.” Yoriko miró su reloj de pulsera. Era la hora que
habían programado.

“Karen, ¡lo siento, llego tarde!”

Yoriko miró hacia arriba para ver a dos hombres con uniformes de
chaqueta de pie junto a la mesa en la que estaban sentadas.

Confundida, miró a Karen, pero la chica solo estaba sonriendo


alegremente, saludando a los dos hombres. Antes de que Yoriko
pudiera resolver su confusión, los dos hombres se sentaron frente a
ellas.

“¿Karen? ¿Qué está pasando?” Yoriko descubrió que su mirada se


convertía en una mirada fulminante.

Esto no era lo que le dijeron.


“¿Eh? Como te dije, necesita consejos románticos.” Dijo Karen.
“Oh, el de la derecha es Takuma. Él es mi novio. El de la izquierda es
Subaru, la persona que quiere un consejo.”

Yoriko no reconoció el uniforme, pero parecía ser un estudiante de


secundaria. Takuma era bastante atractivo, pero parecía un tipo
bastante frívolo. El uniforme de Subaru estaba arrugado y tenía un aire
desaliñado. Estaba bendecido con un rostro atractivo, pero su cabello
castaño teñido le daba un aire bastante salvaje.

“Como estudiante de escuela media, dudo que sea capaz de dar


consejos románticos a alguien en la secundaria. ¿Puedo irme ya?” Dijo
Yoriko rápidamente, dándose cuenta de que había caído en una trampa.
Quería creer que Karen no lo había hecho con malicia. Probablemente
fue el chico de secundaria que tenía enfrente a quien se le ocurrió el
plan y luego manipuló a Karen para obtener lo que quería.

“Espera un minuto.” Protestó el chico de secundaria. “Solo tú


puedes ayudarme con el consejo que quiero.”

La actitud de Subaru era completamente inapropiada para alguien


que acababa de conocer. Yoriko tomó una decisión: este era un
enemigo.

“Quiero que salgas conmigo.” Agregó el chico.

Yoriko tenía que lidiar con esto de vez en cuando. Los revoltosos
como este pensaron que, si podían ser fuertes y contundentes, eso sería
suficiente. Pensaron que podían conseguir todo lo que quisieran
siempre que tomaran la iniciativa.

Yoriko se puso de pie. “Lo siento; no saldré contigo. Tampoco


cambiaré de opinión sobre el asunto más adelante.”

Yoriko se dejó en claro como siempre lo hacía. A veces cambiaba


la forma en que lo decía en función de cómo era la persona, pero no
tenía que dejar lugar a discusiones cuando rechazaba a alguien.
“Karen, muévete. Me voy.” Karen se puso de pie rápidamente.

Yoriko sabía que tal vez estaba siendo un poco dura, pero realmente
estaba enojada y no podía ocultar eso. Cogió su bolso y trató de
levantarse de la mesa.

Pero al pasar, Subaru agarró su mano derecha. “¡Espera!”

Yoriko sintió una punzada de molestia. ¿Por qué tuvo que


prolongar su vergüenza? ¿Por qué no podía dejarla ir?

Yoriko se volvió y giró ligeramente su muñeca. Solo eso fue


suficiente para liberar su mano, pero no estaba satisfecha con eso.
Luego agarró su propia muñeca y tiró de él hacia abajo. Sorprendido
por su poder, tal vez, Subaru se inclinó hacia adelante.

Entonces Yoriko empujó su rodilla justo en la cara de Subaru.


Subaru cayó al pasillo, sangrando espectacularmente por la nariz.

Yoriko caminó tranquilamente a través de la conmoción resultante.


Sabía que había ido demasiado lejos. Habría habido muchas formas
más pacíficas de arreglar las cosas.

Y, efectivamente, el incidente que estaba a punto de suceder sería


causado enteramente por el mal genio de Yoriko.

✽✽✽✽✽

“¡Y eso es lo que pasó!” Yoriko exclamó. “¿No es horrible Karen?”

“¿Eh? Espera un minuto. ¿Qué le pasó a ese tipo, Subaru?” Yuichi


preguntó.

Yoriko estaba tratando de pintarse a sí misma como la víctima de


la historia, pero Yuichi tenía sus dudas. Este tipo, Subaru, claramente
había actuado como un idiota, pero ella no había tenido que ser tan
dura con él.

“¡A quién le importa! ¡Es su culpa por agarrarme del brazo así!”
Yoriko espetó.

Mutsuko, Yoriko y Yuichi estaban sentados alrededor de la mesa


del comedor en la casa de los Sakaki. Su madre también estaba cerca.

El nombre de su madre era Tamako Sakaki. La palabra sobre su


cabeza decía ‘Mamá’. Por ahora, por lo que Yuichi sabía, las palabras
de su familia no significaban nada más que lo que decían. La palabra
de su padre también era ‘Papá’.

Estaban cenando yakiniku esa noche, así que había una gran pila de
carne en un plato.
“Oh cielos, eso suena terrible.” Su madre escuchó la historia con
una impactante falta de preocupación, considerando la escena que se
estaba describiendo, mientras apilaba incansablemente carne en el
plato caliente.

“¡Pero Yori, no puedes infligir violencia a las personas a plena luz


del día! ¡Tienes que hacerlo como lo hace Yu, en secreto, donde nadie
pueda verlo jamás!” Mutsuko anunció mientras devoraba una tira de
carne.

“¡No digas ‘como yo’!” Yuichi protestó. “Aun así, Nee-chan tiene
razón. La persona a la que golpeaste también tiene su orgullo, ¿sabes?
Es posible que algunos chicos nunca puedan mostrar su rostro en
público después de haber sido golpeados por una estudiante de escuela
media frente a tanta gente.”

Sin embargo, Yuichi no estaba realmente preocupado por eso. Si


perdía la cabeza por algo que hizo una estudiante de escuela media,
normalmente terminaría luciendo peor. Estaba bastante seguro de que
este tipo, Subaru, no era tan estúpido.

“Pero, ¿qué pasa con los estudiantes de escuela media en estos


días?” Añadió. “Esta amiga tuya, Karen, ¿realmente tiene novio en la
escuela secundaria?”

“Parece que sí.” Dijo Yoriko mientras comía su carne. “Recién


escuché sobre ella hoy. Pero hay bastantes chicas como ella.”
“Wow... los estudiantes de escuela media en estos días tienen que
tomarse en cuenta.” Dijo Yuichi.

Los estudiantes de escuela media todavía son niños, añadió Yuichi


en silencio mientras mojaba la carne en salsa.

Los hijos de la familia Sakaki comieron mucho. A pesar de eso,


nunca parecieron ganar peso, probablemente porque todos tenían
pasatiempos activos. Yoriko no recibió un entrenamiento de combate
extremo como lo hizo Yuichi, pero aun así recibió algunas lecciones
de artes marciales.

“Pero, ¿las cosas fueron incómodas para esa chica, Karen, después
de lo sucedido?” Añadió. Después de todo, el amigo de su novio había
sido golpeado. Yuichi estaría perdido después de algo así.

“Bueno, el novio realmente no parecía del tipo leal.” Dijo Yoriko.


“Probablemente romperán en poco tiempo. Estoy seguro de que estará
bien.”

Como un tradicionalista romántico, Yuichi se sorprendió bastante


por este comportamiento. “¿Sales con gente y terminas con ellos así?”

“¡Pero, Onii-chan! ¿Y si realmente no retrocede? ¿Y si viene detrás


de mí de nuevo?” De repente Yoriko preguntó, como si acabara de
tener una idea brillante.

“Supongo que podría.”

“¡Sí! ¡Y tengo miedo! ¿Podrías acompañarme a la escuela por un


tiempo?”
“¿Eh? ¿Por qué debería?”

“¡¿Y si viene tras de mí para vengarse?!”

“Bueno… ya le ganaste una vez. ¿No podrías hacerlo de nuevo?”


Yuichi no podía ver por qué sería necesario algo más. Por lo que había
oído, el chico, Subaru, era pendenciero, pero no mucho más. Yoriko
probablemente era lo suficientemente fuerte como para tratar con él,
especialmente si tenía su llave en L para protegerse.

“¿Y si trae un grupo? ¡No puedo luchar contra un grupo!” Protestó


Yoriko.

“¿Un grupo? ¿Realmente enviarían un grupo contra una chica de


escuela media?” Yuichi preguntó con escepticismo.

Aun así, cuando ella lo expresó de esa manera, él se preocupó.


Yuichi no había visto al chico, por lo que no sabía cuán persistente
podría ser.

“¡Yu, tienes mi permiso para saltarte el club! ¡Quédate con Yori


por un tiempo!” Interrumpió Mutsuko, reflejando la insistencia de
Yoriko.

Yuichi todavía sentía que Yoriko se había buscado esto, pero no


pudo evitar ser suave cuando se trataba de su hermana pequeña. Por un
tiempo estaría caminando con Yoriko a casa de la escuela.

Cuando Yuichi se acercó a la puerta de su escuela media, encontró


a Yoriko parada allí, luciendo insatisfecha.
Pensó que tal vez había pasado algo en la escuela, pero su expresión
amarga no se mostró hasta que Yuichi apareció. Eso significaba que él
era con quien ella estaba enojada.

De pie junto a Yoriko había una chica bajita con el cabello corto...
su amiga Karen, probablemente. Le había preocupado que las cosas se
hubieran vuelto incómodas entre ellas, pero aparentemente no fue así.
Las palabras de la chica eran ‘Estudiante de Escuela Media’, por lo que
parecía lo suficientemente inocente.

“Yori, me pediste que viniera.” Dijo. “¿Qué pasa con el


enfurruñamiento?”

“¡Sí! ¡Así es! ¡Pensé que esto podría pasar!” Yoriko estalló,
mirándolo.

El foco de la mirada de Yoriko era Aiko, que estaba de pie junto a


Yuichi. Le había contado lo que le había pasado a Yoriko en la escuela
y ella terminó viniendo.

“Ah... um, pensé que tener más gente alrededor podría ser un mejor
elemento disuasorio contra los bichos raros.” Dijo Aiko, haciendo una
mueca ante la mirada de Yoriko.

“¡No necesito más gente! ¡Solo necesito a mi hermano! ¡Nos harás


tropezar! ¡Te conozco, Noro, y te tomarán como rehén!” Yoriko gritó.

“Um, no me tomarán como rehén...” Dijo Aiko, nerviosa.

Karen interrumpió. “Buenas. Gracias por cuidar de Yoriko. Soy


Karen Hanagasumi.” Ella les hizo una reverencia. Parecía bondadosa
y educada; ciertamente más responsable de lo que la descripción de
Yoriko le había hecho sonar.

“Oh, gracias.” Dijo Yuichi. “Y he oído que también la has cuidado


por nosotros.”

“En absoluto.” Dijo Karen. “Ella es la que me cuida. Ah, ¿y esta es


tu novia?”

“¡Karen! ¡No le mires mientras estoy de espaldas!” Yoriko había


estado investigando a Aiko, pero ahora era Karen quien se había
ganado su ira.

“¿Cuál es el problema?” Preguntó Karen. “Rompí con Takuma.”

En serio, los estudiantes de escuela media en estos días son


preocupantes... Yuichi también se había preocupado de que el pequeño
alboroto de Yoriko pudiera causar tensión en esa relación, pero Karen
parecía realmente indiferente a eso.

“Um, ¿también quieres caminar con nosotros, Karen?” Yuichi


preguntó.”

“¡Sí! Siempre caminamos juntas a casa.” Y así los cuatro


caminaron juntos.

A pesar de pedirle que la escoltara a casa, en realidad estaba a solo


diez minutos a pie desde la escuela media hasta su casa. Era muy
probable que no pasara nada. Yuichi pensó que probablemente se
estaban preocupando demasiado.
“¡Lo entiendo!” Dijo Karen de forma repentina. “Así que este es tu
hermano mayor. Pensé que estabas exagerando, pero es bastante
atractivo. También se parece mucho a ti.”

“Karen... ¿sabes lo que le sucede a la gente cuando lucho contra


ellos en serio?” Yoriko preguntó sombríamente.

“¿Terminan con la nariz ensangrentada como Subaru?”

La mayor parte del camino a casa fue a través de vecindarios


residenciales. Las carreteras eran estrechas, lo que dificultaba el paso
de incluso dos coches. Durante algunas horas del día, las carreteras
podrían estar inundadas de gente. Pero Yuichi no podía bajar la guardia
solo porque era un distrito residencial.

“Sakaki, no creo que vaya a pasar nada.” Habló Aiko. “¿Sólo


querías mimar un poco a Yoriko?”

“Eso es lo que estaba pensando.” Dijo Yuichi. “Pero parece que fue
más persistente de lo que esperaba.”

Yuichi había sentido que alguien los seguía por un tiempo. Estaba
concentrado en esa presencia, y estaba claro que su grupo era el
objetivo.

Dudo que él solo quiera tener una charla... Yuichi estaba


detectando un aura clara de malicia que definitivamente estaba dirigida
hacia Yoriko.

“Yori. En esa esquina voy a girar a la izquierda.” Susurró.


Yuichi salió al frente y dobló por una carretera. Yoriko y las demás
lo siguieron naturalmente.

Después de un tiempo llegaron a un terreno baldío que estaba a la


venta.

“Sakaki, ¿qué está pasando?” Aiko preguntó confundida. Incluso si


no había nadie allí, parecía sentirse culpable por la idea de pisar la
propiedad de otra persona sin permiso. La expresión de Yoriko era
indiferente, sugiriendo que había intuido lo que estaba pasando,
mientras que Karen no parecía encontrar nada extraño en ello.

“Esperemos un minuto.” Dijo Yuichi. “Si solo nos está observando,


podría ignorarnos por hoy.”

Y si es aún más peligroso, es posible que ya sepa dónde está nuestra


casa y nuestra ruta habitual a la escuela...

En ese caso, su acosador ya podría haberse dado cuenta de que se


habían desviado de su camino. ¿Cómo reaccionaría a eso?

Justo cuando Yuichi se preguntaba, su perseguidor apareció ante


ellos.

No estaba solo. Otros dos hombres vinieron de la dirección opuesta


a la que habían llegado.

La persona principal que los seguía probablemente era Subaru, el


hombre a quien Yoriko había humillado. Llevaba un uniforme de
chaqueta, al igual que los dos hombres que lo acompañaban. Los
uniformes sugerían que eran de una escuela secundaria local, pero los
tres tenían escrito ‘Delincuente’ sobre sus cabezas. Sus uniformes
parecían bastante arrugados, pero no lo suficiente como para asumir
que eran matones de un vistazo.

Hay algo extraño en esto... pensó Yuichi.

Si hubieran tenido la previsión de seguirlos y preparar la fuerza de


los números,

¿Por qué usarían uniformes que les facilitaran descubrir sus


identidades? Por otra parte, tal vez realmente no lo habían pensado
bien.

“Eres Yuichi Sakaki, ¿verdad?” Dijo uno de los hombres. “Suerte


que tienes a todas estas chicas cerca, ¿eh?”

“¿Eh? ¿Por qué yo? ¿Y cómo me conoces?” Yuichi preguntó. No


había esperado que el tema se volviera sobre sí mismo tan
abruptamente. Pero si eran delincuentes, existía la posibilidad de que
lo conocieran. Simplemente no estaba seguro de por qué ruta lo
conocían.

“¿Eh? Piensas muy bien de ti mismo, ¿eh?” Preguntó el hombre.


“No nos preocupamos por ti. Nos enteramos de ti cuando estábamos
investigando a Yoriko.”

Fue difícil lidiar con una beligerancia tan repentina como esta.

Subaru estaba a la cabeza del grupo, con los otros dos detrás de él.
Por el contrario, las chicas con Yuichi se movieron para esconderse
detrás de él. Pero, por supuesto, las tres no pudieron esconderse a la
vez, lo que resultó en una imagen bastante extraña.

“Mira, siento que mi hermana se haya pasado de la raya contigo.”


Dijo Yuichi. “Ella debería disculparse por eso. Pero estoy bastante
seguro de que no va a salir contigo en este momento. Además, está en
la escuela media. Ella todavía es una niña. ¿Por qué hay estudiantes de
secundaria amenazándola? Es extraño.” Últimamente Yuichi había
estado resolviendo muchos problemas con la violencia, pero todavía
prefería hablar de las cosas cuando fuera posible.

“¿Eh? ¡¿Por qué debería disculparme?!” Yori exclamó.

“Cálmate unos minutos, Yori.” La reprendió Yuichi.

“¿No entiendes la situación en la que te encuentras?” Subaru


preguntó con aire de suficiencia.

“¿Qué situación?” Yuichi realmente no entendía lo que quería decir


el hombre. Su única opinión sobre la situación era que parecían
bastante tontos.

“Tenemos tres muchachos de nuestro lado que saben pelear.” Dijo


Subaru. “Y tú estás completamente solo.”

No parecía estar contando a las chicas. Tal vez había olvidado lo


que Yoriko le había hecho, o estaba fingiendo que nunca había
sucedido.

Parecía que sería una persona difícil de tratar; el tipo de chico que
se había salido con la suya durante mucho tiempo por ser ‘bastante
duro’. El grado en que subestimó a Yuichi sugirió que era poco
probable que escuchara razones.

“Um, escucha. Digamos, hipotéticamente, que ustedes tres me


golpearon.” Dijo Yuichi. “Entonces, ¿qué harás? ¿Secuestrar a las tres
chicas? Esto no es un manga, ¿sabes? Hacer eso en la vida real causa
grandes problemas. Incluso si estás protegido por las leyes de menores,
hoy en día el mundo tiene una visión dura de ese tipo de cosas. No
habrá mucha indulgencia por su crimen. Están en una escuela
secundaria, ¿verdad? ¿No se dan cuenta de que arruinaran sus vidas?”

Yuichi esperaba que el razonamiento los convenciera. Pero, en


cambio, parecieron interpretarlo como una burla.

Subaru estaba furioso. Salió con la pierna izquierda y lanzó un


puñetazo directo a la cara de Yui con el puño derecho. Esto debe ser
de lo que había estado hablando cuando dijo que sabía cómo pelear...
que no era solo un novato agitando los brazos. Pero para Yuichi, el
movimiento parecía lento como la melaza.

Los artistas marciales famosos a menudo tenían anécdotas sobre


momentos en los que se las habían arreglado para hablar en lugar de
resolver las cosas luchando. El intento de Yuichi de hablar había
enfurecido a su oponente y lo había llevado a atacar, lo que sugería que
aún necesitaba más entrenamiento. El hecho de que Yuichi fuera capaz
de reflexionar sobre esa idea en su totalidad era una señal de lo lento
que era el ataque de Subaru.
Yuichi apartó la mano, sin siquiera molestarse en esquivar, luego
golpeó la barbilla de Subaru con su dedo extendido. Aunque había
atacado en segundo lugar, su golpe aterrizó primero y Subaru cayó
como un saco de patatas.

“Um, mira, eso fue un reflejo, ¿de acuerdo?” Dijo Yuichi, nervioso.
“Honestamente, estaba tratando de hablar de las cosas.”

“Sakaki, ¿con quién intentas poner excusas?” Preguntó Aiko. Su


voz hizo que Yuichi volviera a la tierra.

Los dos compinches de Subaru huyeron, dejando a su líder en el


suelo.

Yuichi lo arrastró a una esquina del lote abandonado y lo dejó allí.

“¡Bien!” Dijo Yuichi.

“¿Cómo que ‘bien’? Después de toda tu gran charla sobre


‘enseñarle a Yori que la violencia cíclica no resuelve nada’...” Dijo
Aiko, sonando honestamente decepcionada.

“Tu hermano es realmente impresionante...” Dijo Karen,


impresionada, como si acabara de darse cuenta de lo que había
sucedido.

“¡Ese es mi magnífico hermano mayor! ¡Magni-hermano!” Dijo


Yoriko, felicitando a Yuichi con un término que nunca la había
escuchado usar antes.
Pero Yuichi sospechaba que sus acciones terminarían empeorando
las cosas aún más que antes. Había acabado con Subaru con demasiada
facilidad. Subaru no se sentiría como si hubiera perdido. Si Yuichi
realmente hubiera querido arreglar las cosas, debería haberlo golpeado
lo suficiente como para que pensara en volver a oponerse a él.

Pero, aunque era fácil usar la fuerza contra la yakuza armada,


Yuichi dudaba en ir tan lejos contra un simple estudiante de
secundaria.

Entonces, en cambio, tendría que lidiar con las cosas tal como
sucedieron.

✽✽✽✽✽

El hombre era conocido como ‘Rey’.

Era un apodo que podía usarse para burlarse, pero en su caso, era
una muestra de respeto. Como no tenía ninguna intención de
ridiculizarlo, el propio Rey lo aceptó.

Subaru nunca pensó que llegaría a hablar con Rey cara a cara.

Rey era una leyenda.

Nadie sabía su edad con certeza, pero Subaru había escuchado que
era un hombre joven. Incluso hubo rumores de que todavía estaba en
la escuela secundaria. Sin embargo, a pesar de su juventud, comandaba
a más de mil hombres e incluso se había enfrentado a la yakuza. Tenía
su mano en muchas actividades turbias y, al invertir sus ahorros
acumulados, había construido una gran fortuna.
Esa misma leyenda estaba frente a Subaru en este momento.
Estaban en una habitación de un edificio nuevo y moderno: un edificio
de oficinas con las últimas instalaciones. Rey estaba sentado con las
piernas cruzadas en un escritorio de aspecto caro.

Como decían los rumores, Rey parecía un hombre joven. Parecía


tener más o menos la edad de Subaru, y era un poco bajo, pero el aura
de violencia que colgaba a su alrededor mitigaba cualquier diferencia
en sus alturas.

Rey estaba rodeado de hombres que estaban firmes. Todos iban


vestidos de manera diferente: algunos iban de traje, mientras que otros
vestían camisas sin mangas a pesar de la temporada. Los bolsillos de
los trajes parecían extrañamente hinchados y cualquier piel
visiblemente expuesta estaba cubierta de tatuajes.

Subaru se encontró inclinándose instintivamente. El hombre frente


a él parecía ser un líder nato. Estaba claro con solo mirarlo que era
alguien especial.

¿Cómo habían salido las cosas así?

Incluso después de todo, Subaru no había podido renunciar a


Yoriko Sakaki. Pero sabía que, si intentaba perseguir a los hermanos
Sakaki sin un plan, probablemente terminaría de la misma manera que
antes.
Necesitaba un plan, así que decidió hablar con uno de los senpais
con los que solía pasar el rato en la escuela media. En lugar de ir a la
escuela secundaria, este se había unido al inframundo criminal.

Si tuviera la opción, Subaru habría preferido romper los lazos con


este hombre. La apariencia delincuente de Subaru era simplemente
moda; era una forma práctica de darle mística en su escuela secundaria,
pero no significaba que realmente quisiera involucrarse con el
inframundo criminal.

Sin embargo, Subaru había decidido pedirle ayuda a este tipo. Le


había contado todo sobre lo sucedido e incluso le había mostrado una
foto de Yoriko.

Esa imagen había circulado hasta que aparentemente, por fin, había
llegado a Rey. Entonces, por alguna razón, Rey había llamado a Subaru
para verlo.

El silencio se cernió sobre la habitación.

El cuerpo de Subaru permaneció paralizado en su reverencia


mientras se preguntaba qué debía hacer. Seguramente, en una situación
como esta, sería inapropiado que él hablara primero. Su amigo se había
asegurado de que entendiera que, si hacía infeliz a Rey, estaría muerto
(literalmente) en el acto. Tenía la sensación de que era cierto.
Absolutamente no podía permitirse el lujo de decir algo incorrecto.
“¿Subaru Wakei, verdad?” Preguntó Rey. La voz del joven era más
aguda y penetrante de lo que había imaginado. “Bueno, párate derecho.
Estás haciendo que sea difícil hablar contigo.”

“¡S-Sí, señor!” Subaru se enderezó bruscamente.

“La razón por la que te llamé aquí... bueno, quería pasar por los
canales adecuados.” Dijo Rey.

“¿Los... canales adecuados?” Subaru repitió, sin entender.

“Yoriko Sakaki. Ella me gusta. Ella realmente me gusta. La quiero


y la tendré, pero como tú eres quien me hizo darme cuenta de ella,
pensé que te debía un agradecimiento.”

Subaru había tenido una vaga idea de que este podría ser el caso
cuando lo llamaron. Esto no era en absoluto lo que quería, pero ahora
estaba fuera de sus manos. Rey haría todo lo que estuviera en su poder
para conseguir lo que quería, y no había nada que Subaru pudiera hacer
para interponerse en su camino.

“Por supuesto, las palabras son una forma bastante pobre de


expresar gratitud. Veamos... ¿qué tal si consigues su quinto? Entonces
todavía obtendrás un placer decente de ella.” Rey asintió para sí
mismo, como si sintiera que le había ofrecido un trato muy generoso.

Subaru no podría objetar, y para ser honesto, principalmente se


sintió aliviado de que Rey no le hiciera nada. Al mismo tiempo, un
sentimiento oscuro y vulgar como la alegría comenzó a asomar dentro
de su cabeza. Un pensamiento terriblemente egoísta y materialista pasó
por su mente. Te lo buscaste tu sola, Yoriko Sakaki...

✽✽✽✽✽

Una camioneta blanca se detuvo con un chirrido, bloqueando el


camino de Yuichi.

Yuichi no quería tener que golpear a todos los atacantes que venían
detrás de él, así que corrió hacia la camioneta en un instante y pateó la
puerta corrediza en la parte trasera.

La puerta se hundió hacia adentro, lo que fue suficiente para evitar


que se abriera. Esa era la única forma de entrar o salir del asiento
trasero, lo que significaba que los cuatro o cinco tipos estaban
atrapados dentro. Todavía podrían intentar salir por la ventana, pero se
ralentizarían lo suficiente como para que Yuichi pudiera golpearlos
cuando llegaran.

Sospechaba que el conductor se quedaría en el auto, con el interés


de una escapada rápida, por lo que también golpeó la puerta del lado
del pasajero. Eso dejó solo la puerta del lado del conductor capaz de
abrirse.

Yuichi esperó unos momentos, y luego la camioneta chirrió, tal


como había esperado.

El camino de Yoriko a la escuela pasó por un tranquilo distrito


residencial. Sabiendo ahora que sus enemigos se estaban organizando,
les había pedido a Karen y Aiko que tomaran otras rutas, lo que dejaba
a hermano y hermana haciéndose compañía entre sí.

“Onii-chan... lo siento.” Dijo Yoriko. “Yo, um... no es que crea que


alguna vez te ganarán, pero manejé mal la confrontación inicial.
Lamento lo que hice.”

Por lo general, cuando estaban solos, Yoriko siempre parecía


divertirse por alguna razón, pero aquí, se disculpaba con él con un aire
genuinamente arrepentido.

“Bueno, yo también manejé mal las cosas.” Yuichi le acarició la


cabeza suavemente. “No te preocupes por eso, ¿de acuerdo?”

Las personas que estaban detrás de Yoriko habían estado actuando


de esta manera organizada por un tiempo. Yuichi no sabía por qué
estaba pasando esto, pero había identificado más o menos el grupo con
el que estaba tratando. Esa era la razón por la que había dejado ir la
camioneta. Le había colocado un transmisor por si acaso, pero
probablemente eran de la misma organización.

Era una pandilla desagradable de delincuentes. Estaban compuestos


principalmente por jóvenes y, al parecer, también se habían sumado a
sus filas criminales dispuestos a matar.

“No esperaba que se organizaran hasta este punto.” Yuichi no podía


entender por qué iban a llegar tan lejos por una chica de secundaria.

“Pero, ¿qué debemos hacer?” Suplicó su hermana.


“No tienes que preocuparte, Yori. Puedo vencerlos a todos si tengo
que hacerlo, y Nee-chan también se está moviendo.”

“¡Ok! ¡No me preocuparé!” Pareciendo genuinamente


despreocupada, Yoriko se aferró a Yuichi, volviendo a su actitud
habitual.

Aun así... ¿qué está pasando aquí? Yuichi se preguntó.

Las personas con las que estaba tratando no parecían pensarlo dos
veces antes de recurrir a la actividad delictiva. Hasta ahora se las había
arreglado para resolver las cosas, pero realmente no había resuelto
nada. Todavía podrían enviar más.

Si se daban cuenta de que no podían hacerle nada a Yuichi, podrían


empezar a perseguir a las personas de su vida.

Yuichi estaba empezando a pensar que sería mejor que tomara sus
propias medidas y rápidamente.

✽✽✽✽✽

Rey no esperaba que una sola chica en la escuela media le causara


tantos problemas. Había pensado que podía enviar a algunos hombres
tras ella, empujarla a la parte trasera de un coche, y eso sería todo.

Al principio, había pensado que los informes de sus subordinados


eran una broma, pero también sabía que estaban al tanto de lo que
sucedería si bromeaban con él. Sus subordinados habían informado
que todos sus escuadrones de ataque habían sido derrotados. Todos
habían sido repelidos por el hermano mayor, Yuichi, que siempre
estaba al lado de Yoriko.

Los hombres que había enviado no tenían experiencia en artes


marciales, por supuesto, pero estaban acostumbrados a pelear. No
dudarían en emplear la violencia, y eran lo suficientemente expertos
en eso. Era impensable que pudieran perder ante un solo estudiante de
secundaria.

Aun así, era la verdad, y cuestionarla no lo llevaría a ninguna parte.


Entonces Rey llamó a subordinados más poderosos.

De camino a la escuela, de regreso, a casa...

Incluso si eran fuertes, eran solo niños. Tuvieron que bajar la


guardia en algún momento. Y, sin embargo, cada vez, los ataques
fueron repelidos. No tiene sentido.

Todos los ataques que habían montado de camino a la escuela


habían fracasado.

El escuadrón que había enviado para atacar la casa Sakaki había


sido completamente aniquilado en el camino a su destino.

El éxito parecía improbable. Había ejecutado a los subordinados


que habían fallado en su misión, pero incluso cuando sus sucesores
sabían que estaban luchando por sus vidas, eso no cambió los
resultados.

Como la yakuza, para ellos la reputación lo era todo. No podían


permitir que nadie los subestimara. La gente sabía que felizmente
violarían la ley o matarían si tuvieran que hacerlo. Ese conocimiento
inspiraba miedo, y ese miedo era una herramienta que podían usar. Sin
embargo, los hermanos Sakaki no tenían miedo; por el contrario,
aparentemente no se molestaron en lo más mínimo.

Era como si hubieran pateado barro en la cara de Rey.

Las cosas ahora se habían intensificado hasta el punto de que no


podía haber marcha atrás.

La incapacidad de Rey para secuestrar a una joven sería vista por


los habitantes del inframundo como una grieta en sus cimientos de
hierro. Tenía que conseguir a Yoriko Sakaki, sin importar lo que
costara. Para Rey, ahora era una cuestión de vida o muerte.

No podía haber más medias tintas.

Sería el colmo de la idiotez seguir enviando hombres tras ellos.


Pero como Rey subestimó a los hermanos Sakaki, actuó como un
idiota.

Tuvo que usar todo lo que tenía. Los equipos pequeños no estaban
haciendo el trabajo. No fue suficiente para asegurarse de que las cosas
saldrían bien. Tuvo que enviar a todo el ejército.

✽✽✽✽✽

La ciudad de Seishin tenía un gran parque de ejercicios centralizado


que había sido designado como lugar de evacuación en caso de desastre
natural.
Cuando Yuichi y Monika fueron atacados por el camión, Yuichi
envió a Aiko a un lugar seguro. En otras palabras, si uno tuviera que
considerar el espacio abierto más amplio de Seishin, este parque era lo
primero que se le ocurriría.

El espacio abierto más grande del parque era la pista de atletismo.


Tenía un doble propósito, con una pista de 400 metros rodeada por dos
campos de fútbol. En otras palabras, era enorme.

A pesar de la hora avanzada, la pista estaba iluminada y llena de


gente. Debía de haber mil de ellos, todos ellos secuaces personales de
Rey.

Se decía que Rey podía movilizar a mil hombres con una sola
palabra, y parecía que los rumores eran ciertos. Todos iban vestidos
con diferentes atuendos y sostenían una variedad de armas en la mano:
desde espadas de madera, tubos de metal, bates con clavos y otras
armas fácilmente improvisadas hasta katanas, ballestas y pistolas.

Todos se habían reunido en este parque al mismo tiempo, con las


armas en la mano. Increíblemente, su objetivo era una redada en una
casa residencial propiedad de la familia Sakaki.

Yuichi se sentó en los asientos de los espectadores, mirándolos. A


su lado estaban sentadas su hermana mayor Mutsuko y su hermana
pequeña Yoriko.
Era difícil saber qué podría pasar contra una fuerza enemiga de este
tamaño, así que le había dicho a Yoriko que no viniera, pero ella se
había quejado hasta que finalmente la trajo.

Las luces en las gradas estaban apagadas, así que mientras


permanecieran donde estaban, probablemente no serían vistas.
Probablemente podría garantizar la seguridad de sus hermanas.

“Estoy impresionado de que todos hayan venido aquí a esta hora


del día.” Comentó Yuichi.

Era tan tarde en la noche que casi era la hora del amanecer. Era
sábado, así que tal vez no importaba, pero si hubiera sido un día
laborable, seguramente hubiera sido imposible.

“¡Las redadas siempre han sido algo que se hace al amanecer!”


Declaró Mutsuko. “Pero si vas a dejar de atender a las incursiones
menores e ir por el conjunto entero, ¿no crees que no es muy
estratégico?”

“Estratégico o no, realmente ha ido demasiado lejos...” Yuichi no


estaba seguro de lo que el hombre pensaba de él, pero una fuerza de
este tamaño podría fácilmente apoderarse de una ciudad. “¿Y cómo
prendieron esos focos?” Yuichi se preguntó, aunque no importaba.

“Buena pregunta.” Dijo Mutsuko. “¿Quizás se hicieron cargo de la


sala de control? Probablemente habría seguridad allí en medio de la
noche, ¿pero simplemente trataron con ella?”
“Pero, ¿por qué reunir mil hombres armados? ¿Una guerra civil?
¿Terrorismo?”

Ni siquiera la yakuza reuniría a tanta gente en un solo lugar para


una guerra... ni podrían, probablemente. Quizás fue porque eran tontos
al no pensar en las consecuencias que podían hacer algo tan drástico.

“¡Pero estamos de suerte!” Declaró Mutsuko. “¡Hay tantos de ellos


todos unidos en un propósito! ¡Usualmente no ves enemigos ansiosos
por luchar!”

“¿Y estás segura de que invadirán nuestra casa si los dejamos ir?”
La idea hizo que Yuichi se sintiera agotado.

“Realmente te da escalofríos... Nunca pensé que conduciría a algo


como esto...” Dijo Yoriko en voz baja. Nunca había imaginado que su
momentánea pérdida de temperamento le causaría problemas tan
graves.

“No creo que nadie pudiera haber imaginado esto...” Murmuró


Yuichi. Mutsuko había deducido de antemano que se reunirían aquí
así.

No estaba seguro de cómo lo había hecho, pero tal vez tenía fuentes
de algún tipo.

“Obviamente, cuando un grupo como este comienza a marchar por


las calles, ¡va a comenzar un pequeño caos!” Declaró Mutsuko.

“¿Solo un pequeño caos? Oye... ¿supongo que no podríamos


enviarles algún yokai o monstruo?” Yuichi estaba empezando a pensar
que preferiría recurrir a medidas drásticas que lidiar con todo esto por
su cuenta.

“Eso sería interesante, pero la gente también podría morir... No es


que me importe, personalmente.” Dijo Mutsuko.

Yuichi suspiró y se rascó la cabeza. “Sí, supongo...” Podrían ser


criminales, y realmente malos, si estaban dispuestos a atacar a los
miembros inocentes de la familia de alguien, pero eso no significaba
que merecieran morir. “Pero realmente no creo que necesiten enviar
tanta gente...”

Yuichi no sabía lo respetado que era su jefe, pero no podía imaginar


que sería fácil unir a tanta gente. Tenía la sensación de que al final no
sería capaz de controlarlos, y probablemente se volverían locos.

“Apuesto a que no le importa lo que suceda al final.” Dijo Yuichi.


“Quiere dejar en claro de lo que es capaz.”

“Eso es cierto.” Dijo Yoriko. “Si pasara una multitud tan grande, lo
sabrías de inmediato, lo que me facilitaría escapar.”

“Es una locura... bueno, si estos son todos, entonces sé lo que vas a
decir, pero... ¿alguna orden?” Yuichi preguntó.

“¡Derrota a todos y cada uno de ellos!” Anunció Mutsuko.

“Entendido. Pero después de que supere cierto número, ¿no


empezarán a correr?” Esa había sido la experiencia de Yuichi; no
importa cuán grande sea la fuerza a la que se enfrentara, si derrotaba a
la mitad, sus filas colapsarían, se dividirían y huirían.
“No te preocupes por eso.” Dijo Mutsuko. “Ese tipo, Rey, tiene
verdaderas cualidades de liderazgo. Está casi en el ámbito del lavado
de cerebro. Así que te perseguirán hasta el último hombre, todos listos
para morir por su causa. ¡Buena suerte!”

“¡Onii-chan, haz todo lo posible por mí!” Gritó Yoriko.

Era difícil de decir en la oscuridad que los rodeaba, pero estaba


bastante seguro de que los ojos de ambas chicas brillaban.

“Es fácil para ustedes decirlo...” Yuichi tomó el bastón que estaba
a sus pies y se puso de pie. Era una lanza hecha de madera del árbol de
cera blanca, de 3-2 metros de largo en total y unos cinco centímetros
de diámetro alrededor de la empuñadura. Por supuesto, dado que no
estaba tratando de matar a nadie, no tenía punta de lanza.

“Tengo que decir que derrotar a mil personas con las manos
desnudas sería mucho más atractivo...” Dijo Mutsuko en un tono de
lamentación.

“¿Por qué debería tener que hacer eso?” Para empezar Yuichi no
tenía ninguna razón para luchar. Si lo denunciaban a la policía, podrían
arrestarlos a todos acusados de reunirse con armas peligrosas.

La única razón por la que no lo habían hecho era por la filosofía de


Mutsuko: tenía una regla sobre dejar que las cosas se desarrollaran por
sí mismas hasta que fuera necesario hacer lo contrario. Probablemente
pensó que esto sería útil para el entrenamiento de Yuichi. Como de
costumbre, fue completamente imprudente.
“Bueno, está bien. ¡Esta vez te dejaré tener un arma!” Dijo
Mutsuko.

“Esta vez, ¿eh?” Yuichi esperaba no tener que enfrentarse a mil


enemigos por segunda vez. Pero dejó a un lado los pensamientos del
futuro y saltó de los asientos con la lanza en la mano.

Luego se la echó al hombro y comenzó a dirigirse hacia el medio


del campo.

Parte del ejército de Rey debe haber estado manejando tareas de


vigilancia, porque algunos de ellos lo notaron de inmediato. Pero el
conocimiento de su llegada no se trasladó de inmediato al resto de
ellos.

“¡Buena noches! ¡Soy Yuichi Sakaki!” Yuichi gritó con un ligero


aire de desesperación.

Ahora los mil hombres lo notaron y volvieron sus ojos hacia él en


masa.

Para esta pelea, Mutsuko le había dado dos condiciones. Una era
darles su nombre. Había pensado que podría terminar sonando
estúpido si lo hacía de la manera tradicional de guerrero que ella había
pretendido, así que había intentado simplemente presentarse como lo
haría normalmente, pero eso acababa de hacerlo sonar más estúpido.

“¡Escuché que iban a mi casa, así que vine a verlos!” Yuichi gritó.
“Vengan, ¿ok?”
La segunda condición había sido no ser el que iniciara la pelea. La
estrategia ideal habría sido intentar reducir su número tanto como fuera
posible antes de que se dieran cuenta de lo que estaba pasando; incluso
si hubiera sido mejor buscar a Rey y acabar con él primero. Sin
embargo, eso no estaría permitido.

No se movieron de inmediato. Parecía que no iban a estar a la altura


de simples provocaciones. El control de Rey sobre ellos debe ser
fuerte.

Todos tenían intercomunicadores. Tal vez Rey les estaba dando


órdenes a través de esos dispositivos... de hecho, tal sistema sería
necesario para unir y controlar a mil hombres a la vez.

¿Qué tan serio es él sobre esto? Yuichi se preguntó. ¿Está


intentando iniciar una guerra? Si estaba dando sus órdenes a través de
medios de alta tecnología, eso significaba que Rey se enteraría apenas
llegase Yuichi.

Después de un minuto, un murmullo corrió a través de los mil


hombres. Solo duró un segundo antes de que la calma volviera a caer
sobre ellos.

Maten a Yuichi Sakaki... ¿Era esa la orden que les habían dado?

Con un rugido furioso, los mil hombres entraron en acción como


uno solo. Cargaron contra él como berserkers, cada uno con la
esperanza de ser el primero en la fila.
Yuichi mantuvo la calma, eliminando a cada hombre mientras se
ponía dentro del alcance de su lanza. Apuntando al plexo solar de cada
hombre que atacaba, atacó una y otra vez, inhabilitando a uno tras otro.

El alcance de la lanza era increíble; los hombres con bates con


clavos no eran competencia, mientras que aquellos con ballestas y
pistolas eran fáciles de esquivar, ya que él ya sabía dónde estaban.

Aquellos que se dieron cuenta de que no podían avanzar desde el


frente intentaron moverse detrás de Yuichi, o atacarlo desde un
costado. Sin volverse para mirar, Yuichi balanceó su lanza detrás de él
y golpeó a los enemigos que sintió que estaban allí. Cuando Yuichi
estaba concentrado en el combate, no tenía puntos ciegos; mientras los
enemigos estuvieran al alcance de su lanza, fácilmente podría decir
dónde estaban.

El hecho de que tenían a Yuichi rodeado de hecho funcionó para su


beneficio. Les hizo más difícil usar sus armas de proyectiles e incluso
hizo que el fuego amigo fuera una posibilidad.

Yuichi agitó su lanza una y otra vez, golpeando y empujando a


quienquiera que estuviera a su alcance.

A pesar de que estaba rodeado, solo cinco o seis de ellos podían


atacar a la vez. Ese principio fundamental no cambiaría ni siquiera con
mil hombres a su alrededor. Solo tenía que poder lidiar con ellos de
manera eficiente a medida que llegaban.
Yuichi había establecido una línea de defensa con un radio de
aproximadamente cuatro metros. Nadie que entrara en esa zona podría
salir ileso. Más allá de eso, era solo una cuestión de resistencia, que
tampoco era un problema para Yuichi. Luchar contra mil hombres
estaba dentro del alcance de lo que su hermana lo había entrenado.

Hubo gritos y lamentos. Los huesos se rompieron, la carne se rasgó


y la sangre se esparció mientras caían hombre tras hombre.

‘Baño de Sangre’ era la única forma de describir lo que acababa de


ocurrir. Pero desde el punto de vista de Yuichi, todo había sido un
trabajo aburrido y desapasionado.

Yuichi ahora caminaba, iluminado por el sol de la mañana. Se


acercó al último hombre en pie, el propio Rey. No se trataba de quién
era, ya que la palabra sobre su cabeza decía ‘Rey’.

Rey apuntó con su arma a Yuichi y le disparó sin dudarlo.

Yuichi esquivó los tres disparos rápidos sin disminuir la velocidad,


luego golpeó el arma en el momento en que estuvo al alcance de la
lanza. “Es fácil confiar en la violencia porque es simple y eficiente,
pero su simplicidad significa que se puede superar a través de una
mayor violencia. Somos gente civilizada, ¿no? Tenemos formas más
inteligentes de hacer las cosas. ¿No podemos encontrar algún tipo de
compromiso?”

“Eso es gracioso, viniendo de ti, Yuichi Sakaki.” Dijo Rey,


frotándose la mano. No parecía llevar ninguna otra arma de fuego.
“Sí, soy consciente de que no estoy en posición de hablar.”
Coincidió Yuichi. “Tenía que dejar en claro que usar más violencia
contra mi hermana pequeña no te haría ningún bien.”

Yuichi estaba cubierto de una ligera capa de sudor. Contra


oponentes tan débiles como estos, aún podría seguir un poco más.

“Así que te has dado cuenta de que no puedes vengarte en este


momento, ¿verdad?” Preguntó. “Todo lo que intentes conducirá a una
mayor tragedia.”

Rey se rió. “¿Mayor tragedia? Ni siquiera quiero pensar en eso...


Me mantendré alejado. Dejaste claro que todo lo que intento no tiene
sentido. Dolorosamente claro.”

Rey estaba mirando a sus subordinados caídos. Después de perder


todos sus peones, sabría que no había ningún motivo de honor u orgullo
que hiciera que continuar con estos ataques tuviera algún significado.

“Me estoy cansando de todo esto.” Dijo Yuichi. “Me alegra saber
que estás listo para retroceder.”

“Pero esto de aquí es un asunto diferente.” Le dijo Rey. “Sabes que


no puedo alejarme de esto, ¿verdad?”

Rey dio un paso adelante. Amplió su postura, levantó los brazos y


se inclinó hacia adelante. Probablemente sabía que no podía ganar,
pero aún tenía su orgullo.

Yuichi arrojó su lanza.


“¿Qué pasa? ¿Por qué no me golpeas en la cabeza con esa cosa?”
Rey demandó.

“La lanza está en sus últimas.” Dijo Yuichi. “Supongo que todavía
necesito más entrenamiento...”

La composición de madera de cera blanca de la lanza la hacía


extremadamente flexible y maleable, pero ni siquiera podía resistir a
mil hombres. Estaba agrietada, deformada y a punto de romperse.
Controlar la resistencia de tu arma era una técnica necesaria cuando
luchas contra un gran número de oponentes. Parecía que todavía tenía
mucho que aprender.

“Increíble.” Murmuró Rey. “¿Planeas hacerte aún más fuerte?”

“Sí. Golpear a mil malos no será suficiente para satisfacer a mi


hermana. Ella dice que no es bueno que una persona decida sus límites
por sí misma.”

“¿Sólo mil?” Rey dejó escapar un suspiro. Probablemente podría


decir que Yuichi hablaba en serio.

Entonces Rey vació sus pulmones, respiró hondo y contuvo su


respiración. Volteando su puño hacia atrás, corrió hacia Yuichi.

Yuichi se movió para igualarlo. Entró en su espacio personal antes


de que Rey pudiera atacar, lo agarró del brazo y lo arrojó.

Rey cayó al suelo de espaldas y se quedó quieto, sin aliento.


Yuichi fue el último hombre en pie en la pista de ejercicios. Había
dominado completamente el campo.

Mutsuko y Yoriko eligieron ese momento para correr hacia él,


probablemente después de determinar que era seguro.

“Mmm, puede que sea tradicional, ¡pero la madera de cera blanca


carece un poco de resistencia! Supongo que deberíamos optar por la
fibra de carbono, ¿eh?” Mutsuko dijo frunciendo el ceño mientras
miraba la lanza astillada. No ofreció ni una palabra de elogio a Yuichi,
como si hubiera dado por sentado que él ganaría.

“Ah... Onii-chan se enfrentó a mil hombres y los golpeó a todos,


¡por mí!” Los ojos de Yoriko estaban cubiertos de emoción.

De hecho, era técnicamente cierto que lo había hecho por ella, pero
algo en la línea parecía un poco fuera de lugar. Era como si ella
tampoco hubiera estado preocupada por Yuichi.

“Todo ha terminado ahora, ¿verdad?” Preguntó, y de repente


recordó algo. “Oigan, es verdad. ¿Qué pasó con el tipo que empezó
todo esto?”

Eso significaba Subaru, el chico que había comenzado todo esto al


perseguir a Yoriko. Por supuesto, Yuichi no había podido comprobar
el rostro de todos los hombres a los que había golpeado esa mañana,
pero no recordaba haberlo visto entre ellos.
Tal vez era demasiado menor para importar después de que las
cosas habían alcanzado esta escala, pero Yuichi no podía descartar
completamente su preocupación.

✽✽✽✽✽

Subaru miró en silencio a Yuichi pelear. Había estado en los


asientos para espectadores opuestos a los que estaban sentadas
Mutsuko y Yoriko, sin que ninguno de ellos se diera cuenta de la
presencia del otro.

La tendencia de la pelea había sido clara desde el momento en que


comenzó.

Yuichi Sakaki era un monstruo.

Los que habían jurado lealtad a Rey, en su fervor, podrían no


haberse dado cuenta, pero desde el margen, el resultado había sido
evidente desde el principio. Era difícil creer que Yuichi Sakaki
estuviera en la escuela secundaria como él.

Que incluso era humano como él.

No había aterrizado ni un solo ataque contra él. Habían atacado por


el costado o por detrás, pero todo había sido igual. Era como si pudiera
ver todo antes de que sucediera.

No importa cuántos hombres lanzaras contra él, no es posible que


ganes.

Subaru dejó el campo atrás.


Si no podía vencer a Yuichi Sakaki en una pelea, eso solo
significaba que no debería pelear. Había muchas otras formas de llegar
a él.

A Subaru ya no le importaba Yoriko Sakaki; solo tenía que


encontrar alguna manera de expulsar la oscuridad que se enroscaba en
su interior.

Cuando salió el sol, Subaru se dirigió a la casa de los Sakaki.

Sería muy sencillo. Yuichi no estaría allí ahora mismo. Llevaba una
botella de plástico llena de gasolina en una mano y un encendedor en
la otra. Si no podía vencerlo en una pelea, aún podría hacerlo sentir
miserable, pensó Subaru. No importaba si el incendio provocado era
un delito grave.

Subaru fue el responsable de llevar a la banda de Rey al borde de


la destrucción, por lo que era posible que alguien de la banda de Rey
quisiera eliminarlo. Incluso si la pandilla fuera destruida, Rey era un
líder amado, y los restos de la pandilla podrían ir tras Subaru en busca
de venganza.

En otras palabras, Subaru estaba al final de su ingenio. Estaba


muerto sin importar qué. Un crimen más no haría la diferencia.

Después de un tiempo, Subaru llegó a la casa de Sakaki. Pasó por


la puerta al patio. Aunque era temprano en la mañana, había una mujer
trabajando allí, regando alegremente las plantas.
Ella era la madre de los hermanos Sakaki, una mujer hermosa de
aspecto joven que se parecía a Yoriko en algunos aspectos.

Subaru se había vuelto loco en este punto. Por lo general, nunca


pensaría en nada parecido a lo que estaba pensando ahora. El bestial,
arremolinado y oscuro deseo dentro de él se despertó, y le entregó su
cuerpo.

De cualquier manera, todo había terminado, no había nada que no


pudiera hacer.

Subaru dio un paso adelante para atacar a la madre de los hermanos


Sakaki.

✽✽✽✽✽

Tamako Sakaki era conocida como una mujer hermosa con una
personalidad relajada y un aire siempre amable sobre ella.

Era cálida y sociable, así que todos la querían y se llevaba bien con
los vecinos. Si alguien en la ciudad le pedía un favor, lo aceptaba sin
dudarlo, sin importar lo imponente que fuera, lo que significaba que la
gente confiaba en ella a menudo.

Tenía un gran conocimiento del diseño de interiores y exteriores, e


incluso convirtió la decoración de la casa en un pasatiempo suyo. Esto
se extendió a la propia casa Sakaki, sobre la que era bastante exigente,
hasta el punto de que había importado muchas cosas del extranjero.
La artesanía era otro de sus pasatiempos, y también se destacó en
este campo. El interior de su casa estaba casualmente lleno de adornos
hechos a mano.

También estaba obsesionada con la jardinería, lo que significa que


su casa recibió elogios de los vecinos tanto por su exterior como por
su interior. Cuando llegó la Navidad, incluso instaló exhibiciones de
luces.

Pero lo que Tamako apreciaba aún más que nada de eso eran sus
tres hijos. Tamako amaba profundamente a sus hijos y, si se veía
obligada a elegir, siempre los pondría por encima de sus pasatiempos.

Parecía ser el tipo de persona a la que no le importaba nada en el


mundo. Pero la verdad es que tenía preocupaciones.

Una era que a sus hijos no parecía importarles mucho la casa. Su


hijo mayor y su hija a menudo jugaban duro, incluso por dentro, y con
frecuencia rompían cosas cuando lo hacían. Cuando eso sucedía, ella
siempre los amonestaba, pero no con demasiada fuerza. Ella tampoco
quería que sus hijos se estancaran; quería que crecieran cómodos con
quienes eran. Esa era la filosofía de crianza de Tamako.

Tenía la persistente sospecha de que, como resultado, estaban


creciendo de forma un poco extraña, pero eso era mejor que crecer
siempre preocupados por lo que los demás pensaban de ellos.

Yuichi fue especialmente desconsiderado cuando se trataba del


césped. Una vez, incluso había pisoteado por completo todo el césped
haciendo algún tipo de entrenamiento de artes marciales, matando todo
el césped e impidiendo un nuevo crecimiento. Pero en lugar de estar
enojada, había estado triste. Incluso Yuichi debió sentir pena por eso,
y después, más o menos habían mantenido sus payasadas fuera del
patio.

Era temprano en la mañana. Tamako era la única en casa. Al


parecer, sus tres hijos se habían ido a algún lado, pero todos eran
jóvenes responsables, por lo que no estaba muy preocupada por ellos.

Su esposo estaba pasando la noche en el trabajo, debido al


lanzamiento de un nuevo sistema, o algo así. Su esposo trabajaba en
TI, por lo que a menudo estaba ocupado con esas cosas.

No era inusual para ella encontrarse sola, así que, por ahora,
simplemente estaba regando el césped, como solía hacer.

Escuchó un crujido detrás de ella.

¿Otro visitante felino? Esos la habían dejado en un gran aprieto,


porque últimamente los gatos locales habían estado arruinando el
jardín, pero también se sentía mal simplemente ahuyentándolos.

Solo tenía que asegurarse de regañarlos a fondo. Incluso un gato


sería razonable si le hablaras correctamente. Tamako se dio la vuelta,
lista para hacer precisamente eso, solo para no encontrar nada allí.

✽✽✽✽✽

Mutsuko dijo que el sistema de alarma de su casa se había


disparado, por lo que los tres corrieron de regreso a la casa.
Pasaron por la puerta hacia el patio y vieron a su madre Tamako
cuidando tranquilamente el jardín.

“Nee-chan, no veo nada...” Comenzó Yuichi.

Mutsuko señaló en silencio hacia el lado de la puerta.

Una criatura humanoide hecha de troncos estaba parada allí.

Era un hombre de madera, una marioneta de tamaño natural que


Mutsuko había creado después de ver una vieja película de kung-fu.

Se veía un poco tonto, pero era increíblemente fuerte, e incluso


había golpeado a Ibaraki cuando intentó espiar a las chicas en el baño
durante su campamento de entrenamiento de verano.

Su madre Tamako había sido muy estricta acerca de no quererlo en


el jardín, pero Mutsuko aún lo había puesto el día anterior, diciendo
que asustaría a los gatos.

Luego Mutsuko señaló el suelo debajo del hombre de madera.

Estaba de pie sobre algo que se había hundido en la tierra blanda


del macizo de flores. Yuichi entrecerró los ojos y vio que era Subaru,
el hombre que había tratado de acercarse a Yoriko. Debió haber
intentado atacar la casa cuando no había nadie, y este fue el resultado.

“¿Por qué lo tiene inmovilizado así?” Yuichi preguntó.

“Está en modo de captura.” Dijo Mutsuko. “Lo está sujetando para


que no pueda escapar.”
Yuichi decidió no preguntar qué otros modos tenía. No podrían ser
nada buenos.

“¿Mamá ni siquiera se dio cuenta?” Susurró después de una pausa.

“Parece que es el caso...”

“¿En qué tipo de programación se ejecuta? ¿No es un poco


peligroso?” Él susurró.

“Tiene un sistema de reconocimiento facial de última generación


instalado, así que no te preocupes.” Dijo Mutsuko en voz baja. “No
atacará a la familia.”

“¿Y si no fuera alguien sospechoso, sino un visitante habitual?”

“Ups.”

“¡Nada de ‘ups’!”

“E-Estará bien.” Susurró Mutsuko. “Puede emitir juicios confusos


sobre la malicia a través de factores como la frecuencia cardíaca y el
calor corporal...”

“Mira, no más hombres de madera, ¿de acuerdo?” Yuichi respondió


con un siseo.

Los dos siguieron susurrando el uno al otro. Tamako no pareció


darse cuenta de que el hombre de madera se había movido en absoluto,
así que querían asegurarse de que ella siguiera sin darse cuenta.

Yuichi corrió hacia Tamako para tratar de distraerla. “Estamos de


vuelta, mamá. Um, escuché un ruido extraño. ¿Pasó algo raro?”
“Oh, bienvenido a casa.” Tamako inclinó la cabeza de una manera
casi infantil. “¿Algo raro?”

“¿Alguien, ya sabes... vino?” Preguntó.

“En realidad, pensé que podría haber tenido un visitante felino, pero
miré y no había nadie allí. Debo haberlo imaginado.”

“Un gato, ¿eh? Si. Probablemente fue un gato. Si tú lo dices,


mamá.”

Mientras Yuichi llamaba la atención de Tamako, Mutsuko devolvió


al hombre de madera a su lugar habitual. Pero si desenterraban a la
persona enterrada debajo, probablemente se notaría.

“¿Oh? Mutsi, Yori, ¿están las dos con él? No sé dónde han estado,
pero desearía que me llamaran si van a salir tarde.”

“Ah, um, lo siento.” Dijo Mutsuko. “La próxima vez me aseguraré


de avisar.”

“Y realmente no creo que esa muñeca de madera se vea bien en el


jardín.” Dijo su madre. “Sé que Mutsi tenía buenas intenciones, pero
me gustaría que lo quitaras.”

No estaba enojada, pero a Yuichi le resultó imposible discutir


cuando la miró así. Mutsuko estaba de la misma manera, por lo que se
acercó para pararse a su lado con una expresión de disculpa.
Justo cuando se sentían perdidos sobre qué hacer a continuación,
Yoriko se acercó. “Mamá tengo hambre. ¿Ya terminaste de hacer el
desayuno?”

“¡Oh! ¡Ni siquiera he empezado a hacerlo! ¡Realmente es porque


no me dijiste que ibas a volver a casa! Lo haré de inmediato.”

La pregunta de Yoriko parecía haber dirigido la atención de


Tamako por completo al tema del desayuno.

“Te ayudaré, mamá. Vamos.” Yoriko tomó la mano de Tamako y


tiró de ella. Tamako rió encantada y se dejó arrastrar. Debió haber
pensado que Yoriko tenía mucha hambre.

Tamako y Yoriko entraron a la casa. Mutsuko las siguió justo


después, calculadoramente.

“Uh... y qué, ¿tengo que limpiar todo yo solo?” Yuichi dejó escapar
un suspiro.

Sacó al Subaru enterrado del macizo de flores. Gracias a la


suavidad de ese suelo, no parecía estar particularmente herido, pero
todo lo que podía hacer era mirar al vacío. Debe haber sido un
tremendo impacto para su sistema nervioso.

Yuichi puso a Subaru de pie y lo sacudió, luego lo guio fuera del


césped. Subaru lo siguió obedientemente.

“Um... deja a Yori en paz de ahora en adelante, ¿de acuerdo?” Dijo


Yuichi. “Lo que pasaste es el ‘modo fácil’. Si intentas perseguirnos de
nuevo, las cosas empeorarán.”
Subaru asintió obedientemente, pero Yuichi se sintió incómodo.
Claramente solo estaba reaccionando instintivamente. La mente del
chico parecía estar en blanco.

Aun así, el horrible trato que había sufrido probablemente


permanecería en algún lugar de su memoria. Con la esperanza de que
ese fuera el caso, al menos, Yuichi se despidió de Subaru.

“Entonces... ¿se supone que debo arreglar el jardín yo solo?”


Preguntó Yuichi, mirando con desconcierto el agujero con forma
humana en el macizo de flores.
Capítulo 7:
Segunda Semana de Noviembre: Espíritu

“Yuichi Sakaki, estás poseído.” Anunció una chica.

La persona que le dijo eso fue su compañera de clase, Reiko


Takasugi. Ella nunca había hablado con él antes, por lo que Yuichi se
sentía principalmente confundido. Estaba a punto de entrar al salón de
clases cuando regresaba de un descanso para ir al baño entre clases.
Por alguna razón, había una multitud de chicas frente al aula, como si
hubieran estado esperando a Yuichi.

“¿Eh? No creo que estuviera haciendo nada fuera de lugar…” Dijo


Yuichi, mirando a Reiko con incredulidad.

Era una chica de aspecto bastante sencillo con el cabello corto. No


podía recordar mucho sobre su personalidad, ya que no estaba cerca de
su asiento. No tenía idea de lo que estaba pasando.

Era desconcertante que le dijeran algo tan extraño con tanta


brusquedad, y tampoco reconoció a las cuatro chicas detrás de Reiko.
La visión de un total de cinco chicas mirándolo directamente era
extremadamente inquietante.

“No se refiere a ‘poseído’ como si fuera propiedad de alguien.”


Dijo una de las chicas que estaba detrás de Reiko. “Quiere decir que
estás poseído por un espíritu.”
¿Es este el comienzo de otro maldito incidente molesto? Yuichi se
concentró y miró por encima de las cabezas de las chicas.

La palabra de Reiko Takasugi decía ‘Mentirosa’. Detrás de ella


estaba ‘Cuatro ojos’, ‘Fujoshi’, ‘Médium’, ‘Estudiante de secundaria’
y ‘Espíritu’.

Todas excepto Reiko y ‘Fujoshi’ Misa Akagi, debieron ser de otras


clases, ya que Yuichi no las reconoció en absoluto.

¿Hmm? De repente, Yuichi se dio cuenta: había cinco personas


paradas frente a él, pero había seis conjuntos de palabras.

La palabra ‘Espíritu’ no se adjuntó a nadie. Era solo una palabra,


colgando en el aire.

“Um, ¿qué está pasando aquí?” Yuichi preguntó, preguntándose si


en realidad era Reiko quien estaba poseída.

“Yuichi Sakaki.” Entonó la chica. “Hay un espíritu maligno detrás


de ti. Está luchando contra tu espíritu guardián. Tu espíritu guardián
aguanta por ahora, pero no se ve bien. Necesitarás ayuda.”

Yuichi se dio la vuelta. No había nada detrás de él, y tampoco


ninguna palabra.

“Yo no... veo nada.”

“Idiota. Obviamente, la gente normal no puede verlos. Sólo las


personas que tienen un sexto sentido, como Reiko, pueden.” Dijo la
chica ‘Médium’ en tono exasperado. También era ella quien había
hablado antes en nombre de Reiko.

“Um, ¿puedes verlo?” Yuichi preguntó.

“Uh, ¿no lo acabo de decir? ¿Qué la gente normal no puede verlos?”


Respondió la chica en un tono aún más condescendiente.

No tenía idea de si ‘Médium’ contaba como una persona normal o


no, pero sonaba como si no pudiera ver al fantasma.

“Está bien, entonces tengo un espíritu invisible o algo detrás de mí.”


Dijo. “No tengo ni idea de este tipo de cosas, entonces, ¿qué pasa si mi
espíritu guardián pierde?”

“Te mueres.” Dijo Reiko con simpleza.

“¿Muero?” Repitió, sorprendido. Era de mal gusto, incluso para


bromear.

“Si no quieres morir, encuéntrame en el techo después de clase.”


Dijo Reiko, luego entró en el salón de clases como si la conversación
hubiera terminado.

Misa Akagi la siguió, y las demás le dieron a Yuichi una mirada


lastimera antes de regresar a sus propias clases.

“Tsk, qué molestia...” Si ella hubiera sido un oráculo


autoproclamado, Yuichi podría haber ignorado el incidente. Pero
estaba preocupado por las palabras que había revelado el Lector de
Almas.
Al final, a pesar de encontrar todo esto una soberana molestia,
Yuichi decidió unirse a ellas en el techo.

Se dirigió allí inmediatamente después de que terminó la clase,


cargando su gran mochila escolar para poder ir directamente al club
una vez terminada la conversación.

Aiko caminó a su lado; Yuichi le había pedido que viniera.

Reiko y sus amigas no parecían haber llegado todavía, así que,


apoyado contra la cerca, Yuichi le explicó la situación a Aiko.

“¿Qué demonios?” Fue la respuesta de Aiko al escuchar los detalles


de lo que había pasado.

Yuichi sintió exactamente lo mismo. “También fue una sorpresa


para mí. Nunca antes había hablado con Takasugi. ¿Sabes algo de
ella?”

“No mucho.” Dijo Aiko. “Las chicas con las que pasa el rato
aparentemente fueron todas a la misma escuela media, así que son
buenas amigas.” Tal vez por eso rara vez interactuaba con sus propios
compañeros de clase.

“Aun así... no estoy seguro acerca de esta ‘visión espiritual’ suya...”

No es que Yuichi no creyera en los espíritus. Después de todo, los


vampiros, los oni y los dioses existían, por lo que la existencia de los
espíritus no estaba fuera de lugar en absoluto. Era solo su historia de
la que se mostraba escéptico.
Añadió: “Una cosa sería que ‘Médium’ lo dijera, pero como era
‘Mentirosa’...”

En la escuela primaria, a menudo se veía a niños que afirmaban que


podían ver espíritus para llamar la atención, pero era raro ver a alguien
que se mantuviera activo hasta bien entrada la escuela secundaria.

“¿Estás seguro de que está bien que esté aquí?” Aiko preguntó
nerviosamente.

“Ella no me dijo que viniera solo, así que ¿supongo?” Dijo Yuichi.
“Y si las mismas cinco chicas regresan, me sentiría incómodo si solo
fuéramos ellas y yo...”

El séquito de Reiko actuó como discípulas. Probablemente estaban


completamente convencidas de sus habilidades.

Pasó un rato antes de que finalmente llegara Reiko.

Como era de esperar, sus seguidoras entraron detrás de ella. La


alineación era la misma que antes.

“¿Qué está haciendo Noro aquí?” Reiko preguntó mientras se


acercaba a él, mirando a Aiko.

“Oh, ¿soy una molestia? Luego de esto vamos al mismo club.”


Respondió secamente Aiko. Tenía más fuerza de voluntad de lo que
Yuichi pensaba.

“Haz lo que quieras.” Dijo Reiko con desdén. “Había algo que
quería decirte, Sakaki.”
“¿Se trata del espíritu que me posee? Porque todavía no sé de qué
estás hablando.” Dijo Yuichi, rascándose la cabeza.

“¡¿Qué?! ¿Estás diciendo que no le crees?” Una de las chicas chilló.

“¡Reiko es increíble! ¡No sabes cuántas personas ha salvado a


través de los espíritus que ha exorcizado!” Sus seguidoras gritaban,
una tras otra.

“¡E-Esperen un minuto! ¡Nunca dije que no le creía!”

“Cálmense. Él las escuchará.” La intercesión de Aiko calmó un


poco a las seguidoras.

“Déjenlo en paz.” Ordenó Reiko. “Por supuesto que Sakaki tendría


sus dudas al escuchar algo como esto de la nada. Voy a explicar las
cosas ahora.”

Las palabras de Reiko callaron por completo a sus seguidoras.


Parecían hacer todo lo que ella les decía. Parecía que Reiko era su líder,
un hecho que parecía basarse enteramente en las habilidades
espirituales de Reiko.

“Ciertamente agradecería una explicación.” Dijo Yuichi. “Es una


gran conmoción escuchar ‘vas a morir’ de la nada.”

“Es cierto que morirás, pero únicamente si nada cambia.” Dijo. “No
te preocupes, lo arreglaré todo. Déjame explicarte: estás poseído por
lo que se conoce como ga-rei. Es un espíritu maligno muy peligroso.”
“Um, entonces, ¿por qué me poseyó?” Yuichi estaba bastante
atento a su comportamiento diario. No recordaba haber hecho nada lo
suficientemente perverso como para justificar la posesión de un
espíritu maligno.

“Es solo una cuestión de mala suerte.” Explicó Reiko. “Después de


que este espíritu destruye y mata a alguien, posee una nueva presa. Este
simplemente te eligió a ti.”

“Mala suerte, ¿eh? Supongo que no soy exactamente una persona


afortunada...” Yuichi ciertamente tenía mucha experiencia con la mala
suerte en sus encuentros casuales.

“El ga-rei está devorando tu espíritu guardián.”

“¡¿Se lo está comiendo ahora mismo?!”

“Los ga-rei siempre tienen hambre.” Dijo. “Mientras hablamos lo


está masticando.”

“No quiero ni pensar en eso...”

“Tu espíritu guardián es un soldado caído de los Heike.” Dijo. “Era


de rango bajo, por lo que probablemente no durará mucho.”

Eso es un gran insulto a los Heike, pensó Yuichi.

“Después de que termine de comerlo, entonces es tu turno.”

“Eh... entonces, ¿qué hago?” Preguntó.


“Es simple: quédate conmigo. Eventualmente se cansará de estar
en presencia de mi poder y te dejará. E-Entonces... deberíamos salir.”
Dijo Reiko, repentinamente nerviosa.

“¿Eh?” Yuichi y Aiko hablaron al mismo tiempo.

“¡Espera un momento! ¿De dónde vino esa extraña solicitud?”


Gritó Aiko furiosamente.

¿Todo esto se trataba de encontrar una manera de invitarme a salir?


Él se preguntó.

Si lo era, parecía una forma solapada de hacerlo.

“¡No es extraño!” Insistió una chica. “¡Reiko está haciendo esto


para ayudarlo!”

“¡Sí! ¡Morirá si esto sigue así! ¡Reiko se ofrece desinteresadamente


a salir con él porque es la única manera!” Las seguidoras volvieron a
hacerse notar.

Yuichi decidió que lo mejor que podía hacer era rechazarla de


plano. Era más incómodo hacerlo con sus seguidoras presentes, pero
dejar que las cosas se prolongaran no sería bueno para nadie
involucrado.

“Lo siento.” Dijo. “Me alegro de que quieras salvarme, pero


prefiero arreglar las cosas por mi cuenta.”

“¿Por tu cuenta? ¡Morirás!”


“Si muero, es asunto mío. No necesitas tomarte la molestia de
ayudarme.” Dijo Yuichi con simpleza.

“¿Estás diciendo que no quieres salir conmigo? ¿Es porque no soy


bonita?”

“Creo que eso está un poco fuera de lugar...”

Si se viera obligado a elegir una cosa u otra, Yuichi probablemente


diría que Reiko era bonita, aunque no se podía comparar con las chicas
con las que salía normalmente.

Esto es un problema...

Parecía que esto, después de todo, no tenía nada que ver con los
espíritus.

“Noro, ¿estás saliendo con él?” Reiko demandó.

“¿Eh? ¿Yo? Um, en realidad no...” Aiko tartamudeó cuando de


repente se convirtió en el blanco de la ira.

“Así es. No estamos saliendo, pero la he invitado a salir y ella lo


está pensando.” Dijo Yuichi, decidiendo seguir adelante.

“¿Eh?” Preguntó Aiko, mirándolo boquiabierta.

Yuichi continuó con aquello. “Así que no puedo salir contigo. Lo


siento.”

Después de que él se había decidido a rechazarla directamente, todo


fue bastante patético.
“Ya veo... lo entiendo.” Reiko debió de darse cuenta de que era
inútil seguir hablando. Dejó el techo, sus seguidoras siguieron detrás
de ella.

Solo quedaron las palabras ‘Médium’ y ‘Espíritu’.

“¿Había algo más que quisieras?” Le preguntó a la chica Médium.

Ella le devolvió la sonrisa con confianza, como si pudiera ver a


través de él. “Muy pronto vas a necesitar la ayuda de Reiko. Será mejor
que espere que sus sentimientos no hayan cambiado para entonces.” Y
con eso, la chica Médium se fue.

“¡Sakaki! ¡¿Qué diablos fue eso?!” Aiko comenzó a presionarlo en


el momento en que todos se fueron.

“Lamento haberte involucrado de este modo.” Dijo Yuichi. “Si


hubiera dicho que estábamos saliendo, habría causado problemas a
futuro, así que dije eso. ¿Ves? Podemos evitar problemas futuros
simplemente diciendo que me rechazaste.”

“Idiota!” Ella gritó.

“¡Dije que lo sentía!”

“¡¿Qué tan irreflexiva puede ser una persona?!”

“Lo siento. No pensé que te enojarías tanto.”

“¿Y qué va a pensar Konishi cuando escuche tal clase de rechazo?”


Demandó Aiko.
Probablemente se estaba refiriendo al incidente reciente cuando
Yuri Konishi lo invitó a salir y él la rechazó de plano. Era cierto que
esta vez había empleado un método mucho más deshonesto.

“Bueno, ella vino de frente que me asustó... ¡oye, Noro!” Yuichi de


repente tiró de la mano de Aiko, la rodeó con sus brazos y saltó a un
lado.

“¡¿Eh ?!” Aiko dejó escapar un grito de sorpresa. Un momento


después, la valla detrás de ellos se sacudió.

“¿Q-Qué?”

“¡Todavía está aquí!”

“¡¿Qué cosa?!”

“¡El espíritu!”

Había pensado que todos los miembros del séquito de Reiko se


habían ido, pero parecía que ‘Espíritu’ estaba de vuelta en el techo.

“No solo estás tratando de cambiar de tema, ¿verdad?” Aiko gritó


con sospecha.

“No es eso.” Dijo. “¡Creo que nos acaban de atacar!”

“¿Qué hacemos?”

“¡No lo sé!” Gritó. “¡Nunca antes he luchado contra un espíritu!”

Afortunadamente, la presencia no parecía tremendamente


poderosa. Todo lo que había hecho el ataque anterior fue sacudir un
poco la cerca.
“¡Salgamos de aquí!” Gritó Aiko.

“Buena idea.” Yuichi tomó la mano de Aiko y corrió hacia la


entrada del techo, pero la puerta no se abría.

No estaba cerrada con llave cuando llegaron, y las chicas que se


habían ido antes que ellos seguramente no tenían la llave.

Yuichi sintió una presencia inquietante y miró hacia arriba.

El color del cielo había cambiado. El sol seguía siendo blanco, pero
el resto del cielo se había vuelto negro como la tinta.

“¡Qué demonios!” Él gritó.

“He visto esto antes...” Murmuró Aiko.

Era como la barrera que el chico ‘Aprendiz de Cazador de


Monstruos’ había usado para atrapar a Aiko en el patio meses atrás.
Había dicho que se usaba para sellar monstruos, por lo que esta podría
ser técnicamente un poco diferente, pero claramente era un fenómeno
similar.

“Lo siento.” Dijo Aiko. “Solo asumí que estabas corriendo para
distraerme...”

Eso era natural. No podía ver el espíritu, así que no podía saberlo.

Yuichi se dio la vuelta. La palabra ‘Espíritu’ se acercaba.

Yuichi miró al aire debajo de la palabra, concentrándose.


Recordó lo que había sucedido en el patio. Había visto la palabra
‘Vampiro’, y luego, después de concentrarse, pudo distinguir la silueta
de Aiko.

Se convenció de que había una persona debajo de la palabra.


Mientras lo hacía, una forma humana fue apareciendo gradualmente.

“Creo que puedo verlo...” Murmuró.

“¿Qué pasa con tus ojos?” Preguntó Aiko, estupefacta.

“¿Cómo debería saberlo? Lleva uniforme... creo que asiste a esta


escuela.”

El espíritu era femenino y vestía el uniforme para mujeres de la


secundaria Seishin. Sin embargo, su rostro estaba oculto por su largo
cabello, por lo que era difícil saber más sobre su apariencia.

El espíritu caminaba hacia ellos lentamente, con las manos


extendidas frente a ella. Había una cadena envuelta alrededor de su
cuello que se extendía bajo sus pies y debajo de la puerta del techo.

“¡Oye! ¿Tu hermana no te enseñó nada sobre la lucha contra los


espíritus?” Gritó Aiko.

“Sí... dijo que los eliminadores de olores son realmente efectivos.”


Yuichi tenía sus dudas, por supuesto. No podía ver cómo un
ambientador podría ayudar a alejar un espíritu.

“¿Tienes algo de eso contigo?” Aiko preguntó con una leve


esperanza.
“De hecho, lo tengo, pero dejé mi bolso abajo.” Dijo, señalando.

En su prisa por escapar, se había olvidado de llevarse su bolso. Sin


embargo, Mutsuko había incluido ambientador, casi como si hubiera
anticipado algo como esto.

“¿Podríamos descender saltando?” Preguntó Aiko.

“En el peor de los casos, seguro. Pero no esperaba que fueras tú


quien lo sugiriera...” Había asumido que sería un recuerdo traumático
para ella, pero tal vez no había sido tan malo como había supuesto.
“Está bien, veamos... Hay otra cosa que dijo Nee-chan que le gustaría
probar por si tenía que enfrentarme a un espíritu.”

Yuichi dio un paso adelante protectoramente frente a Aiko. Puede


que no signifique nada si el espíritu no puede ser bloqueado por medios
físicos, pero simplemente no podía dejar a Aiko frente al enemigo sin
vigilancia.

Se puso de pie frente al espíritu.

La forma del espíritu no cambió. Continuó caminando hacia ellos


al mismo ritmo que antes, con las manos extendidas.

Yuichi dio un paso adelante.

Golpeó la palma izquierda extendida del fantasma y tiró de ella


hacia abajo, golpeando simultáneamente con su puño derecho desde
abajo.
El puño se estrelló contra la mandíbula del espíritu y la envió a
volar.

El color del cielo volvió inmediatamente a la normalidad, y


pudieron escuchar los sonidos de los campos deportivos debajo... la
cosa parecida a una barrera también debe haber estado cortando los
sonidos.

“¿Eh? ¿Qué pasó? ¿Qué hiciste?” Aiko preguntó confundida.

“Lo golpeé.” Respondió.

“¡¿Puedes golpear espíritus?!” Gritó ella.

El método de Mutsuko para luchar contra los espíritus se conocía


en las artes marciales como tan shou, ‘Puño de Búsqueda’.

“Es un método de entrenamiento en el que dibujas una imagen


detallada en tu mente de un enemigo hipotético, cómo se moverán y
reaccionarán a tus movimientos, y encuentras la solución óptima para
luchar contra ellos.” Explicó Yuichi. “Aparentemente, también se
aplica aquí.”

Había pintado una imagen detallada en su mente de su enemigo


volando después de golpearlo. Un fantasma era algo irreal, poco más
que una ilusión, así que, si imaginabas algo lo suficientemente
complicado, el fantasma podría ser absorbido por tu fantasía. Esta era
la lógica totalmente imprudente que Mutsuko había defendido, pero
parecía haber funcionado en este caso.
“Y si pueden ser golpeados, no hay mucho que temer.” Agregó
Yuichi.

“Todo eso es bastante imprudente...” Aiko suspiró. Yuichi


descubrió que no podía culparla.

Se acercó al espíritu caído, que, al parecer notar su presencia, trató


de alejarse arrastrándose. Ahora su forma había cambiado por
completo; quizás antes de que hubiera asumido que era invulnerable.
En este momento, parecía estar completamente histérico.

Yuichi recogió la cadena alrededor del fantasma y tiró. Incapaz de


resistir la fuerza de Yuichi, el fantasma fue fácilmente arrastrado al
suelo a sus pies.
IMAGEN
“¿Pantomima?” Preguntó Aiko.

“Apuesto a que se ve así, sí.” Dijo. Desde la perspectiva de Aiko,


probablemente parecía que estaba imitando tirar de una cadena.

“Oye.” Le dijo Yuichi al espíritu.

“¡Ayúdame!” Exclamó el espíritu.

“¡Oh! Creo que puedo escucharlo…” Dijo Aiko, sin sonar


particularmente asustada.

“¿Ayudarte?” Yuichi preguntó. “Pero tú eres quien nos atacó...”

“¡No! ¡No quería hacerlo! ¡Esta cadena me obligó a hacerlo!”

“¿Esta?” Yuichi tomó un trozo de cadena con ambas manos y tiró.

Tal como lo había imaginado, la cadena se rompió.

“¿Eh?” Dijo el espíritu.

“Eso debería bastar, ¿verdad? ¿Ahora puedes explicar la


situación?”

“Gracias.” Dijo el espíritu, luego se puso de pie y comenzó a


tambalearse hacia la cerca.

“¡Oye! ¿A dónde vas?”

“Ahora que soy libre, hay algo que tengo que hacer.” El espíritu se
agarró a la cerca con ambas manos y comenzó a trepar. Yuichi solo
observó, estupefacto, como el fantasma ascendía a la parte superior de
la cerca.
Antes de que pudiera objetar, ella se lanzó por encima y comenzó
a caer de cabeza hacia el suelo. “¡¿Eh?!”

El fantasma se había ido. Ella había saltado del techo.

“¿A qué se debió todo eso? Nada de esto tiene sentido…” Aiko
parecía desconcertada, y Yuichi estaba igual de pasmado.

“Ella saltó...” Yuichi trepó la cerca y miró hacia el suelo, pero no


había señales del fantasma.

“¡Deja de hacer eso! ¡Alguien podría verte!” Gritó la voz de pánico


de Aiko. Obedientemente, Yuichi regresó al techo.

Más tarde esa noche, Yuichi visitó a Mutsuko en su habitación.

Como de costumbre, Mutsuko estaba despierta hasta altas horas de


la madrugada y dejó entrar a Yuichi.

Los dos estaban sentados uno frente al otro en la mesa baja.

“¡Ya veo! Escuché que los espíritus ligados a un lugar a menudo


repiten acciones que realizaron en la vida.” Anunció Mutsuko,
rebosante de confianza como siempre. No se sorprendió en absoluto
por la conversación repentina de fantasmas y no mostró signos de
dudar de él.

“¿Entonces estás diciendo... que murió al caer del techo?” Yuichi


preguntó con escepticismo. A pesar de que él era quien había acudido
a ella en busca de consejo, era el que más dudaba al respecto.
“Es posible, pero no he escuchado nada de eso en la escuela, así
que debe haber sucedido hace un tiempo. ¡Espera un segundo!”

Mutsuko se puso de pie y caminó hacia el escritorio de su


computadora, luego regresó unos minutos después. Dejó algunas hojas
impresas sobre la mesa para que Yuichi las viera.

“Aquí. Es de hace unos diez años, pero este es un artículo sobre una
estudiante que se cayó del techo y murió.”

De dondequiera que Mutsuko hubiera obtenido la información,


también incluía fotos de la chica. Su nombre era Nami Eto.

“Hmm, su rostro estaba cubierto por su cabello, así que realmente


no podía ver cómo se veía...” Yuichi no podía decir con certeza si era
la misma persona que el fantasma.

“Aparentemente causó un gran revuelo en Internet.” Dijo Mutsuko.

“¿Hubo algo extraño en cómo sucedió? Parece extraño decirlo, pero


no creo que alguien saltando del techo cause tanto revuelo.” Podría ser
un tema de conversación en la escuela donde sucedió, pero no podía
imaginarlo filtrándose en el mundo en general.

“En realidad, había un poco de misterio rodeando el asunto.”


Explicó Mutsuko. “Dos chicas se pelearon y terminaron cayéndose del
techo. Hubo un testigo de eso, pero mira... solo una de ellas fue
encontrada muerta en el suelo. La otra desapareció.”

“Bueno, probablemente hubo algún truco detrás.” Yuichi imaginó


la escena en el fondo de su mente. Dos personas se cayeron del techo;
solo una cayó al suelo. La respuesta era simple. “Ella debe haberse
agarrado a una ventana abierta mientras se caía, ¿verdad? O cayó de
forma correcta y salió corriendo.” Estaba seguro de que saldría bien.

En un raro giro, Mutsuko pareció estupefacta ante Yuichi. “Yu...


sabes que la mayoría de la gente no puede hacer esas cosas, ¿verdad?
El hecho de que puedas no significa que debas esperar que todos los
demás lo hagan.” Yuichi sintió una genuina punzada de dolor al tener
a su típicamente ridícula hermana informándole de conceptos de
sentido común. “Para que lo sepas, la mayoría de la gente tampoco
puede matar a alguien a través de una pared con fa jin.”

“¡Nunca he hecho eso, y tampoco estaba pensando en hacerlo!” No


entendía por qué ella estaba sacando a relucir eso de forma tan
repentina. “De todos modos, continuando con lo de antes... ¿Qué
piensas de la historia de posesión de los espíritus malignos que inició
esto?”

“No suena como algo de qué preocuparse.” Dijo Mutsuko. “Puedes


ver espíritus con el Lector de Almas, y no ves nada detrás de ti,
¿verdad?”

“Así es.” Yuichi podía ver palabras incluso en un espejo, pero hasta
donde podía ver, no había nada detrás de él.

“Y pudiste golpearla, ¿verdad? Eso significa que todas tus técnicas


funcionarán con los espíritus, y si funcionan, entonces puedes
vencerlos, por lo que incluso si hubiera un espíritu maligno detrás de
ti, podrías manejarte solo.”
“La cosa del espíritu maligno sonaba falsa desde el principio.” Dijo.
“Pero estoy preocupado por el espíritu que me atacó.”

“Sí, la parte de la cadena en su cuello es extraña. ¿Crees que estaba


siendo controlada por esa chica ‘Médium’ que mencionaste?”

Yuichi recordó las espeluznantes palabras que había dicho la


‘Médium’. Tal vez ella tenía el poder de manipular a los fantasmas, y
lo utilizó contra Yuichi.

“De todos modos, supongo que de momento deberíamos estar


atentos.” Dijo Mutsuko. “Si las cosas se ponen más raras, ¡avísame!”

Y así terminó su consulta del día.

Yuichi desató un puño hacia atrás.

Estaba en el pasillo a la hora del almuerzo, así que, naturalmente,


había gente por todas partes, pero lo hizo tan rápido que nadie se dio
cuenta.

Su golpe rompió el cuello de un espíritu vestido con un traje que


lloraba lágrimas de sangre. La cabeza terminó inclinándose hacia atrás
de forma antinatural en su cuello, lo que en realidad lo hizo parecer
aún más fantasmal.

Un chico que corría a cuatro patas por la pared vio a Yuichi y le


sacó su larga lengua. Pudo haber tenido la intención de envolverlo
alrededor de él, pero Yuichi simplemente agarró la lengua, movió su
muñeca y la rompió como un látigo.
El chico se estrelló contra el suelo y Yuichi entró al baño.

Dentro del baño se encontró con una chica regordeta que llevaba su
propia cabeza en una bolsa de compras, que estaba usando para intentar
echar un vistazo a la entrepierna de Yuichi. Yuichi envió la bolsa a
volar con una patada, y terminó sus asuntos mientras la chica regordeta
corría buscando su cabeza.

Se acercó a la palangana para lavarse las manos, miró hacia arriba


y vio a una niña cubierta de sangre en el espejo. Ese espíritu no estaba
haciendo nada en particular, así que simplemente lo ignoró.

¿Qué diablos está pasando aquí? Incluso ir al baño se había


convertido en una tarea.

Fue el día después de que Reiko Takasugi lo confrontara por


primera vez sobre su ‘Espíritu Maligno’.

Cuando Yuichi llegó a la escuela, había sido invadida por grandes


cantidades de ‘Espíritu’. Desaparecían si los golpeaba, así que, por
ahora, era más una molestia que cualquier otra cosa... pero en lo que
respecta a las molestias, era grave. Fue especialmente malo durante la
clase, cuando tuvo que ser sutil al respecto para no llamar la atención.

Yuichi salió del baño y decidió rastrear las cadenas hasta su origen.
El hecho de que todos los fantasmas que había visto tuvieran una
cadena enrollada alrededor del cuello sugería que las cadenas debían
ser importantes.

Las cadenas lo llevaron al Aula 1-B.


Lanzó una mirada subrepticia a través de la ventana y vio que todos
se dirigían a una persona específica. Era la chica ‘Médium’, que estaba
sentada allí comiendo, con las cadenas enrolladas alrededor de su
cintura.

¿Entonces ella es la que está detrás de esto?

Todo el grupo de chicas que lo habían amenazado el otro día


estaban sentadas juntas, comiendo en cajas, riendo y charlando. Reiko
Takasugi también estaba allí.

“Oh, Sakaki. Qué mirada tan apasionada. ¿Estás buscando alguien


a quien engañar?”

Yuichi se volvió para ver a una chica con gafas con la palabra
‘Farsante’ sobre su cabeza.

Era Tomomi Hamasaki.

Todavía no tenía idea de lo que significaba ‘Farsante’, y tampoco


estaba dispuesto a preguntar. Si lo hiciera, probablemente solo se
involucraría en algo más molesto.

“Oye, ¿sabes quién es ella?” Señaló a la chica Médium. Tomomi


estaba extrañamente informada en muchos lugares inesperados, así que
tal vez ella supiera algo.

“Simplemente me hablas de la nada, ¿eh?” Preguntó Tomomi.


“Hmm, pero normalmente tratas de no involucrarte con otras personas,
así que mostrar interés en una chica podría indicar un cambio en el
viento...”
“No sabes nada de mí.” Dijo Yuichi rotundamente.

“Uh huh, cierto. De todos modos, ¿te refieres a ella? Creo que su
nombre es Misaki Gokumon. ¿Por qué preguntas?”

“Su grupo me abordó ayer, y las cosas han sido extrañas desde
entonces.” Dijo. “Sin embargo, no es nada de lo que tengas que
preocuparte.”

“¡Oye, oye, no puedes pedirme información y luego decir esa clase


de cosas!” Tomomi protestó. “No lo olvides, también soy miembro del
Ejército Monika.”

El ‘Ejército de Monika’ se refería al grupo que Monika había


reunido para ayudarla a recolectar Vasijas Divinas. Tomomi se había
abierto camino con fuerza y ahora técnicamente era miembro de la
pandilla.

“No creo que esto tenga que ver con las Vasijas Divinas.” Dijo
Yuichi, aunque se dio cuenta de que no podía estar seguro. Era posible
que su control de los espíritus tuviera algo que ver con el poder de una
Vasija Divina.

“¿Podrías al menos contarme la situación?” Preguntó Tomomi.


“Podría ser capaz de ayudar.”

“Bien. Vamos a otro lugar.”

Era la hora del almuerzo, así que ahora había gente a su alrededor.
Ella y Yuichi se trasladaron a una esquina del pasillo.
Le explicó brevemente los acontecimientos del día anterior.

“Espíritus, ¿eh?” Ella dijo. “No suenas tan preocupado por esto,
pero podría volverse bastante serio.”

“¿De verdad?” Preguntó.

“Cuando les expliqué sobre la cosmovisión, dije que cuanta más


gente cree en algo, más persistente se vuelve esa cosmovisión. Y
mucha gente cree en espíritus y almas errantes... Al menos, más
personas las encuentran factibles que tengus y onis y demás. Eso
significa que los espíritus tienen mucho poder, aunque no sé si en
realidad son la manifestación de las almas de los muertos.”

“Pero nunca antes había visto espíritus.” Dijo. “Ni siquiera había
visto las palabras.”

“Eso es porque hasta ahora no eran parte de tu mundo. Al


involucrarte con esas chicas que están convencidas de que los espíritus
existen, probablemente hayan tenido un efecto en tu visión del
mundo.”

“Ya veo... ¿entonces? ¿Sabes cómo exorcizar espíritus?” Preguntó.

“¿Eh? ¿Por qué lo sabría?”

“Eres la hija de Nihao China, ¿verdad? ¿No aprendiste ninguna


enseñanza taoísta ni nada?” Yuichi estaba pensando en una vieja
película china de terror sobre vampiros saltarines. Era una posibilidad
remota, pero no se sorprendería si Nihao China conociera algunas
técnicas esotéricas de purga de espíritus.
“No soy su verdadera hija, y él no me ha enseñado sus técnicas.”
Dijo Tomomi.

“¿Eh? ¿De verdad?”

“Oh, ¿de repente estás interesado en mi historia?” Ella preguntó.

“No, y no empieces a contarme nada.” Respondió secamente


Yuichi.

“¡Oye! ¿Por qué estás tan decidido a no aprender nada sobre mí?”

“Porque tengo esta profunda y duradera sensación de que me va a


envolver en algo realmente molesto. Y el hecho de que tengas escrito
‘Farsante’ sobre tu cabeza es realmente inquietante.” Yuichi se
despidió levemente y se alejó.

Tomomi parecía infeliz, pero no parecía dispuesta a presionarlo


más.

Yuichi regresó al salón de clases y como ya se estaba haciendo


costumbre fue invadido por espíritus. Mientras desterraba
distraídamente a los espíritus aleatorios que lo atacaban en su camino
de regreso a su escritorio, su mente pensó en las cosas.

Había espíritus atacándolo. No parecían estar atacando a nadie más.

El único lugar donde lo estaban atacando era en la escuela.

Había una cadena que unía a ‘Médium’ Misaki Gokumon con los
espíritus.
Había cadenas envueltas alrededor de los espíritus... generalmente
alrededor del cuello, pero si no tuvieran cabeza, estaría envuelta en
algún lugar cercano a ella.

Cuando se cortaron las cadenas de los espíritus, dejaron de atacar a


Yuichi.

Había algunos espíritus que parecían comunicativos, pero solo unos


pocos elegidos; la mayoría de ellos solo dejaba escapar gemidos
incomprensibles.

Algunos espíritus podían formar barreras, pero no las usarían en


lugares bien poblados, y la barrera desaparecía si el espíritu era
atacado.

Los espíritus desaparecían si se alejaban demasiado.

¿Qué significa todo esto? Él pensó.

Misaki Gokumon tenía que ser quien estuviera detrás de eso. El


hecho de que solo lo atacaran en la escuela sugirió un límite en la
longitud de las cadenas, y considerando el momento en que
comenzaron a atacar, su rechazo a Reiko Takasugi parecía ser la causa.
Pero no sabía por qué los espíritus lo atacarían solo porque la rechazó.

Consideró hablar de las cosas con Misaki Gokumon, pero resultaría


como si dijera que creía en Reiko Takasugi y quería su ayuda, lo que
terminaría con más conversaciones sobre él saliendo con ella.
Bueno, solo esperaré a que termine la clase, supongo, pensó
Yuichi, sosteniendo el cuello de un fantasma que lo miraba con
amargura.

Después de la clase, Yuichi y Aiko subieron al techo.

“Entonces, esa es la historia.” Dijo. “Quiero hacer algo sobre la


situación.”

“Hmm, no estoy segura de qué puedo hacer para ayudar...” Aiko


arrugó la nariz.

Bueno, no esperaba que ella pudiera hacer mucho.

“Ahí es donde entra ella.” Yuichi levantó su mano izquierda.

Aiko lo miró, perpleja.

Aiko no podía verlo, pero Yuichi sostenía por el cuello a un espíritu


con uniforme de estudiante. Era la estudiante que se había caído del
techo el día anterior. Le preguntó su nombre y se enteró de que
realmente era Nami Eto.

“Um... realmente esperaba que pudieras dejarme ir...” La voz de


Nami sonó.

“Si te dejo ir, volverás a saltar del techo, ¿no?” Yuichi preguntó.

“Por supuesto.” Dijo. “¿Qué esperas? Esa es mi rutina.”

Él ya le había cortado la cadena, ya que no podía hablar con ella


mientras estuviera atada.
“Si respondes a mis preguntas, te dejaré ir.” Dijo. “¿Por qué me
atacabas?”

“¡No lo sé! ¡Estaba siendo controlada! Deberías preguntarle a la


persona que me estaba controlando.”

“Él destruyó la cadena antes, ¿verdad? Entonces, ¿por qué lo


atacaste de nuevo?” Preguntó Aiko. Tal vez para ella era aburrido
escucharlo todo y no intervenir.

“La cadena me atrapó de nuevo.” Dijo el espíritu. “Apuesto a que


ha atrapado a todos los espíritus de la zona. Mira, respondí tu pregunta,
¿verdad? Así que déjame ir. Prometo contenerme para no caer.”

Yuichi se sintió bastante incómodo sujetándola del cuello mientras


hablaban, así que la soltó.

Nami se escapó de su mano y se estiró. Aparentemente, incluso los


espíritus se pusieron rígidos manteniendo la misma postura durante
mucho tiempo. “Entonces, ¿quién es esa? Ella tiene un aura increíble,
así que me lo he estado preguntando...”

“¿No es esa la persona que te envió la carta de amor?” Preguntó


Aiko.

Nami estaba señalando a una estudiante muy ancha que estaba


parada cerca: Chiharu Dannoura. De hecho, era la chica que antes
había desafiado a Yuichi y recibió una paliza por los problemas que
causó.
Chiharu estaba de pie con las manos en las caderas, llevando un
aura de confianza a su alrededor. Había una caja de instrumentos en su
espalda... a juzgar por el tamaño, probablemente un violonchelo. Ella
había dicho que estaba en el Club de Coro, así que tal vez tocó el
acompañamiento.

Era un poco más alta que Aiko, pero más ancha en todas las
direcciones. Para decirlo sin rodeos, estaba gorda.

“Esa no fue una carta de amor. Fue una carta de desafío. Por cierto,
ella es Dannoura.” Yuichi normalmente hablaba con más respeto sobre
las mujeres que apenas conocía, y solo era más casual cuando las
conocía mejor. En este caso, sin embargo, su falta de deferencia no fue
un indicador de cercanía.

Chiharu solo se rió. “¿Con qué propósito me llamas a este lugar?


¿Quieres rendirte a mí? Si es así, ¡te doy la bienvenida!” La chica gorda
hizo un gesto audaz.

“Oh, ¿te decidiste por un patrón de habla?” Yuichi preguntó.

“Sí. Incluso yo me di cuenta de que había sonado un poco extraña.


¡Trabajé duro para elegir este!”

“No deberías tener que trabajar duro solo por eso... Ah, bueno. Te
llamé aquí porque tengo un favor que pedirte.”

Yuichi había obtenido la información de contacto de Chiharu de


Mutsuko. Aparentemente se conocían; ella y Mutsuko habían
trabajado juntas para desarrollar algunas armas extrañas.
“¿Oh? ¿Una solicitud para mí? Pero, después de todo, estoy en
deuda contigo.” Dijo. “No me importa escucharte... pero si puedo
preguntar, ¿quién es esa chica?” Chiharu señaló a Aiko con un dedo
regordete.

“Ella es Noro.” Dijo. “De mi clase.”

Cuando presentó a Aiko, Chiharu comenzó a inspeccionarla de


arriba abajo.

“Ah-ja... en apariencia, tal vez no esté ni por encima ni por debajo


de mi nivel...”

“No, la figura de Noro es más linda.” Dijo Yuichi,


sorprendentemente cómodo con el insulto.

“L-Linda...” Tartamudeó Aiko.

“Ah, bueno.” Dijo Chiharu. “Mi naturaleza es de magnanimidad.


¡Aunque eres parte de mi harem, te permitiré un harem propio!”

“Simplemente el club en el que estoy es así.” Dijo Yuichi.

Aiko pareció recuperarse lo suficiente de su sorpresa como para


acercarse a Yuichi y hablarle en voz baja. “Entonces... ¿quién es esta
persona? ¿Por qué la trajiste aquí?”

“En cuanto a quién es, es un poco difícil de explicar... pero como


puedes ver, tiene una personalidad bastante desafortunada, así que no
te preocupes demasiado.” Dijo Yuichi. “Sin embargo, la razón por la
que la llamé aquí son sus ojos. Ella también tiene ojos que ven cosas
raras.”

“¿Cosas raras? ¡Qué grosero! ¡Mis ojos son los Ojos


Apocalípticos!” Chiharu exclamó.

Chiharu aparentemente se había acercado a ellos en algún momento


y se unió al grupo de Aiko y Yuichi.

“¡Oye! ¡Aiko y yo estamos teniendo una conversación privada!”


Yuichi gritó.

“Si no quieres que te escuche, ¡no hables frente a mí!” Chiharu


declaró. “¡Bueno, independientemente, te mostraré mi poder! ¡La de
allí! Noro, ¿verdad? ¿Por qué no te doy mi evaluación?”

“¿Q-Qué?” Aiko retrocedió, asustada.

“Hm... ¿una calificación de interés amoroso de solo 5? Basura…”


Dijo Chiharu con desdén.

“¡Oye!” Aiko miró a Yuichi, con la boca abierta. Era el rostro de


alguien que quería hablar, pero no encontraba las palabras.

“Ella dice que puede ver números.” Dijo Yuichi. “Aunque en


realidad no sabemos qué significan los números.” Yuichi recordó que
había dicho antes que era algo así como poder de batalla. “A quien
quiero que mires no es a Noro, es a ella. ¿La ves?” Yuichi señaló a
Nami.
“¿Hmm? Mmm. Simplemente veo números flotando en el espacio.
Menos 30... pero nunca antes había visto un valor negativo. ¿Qué
significa eso?”

“Aparentemente ella es un espíritu.”

“¡Eek!” Chiharu soltó un grito de miedo y voló hacia Yuichi.

Yuichi se hizo a un lado.

Chiharu cayó al suelo con un ruido sordo.

“¿Por qué esquivaste? ¡Una hermosa chica saltó sobre ti por miedo
a un fantasma! ¡Tu trabajo es atraparla suavemente!” Chiharu se quejó
mientras saltaba hacia atrás con una expresión amarga.

“Eso me pareció más un tacleo de cuerpo entero.” Dijo. Si hubiera


sido golpeado por eso, lo habría lastimado bastante. Tal masa no se
puede subestimar.

“Um...” dijo Aiko, vacilante. Probablemente nunca había visto a


una chica de secundaria saltar de tal manera.

“De todos modos, sabemos que ella también puede ver espíritus,
así que podría ser útil.” Dijo Yuichi. La razón por la que Yuichi había
llamado a Chiharu era para evaluar el nivel de amenaza de los espíritus.
Era fácil para él evaluar la fuerza de un compañero humano, pero con
un espíritu era mucho más difícil.

“¿Pero saber de esos números realmente te ayudará a resolver el


problema?” Preguntó Chiharu.
“Hmm, ese es un buen punto...” Yuichi había pensado que podría
ser útil tener a alguien además de él que pudiera ver espíritus, pero no
lo había pensado más allá de eso. “Entonces, ¿es el número todo lo que
puedes ver del espíritu?”

“¿Qué es esto? ¿Dices que puedes verlo?”

“Sí, débilmente.”

“Hmm.” Dijo Chiharu. “No es lógico que lo veas, pero yo no puedo.


¡Practicaré un esfuerzo un poco mayor!”

Chiharu abrió mucho los ojos. Yuichi lo encontró un poco


aterrador.

“Oh-ho... ahora puedo verla.” Continuó Chiharu. “En apariencia,


ella no está ni por encima ni por debajo de mi nivel...”

“¡Sigues diciendo eso, pero tu nivel es bastante bajo!” Yuichi


estalló.

“Oye, me pregunto si podré verla.” Dijo Aiko, aparentemente


sintiéndose excluida.

“No sé... trata de concentrarte más, ¿supongo?” Yuichi dijo


vagamente, sin saber cómo responderle.

“Bueno. Lo intentaré.” Aiko, que parecía tomar sus palabras en


serio, comenzó a concentrarse. Ella frunció el ceño, entrecerró los ojos
y miró el área donde estaba el espíritu. “Oh, creo que puedo ver algo...”
“¡¿En serio?!” Yuichi miró a Aiko, en parte incrédulo, luego de
repente se sobresaltó. “¡Noro! ¡Tus ojos! ¡Tus ojos se pusieron rojos!”

“¿Eh?” Ella chilló. “¡De ninguna manera! ¿Qué debo hacer?”

Sus ojos se pusieron rojos cuando estaba usando sus poderes


vampíricos. Habían hecho eso una vez cuando ella resultó herida, pero
verlos ponerse rojos por algo como esto fue totalmente inesperado.
Estaba en pánico tratando de averiguar qué hacer al respecto.

Rápidamente miró a Chiharu, pero afortunadamente, ella estaba


completamente concentrada en inspeccionar a Nami y aún no había
notado el cambio de Aiko.

Yuichi sacó un par de gafas de su bolso. (Naturalmente, Mutsuko


las había metido allí por capricho.) “¡Toma! ¡Ponte esto!”

“¡E-Está bien!” Aparentemente también un poco presa del pánico,


Aiko hizo lo que le dijeron, colocándose las enormes gafas sobre sus
ojos. Al ser gafas de visión nocturna, cubrían casi toda la mitad
superior de su rostro.

“¡Ah! ¿Qué es eso? ¡Qué impresionante! ¿Es por eso que su poder
de interés amoroso ha ascendido a 3.000?” Preguntó Chiharu mientras
se volvía hacia ellos, aparentemente aburrida de inspeccionar a Nami.

Eso estuvo cerca.

“¿Por qué las gafas aumentarían su poder de interés amoroso?”


Yuichi demandó. Deben haber sido sus habilidades vampíricas lo que
aumentase su nivel de poder. Chiharu había dicho que el nivel de
Yuichi era de 18.000, lo que significaba que el de Aiko era una sexta
parte del suyo. Esto puede sonar como una fanfarronada, pero Yuichi
estaba pensando que Aiko debía ser bastante fuerte en su forma actual.

“Entonces, ahora todos podemos verlos. ¿Qué hacemos…?”

“¡Oye! ¿Por qué estás siempre en el techo? ¿Tanto amas el techo,


Yu? ¡Deberías casarte con el techo!”

Yuichi se volvió para enfrentar la repentina interrupción.

Mutsuko estaba de pie en la entrada del techo. Por alguna razón,


llevaba el traje de una miko, con un kimono ‘kosode’ blanco y un
hakama rojo, y sostenía una bolsa grande en una mano. “Te dije que
me dijeras si las cosas se ponían más raras, y si estás merodeando por
aquí, ¡obviamente paso eso! Entonces, ¿qué pasó? ¿Cuál es la rareza?”

“La única rareza aquí eres tú como miko, Nee-chan...”

“¿Qué fue eso?” Exigió.

“Ah, nada. Lo siento. En realidad, no estaba seguro de qué hacer a


continuación, así que es un buen momento. Por favor, ayúdanos, Nee-
chan.”

“¡Ok!” Mutsuko sonrió alegremente. Esa pequeña petición parecía


haber sido suficiente para restaurar completamente su estado de ánimo.

“¡Ah! ¡Eres tú, Sabia Mutsuko!” Chiharu dijo con un aire


exagerado de sorpresa.
Yuichi sabía que se conocían, pero no que su relación fuera tal que
ella se dirigiera a ella como ‘Sabia’.

“Oye, Dannoura, ¿tú también estás aquí?” Preguntó Mutsuko.


“¡Eso es genial! ¿Qué diablos está pasando aquí?”

Yuichi procedió a resumirle a Mutsuko exactamente lo que había


sucedido.

“¡Creo que lo entiendo! ¡La chica, Misaki Gokumon, está


controlando los espíritus para que su amiga pueda fingir tener un sexto
sentido!” Gritó Mutsuko.

“Sin embargo, Gokumon no parecía darse cuenta de ello.” Dijo


Yuichi. Quizás esto había sucedido antes. El resultado, entonces, fue
que Reiko se había vuelto más arrogante y había conseguido aún más
seguidores.

“¡Hay tres formas de resolver esto!” Declaró Mutsuko.

“Si nos estás dando opciones, significa que la mayoría de ellas van
a ser malas... pero vamos a escucharlas, supongo.” Dijo Yuichi, sin
tener muchas esperanzas.

“Uno: ¡Derrota a Misaki Gokumon, la Médium!”

“Te refieres a darle una paliza, ¿verdad? ¡No voy a golpear a una
chica normal de mi edad!” Yuichi gritó. No podía golpear a alguien
solo porque ella controlaba espíritus.

“Dos: ¡aplacar a Misaki Gokumon saliendo con Reiko Takasugi!”


“Si fuera a hacer eso, ya lo habría hecho.” Se quejó Yuichi.

“Tres: ¡Haz un exorcismo en la escuela! ¡Si los espíritus a los que


ha esclavizado se van, no podrá hacerte nada!”

“Supongo que tendremos que ir con lo último... y a juzgar por tu


atuendo, lo sabías, ¿verdad?” Yuichi miró a Mutsuko con los ojos
entrecerrados.

¿Por qué no lo había dicho desde el principio?

“¡E-Eso no es cierto! Es solo una coincidencia que estuviera usando


esto…” Dijo Mutsuko incluso mientras comenzaba a hurgar en su
bolso para sacar cosas.

“¿Qué es eso?” Yuichi demandó.

Era una olla. También había un quemador de gas, una canasta


humeante de bambú y una botella de agua, así como bolsas de arroz y
sal. ¿Iba a cocinar? De repente Yuichi se puso nervioso.

“Es una olla y un resonador.” Dijo Mutsuko con suprema


confianza. “El arroz se ha lavado y secado al sol durante varios días.
¡Con esto, podemos realizar un ritual kamanari y exorcizar a los
fantasmas!”

Mutsuko rápidamente comenzó los preparativos. Desenrolló una


tela tan grande como dos tatamis sobre el techo, revelando un gran
patrón octogonal pintado en ella. Cada dirección tenía una descripción
diferente, como ‘Puerta de los Vivos’ y ‘Puerta de los Muertos’... una
tabla de Dun Jia utilizada en la adivinación china.
Mutsuko colocó el quemador en el centro del diagrama, colocó la
olla encima y lo llenó de agua. Luego añadió un puñado de sal, colocó
el ‘resonador’ en forma de canasta humeante encima y encendió el
quemador.

“¿Qué, tenemos que esperar a que hierva?” Yuichi preguntó. La


olla era grande, con bastante agua adentro. Parecía que iba a tardar un
poco en calentarse.

“Buen punto.” Dijo Mutsuko. “Entonces, recitaré el Sutra más largo


del Sukha Vativyuha hasta que hierva. Si-estos-votos-que-he-hecho-
no-me-llevan-al-más-allá...” Mutsuko comenzó a cantar con un ritmo
de sutra pausado.

Aiko comenzó a temblar, luego se marchitó en los brazos de Yuichi.

“Cierto, no soportas los sutras, ¿verdad?” Dijo Yuichi. Se había


olvidado por completo de eso.

“Yo también lo olvidé... no estoy segura de poder superar un


exorcismo...”

“¡Nee-chan, vamos a tomar cierta distancia!” Yuichi llamó. Tiró de


Aiko hacia el borde del techo. “¿Estás bien?”

“Sí, me sorprendió porque salió de la nada, pero una vez que sé que
está sucediendo, creo que puedo lidiar con eso.”

Nami, la fantasma, y Chiharu llegaron unos momentos después.


“¿Qué tengo que hacer? Si me exorcizan, podría seguir adelante…”
Gimió la primera.

“¿Qué hay de malo en seguir adelante?” Yuichi preguntó. “¿O hay


alguna razón por la que no quieres hacer eso?”

“Tengo asuntos pendientes. Por eso sigo aquí.”

“Entonces mantén la distancia por un tiempo.” Dijo. “Aunque no


sé qué tan amplio es el rango de influencia de esa olla...”

“Está bien, lo haré.” Con eso, el fantasma trepó la cerca... parecía


que no podía atravesarla a pesar de su naturaleza incorpórea... y saltó
del techo.

“Por cierto, Yuichi Sakaki.” Dijo Chiharu. “¿No parece haber más
espíritus que antes?”

“¡¿Ah?!” Él exclamó.

Tal como había dicho Chiharu, de la nada habían aparecido


multitudes de espíritus.

Tenían cadenas a su alrededor, por lo que debían haber sido


esclavos de Misaki Gokumon.

“No parece que vengan por mí...” Dijo lentamente. “¿Crees que
están tratando de detener el ritual de Nee-chan?”

Yuichi rápidamente trató de volver al lado de Mutsuko.

Pero Chiharu lo detuvo. “No temas, Yuichi Sakaki. ¡Me preparé


para esta eventualidad!”
Dejó en el suelo el estuche de instrumentos que llevaba en la
espalda y abrió la tapa. Dentro había un arco de estilo occidental, que
Chiharu sacó, lenta y teatralmente.

“¡Je, je! ¡El estilo Dannoura tiene una técnica de tiro con arco para
destruir influencias caídas! ¡Su nombre, Azusa Yumi, Meigen-no-
Tsuruuchi, al estilo Dannoura!”

“Tengo mucho que decir al respecto, pero primero: ¿por qué llevas
tu arco en un estuche de instrumentos musicales?” Preguntó.

“¿Hay algún propósito para estuches de instrumentos además de


contener armas?” Exigió.

“¡Pide disculpas! ¡Pide disculpas a los fabricantes de estuches de


instrumentos del mundo!” Chiharu ignoró a Yuichi y comenzó a tensar
el arco. No había ninguna flecha colocada en él, lo cual era típico del
Azusa Yumi... aunque Yuichi nunca había oído hablar de usar un arco
de estilo occidental para este acto ritual sintoísta.

“¡Purga!” Chiharu gritó mientras soltaba la cuerda del arco.

No pasó nada.

La cuerda tembló, y nada más... o eso podría haber parecido, si no


hubiera visto el efecto que tuvo en los propios espíritus.

Aparecieron agujeros en varios espíritus en línea, como si una


flecha invisible los hubiera atravesado. Esos espíritus se dispersaron
un segundo después.
“Ah... hmm.” Dijo Chiharu. “¿B-Bien? Increíble, ¿no es así?”

“También pareces bastante sorprendida...” Murmuró Yuichi. Tal


vez no había esperado que tuviera tanto poder. Apenas hoy había visto
espíritus por primera vez, por lo que probablemente no tenía idea de lo
que sucedería.

“¡Ah! La tabla de Dun Jia es una barrera, ¡así que los espíritus no
pueden entrar! ¡No hay necesidad de entrar en pánico!” Llamó
Mutsuko.

“¡Podrías haber mencionado eso antes! Y si ese es el caso, ¡también


déjanos entrar!” Yuichi espetó.

Regresó al lado de Mutsuko y entró en los límites de la tabla de


Dun Jia. Tal como ella había dicho, parecía que los espíritus no podían
entrar.

Mutsuko comenzó a agregar arroz al resonador y remover,


sugiriendo que los preparativos estaban completos. Luego comenzó a
cantar la oración de purificación misogi-harai:

“Pido con la mayor humildad y sumisión, a la miríada de dioses del


cielo y la tierra, que los grandes dioses de la purificación... dados forma
por la voluntad de los dioses y diosas que habitan en las alturas en
tiempos de nuestro honorable padre Izanagi-no-Mikoto de la
purificación en Tsukushi-no-Himukano-Tachibana-no-Odo-no-
Agihara... podría purificarme y limpiarme de mis fallas, pecados y
suciedad.”
“Tu hermana tiene muy buena memoria, ¿eh?” Dijo Aiko, de pie
junto a Yuichi, aparentemente impresionada de que Mutsuko estuviera
cantando la complicada oración de memoria.

“Noro, ¿estás bien?” Yuichi preguntó.

“Sí, parece que puedo manejar esto.”

Le costaría entender la razón, pero aparentemente ella podía


manejar los cánticos sintoístas.

Ahora que lo pensaba, Mutsuko tenía un diagrama confuciano, un


sutra budista y un ritual y oración sintoístas. Se preguntó si estaría bien
mezclarlo todo de esta manera.

Mutsuko pronunció la oración varias veces, y al final, broto un


anillo de la olla. Eso fue suficiente para hacer que los espíritus
enjambrados se retorcieran de dolor.

Mutsuko levantó la tapa del resonador, luego hizo una reverencia,


aplaudió dos veces, agregó más arroz y volvió a inclinarse. Los sonidos
de la olla comenzaron a resonar aún más fuerte.

“¡Perfecto! ¡Todos, hagan lo mismo!” Ella lloró.

“¿Eh? ¡Nunca mencionaste esto!” Yuichi había asumido que


Mutsuko se encargaría de todo.

“¡La participación es obligatoria!” Ordenó Mutsuko. “¡Hazlo


ahora!”
Animado por su hermana mayor, Yuichi se unió al ritual. Aiko lo
siguió, y el sonido de la olla se volvió aún más violento.

Lo siguiente que supieron es que todos los espíritus se habían


desvanecido del techo. Ahora la olla estaba sonando con un sonido
increíble.

“¡Está bien, Yu, recoge la olla!” Declaró Mutsuko.

“¿Eh? No puedes querer decir...”

“¡Sí! ¡Tenemos que llevar la olla por la escuela para exorcizar a


todos los espíritus!”

Tal como había pensado.

Al final, tomó hasta la noche para purgar toda la escuela de


espíritus.

Yuichi se sintió extremadamente avergonzado caminando por la


escuela cargando la olla ruidosamente, pero cuando Mutsuko le dijo
que hiciera algo, no pudo ir contra ella. Recibió bastantes miradas de
reojo de los profesores, pero Mutsuko se las arregló para disculparse.

Según Mutsuko, el ritual Narikama era un método de exorcismo


bastante poderoso. Podría restaurar completamente cualquier espacio
a su estado original. Yuichi tendía a pensar en este tipo de cosas como
estafas, pero parecía que todos los signos persistentes en el espacio
habían desaparecido por completo. Eso significaba que también debía
funcionar con espíritus bastante poderosos.
Yuichi llegó a la escuela al día siguiente y, de hecho, no vio ningún
espíritu. Gracias al ritual Narikama, una vez más la escuela estaba en
paz, lo que eliminaba el peligro de que Yuichi fuera atacado por
espíritus y significaba que no tendría que salir con Reiko Takasugi.

Fue a ver a Misaki Gokumon en el almuerzo, pero ella no estaba


actuando como si algo hubiera cambiado. Realmente no debe haberse
dado cuenta de lo que había estado haciendo.

Eso debería aclarar todo el lío espiritual, pensó Yuichi. Aun así,
volvió a regresar al techo.

Como era de esperar, allí encontró a Nami.

“Así que no seguiste adelante, ¿eh?” Él dijo.

“Sí. Después de caer, creo que me voy a otro lado por un tiempo...
luego lo siguiente que sé es que estoy en la escuela. Voy al techo y me
caigo, luego lo hago todo de nuevo. Entonces, ¿supongo que no me
afectó el exorcismo por qué me fui a ese lugar después de caer? Bueno,
supongo que no tener a los demás cerca me facilitaría un poco las
cosas...”

Parecía que la olla solo tenía algún efecto mientras el ritual aún
estaba en curso.

“¿Qué pasa con las cadenas?” Yuichi preguntó.

“De momento no he visto ninguna.” Dijo. “Pero, ¿Qué estás


haciendo aquí, Sakaki? Ya no tienes que interactuar conmigo.”
“A diferencia de los otros que solo gimieron, puedo hablar
contigo.” Dijo Yuichi. “No puedo dejar a un ser sensible que parece
estar sufriendo por su cuenta.”

“Ah, ¿parece que estoy sufriendo? Bueno, supongo que me


arrepiento... No puedo dejar de preguntarme cómo las cosas llegaron a
esto.”

“Sí, escuché que las circunstancias alrededor de eso eran un poco


extrañas.” Dijo Yuichi. “¿Podrías contarme más?”

Dos habían caído. Una había muerto y la otra había desaparecido.


Según el artículo, la chica que había muerto era Nami Eto, y la que
había desaparecido era Chie Amatsu.

“Fue un accidente.” Dijo Nami. “Tuvimos una pelea, pero no estaba


tratando de matarla. Tampoco creo que Chie intentara matarme. Hay
una cerca aquí ahora, pero en ese momento era solo una barandilla y
se rompió en la refriega.”

“Entonces, ¿qué pasó después de que cayeran juntas? Ese es el


misterio.”

“Chie estaba cayendo un poco ante mí, pero desapareció ante mis
ojos. Eso es lo último que recuerdo. Después de eso, probablemente
caí al suelo.”

“¿Ella desapareció?” Yuichi preguntó.

“Sí.” Dijo Nami. “Creo que eso es en lo que no puedo dejar de


pensar. Realmente quiero saber a dónde fue Chie.”
Eso significaba que Nami no podría escapar de su ciclo hasta que
se resolviera el misterio.

“Voy a investigar un poco más el incidente.” Dijo Yuichi. “Quizás


si encuentro otras desapariciones misteriosas, podría aprender algo.”
Y si le contaba esto a su hermana, ella podría inspirarse.

“¿De verdad? Bueno, esperaré, aunque no tengo muchas


esperanzas.”

“¿Vas a saltar de nuevo?” Preguntó.

“Sí. Pero no lo volveré a hacer frente a ti.”

Era cierto que no quería ver a alguien saltar de un edificio, así que
dejó a Nami en el techo.

✽✽✽✽✽

Fue automático.

Solo existía para capturar a los espíritus de los alrededores.

No lo hizo por voluntad de su ama, Misaki Gokumon; simplemente


tomó el control de todos los espíritus dentro de un cierto rango, y luego,
cuando se salió de su alcance, los liberó. Eso fue todo lo que hizo.

Tenía algo de voluntad propia, pero esa voluntad no estaba


relacionada con la de Misaki. Simplemente lo necesitaba para capturar
espíritus. Las cadenas envolverían a los espíritus y los convertirían en
esclavos, pero si los atacaba, se escaparían. Entonces había llegado a
este tipo de pseudoconciencia, por necesidad.
Ahora había inseguridad.

No hubo presa.

Los espíritus generalmente abundantes desaparecieron sin dejar


rastro.

Pero el instinto de atrapar a los espíritus era casi como un hambre.


No se rendiría solo porque no hubiera nadie cerca.

Extendió sus cadenas por toda la escuela, pero no había espíritus


por ningún lado.

Sin embargo, buscó tenazmente a su presa.

Luego, por fin, llegó al techo donde encontró un único espíritu.

La cadena alcanzó al espíritu, pero antes de que pudiera atraparla,


el espíritu cayó.

La cadena lo siguió desde el techo hasta el suelo. El espíritu golpeó


el suelo y desapareció.

Su presa reñida se había ido, pero sin inmutarse, reanudó la


búsqueda de otras.

Fue entonces cuando los notó.

Había espíritus cerca... un nido de espíritus lleno de maldad.

Si no hubiera perseguido a ese espíritu, nunca los habría notado. Si


hubiera tenido sentimientos, se habría regocijado.
Pero no lo hizo, por lo que todo lo que hizo fue extender sus cadenas
hacia su nueva presa y sacarlos de la oscuridad a la que estaban atados.

✽✽✽✽✽

Fue la mañana dos días después del exorcismo. Hacía mal tiempo.
Nubes de color gris oscuro cubrían el cielo y parecía que iba a llover
en cualquier momento.

Como de costumbre, Yuichi caminaba hacia la escuela con Aiko.


En el momento en que entró a la escuela, se dio cuenta de que algo era
extraño.

“¿Qué es esto?” Preguntó.

El torso de un hombre se arrastraba por el suelo. No tenía la mitad


inferior, y algo así como una cuerda de color negro rojizo que se
arrastraba detrás de su estómago... probablemente sus intestinos. No
había ningún signo de dolor en su expresión, solo odio abrumador.

Había una mujer arrastrándose sobre cuatro miembros


extrañamente alargados. Se movía como una araña, su cabeza giraba y
viraba como si buscara algo.

Había una cosa inhumana con piernas que crecían de su cabeza y


dejaba esa sangre atrás dondequiera que pisara.

Encima de cada uno colgaba la etiqueta ‘Espectro’. De hecho,


parecían mucho más malvados y monstruosos que los ‘Espíritus’ que
había visto antes.
Aiko se aferró a Yuichi.

“¿Puedes verlos?” Preguntó, aunque los ojos de Aiko todavía


estaban negros.

“Sí, le pregunté a Akiko y ella tenía algunos lentes de contacto que


ocultarían el rojo. Los estoy usando ahora mismo.” Dijo.

“Akiko es bastante increíble, ¿eh?” Comentó. Akiko era la criada


que trabajaba en la casa de Aiko. Yuichi quedó impresionado por la
idea, pero luego se dio cuenta de que podría haber sido una forma
tradicional de que los vampiros disfrazaran sus ojos.

“Pero, ¿esto significa que el exorcismo no funcionó?” Preguntó.

Los ‘Espectros’ no llevaban cadenas, lo que puede haber sido la


razón por la que no estaban atacando a Yuichi directamente. Pero
mientras de momento estaban deambulando, era difícil creer que
debían dejarse sueltos.

Aun así, Yuichi y Aiko no podían permitirse el lujo de llegar tarde


a clase, así que se dirigieron a su salón de clases.

Otro espectro llegó en medio de la clase, una mujer pálida, alta y


esbelta que se coló por la ventana del lado del pasillo. No tenía ojos,
solo cuencas en blanco que servían como la única mancha oscura en
su pálido cuerpo.

Sin embargo, la falta de ojos no pareció importarle, ya que se


inclinó como para mirar el rostro de un estudiante con gran
concentración.
“Tú no.” Luego pasó al siguiente estudiante y se inclinó de nuevo.
“Tú no.”

Se acercó a Yuichi.

“Tú...”

Yuichi formó una mano de lanza y la atravesó a la mujer por el


cuello. Escupió sangre y luego cayó al suelo, retorciéndose y rodando.
Por supuesto, casi nadie en la clase se dio cuenta.

Esto no es bueno... pensó. Los espectros parecían volverse más


activos.

Durante la pausa del almuerzo, Yuichi decidió revisar el aula 1-B,


pero Misaki Gokumon no estaba allí. Parecía que estaba ausente ese
día, lo que sugería que no estaba relacionada con la aparición de los
espectros.

Yuichi esperó hasta después de la clase para subir al techo con


Aiko.

Habían contactado a Mutsuko con anticipación, por lo que ella ya


estaba allí antes que ellos. Llevaba puesto su atuendo de miko y ya
había comenzado el ritual Narikama. Agregó el arroz y comenzó el
canto, pero a diferencia de antes, no comenzó a sonar.

“¿Qué pasa?” Yuichi preguntó. Conociendo a Mutsuko, era poco


probable que hubiera cometido un error en la ejecución.
“No sirve de nada. No sonará en un lugar demasiado impuro.”
Mutsuko frunció el ceño.

Lo que significaba que tendrían que encontrar una nueva forma de


purgar los espíritus.

“De todos modos, ¿qué está pasando aquí?” Yuichi preguntó.

Nubes negras habían cubierto el cielo. Era difícil creer que la


presencia de espectros incluso afectaría el clima, pero todavía había
algo profundamente siniestro en ello.

“Hmm, supongo que la purga de todos los espíritus creó un vacío


espiritual, ¡así que otros espíritus vinieron a tomar su lugar!
¡Naturalmente!” Dijo Mutsuko.

“¡¿Naturalmente?! Entonces, ¿por qué hicimos el exorcismo?”

Nami se acercó a ellos, la olla parecía no tener poder sobre ella


cuando no estaba sonando. “Mencionaste otros espíritus, pero... antes
vi a alguien que se parecía a Chie. Parecía extraña... como si hubiera
una sombra sobre su rostro...”

“¿Pudiste hablar con ella?” Yuichi preguntó.

“En realidad... ella parecía muy peligrosa... así que me escapé...”

“Bueno, supongo que tendré que golpearlos a todos...” Suspiró. Tal


vez eso terminaría convocando nuevos espectros, pero era lo único en
lo que Yuichi podía pensar.
Yuichi estaba a punto de salir y comenzar a golpear espectros
cuando apareció Chiharu.

“¡He completado mi misión!” Chiharu declaró. “Como supusiste,


¡Sabia Mutsuko, detecté una presencia inusual en un salón de clases
del segundo piso! ¡Está repleto de criaturas malvadas con niveles de
poder que van desde menos 2.000 a menos 30.000!” Ella estaba
lanzando números aparentemente aleatorios como de costumbre.
Había un enorme arco compuesto en su mano, que probablemente
estaba usando para atacar a los espectros y protegerse.

“¡Ah-ja! ¡Gracias, Dannoura!” Exclamó Mutsuko.

“¿De qué está hablando?” Yuichi preguntó. No entendía nada.

Deben haber estado tramando algo antes de que llegara Yuichi.

“Pensé en la historia hasta ahora y me di cuenta de que debía haber


algo extraño en esta escuela, así que hice que Dannoura viera la caída
de Eto desde los campos deportivos.” Explicó Mutsuko.

“Pero los espectros realmente no pueden estar en el aula como ella


dijo, ¿verdad?” Preguntó. Se tenía que creer que todos podrían haber
estado allí y nunca herir a nadie antes.

“En realidad, creo que tienes que entrar por la ventana para llegar
allí.” Dijo Mutsuko. “En otras palabras, todo es cuestión de dirección.
Tal vez sea un tipo de katatagae, direcciones afortunadas y
desafortunadas. ¡El más mínimo desliz puede llevarte a otra
dimensión!”
Katatagae era un ritual en el que evitabas viajar directamente en
ciertas direcciones, basado en una vieja idea de que viajar en ciertas
direcciones te pondría en contacto con dioses malvados y terminabas
maldito. Yuichi tenía la sensación de que no tenía nada que ver
directamente con katatagae, sino más bien de que necesitabas un cierto
proceso para llegar allí.

“Eso significa, Yu, ¡tienes que entrar al salón del segundo piso
saltando desde el techo!” Declaró Mutsuko. “¡Entonces puedes
encontrar el nido de espíritus malignos y vencerlos a todos a la vez!”

“Me pregunto si hay un estudiante de secundaria que haya saltado


de más techos que yo...” Susurró Yuichi.

Por supuesto, no podía desafiar a Mutsuko.

Yuichi estaba de pie frente a la cerca mientras la luz del sol del
atardecer se filtraba sobre el techo.

Saltaría desde el lado que daba a los campos de atletismo, por lo


que era muy probable que lo vieran. Tenía que planificar el momento
adecuado.

“¡Puedes irte ahora!” Llamó Mutsuko.

Mutsuko debe haber tomado su decisión basándose en observar el


campo atlético. Yuichi escuchó su voz a través de las gafas que llevaba.

Las gafas eran la misma computadora portátil que había usado


durante el incidente que involucró al hermano mayor de Aiko, Kyoya.
Contenían un transmisor que le permitía a Mutsuko ver y escuchar
cualquier cosa que hiciera Yuichi. No estaba seguro de si los había
traído para este propósito, pero los tenía en su bolso.

Yuichi saltó hacia arriba, se agarró a la parte superior de la cerca y


saltó. Luego se zambulló a toda velocidad.

Pudo ver a Chiharu en el campo de atletismo, inclinada y preparada.


Podía oír la cuerda sonar justo cuando saltaba. Era su fuego de apoyo
Azusa Yumi ahuyentando a los espectros cerca de la entrada.

Llegó a la ventana del segundo piso en un instante, se agarró al


marco superior y cambió su trayectoria para saltar al salón de clases.

Se dio la vuelta una vez para frenar su impulso, luego se puso de


pie inmediatamente. No tuvo tiempo para quedarse tumbado...
probablemente estaba en medio de una colmena enemiga.

A pesar del sol de la tarde que brillaba afuera, estaba muy oscuro
en el salón de clases. Era como si la luz exterior no pudiera entrar.

El interior del aula era diferente de lo que conocía Yuichi. Era como
el edificio de la vieja escuela, estaba hecho de madera. También estaba
muy deteriorado por el tiempo: la mayoría de las sillas y escritorios se
habían podrido a medias. Parecía un lugar abandonado durante
décadas.

Había una gruesa capa de polvo en el suelo, como ceniza, y una


mirada rápida a su alrededor reveló notables rastros de viejas
quemaduras en el aula.
Entonces, ¿esta es otra dimensión? Yuichi se preguntó. Este lugar
no se parecía en nada a la escuela secundaria Seishin a la que estaba
acostumbrado.

El lugar estaba plagado de pálidas figuras humanas. No se


movieron de inmediato, como si no estuvieran seguros de cómo
responder. Tal vez no esperaban que entrara nadie que no hubiera sido
arrastrado.

‘Espectro’. Yuichi vio esa palabra sobre las cabezas de todas las
figuras a la vez. Eran identificables como humanos, pero apenas...
todos estaban retorcidos de alguna manera. Algunos no tenían
extremidades, otros sangraban por los ojos. Algunos eran gigantes;
algunos eran pequeños; algunos estaban en su mayoría intactos, aparte
de enormes porciones hinchadas.

Yuichi miró alrededor del salón de clases.

Había venido aquí para destruirlos a todos, pero le habían pedido


una cosa más: Chie Amatsu.

Si Chie hubiera sido arrastrada a este mundo, entonces podría estar


aquí en alguna parte. Nami había querido que él la salvara si era
posible.

Por supuesto, dudo que todavía esté viva... pensó. Probablemente


Nami también lo sabía.
La única etiqueta que vio a su alrededor era ‘Espectro’, lo que
significaba que Chie ya podría ser un espectro. Si lo era,
desafortunadamente, se vería obligado a tratar con ella.

“¡Chie Amatsu! ¿Estás aquí?” Yuichi gritó.

“¡Gruuuuuh!” En respuesta, los espectros dejaron escapar un coro


de gemidos. Luego comenzaron a caminar hacia Yuichi.

“¡No estaba preguntando por ustedes!” Él gritó.

Un espectro cercano atacó, intentando agarrarlo. Yuichi lanzó un


puño hacia la parte que más parecía una cara. Lo sintió impactar y el
espectro salió volando.

“¡No darás miedo si puedo golpearte!” Añadió.

Derribó a los espectros con patadas. Agarró cabezas y hundió las


rodillas en las caras. Agarró las manos, rompió los codos, retorció los
cuerpos y los arrojó al suelo.

Y mientras alejaba a los espectros atacantes, todo el tiempo buscaba


a Chie.

✽✽✽✽✽

“¿Qué demonios? Esto es una locura...” Dijo Aiko con


incredulidad.

Estaba acostumbrada a ver a Yuichi en peleas, pero verlo derrotar


a golpes esas cosas fantasmales con sus puños desnudos todavía la
había estimulado a comentar.
Estaban viendo la batalla en la pantalla de la tableta de Mutsuko en
una esquina del techo.

“¡Sí! Es una pena que no pueda verlo. Puedo ver el extraño mundo
paralelo en ruinas, ¡pero no los espectros!” Mutsuko lloró con disgusto.

Sin embargo, los ojos de Aiko podían ver los espectros, incluso a
través de la pantalla, por lo que le explicó a Mutsuko lo que estaba
viendo.

“La clave es la imaginación.” Dijo Mutsuko. “En otras palabras,


¡imagina a su oponente en su mente e imagina golpearlo, retorcerlo y
enviarlo a volar! Si puedes hacer esto, incluso puedes luchar contra los
espíritus, no hay problema. Y en general, los seres vivos serán más
fuertes que los incorpóreos.”

“¿Así que todo se trata de la mentalidad?” Preguntó Aiko.

“¡Sí! Es una batalla de voluntades, ¡y Yu nunca puede perder una


batalla de voluntades! Puede parecer frívolo, pero odia perder, ¡y es
demasiado confiado y también arrogante! ¡La idea de perder nunca
entra en su mente!”

Fue algo horrible de decir, y más ya que era su propia hermana,


pero Aiko simpatizó un poco.

“Um, entiendo por qué puede golpearlos, pero ¿por qué a cambio
los ataques de los fantasmas simplemente lo atraviesan?” Se preguntó
Aiko. Podía ver que los ataques de Yuichi eran efectivos, pero no por
qué los ataques de los espectros no lo eran.
“Eso también es cosa de la imaginación.” Explicó Mutsuko. “En
otras palabras, debes pensar: ‘¡Estos ataques no me harán daño! ¡No
existen los fantasmas!’ Entonces no te harán daño.”

“Um, ¿soy la única que piensa que eso es... una especie de trampa?”
Dijo Aiko.

En otras palabras, en el instante en que Yuichi los golpeó, estaba


imaginando que el fantasma existía, pero cuando el fantasma lo atacó,
negó el ataque al negar su existencia.

“¡Bueno, por lo general es al revés!” Declaró Mutsuko. “¡Creo que


es bueno que los fantasmas prueben su propia medicina!”

Mutsuko tenía razón en que esto era lo contrario de la forma en que


Aiko normalmente se lo imaginaba. La mayoría de la gente creía que
los fantasmas podían dañar a las personas, pero no al revés.

“La pregunta es, ¿dónde está Chie? Eto, ¿la ves?” Preguntó
Mutsuko a una parte aleatoria del aire.

Sin embargo, Aiko pudo ver a Nami, quien estaba señalando una
esquina de la pantalla.

“¡Sakaki! ¡A la derecha, al final! ¡Chie está en el asiento del lado


derecho, el segundo escritorio del frente!” Dijo Aiko, hablando con la
tableta.

✽✽✽✽✽

Pero Yuichi ni siquiera necesitaba la dirección de Aiko.


Ya había derrotado a todos los espectros, y el asiento más a la
derecha, el segundo desde el frente, contenía a una chica que había
estado allí todo el tiempo sin moverse ni un centímetro.

La etiqueta ‘Espectro’ colgaba sobre su cabeza, pero vestía un


uniforme de chica de la Secundaria Seishin. No había nadie más que
se viera así, lo que significaba que debía ser Chie. Nami había dicho
que parecía diferente, pero Yuichi no notó nada extraño en ella más
que una silueta ligeramente borrosa.

Yuichi se acercó a Chie. “¿Eres Amatsu?”

“¿Quién eres tú?” Chie preguntó con voz vacía, sin siquiera
mirarlo.

Sus ojos permanecieron donde estaban, apuntando al frente de la


habitación.

“Mi nombre es Yuichi Sakaki.” Dijo. “Nami Eto me pidió que


viniera aquí y te salvara.”

“Nami... Eto... Nami...”

“Sí. ¿Te acuerdas de ella?”

Chie murmuró distraídamente, y Yuichi comenzó a preguntarse si


todavía le quedaba algo de razón. ¿Todavía tendría algún recuerdo de
su antigua vida después de convertirse en un espectro?

“Nami... Sí... por ella... me mataron, y luego...”

“¿Amatsu?” Preguntó.
Chie miró a Yuichi por primera vez. Había una sonrisa en su rostro:
una sonrisa sin emociones, casi postiza que hizo que Yuichi
retrocediera del susto.

El ataque que vino desde el costado un segundo después le rozó la


cara. Los brazos de Chie todavía estaban sobre el escritorio. Pero había
un tercer brazo extendido para agarrar a Yuichi. Luego, hubo un cuarto
y luego un quinto.

La palabra sobre su cabeza había cambiado a ‘Bodhisattva


Superficial’.

“Para mí ella se siente menos como un Bodhisattva y más como un


Ashura...” Murmuró.

Hace unos meses, tal vez no hubiera podido esquivar esto, pero su
experiencia luchando contra monstruos lo había ayudado a madurar.
El crecimiento de algunos brazos no sería suficiente para deshacerse
de él.

“Déjame ver... no sé quién eres, pero quizás le envíe tu cabeza a


Nami.” Dijo Chie, con una sonrisa inquebrantable.

Parecía que todavía tenía su mente... pero esa mente era prisionera
de la locura.

✽✽✽✽✽

Aiko y las demás se dirigían al campo de atletismo.


“No importa a qué monstruo te enfrentes, no tengas miedo, no te
desesperes y no te congeles de horror.” Dijo Mutsuko. “Quería
entrenar a Yu para que su primer pensamiento siempre fuera: ‘¿Cómo
puedo vencerlo?’ ¡Y finalmente ha llegado la oportunidad!”

Como de costumbre, las cosas que dijo Mutsuko se sentían


completamente inhumanas, pero Aiko también se había acostumbrado
a eso.

“Si sigue así, debería llegar a tiempo.” Añadió Mutsuko en un


susurro que Aiko no pudo entender.

Llegaron al campo y se encontraron con Chiharu. “¿Cómo van las


cosas? La mayoría de los números dentro han desaparecido, así que
supongo que Yuichi Sakaki está ganando. ¡N-No es que estuviera
preocupada! ¡Es solo que deseo ser yo quien lo derrote!”

“¿Ahora eres una tsundere / rival?” Aiko objetó suavemente.

“Sí, ¿supongo que está luchando contra el jefe final?” Dijo


Mutsuko. “Aunque espero que no esté convirtiendo a Chie en la jefa
final... ¿no se suponía que debía salvarla?”

“Um... bueno, en el estado en el que se encuentra, probablemente


no sea capaz de pedir ser salvada...” Dijo Nami en voz baja, de repente
junto a ellas.

Vieron a Yuichi luchar a través de la pantalla de la tableta.

“Uh, ¿soy la única que se siente mal por los espectros?” Preguntó
Aiko.
“Sí, esto es un poco desagradable...” Reflexionó Mutsuko.

Yuichi le había quitado los brazos a Chie y la estaba golpeando con


ellos. La sonrisa arcaica de Chie permaneció, pero ahora había algo en
ella.

Chie continuó haciendo crecer más brazos para atacar a Yuichi,


pero Yuichi se enfrentó a ellos de frente. Cuando un brazo lo golpeó,
devolvió el golpe y lo hizo desaparecer, o lo arrancó y lo tiró. Mientras
esto sucedía una y otra vez, Chie comenzó a retroceder de miedo.

Yuichi la tenía contra las cuerdas.

Cuando llegaron al borde de la ventana, sin piedad pateó a Chie en


el plexo solar, un golpe lo suficientemente fuerte como para matar a
un humano.

“Ah.” Aiko miró hacia el aula del segundo piso.

El cristal de la ventana se rompió y Chie se cayó. Yuichi cayó


después, para pisotearla en el suelo.

“¡Graaaagh!” Chie dejó escapar un grito desesperado de una clase


que rara vez se escucha de una chica. Su sonrisa desapareció, su rostro
se tornó atormentado por el miedo y la desesperación.

“¡Chie!” Incapaz de sentarse y mirar esto, Nami corrió y cubrió a


Chie protectoramente. Luego miró a Yuichi y gritó: “¡Basta!”

“Um... ¿saqué a Amatsu de allí?” Yuichi dijo, frunciendo el ceño.


“Sakaki... ¿habías olvidado por completo hasta este momento que
habías ido allí para salvarla?” Aiko gritó.

“Yuichi Sakaki... esto parece un poco excesivo, incluso para ti.”


Agregó Chiharu.

Ambas estaban estupefactas.

“Nami... ¿por qué...? Me mataste... ¿Por qué me salvaste?”


Murmuró el espectro.

“¡No lo hice! ¡Yo también me caí y morí! ¡Fue un accidente! ¡Nadie


tuvo la culpa!”

“Nami...” Chie respondió débilmente. Su forma se había oscurecido


y comenzó a desaparecer.

“Chie, lo siento.” Sollozó Nami. “¡Lamento que nos hayamos


caído! ¡Siento no haber podido salvarte!”

“No, soy yo quien lo siente.” Murmuró Chie. “El rencor que te


guardaba es la razón por la que terminé en esta forma...”

“¡Oye! ¿Por qué está desapareciendo Chie?” Nami gritó.

“Realmente no lo sé...” Yuichi frunció el ceño, inseguro de cómo


responderle.

Probablemente estaba desapareciendo debido a los ataques de


Yuichi, pero había sido la única forma de hacer que escuchara razones.
Por lo tanto, Nami no habría podido arreglar las cosas con ella si él no
lo hubiera hecho, así que tal vez las cosas hubieran salido bien.
“¿Quizás está tratando de seguir adelante?” Sugirió Mutsuko. “Se
había convertido en un espectro, pero si su rencor contra Nami ha
desaparecido, tal vez esté empezando a desaparecer porque es libre.”

“Chie… entonces, iré contigo. Mi arrepentimiento por ti fue lo


único que me mantuvo aquí…” La forma de Nami también comenzó a
desvanecerse.

Cuando las dos se abrazaron, desaparecieron juntas.

✽✽✽✽✽

Al día siguiente, la Secundaria Seishin había vuelto totalmente a la


normalidad. Por supuesto, para empezar, casi nadie había notado nada
extraño, por lo que la mayoría de los estudiantes estaban actuando
igual que siempre. Incluso Reiko Takasugi, quien era venerada por su
sexto sentido, no parecía actuar de manera diferente. Tampoco parecía
haber notado la invasión espectral que ocurrió el día anterior.

“Sakaki, ¿cómo te has sentido? No te queda mucho tiempo…”


Advirtió Reiko.

“Hmm, me siento bastante bien. No creo que tengas que tomarte la


molestia para ayudarme.” Respondió. Había estado caminando con
Aiko después de clase cuando se encontró con Reiko Takasugi en el
pasillo.

Reiko tenía a sus seguidoras con ella, como siempre. Misaki


Gokumon, que había estado ausente el día anterior, ahora estaba
presente. Su rostro estaba bastante pálido y parecía inestable sobre sus
pies. Parecía que ayer se había tomado el día libre porque se sentía
enferma y parecía que aún no se había recuperado por completo.

“Ya veo. Si tú lo dices.” Respondió Reiko, rebosante de confianza.


Quizás todavía esperaba que al final él se rindiera a ella, como todos
los demás habían hecho antes.

Mientras el grupo pasaba, Yuichi soltó un puño en la espalda.


Enganchó sus dedos y golpeó la espalda de Misaki con el dorso de la
mano.

La cabeza del ‘Espectro’ salió volando y se dispersó, y la cadena


que salía de la cintura de Misaki desapareció al mismo tiempo. Parecía
que Yuichi no podía ver las cadenas a menos que tuvieran un espíritu
en ellas.

Era el espectro que estaba causando la enfermedad de Misaki.


Incluso si los atrapaba con cadenas, no podía controlarlos, y parecía
que el espectro la había poseído.

Por ahora eso debería ser suficiente, pero lo mismo aún podría
volver a suceder... pensó.

Misaki tenía que encontrar una manera de controlar su habilidad


‘Médium’. Podría significar separarse de Reiko, pero esa parte no era
asunto de Yuichi.

“Oye. ¿Crees que yo también puedo desterrar a los espectros?”


Aiko preguntó de repente, con ojos llenos de esperanza.
“Hmm, probablemente no deberías intentarlo.” Dijo Yuichi
después de pensarlo un momento. “Puedes verlos, y probablemente
podrías vencerlos, pero creo que te haría vulnerable a las influencias
espirituales.”

Reconocer la existencia de espectros significaba reconocer el poder


que podían tener sobre ti. A menos que tuviera la firme convicción de
que podía vencerlos, parecía mejor no involucrarse.

Mientras discutían el tema, finalmente llegaron a la salida de la


escuela.

“¡Pero mira tú! ¡Si no es Yuichi Sakaki!” Chiharu gritó, su estuche


de instrumentos en su espalda.

“¡No actúes como si nos hubiéramos encontrado por casualidad!


¡Acordamos encontrarnos aquí!” Replicó él. Habían decidido patrullar
la escuela solo para estar seguros, así que ella lo había estado
esperando allí.

Los tres caminaron juntos por la escuela, pero no encontraron nada


extraño. Al final, decidieron pasar por la azotea.

Ya no habría un espíritu triste ahí que se lanzara fuera de ella... o


eso pensaban cuando vinieron, pero se sorprendieron por lo que vieron:

Chie Amatsu, ‘Espectro’.


IMAGEN
“¿Qué estás haciendo aquí?” Yuichi demandó.

“Uh, supongo que se podría decir que acumulé demasiado karma


malo para seguir adelante.” Admitió. “¿O acaso terminé con nuevos
asuntos pendientes?”

“¿Eto siguió adelante?” Yuichi preguntó.

“Sí. No sé si es el cielo o la tierra pura, pero ella definitivamente


fue ‘arriba’. Ella realmente no había hecho nada malo. Sin embargo, a
mí me negaron.”

“¿Eso significa que los espectros a los que golpeé tampoco se


fueron?” Preguntó.

“Así es.” Dijo. “Simplemente se hicieron pedazos. Es posible que


se recuperen pronto, pero dudo que vuelvan aquí de nuevo. Te tienen
miedo, Yuichi.”

“Entonces, ¿por qué volviste?” Preguntó.

“Oye... incluso si soy un espíritu, podemos hacerlo funcionar


siempre que podamos tocarnos, ¿verdad?”

“¿Eh?” No podía entender de qué estaba hablando.

“Mira, morí antes de que pudiera conseguir un novio, y realmente


siento que me perdí de mucho.” Dijo. “Nunca tuve una juventud
adecuada y todavía quiero una experiencia adecuada en la escuela
secundaria. Así que pensé... ya que hay un chico aquí que puede tocar
fantasmas, ¡eso es bastante perfecto!”
“¡Inaceptable! ¡Me veré obligada a purgarte por mi cuenta!”
Chiharu gritó. Comenzó a desempacar el arco del estuche del
instrumento en su espalda. “¡Yuichi Sakaki es parte de mi harem!
¡Ningún espectro jamás le pondrá la mano encima!”

“¿Cuándo me convertí en parte de tu harem?” Yuichi murmuró.

Chiharu comenzó a tocar la cuerda del arco una y otra vez. Las
flechas invisibles volaron en un torrente, pero Chie las destruyó
fácilmente. Ella había sido como la jefa de los espectros, lo que sugería
que debía tener bastante poder.

“¡Maldición! ¡¿Y no es este cambio de carácter demasiado


repentino?!” Chiharu gritó. Quizás porque sus ataques no funcionaron,
Chiharu comenzó a regañar al espectro en otros puntos más aleatorios.

“Sakaki... esta habilidad que tienes que mencionó Takeuchi, hacer


amistad con la gente a la que golpeas... es bastante impresionante...”
Dijo Aiko frunciendo el ceño.

“¡No tengo esa habilidad! Al menos… bueno, no creo que la


tenga…” Yuichi en realidad no podía decir con confianza que no la
tenía.
Epílogo:
“Protagonista”

Algo se retorcía encima de la manta.

La sensación despertó a Ryoma Takei por un momento antes de que


la indolencia se apoderara de él nuevamente.

No era muy pesada. A pesar de que estaba encima de él,


probablemente podría dormir con la sensación.

Solo un poco más. Ryoma se tapó la cabeza con la manta y volvió


a intentar escapar de la realidad.

“¡Despierta, Onii-chan!” La cosa comenzó a golpear a Ryoma a


través de la manta.

Esta era una de las cosas que le impedía dormir. Al darse cuenta de
que era necesario ceder, Ryoma asomó la cabeza por debajo de las
mantas.

Grandes ojos redondos le devolvieron la mirada. Las colas largas y


brillantes negras estaban atadas a ambos lados de su cabeza y vestía un
uniforme de escuela media.

Era la hermana pequeña de Ryoma, Shiori.

“Imouto... tu Onii-chan quiere dormir un poco más.” Se quejó.


“¿No puedes ver eso por cómo he estado actuando?”
“¡Pero mira el reloj! ¡Vas a llegar tarde!” Shiori señaló el reloj de
la pared.

“Tarde, ¿eh? Llegar tarde una o dos veces en mi vida no hará daño
en nada.” Dijo. “Estará bien. Sigue sin mí, Shio...”

“¡Oye, Ryoma! ¡No le des pena a Shiori!” La que abrió la puerta


fue la chica que vivía al lado, Mio Morikawa. Su largo cabello negro
estaba recogido en una coleta. Sus ojos en forma de almendra
transmitían tal fuego detrás de ellos que Ryoma tuvo dificultades para
luchar contra ella.

Eran amigos de la infancia. Fueron a la misma escuela secundaria


e incluso estaban en la misma clase... un lazo que parecía que no podía
romper.

“¿Cuántas veces vas a llegar tarde este mes? ¡Párate ya!” Ella se
quejó.

“¿Qué te importa si llego tarde?” Él demando. “¿Crees que eres mi


mamá o algo así?”

“¡¿Qué?!” Gritó Mio.

Ryoma se sentó. Ahora que Mio estaba aquí, no había forma de que
volviera a dormirse. Su presencia también sacudió lo último de su
agotamiento.

Ryoma agitó sus manos para espantarlos a ambos. “Bien, me


cambiaré. Sólo salgan.”
Las dos abandonaron la habitación a regañadientes.

“Creo que realmente tengo que analizar si es necesario que vaya a


la escuela estos días...” Murmuró Ryoma.

Ryoma estaba realmente ocupado. Se había ido a la cama alrededor


de las 4:00 de la mañana y estaba extremadamente privado de sueño.

Pero si dijera de la nada que ya no quería ir a la escuela, sus


hermanas se preocuparían, así que tendría que encontrar una manera
de administrar mejor su tiempo.

Ryoma se vistió y se dirigió a la cocina para comer.

Su hermana mayor, Kotori, estaba esperando allí, preparando el


desayuno. Por alguna razón, Mio también estaba en la mesa, luciendo
bastante infeliz. Sin embargo, Kotori sonreía tan cálidamente como
siempre.

Sus padres se habían ido de viaje de negocios al extranjero, por lo


que los tres chicos vivían allí juntos, con Kotori asumiendo el papel de
madre. Mirando la cara de Kotori, decidió una vez más que no quería
preocuparla.

Después de apresurarse para comer el desayuno, Mio apresuró a


Ryoma a la escuela. Era su rutina matutina habitual.

A partir de su mañana habitual, tuvo sus clases habituales, luego


regresó a casa. Regresó a su habitación como solía hacer, y como no
tenía otros compromisos, consideró dormir un rato. Pero, como de
costumbre, los acontecimientos no lo dejarían solo.
Una chica desconocida lo estaba esperando en su habitación.

Tenía el cabello rojo y llevaba un vestido desteñido, y estaba


sentada en el escritorio, leyendo un libro como si estuviera en casa.

Ryoma suspiró. Tiró su bolso a un lado y se tiró sobre la cama.

“¿Oh? No pareces muy sorprendido de verme.” Dijo la chica sin


levantar la vista del libro.

“No lo estoy.” Dijo. “Esto ya me ha pasado un número ridículo de


veces. Las chicas salen de mi televisor, mi computadora y mis libros,
y algunas veces han venido del cielo, he perdido la cuenta.
Recientemente incluso hubo una chica que salió del suelo. Comparado
con todo eso, volver a casa y encontrarme con una chica que nunca
había visto antes leyendo un libro parece bastante normal.”

“Ya veo.” Dijo la chica. “Eso es exactamente lo que esperaba.”

“Sabes, no hablas como la mayoría de las chicas hoy en día.”


Comentó. “¿Entonces qué quieres? Pareces de otro mundo, ¿verdad?
¿Quieres que derrote a otro señor demonio en un mundo de fantasía?
¿Detener una guerra espacial? En este momento estoy en medio de un
juego de muerte VRMMO, así que tendrás que esperar.”

“Tu actitud de perplejidad también sugiere una gran experiencia.


Pero espera un minuto, por favor. Te lo explicaré cuando termine de
leer mi libro.”

“Ah, nunca antes había pasado por esto.” Dijo. “La gente siempre
insiste en que los ayude sin siquiera preguntarme sobre mi horario.
Nunca he visto a alguien posponer la explicación para leer un libro
después de haber venido a mí.” Intentó un poco de sarcasmo, pero la
chica lo ignoró.

Ryoma esperó.

Por fin, la chica cerró el libro. “Yuichi es realmente interesante.


Encuentros comunes con lo extraño, ¿eh? Seguro que así es como se
sintió. Ahora, ¿de qué estábamos hablando?”

“Si no quieres nada, vete.”

La chica sonrió. “Solo estoy bromeando. Mi nombre es Ende. Vine


aquí para darte una invitación.”

“¿A qué? Ya sabes, estoy ocupado.” Respondió. “No puedo irme


contigo de la nada. Podemos hablar más tarde. Simplemente pon tu
nombre en la lista de espera y cuando sea tu turno, me ocuparé de ti.”

“No te preocupes por eso.” Dijo. “Todas las historias han pasado.
No te queda nada por hacer. Deberías estar libre por un tiempo, así que,
por favor, escúchame.”

“¿Eh? ¿Qué quieres decir con que las historias han pasado?”
Preguntó, confundido.

“Las historias continuaron sin ti.” Dijo. “La mayoría de ellas


terminaron mal, lamento decirlo.”

“¿Eh?” Ryoma no tenía idea de lo que estaba hablando Ende.


“Adelante, compruébalo por ti mismo.” Ende tomó el HMD... un
casco integral llamado Head Mounted Display (Pantalla Montada en
la Cabeza) ... de la parte superior de su escritorio y se lo arrojó.

Ryoma se apresuró a atraparlo.

Se le había enviado de la nada un día. La carta que venía con ella


decía que era para jugar a un VRMMO, y aunque lo encontró increíble,
cuando se lo puso, encontró los cinco sentidos inmersos en un mundo
virtual de un juego.

Ryoma se puso el HMD y comenzó el juego. Un mundo en ruinas


se extendía ante sus ojos. Allí no había señales de nadie.

Si morías en este juego, morías en la vida real. Podía cerrar la


sesión, pero para hacerlo, necesitaba elementos clave, que eran
difíciles de conseguir. No sabía qué había sucedido, pero le costaba
creer que todos hubieran logrado desconectarse.

Ryoma se desconectó, se quitó el HMD y miró a Ende.

“No es como si lo hubiera hecho.” Dijo. “No me mires de esa


manera. La historia siguió adelante mientras no estabas. Sabías que eso
podría pasar, ¿verdad? ¿Qué te hizo pensar que los eventos no podrían
ocurrir si no estabas allí?”

Ahora que lo mencionó, Ryoma se dio cuenta de que se le había


metido la idea en la cabeza de que resolvería todo sin problemas.
“Ahora, según cómo va todo, la próxima negociación va a depender
de tu reacción, y… no pareces estar muy enojado, ¿verdad?” Agregó
Ende.

“Sí.” Dijo Ryoma. “Quiero decir, me sentía un poco paralizado y


me acercaba con una especie de sensación de ‘¿esto otra vez?’. Si esto
hubiera sucedido porque fallé, podría sentirme diferente, pero tal como
sucedió, es una especie de alivio.”

Así era como se sentía realmente. Había sido arrastrado a una


situación tras otra sin interrupciones en el medio, y había tomado a
cada uno de ellas sobre sus hombros. Últimamente había seguido así
por pura costumbre, y había renunciado a la idea de que alguna vez
podría escapar de ese destino.

“Ya veo.” Dijo Ende. “Entonces, tengo buenas noticias para ti. Si
me ayudas, te liberaré de todo ese destino. Me estoy preparando para
participar en la Guerra de las Vasijas Divinas. El Dios Maligno
concederá cualquier deseo a quien las reúna todas. Si quieres dejar esta
vida y volver a ser una persona normal, no sería difícil desearlo. Por
supuesto, si hay algo más que desees, también te lo puedo conceder.”

“La razón por la que viniste a mí es por el tipo de persona que soy,
¿verdad?” Preguntó. “Siento que esa es la razón por la que me estás
invitando. Pero, ¿eso significa que entiendes lo que me pasa?”

La gente le había hecho propuestas vagas tantas veces y lo habían


arrastrado a tantos conflictos extraños en curso. Al principio pensó que
era una coincidencia, pero había seguido sucediendo tanto que casi
había sentido que debía haber algún poder superior en acción.

“Lo hago.” Dijo. “Espero adquirir un poder que tienes. En pocas


palabras, eres un ‘Protagonista’. Por supuesto, hay muchos tipos
diferentes de protagonistas. Por ejemplo: ‘Protagonista de Simulador
de Citas’ y ‘Protagonista de Simulador de Citas para Adultos’. Pero
eres genérica y abstractamente un ‘Protagonista’. Te topas con
historias y terminas involucrado en ellas, y tienes el poder de dirigir
historias hasta el final.”

“Protagonista...” Dijo lentamente.

Tenía sentido, ahora que lo mencionó. Se decía que todos eran


protagonistas de su propia vida, pero ella no lo decía así.

Quería decir que él era el protagonista de una historia con una trama
dramática. Ryoma nunca antes había considerado eso. En algún lugar
de su corazón, pudo haberlo descartado como una forma arrogante de
pensar.

“Si voy a participar, entonces quiero ganar.” Dijo Ende. “Así que
he estado pensando en cuál sería mi mejor pieza si quiero ganar... y me
decidí por ‘Protagonista’. Por supuesto, si llevamos esto al extremo,
siempre es el escritor quien decide cómo termina una historia. Pero si
hay un protagonista, las cosas probablemente saldrán de una manera
que sea buena para ese protagonista. En otras palabras, quiero que uses
tu poder para modificar las historias en tu beneficio... tu poder de
autoconservación, o, en otras palabras, tu efecto protagonista.”
“¿Qué diablos es un efecto protagonista?” Él demandó.

“Por ejemplo, estás en un tiroteo, pero no te alcanzan las balas, o


simplemente adquieres un nuevo poder frente a un enemigo
abrumador, o tienes un aliado de repente corriendo para salvarte
cuando las cosas se ven sombrías, o puedes pilotar un robot que nunca
antes habías visto, o te vas de viaje y te encuentras con una tormenta
que te atrapa en un lugar donde se está cometiendo un asesinato, o la
espada que compras en una tienda de armas resulta ser una espada
mágica legendaria. ¿Eso tiene sentido para ti?”

Todo le sonaba familiar a Ryoma. Hasta la fecha no había pensado


mucho en todo eso, pero parecía que todo lo que le había sucedido fue
el resultado de este ‘efecto protagonista’.

“Entonces, ¿qué piensas?” Preguntó Ende. “¿Trabajarás conmigo?


Si quieres una recompensa además del deseo, avísame. Siempre que
sea realista, probablemente pueda proporcionarlo.”

“Seguro, estoy dentro.” Dijo Ryoma. “Si eso significa que podré
vivir una vida adecuada a partir de ahora.”

Aceptó participar sin siquiera preguntar de qué se trataba la guerra.


Ryoma había encontrado la propuesta de Ende mucho más tentadora
que la de cualquier otra persona hasta ahora.
Palabras del Autor

Aquí estamos en el volumen cinco.

No estaba seguro de cuánto tiempo podría seguir así, pero lo estoy


manejando bastante bien, supongo.

Este volumen tiene un formato ligeramente diferente al habitual. Es


una colección de historias de la vida diaria que provienen del cuarto
volumen, y cada historia se enlaza libremente de una manera que
continuará hasta el sexto volumen.

Con las historias cortas, tengo esta idea en mi cabeza de que debes
explicar cada una, así que lo intentaré aquí. Esto puede contener
spoilers ligeros, así que espero que lea las historias antes de seguir
leyendo.

La Conferencia de Novelas Ligeras:

No hay conexión entre la situación de Orihara y la mía. Se trata de


cómo las nuevas novelas ligeras no se venden muy bien hoy en día y
de la necesidad de pensar en algo que se venda.

Hinoenma:

No ves a muchas personas que eviten tener hijos porque son


Hinoenma, pero la leyenda urbana prevalecía mucho hasta hace poco,
así que siempre me ha parecido fascinante.

Un Desafío de Chiharu Dannoura:


Fue divertido pensar en cómo funcionaba la Arquería Dannoura.
Todavía no he usado todas mis ideas, así que, si tengo la oportunidad
de traerla de vuelta, me gustaría revelar más.

Mika:

Basada en la leyenda urbana de la Muñeca Mary. Es un poco cliché,


pero principalmente solo quería hacer esa escena de cierre.

El Yokai Ladrón de Favoritos:

Me gustó la explicación del osaki, así que lo recordé y le agregué


la jerga reciente de Internet ‘Ladrón de Favoritos’. Es como una
leyenda yokai moderna.

Yori es tan Popular:

Principalmente quería hacer una historia sobre lo popular que es


Yori, pero siento que se convirtió en otra historia en la que Yuichi
enloquece...

Espíritu:

¿Es esta la primera vez que se utiliza el ritual Narikama en una


novela ligera? Abrevié mucho el ritual en sí, pero es más o menos así.

Ahora los agradecimientos.

A mi editor, le pido disculpas porque apenas lo consigo (al menos,


creo que lo hago) cada vez.
A An2A que se encargó de las ilustraciones, gracias por
proporcionarnos maravillosas ilustraciones una vez más. Estoy feliz de
que Yori finalmente consiguiera la portada.

¡Hasta el próximo volumen!

Tsuyoshi Fujitaka
Palabras del Traductor

Bien, el plan es el siguiente: Mayhek, tu ayúdame con la traducción


y corrección. Draxmarn, tu ni lees novelas ligeras, solo te menciono
por hacer el chiste, sigue a lo tuyo. Por mi parte seguiré haciendo lo de
siempre mientras contemplo ejecutar cierta idea que dependiendo de
todo pudo o no haberse llevado a cabo.

Antes de pasar al volumen en si les cuento el plan, o la idea de plan.


Mientras escribo esto aún no he editado las imágenes ni Mayhek hecho
su magia y al mismo tiempo considero que ya he pasado demasiado
tiempo con este proyecto, por ello me gustaría tener el texto listo de
estos últimos tres volúmenes traducidos y mientas son corregidos
editar todas las imágenes y así montar todo a la vez al blog.

Claro está, como ‘situación especial’ o algo así, esto fue (o habrá
sido) subido primero al patreon como texto sin imágenes y corrección,
para luego ser actualizado y posteriormente ser subido al blog. Queda
trabajar en los detalles.

Ahora al volumen. No tengo demasiado que decir, fueron historias


cortas unas para dejar las semillas de cosas por venir o para introducir
personajes, así como para que el autor escribiese lo que quería. De la
1era historia diré: es triste porque es cierto, de la 2da: soluciones
abundan, tu escoge la que mejor veas, de la 3era: no me cayó bien
Chiharu, de la 4ta: los temas de actualidad pasan TAN rápido que me
he sentido anciano demasiadas veces, de la 5ta: puedo entender
demasiado bien el miedo de la gente a las muñecas, de la 6ta: antes no,
pero ahora Yori me cae mal, no sé si acá se escogerá a alguna chica,
solo espero que ella vea todas sus esperanzas frustradas, la 7ma:
démosle al prota un espíritu calenturiento y el epílogo: jodete Kirito,
el mundo no gira a tu alrededor, ¿qué? Fue eso, ni más ni menos.

Esto es importante, si esto se licencia en tu país, o en general en


español, deshazte de esto y obtén el producto original. Mmm.. respecto
a esta frase, no pido que no se siga, sino que me di cuenta de un vacío
legal, más específicamente que en realidad dependo de la moral de
cada persona porque donde yo estoy tendrían que pasar AÑOS para
que se licencie algo, eso era todo respecto a eso.

Momento de publicitarme, si quieres ver mis otros trabajos pásate


por mi página, también me puedes seguir por Twitter aparezco como
@ferindrad, tengo un patreon y si quieres saber la razón es esta, el cual
ya está dando resultados, deberías darle un vistazo. Espero seguir
contando con su apoyo y que hayan disfrutado tanto como yo, den a
conocer este volumen y esta información.

Ansiando que la saga de fantasía que leo se me haga, aunque sea un


poquitico más interesante, sin más espero nos volvamos a leer (?)

Ahora que lo pienso… sí, todo apunta a que el final no será final y
no se escogerá una chica como tal, sinceramente espero equivocarme.

[Inciso de un tiempo futuro. Mayhek nunca ayudó ni con la


traducción de este volumen ni con la corrección, lo que retraso bastante
el terminar los últimos tres volúmenes. Al punto en que tuvo que llegar
otra persona, Aisac 2000, para poder finalizar este proyecto.
Agradézcanle, así como yo lo hago.]

Para todos de Ferindrad


Palabras del Corrector

Bueno, debo decir que esta obra me gustó a pesar de que el título
no me llamó mucho la atención, pero hubo algunos personajes que no
me gustaron tanto o que me parecieron algo molestos (Yoriko), pero
claro, eso es un gusto personal. Además de que ya me hice spoiler yo
mismo debido a que hice la corrección de este volumen sin leerme los
anteriores, jajaja. Pero los leeré igualmente, tengo que ver como el
protagonista obtuvo esos poderes y cómo es capaz de golpear
fantasmas con las manos desnudas, algo así tipo, karateka
antifantasmas. También agradezco a Ferindrad por darme la
oportunidad de trabajar con él, que la verdad es que me gusta mucho
su trabajo y espero siga así. ¿Cómo espero que termine esta historia?
Por el momento no estoy seguro, solo diré que me gusta y espero seguir
haciendo la corrección de los demás volúmenes para que puedan leerlo
gustosamente y de manera entendible.

Para todos de Aisac2000


Frase Final

Si sabes que no puedes hacer nada contra tu destino


¿por qué te produce ansiedad la incertidumbre del
mañana?

OMAR KHAYYAM.

Poeta y matemático persa.

(1050-1123)

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