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Volumen 02
¡¿El Medio Vampiro Vs El Hermano Pequeño
Más Fuerte?!
“¿Quién eres?”
“Lo que quise decir es que quiero que seas mi novia. ¿Qué
piensas?” Preguntó, tratando de tomarla de buena fe.
Por supuesto, ese era el objetivo final de Takashi, y las citas eran
sólo una forma de llegar a eso, pero no podías admitirlo desde el
principio. Tenías que recorrer muchos caminos laterales molestos
para poner a la chica de humor.
Ella estaba tan cerca de él... Esta podría ser su oportunidad. Podía
darse la vuelta y continuar su confesión. Él podía abrazarla y susurrar
palabras de amor...
“Bueno, debería irme.” Dijo ella. “Así es, me olvidé de darte una
respuesta adecuada. Lo siento, pero no puedo salir contigo.”
Sakaki...
Hasta ese momento, todo esto había sido aceptable. Todo lo que
había estado haciendo era tratar de hacer un movimiento con una
chica hermosa, y ella lo había rechazado. Eso debería haber sido el
final de eso. Pero no ahora. Ahora él no podía simplemente rendirse.
Ocurrió un accidente.
¡Por eso me aterras! Cada vez que Yuichi miraba a An, ella
siempre lo miraba. Era como si ella pudiera sentir su mirada sobre
ella.
Y, tal como dijo Shota, aparte de Yuichi, todas las demás personas
en el club eran chicas hermosas. Uno esperaría que un club como ese
tuviera muchachos golpeando la puerta para unirse, pero no habían
ganado ningún miembro nuevo desde abril.
“No tienes que gritar. Podemos verte.” Dijo Yuichi con cansancio.
Incluso una capa de tela era mejor que la piel desnuda, y ella
había insistido en que podía significar la diferencia entre la vida y la
muerte.
Aiko sirvió tres tazas de agua y puso una delante de cada uno. La
jarra de agua, dejada en el centro de la mesa, parecía ser autoservicio.
“Um... No soy muy buena con el ajo...” Aiko levantó una mano
tímidamente.
“¿En serio? Bueno, ordené mucho, ¡así que sólo come lo que no lo
tenga! Pero wow, ¿no te gusta el ajo? ¡Debes ser un vampiro!”
“A muchas personas no les gusta el ajo.” Dijo Yuichi, sintiendo
un escalofrío correr por su columna vertebral. Aiko Noro seguía
ocultando su naturaleza vampírica a los miembros de su club.
Tenía la cabeza afeitada con una coleta, sobre la cual estaban las
palabras “Nihao China”. En términos de ser ostentosamente pseudo-
chino, superaba a la camarera.
“No soy china, ¡sí! Soy japonesa de pura sangre, ¡sí!” De hecho,
no tiene el acento chino habitual. Ella sólo agrega ‘sí’ al final de cada
oración.
“Oye, ¿por qué haces eso? ¡Oh! ¿Eres una fanática de Sexy
Pekín?” Estalló Mutsuko.
“No tiene nada que ver con Sexy Peking. Simplemente parece
apropiado para un restaurante chino... ¿sí?”
“Oh, eh... bueno... no pensé que te darías cuenta tan rápido... sí.”
Era cierto que su actual atuendo básicamente servía como un disfraz.
Eran los únicos clientes presentes, por lo que no tenía mucho que
hacer hasta que la siguiente ronda de comida estuviera lista.
“Aw, ¿qué pasa con eso? De todos modos, ¡a cualquier lugar que
vayamos juntos será divertido!” Al principio parecía un poco abatida,
pero luego se animó cuando encontró una nueva forma de expresarlo.
¡Shing!
Algo salió volando del codo de Mutsuko.
“¡No puedo! ¡Es un prototipo! Una vez que está fuera, necesito
aplicar mucha fuerza para volver a guardarlo. Antes tendríamos que
ir a casa...” Parecía haber usado un poderoso resorte como dispositivo
de liberación, pero aún no había pensado en cómo hacer que un
segundo uso fuese práctico.
Los participantes, todos los miembros del clan Noro, todos los
vampiros, ya estaban alineados en la gran mesa.
Los asientos colocaron a los miembros de la familia Noro
inmediata más alejados y a los parientes más lejanos más cerca de la
entrada.
¿Eh? ¿Plateado?
Hasta hace poco había sido negro... ¿Su condición había
empeorado?
Sólo verla hizo que Aiko tuviera náuseas; no había forma de que
ella pudiera disfrutarlo como lo hacía su tía.
“Ya veo. Tal vez estudiar con un amigo sería mejor. Por cierto,
mencionaste que estabas en el Club de Supervivencia, ¿verdad? ¿Es
peligroso?”
“Ya veo. Bueno, el atletismo nunca ha sido tu fuerte. Tal vez ese
es el mejor tipo de club para...” Kazuya fue interrumpido por Kyoya,
quien de repente se puso de pie.
Era una sugerencia ridícula. Por lo que Aiko sabía, los vampiros,
incluido su hermano, no tenían colmillos. Era imposible para ellos
morder el cuello de alguien y chupar su sangre.
“Estoy bastante preocupada. Tal vez vaya a ver cómo está.” Dijo
Eriko, levantándose para irse.
✽✽✽✽✽
“¿Quién fue? Espero que no fuese alguien que más tarde te cause
problemas.”
✽✽✽✽✽
“Oh, tú.” Dijo Mutsuko, agitando sus brazos. “¡Está bien dejar
que a veces tu hermana mayor te aprecie un poco!” Ella parecía no
escucharlo en absoluto.
“¿Qué es eso?”
1
Me he visto en la necesidad de intervenir, lo siento si los desconcentro, hija mía todos saben que camión-kun
es el método mas fácil, rápido y efectivo para llegar a un Isekai.
te llevaría a otro mundo.
“Oh, olvidé decir esto al principio, pero los fondos del club
pueden manejar cualquier cosa, ¡así que no te preocupes! ¡Siéntanse
libres de dar ideas caras!” Dijo Mutsuko.
El hospital había cerrado hace varios años, y nadie sabía por qué.
Puede haber sido el nombre extraño, o el ambiente escalofriante del
lugar. El edificio se había convertido desde entonces en una vivienda
para personas sin hogar y un lugar de reunión para los delincuentes
locales. Los vecinos se habían quejado durante mucho tiempo a las
autoridades para que se hiciera algo al respecto.
La entrada al hospital estaba cerrada con llave, pero tal vez debido
a la antigüedad del edificio, la cerradura era un mecanismo bastante
simple. Yuichi la abrió con suma facilidad y entraron.
Ambos se asomaron por el borde del sofá hacia la parte trasera del
lobby.
“Oye, ¿alguna pista sobre los dos que están sujetando a la chica?”
Preguntó.
“Son: ¿Vampiros?”
“Ugh, ¡¿por qué hay bragas aquí?!” Yuichi tiró ropa interior de
mujer al suelo.
“Oh, tirar monedas de 500 yenes todo el tiempo sería caro, así que
las hice con plomo.”
Yuichi recordó las diez monedas de 500 yenes que había arrojado
al asesino serial ese día en la escuela.
“Bueno. Bueno, me voy.” Dijo, desviando intencionalmente el
tema del dinero. “Sostén mi maletín. Oh, y podría ser malo si
escuchan nuestros nombres, así que ten cuidado de no usar el mío.”
Este no era el momento para discutir sobre algo que sucedió hace
semanas, pensó mientras dejaba atrás su maletín.
“Oye. ¿No hay una manera más pacífica de hacer eso? ¿Cómo
derribarlos con un golpe de karate en el cuello?” Preguntó Aiko,
poniéndose al corriente después de que parecía que todo estaba bajo
control.
No se abría.
“¿Qué hay con esas máscaras? ¿Creen que son superhéroes o algo
así?”
Luego Yuichi aterrizó y observó para ver qué efecto había tenido
el movimiento en los demás.
“Dios mío... qué desastre.” Dijo Aiko con agotamiento al salir del
baño.
“De todos modos, deberíamos irnos.” Dijo Yuichi. “Los tipos que
huyeron podrían regresar.” Pasaron por encima de los hombres caídos
para regresar a la entrada.
“¡Cuántos clientes!”
“No, no, no, Sakaki. Que tres personas vengan aquí a esta hora de
la noche es impresionante, ¿sabes? Sí, sí.”
“Oye, eso fue bastante aleatorio ‘sí, sí’. ¿No debería ser
simplemente ‘impresionante, sí, sí’?” Yuichi suspiró, sintiéndose un
poco harto por el uso inconsistente del tic del habla de Tomomi.
Debería ser algo que realmente la haga feliz... pensó. Pero era
difícil averiguar qué sería eso. Ella solo había hablado con Yoriko esa
vez en la casa de Yuichi, y no tenía idea de lo que le gustaba.
Había pasado un día. Era sábado, y la hora era un poco antes del
mediodía.
Aiko estaba a punto de gritar cuando notó que había una chica con
él. La chica estaba cerca de Yuichi, dentro de su espacio personal,
sugiriendo ser su novia o un familiar.
“¿No crees que es un poco tarde para eso? ¡Si te vas ahora, Onii-
chan se va a preocupar por ti!” Espetó Yoriko.
“Pensé que tener a Yori aquí aceleraría las cosas. Si quieres saber
qué le gusta a alguien, sólo debes preguntarle directamente, ¿no es
así?” Respondió.
“Algo que vaya bien con estos jeans, supongo. Nee-chan me sigue
gritando que me los ponga.” Dijo Yuichi, señalando sus pantalones
vaqueros. Parecían unos vaqueros azul marino ordinarios.
“¡Oh, nos llevamos tan bien! ¿No es así?” Yoriko le dijo a Aiko.
“Pero, ¿qué hay con esa camisa que elegiste? ¿Era eso algún tipo
de estrategia? ¿Escoger ropa extraña para que te encuentre
encantadora?”
“¿Qué, no fue una buena elección?”
“Um, creo que nos hemos vuelto un poco más amigables. Pero...
¡no es lo que piensas!”
“Quiero conocerla.”
Aiko la miró con una sonrisa. Yoriko podría ser dominante con
ella, pero probablemente era solo una señal de lo mucho que amaba a
su hermano. Tal vez, pensó Aiko, no era una chica tan mala.
Ropa interior de todos los colores del arco iris se extendía ante
ellos. Aiko se sorprendió. Ella nunca había estado en una tienda
como esta.
“Está bien. Parece que está aquí con su novia.” Dijo Yoriko con
indiferencia ante el pánico de Aiko. Por supuesto, ella lo hizo sonar
como si fuera esa novia.
“Sí. Muchos hombres van con sus novias para elegir la ropa
interior. Noro, ¿nunca antes has comprado ropa interior en una tienda
de lencería?” Preguntó Yoriko de forma penetrante, como si prestara
mucha atención al extraño comportamiento de Aiko.
“Creo que tienes razón. ¿Así que simplemente escojo algo con el
dinero que me prestaste?”
“¡Noro!”
Aiko le lanzó a Yoriko una mirada dudosa. Era difícil creer que
realmente estaba haciendo esto por un arrebato de bondad.
“¿Eh? Tienes una cara tan infantil, pensé que tendrías un cuerpo
que coincidiese, pero en realidad eres bastante curvilínea...” Yoriko
examinó el cuerpo de Aiko con cierto grado de sorpresa.
“¿Oh? ¿Por qué sería mejor para mí? ¿En qué basas eso? Qué cosa
más molesta de decir...”
“No quise decir nada tan serio...” Puede que no sea una chica
mala, pero Aiko aún encontraba su paranoia un poco aterradora.
“¡¿Huh?!”
“¡Eek!”
“¡Oye! ¡Te dije que dejaras de decir eso!” Aiko se sintió un poco
avergonzada por lo emocionada que había estado. “¿Eso es todo lo
que compraremos?” Preguntó Yuichi. “Si es así, supongo que
podemos ir a casa después de comer.”
“Ya veo. Así que, si sigo haciendo que los hombres se muestren
calenturientos y asquerosos a mí alrededor, ¿estarás tan disgustado
que no intentarás conseguir una novia?” Susurró Yoriko.
“Aquí, tu regalo.”
Yuichi asintió.
“Hoy estoy de buen humor, así que te perdonaré por pensar que
ibas a tener una cita.” Ella estaba actuando tan alegre, era difícil creer
que esta era la misma chica que había estado tan malhumorada esa
tarde en el punto de encuentro.
“No pensé... que era una cita...” Aiko se calló, sin la fuerza de sus
convicciones. Si sólo hubieran sido ellos dos, definitivamente habría
sido una cita.
“Eres una persona más agradable de lo que pensé que eras, Noro.”
Dijo Yoriko. “¡Pero no voy a dejar que me ganes!” Con eso, Yoriko
salió corriendo tras Yuichi.
“¡Oh! ¿Eres tú, Aiko? ¡Veo que estás en casa!” Dijo con
practicada naturalidad.
“¡Te lo dije, no es eso!” Aiko le gritó molesta. ¿Por qué tenía que
adelantarse de esa manera?
✽✽✽✽✽
“¡Eeeeeek!”
Yuichi había notado que alguien los seguía desde que habían
llegado a la casa de Aiko. Pero no esperaba que lo atacaran en la
ciudad, incluso si no había nadie más alrededor. Un movimiento
sorprendentemente audaz.
¿Podrían tener algo que ver con Noro? Yuichi pensó. Mientras lo
hacía, Yoriko salió delante de él, con una llave de tubo en su mano.
“Es un golpe de mala suerte que tuvieras una chica contigo.” Dijo
el hombre, con voz baja e inquietante. “¡Vamos, detén a ese tipo!”
“Nuh-uh. Voy a hacer que este tipo pague.” Dijo Yoriko, dándole
una patada en la cara una y otra vez.
Kyoya se enfureció.
Al menos, eso era lo que ella había dicho. Kyoya nunca había
visto lo que había en él.
“No los usaré más... pero por casualidad, dio algunos frutos.”
Dijo. “Esos antropomorfos.” Algunos a los que Kyoya le había
bebido la sangre habían resultado tener la capacidad de convertirse en
criaturas mitad animales, que habían demostrado ser más fuertes que
sus otros esclavos mitad vampiros.
“Oh, esos. También hay algo sobre eso... retenedores, creo que se
llaman. Parece que hay ghouls, brujas y hombres lobo. Algunas
personas tienen ese potencial dentro de ellos, pero no siempre son
conscientes de ello. Me pregunto qué tan raros son...” Eriko dijo
mientras hojeaba las páginas.
“¿Entonces es práctica?”
“Algo así.”
✽✽✽✽✽
“¡Escuché que el dueño del santuario tiene una hija! ¡Me pregunto
si es una miko!”
“¿Una miko? No veo ninguna razón por la que ella lo sea sólo
porque ella es la hija del dueño.” A Yuichi le pareció un pensamiento
extremadamente superficial.
“Esto es algo bastante básico, pero ¿en verdad debes pelear con
las líneas de tu cuerpo expuestas?” Le dijo. “Esto deja muy claro
cómo se mueven tus músculos. ¿Sabes por qué la gente usa hakama
en las artes marciales japonesas? Está allí para enmascarar sus
movimientos.”
“Ya veo. Estás moviendo tus ojos por todo mi cuerpo, ¿verdad?”
Natsuki, en el suelo, se abrazó a sí misma como para esconder su
pecho. Fue un gesto teatral.
“Oye, no lo pongas de esa manera. Tú misma lo dijiste: no puedes
luchar contra alguien si no los miras. Sin embargo, es comunicación,
¿no?” Yuichi decidió desistir del consejo. Él realmente no quería que
ella mejorara en pelear.
“Si es algo que ya tienes, creo que está bien usarlo.” Dijo.
Todavía se sentía como si confiara en la riqueza de su familia, pero
era diferente a que ella pagara por todo.
Por cierto, NAISEI era un término que se burlaba del uso del
conocimiento anacrónicamente moderno de la gobernanza en las
historias de fantasía donde llegabas a un isekai por medio de portales.
“Hay muchos ejemplos sobre cómo hacer esto, pero vamos a usar
el ejército estadounidense como ejemplo. Sabían que no podrías
ganar una guerra si tus soldados no pelearan, así que investigaron
mucho sobre esto. Esta investigación logró que la tasa de disparos de
los soldados en la guerra de Vietnam llegara al 90%.”
¿Un noventa por ciento? Eso fue un gran aumento con respecto al
veinte por ciento que había mencionado antes, pensó Yuichi.
Era tarde en el día, pero la luz solar del verano seguía cayendo lo
suficientemente fuerte como para arder. Incluso Yuichi lo encontró
un poco duro.
Ella había sido pacificada, pero aún era una asesina, y él todavía
no estaba seguro de qué significaba eso. Él le había permitido a
regañadientes entrar en el club, pero todavía no sabía cómo actuar a
su alrededor.
“No, no. ¿Ves? Hay una cámara allá. Me ven venir a casa y me
abren.”
Como Aiko había dicho antes, todos los sirvientes eran vampiros.
¿Qué, no “Vampiro”?
“¡Oh, vamos! Papá, ¿por qué estás tan enfadado?” Gritó Aiko.
“Lo siento, pero estoy intentando ganar.” Dijo Yuichi con calma.
Era muy competitivo. Una vez desafiado, no había forma de que
retrocediera.
“Ya veo... ¡Pero escúchame! ¡Será mejor que no hagas nada para
romper el corazón de Aiko y deshonrarla!”
Tal vez fue porque era la primera vez que estaba en el cuarto de
una chica que no era su hermana mayor, Yuichi había asumido que
vivir con sus hermanas todo este tiempo lo había acostumbrado a las
chicas, pero tal vez estar con una chica que era su compañera de clase
era diferente.
“Sí, pero ella no está allí para nosotros, los jóvenes. Nos criaron
para hacer cosas por nosotros mismos. Y no te hagas ninguna idea
graciosa; todas las criadas son viejas. La criada joven y bonita es sólo
una ilusión.”
“Creo que la última vez que hablé con él fue el día en que salí de
compras contigo.” Dijo Aiko. “Se apresuró hacia mí cuando llegué a
la puerta, pero todo lo que hizo fue preguntar por ti. También fue la
primera vez que me hablaba en un rato...” Agregó Aiko, con una nota
de pesar.
“... Oye, Noro, ¿suelen dejar los ataúdes tirados por ahí?”
“Es primera vez que veo esto aquí.” Murmuró Aiko. “Me
pregunto... si lo trajo de la cripta...”
“¿Eh? Oh, no, no... quiero decir, es donde los colocamos después
de que mueren.”
Yuichi se acercó al ataúd y miró dentro. Sólo había una fina capa
de suciedad en la parte inferior, por lo que sería posible tumbarse
dentro y cerrar la tapa. También había algo de color mezclado con la
suciedad, una mancha de algún líquido rojo oscuro. Sangre, muy
probablemente.
Sí, eso es lo que pasa con los hijos, pensó Yuichi. “Lo que sí
sabemos es que una vez regresó herido, y que le gustan las chicas
tetonas.”
“De ninguna manera. No creo que haya llegado tan lejos, y nunca
he oído hablar de hacer más vampiros bebiendo sangre. Ni siquiera
creo que podamos hacer eso.”
“No.” Dijo Yuichi, con la voz un poco tensa. “Siento que la escala
de esto es mucho más grande de lo que pensábamos. Si terminamos
en otra pelea, no sé si pueda protegerte.” La dejó ir con ella al
hospital, pero eso fue antes de que supiera que las cosas se iban a
agravar. Él no quería ponerla en peligro a sabiendas.
La madre de Aiko, Mariko, tenía una cara aún más pálida que la
de Aiko, con círculos oscuros bajo los ojos. Parecía una mujer que
podría haber sido hermosa si no fuera por el aire enfermizo que la
rodeaba. Llevaba un vestido blanco holgado que se asemejaba a un
camisón, que se sumaba a su aire desaliñado.
“¡No cosas raras! Este EMS2 usa electricidad para fortalecer tus
músculos. ¡Es perfecto para alguien no atlética como yo!”
2
“Electronics Manufacturing Services”, Servicios de Producción Electrónica.
“Sólo vine a presentártelo. Así que tómatelo con calma, ¿de
acuerdo, mamá?” Le rogó Aiko. “Sakaki se irá a casa muy pronto.”
Él asumió que era porque había traído a Aiko con él, pero eso no
era por lo que ella terminaba reprendiéndolo.
“Oh, ella tenía algo que preguntarle a Mutsuko, así que la traje
conmigo.” Dijo Yuichi. “Pasamos por su casa, razón por la que llego
tarde. Lo siento.” Aun no sabía por qué ella estaba enojada con él,
pero de todos modos se disculpó.
“¡A menos que esté en forma Oni, no soy más duro que un ser
humano!”
“¿En serio? Eso es muy malo. Eso debería haber sido fatal.”
“Eres un idiota. ¿Cómo puedes decir cosas así con una cara
seria?” Preguntó Ibaraki.
“Vamos, vamos, vamos... podría ser útil, ¿sabes? Para lo que sea
que le preguntes a tu hermana. Tiene que ser algo que no puedes
manejar solo, ¿verdad?”
Yuichi tenía que admitir que, como Oni, Ibaraki podría saber algo
sobre vampiros. “¿Qué quieres hacer?” Le preguntó a Aiko.
“¡Oye, espera! Oh, lo sé. Esos tipos han estado más activos
últimamente. Podría haber alguna conexión allí.”
“Ya veo... aun así eso no me suena muy vampírico. ¿Por qué te
consideras un vampiro, Noro?” Preguntó Mutsuko, explorando la
base de la idea.
“Sólo un poco, una vez cada pocos meses. Eso mantiene alejados
a la mayoría de los problemas principales.”
Aiko asintió.
Por lo que Aiko le había dicho, Yuichi había estado tomando eso
como el peor de los casos.
“¿Qué, ahora mismo? ¿No crees que sería mejor ir allí durante el
día?” Protestó Yuichi.
Era julio, por lo que aún era bastante claro a esta hora del día,
pero pronto oscurecería. No parecía inteligente ir, por la noche, a un
lugar donde pudieran encontrar vampiros.
“¿Eh? No sé. ¿Creo que sólo tengo sueño?” Dijo Aiko, inclinando
su cabeza.
“¡Yo sé! Sigo diciéndote que no tengo ningún poder especial sólo
porque soy un vampiro.” Gritó Aiko.
“¡Entonces es inútil!”
La persona a la derecha del chico era más baja que él, y llevaba
una máscara blanca y una capa blanca que ocultaba el cuerpo. La
curva debajo de la capa en el área del pecho sugería que esta figura
era una mujer.
“Parece que hubo algunos aquí, pero todos eran carne de cañón.”
Líder se encogió de hombros. “Estamos buscando el original, el que
los hizo. ¿Alguna idea de quién podría ser?”
“No.” De inmediato el hermano de Aiko vino a la mente de
Yuichi, pero naturalmente, no lo dijo en voz alta.
“Bueno, está bien. Estaba pensando que podríamos volver con las
manos vacías cuando los vimos venir directamente a nosotros. Eso
debería ser suficiente por hoy.” El líder se volvió hacia Hermana.
“Ya te has dado cuenta, ¿verdad?”
¡Furukami!
Líder tenía algo en sus manos. Tal vez fingía que no sabía artes
marciales. El objeto aceleró hacia él, pero Yuichi se agachó para
esquivarlo.
“Realmente nos tienes. Nunca imaginé que algo así podría pasar.”
Dijo Líder, estupefacto.
“Bien. Pero los Vampiros son los únicos de los que necesitas
alejarte. A cambio, quiero que contestes algunas preguntas.”
“Ey, ¿eres tú, Sakaki? ¿También estás aquí para el club?” Shota le
preguntó a Yuichi cuando se dio cuenta de él. Yuichi dio una
respuesta no comprometida.
Por ahora, Yuichi decidió irse a casa. Mutsuko debería estar allí,
aprendiendo más sobre vampiros.
“¡No me des el tan engreído acto de: ‘Pensé que esto podría
pasar’! ¡Esto es ilegal!” Gritó Yuichi.
“Parece que hay algunos tipos diferentes entre los afectados. Hay
algunos bastante distraídos, sus mentes parecen estar totalmente en
blanco, el tipo que parece tener plena autonomía y el tipo que sigue
repitiendo una tarea que se les ordenó realizar.”
“Eso está muy bien, ¿pero a qué te referías cuando dijiste que las
cosas estaban realmente mal?” Preguntó Yuichi.
“Oh, bueno, solía hacer eso porque no había mucha gente aquí,
pero es un poco embarazoso mantenerlo cuando las mismas personas
siguen viniendo...”
“¿Qué?”
“Se trata de matar gente. Una de las razones principales por las
que puedo matar personas es porque no pienso en ellas como la
misma especie que yo. Tu hermana dijo esto antes, pero la resistencia
instintiva a matar realmente sólo se aplica a aquellos de la misma
especie, de humano a humano. Los humanos no tienen problemas
para matar animales, ¿verdad? Al menos, no sienten el mismo
conflicto que cuando matan a un humano. Así que sólo necesitas
cambiar tu mentalidad: piensa en la persona con la que estás
luchando como algo inhumano.”
“¡La rata que viste antes era su familiar, le dijo dónde estábamos!
¡Y el cazador de monstruos dijo que tenía demonios y licántropos
sirviéndoles, así que envió a algunos de ellos en pos de nosotros!”
Exclamó Mutsuko, como si lo hubiera sabido todo el tiempo.
“Así que hay más que sólo uno de ellos, ¿eh?” Murmuró Yuichi.
Nihao China, dejó caer sus caderas y golpeó con un codo para
tratar con un antropomorfo. Era una postura de montar caballo y
golpear con el codo; él debe ser un practicante de bajiquan.
Con eso, Yuichi tomó una decisión. Mientras Nihao China usaba
golpes de cuerpo y articulaciones para golpear a los antropomorfos,
Yuichi salió volando del restaurante.
“Vampiro II”.
“¡Nii-san!” Oyó gritar a Aiko. Así que este era su hermano mayor,
Kyoya.
Caminó sin miedo hasta Yuichi hasta que estuvieron a unos cinco
metros de distancia, luego se detuvo. “¿Por qué enviaste a tus
hombres a buscarme?” Preguntó Yuichi.
“Mira, no sé de dónde viene tal rencor entre ustedes dos, pero eso
es una maldita cosa horrible que decir.” Dijo. Cualquier respeto que
Yuichi pudiera haber sentido hacia alguien mayor que él y el
hermano de su amiga se derrumbó dentro de él inmediatamente.
Yuichi ya había visto a los hombres lobo, por lo que sabía que los
monstruos deben existir. Pero saber que existían era muy diferente de
ver una transformación frente a tus ojos.
“¡Yu! ¡Sigue así! ¡Él vendrá a por ti otra vez!” Declaró Mutsuko.
“¡¿Huh?!”
El lobo corrió por el suelo, plantando sus pies con gran precisión
mientras se lanzaba hacia él con una velocidad deslumbrante.
El lobo desgarró con colmillos y garras, dando al desconcertado
Yuichi ninguna otra opción más que esquivar. Rodó por el suelo,
distanciándose de la bestia.
Se había olvidado del torso humano del monstruo. Quizás ese era
el plan de Kyoya, no lo había usado antes para bajar la guardia de
Yuichi.
No pudo esquivarlo.
✽✽✽✽✽
“No veo cómo puedo hacer algo.” Dijo Mutsuko con tanta
frialdad que debió ser su opinión honesta. “¿Qué hay de ti,
Takeuchi?”
✽✽✽✽✽
Kyoya agitó sus alas, enviando una ráfaga que envió a Aiko hacia
atrás.
¡Vampiro Vs Vampiro!
Aiko empujó su palma hacia él, haciendo que las cuchillas que la
rodeaban se lanzaran hacia Kyoya. Lo hicieron retroceder mientras
aún estaba en el aire y lo tiraron al suelo.
Ella tiró ambas manos frente a ella, tal vez tratando de recuperar
el control de los colmillos, pero Kyoya mantuvo un fuerte control
sobre ellos.
Aiko agitó torpemente las alas para apartarse del camino, pero,
aunque probablemente existían para dejarla volar, no estaba
acostumbrada a ellas en absoluto. Terminó perdiendo el equilibrio e
incapaz de mantenerse en el aire, golpeó la pared.
Aiko trajo sus alas delante de ella para defenderse, pero la fuerza
de las garras la envió volando hacia atrás.
Lentamente, se levantó.
¿Realmente crees que soy tan débil que tienes que hacer algo
como esto?
✽✽✽✽✽
“¿Qué le está pasando a Noro?” Natsuki murmuró mientras
observaba la transformación de Aiko.
“¡Tal vez sea el poder del amor! Oye, ¿eso significa que también
puedes transformarte, Takeuchi?” Preguntó Mutsuko con entusiasmo.
“¡Eso parece!”
Agitó desesperadamente con sus seis brazos. ¡Si sólo uno de ellos
pudiera golpearlo...! Pero sólo empeoró la situación, ya que Yuichi se
ocupó de cada brazo sistemáticamente, uno a la vez.
Terror...
Pero Yuichi pateó el techo para atacarlo desde arriba. Golpeó con
un talón y golpeó a Kyoya de nuevo contra el suelo. Entonces, sin
una pausa momentánea, Yuichi arrojó las estacas en su mano.
✽✽✽✽✽
“Ese tipo de cosas tiene que ver con el estado de ánimo. ¡Incluso
un robot que se queda sin combustible puede moverse si le gritas lo
suficiente!”
✽✽✽✽✽
Que obstinado.
Estaba claro, entonces, que una estaca a través del corazón era la
única forma confiable. Sacó otra estaca de magnolia blanca de su
bolsillo. Era apenas del tamaño de un lápiz. Posiblemente no lo
suficientemente resistente como para perforar el corazón.
✽✽✽✽✽
Eriko nunca había estado en una pelea real, pero era fácil para ella
decir que Kyoya se enfrentaba a algún tipo de monstruo. Había
belleza de la manera precisa y eficiente en que desmanteló a su
enemigo.
Se dio cuenta de que no era alguien que ella quisiera tener contra
ella. Eriko decidió que ya era hora.
Aiko...
Eriko entrecerró los ojos con cautela. Después de todo esta era la
hermana de ese monstruo con el que estaba tratando... Podría haber
más en ella de lo que veía a simple vista.
“Me imaginé que dirías algo así. Tengo una mecha bastante corta,
así que una vez que se rompen las negociaciones, voy directo a la
fuerza.”
Eriko decidió que tenía que salir de allí. Esta mujer era demasiado
impredecible para permanecer en su presencia.
“¿Por qué no? Teóricamente, ¡debería tener tres disparos con una
carga!”
“¿Eh? ¡Pensé que habías dicho que no eras bueno con las armas!”
Dijo Mutsuko. Todo en el railgun de Mutsuko, incluida la
orientación, era automático, por lo que incluso Ibaraki podía usarlo.
“Me alegra que te sientas así.” Kazuya se volvió y dio una señal.
Varios hombres aparecieron y se llevaron a Eriko.
“¿Qué? ¡No sabía que eras tan idiota, Sakaki! ¡Bien, ahora te voy
a decir, te guste o no! ¡Te susurraré mi verdadera identidad al oído!”
Resoplando, Tomomi se inclinó sobre la cama, acercándose a Yuichi.
Kyoya había perdido casi todos sus poderes. Gracias a eso, las
personas que había esclavizado habían vuelto a la normalidad.
“Digo, tus alas.” Dijo Yuichi. “La forma en que brillaban. Fue
hermoso e increíble. Sí.”
“¿Eh? ¿Qué te hace decir eso?” Yuichi miró de nuevo a Aiko, con
una expresión inesperada y algo sorprendente.
“Depósito de chatarra...”
“Isekai...”
Hola.
Esta es una vieja historia. Una vez, hubo un artista marcial que
solía sufrir parálisis del sueño.
“Nada en particular”, me dijo. Así que tal vez fue solo un caso de
uvas agrias. En cuanto a por qué me encontré con un artista marcial,
es por falta de material.
Tsuyoshi Fujitaka.
Palabras Del Traductor
OLIVER GOLDSMITH.
(1728-1774)