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Las siguientes métodos pueden ayudar a una persona mayor a mantener su integridad del ego:
1. Brindar apoyo social a través de vínculos familiares y amistades para que no se sientan aislados.
2. Ofrecer oportunidades para que participen en actividades sociales que mejoran su calidad de vida.
3. Ayudarlos a mantener su autonomía personal realizando las tareas cotidianas para prevenir sentimientos de inutilidad.
Las siguientes métodos pueden ayudar a una persona mayor a mantener su integridad del ego:
1. Brindar apoyo social a través de vínculos familiares y amistades para que no se sientan aislados.
2. Ofrecer oportunidades para que participen en actividades sociales que mejoran su calidad de vida.
3. Ayudarlos a mantener su autonomía personal realizando las tareas cotidianas para prevenir sentimientos de inutilidad.
Las siguientes métodos pueden ayudar a una persona mayor a mantener su integridad del ego:
1. Brindar apoyo social a través de vínculos familiares y amistades para que no se sientan aislados.
2. Ofrecer oportunidades para que participen en actividades sociales que mejoran su calidad de vida.
3. Ayudarlos a mantener su autonomía personal realizando las tareas cotidianas para prevenir sentimientos de inutilidad.
Materia: Enfermería Geriatría Docente: Mercedes Cárdenas Dominguez A ¿QUÉ MÉTODOS ESPECÍFICOS PODRÍAN USARSE PARA AYUDAR A UNA PERSONA MAYOR EN EL LOGRO DE LA INTEGRIDAD DE SU EGO? La adultez más grande está considerada como un tiempo en el cual el individuo experimenta varios cambios, que si bien dependen del estilo de vida, y del sistema social y familiar, influyen siempre en las múltiples zonas de desempeño. En ciertos entornos, la adultez más grande se ha asociado a la pérdida constante de habilidades (principalmente en relación con la apariencia físico); en dichos casos, los estereotipos de la cultura occidental frente al envejecimiento han llevado a que los individuos experimenten cierto miedo ante la llegada de esta fase de desarrollo, que puede llevar inclusive hasta la separación social. Tal cual se remarca el valor de la vida de los sistemas de apoyo social, familiar y de la salud. Lo anterior es en varios casos producto de el decrecimiento progresiva del desempeño biológico, que lleva a que el maduro más grande experimente transformaciones que tienen la posibilidad de llevar a la pérdida de la soberanía, que se traduce en la necesidad de depender de otros y deriva en un efecto familiar y social. Pese a esto último, hay autores que piensan que los individuos en este periodo se hallan en la plenitud de sus facultades y en un rato lleno de maneras para sí mismos y para nuestra sociedad. La funcionalidad se prueba en el instante en que el maduro más grande tiene cada una de las facultades para hacer las ocupaciones de la vida cotidiana y puede afrontar las solicitudes del ambiente, viviendo de forma libre. En la situación en que se origine una pérdida de las capacidades funcionales habituales, el individuo, los papeles y labores definidos socialmente se ven dañados, y el grado de socialización del maduro tiende a reducir. Es ahí donde surge el término de discapacidad, determinado por como un estado en el cual se hallan los individuos que, por causas ligadas a la pérdida de capacidad física o intelectual, necesitan de la ayuda o ayuda para hacer ocupaciones de la vida cotidiana. Éstas se operacionalizan en funcionalidades primordiales, como vestirse, bañarse, usar los servicios, o en el decrecimiento de la soberanía para consumir alimentos. Tal situación lleva a que incremente la dependencia de otros y causa sentimientos de frustración, inutilidad y tristeza por la pérdida de control sobre la vida propia. Por consiguiente, el decrecimiento en la capacidad servible se hace frente de forma más positiva una vez que el maduro más grande cuenta con un ámbito ambiental seguro, vínculos parientes, un ingreso económico estable y ingreso a la atención en salud. Otro aspecto importante, y con el cual hay una intensa interacción, es el grado de socialización que tenga el maduro más grande. La colaboración en los sistemas sociales tiende a reducir en este periodo, reforzando la marginación social y provocando la pérdida de satisfacción perteneciente de este sistema. Tal, el proceso de socialización se ve perjudicado en este periodo por el decrecimiento inicial del contacto con parientes y amistades, relacionada con las restricciones que aparecen a grado de salud y que tienen la posibilidad de dañar el contacto con otros. De esta modalidad, la relación social se convierte en un componente de defensa para la salud, teniendo presente que ello involucra vínculos estrechos con otros y un grado de actividad constante. Además, produce el involucramiento en equipos sociales, permitiendo que el maduro más grande distribuya equilibradamente su tiempo, y contribuyendo de esta forma a mejorar su calidad de vida. La socialización en este periodo posibilita estar en contacto con otros y desarrollar potencialidades desde el mismo; por igual, crea actividades que son correctas para mejorar la calidad de vida. De la misma forma, la incorporación social es dependiente de las redes de apoyo con las que cuente el maduro más grande, entendiendo éstas como esas interacciones significativas que una persona instituye cotidianamente y durante su historia, especialmente con parientes más cercanos, amigos, colegas, pareja, entre otros. Se ha visto que tales redes juegan un papel esencial en la edad adulta más grande, convirtiéndose en el soporte emocional que posibilita en varios casos sobrepasar las crisis que se logren exponer y, además, que los adultos más grandes sean ubicados como personas, perfeccionando su autoestima, su autopercepción, la efectividad personal y, por ende, la identidad. Lo dicho previamente secunda el valor de que los expertos de la salud comprendan las interrelaciones en medio de las capacidades funcionales y la unión social, para establecer tácticas de participación que contribuyan a que el maduro más grande se involucre en distintas ocupaciones sociales que le permitan mejorar sus condiciones físicas y su soberanía personal, así como la postura y satisfacción que tenga ante la vida.
La finalidad del presente análisis es detectar la interacción en medio de las cambiantes,
capacidades funcionales e unión social del maduro más grande y conocer si hay diferencias en funcionalidad del sexo, la edad y el estado civil. Los resultados presentan diferencias significativas en la unión social en funcionalidad del estado civil, siendo más grande en los adultos más grandes solteros y viudos. En funcionalidad de la edad, se hallan diferencias significativas en las capacidades funcionales, siendo más grande en los adultos entre los 60 y 65 años. No se encontraron diferencias significativas en funcionalidad del sexo. Se concluye que la soberanía y las capacidades funcionales del maduro más grande permanecen estrechamente en relación con la frecuencia de las ocupaciones físicas y de adhesión social, lo cual beneficia su calidad de vida y obstaculiza la aparición de cambios biopsicosociales significativos en este periodo.