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Numero : 
Expediente : 1 Fecha: 15/12/2016
1179
6-0882
Procedimiento:
Acción de Amparo
Partes:
ERICK ALEXANDER CAMACHO HERNÁNDEZ
Decisión:
Declara IMPROCEDENTE IN LIMINE LITIS
Ponente:
Lourdes Benicia Suárez Anderson

EN SALA

CONSTITUCIONAL
Expediente 16-0882

Magistrada Ponente: Lourdes Benicia Suárez Anderson

El 13 de septiembre de 2016, se dio cuenta en esta Sala de la acción de amparo


constitucional interpuesta por las abogadas Marilyn Huerta y Maryelin Huerta, inscritas en
el Instituto de Previsión Social del Abogado con los números 87.861 y 183.526,
respectivamente, y actuando con el carácter de defensoras del ciudadano ERICK
ALEXANDER CAMACHO HERNÁNDEZ, en contra de la sentencia n.° 007-16, del 23
de agosto de 2016, dictada por la Corte de Apelaciones, Sección Adolescentes, con
Competencia en Materia de Delitos de Violencia contra la Mujer del Circuito Judicial Penal
de la Circunscripción Judicial del Estado Zulia, que declaró, en primer lugar, la nulidad de
oficio de la sentencia n.° 12-2016 dictada, el 27 de junio de 2016, por el Tribunal Segundo
de Primera Instancia en Funciones de Juicio del Circuito Judicial Penal con Competencia
en Delitos de Violencia Contra la Mujer de la Circunscripción Judicial del Estado Zulia y
de los actos subsiguientes a esta; en segundo lugar, ordenó la aprehensión del ciudadano
Erick Alexander Camacho Hernández y, en tercer lugar, ordenó la realización de un nuevo
juicio oral ante un nuevo juez o jueza en funciones de juicio con competencia en delitos de
violencia contra las mujeres de la misma circunscripción judicial, distinto a quien dictó el
mencionado fallo anulado de oficio. Esta declaratoria de nulidad de oficio recayó en el
proceso penal que se le sigue al accionante, por la comisión de un delito contra la libertad e
indemnidad sexual en perjuicio de la ciudadana adolescente [se omite identificación de
conformidad con el parágrafo segundo del artículo 53 de la Ley Orgánica para la Protección
de Niños, Niñas y Adolescentes].

El 13 de septiembre de 2016 se dio cuenta en Sala y se designó como ponente a la


Magistrada Lourdes Benicia Suárez Anderson.

El 28 de septiembre de 2016, la defensora privada del accionante abogada Yasmín


Urdaneta, inscrita en el Instituto de Previsión Social del Abogado con el número 85.295,
consignó diligencia solicitando que esta Sala se pronuncie a propósito del amparo
constitucional incoado.

 
I
FUNDAMENTOS DE LA ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL
 

1. Los hechos expuestos en la acción de amparo contra decisión judicial son, en


síntesis, los siguientes:

A) El 29 de mayo de 2015, la Fiscalía Trigésima Tercera del Ministerio Público de


la Circunscripción Judicial del Estado Zulia ordenó el inicio de la investigación penal
contra el ciudadano Erick Alexander Camacho Hernández. Esta investigación se inició por
la presunta comisión del delito de abuso sexual a adolescente, agravado y continuado,
previsto en los artículos 260; 259, primer aparte, y 217 de la Ley Orgánica para la
Protección de Niños, Niñas y Adolescentes, concatenados con el artículo 99 del Código
Penal, en perjuicio una ciudadana adolescente [se omite identificación de conformidad con
el parágrafo segundo del artículo 53 de la Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas
y Adolescentes], de 15 años de edad.

B) El 15 de julio de 2015, una vez aprehendido judicialmente el ciudadano


investigado, el Tribunal Tercero de Primera Instancia de Funciones de Control, Audiencias
y Medidas con Competencia en Materia de Delitos Contra la Mujer del Circuito Judicial
Penal del Estado Zulia decreta medida de privación preventiva judicial de libertad contra el
accionante.

C) El 28 de agosto de 2015, el Ministerio Público presentó acusación contra el


accionante por la presunta comisión del delito de abuso sexual a adolescente, agravado y
continuado, previsto en los artículos 260; 259, primer aparte, y 217 de la Ley Orgánica para
la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes, concatenados con el artículo 99 del Código
Penal, en perjuicio de la ciudadana adolescente [se omite identificación de conformidad con
el parágrafo segundo del artículo 53 de la Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas
y Adolescentes].

D) El 29 de septiembre de 2015 se realizó la audiencia preliminar en el señalado


tribunal de control, audiencias y medidas, que finalizó con la admisión de la acusación
fiscal contra el accionante y se calificó jurídicamente el hecho imputado como abuso sexual
a adolescente, agravado y continuado, delito previsto en los artículos 260; 259, primer
aparte, y 217 de la Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes,
concatenados con el artículo 99 del Código Penal. Asimismo, en la referida audiencia
preliminar se mantuvo la medida de privación judicial preventiva de libertad.

E) Luego de que el 3 de marzo de 2016 se diera apertura del debate de juicio oral y
reservado, en el Tribunal Segundo de Primera Instancia en Funciones de Juicio del Circuito
Judicial Penal con Competencia en Delitos de Violencia Contra la Mujer de la
Circunscripción Judicial del Estado Zulia, el 24 de mayo de 2016 culminó el referido
debate y el 27 de junio de 2016 se publicó la sentencia en la que el mencionado tribunal de
juicio condenó al ciudadano Erick Alexander Camacho Hernández a cumplir la pena de un
año de prisión por la comisión del delito de acto carnal, previsto en el artículo 378, primer
párrafo, del Código Penal, en concordancia con la agravante prevista en el artículo 217 de
la Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes, además de las penas
accesorias previstas en el artículo 69, ordinales 2.° y 3.° de la Ley Orgánica Sobre el
Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, en concordancia con el artículo 16
del Código Penal. Asimismo, se le impuso al accionante una medida menos gravosa, “por
cuanto la pena impuesta no excede de cinco años y por vía de [sic] consecuencia se fija la
prohibición de salida del país sin previa autorización del Tribunal y la prohibición de
comunicarse con la adolescente  [se omite identificación de conformidad con el parágrafo
segundo del artículo 53 de la Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y
Adolescentes]  […] asimismo se impone de las medidas de protección y seguridad a favor
de la víctima […] referidas a la prohibición del agresor de acercarse a la víctima, y en
consecuencia, se le prohíbe acercarse al lugar de estudio y residencia de la adolescente
así mismo se le prohíbe por sí mismo o terceras personas realizar actos de persecución,
intimidación o acoso de la mujer agredida o algún integrante de su familia, hasta tanto, la
sentencia quede definitivamente firme y así lo decida el Tribunal de Ejecución que
corresponda en su debida oportunidad legal”.   

En relación con el juicio oral y reservado que se siguió al accionante, la defensa


de este señaló lo siguiente:

a) Que quedó acreditado en el juicio oral y reservado que la víctima adolescente


había consentido los actos sexuales con el accionante.

 b) Que el juzgado de juicio se encuentra facultado para cambiar la calificación


jurídica hasta la terminación de la recepción de las pruebas.

c) Que la Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes no


castiga penalmente el acto sexual con adolescente cuando es consentido, según se
desprende del artículo 260 de dicha ley, y que por tal motivo resulta aplicable el delito
previsto en el encabezamiento del artículo 378 del Código Penal.

d) Que el alegato de la sentencia recurrida en amparo de que el cambio de


calificación ocurrió cuando aún no se había evacuado la prueba de reproducción de la
videograbación, como prueba anticipada, de la víctima no tiene asidero en la realidad,
porque dicha prueba anticipada contiene la entrevista a la ciudadana Elaine González,
mientras que la víctima en el proceso penal era otra ciudadana [se omite identificación de
conformidad con el parágrafo segundo del artículo 53 de la Ley Orgánica para la Protección
de Niños, Niñas y Adolescentes], por lo que tal reproducción no guardaba relación con los
hechos debatidos.

e) Que la jueza de juicio advirtió de la nueva calificación jurídica, señalada como


delito de acto carnal consentido, previsto en el artículo 378 del Código Penal, en
concordancia con lo señalado en el artículo 217 de la Ley Orgánica para la Protección de
Niños, Niñas y Adolescentes. Esta nueva calificación jurídica ocasionó que la defensa
adujera lo siguiente: “Partiendo de que el delito en cuestión tiene una pena en su límite
máximo de Dieciocho [sic] (18) meses; y llevando [sic] nuestro patrocinado
Once [sic] (11) meses de Nueve [sic] días detenido; y en virtud de las circunstancias que
habían motivado al momento de la presentación que se decretara la Medida Cautelar
Sustitutiva de la Libertad […]; habían variado totalmente, se procedió a solicitar en la
sala de Juicio  [sic]  Una [sic] media menos gravosa y en virtud de la confesión
realizada […] por el delito de  ACTO CARNAL CONSENTIDO [sic] se procediera a
imponer la pena correspondiente y remitir el presente expediente a un Tribunal de
Ejecución; por lo que la Representante de la Fiscalía  […] ejerce de forma extemporánea
el Recurso de Apelación con efecto suspensivo; [sic] cuando la Juzgadora no había
dictado una dispositiva en el presente caso”.  

f) Que la jueza de juicio no realizó rebaja de pena, a pesar de que el accionante


“reconoce o confiesa los hechos por el delito de   ACTO CARNAL CONSENTIDO…”. En
este sentido, sostuvo el accionante: “La pena impuesta fue en base a una
Confesión [sic] por parte del acusado; [sic] por lo que no se incurre en el error in
procedendum o desorden procesal; [sic] tal como lo señala la magistrada ponente  […] al
señalar que la Jueza en el caso de marras aplico [sic] al momento de la imposición de la
pena el procedimiento por admisión de los hechos, establecido en el artículo 375 del
Código Orgánico Procesal Penal”.
g) Que la presunta agraviante pretende que la jueza de juicio “no tomara la
confesión que estaba realizando” el accionante.

F) El 30 de junio de 2016, el Ministerio Público interpuso recurso de apelación


contra la referida sentencia definitiva y, el 13 de julio de 2016, la defensa del accionante
interpuso, por su parte, la contestación a dicho recurso. El accionante adujo que el recurso
de apelación presentado por el Ministerio Público fue intempestivo, porque la jueza de
juicio “no había deliberado ni dictado la dispositiva”. Asimismo, que dicho recurso de
apelación fue oído con efecto suspensivo en un supuesto en el que tal doble efecto no se
debía aplicar, ya que “la Jurisdicente [sostuvo] que el delito por el cual fue condenado el
acusado de autos, no se encuentra previsto en el parágrafo primero del […] artículo 430
del Texto adjetivo penal; por cuanto se trata del tipo penal de ACTO CARNAL
CONSENTIDO CON ADOLESCENTE AGRAVADO; [sic] el cual prevé una pena
privativa de libertad que no excede de tres años en su límite máximo y el acusado no posee
antecedentes penales; aunado a ello, el Ministerio Público no fundamento [sic] ni
demostró la corporeidad material del hecho por el cual se condeno [sic] al acusado para
que mereciere pena privativa de libertad”. 

Asimismo, el accionante señaló que la sentencia recurrida en amparo constitucional


se equivocó al señalar que el delito de acto carnal consentido —previsto en el artículo 378
del Código Penal, en concordancia con el artículo 217 de la Ley Orgánica para la
Protección de Niños, Niñas y Adolescentes— es una de las figuras delictivas contra la
integridad e indemnidad sexual de la niñez y adolescencia, a propósito de la aplicabilidad
del efecto suspensivo del recurso de apelación previsto en el artículo 430 del Código
Orgánico Procesal Penal, porque en el caso de autos la adolescente consintió el acto carnal,
mientras que los señalados delitos se refieren a conductas en las que existe un abuso, es
decir, que sobre las víctimas se hubiere ejercido violencia, según lo señalado por el
presunto agraviado.

G) El 23 de agosto de 2016, la Corte de Apelaciones, Sección Adolescentes, con


Competencia en Materia de Delitos de Violencia Contra la Mujer del Circuito Judicial
Penal de la Circunscripción Judicial del Estado Zulia decidió, en sentencia n.° 007-16, lo
siguiente:
a) Declaró la nulidad de oficio de la sentencia dictada el día 27 de junio de
2016, por el Juzgado Segundo de Primera Instancia en Funciones de Juicio del Circuito
Judicial Penal con Competencia en Delitos de Violencia Contra las Mujeres de la
Circunscripción Judicial del Estado Zulia, así como la nulidad de todos los actos
subsiguientes a esta.

b) Ordenó la aprehensión del ciudadano Erick Alexander Camacho


Hernández.

c) Ordenó la realización de un nuevo juicio oral ante un nuevo juez o nueva


jueza en funciones de juicio con competencia en delitos de violencia contra las mujeres
de la misma circunscripción judicial, distinto al juzgado que dictó el mencionado fallo
anulado de oficio.

H) El accionante señaló que la sentencia recurrida en amparo constitucional,


emanada de una Corte de Apelaciones, solo debió “verificar que la sentencia dictada por
el tribunal de juicio cumpla con las previsiones del ordenamiento jurídico, quedando
impedido de valorar los hechos que dieron origen al proceso penal” [destacado del
original].

2. En la fundamentación jurídica de la acción de amparo constitucional, el


presunto agraviado aduce, en síntesis, lo siguiente:

A) Que la confesión es una manifestación del derecho a la defensa y el derecho


a ser oído en cualquier estado del proceso. En este sentido, sostiene el presunto agraviado
que el proceso judicial en el que se alcanza una sentencia a través de la búsqueda de la
verdad es un “derecho inalienable para los acusados”, por lo que los juzgadores y el
legislador no pueden oponerse a la “renuncia de este derecho por parte de los acusados,
obteniéndose [sic] una confesión de los hechos por parte de la persona a la cual se le
imputa su comisión, es [sic] menester darle curso a la misma sin mayores dilaciones,
e  [sic]  imponerlo de la pena respectiva para el delito correspondiente”.

B) Que la sentencia denunciada en amparo violó derechos “al Debido Proceso,


Derecho a la Defensa; Libertad Personal y el Principio de Inmediación”, así como el
“principio de progresividad y de la reinserción social” previstos en los artículos 19 y 272
del la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, en concordancia con el
artículo 2 eiusdem, porque anuló la medida cautelar menos gravosa que había dictado el
juzgado a quo, al señalar que luego de la sentencia condenatoria no corresponde decretar
medidas cautelares, sino que le corresponde al juzgado de ejecución penal proceder a
decidir lo relacionado con el régimen de cumplimiento de la pena. En este sentido, la parte
presuntamente agraviada sostiene que ante la nueva calificación jurídica anunciada por la
jueza de juicio, la defensa técnica “procedió a solicitar como punto previo a que dictara la
sentencia condenatoria, la revisión de la medida de Privación Preventiva de Libertad por
una menos gravosa; en virtud de que nuestro representado tenía Once (11) meses con
Nueve días detenido; […] y en virtud de que el delito de ACTO CARNAL
CONSENTIDO […] estableciendo  [sic]  como pena en su límite máximo es de Un (01)
año con Seis (06) Meses; era dable la revisión de la Medida Cautelar Sustitutiva a la
Privación Preventiva de la Libertad y más aun cuando el Ciudadano ERICK
ALEXANDER CAMACHO HERNANDEZ  [sic]; de forma voluntaria realizo [sic] una
confesión; e imponiéndole la Juzgadora a cumplir la pena de Un (01) año de Prisión,
faltándole solo a cumplir escasamente Veintiún (21) días”.    

3. En el petitorio del escrito de acción de amparo constitucional se solicita lo


siguiente:

A) Que se admita y se declare con lugar la apelación interpuesta.

B) Que se le otorgue al accionante una medida cautelar sustitutiva menos gravosa de


las previstas en el artículo 242 del Código Orgánico Procesal Penal.

C) Que se declare la nulidad absoluta de la sentencia n.° 007-16, del 23 de agosto de


2016, emanada de la Corte de Apelaciones Sección Adolescentes con Competencia en
Materia de Delitos de Violencia contra la Mujer del Circuito Judicial Penal de la
Circunscripción Judicial del Estado Zulia.

D) Medida cautelar innominada de suspensión de los efectos de la sentencia antes


mencionada.

 
II
DE LA SENTENCIA ACCIONADA
 

El 23 de agosto de 2016, la Corte de Apelaciones, Sección Adolescentes, con


Competencia en Materia de Delitos de Violencia contra la Mujer del Circuito Judicial Penal
de la Circunscripción Judicial del Estado Zulia dictó sentencia n.° 007-16, en la que declaró
la nulidad de oficio de la sentencia n.° 12-2016, dictada el día 27 de junio de 2016, por el
Tribunal Segundo de Primera Instancia en Funciones de Juicio del Circuito Judicial Penal
con Competencia en Delitos de Violencia Contra la Mujer de la Circunscripción Judicial
del Estado Zulia y de todos los actos subsiguientes a esta; ordenó la aprehensión del
ciudadano Erick Alexander Camacho Hernández y ordenó la realización de un nuevo juicio
oral ante un nuevo juez o nueva jueza en funciones de juicio con competencia en delitos de
violencia contra las mujeres de la misma circunscripción judicial, distinto a quien dictó el
mencionado fallo anulado de oficio, en los siguientes términos:
“Llegada la oportunidad de decidir el escrito recursivo; quienes integran este
Tribunal de Alzada, en su obligación de vigilar el cumplimiento de los
preceptos fundamentales, atendiendo lo consagrado en los artículos 26 y 257
de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, en concordancia
con los artículos 13, 174, 175, 179 y 180 del Decreto con Rango, Valor y
Fuerza de Ley del Código Orgánico Procesal Penal; así como al criterio
jurisprudencial establecido por nuestro Máximo Tribunal de la República, en
reiteradas Sentencias  […] referidas todas a las nulidades de oficio dictadas
por las Cortes de Apelaciones con ocasión a la resolución de un recursos de
apelación; al proceder a una revisión minuciosa de las actas que integran la
presente causa, deciden lo siguiente:
NULIDAD DE OFICIO DE LA DECISIÓN APELADA EN
INTERÉS DE LA LEY
Este Tribunal de Alzada, constata que en la presente causa, se está en
presencia de vicios que conllevan a una nulidad de oficio en interés de la Ley.
Es necesario precisar, que en el caso en estudio, la infracción verificada afecta
la garantía de la tutela judicial efectiva y el principio del debido proceso,
previstos en los artículos 26 y 49 Constitucionales. En este sentido, se observa
que la sentencia recurrida no cumple con los requisitos de Ley; tal aseveración
se comprueba, de los pronunciamientos judiciales emitidos por la Jueza de
Instancia en el juicio oral contenidos en el acta de debate, los cuales quedaron
plasmados en el fallo, donde se constató lo siguiente:
En primer término, se evidencia la infracción cometida por el Juzgado de
Instancia, en cuanto al procedimiento previsto por el legislador en el artículo
333 del Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley del Código Orgánico
Procesal Penal, aplicado en esta Jurisdicción Especializada a tenor de lo
previsto en el artículo 67 de la Ley Orgánica Sobre el Derecho de las Mujeres
a una Vida Libre de Violencia, relativo a la “Nueva Calificación Jurídica”
durante el debate; precisando esta Sala para ello, que la elaboración de la
sentencia conlleva el cumplimiento de ciertos requisitos denominados
intrínsecos y extrínsecos, perteneciendo al renglón de los llamados intrínsecos,
los previstos en el artículo 346 del Texto Adjetivo Penal; tales como los
relativos a la mención del Tribunal, fecha en la cual se dictó la sentencia,
identificación del acusado; la enunciación de los hechos y circunstancias que
hayan sido objeto del juicio; la determinación precisa y circunstanciada de los
hechos que el Tribunal estime acreditados; la exposición concisa de sus
fundamentos de hecho y de derecho; la decisión expresa sobre el
sobreseimiento, absolución o condena -en este caso, con indicación clara de la
sanción impuesta- y la firma del Juez o de la Jueza.
Por su parte, los requisitos extrínsecos están referidos a la deliberación,
redacción y publicación de la sentencia. Siendo necesario, que en la sentencia
quede establecido de manera congruente, además del cumplimiento de las
exigencias de Ley antes señaladas, la solución a todos los planteamientos
debatidos por las partes durante el contradictorio y la adecuada relación entre
el objeto del debate, con la conclusión jurídica a la cual arribó el o la
Jurisdicente.
Esta necesaria correspondencia, entre las pretensiones de las partes en litigio
y la sentencia dictada, jurídicamente es conocida como “Principio de
Congruencia”; el cual está dirigido a delimitar las facultades decisorias del
órgano jurisdiccional; puesto que debe existir identidad entre lo resuelto por
un Juzgador y lo controvertido por las partes; en materia penal, sería entre los
hechos objeto de la acusación y los plasmados en el fallo como acreditados por
la instancia, sin embargo cuando se trate de una sentencia condenatoria, la
misma no puede sobrepasar el hecho y las circunstancias descritas en el auto
de enjuiciamiento o, en su caso, en la ampliación de la acusación, conforme lo
prevé el artículo 345 del Texto Adjetivo Penal.
[…]
Establecido entonces que el Principio de Congruencia supone que exista
conformidad, entre la determinación fáctica establecida en la sentencia, con
relación a los hechos debatidos y las circunstancias que fueron objeto de la
imputación contenida en la acusación, en los términos de tiempo, modo y lugar
de su comisión, que conllevaron a la determinación de la calificación jurídica;
debe precisarse que una de las reglas mínimas, a las que debe sujetarse una
decisión judicial, para ser considerada ajustada en derecho, lo constituye
precisamente el cumplimiento del Principio de Congruencia.
Ahora bien, partiendo del contenido del mencionado Principio de
Congruencia, esta Sala al proceder a revisar las actas que integran la presente
causa, evidenció que en la misma se encuentra un escrito acusatorio
interpuesto en fecha 28 de abril de 2014, por la Representación Fiscal
Trigésima Tercera del Ministerio Público Con Competencia en Materia Penal
Ordinario, Víctimas Niño, Niña y Adolescentes de la Circunscripción Judicial
del estado Zulia, en contra del ciudadano ERICK ALEXANDER CAMACHO
HERNÁNDEZ, donde se refiere que los hechos que dieron inicio a la misma,
fueron calificados como Abuso Sexual a Adolescente Agravado y Continuado,
previsto y sancionado en el artículo 259 en su primer y segundo aparte y
artículo 260 de la Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y
Adolescentes, con relación a la agravante genérica contenida en el artículo
217 del citado texto legal y artículo 99 del Código Penal, en perjuicio de la
adolescente [se omite identificación de conformidad con el parágrafo segundo
del artículo 53 de la Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y
Adolescentes] (folios 277 al 300, pieza I de la causa principal).
Luego, se comprobó que al efectuarse la respectiva Audiencia Preliminar en
fecha 29 de septiembre de 2015, el Juzgado Tercero de Primera Instancia en
Funciones de Control, Audiencias y Medidas Con Competencia en Delitos de
Violencia Contra Las Mujeres del Circuito Judicial Penal, admitió totalmente
el mencionado escrito acusatorio, por el tipo penal por el cual fue acusado
(folios 335 al 378, pieza I de la causa principal).
Igualmente esta Sala observó del acta de debate de fecha 03 de marzo de 2016,
instrumento que recogió las incidencias acontecidas en el juicio y que esta
Alzada admitiera en fecha en fecha 01 de agosto de 2016, como una prueba
para ser valorada en la resolución del recurso, que cuando se aperturó el
juicio, al momento de intervenir la parte acusadora ratificó su pretensión, en
cuanto a la participación del ciudadano ERICK ALEXANDER CAMACHO
HERNÁNDEZ, en los tipos penales por el que fue acusado (folios 577 al 585,
pieza I de la causa principal); esto es, que al inicio del contradictorio, el
Ministerio Público mantuvo la calificación jurídica originariamente atribuida
a los hechos.
Asimismo, se evidenció del acta de debate de fecha 24 de mayo de 2016, que
una vez cerrada la recepción de todas las pruebas y antes de las conclusiones
emitidas por las partes, el Tribunal de Juicio precisó:
‘COMO PUNTO PREVIO, ADVIERTE EL CAMBIO DE
CALIFICACION DE CONFORMIDAD CON LO ESTABLECIDO EN EL
ARTICULO 333 DEL CÓDIGO ORGÁNICO PROCESAL PENAL, DEL
DELITO ACUSADO POR LA FISCALIA DEL MINISTERIO PUBLICO,
POR EL DELITO DE ACTO CARNAL CON ADOLESCENTE,
CONSENTIDO, previsto y sancionado en el encabezado del articulo (sic)
378 del Código Penal, en concordancia con la AGRAVANTE GENÉRICA
establecida en el articulo (sic) 217 de la Ley Orgánica para La
Protección de Niñas Niños y Adolescentes. SEGUIDAMENTE LA
FISCAL 33 DEL MINISTERIO PUBLICO SOLICITO LA PALABRA Y
EXPUSO: en cuanto al cambio de calificación anunciado, esta
Representación se opone, en virtud si bien es cierto del debate han
surgido nuevos elementos, el consentimiento dado por parte de la victima
(sic), considera que los hechos deben ser encuadrados en el articulo (sic)
44 ordinal 2 de la Ley Orgánica Sobre el Derecho de las Mujeres a una
Vida Libre de Violencia, es decir ACTO CARNAL CON VICTIMA
ESPECIALMENTE VULNERABLE, en razón del parentesco entre la
victima (sic) y el acusado. En caso de los nuevos elementos, considera
esta representación que se ajusta más a los hechos el delito tipificado en
el articulo (sic) 44 ordinal 2 de la Ley Orgánica Sobre el Derecho de las
Mujeres a una Vida Libre de Violencia. El Ministerio Publico se opone al
cambio de calificación, y solicita al Tribunal se otorgue el lapso legal
para promover las pruebas. Es todo. A CONTINUACIÓN, LA DEFENSA
PRIVADA SOLICITA LA PALABRA Y EXPONE: El Ministerio publico
(sic) de manera errada se opone al cambio de calificación, el articulo
(sic) 333 del Código Orgánico Procesal Penal, facultad que le otorga el
legislador al jurisdicente, ya escuchado el debate, mal podría peticionar
el Ministerio Publico (sic), ya que no adecuo (sic) en su oportunidad el
delito, ya que acusó con el articulo (sic) 259 de la Ley Orgánica para la
Protección de Niños, Niñas y Adolescentes, por el delito de ABUSO
SEXUAL A ADOLESCENTE, mal pondría hablar del articulo (sic) 44 de
la Ley Orgánica Sobre el Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de
Violencia. SEGUIDAMENTE LA FISCAL 33 DEL MINISTERIO
PUBLICO SOLICITO LA PALABRA Y EXPUSO: Solicito se inste a la
defensa dirigirse con respeto al Ministerio Publico (sic) como unidad del
proceso, y no como a la fiscalia (sic), como en lo personal, esta
representación no actúa por un interés particular, realizando mi trabajo
como Ministerio Publico (sic), y se trate como fiscal del Ministerio
Publico especializada (sic) en la materia, con respeto. Es todo. A
CONTINUACIÓN, LA DEFENSA PRIVADA SOLICITA LA PALABRA Y
EXPONE: en relación con lo expuesto por el Ministerio Publico (sic), en
ningún momento se ha faltado el respeto, la defensa ha señalado
cuestiones de derecho, cuando se expresó que erróneamente el Ministerio
Publico (sic) ha solicitado oponerse a la calificación jurídica, se hace
mención al articulo (sic) 333 del Código Orgánico Procesal Penal, no se
está refiriendo a cuestiones personales, solo han sido cuestiones de
derecho, no se ha tratado con descalificativo. Es todo. SEGUIDAMENTE
LA JUEZA DEL DESPACHO, PARA A RESOLVER LA INCIDENCIA
PRESENTADA EN LOS SIGUIENTES TÉRMINOS: se insta a la Defensa
Privada a tener otra actitud personal de respeto y con ética hacia el
Ministerio Público, ya que en este caso se actúa como unidad en la
administración de justicia y no con referencias personales o particulares.
Finalmente esta Jurisdiciente [sic] RATIFICA EL CAMBIO DE
CALIFICACIÓN ANUNCIADO POR EL DELITO DE ACTO CARNAL
CON ADOLESCENTE, CONSENTIDO, previsto y sancionado en el
encabezado del articulo (sic) 378 del Código Penal, en concordancia con
la AGRAVANTE GENÉRICA establecida en el articulo (sic) 217 de la
Ley Orgánica para La Protección de Niñas, Niños y Adolescentes, todo
de conformidad con lo establecido en el articulo (sic) 333 del Código
Orgánico Procesal Penal.…” (Folios 167 y 168, II de la causa
principal), (Negrillas del Juzgado a quo)’.

Es importante señalar, que uno de los particulares sobre los cuales descansa la
nulidad de oficio de la sentencia recurrida, es que el proceder de la Jueza de
Instancia en cuanto al cambio de calificación jurídica efectuado, hace
incongruente la sentencia en relación a los hechos debatidos y sentenciados,
evidenciando esta Alzada, el erróneo procedimiento asumido por la Jueza de
Mérito en el debate oral, el cual se realizó en franca omisión de aquel que
prevé el artículo 333 del Texto Adjetivo Penal.
Es necesario recordar, que la calificación jurídica “…viene a ser el punto en el
que confluye la interpretación de la norma con el resultado de la prueba
acerca de los hechos aportada por las partes… se puede afirmar que en la
calificación jurídica coexiste un elemento de derecho con otro de hecho: el
elemento de derecho es la interpretación de la norma jurídica que ha realizado
el juez, el elemento de hecho es el aportado por las partes y en el que se ha
basado el juez para otorgar una u otra calificación” (Couture, Eduardo.
“Pruebas y su Valoración”. 1° Edición. Caracas. Paredes Editores. 2000. pag.
488).
Cabe destacar que, el artículo 350 del Código Orgánico Procesal Penal,
preceptúa:
[…]
Al comentar dicha disposición legal, la Sala de Casación Penal del Máximo
Tribunal de la República, en la Sentencia Nro. 258, dictada en fecha 02 de
junio de 2009, con ponencia de la Magistrada Deyanira Nieves Bastidas, Exp.
Nro. C08-512, dejó sentado:
‘La Sala, al realizar la interpretación de la citada disposición legal, tal
como lo ha determinado en anteriores oportunidades, observa que dicha
norma contempla la hipótesis del posible cambio de calificación jurídica
cuando el Juez Presidente observe que ninguna de las partes lo ha
considerado, caso en el cual deberá advertir al acusado sobre ese
posible cambio de calificación para que así prepare su defensa.
De acuerdo a los Principios Generales del Derecho, Principios
constitucionales de nuestra Carta Magna y Principios del Derecho
Procesal Penal, esta es una norma garantista del derecho a la defensa,
que ciertamente tiende a prevenir al acusado sobre sorpresivas
calificaciones jurídicas del hecho por el cual es sometido a juicio; y
aunque el supuesto está referido a la hipótesis señalada, esa advertencia
debe ser hecha por el Juez en cualquier caso en que sobrevenga un
cambio de calificación que pueda conculcar el derecho de defensa del
acusado, reconocido como derecho fundamental en el artículo 49
(numeral 1) de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela.
Igualmente, observa la Sala que el supuesto de hecho anterior, está
estrechamente vinculado con lo establecido en el artículo 363 del Código
Orgánico Procesal Penal, que consagra el principio de congruencia
entre la sentencia y la acusación, en los términos siguientes: ‘… La
sentencia de condena no podrá sobrepasar el hecho y las circunstancias
descritos en la acusación y en el auto de apertura a juicio o, en su caso,
en la ampliación de la acusación [sic].
En la sentencia condenatoria, el tribunal podrá dar al hecho una
calificación jurídica distinta a la de la acusación o del auto de apertura a
juicio, o aplicar penas más graves o medidas de seguridad, siempre que
no exceda su propia competencia.
Pero el acusado no puede ser condenado en virtud de un precepto penal
distinto del invocado en la acusación, comprendida su ampliación, o en
el auto de apertura a juicio, si previamente no fue advertido, como lo
ordena el artículo 350, por el Juez presidente sobre la modificación
posible de la calificación jurídica’ (Subrayado del Tribunal Supremo de
Justicia).
La norma jurídica transcrita ut supra, contempla la posibilidad de que las
partes, incluso el Juez como director del debate, puedan cambiar durante el
contradictorio la calificación jurídica atribuida por la parte acusadora a los
hechos imputados; en tal caso, este incidente puede ser planteado hasta
después de la recepción de pruebas; esto es, antes de las conclusiones que
deberán efectuar las partes, debiendo el o la Jurisdicente [sic] recibir nueva
declaración al imputado y advertirle a las partes tal cambio, a los fines de que
las mismas, de considerarlo, puedan solicitar la suspensión del juicio,
garantizando así el Principio del Debido Proceso.
En tal sentido, esta Sala al cotejar el acta de debate con la norma jurídica
antes señalada, observa que la tramitación otorgada por el Tribunal de Juicio,
al cambio de calificación jurídica, no fue realizada tal y como el Legislador lo
estableció en la mencionada disposición legal transcrita (art. 350 COPP),
constituyendo tal circunstancia un error in procedendo, que conduce a la
vulneración del principio del Debido Proceso y de la garantía de la Tutela
Judicial Efectiva, puesto que el posible cambio de calificación jurídica, está
permitido hasta después de la recepción de las pruebas, debiendo recibir nueva
declaración al imputado y advertirle a las partes sobre tal cambio, para que
éstos, si así lo consideran, soliciten la suspensión del juicio para ofrecer
nuevas pruebas o preparar su defensa, circunstancia que no ocurrió, puesto
que la Jurisdicente [sic], si bien advirtió que existía un cambio de calificación
jurídica y manifestó que suspendía la audiencia “…para ofrecer nuevas
pruebas en virtud de la advertencia sobre la posibilidad del cambio de
calificación jurídica”, no materializó la suspensión del mismo, máxime al
haberlo solicitado la Vindicta Pública, quien en su exposición, una vez
anunciado el cambio de calificación jurídica refirió:
‘SEGUIDAMENTE LA FISCAL 33 DEL MINISTERIO PUBLICO
SOLICITO LA PALABRA Y EXPUSO: en cuanto al cambio de
calificación anunciado, esta Representación se opone, en virtud si bien es
cierto del debate han surgido nuevos elementos, el consentimiento dado
por parte de la victima (sic), considera que los hechos deben ser
encuadrados en el articulo (sic) 44 ordinal 2 de la Ley Orgánica Sobre el
Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, es decir ACTO
CARNAL CON VICTIMA ESPECIALMENTE VULNERABLE, en
razón del parentesco entre la victima (sic) y el acusado. En caso de los
nuevos elementos, considera esta representación que se ajusta más a los
hechos el delito tipificado en el articulo (sic) 44 ordinal 2 de la Ley
Orgánica Sobre el Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de
Violencia. El Ministerio Publico se opone al cambio de calificación, y
solicita al Tribunal se otorgue el lapso legal para promover las pruebas.
Es todo’ (Folio 167, II de la causa principal), (Negrillas del Juzgado a
quo), (Subrayado nuestro).
Se observó igualmente, que la Jurisdicente [sic] además de no suspender el
juicio, conforme lo plasmó el Legislador y peticionó la Vindicta Pública para
promover nuevas pruebas, ratificó el cambio de calificación anunciado por el
delito de Acto Carnal Con Adolescente Consentido, previsto y sancionado en el
encabezado del artículo 378 del Código Penal, en concordancia con la
agravante genérica establecida en el artículo 217 de la Ley Orgánica para La
Protección de Niñas, Niños y Adolescentes, sosteniendo a su vez, que de
conformidad con el artículo 133 del Texto Adjetivo Penal, impuso al acusado
del contenido del Precepto Constitucional previsto en el artículo 49. 2 y 5 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, procediendo a
preguntarle si deseaba declarar, quien manifestó “no deseo declarar”, para
luego imponerlo del Procedimiento por Admisión de los Hechos, previsto en el
artículo 375 del Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley del Código
Orgánico Procesal Penal, señalando el acusado ‘…admito los hechos por el
delito de  ACTO CARNAL CON ADOLESCENTE, previsto y sancionado en el
encabezado del articulo [sic] 378 del Código Penal, en concordancia con la
AGRAVANTE GENÉRICA establecida en el articulo [sic] 217 de la Ley
Orgánica para La Protección de Niñas Niños y Adolescentes’ (Negrillas del
Juzgado de Juicio), desprendiéndose de lo anterior, que la Jueza de Mérito
tramitó el cambio de calificación jurídica de manera distinta a lo previsto en el
artículo 333 del Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley del Código
Orgánico Procesal Penal, vulnerándose en consecuencia el principio de
congruencia, antes analizado.
Ahora bien, constatan estas Juzgadoras y este Juzgador, otro error in
procedendo, que conduce a la vulneración del principio del Debido Proceso y
de la garantía de la Tutela Judicial Efectiva, como lo es, el haber admitió los
hechos el acusado, una vez cambiada la calificación jurídica por la cual fue
procesado.
En tal sentido, es preciso señalar que la admisión de los hechos, es una
institución procesal cuyos antecedentes a nivel de Derecho Comparado
‘podemos ubicar en el plea guilty americano y en la ‘conformidad’ española’
(Exposición originaria de motivos del Código Orgánico Procesal Penal), que
configura un acto de disposición de la parte acusadora y respecto al acusado
un acto de arrepentimiento, mediante el cual asume voluntariamente su
responsabilidad en relación al hecho a él imputado y renuncia a varios
derechos de carácter constitucional, incluso a no auto incriminarse; así como
al derecho a un juicio justo y contradictorio, con lo cual se procede a la
aplicación de penas sensiblemente disminuidas que en algunos casos,
dependiendo de las circunstancias puede llegar hasta la mitad, evitando al
Estado el costo de un proceso judicial, es así como tal institución es adoptada
en nuestra legislación interna, consagrándose en el Texto Adjetivo Penal.
La admisión de hechos, es definida por la doctrina como ‘…una de las formas
consensuales de tratamiento de las situaciones penales, así como una de las
formas de autocomposición procesal mediante la cual, el legislador crea una
especial manera de terminación anticipada del proceso con prescindencia del
juicio oral y con la condena del imputado’ (Vecchionacce, Frank. ‘Segundas
Jornadas de Derecho Procesal Penal’. Caracas. Universidad Católica Andrés
Bello. 199. p: 45).
Así las cosas, esta institución en su naturaleza y forma, se erige como un acto
procesal personalísimo, donde el acusado admite de manera voluntaria, libre
de coacción y apremio, concreta, clara e inequívoca, los hechos atribuidos por
la Vindicta Pública y que condujeron a la iniciación del proceso; esto es la
expresión de voluntad propia por parte del imputado de su participación en el
hecho delictivo, que trae como consecuencia, la imposición de la pena de
manera inmediata y disminuida como contraprestación a la economía procesal
generada para el Estado.
En este orden de ideas, es preciso señalar que el Texto Adjetivo Penal prevé en
el artículo 375, la institución de la admisión de los hechos, en los siguientes
términos:
[…]
De la norma transcrita ut supra, a juicio de esta Sala, se determina que el
procedimiento por admisión de hechos, opera en el procedimiento ordinario
desde la audiencia preliminar una vez admitida la acusación, mientras que en
la fase de juicio hasta antes de la recepción de pruebas; debiendo el
Jurisdicente rebajar la pena aplicable desde un tercio a la mitad, pudiendo
además cambiar la calificación jurídica del delito, estimando el bien jurídico
afectado y el daño social causado, exigiendo además que la pena a imponer
sea motivada; estableciendo de manera expresa, en su tercer aparte, para los
delitos donde haya habido violencia contra las personas cuya pena exceda de
ocho años en su límite máximo y en los casos de los tipos penales de Homicidio
Intencional, Violación; delitos que atenten contra la libertad, integridad e
indemnidad sexual de niños, niñas y adolescentes; Secuestro, Corrupción,
aquellos que causen grave daño al Patrimonio Público y la Administración
Pública; Tráfico de Drogas de Mayor Cuantía, Legitimación de Capitales,
Contra el Sistema Financiero y Delitos Conexos, con multiplicidad de víctimas,
Delincuencia Organizada, violaciones graves a los Derechos Humanos, Lesa
Humanidad, delitos graves Contra La Independencia y Seguridad de la Nación
y Crímenes de Guerra, sólo la rebaja es hasta un tercio de la pena aplicable.
Al analizar dicha norma, la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de
Justicia, en la Sentencia Nro. 1066, dictada en fecha 10 de agosto de 2015,
Exp. Nro. 14-1292, con ponencia de la Magistrada Carmen Zuleta de
Merchán, con carácter vinculante estableció:
[…]
En el caso concreto, se determina que la Jueza de Instancia impuso al acusado
del Procedimiento por Admisión de los Hechos, previsto en el artículo 375 del
Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley del Código Orgánico Procesal
Penal, una vez que cambió la calificación jurídica por la cual inició el debate,
esto es, cuando ya había recepcionado las pruebas y si bien tal imposición
devino del cambio de calificación jurídica advertida por la Jurisdicente [sic]
en atención al artículo 333 del Texto Adjetivo Penal, para ese momento
procesal, no se había realizado un análisis previo del bagaje probatorio
promovido por las partes, entre el cual destaca principalmente, la declaración
que como prueba anticipada rindió la adolescente   [se omite identificación de
conformidad con el parágrafo segundo del artículo 53 de la Ley Orgánica para
la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes], en su condición de víctima, en
fecha 15 de julio de 2015, por ante el Juzgado Tercero de Primera Instancia en
Funciones de Control, Audiencias y Medidas del Circuito Judicial con
Competencia en Delitos de Violencia Contra Las Mujeres de la circunscripción
Judicial del estado Zulia (Folios [sic] 84 al 91 de la Pieza I de la causa
principal), plasmando en el fallo la Jueza de Mérito sobre dicha prueba, que
era inoficiosa la incorporación de la misma en el juicio, por lo cual no la
apreciaba y en consecuencia no la valoraba, por haber admitido el acusado los
hechos, por el delito de Acto Carnal Consentido, previsto y sancionado en el
primer párrafo del artículo 378 del Código Penal, en concordancia con la
agravante prevista en el artículo 217 de la Ley Orgánica Para la Protección de
Niños, Niñas y Adolescentes (Folio [sic] 243 de la Pieza [sic] II de la causa
principal), (Negrillas [sic] del Juzgado de Instancia).
Ahora bien, sobre el cambio de calificación jurídica en los procedimientos por
admisión de los hechos, el Máximo Tribunal de la República dejó establecido:
‘Siendo así las cosas, si bien la acusada podía admitir los hechos desde
la audiencia preliminar, una vez admitida la acusación, hasta antes de la
recepción de las pruebas, conforme a lo dispuesto en el artículo 375 del
Código Orgánico Procesal Penal, el juzgador de Juicio no podía
cambiar la calificación jurídica por la cual se dio la apertura del debate
oral, sin realizar un análisis previo del material probatorio ofrecido por
las partes y que le correspondía evacuar’ (Sentencia Nro. 252, dictada en
fecha 08 de de agosto de 2014. Exp. Nº 2014-002, con ponencia del
Magistrado Héctor Manuel Coronado Flores).
Por lo que, en el caso en análisis la Jueza a quo en virtud de la advertencia de
la nueva calificación, debió recepcionar todo el material probatorio
previamente admitido, circunstancia que no sucedió, dejando de incorporar al
debate una prueba esencial, como lo era la declaración de la víctima,
imponiendo la Jurisdicente [sic] al acusado de manera errática del
procedimiento por admisión de los hechos, como si no hubiere existido
cambios en la calificación jurídica; esto es sin recepcionar prueba alguna que
sustentara dicha admisión de hechos, recordando esta Sala, que la sentencia
que se dicta cuando medie una admisión de hechos es sui generis. En cuanto a
tal exigencia, la Sala de Casación Penal del Tribunal Supremo de Justicia, ha
dejado asentado:
‘…debe cumplir como lo ha dicho la Sala, con el establecimiento
correcto de los hechos constitutivos del delito que se les imputa, los
cuales son admitidos por el imputado, debiéndose precisar las
circunstancias, el bien jurídico afectado y el daño social causado a fin de
aplicar la pena correspondiente’ (Sentencia Nro. 280, dictada en fecha
20 de noviembre de 2006, Exp. Nro. C06-0159, con Ponencia de la
Magistrada Blanca Rosa Mármol).
Se determina en consecuencia, que la Jueza de Mérito aplicó de manera errada
el procedimiento por admisión de hechos, previsto en el artículo 375 del
Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley del Código Orgánico Procesal
Penal, constituyendo tal circunstancia un error in procedendo, que conduce a
la vulneración del principio del Debido Proceso y de la garantía de la Tutela
Judicial Efectiva.
En otro contexto, quienes aquí deciden observan del fallo impugnado, la
existencia de otro in procedendo, como lo es el haber impuesto al acusado una
medida cautelar sustitutiva de libertad, una vez dictado el dispositivo de
condena, precisando en el tercer pronunciamiento del fallo accionado, lo
siguiente:
‘TERCERO: Se modifica la Medida Preventiva Privativa Judicial de
Libertad, y se impone una menos gravosa por cuanto la pena impuesta no
excede de cinco años y por vía de consecuencia se fija la prohibición de
salida del país sin previa autorización del Tribunal y la prohibición de
comunicarse con la adolescente (SE OMITE IDENTIFICACIÓN DE
CONFORMIDAD CON EL ARTÍCULO 60 DE LA CONSTITUCIÓN DE
LA REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA Y DE LA
SENTENCIA NRO. 568, DICTADA EN FECHA 08/05/2012, POR LA
SALA CONSTITUCIONAL DEL TRIBUNAL SUPREMO DE JUSTICIA,
EXPEDIENTE NRO. 11-0855, CON PONENCIA DE LA MAGISTRADA
CARMEN ZULETA DE MERCHÁN), de conformidad con lo previsto en
el artículo 242 numerales 4 y 6 del Código Orgánico Procesal Penal,
asimismo se impone de las medidas de protección y seguridad a favor de
la víctima previstas en el artículo 90 numerales 5 y 6, de la Ley Orgánica
Sobre el Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, referidas
a la prohibición del agresor de acercarse a la víctima, y en
consecuencia, se le prohíbe acercarse al lugar de estudio y residencia de
la adolescente así mismo se le prohíbe por sí mismo o terceras personas
realizar actos de persecución, intimidación o acoso de la mujer agredida
o algún integrante de su familia, hasta tanto, la sentencia quede
definitivamente firme y así lo decida el Tribunal de Ejecución que
corresponda en su debida oportunidad legal” (Folio 252 de la Pieza II
de la causa principal), (Negrillas del Juzgado de Instancia).
De lo anterior se desprende, que la Jueza de Juicio, luego de haber declarado
responsable y culpable al ciudadano ERICK ALEXANDER CAMACHO
HERNANDEZ, por la comisión del delito de ACTO CARNAL, previsto y
sancionado en el primer párrafo del artículo 378 del Código Penal, en
concordancia con la agravante genérica establecida en el artículo 217 de la
Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes, en perjuicio
de la Adolescente (SE OMITE IDENTIFICACIÓN DE CONFORMIDAD CON
EL ARTÍCULO 60 DE LA CONSTITUCIÓN DE LA REPÚBLICA
BOLIVARIANA DE VENEZUELA Y DE LA SENTENCIA NRO. 568, DICTADA
EN FECHA 08/05/2012, POR LA SALA CONSTITUCIONAL DEL TRIBUNAL
SUPREMO DE JUSTICIA, EXPEDIENTE NRO. 11-0855, CON PONENCIA
DE LA MAGISTRADA CARMEN ZULETA DE MERCHÁN), condenándolo a
cumplir la pena de UN (01) AÑO DE PRISIÓN, más las accesorias de ley
establecidas en el artículo 69 ordinales 2° y 3° de la Ley Orgánica Sobre el
Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, en concordancia con el
artículo 16 del Código Penal; modificó la medida de privación judicial
preventiva de libertad que recaía sobre el acusado antes del dictamen de la
sentencia e impuso una menos gravosa, por estimar que la pena impuesta no
excedía de cinco (05) años, decretándole al acusado la prohibición de salida
del país sin previa autorización del Tribunal y la prohibición de comunicarse
con la víctima, fundamentándose en lo previsto en el artículo 242 numerales 4
y 6 del Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley del Código Orgánico
Procesal Penal.
En este sentido, debe necesariamente destacar esta Superioridad, que en el
Proceso Penal Venezolano, las medidas cautelares, en este caso la medida de
privación judicial preventiva de libertad, está dirigida a garantizar las resultas
de un proceso, lo que quiere decir, que tiene un carácter preventivo, puesto que
cumple fines estrictamente cautelares, medida que puede ser impuesta antes
del dictamen de un dispositivo de condena, siempre que exista un hecho
punible, perseguible de oficio, cuya acción no se encuentre evidentemente
prescrita; así como, fundados elementos de convicción para estimar que el o la
acusada, ha sido autor, autora o partícipe en la comisión de un hecho punible;
aunado a la existencia de un riesgo razonable de que el o la acusado evadirá el
proceso y que haya un temor fundado de destrucción u obstaculización de
pruebas o un peligro grave para la víctima, el denunciante o un testigo; por lo
que es preciso que para su dictamen, concurran los presupuestos imperantes
para toda providencia cautelar, como lo son, el fumus boni iuris y el periculum
in mora.  En consecuencia, se establece que su naturaleza es preventiva, de
carácter provisional, cumpliendo una finalidad asegurativa.
Al respecto, es oportuno traer a colación el criterio sostenido por la Sala
Constitucional del Máximo Tribunal de la República, en la Sentencia Nro.
1998, dictada en fecha 22 de noviembre de 2006, con ponencia del Magistrado
Francisco Carrasquero,
[…]
A diferencia de las medidas cautelares (la de privación judicial preventiva de
libertad, prohibición de salida del país sin previa autorización del Tribunal y
la prohibición de comunicarse con la víctima, señaladas por la Jurisdicente en
la sentencia), la pena de prisión, decretada por la Jueza de Instancia al
término del juicio oral realizado al acusado ERICK ALEXANDER CAMACHO
HERNANDEZ, deviene de una sentencia condenatoria, la cual, conlleva el
internamiento del acusado en un establecimiento de reclusión destinado a tal
fin.
Es necesario acotar, que si bien tanto la medida de privación judicial
preventiva de libertad, como la pena de prisión, son corporales, ambas varían
ya que la pena de prisión, es tendente a ‘…reprimir la conducta delictual y
servir de escarmiento al penalmente responsable (más allá de todos los fines
atribuidos a la pena privativa de libertad)’, mientras que la privación judicial
preventiva de libertad ‘en cambio, cumplen una función netamente cautelar,
garantizan las resultas del proceso, son providencias que procuran una justicia
palpable y material’ (Rionero&Bustillos. ‘El Proceso Penal’. Valencia-
Venezuela. Vadell Hermanos Editores. 2006. p: 259).
Ahora bien, partiendo entonces de la naturaleza jurídica y finalidad, de la
medida de privación judicial preventiva de libertad como la pena de prisión,
quienes aquí deciden, consideran que resultan desacertadas y fuera de todo
contexto en este estado procesal, las consideraciones efectuadas por la Jueza
de Instancia de sustituir una medida cautelar por otra, una vez que había
dictado un dispositivo de condena. Por lo que, la Jueza de Juicio una vez
decretada la pena de prisión, debió continuar detenido el acusado, para
garantizar las resultas del fallo condenatorio, sin que ello implicara la
subrogación de la competencia funcional asignada al Juez en Funciones de
Ejecución, quien tiene la competencia para ‘…Todo lo concerniente a la
libertad del penado o penada, las fórmulas alternativas de cumplimiento de
pena, redención de pena por el trabajo y el estudio, conversión, conmutación y
extinción de la pena’, esto es, ejecutar la sentencia (Vid. artículo 471. del
Texto Adjetivo Penal, relativo a la competencia del Juez o Jueza de Ejecución).
En este contexto, la Sala Constitucional del Máximo Tribunal de la República,
sostiene:
[…]
Por lo que, continuar detenido el acusado al finalizar el juicio oral, no
vulneraba principios, garantías y/o derechos constitucionales o procesales, en
el entendido que la Jueza de Juicio, no estaría ejecutando la pena de prisión
decretada, una vez que declaró la responsabilidad penal del acusado, sino que
estaría garantizando las resultas de su dispositivo de condena, como una
potestad del poder cautelar que tiene el o la Jurisdicente [sic], sin que ello se
traduzca en la ejecución anticipada de la pena, ya que en materia de ejecución
de las medidas, es el Juez o la Jueza en Funciones de Ejecución, quien debe
vigilar que éstas se cumplan dentro de los parámetros fijados por el Legislador
y la Legisladora, esto es, que los y las Jurisdicentes  [sic]  deben ser garantes
en cuanto a los lineamientos y normativas adoptados en la ley para tal
cumplimiento; en consecuencia, esta Corte Superior ordena la aprehensión del
ciudadano ERICK ALEXANDER CAMACHO HERNANDEZ, venezolano,
titular de la cédula de identidad Nro. V.- 7.738.428, de 30 años de edad, hijo
de la ciudadana Carmen Hernández y del ciudadano Luís Camacho,
domiciliado en la urbanización ‘La Pomona’, Sector ‘El Pinar’, Edificio Pino
Cembro II, Apartamento PBC, Parroquia Manuel Dagnino, Municipio
Maracaibo del estado Zulia.
Finalmente, no puede pasar por alto esta Corte Superior, lo decidido por la
Jueza de Juicio, en la audiencia efectuada en fecha 24 de mayo de 2016,
cuando una vez constituida en la Sala de audiencias, dictó la parte dispositiva
del fallo, a lo cual la Representación Fiscal solicitó la palabra y expuso:
‘Vista la decisión emitida por el tribunal a su digno cargo, no comparte el
criterio de cambio de calificación, ejerce recurso de apelación, de acuerdo a lo
previsto en el artículo 111 ordinales 2, 3 y 4 del artículo 112 de la Ley
Orgánica sobre (sic) el Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia;
en relación a lo establecido en el artículo 430 parágrafo único del Código
Orgánico Procesal Penal, aplicable por remisión del artículo 67 de la ley
especial (sic), anuncio (sic) el recurso de apelación en contra de la sentencia
de esta misma fecha, por lo cual me acojo en el lapso establecido para la
fundamentación y presentación formal del mismo’ (Folio 171 de la Pieza II de
la causa principal).
Para decidir la Jurisdicente [sic], lo siguiente:
‘Se ratifica la medida cautelar dictada anteriormente a favor del penado
ERICK ALEXANDER CAMACHO HERNANDEZ sustitutiva a la privativa de
libertad, establecida en el artículo 242 ordinales 4 y 6 del Código Orgánico
Procesal Penal; el delito no se encuentra dentro de los establecidos en el
parágrafo primero del artículo 430 del Código Orgánico Procesal Penal, se
condenó por un hecho admitido de acto carnal consentido; el hecho punible
contiene una pena privativa de libertad menor de tres años en su límite máximo
y el imputado carece de antecedentes penales. Asimismo, la representación
fiscal (sic) no fundamenta ni demuestra la corporeidad material del hecho por
el cual se condena al acusado de autos para que merezca pena privativa de
libertad; libertad que opera desde esta sala de juicio, cónsona con el principio
establecido en los artículos 44.1 Constitucional y 9 del Código Orgánico
Procesal Penal. Es inconstitucional hacer extensivo el efecto suspensivo
recogido en el parágrafo del artículo 430 ejusdem. Hay que resaltar, que el
artículo 44 numeral 5 de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela establece expresamente que: ‘Ninguna persona continuará en
detención después de dictada orden de excarcelación por la autoridad
competente o una vez cumplida la pena impuesta’, manteniendo así el espíritu
del Código Orgánico Procesal Penal y del Principio de Primacía
Constitucional. El artículo 439 del Código Orgánico Procesal Penal, establece
que la interposición de un recurso suspenderá su ejecución salvo que
expresamente se disponga lo contrario, aunado al hecho que el artículo 44.1 de
la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela establece que
ninguna persona puede estar detenida sin una orden judicial y dado que esta
juzgadora ha acordado medidas cautelares de libertad que se ejecutan desde la
misma sala de juicio dada la naturaleza de las mismas, este derecho
constitucional a la libertad está por encima del derecho que tiene el Ministerio
Público de impugnar, además existen múltiples maneras de perseguir al
acusado y asegurar que éste no evada las finalidades del proceso; de igual
manera ha sido señalado en decisión de la Sala Constitucional con ponencia
del Magistrado Pedro Rafael Rondon Haaz, de fecha 31/07/2009, en la cual
señala  [sic]  ‘En todo caso y sin perjuicios de las razones que puedan ser
expresadas a favor de la constitucionalidad del artículo 439 del Código
Orgánico Procesal Penal, la sala estima que es pertinente, para efecto futuros,
la expresión de la advertencia de que en el proceso penal que se encamina,
dicha disposición legal no era impeditiva de la ejecución inmediata del decreto
judicial de sometimiento de los imputados a medida cautelar sustitutiva de la
privación de libertad personal. En efecto …./… resulta incontrastable
conclusión de que la antes citada disposición legal no constituye una regla
absoluta porque la misma admite expresamente excepciones, una de las cuales
es justamente, la que, en materia de apelación contra autos, preceptuó el
mismo Código Orgánico Procesal Penal en su artículo 449…’ (Subrayado del
Tribunal) así pues, el Tribunal conforme a lo previsto en el artículo 5 del
Código Orgánico Procesal Penal en relación con el 44 numeral 1 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, acuerda que se ejecute
la decisión de medida cautelar dictada en sala y ordena la remisión del
recurso de apelación interpuesto por la Fiscal Trigésima Tercera del
Ministerio Público a la Corte de Apelaciones de este Circuito Judicial Penal y
sede...’ (Folios 171 y 172 de la Pieza II de la causa principal), (Subrayado del
Juzgado de Instancia).
De lo transcrito supra, se observa que la Vindicta Pública interpuso recurso de
apelación de sentencia con efecto suspensivo, de conformidad con lo
establecido en el artículo 430 del Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley
del Código Orgánico Procesal Penal, decidiendo la Jurisdicente que el delito
por el cual fue condenado el acusado de actas, no se encuentra previsto en el
parágrafo primero del citado artículo 430 del Texto Adjetivo Penal, por cuanto
se trata del tipo penal de Acto Carnal Consentido; el cual prevé una pena
privativa de libertad menor de tres años en su límite máximo y el acusado no
posee antecedentes penales, aunado a ello, el Ministerio Público no
fundamentó ni demostró la corporeidad material del hecho por el cual se
condenó al acusado para que mereciera pena privativa de libertad.
Ahora bien, establece el artículo 430 del citado Texto Adjetivo Penal, lo
siguiente:
[…]
De la citada norma legal, se colige que la interposición de un recurso de
apelación, suspenderá la ejecución de la decisión, no obstante, cuando se trate
de un pronunciamiento judicial que otorgue la libertad al imputado, la
interposición del recurso no suspende la ejecución del fallo, a menos que se
trate de los delitos expresamente establecidos por el Legislador, como lo son el
Homicidio Intencional; Violación; los delitos que atentan contra los bienes
jurídicos tutelados por el legislador relativos a la libertad, integridad e
indemnidad sexual de niños, niñas y adolescentes; Secuestro, Corrupción, que
causen grave daño al Patrimonio Público y la Administración Pública; Tráfico
de Drogas de mayor cuantía; Legitimación de Capitales; Contra el Sistema
Financiero y Delitos Conexos; con multiplicidad de víctimas, Delincuencia
Organizada, violaciones graves a los Derechos Humanos, Lesa Humanidad,
delitos graves contra la Independencia y la Seguridad de la Nación y Crímenes
de Guerra.
En este sentido, si bien el tipo penal por el cual fue condenado el acusado de
autos, no lo prevé expresamente el Legislador en la norma señalada, esta Sala
debe aclarar que dicho delito atenta contra los bienes jurídicos tutelados
relativos a la libertad, integridad e indemnidad sexual de niños, niñas y
adolescentes, por ello, debe entenderse como incluido en la excepción de los
delitos previstos en el artículo 430 del Texto Adjetivo Penal, referido al efecto
suspensivo del recurso de apelación.
Cabe destacar, que estamos en presencia de una Jurisdicción Especializada, en
consecuencia, el Estado tiene la obligación de adoptar las medidas
administrativas, legislativas y judiciales necesarias para asegurar el
cumplimiento de la Ley Especial y garantizar los derechos humanos de las
mujeres víctimas de violencia. En este sentido la Ley Orgánica Sobre el
Derecho de las Mujeres a Una Vida Libre de Violencia, específicamente a su
artículo 1, se estatuye como un instrumento garantista y protector de los
Derechos y Garantías del género femenino, y a su tenor señala:
[…]
Por otra parte, encontramos que tal texto adjetivo en el artículo 3.4, resguarda
la protección de víctima, en los siguientes términos:
[…]
Por ello, la consecuencia de tal protección, el proceso penal en materia
especializada, necesita caminar en sintonía a un conjunto complementario de
medidas jurídicas que conlleva una cautelosa utilización de esos derechos de
la mujer, como eje primordial de tal Ley. En este contexto, la Jurisprudencia
Constitucional ha señalado que ‘…los jueces y operadores jurídicos en
general, en materia de género, deben abandonar los tradicionales esquemas
del sistema social patriarcal y androcéntrico imperante, de las creencias,
comportamientos, roles, expectativas y atribuciones que sustentan a dicho
sistema, así como la discriminación y violencia contra las mujeres en general,
y adoptar fielmente el régimen especial de protección a favor de las mujeres,
en pro de la justicia social, pues de lo contrario se estaría vulnerando la
integridad física y moral de quien demanda esa protección especial…’.
(Sentencia Nro. 486, dictada en fecha 24 de mayo de 2010, por la Sala
Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, con ponencia del Magistrado
Arcadio Delgado Rosales).
En congruencia con lo expuesto, esta Sala de la Corte de Apelaciones,
considera menester destacar en este punto, el criterio jurisprudencial adoptado
por el Tribunal Supremo de Justicia, con relación al efecto suspensivo del
recurso de apelación en esta Jurisdicción Especializada, previsto en la Norma
Procesal Penal y en este sentido se observa:
[…]  (Sentencia Nro. 331, dictada en fecha 02 de mayo de 2016, Exp.
Nro. 02-16-0069, por la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de
Justicia, con ponencia de la Magistrada carmen [sic] Zuleta de
Merchán).
Por ello, cónsono con los criterios legales y jurisprudenciales antes expuestos,
esta Corte Superior, declara que en caso concreto era procedente en derecho
en esta Jurisdicción Especializada, la interposición del recurso de apelación
de autos, con efecto suspensivo, en atención al artículo 430 del Decreto con
Rango Valor y Fuerza de Ley del Código Orgánico Procesal Penal.
De todo lo anterior se colige, que la Jueza de Mérito subvirtió el proceso, al
tramitar el procedimiento por admisión de hechos, la calificación jurídica en el
decurso del juicio y otorgar medidas cautelares de manera contraria al
propósito del Legislador; esto es, que con su actuar creó un desorden procesal.
Sobre esta figura, el Tribunal Supremo de Justicia, en la Sentencia Nro. 807,
dictada en fecha 28 de julio 2010, por la Sala Constitucional, con ponencia de
la Magistrada Carmen Zuleta de Merchán, ha referido:
[…]
Así las cosas, lo procedente en el caso concreto, es dejar sin eficacia jurídica
el fallo impugnado, ya que éste fue pronunciado obviándose procedimientos
que debieron realizarse en el transcurso del juicio oral de obligatorio
cumplimiento por mandato legal.
Visto así, al haber una transgresión de garantías y principios constitucionales,
para cualquiera de las partes, la consecuencia directa es la nulidad de dicho
acto, así como de los subsiguientes, a aquel donde se configuró el mismo, ya
que el legislador, ha dejado establecido que de existir una vulneración de
derechos y garantías previstos en la Constitución de la República Bolivariana
de Venezuela, ha de procederse inmediatamente a la nulidad del acto que lo
produjo, para así poder sanear el mismo.
Debe entenderse entonces, que la nulidad ha de manifestarse como efecto de
una lesión esencial al acto procesal, ello en atención a lo expuesto en el
artículo 174 del Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley del Código
Orgánico Procesal Penal, donde se establece que no podrá fundarse una
decisión judicial, ni utilizar como presupuesto para ella, los actos cumplidos
‘…en contravención a las normas que prevé el Código, la Constitución
Venezolana, las leyes tratados y convenios suscritos por la República’, esto es,
que estaríamos en presencia de una evidente declaratoria de nulidad absoluta.
Asimismo, el artículo 175 del referido Código Penal Adjetivo, prevé que serán
consideradas nulidades absolutas las que impliquen inobservancia o violación
de derechos y garantías fundamentales previstas en dicho código y en la
Constitución.
Constatándose en consecuencia, la conculcación de garantías y principios
constitucionales, debe concluirse en la declaratoria de la nulidad absoluta de
tales actos, de conformidad con lo establecido en los artículos 174, 175, 179 y
180 del Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley del Código Orgánico
Procesal Penal, por ser violatorio de los artículos 26 y 49 de la Constitución
de la República Bolivariana de Venezuela.
En consecuencia, en el caso concreto, el decreto de nulidad absoluta dictado
por esta Sala de la Corte de Apelaciones, está referido a:
1) La Sentencia Nro. 12-2016, dictada en fecha 27 de Junio de 2016, por el
Juzgado Segundo de Primera Instancia en Funciones de Juicio del Circuito
Judicial Con Competencia en Delitos de Violencia Contra Las Mujeres de la
Circunscripción Judicial del estado Zulia.
2) Todos los actos subsiguientes a la Sentencia Nro. 12-2016, dictada en fecha
27 de Junio de 2016, por el Juzgado de Instancia.
En tal sentido, se repone la presente causa, al estado de ordenarse la
aprehensión del ciudadano ERICK ALEXANDER CAMACHO HERNANDEZ,
venezolano, titular de la cédula de identidad Nro. V.- 7.738.428, de 30 años de
edad, hijo de la ciudadana Carmen Hernández y del ciudadano Luís Camacho,
domiciliado en la urbanización “La Pomona”, Sector “El Pinar”, Edificio
Pino Cembro II, Apartamento PBC, Parroquia Manuel Dagnino, Municipio
Maracaibo del estado Zulia; ordenando la realización de un nuevo juicio oral,
ante un Juez o Jueza en funciones de Juicio Con Competencia en Delitos de
Violencia Contra Las Mujeres de la Circunscripción Judicial del estado Zulia,
distinto a quien dictó el fallo anulado, conforme lo establecen los artículos 425
y 449 del Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley del Código Orgánico
Procesal Penal, aplicados por remisión del artículo 64 de la citada Ley
Especial de Género; para brindar seguridad jurídica a las partes intervinientes
en el proceso y preservar los derechos, garantías y principios constitucionales
que les asisten, ello en atención al artículo 425 del Decreto con Rango, Valor y
Fuerza de Ley del Código Orgánico Procesal Penal. Así se decide.
OBSERVACIÓN: Genera preocupación a esta Alzada y no puede pasar por
alto, el proceder por parte del Juzgado de Instancia, al invisibilizar a la
víctima en un proceso penal, donde se prevé la protección al género femenino
del maltrato y la violencia ejercida en su contra y quien espera del Estado, una
debida aplicación, sin dilaciones indebidas, de aquellos medios que permitan,
prevenir, sancionar y erradicar dicha violencia de género; así mismo se
evidencia que la Jueza desacató el criterio jurisprudencial, emanado del
Máximo Tribunal de la República, fuente de nuestro derecho positivo, relativo
al efecto suspensivo en virtud de la interposición de un recurso de apelación de
sentencia y en cuanto al procedimiento por admisión de hechos (Vid. Sentencia
Nro. 331, dictada en fecha 02 de mayo de 2016, Exp. Nro. 02-16-0069, por la
Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, con ponencia de la
Magistrada carmen [sic] Zuleta de Merchán y la Sentencia Nro. 1066, dictada
en fecha 10 de agosto de 2015, Exp. Nro. 14-1292, con ponencia de la
Magistrada Carmen Zuleta de Merchán, con carácter vinculante).
Por ello, esta Alzada procede a realizar llamado de atención al Órgano
Jurisdiccional de Primera Instancia, para que en futuras decisiones, sea
cuidadoso al momento de dictar las decisiones; por cuanto constituye un deber
para los Jueces y Juezas de la República, al momento de pronunciar los fallos,
que éstos cumplan con los requerimientos de Ley y evitar que errores y/u
omisiones constituyan impunidad, en consecuencia se insta al Juzgado a quo,
para que en futuras ocasiones, garantice lo previsto en el artículo 26 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela; atinente a la Tutela
Judicial Efectiva, que debe imperar en todo proceso. Así se decide”.
 
 
 
III
DE LA COMPETENCIA
 

Pasa la Sala a pronunciarse sobre la competencia para conocer de la presente acción


de amparo constitucional. En este sentido, se observa que el artículo 4 de la Ley Orgánica
de Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales y el artículo 25.20 de la Ley
Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia establecen que esta Sala tiene la competencia
para conocer de las demandas de amparo constitucional autónomo contra las decisiones que
dicten los juzgados superiores de la República, con excepción de las demandas de amparo
constitucional que se incoen contra los fallos de los Juzgados Superiores en lo Contencioso
Administrativo.
Ello así, esta Sala considera que, en el caso concreto, resulta aplicable el
mencionado criterio atributivo de competencia, por cuanto la demanda de amparo bajo
examen está dirigida contra una decisión dictada por la sección de adolescentes de una
Corte de Apelaciones con Competencia en Materia de Delitos de Violencia contra la
Mujer. En consecuencia, la competencia para conocer de la presente demanda le
corresponde a esta Sala Constitucional. Así se declara.

 
IV
CONSIDERACIONES PARA DECIDIR
 

1. Previo al conocimiento del fondo del asunto plateado, esta Sala observa que la
presente pretensión de amparo constitucional cumple con los requisitos contemplados en el
artículo 18 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales.
Asimismo, se estima que esta acción de amparo no se encuentra incursa en las causales de
inadmisión previstas en el artículo 6 eiusdem, así como tampoco en las causales señaladas
en el artículo 133 de la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia. Así se declara.

2. En materia de amparo constitucional contra decisiones judiciales, esta Sala ha


reiterado el siguiente criterio:
“Para la procedencia de la acción de amparo contra actos jurisdiccionales,
deben concurrir las siguientes circunstancias: a) que el Juez, de quien emanó
el acto supuestamente lesivo, incurra en usurpación de funciones o abuso de
poder (incompetencia sustancial); y b) que tal abuso de poder ocasione
violación a un derecho constitucional, lo que implica que no es impugnable
mediante amparo aquella decisión que simplemente desfavorece a un
determinado sujeto procesal. Con el establecimiento de tales extremos de
procedencia se ha pretendido evitar la interposición de solicitudes de amparo,
con el propósito de que se reabra un asunto que ha sido resuelto judicialmente,
en perjuicio de la inmutabilidad de la decisión definitivamente firme; y, por
otra parte, para que la tutela constitucional no se convierta en sucedánea de
los demás medios procesales (ordinarios y extraordinarios) existentes”
(sentencia n.° 213 del 9 de abril de 2014).
 

En este sentido, hay que determinar, en primer lugar, si la sentencia objeto del
presente amparo constitucional (emanada de la Corte de Apelaciones, Sección
Adolescentes, con Competencia en Materia de Delitos de Violencia contra la Mujer del
Circuito Judicial Penal de la Circunscripción Judicial del Estado Zulia el día 23 de agosto
de 2016, en el expediente n.° VP03-R-2016-000827, según la nomenclatura de dicha corte
de apelaciones) fue dictada por el tribunal actuando fuera de su competencia constitucional
(ya sea porque incurrió en usurpación de funciones o porque incurrió en extralimitación o
abuso de poder) y en segundo lugar, que tal incompetencia hubiere violado un derecho
constitucional.

3. Habría usurpación de funciones cuando un juez asume y ejerce una función que
constitucionalmente corresponde a otro órgano del Poder Público, vicio que no se encuentra
denunciado en la presente acción de amparo constitucional ni esta Sala observa que se
hubiere materializado, porque la sentencia objeto de la presente acción de amparo dictó una
decisión que se encuentra dentro de las competencias que son propias y exclusivas del
Poder Judicial. 

4. En relación con la extralimitación o abuso de poder, entendida como una


actuación fuera de la competencia del tribunal, se presenta cuando mediante un acto judicial
el órgano jurisdiccional hace un uso desmedido o arbitrario de sus atribuciones.

Preliminarmente, esta Sala observa que el accionante fue sometido a juicio por un
delito contra la libertad e indemnidad sexual previsto en los artículos 260; 259, primer
aparte, y 217 de la Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes,
concatenados con el artículo 99 del Código Penal, en perjuicio de una ciudadana
adolescente [se omite identificación de conformidad con el parágrafo segundo del artículo
53 de la Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes], de 15 años de
edad, es decir, una persona que se encuentra en la adolescencia. Asimismo, se observa que
el accionante fue juzgado en primera y segunda instancia por tribunales especializados en
violencia contra la mujer. Al respecto, el artículo 259, último aparte, de la Ley Orgánica
para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes señala que si el autor del abuso sexual es
un hombre mayor de edad, como es el caso del accionante, y la víctima es una niña,
conocerán los tribunales especiales previstos en la Ley Orgánica sobre el Derecho de la
Mujeres a una Vida Libre de Violencia.
Como se puede advertir, en la mencionada disposición legal el legislador ha
señalado que el fuero de atracción que ejercen los tribunales especializados en materia de
violencia contra la mujer opera cuando la víctima sea niña, con lo cual excluye de la
aplicación de tal fuero de atracción a los procedimientos penales por abuso sexual cuando
la víctima sea adolescente y del sexo femenino, como es el caso de autos. Sin embargo, en
virtud de lo señalado por esta Sala en sentencia n.° 1959, del 15 de diciembre de 2011, el
legislador atribuyó la competencia para conocer del delito de abuso sexual a adolescente a
los tribunales especiales de violencia contra la mujer.

En lo que se refiere al fondo del asunto planteado, se observa que el 24 de mayo de


2016, durante el transcurso de la décima quinta audiencia de juicio oral seguido al
ciudadano Erick Alexander Camacho Fernández, por la presunta comisión del delito de
abuso sexual a adolescente agravado y continuado, previsto en el artículo 260 y primer y
último aparte del artículo 259 de la Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y
Adolescentes, en concordancia con lo previsto en el artículo 217, eiusdem, y con lo
señalado en el artículo 99 del Código Penal, la jueza advirtió al acusado la posibilidad de
una nueva calificación jurídica. En efecto, la jueza de juicio señaló que la nueva
calificación jurídica de los hechos que habían sido ventilados en el transcurso de la
audiencia de juicio era la siguiente: “ACTO CARNAL CONSENTIDO CON
ADOLESCENTE, previsto y sancionado en el primer párrafo [sic] del artículo 378 del
Código Penal en concordancia con la  AGRAVANTE GENÉRICA  establecida en el
artículo 217 de la Ley Orgánica para La Protección de Niñas, Niños y Adolescentes”.
Seguidamente, la jueza declaró cerrada la recepción de la pruebas testimoniales y
documentales.

El Ministerio Público manifestó en la misma audiencia de juicio que el elemento del


consentimiento de la víctima a la realización de los actos sexuales, surgido del debate,
conduce a estimar que la calificación jurídica correcta de los hechos era el delito de acto
carnal con víctima especialmente vulnerable, previsto en el artículo 44.2 de la Ley
Orgánica Sobre el Derecho de las Mujeres a Una Vida Libre de Violencia y, en este
sentido, solicitó al juzgado de juicio que otorgue el lapso legal para promover pruebas. La
jueza de juicio ratificó el cambio de calificación jurídica, en virtud de lo previsto en el
artículo 333 del Código Orgánico Procesal Penal, que ella había anunciado por el delito de
acto carnal consentido con adolescente, previsto en el encabezamiento del artículo 378 del
Código Penal, en concordancia con la agravante genérica establecida en el artículo 217 de
la Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes.

Seguidamente, la defensa solicitó a la jueza de juicio lo siguiente: “Ya que han


variado las circunstancias, solicito se otorgue la libertad y pase la causa a un juez de
ejecución”. Frente a esta solicitud, el Ministerio Público se pronunció en el siguiente
sentido: “Esta representación fiscal apela con efecto suspensivo…”. 

Luego, en la misma audiencia de juicio, la jueza informó al acusado respecto del


procedimiento de admisión de los hechos, previsto en el artículo 375 del Código Orgánico
Procesal Penal. En este sentido, el acusado Erick Alexander Camacho Hernández solicitó la
aplicación del mencionado procedimiento señalando lo siguiente: “Admito los hechos por
el delito de ACTO CARNAL CON ADOLESCENTE […] con la AGRAVANTE
GENÉRICA…”.

Finalmente, la jueza de juicio decidió, en primer lugar, declarar el recurso de


apelación interpuesto por el Ministerio Público como extemporáneo, porque hasta ese
momento aún el órgano jurisdiccional no había emitido ningún pronunciamiento sobre la
libertad del acusado y, a continuación, señaló que “Dada la complejidad de las actas, se
leerá la parte dispositiva de dicha sentencia, de conformidad con lo establecido en el
tercer aparte del artículo 110 Literal […] e de la Ley Orgánica sobre el Derecho de las
Mujeres a una Vida Libre de Violencia y se publicará el cuerpo íntegro de la sentencia
definitiva en el término establecido en el último aparte del artículo antes mencionado de la
referida ley”. En estos términos, la jueza de juicio declaró cerrado el debate y procedió a
leer la parte dispositiva de la sentencia, en la que condenó al acusado a cumplir la pena de
un año de prisión por la comisión del delito de “acto carnal” agravado, previsto en el
encabezamiento del artículo 378 del Código Penal y el artículo 217 de la Ley Orgánica para
la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes, además del cumplimiento de las penas
accesorias previstas en el artículo 69.2.3 de la Ley Orgánica Sobre el Derecho de las
Mujeres a una Vida Libre de Violencia y en el artículo 16 del Código Penal. Asimismo, se
ordenó al condenado a cumplir el programa de orientación ante el equipo multidisciplinario
o el organismo que este equipo determine, a partir del día 30 de mayo de 2016, para que le
promuevan cambios culturales y le incentiven valores de respeto e igualdad entre hombres
y mujeres, a fin de evitar reincidencias, durante un año, en virtud de lo previsto en el
artículo 70 de la Ley Orgánica Sobre el Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de
Violencia. También, la jueza de juicio modificó la medida de privación judicial preventiva
de libertad al imponer otra medida menos gravosa, “por cuanto la pena impuesta no excede
de cinco años y por vía de consecuencia se fija la prohibición de salida del país sin previa
autorización del Tribunal y la prohibición de comunicarse con la adolescente [se omite
identificación de conformidad con el parágrafo segundo del artículo 53 de la Ley Orgánica
para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes] […], asimismo se impone […]  la
prohibición del agresor de acercarse a la víctima, y en consecuencia, se le prohíbe
acercarse al lugar de estudio y residencia de la adolescente así mismo se le prohíbe por
si [sic] mismo o terceras personas realizar actos de persecución, intimidación o acoso de
la mujer agredida o algún integrante de su familia hasta tanto, la sentencia quede
definitivamente firme y así lo decida el Tribunal de Ejecución…”.

Frente a este pronunciamiento, el Ministerio Público, en la misma audiencia de


juicio, expuso que no compartía el cambio de calificación jurídica a los hechos y anunció el
recurso de apelación contra la decisión leída. La defensa, por su parte, replicó que la pena a
imponer era de un año y el condenado ya llevaba detenido preventivamente 11 meses, por
lo que el efecto suspensivo del recurso de apelación no era procedente, así como que la
calificación jurídica del hecho no se encuentra dentro de las excepciones previstas en el
parágrafo único del artículo 430 del Código Orgánico Procesal Penal. El órgano
jurisdiccional decidió que ratificaba la sustitución de la medida judicial de privación de
libertad medida cautelar, aduciendo que el delito por el que fue condenado el acusado no se
encontraba dentro del elenco de delitos previstos en el parágrafo único del artículo 430 del
Código Orgánico Procesal Penal. En este sentido, la jueza de juicio señaló, entre otras
consideraciones, lo siguiente: “Se condenó por un hecho admitido de acto carnal
consentido; el hecho punible contiene una pena privativa de libertad de tres años en su
límite máximo y el imputado carece de antecedentes penales. Asimismo, la representación
fiscal no fundamenta ni demuestra la corporeidad material del hecho por el cual se
condena al acusado de autos para que merezca pena privativa de libertad; libertad que
opera desde esta sala de juicio, cónsona con el principio establecido en los artículos 44.1
Constitucional [sic] y 9 del Código Orgánico Procesal Penal…”. Por último, la jueza de
juicio ordenó remitir el expediente a la respectiva corte de apelaciones, para la tramitación
del recurso de apelación interpuesto.

La sentencia recurrida en amparo constitucional señaló en su motivación jurídica


que la jueza de juicio vulneró el principio de congruencia entre acusación y sentencia,
porque procedió a modificar la calificación jurídica de los hechos atribuidos al acusado y
que habían sido establecidos tanto en la acusación fiscal como en el auto de apertura a
juicio, sin suspender el debate para la promoción de nuevas pruebas.

Esta Sala debe recordar que, por un lado, la calificación jurídica señalada en el
referido auto de apertura a juicio es provisional según lo prevé el contenido del artículo
314.2 del Código Orgánico Procesal Penal, es decir, la calificación jurídica no es definitiva
ni vinculante, por lo que el órgano jurisdiccional en fase de juicio, en virtud del
principio iura novit curia, tiene la potestad de advertir al acusado o acusada, durante el
transcurso del debate y hasta el momento inmediatamente después de terminada la
recepción de pruebas, de la posibilidad de una nueva calificación jurídica distinta a la
señalada en el mencionado auto de apertura a juicio, según se desprende del contenido del
artículo 333 eiusdem. Ahora bien, como se lee en esta disposición procesal, el juez o la
jueza de juicio debe recibir nueva declaración del acusado o acusada e informar a las partes
que tienen el derecho a pedir la suspensión del juicio para ofrecer nuevas pruebas o
preparar la defensa.

Sin embargo, la jueza de juicio, a pesar de que el Ministerio Público había solicitado
expresamente la suspensión del juicio dado el cambio de calificación jurídica, procedió a
aplicar el procedimiento especial por admisión de los hechos, previsto en el artículo 375 del
Código Orgánico Procesal Penal.

Surge entonces la interrogante sobre si acaso era posible procesalmente la


aplicación del procedimiento por admisión de los hechos al final o durante la recepción de
pruebas en la fase de juicio oral. La respuesta no puede ser otra que negativa, toda vez que
la oportunidad procesal para la concreción de la admisión de los hechos por parte del
procesado es desde la audiencia preliminar —una vez admitida la acusación— hasta antes
de la recepción de pruebas, en la fase de juicio; así se desprende de lo señalado en el
artículo 375 del Código Orgánico Procesal Penal. Es decir, la aplicación del procedimiento
por admisión de los hechos durante la recepción de las pruebas, en la fase de juicio oral, es
extemporánea. Además, el procedimiento especial por admisión de los hechos supone que
el acusado reciba una rebaja de la cantidad de pena, a cambio de que renuncie
voluntariamente al derecho a un juicio y evite al Estado el costo del desarrollo de un
proceso judicial, extremos que no se podrían alcanzar si se aplicara dicho procedimiento
especial después de recibida la prueba, cuando el juicio oral ya se encuentra avanzado y no
se le evita costo alguno al Estado. 

De tal manera que, en virtud de lo dispuesto en el artículo 333 del Código Orgánico
Procesal Penal, el órgano jurisdiccional, al advertir la posibilidad de un cambio de la
calificación jurídica, debe recibir nueva declaración al acusado e informar a las partes que
tendrán derecho a pedir la suspensión del juicio para ofrecer nuevas pruebas o preparar la
defensa. En el caso concreto, a pesar de que el Ministerio Público reconoció que pudo
haber consentimiento de la víctima, tenía derecho a ofrecer nuevas pruebas para acreditar si
tal consentimiento se encontraba viciado, o la vulnerabilidad de la persona que prestó el
consentimiento. De esta manera, esta Sala señala que la Corte de Apelaciones, Sección
Adolescentes, con Competencia en Materia de Delitos de Violencia contra la Mujer del
Circuito Judicial Penal de la Circunscripción Judicial del Estado Zulia no actuó fuera de su
competencia ni usó de modo arbitrario sus atribuciones al dictar la sentencia n.° 007-16 del
día 23 de agosto de 2016. Así se declara.

5. En relación con lo señalado por el accionante en su pretensión, relacionado con


que la confesión es una manifestación del derecho a la defensa, esta Sala observa que el
derecho al debido proceso, previsto en el artículo 49 de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela, comprende el derecho de toda persona a ser oída en cualquier
clase de proceso, lo que se encuentra reconocido en el artículo 49.3 eiusdem. Este derecho
se reconoce como una barrera de contención de todas las personas frente a la posibilidad de
juzgamientos en los que el procesado no sea oído, o sí sea oído pero sin las garantías
debidas o fuera de los plazos razonables. No se desprende de las actuaciones que
acompañan la solicitud de amparo constitucional que el procesado Erick Alexander
Camacho Fernández no fuera oído o que sí fuere oído pero sin las garantías debidas o fuera
de los plazos razonables establecidos en la normativa procesal penal.

La confesión no está prevista como un medio de prueba en el Código Orgánico


Procesal Penal, pero ello no impide que el acusado pueda reconocer su intervención en el
hecho antijurídico que se le imputa y que esta declaración sea objeto de examen por parte
del órgano jurisdiccional, en el sentido de que se verifique su verosimilitud al considerar el
resto del acervo probatorio, lo que será apreciado por el juez o la jueza de juicio según la
libre convicción, sana crítica o crítica racional, en virtud de lo señalado en el artículo 22 del
Código Orgánico Procesal Penal. Así, la confesión del acusado no está exenta de ser
apreciada por el órgano decisor siguiendo las máximas de experiencia, las reglas de la
lógica y los conocimientos científicos.

En el caso de autos, el ciudadano Erick Alexander Camacho Fernández no procedió


a aportar un medio de prueba para que sea vinculado a otros medios de prueba para así
llegar a una sentencia condenatoria, sino que el mencionado ciudadano declaró con la
finalidad de ser beneficiado con una reducción de pena frente a la posibilidad ofrecida por
la jueza de juicio al aplicar el procedimiento por admisión de los hechos de forma
extemporánea, como antes se señaló. Por lo tanto, el reconocimiento de los hechos
efectuado por el acusado corre la misma suerte del procedimiento especial, extemporáneo,
en el que se efectuó, es decir, es nulo. Y esta nulidad no viene dada por una limitación
indebida al derecho a ser oído, sino porque se realizó en un marco procesal que no tiene
ninguna validez, ni formal ni material. Por lo tanto, la Corte de Apelaciones, Sección
Adolescentes, con Competencia en Materia de Delitos de Violencia contra la Mujer del
Circuito Judicial Penal de la Circunscripción Judicial del Estado Zulia no vulneró el
mencionado derecho al accionante mediante la decisión n.° 007-16 del día 23 de agosto de
2016.

            El accionante señaló, asimismo, que la presunta agraviante anuló indebidamente la


medida cautelar menos gravosa que había dictado la jueza de juicio, después de haber
aplicado el procedimiento por admisión de los hechos, con lo cual se habrían vulnerado
derechos constitucionales, tales como el debido proceso, el derecho a la defensa y el
derecho a la libertad personal, así como principios como el de inmediación, progresividad y
reinserción social. En este sentido, esta Sala observa que en virtud de lo previsto en el
artículo 375 del Código Orgánico Procesal Penal, luego de que la persona juzgada admita
los hechos objeto del proceso, el tribunal debe proceder a la imposición inmediata de la
pena, siguiendo las directrices señaladas en el segundo aparte de dicha disposición procesal.
Es decir, no cabe la revisión de la medida cautelar que había sido impuesta al procesado,
pues la finalidad de aseguramiento de estas medidas se alcanza con la imposición inmediata
de la pena luego de admitidos los hechos en tal procedimiento especial. Por lo tanto, tal
como lo señaló la presunta agraviante en la sentencia recurrida en amparo constitucional, en
un hipotético procedimiento por admisión de los hechos el juzgado de juicio debió haber
condenado al procesado o procesada e imponerle la pena, para luego dejar que el régimen
de ejecución de esta lo ejerza el órgano jurisdiccional competente.

En el supuesto que nos ocupa, esta Sala ya señaló en este fallo que el procedimiento
por admisión de los hechos se aplicó extemporáneamente, por lo que todo lo ocurrido en su
seno y sus consecuencias están viciadas de nulidad, por lo que tampoco son susceptibles de
violar derechos del accionante.

Por lo tanto, vistos los extremos expresados en la pretensión de amparo


constitucional, esta Sala estima que la Corte de Apelaciones, Sección Adolescentes, con
Competencia en Materia de Delitos de Violencia contra la Mujer del Circuito Judicial Penal
de la Circunscripción Judicial del Estado Zulia, en su decisión n.° 007-16 del día 23 de
agosto de 2016, no actuó con extralimitación en sus funciones o atribuciones, no abusó de
poder ni usurpó funciones, con lo cual debe desestimarse la pretensión, incluso in limine
litis, pues resulta inoficioso y contrario a los principios de celeridad y economía procesal,
que se sustancie un procedimiento cuyo único resultado final sea la declaratoria de la
improcedencia de la pretensión. En consecuencia, debe esta Sala declarar sin lugar la
acción de amparo constitucional interpuesta por el ciudadano Erick Alexander Camacho
Fernández contra el referido fallo. Así se decide.
En virtud de lo anterior, esta Sala ordena que se cumpla lo dispuesto en la parte
dispositiva de la sentencia recurrida en amparo constitucional. Así se declara.

 
V
DECISIÓN
 
Por las razones expuestas, esta Sala Constitucional del Tribunal Supremo de
Justicia, administrando justicia en nombre de la República y por autoridad de la ley,
declara IMPROCEDENTE IN LIMINE LITIS la acción interpuesta por el
ciudadano ERICK ALEXANDER CAMACHO FERNÁNDEZ contra la sentencia n.°
007-16, del 23 de agosto de 2016, dictada por la Corte de Apelaciones, Sección
Adolescentes, con Competencia en Materia de Delitos de Violencia contra la Mujer del
Circuito Judicial Penal de la Circunscripción Judicial del Estado Zulia.
Publíquese, regístrese y archívese el expediente. Cúmplase lo ordenado.

Dada, firmada y sellada en el Salón de Sesiones de la Sala Constitucional del


Tribunal Supremo de Justicia, en Caracas, a los 15 días del mes de diciembre de dos mil
dieciséis. Años: 206º de la Independencia y 157º de la Federación.

La Presidenta,

GLADYS MARÍA GUTIÉRREZ ALVARADO

El Vicepresidente,

ARCADIO DELGADO ROSALES

Los Magistrados,

 
CARMEN ZULETA DE MERCHÁN

  

JUAN JOSÉ MENDOZA JOVER

CALIXTO ORTEGA RÍOS

LUIS FERNANDO DAMIANI BUSTILLOS

    
LOURDES BENICIA SUÁREZ ANDERSON
         Ponente

La Secretaria (T),

DIXIES J. VELÁZQUEZ R.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Exp. 16-0882
LBSA/

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