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Crisis por coronavirus aumentó desigualdades en el Perú

Resultados de la encuesta a hogares del Banco Mundial revelan que la pérdida


de empleos y fuentes de ingreso fue bastante alta en el Perú y más pronunciada
aún entre los sectores informales, independientes y con bajo nivel educativo de
la población. El impacto económico y la pérdida de empleo mostraron una ligera
disminución en junio y julio.

El Banco Mundial presentó los resultados de tres rondas de encuestas


telefónicas realizadas en el Perú entre mayo y julio del 2020. El objetivo de las
encuestas fue conocer los efectos de la pandemia en los hogares y ofrecer
evidencia que permita informar las políticas públicas para mitigar sus efectos
sociales y reactivar la economía.

Dentro de la región, Perú destacó por su despliegue para dar rápida respuesta a
los impactos de la pandemia. Sin embargo, las brechas de desigualdad y los
desafíos estructurales que enfrenta el país han impedido una evolución más
favorable. Estos factores explican en parte los grandes impactos de la pandemia
en términos de empleo, seguridad alimentaria y acceso a servicios.
La crisis ha expuesto y profundizado las desigualdades existentes. Los
resultados de las encuestas muestran que la acción rápida del Estado ha
ayudado a mitigar el aumento de la pobreza. Sin embargo, continúa siendo
prioritario brindar protección a los hogares más afectados y consolidar registros
para identificarlos y asistirlos oportunamente. Es necesario además identificar
estrategias para apoyar a los trabajadores y escalar las intervenciones de
carácter productivo, y fomentar el acceso a servicios clave, como a los servicios
financieros
Las encuestas fueron aplicadas a alrededor de 1,000 hogares peruanos entre el
21 mayo y el 26 julio de 2020. Son representativos para los hogares con
teléfonos del país (alrededor del 90% del total de hogares). Las rondas de
consultas indagaron sobre los principales mecanismos a través de los cuales la
pandemia ha afectado a los hogares: las pérdidas de empleo e ingresos
laborales; las pérdidas de remesas y beneficios de transferencias sociales;
disrupciones en los mercados como el aumento de precios y escasez de
alimentos; y dificultades para acceder a servicios clave como salud y educación.

Resultados destacados

• Pérdida de empleo disminuyó en junio y julio. Cerca del 30% de los


encuestados mencionó haber perdido su empleo en mayo, y alrededor
del 15% declaró lo mismo en julio.

• A fines de julio, los trabajadores asalariados (66%) y con altos


niveles educativos (67%) pudieron conservar sus empleos en una
mayor proporción que aquellos con baja calificación (62%) y empleos
no asalariados (63%). Además, una mayor proporción de hombres
(74%) conservaron sus trabajos en comparación con las mujeres
(53%). La posibilidad de teletrabajar fue otro elemento crítico para
preservar el empleo.

• La reducción de ingresos ha sido muy alta de acuerdo con las


encuestas de mayo y de julio. En mayo, el 80% de los hogares
encuestados reportaron una disminución del ingreso familiar. De ellos,
la mitad volvió a mencionar una caída en su ingreso en julio.

• La inseguridad alimentaria y falta de acceso a servicios médicos


han disminuido desde mayo. Sin embargo, en uno de cada cinco
hogares encuestados, algún adulto se saltó una comida debido a falta
de recursos en el último mes; y en uno de cada cuatro, algún miembro
no pudo realizarse una consulta médica.

• La falta de conectividad de los hogares más vulnerables es una


barrera importante para acceder a la educación. A fines de julio, la
falta de conectividad fue una razón muy importante para explicar por
qué los menores no participaron en educación a distancia,
especialmente en los hogares donde los adultos tienen bajos niveles
educativos (34%).

En el Perú, el Banco Mundial viene acompañando los esfuerzos del Estado en la


respuesta a la pandemia y en la recuperación de la economía del país y de los
hogares mediante financiamiento, asistencia técnica especializada, servicios de
análisis y generación de evidencia, entre otros mecanismos. Dichos esfuerzos
abordan áreas clave para el desarrollo del país, como Salud, Educación y
Protección Social, y están enfocados la población en mayor situación de
vulnerabilidad.
Bajo este marco, el 20 de agosto, el Gobierno peruano recibió el desembolso de
alrededor de US$1.8 mil millones de una línea de crédito contingente (DDO por
sus siglas en inglés) del Banco Mundial para financiar parcialmente
transferencias monetarias y otros gastos excepcionales para atender el impacto
de la pandemia por la COVID-19 en los hogares pobres y más vulnerables.

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