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Ensayo sobre la desigualdad.

¿Qué pasa con la desigualdad en nuestro país?

Introducción
Mucho escuchamos que se habla sobre la repercusión de la crisis que ha azotado
nuestro mundo en los últimos años, afectando sobre la salud de la ciudadanía. Los
trastornos psicológicos (digamos menores, como la ansiedad o la depresión) se han
incrementado paulatinamente en las sociedades más desiguales, en un mundo
dominado por la economía neoliberal, donde prima el individualismo y se brindan
falsas expectativas a quien ha quedado en el camino del sistema. No es fácil adentrarse
en los terrenos de la desigualdad social y, por tanto, aspirar a caminar hacia la equidad
política y social. Tendríamos que adentrarnos en conceptos tan pésimamente
utilizados en la actualidad como democracia, ciudadanía, pluralismo, desigualdades,
movimientos sociales, etc. y esto choca con su uso partidario tan frecuente.
Desarrollo
La Cuestión Social se presenta hoy como una forma de interpelación hacia el orden
social, económico y cultural impuesto por las formas actuales del Capitalismo. Se
expresa a través de la desigualdad social y la exclusión que afecta a grandes sectores
de la población en todo el planeta en forma peligrosamente inequitativa. Sobresalen
en ella formas singulares de construcción de subjetividad en un contexto mundial
donde la desigualdad se enuncia de forma relevante a partir de niveles hasta ahora
desconocidos de concentración de la riqueza en porcentajes ínfimos de la población.
Por otra parte, en nuestro continente reaparecen nuevas formas del colonialismo, a
veces, de manera disimulada a través de importantes construcciones discursivas donde
sobresale lo mediático como instrumento apreciable, sumado a nuevas y sofisticadas
formas de control social. Estas, poseen diferentes expresiones de orden punitivo que
conjugan de manera novedosa diferentes aspectos objetivos y subjetivos.
Desde los años ochenta, la desigualdad en el Perú se presenta como un problema que
adquiere mayor relevancia conforme pasan las décadas. Actualmente, según el Foro
Económico Mundial del 2018, esta cuestión se ha convertido en uno de los riesgos más
importantes, no solo en el Perú, sino en el mundo. También tras la pandemia, el Banco
Mundial presentó los resultados de tres rondas de encuestas telefónicas realizadas en
el Perú entre mayo y julio del 2020. El objetivo de las encuestas fue conocer los efectos
de la pandemia en los hogares y ofrecer evidencia que permita informar las políticas
públicas para mitigar sus efectos sociales y reactivar la economía. Estudios similares se
realizan en paralelo en otros 12 países de América Latina y El Caribe. Las encuestas
fueron aplicadas a alrededor de 1,000 hogares peruanos entre el 21 mayo y el 26 julio
de 2020. Son representativos para los hogares con teléfonos del país (alrededor del
90% del total de hogares). Las rondas de consultas indagaron sobre los principales
mecanismos a través de los cuales la pandemia ha afectado a los hogares: las pérdidas
de empleo e ingresos laborales; las pérdidas de remesas y beneficios de transferencias
sociales; disrupciones en los mercados como el aumento de precios y escasez de
alimentos; y dificultades para acceder a servicios clave como salud y educación.
Conclusión

Los desafíos estructurales del país han contribuido a dar forma a la crisis. Factores de
desigualdad como el nivel educativo, contar o no con un empleo asalariado, el acceso a
conexión a Internet y el género han determinado en gran parte qué hogares han
recibido el impacto más duro. Si bien los niveles de pérdida de empleo, inseguridad
alimentaria y acceso a servicios muestran ligeras mejoras en julio, consolidar la
recuperación del país dependerá de manera importante de los esfuerzos por cerrar
esas brechas. Además, la pérdida de empleo disminuyó en junio y julio. Cerca del 30%
de los encuestados mencionó haber perdido su empleo en mayo, y alrededor del 15%
declaró lo mismo en julio.  fines de julio, los trabajadores asalariados y con altos
niveles educativos pudieron conservar sus empleos en una mayor proporción que
aquellos con baja calificación y empleos no asalariados. Además, una mayor
proporción de hombres conservaron sus trabajos en comparación con las mujeres. La
posibilidad de teletrabajar fue otro elemento crítico para preservar el empleo. Así
mismo la reducción de ingresos ha sido muy alta de acuerdo con las encuestas de
mayo y de julio. En mayo, el 80% de los hogares encuestados reportaron una
disminución del ingreso familiar. De ellos, la mitad volvió a mencionar una caída en su
ingreso en julio. También la inseguridad alimentaria y falta de acceso a servicios
médicos han disminuido desde mayo. Sin embargo, en uno de cada cinco hogares
encuestados, algún adulto se saltó una comida debido a falta de recursos en el último
mes; y en uno de cada cuatro, algún miembro no pudo realizarse una consulta médica.
Y por último la falta de conectividad de los hogares más vulnerables es una barrera
importante para acceder a la educación.  A fines de julio, la falta de conectividad fue
una razón muy importante para explicar por qué los menores no participaron en
educación a distancia, especialmente en los hogares donde los adultos tienen bajos
niveles educativos.

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