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Taller 1: Taller de lectura en nivel literal e inferencial.

LA SENTADA

Por: La Muchacha

Aaaay! Yo aquí sentada y todo tan paraco


Tan sucio, tan verraco tan por debajo e la mesa
Quién invite a la cerveza le cuento este cuento largo
Largo como el cañón del río donde habitan los escorpiones
Aaaay! Yo aquí parchada y todo tan mordido
Tan desaparecido tan por debajo e la tierra
Nos embutieron la guerra hasta el fondo de la tráquea
Y los pájaros se comieron los huesos encima del monte
Se comieron todo el queso y mataron al ratón
Le pegaron tres balazos y quién fue, ya se voló
Se voló pa los ocuros huecos de las bestias innombrables
A recoger mas billetes
Para acabar con la plaga y como dicen los señores
Lo callamos, o se calla a las balas o a los golpes
Así el niño esté mirando asi usted esté comiendo
Pa que vaya pues sabiendo como son las vainas
en las tierras de las altas democracias.

Respecto al texto anterior responda:

- ¿Qué ocurrió?
- ¿A quién le ocurrió?
- ¿Qué pasó primero?
- ¿Qué pasó después?
- ¿De qué trata la historia?
- ¿Quién lo dijo?
- ¿A quién se le dijo?
- ¿Para qué lo dijo?
- ¿Cuáles son los hechos más importantes?
- ¿Dónde y cuándo ocurrió?
19 días y 500 noches

Joaquín Sabina

Lo nuestro duró lo que duran dos peces de hielo en un whisky on the rocks

En vez de fingir o estrellarme una copa de celos le dio por reír

De pronto me vi como un perro de nadie, ladrando a las puertas del cielo

Me dejó un neceser con agravios, la miel en los labios y escarcha en el pelo.

Tenían razón mis amantes en eso de que antes el malo era yo

Con una excepción, esta vez yo quería quererla querer y ella no

Así que se fue, me dejó el corazón en los huesos y yo de rodillas

Desde el taxi y haciendo un exceso, me tiró dos besos, uno por mejilla.

Y regresé: A la maldición del cajón sin su ropa, a la perdición de los bares de copas

A las cenicientas de saldo y esquina y por esas ventas del fino laina

Pagando las cuentas de gente sin alma, que pierde la calma con la cocaína

Volviéndome loco derrochando la bolsa y la vida la fui, poco a poco dando por perdida

(Estribillo)

Y eso que yo, paro no agobiar con flores a María

Para no asediarla con mi antología, de sábanas frías y alcobas vacías

Para no comprarla con bisutería ni ser el fantoche que va en romería

Con la cofradía del santo reproche tanto la quería que tardé en aprender a olvidarla,
diecinueve días y quinientas noches.

Dijo hola y adiós y el portazo sonó como un signo de interrogación

Sospecho que así se vengaba, a través del olvido Cupido de mí

No, no pido perdón

(No pido perdón)

¿Para qué? Si me va a perdonar porque ya no le importa


Siempre tuvo la frente muy alta, la lengua muy larga y la falda muy corta.

Me abandonó, como se abandonan los zapatos viejos

Destrozó el cristal de mis gafas de lejos, sacó del espejo su vivo retrato

Y fui tan torero por los callejones del juego y el vino

Que ayer el portero me echó del casino de Torrelodones

Qué pena tan grande, negaría el santo sacramento en el mismo momento

que ella me lo mande

(estribillo)

Respecto a la melancólica canción anterior responda:

- ¿Qué ocurrió?
- ¿A quién le ocurrió?
- ¿Qué pasó primero?
- ¿Qué pasó después?
- ¿De qué trata la historia?
- ¿Quién lo dijo?
- ¿A quién se le dijo?
- ¿Para qué lo dijo?
- ¿Cuáles son los hechos más importantes?
- ¿Dónde y cuándo ocurrió?
Taller aplicativo 1: Módulo de comprensión lectora y lectura crítica

El espíritu de una ciudad

Por: Betuel Bonilla Rojas

De nada sirve transformar estructuralmente una ciudad si sus habitantes siguen igual,
si los espíritus que la recorren no crecen como lo hacen sus calles, sus edificios y andenes.
Quienes viven en Bogotá reconocen que ese cambio duró años, que fue un proceso no de una
administración, sino de un plan a largo plazo, sin la envidia y la vanidad de los gobernantes.
Castro le dejó tareas a Mockus, y éste a Peñaloza, y así sigue. Lo mismo dicen los
nariñenses, y en especial los pastusos, que son otros después de Navarro y de Parmenio
Cuellar, que sienten que la ciudad es más suya y que les duele verla fea, sucia.

De Neiva se puede decir que se ha transformado, que hay más cemento, menos zonas
verdes, pero el ser huilense, el neivano, sigue sin transformarse, sin asumir como propios los
cambios del lugar en el que vive. Nuestros gobernantes quieren pegar el primer ladrillo de
la obra y cortar la cinta de la inauguración. No piensan en tanto en la ciudad, en programas a
gran escala, sino en sembrar placas en monumentos sin sentido, diseñados casi siempre para
pagar costosos favores políticos. Pero el trabajo espiritual, el de base, no se ha hecho.
Cuando tengamos gobernantes cultos, conscientes de lo importante que es el trabajo
espiritual de un pueblo, quizás los neivanos cambiemos. Mientras tanto pongamos más
placas, sigamos cortando más cintas. En el fondo, Neiva seguirá igual.

Análisis:

- En el caso de la palabra “espíritu” ¿a qué sentido discursivo se alude?


- ¿Quién es éste? ¿Por qué el autor se vale del pronombre demostrativo para designar
una persona?
- En la expresión lo mismo ¿qué es lo que dicen los nariñenses y los pastusos? ¿Por qué
el autor utiliza este recurso?
- ¿A qué se refiere el autor cuando dice que los pastusos son otros después de Navarro?
- ¿Qué significa “pegar el primer ladrillo”?
- ¿Qué quiere decir el autor con “trabajo espiritual de base”?
- ¿Qué significa un “gobernante culto”?
- Identifique la tesis con un valor argumentativo.

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