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“AÑO DEL FORTALECIMIENTO DE LA SOBERANÍA NACIONAL”

UNIVERSIDAD NACIONAL DE PIURA


FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS

” SANTO TOMAS DE AQUINO, CORRIENTE FILOSOFICA

DOCENTE:

AREVALO ZETA ARMANDO

ASIGNATURA:

FILOSOFÍA DEL DERECHO

INTEGRANTES:

SAAVEDRA ROMERO PIERINA MAIBY


SEMESTRE ACTUAL:

2022
INTRODUCCIÓN

Resulta especialmente conocido por ser uno de los principales introductores de la


filosofía de Aristóteles en la corriente escolástica del siglo XIII y por representar su
obra una síntesis entre el pensamiento cristiano y el espíritu crítico del pensamiento
aristotélico.

El punto de partida externo de la filosofía de Santo Tomás fue la necesidad de distinguir


la razón de la fe, y también la de ponerlas de acuerdo.

La teoría del conocimiento: Santo Tomás no se ocupó específicamente de desarrollar


una teoría del conocimiento, del modo en que se ocuparán de ello los filósofos
modernos.

Tomás de Aquino sigue en las líneas fundamentales el pensamiento de Aristóteles. Las


personas están constituidas por una unidad de alma y cuerpo, en la que la primera es la
forma-esencia (creada por Dios) y el segundo el elemento material.

El alma, como en Aristóteles, es única y en ella residen las tres funciones: vegetativa,
sensitiva y racional. La racionalidad es el rasgo definitorio de la vida humana y por ello
debe ser el criterio de la vida para alcanzar la felicidad y la dignidad humana. El
comportamiento humano (ética y moral): entendimiento, voluntad y libertad. Dimensión
social.

Solo quienes poseen la inteligencia de la esencia divina y de la conexión necesaria de


los bienes particulares que se vinculan a ella, son bienaventurados. Pero como los
humanos no captan con una evidencia inmediata que Dios es el Soberano Bien, pueden
preferir a Él cualquier bien particular que se les presente, incluso si tal cosa resulta
finalmente contraria al deseo fundamental que les conduce a su fin supremo. de la vida
humana.

El Ser, la Verdad, el Bien, lo Bello, la Unidad son perfecciones transcendentales


(preexistentes a toda cosa en Dios), presentes en un cierto grado en los seres finitos, que
implican necesariamente la existencia de un Ser que posee todas esas perfecciones en un
grado supremo (eminente). De ese Ser participan todos los seres y a él todos se refieren.
La esencia divina es imitable por las criaturas que pueden participar de ella. Dios da el
ser a las cosas creadas.
Las fuentes de la síntesis tomista: La filosofía de Santo Tomás es tributaria de una
larguísima tradición histórica. En algún sentido puede decirse que el tomismo nace de la
confluencia de las grandes corrientes de pensamiento que cruzaron la antigüedad y el
medievo: platonismo y aristotelismo, helenismo y arabismo, paganismo y cristianismo,
sin olvidar otras corrientes secundarias, como la filosofía hebrea. Habiendo nacido en
un momento histórico bien concreto y teniendo el sello cristiano medieval, el
pensamiento de Tomás de Aquino es un pensamiento esencial y dialogante. No le
importó enfrentarse a los prejuicios de su tiempo y se mostró siempre abierto a toda
aportación valiosa, dando acogida a toda partícula de verdad, sin importarle que ésta
procediera de filósofos paganos, griegos, hebreos o musulmanes. Ese era el auténtico
espíritu de Tomás de Aquino y, probablemente, una de sus más valiosas herencias. Su
obra constituye un esfuerzo por integrar en un sistema simple, pero coherente, el legado
de sus antecesores. En este sentido, conviene señalar que su pensamiento no es la simple
suma de elementos de sus predecesores, sino que constituye un sistema propio cuya nota
distintiva y original es su noción filosófica del ser, la cual recorre y vertebra el conjunto
de su pensamiento.

1.1. La Ética de Santo Tomás

Tomás de Aquino, de acuerdo con las líneas generales de su pensamiento sobre el ser
humano, el mundo y Dios, intenta conjugar los planteamientos filosóficos propios y de
Aristóteles, con sus creencias religiosas y el contenido de la teología cristiana, para dar
una visión de cómo debe ser la vida humana para alcanzar el bien y llevar una vida
virtuosa.

La concepción tomista de la vida buena se enmarca dentro de su visión general sobre el


gobierno de Dios sobre el mundo y el lugar que en relación a ellos ocupa el ser humano:

• Dios gobierna y organiza el mundo con la ley eterna, dictada desde siempre para
todos los seres. Su reflejo en la naturaleza y en los seres naturales es la ley
natural, que dirige el funcionamiento de los seres, las plantas, los animales y el
ser humano (único capaz de conocerla a través de la razón).
• Contenidos de la ley natural: conservación, reproducción, y vida racional y
social.
• Los humanos crean leyes para organizar su vida terrenal, son las leyes positivas
o humanas que para ser justas deben ajustarse a la ley natural racional.

Siguiendo a Aristóteles da una importancia fundamental a las virtudes entendidas como


hábitos adquiridos, modos de actuar encaminados a obrar bien (evitando el mal),
dirigidos por la razón y la inteligencia, buscando un justo medio y evitando los
extremos. Como Aristóteles, diferencia entre virtudes intelectuales y morales. A
diferencia de aquel a las morales les llama cardinales y se fija fundamentalmente en la
prudencia, justicia, fortaleza y templanza. Sigue considerando a la justicia como virtud
clave, por la repercusión que tiene en las demás personas.

Santo Tomás considera que en todo ser humano está la disposición y la capacidad de
conocer y entender los principios morales con los que debe dirigir su conducta para
obrar bien y realizar acciones buenas. El ser humano es capaz de conocer la ley natural
con la que debe guiar su vida, tiene conciencia moral (sindéresis).

1.2. La metafísica de Santo Tomás: la realidad, Dios y el mundo

Planteamientos aristotélicos: ser, sustancia, accidentes, materia y forma, potencia y acto,


cuatro causas. Necesidad de diferenciar, en los seres, la esencia de la existencia. Dios, el
SER, existe por sí mismo, es el ser necesario. Los seres creados existen porque reciben
la existencia, son seres contingentes.

Solo Dios existe por sí mismo y como creador del mundo es el Ser que da la existencia a
los demás seres (estudio “a fondo” de la tercera vía).

• Razón y fe

Santo Tomás de Aquino replanteará la relación entre la fe y la razón, dotando a ésta de


una mayor autonomía.

• La teoría del conocimiento:

Santo Tomás no se ocupó específicamente de desarrollar una teoría del conocimiento,


del modo en que se ocuparán de ello los filósofos modernos. Al igual que para la
filosofía clásica, el problema del conocimiento se suscita en relación con otros
problemas en el curso de los cuales es necesario aclarar en qué consiste conocer. En el
caso de santo Tomás esos problemas serán fundamentalmente teológicos y psicológicos.
Por ser el hombre punto de intersección entre lo meramente corporal y lo espiritual, su
modo peculiar de conocer tiene una doble vertiente: por una parte, gracias a su cuerpo,
el hombre parte de los sentidos para adquirir conocimiento; pero por otra, gracias a su
intelecto, el hombre puede abstraer de las cosas sensibles sus formas o esencias
inteligibles, y remontarse así al mundo espiritual. El proceso del conocimiento se da
bajo la cooperación estrechísima de alma y cuerpo.

• Una metafísica del ser:

La mayor parte de la metafísica tomista procede de Aristóteles, pero la necesidad de


conciliar el aristotelismo con el cristianismo le llevará a introducir una nueva estructura
metafísica, utilizada ya por Avicena, y que constituye uno de los aspectos más
originales de su filosofía: la distinción entre "esencia" (essentia) y "ser" (esse). También
recurrirá a las teorías platónicas de la participación, de la causalidad ejemplar y de los
grados del ser. Analogía, causalidad y participación vertebran y configuran su
metafísica del ser.

• La existencia de Dios:

La existencia de Dios no es evidente para el hombre, por lo que necesita ser


racionalmente demostrada. Tomás de Aquino lleva a cabo dicha demostración a través
de cinco vías o caminos que son argumentos "a posteriori": parten de las criaturas como
efectos y se remontan a Dios como Causa a través de la analogía y la causalidad. Las
vías tienen una estructura parecida: el punto de partida es un hecho de experiencia que
es considerado metafísicamente; aplicación de la causalidad al punto de partida;
imposibilidad de proceder al infinito en la serie de las causas; como término final se
concluye la existencia de Dios bajo una formalidad concreta. En este sentido: la primera
vía parte de la experiencia del movimiento y llega a Dios como Primer Motor Inmóvil;
la segunda vía parte de la experiencia de la causalidad eficiente, y concluye la existencia
de Dios como Primera Causa Incausada; la tercera vía parte de la generación y
corrupción, y culmina en Dios como Ser Necesario por sí mismo; la cuarta vía tiene su
punto de partida en los diferentes grados de perfección que encontramos en los entes y
llega a Dios como Ser sumamente perfecto, Acto Puro o Ser por esencia; finalmente, la
quinta vía, parte de la experiencia de la finalidad de las cosas y llega a la existencia de
Dios como Inteligencia ordenadora del mundo.

• La esencia de Dios:

Dios es incomprehensible, en cuanto que su esencia trasciende o excede la limitación


del entendimiento humano. Pero, a pesar de que nuestra inteligencia no pueda abarcar
toda la realidad divina, Dios sí que puede ser conocido por el hombre: es cognoscible.
Para Santo Tomás, nuestro conocimiento de Dios tiene un carácter analógico cuyo
fundamento es la analogía ontológica que se establece entre Dios y las criaturas. El
nombre más propio de Dios es el de Ipsum Esse Subsistens (Mismo Ser Subsistente),
que constituye su constitutivo formal o atributo fundamental del que se derivan todos
los demás.

• La creación y el orden:

La creación no debe entenderse, en Santo Tomás, como una emanación de Dios ni como
una necesidad suya: Al igual que el resto de los filósofos medievales tributarios de la
tradición cristiana Santo Tomás afirmará la creación "ex nihilo" (de la nada); es decir, la
creación del mundo mediante un acto de Dios totalmente libre, radical y originario.
Santo Tomás ofrece una visión jerárquica y piramidal de la realidad creada. La jerarquía
de los seres vendrá dada por la mayor o menor simplicidad de estos, es decir, por su
mayor o menor cercanía al puro ser de Dios.

• El hombre, cuerpo y alma:

La doctrina tomista acerca del hombre difiere de la agustiniana y se fundamenta en la


concepción aristotélica, la cual tratará de conciliar con creencias básicas del
cristianismo como son la inmortalidad del alma y la creación. En línea con el
hilemorfismo, afirma que el hombre está compuesto de materia y forma. La unión entre
alma y cuerpo no es accidental, sino sustancial. El hombre es un compuesto sustancial
de alma y cuerpo, representando el alma la forma del cuerpo. El cuerpo constituye el
principio de individuación; el alma le da al hombre su condición en cuanto tal. Frente a
la afirmación de algunos de sus predecesores de que existen en el hombre varias formas
sustanciales, como la vegetativa y la sensitiva, Santo Tomás afirma la unidad
hilemórfica del hombre: el ser humano constituye una unidad en la que existe una única
forma sustancial, el alma racional, que informa inmediata y directamente a la materia
prima constituyendo el compuesto "hombre". Desaparecen así el alma vegetativa y
sensitiva, pero no la racional, que tiene ser en sí misma. Cada alma humana es creada
individualmente por Dios. La subsistencia e inmaterialidad del alma son las
características esenciales del alma, a partir de las cuales demuestra su inmortalidad. Por
otra parte, también cabe destacarse que Tomás de Aquino considera al hombre como
persona: adopta la definición de Boecio de persona como "substancia individual de
naturaleza racional" que concibe como "lo subsistente en la naturaleza racional".

• La Ética:

Tomás de Aquino concibe la ética como la ciencia que considera el orden que la razón
humana introduce en los actos de la voluntad. Dicho orden se establece con vistas al fin
último de la vida humana; viene expresado por ley moral, y se realiza a través de las
virtudes morales.

• La teoría política:

La filosofía jurídica y política de Santo Tomás se desarrolla en torno a la idea de la


justicia legal recibida de Aristóteles y el concepto agustiniano del orden. Probablemente
una de sus más importantes aportaciones al pensamiento político sea la formulación y
explicitación de su célebre definición de la ley como "disposición de la razón para el
bien común promulgada por quien tiene el cuidado de la comunidad".
Conclusiones:

• Santo Tomás da 5 pruebas de la existencia de Dios, que van a tener dos


características comunes: el de que estas pruebas parten de acontecimientos
sensible y que todas ellas se basan en el principio de causalidad.
• Estas, son un conjunto ideas de filósofos como Platón y Aristóteles, que al ser
ordenadas por Sto. Tomás y por supuesto poniendo de su parte se convierten en
las 5 vías, que al parecer no son las únicas que existen para demostrar la existencia
de Dios.
• Podemos llegar a la conclusión de que las personas actualmente se basan en solo
tres vías para comprobar que Dios existe las cuales son: la tercera vía que se basa
en que los seres no somos inmortales de cuerpo, que somos contingentes, la cuarta
vía que se basa en la demostración de un universo imperfecto tiene su origen en
un ser perfecto y la quinta, la participación de los seres para dar un orden
universal a las cosas creadas.
• Por consiguiente podemos decir que la primera, el cual es el movimiento de la
potencia al acto, y la segunda que consiste en que hay una causa eficiente por la
que se da la intervención de algún ser supremo en el paso de la potencia al acto,
no las conocen muy bien o están poco informados sobre ellas.

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