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SEDE HORQUETA
Consejos de
Salud del Py
Integrantes:
Liz Sánchez
Dira Britez
Rosi Encina
Lilian González
Mauro Valenzuela
Horqueta – Paraguay
2016
Introducción
Con este material pretendemos brindar información acerca del origen y sustento de los
Consejos Locales de Salud, los cuales permiten la participación ciudadana en salud,
articulada a instituciones del Estado, sus acciones están enmarcadas en la Ley 1032/96
que crea el Sistema Nacional de Salud.
Estructura y funcionamiento
La estructura de los CDD puede ser variable, pero si se pretende que el mismo
funcione correctamente y de manera ejecutiva, la presidencia del mismo debe recaer
en un representante del Ejecutivo municipal, en concreto del intendente, y que éste se
vea apoyado por un aparato administrativo mínimo compuesto por un secretario
ejecutivo, un secretario de actas y algún funcionario con capacidad y habilidades
técnicas encargado del trabajo cotidiano del CDD. A ser posible éste último debería
gozar también de un alto grado de reconocimiento social.
Por lo que respecta a la frecuencia con la que se deberían celebrar las reuniones, lo
aconsejable sería que el CDD se reuniese por lo menos una vez al mes.
ESTRUCTURA Y ORGANIZACIÓN
La Ley establece para el desarrollo de las funciones y actividades del Consejo Local de
Salud, el siguiente esquema organizativo que se describe a continuación:
▪ La Mesa Directiva
El Art. 17 del Decreto 19.966 establece funciones generales del Consejo Local de
Salud que son implementadas por la Mesa Directiva y el Comité Ejecutivo.
La Reunión General/Asamblea del CLS está constituida por todos los representantes
de organizaciones de la sociedad civil e instituciones públicas y privadas relacionadas
con el sector salud, de un mismo municipio.
Condicionamientos
El primer problema que presenta el sistema sanitario de Paraguay tiene que ver con los
límites de su información estadística. Según el Ministerio de Salud Pública y Bienestar
Social, dicha información se refiere únicamente a una determinada área (registrada por
la OPS como Area de Información) que abarcaría en torno al 60% de la población
paraguaya, fundamentalmente la que vive en zonas urbanas, a la que suma un segmento
de población rural estimado en un tercio de la misma (aquella que vive más cercana a
las ciudades).
Esta seria deficiencia está relacionada desde luego con la falta de cobertura del propio
sistema de salud, la cual es producto de la grave debilidad presupuestaria que éste
padeció durante el régimen del general Stroessner. De esta forma, Paraguay concluía la
pasada década mostrando, en cuanto a recursos financieros, unas de las cifras más
deprimidas de la región: el gasto en salud significaba en 1987 sólo el 4,5% del
presupuesto gubernamental, lo que se traducía en apenas 6,2 dólares USA por persona.
El presupuesto de salud tuvo un repunte hacia mediados de los años ochenta, en un
intento por aumentar la infraestructura del sistema mediante lo que fue considerado
como la realización de "proyectos de imagen", consistentes en grandes instalaciones
clínicas situadas preferentemente en la capital. Esto tuvo como consecuencia aumentar
las diferencias en la oferta de servicios, sin incrementar sensiblemente la cobertura del
sistema. Así, la mayoría de la población rural permanece aún sin servicios mínimos.
Las cifras promedio de recursos humanos también se encuentran entre las más bajas de
América Latina: en 1987 Paraguay tenía 7,8 médicos por diez mil habitantes (la
mayoría concentrados en el Area Metropolitana) y una cama hospitalaria por mil
habitantes, cifra que había descendido a la mitad de la poseída veinte años atrás (dos
camas por mil personas en 1967).
La debilidad del sistema de salud se refuerza en un país con serios problemas en cuanto
a las condiciones sanitarias básicas. En 1987 los dos tercios de la población paraguaya
carecían de abastecimiento directo de agua potable, proporción que ascendía al 92,6%
de la que residía en las zonas rurales. Asimismo, un 42% vivía en hogares que no
estaban conectados a un sistema de eliminación de excretas. Diversos indicadores y
estudios muestran problemas nutricionales graves en Paraguay, traducidos en
enfermedades y consultas médicas. El nivel de vacunación es también
considerablemente bajo, en especial entre los sectores sociales de escaso nivel
económico y educativo, pero sobre todo entre la población rural.
Conclusión
Respecto a los CDD, las primeras iniciativas, consistentes en priorizar la participación
ciudadana a fin de que aumentase el capital social en forma de programas
socioeconómicos focalizados en la población más vulnerable, procedieron de la
cooperación internacional y de las ONG. El objetivo principal de estos programas era
desarrollar la confianza ciudadana hacia los gobiernos y viceversa, abrir y transparentar
la gestión de éstos hacia sus vecinos, es decir, fomentar un cambio de cultura política
que debía resultar fundamental para contrarrestar el pasado autoritario del país que,
además, era extremadamente pobre.