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Si la deuda afianzada es de entregar cosa cierta, de hacer que sólo puede ser cumplida
personalmente por el deudor, o de no hacer, el fiador sólo queda obligado a satisfacer los
daños que resulten de la inejecución.
CARACTERES: a) accesorio y subsidiario, b)-consensual y no formal, c)-conmutativo
(porque las ventajas que se procuran las partes no están sometidas a un alea, d)-unilateral
(porque solo queda obligado el fiador).
FORMA: la fianza debe convenirse por escrito.
15.2.- LAS GARANTIAS REALES Y PERSONALES.-
El contrato de fianza constituye una garantía personal, por el cual el fiador se obliga a
satisfacer la obligación contraída por el deudor, en el caso de que este no lo hiciera en el
tiempo y modo convenidos con el acreedor. La gran diferencia entre la garantía personal
que ofrece la fianza con las garantías reales, es que en este caso el fiador responde con todo
su patrimonio, siendo que en las garantías reales solamente queda afectado a la garantía un
solo bien registrable.
Las garantías pueden ser reales o personales. En las reales se afecta una cosa al
cumplimiento de la obligación; en las personales se afecta todo el patrimonio del fiador. El
contrato de fianza es una garantía personal.
El contrato de fianza constituye una garantía personal, por el cual el fiador se obliga a
satisfacer la obligación contraída por el deudor, en el caso de que este no lo hiciera en el
tiempo y modo convenidos con el acreedor.
La gran diferencia entre la garantía personal que ofrece la fianza con las garantías reales, es
que en este caso el fiador responde con todo su patrimonio, siendo que en las garantías
reales solamente queda afectado a la garantía un solo bien registrable.
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ARTÍCULO 1575. Extensión de las obligaciones del fiador La prestación a cargo del
fiador debe ser equivalente a la del deudor principal, o menor que ella, y no puede
sujetarse a estipulaciones que la hagan más onerosa. La inobservancia de la regla
precedente no invalida la fianza, pero autoriza su reducción a los límites de la
obligación principal. El fiador puede constituir garantías en seguridad de su fianza.
la fianza es un contrato accesorio y subordinado al contrato principal que le da origen. En
virtud de esa accesoriedad, el fiador solamente se obliga a satisfacer la prestación debida
por el deudor o a una menor que ella, pues —en el caso de que la obligación del fiador
fuese más onerosa que la del deudor principal—, estaría desnaturalizada la fianza,
convirtiéndose en una obligación principal. Es un límite cuantitativo del carácter accesorio
del contrato de fianza. El artículo en comentario, alude a la posibilidad de que el fiador se
obligue, mediante una fianza parcial, a garantizar solamente una parte de la obligación
asumida por el deudor en el contrato principal. Así el fiador se obliga por menos, y en caso
de incumplimiento queda obligado hasta el monto afianzado o al porcentaje de deuda
asumida según sea el caso. Apoyado en el principio de conservación de los actos jurídicos,
el legislador dispone que en el caso de inobservancia del límite dispuesto para la fianza,
esta no quedara inválida, sino reducida a la prestación asumida por el deudor principal. El
art. 1575 CCyC también considera la posibilidad de que el fiador constituya, a su vez,
garantías en cumplimiento de su obligación de afianzar al deudor principal. Estas garantías
pueden ser reales (hipotecas o prendas de bienes propios del fiador) o personales accesorias
a la obligación del fiador, otorgadas por terceros (subfianza). En el caso de las garantías
reales, el fiador otorga un privilegio al acreedor del deudor afianzado respecto de cualquier
otro acreedor propio. Hay que considerar que el fiador ya respondía con el bien otorgado
como garantía real porque el mismo forma parte de su patrimonio. Tampoco hay que perder
de vista que el fiador responde solamente por el monto de la obligación asumida por el
deudor en el contrato principal.
ARTÍCULO 1576. Incapacidad del deudor El fiador no puede excusar su
responsabilidad en la incapacidad del deudor.
En el caso de que el fiador quisiera oponer al acreedor la incapacidad del deudor al
momento de celebrar el contrato principal, la norma en estudio se lo veda explícitamente.
En primer lugar, el fiador no es parte en el contrato celebrado entre el acreedor y el deudor
afianzado, por lo que el contrato de fianza es válido pues se celebró entre el acreedor y el
fiador, ambos con capacidad para la celebración. Además, la ley le otorga solamente al
incapaz la facultad de pedir la nulidad del contrato, el fiador no tiene legitimación para
solicitarla. Observamos entonces que el contrato de fianza es un contrato accesorio a otro
contrato principal, pero que sigue las vicisitudes de ese contrato principal; para que el
contrato de fianza sea declarado nulo es necesario declarar la nulidad del contrato principal
en primer término. La nulidad del contrato principal por causa de incapacidad para la
celebración únicamente la puede solicitar la parte incapaz y ninguna otra.
ARTÍCULO 1577. Obligaciones que pueden ser afianzadas Puede ser afianzada toda
obligación actual o futura, incluso la de otro fiador.
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Pueden ser afianzadas todas las obligaciones válidas y aun las obligaciones que tienen
causa en un hecho ilícito que ya ha sucedido, por el cual se responde con una suma debida,
en concepto de indemnización por el daño causado.
ARTÍCULO 1578. Fianza general Es válida la fianza general que comprenda
obligaciones actuales o futuras, incluso indeterminadas; en todos los casos debe
precisarse el monto máximo al cual se obliga el fiador. Esta fianza no se extiende a las
nuevas obligaciones contraídas por el afianzado después de los cinco años de otorgada.
La fianza indeterminada en el tiempo puede ser retractada, caso en el cual no se
aplica a las obligaciones contraídas por el afianzado después que la retractación sea
notificada al acreedor.
La fianza general es aquella por la que se garantiza una pluralidad de créditos, existentes o
futuros, usualmente se la utiliza para el afianzamiento de obligaciones futuras que el deudor
pueda contraer, como puede ser el afianzamiento del saldo deudor en una cuenta corriente
bancaria.
En primer lugar, el objeto de la obligación contraída por el deudor afianzado está
perfectamente determinado por la obligación de precisar el monto máximo al cual se obliga
el fiador, este monto comprende no solamente el capital, sino que además comprende los
intereses y todos los gastos que puedan irrogarse por el cobro del crédito. Asimismo, el
artículo prevé el plazo máximo para este contrato de fianza general, que es de cinco años,
es decir que el fiador no está obligado a responder por las obligaciones futuras que hubieran
nacido con posterioridad También se prevé la retractación del fiador para el caso de
obligaciones indeterminadas en el tiempo, cumpliendo el requisito de la notificación,
consideramos que esa notificación deberá hacerse tanto al acreedor como al deudor
afianzado.
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ARTÍCULO 1586. Subsistencia del plazo No puede ser exigido el pago al fiador antes
del vencimiento del plazo otorgado al deudor principal, aun cuando éste se haya
presentado en concurso preventivo o haya sido declarada su quiebra, excepto pacto en
contrario.
Sabemos que, tanto el concurso preventivo, como la quiebra tienen como consecuencia la
caducidad de los plazos para el cumplimiento de las obligaciones contraídas por el deudor
fallido. En tanto, el contrato de fianza solo cobrará virtualidad cuando el deudor no cumpla
su obligación en el plazo pactado, es decir, que el plazo es el mismo tanto para el deudor
como para el fiador. Pero, si bien en el caso del concurso preventivo o la quiebra, al deudor
le caducan los plazos de sus obligaciones, no puede ocurrir de igual modo para el fiador
solvente que dará satisfacción a su obligación en el plazo pactado. No puede proyectarse la
sanción del deudor fallido al fiador solvente.
ARTÍCULO 1587. Defensas El fiador puede oponer todas las excepciones y defensas
propias y las que correspondan al deudor principal, aun cuando éste las haya
renunciado.
Las excepciones que puede invocar el fiador son las que resultan del contrato de fianza,
como la invalidez del mismo contrato de fianza. También puede el fiador oponer las
excepciones que emergen de la obligación afianzada, tales como la validez del negocio
jurídico principal o la extensión del mismo. En cuanto a las excepciones que correspondan
al deudor principal y que pueden también ser opuestas por el fiador, tenemos presente que
este último no puede oponer excepciones personales inherentes al deudor, tales como la
incapacidad. Pero los vicios de la voluntad del deudor que afectan al acto jurídico principal,
son excepciones que pueden ser opuestas por el fiador. Las defensas que emergen de la
obligación afianzada como las personales del deudor son ejercidas por el fiador a nombre
propio. Así, la renuncia de derechos efectuada por el deudor con posterioridad a la
celebración de la fianza es inoponible al fiador. Esta consecuencia tiene por finalidad evitar
que la obligación del fiador se agrave por la conducta del deudor.
ARTÍCULO 1588. Efectos de la sentencia No es oponible al fiador la sentencia
relativa a la validez o exigibilidad de la deuda principal dictada en juicio al que no
haya sido oportunamente citado a intervenir.
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ARTÍCULO 1589. Beneficio de división Si hay más de un fiador, cada uno responde
por la cuota a que se ha obligado. Si nada se ha estipulado, responden por partes
iguales. El beneficio de división es renunciable.
En el caso de existir dos o más fiadores de una misma deuda que no se hayan obligado
solidariamente al pago, el acreedor no puede exigir a ninguno de ellos más que la cuota que
le corresponda.
En la fianza simple, el beneficio de división opera directamente sin necesidad de que los
fiadores deban invocarlo. Pero una vez renunciado por alguno de ellos, no se aplicará al
fiador renunciante, pero sí a los otros fiadores. En el caso de que todos los fiadores hayan
renunciado al beneficio, este no aplica a ninguno de ellos. Cada fiador responde por partes
iguales de la deuda, pero nada obsta a que se vean obligados a responder por distintas
porciones o cuotas, si así constara en el contrato de fianza.
ARTÍCULO 1590. Fianza solidaria La responsabilidad del fiador es solidaria con la
del deudor cuando así se convenga expresamente o cuando el fiador renuncia al
beneficio de excusión.
La única diferencia entre la fianza simple y la solidaria, es que —en esta última— no se
aplican los beneficios de excusión ni de división.
Las mismas reglas del contrato de fianza son aplicables tanto a la fianza simple como a la
solidaria. No puede confundirse este contrato con la obligación solidaria, ya que el vínculo
entre el acreedor y el fiador solidario no deja de estar sujeto a los principios de
accesoriedad, por el cual la extinción de la obligación principal extingue la fianza; y
subsidiariedad, el que consiste, en este caso, en que el acreedor deberá interpelar al deudor
principal antes de atacar al fiador, lo que no ocurre en el caso de la obligación solidaria (ver
interpretación del art. 827 CCyC y ss). Para que concurra la solidaridad entre deudor y
fiador, debe ser pactada en el contrato, o el caso de que el fiador haya renunciado al
beneficio de excusión. Sin embargo, la fianza simple se convierte automáticamente en
solidaria, si el deudor principal se ha presentado en concurso preventivo o ha sido
declarado su quiebra o si la fianza es judicial. La consecuencia de la solidaridad en el
contrato de fianza es que el acreedor puede reclamar directamente al fiador el pago de la
deuda.
ARTÍCULO 1591. Principal pagador Quien se obliga como principal pagador,
aunque sea con la denominación de fiador, es considerado deudor solidario y su
obligación se rige por las disposiciones aplicables a las obligaciones solidarias.
La diferencia entre fiador solidario y principal pagador, es que el primero está sujeto a la
regulación del contrato de fianza solidaria. En el caso de principal pagador, la relación
jurídica entre el acreedor y el fiador es idéntica a la que el acreedor tiene con el deudor
principal, es decir el principal pagador es codeudor solidario, no reviste el carácter de fiador
aunque ese haya sido su propósito al contratar. El principal pagador no tiene el derecho de
embargar los bienes del deudor según lo prescripto por el art. 1594 CCyC, pues no reviste
el carácter de fiador.
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éstas no han nacido; d) si el acreedor no inicia acción judicial contra el deudor dentro
de los sesenta días de requerido por el fiador o deja perimir la instancia.
El primer supuesto (inc. a) de las causales especiales de extinción de la fianza se refiere a la
negligencia del acreedor en la preservación de las garantías y privilegios que accedían al
crédito al momento de la constitución de la fianza. Se da por supuesto que el fiador tuvo en
mira esas garantías y privilegios para afianzar al deudor, ya que en caso de que la fianza se
efectivizara, el fiador podría recuperar lo pagado subrogándose en los derechos del
acreedor. La norma sanciona al acreedor negligente o de mala fe, extinguiendo la fianza. En
el inc. b se contempla la hipótesis en la que el acreedor y el deudor prorroguen el plazo para
el cumplimiento de la obligación garantizada, sin poner en conocimiento al fiador, por lo
que este no puede dar su consentimiento, y sigue en la creencia de que el afianzamiento
tiene el plazo convenido inicialmente.
El inc. c remite al plazo máximo para la fianza general, acotando en el tiempo la
responsabilidad del fiador. Por último, el inc. d sanciona al acreedor que fuera intimado por
el fiador a iniciar la acción de cobro contra el deudor, y no lo hiciera en el plazo de sesenta
días a partir de la interpelación. El retardo del acreedor en iniciar el reclamo con el
consiguiente peligro de que el deudor se insolvente perjudica al fiador, por lo que la ley lo
sanciona extinguiendo la fianza.
ARTÍCULO 1597. Novación La fianza se extingue por la novación de la obligación
principal aunque el acreedor haga reserva de conservar sus derechos contra el fiador.
La fianza no se extingue por la novación producida por el acuerdo preventivo
homologado del deudor, aun cuando no se haya hecho reserva de las acciones o
derechos contra el fiador.
ARTÍCULO 1598. Evicción La evicción de lo que el acreedor ha recibido en pago del
deudor, no hace renacer la fianza.
La norma indica una causa de extinción de la fianza por vía de consecuencia. Es el caso de
la aceptación del acreedor de recibir bienes en pago de su crédito. En este caso la extinción
es definitiva y la fianza no puede renacer en el supuesto de evicción de los bienes recibidos.
Contrato oneroso de renta vitalicia
ARTÍCULO 1599. Concepto Contrato oneroso de renta vitalicia es aquel por el cual
alguien, a cambio de un capital o de otra prestación mensurable en dinero, se obliga a
pagar una renta en forma periódica a otro, durante la vida de una o más personas
humanas ya existentes, designadas en el contrato.
La nota más destacada de este contrato es su carácter aleatorio, esto es, que las partes no
conocen, al momento de contratar, los beneficios o las pérdidas que deberán soportar. El
álea es la duración de la vida de la o las personas humanas ya existentes, designadas en el
contrato. La persona que entrega el capital u otra prestación mensurable en dinero se
denomina “constituyente”, mientras que la parte que se obliga a pagar una renta periódica
es el deudor de la renta; el beneficiario, acreedor de la renta, coincide generalmente con la
persona del constituyente, pero bien puede ser otra persona. Finalmente, a la persona cuya
vida se toma en cuenta para definir el plazo del contrato se la llama “cabeza de renta”. El
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