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Universidad Nacional Experimental de Táchira

Vicerrectorado Académico
Decanato de Docencia
Departamento de Ciencias Sociales
Metodología de la Investigación - 1013308

Análisis comparativo de costos en el proceso constructivo en


guadua como alternativa constructiva frente al sistema
tradicional de concreto armado en viviendas unifamiliares
(Trabajo de Investigación)

Autor(es):

• Contreras Adriana
C.I. 25.632.311

• Ruiz Ana Lucia


C.I. 25.837.548
• Suarez Kaliz Anais
C.I. 26.407.907
• Sánchez Marioly
C.I. 26.014.432

San Cristóbal. Septiembre de 2022.


Planteamiento del Problema
Situación Ideal
Para el bienestar y desarrollo de las personas, es fundamental contar con
un lugar protegido y acondicionado en el que se pueda descansar, compartir en
familia y realizar actividades que ayuden a desenvolver las rutinas individuales
de cada miembro del núcleo familiar; a este lugar le llamamos vivienda, y es
denotada como unifamiliar cuando en ella se concentra una familia, y esta
dispuesta sobre un terreno que no comparte propiedad ni en horizontal ni en
vertical con otro inmueble. Por su significado para con el desarrollo humano, la
vivienda es un derecho consagrado en el marco jurídico internacional.

En el Articulo 25-1 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos


(1948) se expresa que: “Toda persona tiene derecho a un nivel de vida
adecuado que le asegure, así como a su familia, la salud y el bienestar, y en
especial la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica y los
servicios sociales necesarios…”. Esto quiere decir, que el acceso a vivienda es
considerado un derecho humano fundamental ligado a la calidad de vida, por
tanto, debe ser un tema adoptado por toda nación. En consecuencia, el Estado
venezolano considera el acceso a la vivienda como un derecho consagrado en
la carta magna, expresando lo siguiente:

“Artículo 82: Toda persona tiene derecho a una vivienda adecuada, segura, cómoda,
higiénicas, con servicios básicos esenciales que incluyan un hábitat que humanice las
relaciones familiares, vecinales y comunitarias. La satisfacción progresiva de este
derecho es obligación compartida entre los ciudadanos y ciudadanas y el Estado en
todos sus ámbitos. El Estado dará prioridad a las familias y garantizará los medios para
que éstas, y especialmente las de escasos recursos, puedan acceder a las políticas
sociales y al crédito para la construcción, adquisición o ampliación de viviendas”.
De esta manera se entiende el ideal de acceso a la vivienda como
derecho en el ámbito nacional, ligado también a aspectos de calidad de vida y
desarrollo, tanto humano como social, en el que el Estado y la ciudadanía han
de tomar parte.
Esa corresponsabilidad esta entendida en parte a políticas públicas e
iniciativas privadas, que en operación sinérgica o independiente pueden y
deben regular el mercado de vivienda para que las personas puedan acceder a
ellas. Pero es bien sabido que los procesos de construcción pueden significar
una inversión económica cuantiosa que en muchos casos no pueda ser resuelta
por el interesado en la vivienda, y es allí cuando la financiación toma un papel
importante, es decir el mercado de bienes y servicios debe considerar el punto
económico para que los proyectos de vivienda puedan desenvolverse con
normalidad, haciendo que el proceso resulte económico, factible y sin
desperdicios traducidos a costos.

Al respecto, Uzcátegui, R. (2008), manifiesta que “La disminución del


déficit habitacional en el pais pasa por la despolarización de las políticas
públicas en el sector, incorporando a los sectores no estatales como aliados y
no como antagonistas” p.5. Es decir que, entendiendo la valoración económica
en la construcción de viviendas, se debe considerar a diferentes sectores para
hacer más asequibles la adquisición de las mismas, que no es un tema que
competa solamente al estado como ya se ha mencionado. En los procesos se
debe considerar también a quienes autoconstruyen con sus propios medios, los
cuales deberían encontrar en el mercado la posibilidad de completar sus
proyectos de vivienda con un plan de desarrollo constante que evite la
autoconstrucción progresiva, ya que la misma acarrea diferentes problemas.

Por otro lado, el sector de la construcción, incluido el de vivienda, debe


adoptar políticas y métodos que puedan aportar una disminución de los
impactos y daños al medio ambiente, en pro de los objetivos sostenibles que
pretenden seguir mejorando la calidad de vida en diferentes aspectos. Y es que
garantizar acceso a vivienda en medio de un entorno contaminado desvirtúa el
concepto de calidad de vida, por ello tanto países como entidades se están
abocando mundialmente a reducir estos impactos en la industria de la
construcción, la cual explota y transforma los recursos naturales.
Al respecto, Pertuz, A. (2010), expresa que “Las evaluaciones de impacto
ambiental constituyen una técnica generalizada en todos los países
industrializados, recomendada de forma especial por los organismos
internacionales y reconocidas como el instrumento más adecuado para la
preservación de los recursos naturales y la defensa del medio ambiente” p. 107.
En países en desarrollo como el nuestro, estas evaluaciones en los procesos
constructivos no están del todo difundidas, y deben ser incorporados con el
carácter preventivo que significan, sin ser vistos como frenos de desarrollo o
progreso, sino al contrario como mecanismos de visión integrada de la industria
de la construcción compatibles, responsables y respetuosas con el medio
ambiente.

Así mismo, estas prácticas y mecanismos han de plantear y ejecutar


proyectos de construcción que incorporen arquitectura ecológica, que hagan de
los mismos procesos sostenibles. Ello se puede lograr incorporando criterios y
principios ambientales al diseño arquitectónico, como por ejemplo los materiales.
Y es que incorporar materiales alternativos y ecológicos pueden suponer
diferencias notables en los indicadores de medición de impacto ambiental,
economía y sostenibilidad, haciendo que la arquitectura tome un valor
significativo, al contemplar criterios sociales y humanísticos a la hora de
resolver problemas tales como el acceso a la vivienda.

Entre las novedades en materiales ecológicos para la construcción,


Gándara, J. e Hidalgo, D. (2019), exponen que “Debido a sus favorables
características mecánicas, rápido crecimiento, gran flexibilidad, poco peso y
poco costo, el bambú -o guadua- es un material de construcción con muchas
aplicaciones” p. 38. Es decir, que este material resulta oportuno como
alternativa frente a otros más industrializados debido a sus propiedades de
seguridad y economía y, sobre todo, por su bajo impacto o repercusión en el
medio ambiente, aunque, el mismo debe ser tratado por mano de obra
especializada para cumplir los estándares mínimos en los procesos
constructivos en los que se aplicará.

Situación Real
Sin embargo, referente a todo lo anterior, existen muchas deficiencias y
problemas que no permiten avanzar hacia el cambio de paradigma en cuanto a
materia prima o procesos constructivos se trata. Por un lado, si bien el estado
venezolano considera el acceso a la vivienda como un derecho, los números en
déficit habitacional son altos y paleados con planes deficientes, que dejan de
lado la actuación de otros entes, o a los mismos ciudadanos. Según datos de la
Cámara Venezolana de la Construcción (CVC), para 2019 el déficit habitacional
en el pais, “rondaba los 2,5 millones de viviendas”.

Dicho déficit se ha venido tratando en las dos ultimas administraciones


ejecutivas del estado venezolano por medio de la “Gran Misión Vivienda
Venezuela (GMVV)”, a través de un órgano superior adscrito a la presidencia;
por lo que dicho programa social ha tomado un tinte político que ha generado
desconfianza frente a diferentes temas. Dicho plan social contempla todas las
políticas públicas en los ámbitos nacional, regional y municipal del desarrollo
habitacional; entre ellos destaca la distribución de materiales, recursos
financieros y beneficios de subsidios para que las personas tengan acceso a
una vivienda digna.

Para Lovera, A. (2013), de acuerdo a la GMVV “se están importando


modelos constructivos que no necesariamente se adaptan a nuestras
realidades” p. 300. Es decir que el programa presenta una negativa al abordar
la manera en la que se construyen las viviendas, y es que se ha venido
construyendo de manera seriada sin contemplar no solo las particularidades
constructivas, sino también a los usuarios, el entorno, las ciudades y la
financiación; y es que al ser un plan que sirve de bandera política, la corrupción
y las regalías han hecho mas difuso el panorama sobre el acceso a la vivienda,
que sumado al déficit habitacional hacen que las personas sigan buscando
otras alternativas para autoconstruir en la medida que sus recursos lo permitan,
y con los materiales y procesos mayormente difundidos.

Esa búsqueda de la autoconstrucción en las familias, se ve estropeada


por la situación económica actual que atraviesa el pais; haciendo que se
construya simplemente espacios que den protección al núcleo familiar sin
importar las condiciones de otros espacios, generando hacinamiento,
insalubridad y una mala imagen para la ciudad. Y es que, frente a la crisis y la
falta de financiación en tema de construcción, los hogares prefieren satisfacer
otras necesidades primordiales y dejar el acomodo de la vivienda a futuro, en la
medida que se pueda ir solucionando. A esto se le conoce como
autoconstrucción progresiva, y su problema radica en la estratificación
diferencial que se hace de los espacios, para ir cubriendo necesidades
progresivamente, es decir no proyectar una vivienda que se ejecute y termine
antes de habitarla.

Respecto a la obtención de materiales, Oliveira, C. (2016) señala que en


el pais “Los insumos básicos para la construcción están escasos. La cifra
reportada indica que la falla se ha acentuado en 87,72% en promedio. Las
cementeras del país trabajan al 30%” p. 44. Es decir, que sumado a los
problemas económicos que enfrentan las personas que quieren construir sus
viviendas, se debe añadir el desabastecimiento que hay en materiales de los
sistemas constructivos tradicionales como lo es el concreto armado y sus
derivaciones. Esta situación agudiza la problemática de construcción progresiva
y la dilata aún más en el tiempo, al no ofrecerse alternativas.

Por otro lado, respecto al impacto ambiental que suscita el construir con
materiales convencionales, no existe en Venezuela fuentes que sustenten con
veracidad una medición de dicho impacto, sin embargo, la realidad no ha de
estar lejos de la de otros países de la región, y por consiguiente el llamado es a
implementar practicas diferentes en pro de la sostenibilidad. Al respecto, Águila,
I. (2013), expresa que “Si bien los patrones de consumo de materiales, en estos
momentos, ponen en peligro la sostenibilidad del planeta, tampoco se puede
garantizar un mundo sostenible con los niveles actuales de pobreza y
subdesarrollo” p. 1. Por lo que se entiende que se deben buscar alternativas en
materiales para poder seguir construyendo y dar acceso a vivienda a toda la
población, y así lograr desarrollo y calidad de vida.

Así mismo, en el pais tampoco existen medidas que condicionen el


proceder de la construcción para reducir el impacto ambiental, por ello el
compromiso actualmente recae en los gremios de esta actividad, desde la
academia y la empresa privada, en tanto se legisle al respecto. En este
contexto, se tiene la responsabilidad de cumplir un rol correctivo, preventivo y
pedagógico, ahondando en nuevas prácticas aplicadas, que den respuesta a
esta problemática ambiental, que repercute en lo social, humano y técnico.

Reducir el uso de materiales para disminuir el impacto ambiental no


significa dejar de construir, sino ser más racionales en su utilización y explorar
alternativas. En el caso de la guadua como alternativa, sucede que en nuestro
pais no está difundido su uso en procesos constructivos, y por tanto no hay
mano de obra calificada que le implemente.

Según Calva (2015), citado por Gándara, J. e Hidalgo, D. (2019),


“Factores como el desconocimiento del uso adecuado de la guadua,
monopolios de producción de materiales convencionales, intereses
transnacionales, leyes de construcción local y la poca apertura de instituciones
viviendísticas han contribuido a que los sistemas constructivos no
convencionales no se hayan masificado” p. 31. Por esta condición de
desentendimiento, se tiene generalizada la idea que construir con materiales
alternativos resulta mucho más costoso que hacerlo con los materiales
convencionales e industrializados, y por ello no ha habido muestras de un
cambio de paradigma en nuestra sociedad.

Pronóstico
Identificados lo problemas de déficit habitacional, economía, impacto
ambiental de la construcción y el no cambio de paradigma al construir con
materiales alternativos, se prevé que las soluciones al acceso a la vivienda
sigan dándose a través de la autoconstrucción progresiva con materiales
convencionales, en la que no se tienen en cuentan factores como seguridad
constructiva, espacios acondicionados, imagen de la ciudad e impacto
ambiental. Las personas en su necesidad de habitar y en la posibilidad de sus
recursos seguirán construyendo progresivamente, hacinando en principio al
grupo familiar, “ranchificando” la apariencia del inmueble y la ciudad, y en
consecuencia frenando todo avance en progreso y calidad de vida.

En tal sentido, Gelabert, D. & Gonzales D. (2013), expresan que “El


desarrollo de viviendas progresivas como alternativa a la rigidez de la mayoría
de los planes habitacionales actuales, puede contribuir a disminuir
significativamente el déficit cuantitativo y cualitativo existente en la ciudad” p. 48.
Por tanto, se entiende que la autoconstrucción progresiva no debe ser mal vista
en tanto su progresión esté diseñada y planificada desde el principio, la
cuestión radica en la improvisación. El ideal es que todas las personas tengan
la capacidad de adquirir sus viviendas completamente construidas, por tanto, se
debe resolver la reducción de costos al construirlas para que estas puedan ser
ejecutadas en su totalidad y además para que su financiación externa sea más
probable, o bien pues, que su progresión este planificada.

Control del Pronóstico

En vista de la problemática suscitada, y entendiendo la importancia de la


implicación económica en ello, se pretende analizar y cuantificar los costos en
el proceso de construcción de una vivienda unifamiliar tipo, tanto en concreto
armado como material convencional, así como también en guadua como
material alternativo y sostenible. Demostrando la brecha diferencial del costo
que implica realizar una vivienda con un material alternativo se pretende que las
personas se animen a escoger este método constructivo en la realización de
sus viviendas, con el fin de que sean proyectadas y construidas en su totalidad,
y así contrarrestar las falencias de la autoconstrucción progresiva, resolver el
déficit habitacional actual, ayudar en la reducción del impacto ambiental y
explotación de recursos naturales y explorar y diversificar los métodos de
construcción.

Objetivos de la Investigación
Objetivo General:
Realizar un análisis comparativo de costos en el proceso constructivo en
guadua como alternativa constructiva frente al sistema tradicional de concreto
armado en viviendas unifamiliares.

Objetivos Específicos:
 Comparar las características y propiedades de la guadua como material
constructivo alterno al concreto armado.

 Comparar el proceso constructivo de una vivienda tipo en guadua frente


a la misma en concreto armado.

 Analizar rendimientos de las actividades asociadas al proceso


constructivo de las viviendas tipo comparadas.

 Analizar el control de costos de los procesos constructivos en guadua y


concreto armado de las viviendas tipo comparadas.

Justificación
En medio de la globalización en la que se vive hoy día, países de
Latinoamérica principalmente exhiben brechas de desigualdad alarmantes,
donde la parte más afectada enfrenta problemas de diferente índole que
impactan la calidad de vida; entre ellos destaca el acceso a vivienda, el cual es
paleado a través de la autoconstrucción progresiva en la medida que se puede
costear el acceso a materiales industrializados disponibles en el mercado; el
cual se regula en base al sistema constructivo de mayor demanda, que en el
caso de Venezuela es el concreto armado.

Por sus características, dicho proceso constructivo encuentra en el pais


mano de obra que lo desarrolle fácilmente, el problema radica en el coste de los
materiales, lo que hace que se siga construyendo de forma progresiva, sin
planificación y sin criterio arquitectónico. Por otro lado, los materiales de dicho
proceso constructivo siguen generando un fuerte impacto ambiental. Existen
otros procesos constructivos más accesibles y amigables con el medio
ambiente, tal como lo es la guadua o bambú; el problema es determinar si es
más económico y por tanto asequible.

Determinar el bajo costo de dicho proceso constructivo en el mercado


venezolano lograría que las familias de escasos recursos del pais se animen a
recurrir a este modo de construir y con ello tener acceso a viviendas propias
desarrolladas en su totalidad, y que su construcción no impacte de manera
significativa en el medio ambiente. Lograr el acceso a viviendas dignas y
autoconstruidas daría solución a la problemática de calidad de vida y reduciría
la brecha de desigualdad en aspectos habitacionales.

En tal sentido, el presente trabajo se justifica en lo teórico, ya que su


resultado modificara el conocimiento inicial en un tema que explora lo
multidisciplinario entre tópicos de arquitectura e ingeniería industrial poco
abordados en el ámbito nacional y local. En lo practico se pretende dar solución
al problema concreto de acceso a la vivienda y los aspectos negativos de la
autoconstrucción progresiva, que son realidades sociales que desvirtúan la
imagen de nuestras ciudades y la calidad de vida de los habitantes. Y
finalmente en lo metodológico, al comparar un sistema generalmente conocido
con otro de poco entendimiento, ya que si se quiere dar importancia a un
proceso en particular este no debería darse a conocer por separado, ya que
contrastando se puede dimensionar el posible cambio de paradigma.
Alcance y Limitaciones

Con la presente investigación se pretende conseguir una brecha de


costos en los procesos constructivos a comparar, en el que se pueda evidenciar
que el método alternativo (guadua o bambú) resulte más económico y por tanto
pueda prestarse como una solución a la problemática de vivienda del pais.

El área de estudio se enfoca en las disciplinas técnicas de arquitectura e


ingeniería industrial principalmente, abordando temas de construcción,
economía, materiales, medio ambiente y realidades sociales y humanísticas.
Las limitaciones para el desarrollo de este trabajo son la falta de acceso a
bibliografía e información con datos actualizados y verídicos, la fluctuación de
precios de materiales y mano de obra debido a la realidad económica del pais y
el tiempo de desarrollo establecido que no permita generar conclusiones
concretas.

Referencias Bibliográficas

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