Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
CURSO
ÍNDICE
Presentación: página 3.
Bibliografia … 90
3
Presentación
Arthur Schopenhauer.
1
La tradición griega de la astucia, de la audacia y de las capacidades. Ha sido renovada por sus poderes
de sabiduría práctica.
6
de los enfoques estratégicos con una tabla, una especie de árbol genealógico
de la terapia breve.2
características.
2
A fin de evitar que el texto sea demasiado aburrido, se ha prescindido de las fechas y las citas de los
autores de publicaciones en la histórica de la terapia breve. El lector interesado puede hallarlas en la
completa colección de ensayos sobre el tema ofrecida por el libro – repleto de la bibliografía precisa - de
Giorgio Nardone y Paul Watzlawick (2004), Terapia Breve Estratégica
7
3
Por sistema perceptivo-reactivo entendemos las modalidades individuales redundantes de percepción y
reacción hacia la realidad. Estas se expresan en el funcionamiento de las tres fundamentales e
independientes tipologías de relación: entre uno consigo mismo, entre uno y los demás, y entre uno y el
mundo (Nardone, 1991).
4
No hemos de subestimar la fuerza concreta creadora de patologías de las etiquetas psicopatológicas y
psiquiátricas (Watzlawick, 1991; Nardone, 1994; Pagliaro, 1995), es decir, la “profecía que se autorealiza”
producida por la diagnosis en la persona que la recibe y en las personas de su entorno. Las etiquetas de
diagnóstico, al ser actos lingüísticos performativos (Austin, 1962), crean finalmente la realidad que
supuestamente describen. Además, en el campo de los trastornos de la alimentación, también tenemos
el problema de la enorme difusión popular de los constructos psicodiagnósticos, que llevan a un creciente
énfasis en estos trastornos. El gran interés y la alarma que estos trastornos producen debido a la continua
publicidad han hecho del síntoma un importante vehículo de captación de atención para aquellos que lo
padecen.
11
5
En el caso de los trastornos fóbico-obsesivos (agorafobia, ataques de pánico, fijaciones compulsivas e
hipocondría), por ejemplo, observamos series de específicas y redundantes soluciones intentadas
disfuncionales: la tendencia a evitar situaciones de miedo, constantes solicitudes de ayuda y protección a
familiares y amigos, e intentos por controlar las propias y espontaneas reacciones físicas, así como el
ambiente del entorno. La relación con uno mismo, los demás y el mundo de las personas que sufren estos
trastornos parecen basarse completamente en los mencionados mecanismos de percepción reacción.
12
https://www.youtube.com/watch?v=rG4n6e687Ak&t=188s
13
14
15
16
17
18
19
20
21
uno de ellos con agua muy caliente, otro con agua muy fría y otro con agua
tibia. Ahora coloque su mano derecha en el agua caliente y su mano izquierda
en el agua fría. Después de unos pocos minutos, coloque ambas manos en el
agua tibia. La experiencia será realmente impactante. La mano derecha
notará el agua muy fría y la mano izquierda la notará muy caliente. Es el
mismo cerebro; sin embargo, “la mano derecha no sabe lo que está haciendo
la mano izquierda”. Lo interesante aquí es que, basándose en la percepción
de la mano derecha, usted quisiera añadir agua caliente; basándose en la
percepción de la mano izquierda, usted quisiera añadir agua fría.
6
Esta prescripción, como otras que siguen, es una técnica que ha sido formalizada en los protocolos de
tratamiento para síntomas fóbicos y obsesivos (Nardone, 1996).
27
PRAXIS CLÍNICA
LAS FASES DE LA TERAPIA
La prueba más fuerte contra cualquier teoría es su aplicación.
Karl Kraus.
Estrategias:
Comunicación:
30
Estrategias:
Comunicación:
Estrategias:
Comunicación:
31
Estrategias:
Comunicación:
Sin embargo, para construir una fuerte relación con los pacientes, el
terapeuta debería poder determinar y tomar en consideración las clases de
resistencia al cambio de los pacientes. Clases diferentes de resistencia
requieren estratagemas y tácticas diferentes de comunicación. Una amplia
investigación en contextos clínicos, empresariales y educativos ha llevado a
la identificación de cuatro tipos diferentes de resistencia al cambio
(Watzlawick, Nardone, 2004).
32
En este punto los pacientes deberían percibir una relación entre sus
propios esfuerzos y el acontecimiento del cambio (Hubble, Duncan y Miller,
1999). Incluso si los pacientes atribuyen el cambio al destino, la suerte, la
experiencia del terapeuta, o la medicación, deberían ser dirigidos a valorar
su irreemplazable implicación en el cambio resultante y habría que darles la
completa responsabilidad por haber tenido tanto éxito en adoptar las
estratagemas sugeridas por el terapeuta en su vida diaria.
https://www.youtube.com/watch?v=2jpWGKtnCGs&t=73s
Para que quede más claro cada uno de los pasos del método, analizaremos
las técnicas terapéuticas de una forma secuencial, desde el principio hasta el
fin del tratamiento, para poner de relieve que “el secreto es que no hay
secretos”.
La primera sesión
La segunda sesión
Esos cambios obtenidos tras una sola sesión por lo general son muy
alentadores para el paciente de cara a sus expectativas respecto al resultado
final de la terapia. Incluso se disuelven las resistencias al cambio que
muestran los pacientes más rígidos. Gracias a esto, al final de la segunda
entrevista se prescribe la técnica fundamental de la peor fantasía, a la vez
que se mantienen las prescripciones anteriores.
La tercera sesión
7
El trastorno dependiente de personalidad está definido en el DSM V como una necesidad aguda y
excesiva de ser atendidos, que determina un comportamiento sumiso y dependiente y un temor a la
separación. Esas características aparecen al principio de la edad adulta y se manifiestan de manera
constante en contextos diversos.
45
La cuarta sesión
La quinta sesión
Los que no tienen que pasar por esa fase de progresiva anulación de
los miedos mantenidos ocultos, la terapia continua con sesiones de follow-up
cada vez más distanciadas (uno, dos, tres, seis meses) para favorecer la
consolidación de la confianza en los propios recursos y la adquisición de un
nuevo equilibrio basado en la seguridad personal, en la autoestima y en la
independencia, que pueda substituir al anterior basado en la inseguridad y
en la dependencia de los demás.
Generalmente esta fase, para los casos que todavía tienen que realizar todas
las experiencias emocionales correctivas que les proporcionaran plena
confianza en su capacidad de gestionar el miedo manteniéndolo por debajo
del umbral en el que se transforma en pánico, no supera las tres-cuatro
sesiones de exposición gradual a lo que todavía se teme. A veces, como se
verá claramente en la presentación de los casos tratados, los pacientes
muestran resistencia a avanzar en esa dirección y es necesario recurrir a
otras estratagemas terapéuticas que se asocian a la paradoja para superar la
resistencia sin que el paciente se sienta nunca forzado a hacer algo que no
47
3. El tálamo Analiza
los impulsos visuales en entrada por dimensión., forma y color, y los impulsos
auditivos por volumen y contraste; por tanto, envía la señal a las partes
relacionadas de la corteza.
4. La corteza Proporciona
el sentido natural de la visión y del sonido, permitiendo al cerebro llegar a
ser consciente de lo que se ve o se oye. Actuando sobre una región, la corteza
prefrontal, puede interrumpirse la reacción de la ansiedad.
52
5. Amígdala Centro
emocional del cerebro, la amígdala desempeña el papel primario de poner en
marcha la reacción del miedo. Las informaciones que la atraviesan tienen un
significado emocional.
8. Hipocampo Es
el centro de la memoria, vital para almacenar las informaciones que
provienen de los sentidos, cargadas del bagaje emocional recibido durante su
recorrido a través de la amígdala.
Paro de la digestión El
cerebro deja de pensar en las cosas que producen placer y se concentra en
peligros potenciales. Para evitar la pérdida de energía en la digestión induce
al cuerpo a vaciar el tracto digestivo a través del vómito involuntario, la orina
y la defecación.
Nardone, Giorgio. 2003. No hay noche que no vea el día. Capítulo 1. Editorial
Herder S.L. (2004) Barcelona.
Ver vídeos Júlia Pascual para discriminar los ataques de pánico de las
fobias:
https://www.youtube.com/watch?v=Bpjaqowr8tw
http://www.juliapascual.com/combatir-fobias/
55
CASOS CLÍNICOS I
LA CONVICCIÓN DE ENLOQUECER
Se presenta con su madre, que permanece fuera del despacho, una joven con
la mirada perdida y un andar descoordinado, típico de la persona que ha
tomado una fuerte dosis de psicofármacos. También tiene la voz pastosa y,
en cuanto se sienta, empieza a hablar con un discurso rápido y a veces
caótico.
PACIENTE: Hace seis años que padezco estos problemas: cuando voy
por la calle y siento que la cabeza se me va, empiezo a preguntarme
donde estoy, quien soy, que estoy haciendo; tengo la fijación de que
me he vuelto loca; vale, siempre he sido un poco hipocondríaca,
porqué además cuando yo era pequeña papá tenia crisis epilépticas
muy fuertes, gritaba…porque cuando estoy bien (o sea, la he montado
gorda con los fármacos) me importa todo un carajo y nada más; me
han hecho hacer estas hipnosis y al principio estaba fatal, me parecía
oír voces, porqué además, vale, me han metido fijaciones en la
cabeza, negatividades.
TERAPEUTA: ¿Cómo?
P – No, no, no me lo han hecho, pero, o sea, quiero decir que una
amiga mía, que entiende de estas cosas, que se interesaba por la
medicina alternativa, siempre me decía: “Mira, lo tuyo no son ataques
de pánico, es negatividad”, y luego, o sea, también se ha añadido
esto. Lo he explicado a grandes rasgos.
T - ¿Mirar la televisión?
P – si
P – Es decir, no, quiero decir que estos días siempre con mamá, antes
siempre sola.
P – Estos
T – No sale…
P – Ahora si…
P – Sí
T - ¿A qué se dedica?
T - ¿Qué estudiaba?
P – Turismo.
P – Veintidós.
57
T - ¿Y la relación funciona?
P – Sííí
P – Sí
T - ¿Y lo ha hecho?
P – Realmente, no.
T – Ah, bien.
P – Sí.
T - ¿…diera un bandazo?
P – Sí.
P - ¿Por qué?
P- ¿Por qué?
T – Quiero que piense que, cada vez que pide ayuda y la recibe
contribuye no solo a la persistencia de su trastorno, sino también
a su agravamiento; pero yo sé que usted no está en condiciones
de dejar de pedir ayuda, por tanto, le digo: “Piénselo!” ¿De
acuerdo? Tercer deber: Quiero que desde hoy hasta la semana
próxima, todas las mañanas, cuando se vista, se prepara,
imagínese algo, una fantasía concreta, una fantasía un poco rara.
Quiero que imagine que sale de aquí, como saldrá hoy de aquí,
que cierra la puerta como hoy cerrará la puerta y, ¿plaf! por arte
de magia los miedos desaparecen. ¿Qué cambiaría
inmediatamente en su jornada? ¿Qué otros problemas habría que
resolver después de este?
P – Ninguno.
T – No me responda ahora.
P – Ah.
SEGUNDA SESION
T - ¿Plaf!
P – Sí.
P – No.
P – No.
T – ya
T - ¿Y ha tenido ataques?
P – No.
T - ¿Ah, si?
P – (sonríe).
P - ¿Después de esto?
P - Problemas concretos.
T - ¿Ah, sí?
T – Bien, quiero que piense directamente que cada vez que pide
ayuda y la recibe contribuye a la persistencia y agravamiento de
su problema. Y además también le dije que no es capaz de
abstenerse de pedir ayuda y usted me ha demostrado que si que
es capaz. Ahora piense que cada vez que pide ayuda da un paso
atrás.
8
En la psicoterapia estratégico-familiar se definen así los beneficios obtenidos de la persistencia de un
síntoma psicopatológico o médico-orgánico. De hecho, además de los aspectos negativos o dolorosos,
una expresión sintomática puede comportar beneficios psicológicos, interpersonales y sociales, que
representan un obstáculo al cambio (Nardone, Salvini, 2013).
64
P – Sí.
TERCERA SESION
9
La filosofía del “como si” fue introducida por el filósofo alemán Hans Vaihiinger
(1911) y se basa en la tesis de que el ser humano se inclinaría a aceptar una idea
determinada por su utilidad y no por su “verdad absoluta”, puesto que todas las
formas de conocimiento se basan en juicios perceptivos que por su naturaleza son
falibles. Ahora bien, cuando una percepción o una idea son asumidas por su utilidad,
el sujeto se comportará como si fueran verdaderas reforzando en su mente esa
realidad. En psicoterapia, introducir una pequeña variación conductual al día, como
si el problema ya estuviera superado, conduce a percepciones diferentes que
desencadenan un feedback virtuoso entre conductas y percepciones funcionales.
65
T – Por tanto, si tuviera que hacer una valoración del cero al diez,
considerando cero cuando la conocí con su trastorno invalidante,
y diez cuando podamos decir: “Gracias, ya no tengo el problema
que me trajo aquí”, ¿Qué puntuación se daría?
P – Seis y medio.
P – Correcto, es verdad.
CUARTA SESION
T - ¿Cómo han ido las cosas en este periodo? ¿Ha tenido más
ataques de pánico?
10
Técnica procedente de la psicoterapia breve centrada en la solución desarrollada
por De Shazer y Berg. Asociada a la técnica del escalador, permite traducir el punto
diez, de llegada, en una serie de objetivos intermedios caracterizados por
pensamientos, emociones, comportamientos e interacciones que remiten a diferentes
áreas de la vida y de la realidad del paciente (Nardone, Salvini, 2013).
67
P – No.
T - ¿Ha tenido que pedir algo a alguien para hacer las cosas?
P – No.
P – Normal.
P – Sí.
P – No.
T - ¿Nunca?
P – Es exactamente así.
P – Ah. Exactamente.
P - ¡Es cierto!
P – Sí.
años mayor que ella y su aspecto cuidado no deja vislumbrar ningún signo
evidente de problemáticas psíquicas ni conductuales.
71
CASOS CLÍNICS II
T – Antes se decía que los ojos del gato eran el diablo, el demonio.
(ríen) Es importante saber si es más fuerte la sensación de
aversión, asco, rechazo o la sensación de terror, de miedo.
P – Ah, es eso, las garras del gato, los ojos, es cuando se levanta
así (curva la espalda) que me da miedo.
P – Sí.
P – Sí, más.
P - ¿Sabré hacerlas?
P – De acuerdo.
P- ¿Yo?
T – Yo no le pido que mire gatos. Tiene que leer, estudiar todas las
características del gato.
T – Quiero que empiece por las cosas más banales. De modo que
vaya a Internet y descargue información general sobre gatos sin
imágenes: la enciclopedia, los conocimientos básicos. ¿De
acuerdo?
SEGUNDA SESIÓN
P – Este es mi material.
T – Veamos, veamos…
(ríen)
T - ¡Oh!
76
T – Oh.
T – No es un demonio.
P – De hecho…
P – Veamos.
TERCERA SESIÓN
P -Cuesta un poco.
T – ¿Y qué hace?
T - ¿Y qué ocurre?
79
T – Bonito.
P – Precioso.
T – ¡Ah, precioso!
P - ¡Ah!
P – Es imposible …
CUARTA SESIÓN
T – ¡Guau!
T – Bien.
P - ¿Qué falta?
P – Buenos días.
P – Cómo no.
P – Sí.
P – Sí, justo.
T – Los labios.
P – Los labios.
P – Sí.
85
P – Exacto, sí.
T - ¿En que te hace pensar que has encontrado un defecto sólo después
de haber arreglado otro anterior?
T – Eh…!
P – No.
P – Porque no!
86
T – Ah…
T – Así que puede darse que te pares aquí. ¿Qué es lo que te podría
hacer que te pararas aquí?
P – Sí, efectivamente…!
T Ok, ¿conoces el juego de las cajas chinas? Abres una caja grande y
encuentras otra más pequeña; abres la pequeña y encuentras otra más
pequeña; abres aquella más pequeña y encuentras otra aún más
pequeña…Si tu empezases a pensar que tras cada intervención
correctiva que ha funcionado te vendrán ganas de otra, después de otra
intervención te vendrán ganas de otra, después de una intervención te
vendrán ganas de otra… sencillamente porque corregir algo con el bisturí
que funciona bien, podría hacerte descubrir otro defecto que arreglar y
otro defecto más que arreglar… En otras palabras, podría ser una
corrección que se transforma en algo que crea nuevas cosas que
corregir…! ¿Conoces a Michael Jackson?
P – Sí.
P – Uhmmm.
P – Cierto!
P – Bien.
E - ¿O sea, tu decisión?
T – Ninguna más.
Ahora bien, es muy importante pensar que ella llego con la situación
inicial de activarse la duda de necesitar otras intervenciones y, por lo
tanto, ha sido cogida en un momento en el que seguramente ha sido
más fácil actuar sobre el cambio. Cuando llegan personas que se han
sometido a muchas intervenciones quirúrgicas, que continúan teniendo
la obsesión de la intervención quirúrgica hacía, a veces, fenómenos
estéticos inexistentes, o bien que se han hecho una misma intervención
quirúrgica varias veces, entonces seguramente una sesión no basta.
Pero es verdad que la intervención terapéutica puede hacerse con un
número muy limitado de sesiones, si se trabaja llevando a la persona, a
través de las preguntas, sus respuestas y las paráfrasis a sus
respuestas, a que sienta de modo diferente, no a que comprenda, a que
sienta.
Bibliografía: