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Alumnas:
Los daños cerebrales son una lesión en el sistema nervioso central, causada por una fuerza
física externa o agente interno, que dificulta la realización de las funciones normales del
cerebro. Puede producir alteraciones motoras, cognitivas, emocionales, conductuales,
sensoriales y además del nivel de conciencia.
Entonces aquellas lesiones de cualquier origen que se producen de forma aguda en las
estructuras cerebrales en personas que han nacido sin ningún tipo de daño, causan en el
individuo un deterioro neurológico permanente respecto a la situación previa, lo que
condiciona un menoscabo de su capacidad funcional y de su calidad de vida.
Las personas con daño cerebral, va siendo cada vez más numerosa, siendo los jóvenes (entre
15 y 24 años) más susceptibles de sufrir lesiones cerebrales.
Es necesario llevar a fin, una rehabilitación especializada en el Daño Cerebral, con equipos
de profesionales que compartan conocimientos y objetivos.
Los tratamientos para la lesión cerebral traumática dependen de muchos factores, incluyendo
el tamaño, la gravedad y la ubicación de la lesión cerebral.
Justificación
Un daño cerebral es una lesión repentina en el cerebro. Se caracteriza por su aparición brusca
y por el conjunto variado de secuelas que presenta según el área del cerebro lesionada y la
gravedad del daño.
La población con daño cerebrales va siendo cada vez más numerosa, siendo los jóvenes entre
15 y 24 años los más susceptibles de sufrir lesiones cerebrales. Pues llevar a cabo una
rehabilitación especializada en el daño cerebral es especial cuando se porta con equipos de
profesionales que compartan conocimientos y objetivos.
Las personas con daño cerebral pueden tener muchas impulsivas y cometer más errores que
antes a la hora de reaccionar. Esto es muy importante sobre todo en situaciones que
representan peligrosidad como por ejemplo el cuidado de niños, conducir o la resolución de
conflictos.
Si hablamos de los daños cerebrales, no hace referencia a que proviene del exterior, sino, por
ejemplo, a los tumores y malformaciones cerebrales y del sistema nervioso, enfermedades
degenerativas como las demencias: Alzheimer, Parkinson, y demencias frontotemporales,
entre otras… las patologías de tipo neurológico como por ejemplo la epilepsia.
Pues, así como nuestro cerebro es increíblemente grandioso y bastante inteligente, también
puede fallar en algún dado caso de accidente u otro. El cerebro es un órgano especialmente
vulnerable a la falta de oxígeno, una disminución del flujo sanguíneo durante unos cinco a
seis minutos, puede llegar a causar un terrible daño cerebral irreversible.
-Nuestro objeto principal como grupo es que comprendan el significado del tema que nos
asignaron y conozcamos mucho más de nuestro cerebro.
El daño cerebral adquirido, conocido también por sus siglas DCA, es el daño sufrido por el
cerebro en algún momento de la vida de una persona después de su nacimiento. Se produce
por diversos motivos y las consecuencias –que pueden ser temporales o permanentes- pueden
causar alteraciones en el funcionamiento cognitivo, emocional, físico y de conducta,
dependiendo de donde se localice el daño. Estas lesiones no afectan por igual a un cerebro
en crecimiento (niños) que a un cerebro adulto.
El daño cerebral adquirido suele dividirse en dos tipos fundamentalmente y cada uno de ellos
presenta una serie de causas diferentes. Las dos clases que existen son las siguientes:
El daño cerebral adquirido, en este caso, es provocado por una lesión directa de las estructuras
craneales, encefálicas o meníngeas debido a un daño físico externo, como una contusión, una
lesión penetrante… Entre los motivos por los que se puede producir se encuentran, por
ejemplo: accidentes de coche, agresiones violentas, caídas contra algún objeto, herida de
bala, entre otras.
Se habla de daño cerebral adquirido sin traumatismo cuando la lesión en el cerebro viene
producida por las condiciones patológicas de los vasos sanguíneos del mismo. Dependiendo
de la zona en la que se produzca deriva en diversas carencias.
Existen dos tipos de daño cerebral adquirido por lesión no traumática.
Isquemia. Se produce cuando el flujo sanguíneo del cerebro decrece o se interrumpe. Entre
las posibles causas, encontramos: la embolia, la vasculitis, la arterioesclerosis y, por último,
la trombosis.
Hemorragias. En este caso, el daño cerebral adquirido se produce cuando se rompe un vaso
sanguíneo y la sangre se filtra a las zonas cerebrales inadecuadas.
Entre los efectos que puede provocar un daño cerebral adquirido se encuentran posibles
cambios físicos, como dificultad para andar, estar de pie, sentarse, y por otro lado, problemas
cognitivos, lo que implica complicaciones para tomar decisiones, confusión y problemas con
la vista o la audición. Pero, también puede provocar en los enfermos alteraciones emocionales
como tristeza, frustración o ira, hasta llegar a la depresión o la ansiedad. Además, pueden
sentir dolores crónicos, como diversas cefaleas.
Es importante que el paciente con daño cerebral adquirido reciba una rehabilitación que
cumpla las siguientes características: temprana, se debe comenzar lo antes posible; intensiva,
con un ritmo adecuado a las necesidades del paciente; individualizada, los objetivos deben
ser personalizados; y multidisciplinar, requerirá de la participación de diferentes
profesionales para conseguir una mejora del enfermo a nivel global
Plasticidad neural
El tejido nervioso consta de asociaciones de grupos de neuronas y células gliales que actúan
como unidades de función fisiológica. En estos conjuntos dinámicos, las células gliales
ejercen de controladoras del microambiente celular en lo que se refiere a la composición
iónica, niveles de neurotransmisores y suministro de citosinas y otros factores de crecimiento.
La plasticidad del sistema nervioso central de los mamíferos está dirigida a potenciar los
procesos de aprendizaje y memoria.
Corría el año 1890 cuando el psicólogo William James introdujo el término plasticidad para
describir la naturaleza modificable del comportamiento humano. En los últimos años del
siglo XIX, Santiago Ramón y Cajal propuso que estas modificaciones comportamentales
tendrían seguramente un sustrato anatómico. Sin embargo, tras la muerte de Cajal se adoptó
una forma rígida de ver el sistema nervioso central (SNC) adulto. la anatomía de esta
estructura nerviosa se mantenía inalterable, salvo los procesos degenerativos.
Se admite hoy que las redes neuronales que componen el sistema nervioso de los mamíferos
permanecen plásticas, modificables, a lo largo del curso entero de la vida de estos
organismos. Dicha plasticidad constituye una de sus adaptaciones más importantes.
Englobado bajo la denominación de plasticidad neural (el adjetivo se refiere a neurona y
glía), el concepto está plenamente aceptado.
Conclusión
Una reflexión que debemos hacer es si la rehabilitación de las personas con daño cerebral
adquirido debe establecerse dentro del área de los servicios sociales o debería estar en un
contexto sanitario.
Existen pasos que puede tomar para prevenir lesiones en la cabeza y lesiones cerebrales
traumáticas: