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ÍNDICE
Introducción pag.
La Mera Liberalidad…………………………………………………………….......11
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Efectos Y Beneficios De Los Pagos No Constitutivos De Salario…………………23
Conclusión…………………………………………………………………….……25
Bibliografía…………………………………………………………………………26
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INTRODUCCIÓN
Los salarios son uno de los factores de mayor importancia en la vida económica y
social de toda comunidad. Los trabajadores y sus familias dependen casi enteramente
del salario para comer, vestirse, pagar el alquiler de la casa en que viven y subvenir a
todas sus demás necesidades. En la industria, los salarios constituyen una parte
importante de los costos de producción de los empleadores. A los gobiernos les
interesan sobremanera las tasas de salarios porque repercuten en el ambiente social
del país y en aspectos tan importantes de la economía como el empleo, los precios y
la inflación, la productividad nacional y la posibilidad de exportar bienes en cantidad
suficiente para pagar las importaciones y así mantener el equilibrio de la balanza de
pagos. Es lógico que los sindicatos y sus afiliados traten de que los salarios sean
altos, para que los trabajadores puedan satisfacer mejor sus necesidades esenciales.
Los salarios elevados también tienen importantes ventajas para la economía en su
conjunto, pues en primer lugar aseguran una fuerte demanda de bienes y servicios, y
además estipulan el aumento de la productividad. Si bien lo ideal es que los salarios
sean lo suficientemente elevados como para impulsar la demanda de bienes y
servicios, cuando son demasiado altos exceden la capacidad de producción, y el
resultado es la inflación.
Los problemas fundamentales de salarios son los mismos en todos los países, pero
difieren los procedimientos de solución y los métodos de reglamentación. En algunos
países es frecuente que el empleador y los trabajadores de cada empresa fijen los
salarios. En otros, los salarios están reglamentados por contratos colectivos que se
aplican a toda una industria. En los países con economías planificadas las autoridades
centrales fijen la suma total disponible para salarios con arreglo al programa
económico nacional; se asignan sumas determinadas a cada sector industrial y a cada
empresa y los directores y administradores de las empresas arreglan los detalles
relativos a la remuneración de las diferentes categorías de los trabajadores.
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PAGOS QUE NO SON SALARIALES.
Por regla general todo pago que reciba el trabajador constituye salario, y sólo de
forma excepcional algunos no son salariales.
Hay pagos que no constituyen salario porque la ley de forma expresa así lo señala,
y otros porque las partes han acordado expresamente que no constituyan salario, en los
casos en que la ley lo permite.
El artículo 128 del código sustantivo del trabajo señala los pagos que no
constituyen salario en los siguientes términos:
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La norma no los señala expresamente, sino de forma generalizada y en forma de
ejemplo, por lo que pueden existir otros pagos que puedan tener tal naturaleza.
El artículo 128 del código sustantivo del trabajo permite que entre empleador y
trabajador acuerden pagos que no constituyen salario, pero es preciso que dichos pagos
cumplan con determinados criterios, como más adelante se explica.
3. Los pagos, beneficios o auxilios que, aun siendo habituales, las partes
acuerden expresamente que no constituirán salario y así lo consagren por las
vías convencional o contractual, si no están relacionados con la prestación del
servicio.
De manera más específica ha señalado la Corte que todo pago es salario a menos que:
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• se trate de sumas ocasionales y entregadas por mera liberalidad del empleador
• Los pagos laborales que por disposición legal no son salario o que no poseen
un propósito remunerativo, tales como el subsidio familiar, las
indemnizaciones, los viáticos accidentales y permanentes, estos últimos en la
parte destinada al transporte y representación.
De forma general los pagos no salariales deben cumplir los anteriores requisitos y
condiciones, y seguidamente abordamos con más detalles algunas situaciones
especiales.
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LA RETRIBUCIÓN DEL TRABAJO.
Cualquier pago que tenga como objetivo remunerar al trabajador no puede ser
calificado como ingreso no constitutivo de salario.
Es por ello que conceptos como las comisiones o bonificaciones por rendimiento
nunca podrán considerarse como un pago no constitutivo de salario, pues sin importar
el nombre que se les dé, su finalidad es remunerar el trabajo, ya que no es más que una
contraprestación directa por un servicio prestado.
Es claro que bajo ningunas circunstancias las comisiones pueden pactarse como no
constitutivas de salario.
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Respecto a las bonificaciones, estas pueden ser acordadas como no constitutivas de
salario siempre que sean ocasionales y no tengan el propósito de remunerar al
trabajador.
Las partes no tiene la facultad legal ni contractual para cambiar la naturaleza misma
de un pago, de manera que, si el pago tiene su origen en la actividad desarrollada por
el trabajador, este será siempre de carácter salarial.
«Además de lo anterior, esta Corte ha sostenido que estos acuerdos en tanto son
una excepción a la generalidad salarial que se reputa de los pagos realizados en el
marco de una relación de trabajo, deben ser expresos, claros, precisos y detallados de
los rubros cobijados en él, «pues no es posible el establecimiento de cláusulas globales
o genéricas, como tampoco vía interpretación o lectura extensiva, incorporar pagos que
no fueron objeto de pacto. Por ello, la duda de si determinado emolumento está o no
incluido en este tipo de acuerdos, debe resolverse en favor de la regla general, esto es,
que para todos los efectos es retributivo»
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La falta de especificación o claridad hará que el pago se convierta en salarial, por lo
tanto, se ha de definir de forma expresa, taxativa, qué pagos no constituyen salario.
Frente a este tema, resulta importante la doctrina de sala laboral de la corte suprema
de justicia en la sentencia antes citada, donde dijo:
«En primer lugar, tanto el auxilio de gastos médicos y la pensión voluntaria eran
entregados en dinero a la trabajadora para que ella dispusiera inmediatamente de esos
recursos. Por esta vía, la demandante podía emplear esos dineros en la satisfacción de
las necesidades que usualmente se colman mediante el salario, tales como vivienda,
salud, educación, alimentación, recreación, entre otros. Es decir, la supuesta
destinación específica alegada por la empresa se derrumba con el hecho de que esos
auxilios eran traducidos en dinero para que la trabajadora dispusiera de ellos como a
bien tuviera.»
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En consecuencia, si el pago es por rodamiento, el dinero debe ser para eso; si es
para educación, pues para eso.
LA MERA LIBERALIDAD.
Hay pagos que adicionalmente deben obedecer a la mera liberalidad del empleador,
es decir, que dependen de la voluntad de este pagarlo o no, por tanto, son pagos que no
los exige la ley, y son beneficios o pagos extras que el empleador decide otorgar a sus
trabajadores.
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«Aunque esta Corporación en algunas oportunidades se ha apoyado en criterios
auxiliares tales como la habitualidad del pago (CSJ SL1798-2018) o la
proporcionalidad respecto al total de los ingresos (CSJ SL, 27 nov. 2012, rad. 42277),
debe entenderse que estas referencias son contingentes y, en últimas, han sido utilizadas
para descifrar la naturaleza retributiva de un emolumento. Quiere decir lo anterior, que
el criterio conclusivo o de cierre de si un pago es o no salario, consiste en determinar
si su entrega tiene como causa el trabajo prestado u ofrecido. De otra forma: si esa
ventaja patrimonial se ha recibido como contraprestación o retribución del trabajo.
Es por ello resulta tan importante dejar muy claro qué pagos no constituyen salario,
pues de esa forma no se da espacio a las interpretaciones en uno u otro sentido, pues
de presentarse discusiones, es probable que el asunto se resuelva en favor del
trabajador.
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«Atrás se explicó que es salario toda ventaja patrimonial que recibe el trabajador
como consecuencia del servicio prestado u ofrecido. Es decir, todo lo que retribuya su
trabajo. Por tanto, no son salario las sumas que entrega el empleador por causa distinta
a la puesta a disposición de la capacidad de trabajo. De esta forma, no son tal, (i) las
sumas recibidas por el trabajador en dinero o en especie, no para su beneficio personal
o enriquecer su patrimonio sino para desempeñar a cabalidad sus funciones, tales como
gastos de representación, medios de transporte, elementos de trabajo y otros
semejantes; (ii) las prestaciones sociales; (iii) el subsidio familiar, las indemnizaciones,
los viáticos accidentales y permanentes, estos últimos en la parte destinada al transporte
y representación; (iv) las sumas ocasionales y entregadas por mera liberalidad del
empleador que, desde luego, no oculten o disimulen un propósito retributivo del
trabajo.»
«Sin perjuicio de lo previsto para otros fines, para los efectos relacionados con los
artículos 18 y 204 de la Ley 100 de 1993, los pagos laborales no constitutivos de salario
de los trabajadores particulares no podrán ser superiores al 40% del total de la
remuneración.»
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En consecuencia, para efectos de las cotizaciones a salud y pensión, los pagos que
no constituyen salario no pueden superar el 40% del total de la remuneración.
Lo anterior, como dice la norma, sin perjuicio que para otros fines se pacte un
porcentaje superior, de manera que puede para efectos de prestaciones sociales, aportes
parafiscales y otros conceptos, los pagos no constitutivos de salario puedan ser
superiores a ese 40%, tal como lo dice la corte suprema de justicia en la sentencia que
ya hemos referido:
«El precepto bajo análisis, se limita a prohibir que los pagos no constitutivos de
salario excedan el 40% del total de la remuneración para efectos de determinar el
ingreso base de cotización al sistema de seguridad social. Nótese que la regla deja a
salvo «lo previsto para otros fines», al tiempo que circunscribe esta prohibición «para
los efectos relacionados con los artículos 18 y 204 de la Ley 100 de 1993», esto es, el
IBC de la seguridad social.»
La existencia de ese 40% no se puede interpretar como que hay luz verde para
considerar el 40% de la remuneración como no constitutiva de salario, como bien lo
señala la corte:
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En todo caso, así los pagos que no constituyen salario estén por debajo del 40%,
deben cumplir con los criterios antes señalados para que sean legales.
Como se puede observar, los pagos que no constituyen salario no pueden ser
acordados caprichosamente, pues de ser así, no resistirán el más mínimo análisis de un
juzgado o tribunal, máxime cuando la jurisprudencia hoy en día es bastante restrictiva
al respecto.
«Sobre dicho aspecto resulta oportuno resaltar que, no es la proporción del salario
básico y lo pagado por el plan general de beneficios, la causa determinante para
establecer su naturaleza salarial, sino el hecho de que lo cancelado bajo el referido
concepto, constituía una contraprestación directa de la labor desarrollada por la
trabajadora, puesto que la existencia de la descrita desproporción entre lo uno y lo otro,
apenas constituye un criterio auxiliar para determinar la incidencia salarial de un pago.»
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No es razonable que al trabajador se le pague un sueldo de 3 salarios mínimos
donde 2 se acuerdan como no constitutivos de salario, lo que hace bien difícil que el
empleador pueda demostrar que los pagos excluidos no tienen como objetivo
remunerar al trabajador.
En todo caso, no es obligatorio que tal convenio se haga por escrito como bien lo
señaló la sala laboral de la Corte suprema de justicia en sentencia 38757 del 14 de
septiembre de 2010 con ponencia del magistrado Francisco Ricaurte:
«Con todo, es de advertir que el artículo 128 del CST, en la parte que al recurso
extraordinario concierne, no consagra solemnidad alguna para el acuerdo de marras; el
carácter expreso del mismo no implica, necesariamente, calidad solemne. Por expreso
ha de entenderse lo que es factible de ser apreciado directamente, sin necesidad de
deducción o inferencia, tal como sucede, v.gr., con la manifestación que la parte que
termina unilateralmente el contrato de trabajo debe hacer a la otra en el momento de la
extinción. Que el medio escrito se haga aconsejable para efectos probatorios es cuestión
distinta a que la escritura se prevea como una solemnidad, como acontece en tratándose
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de hechos como la estipulación sobre salario integral, el contrato a término fijo, el
período de prueba, la interrupción de prescripción mediante reclamo escrito, etc.»
Lo primero que se debe señalar es que debe existir un acuerdo en pacto entre las
partes en el cual se pacte el bono o la bonificación, y que este no es salarial, pero ello
no siempre es suficiente para que tal pago se considere como no constitutivo de salario.
Esto para significar que por la sola existencia de una cláusula que niega la naturaleza
salarial de una bonificación no es suficiente para que en efecto ese pago no sea salarial.
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La misma sentencia señala:
1. No es habitual.
Es claro que el simple acuerdo entre las partes no es suficiente para desvirtuar la
naturaleza salarial de una bonificación, pues esta no debe ser habitual, debe tener un
fin específico, y no debe retribuir de alguna forma el servicio del trabajador.
COMISIÓN VS BONIFICACIÓN
En el fondo la bonificación no es más que una comisión por rendimiento, y en tal
caso esa bonificación será salarial, y le corresponderá al empleador que no lo es. Por
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lo general la bonificación no es más que un nombre distractor para lo que en realidad
es una modalidad de remuneración.
Para que el auxilio de vivienda se pueda acordar como un pago no salarial, ese
auxilio debe ser real y debe tener como destinación el pago de la vivienda del trabajador
en sus distintos modos, como claramente lo señala la sala laboral de la Corte suprema
de justicia en sentencia SL3469-2021:
«En ese entendido, observa la Sala que lo único que diferenciaba el «auxilio de
vivienda», del pago ordinario otorgado al trabajador era i) su denominación y ii) su
carácter no salarial. En relación con la primera distinción, se anota que, aun
habiéndosele dado el nombre de auxilio de vivienda, en la práctica, no se advierte que
cumpliera esa finalidad, ya que de ninguna de las pruebas se infiere que se sufragara
con este, gastos como habitación, arriendo, pago de cuotas por créditos de vivienda o
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beneficios semejantes. De modo, que la situación dista de la analizada en la sentencia
CSJ SL648-2018, en la que se pactó una erogación, con la misma designación, pero se
probó en aquel proceso que estaba referida al traslado de ciudad del trabajador y se
trató de un «auxilio de vivienda que se cancelará mensualmente, cuyo valor dependerá
del que se pacte con el arrendador y dicho pago se hará directamente al mencionado
arrendador». Se reitera, ningún propósito semejante se deduce del estipendio sub
examine.»
Es claro que el auxilio de vivienda debe destinarse al pago del arriendo, por
ejemplo, lo que es normal cuando un trabajador es trasladado, donde la empresa asume
el pago del arriendo, o parte de él.
Pero si el trabajador tiene su propia casa, vive en la misma ciudad donde trabaja y
recibe un pago mensual que se ha denominado auxilio de vivienda, el juez lo
considerará como salarial, aunque las partes hayan acordado lo contrario.
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«En ese escenario, no se probó que la alimentación como beneficio extralegal que
había sido objeto de exclusión salarial, retribuyera el servicio del demandante, pues los
medios de prueba que lo refieren, dan cuenta de su pago interrumpido y de que este no
se derivada de la ejecución de la actividad laboral o rendimiento, sino de la necesidad
de su otorgamiento para la tarea que le hubiese sido encomendada.»
Por su naturaleza los pagos o auxilios de alimentación son habituales, pues se hacen
periódicamente, ya sea diariamente, semanal, quincenal o mensualmente, pero si ese
pago no está condicionado a un desempeño o comportamiento del trabajador, es viable
pactarlo como no salarial.
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«Lo hasta aquí visto, no arroja conclusión distinta a la sostenida en la sentencia de
segundo grado, pues la demandante, bajo la facultad prevista en el artículo 128 del
CST, acordó que el pago denominado estímulo al ahorro, realizado a través de aportes
voluntarios a la sociedad administradora de fondos de pensiones, no constituía salario
y, por ende, no se tomaría en cuenta para la liquidación de las acreencias legales o
extralegales, manifestación esta que era discrecional, tanto que pudo abstenerse de
realizar el acuerdo y no era imprescindible para efectos de la remuneración por sus
servicios.»
Si bien en ese caso particular los aportes que realizaba el empleador eran
discrecionales, incluso si no lo fueran tienen la virtud de no ser constitutivos de salario
siempre que no esté condicionados de forma alguna.
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«El Tribunal no se equivocó al concluir en la interpretación que hizo de la cláusula,
porque eso es lo emerge de la norma convencional, y es así como lo ha entendido la
Corte, en cuanto la prima de vacaciones no es un factor constitutivo de salario, pues su
causación se encuentra supeditada a que el trabajador entre a disfrutar de las
vacaciones, situación además concordante con la denominación otorgada a esa prima
extralegal, la cual se encuentra atada al goce del descanso remunerando, y por lo tanto,
tal como lo anotó el ad que, no constituye salario.
Además, aun cuando el monto de esa prestación depende de la antigüedad del
trabajador, no es una situación con la cual se pueda arribar a la conclusión de que en
realidad tiene connotación salarial, pues de ella no se desprende un carácter retributivo
del servicio, en tanto es razonable señalar, que esa antigüedad tan solo se utiliza como
un parámetro para fijar el monto de esa erogación. Igual sucede con el disfrute
proporcional de esa prima por el retiro o despido del trabajador, en tanto no es una
razón suficiente para concederle naturaleza salarial.»
Para las empresas esto es un gran beneficio puesto que les permite reducir su carga
prestacional y parafiscal, que por demás es bien costosa, puesto que por estos conceptos
la empresa debe pagar aproximadamente un 45% del salario. Esto quiere decir que si
se le paga a un empleado un sueldo de $1.000.000, debe la empresa pagar
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adicionalmente aproximadamente $450.000 por prestaciones, seguridad social y
parafiscales, lo que hace que la carga laboral de la empresa sea considerable, lo cual es
muy difícil de soportar por la pequeña y mediana empresa.
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CONCLUSIÓN
Para finalizar el presente trabajo se puede concluir que El salario como derecho
adquirido, desde que nace el hombre necesita alimentarse y por ende es a través del
trabajo que consigue su remuneración para adquirirlo y por supuesto subsistir, el
salario es conceptualizado en este trabajo por diferentes autores, se analizó y
concluyó en esta investigación que él representa una de las más complejas
transacciones, cuando una persona acepta un cargo, se compromete a una rutina
diaria, a un patrón de actividades y una amplia gama de relaciones interpersonales
dentro de una organización, por lo cual recibe un salario, a cambio del dinero, el
hombre es capaz de entregar gran parte de sí mismo, su esfuerzo y su vida.
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BIBIOGRAFIA
https://www.gerencie.com/pagos-laborales-que-no-constituyen-salario.html
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