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Introducción
A finales del año 1917, en la universidad de Córdoba se dieron un conjunto de
protestas por parte de los alumnos de la misma quienes cuestionaban la gestión de los
académicos y los modos de designar docentes que administraban las instituciones sin
atender gran parte de sus reclamos, la negativa de las autoridades aceleró una
escalada de manifestaciones públicas y terminó con la intervención de la universidad
nacional de Córdoba por parte del gobierno de Irigoyen quien dispone a intervenir en
el conflicto a José Nicolas Matienzo, el cual tomó medidas en el asunto produciendo
una reforma de los estatutos, como la que había sucedido en 1906 en la universidad de
Buenos Aires, donde el gobierno de la universidad quedaba en manos de los
profesores desplazando a los académicos vitalicios. Pero los conflictos no terminaron
ya que la asamblea universitaria nombra como rector al postulante conservador,
Antonio Nores, provocando que los estudiantes reformistas decidan desconocer el
resultado. Finalmente, un nuevo proceso de intervención, liderado por el ministro José
Salinas, impulsó la sanción de un nuevo estatuto que consagró el derecho de los
estudiantes a intervenir en la elección de las autoridades universitarias. Dando como
consecuencia la reforma universitaria. La cual tendrá influencia en todas las
universidades del país, y también, en países latinoamericanos.

2.Argentina Pre-Reforma
2.1.Antecedentes
Previo a la reforma estudiantil podemos diferenciar dos sucesos que anteceden e
influyen en la reforma estudiantil de 1918. Uno de estos sucesos es la llamada ley
Avellaneda (1597) sancionada en 1883, la cual fue propuesta por Nicolás Avellaneda,
rector de la UBA. Este proyecto fue debatido en el parlamento donde se establecieron
dos grandes posiciones al respecto. Por un lado, estaba el punto de vista de Avellaneda
que propuso dotar a las universidades con un régimen de mayor autonomía. Y por otro
lado, el criterio estatista del poder ejecutivo. Tras varios debates se promulga la ley
1597, la cual estipula que las universidades tenían capacidad de dictar sus propios
estatutos atendiendo el esquema de la ley, el rector era nombrado por una asamblea
universitaria que contaba con representantes de todas las facultades y un consejo
académico superior, este último tenía miembros de carácter vitalicio y eran ellos
mismos quienes designaban a los nuevos integrantes en caso de renuncia o
fallecimiento.

Y por otro lado, tenemos la reforma estaturía de la UBA dada entre 1903-1906 donde
los alumnos protagonizaron una serie de agudos conflictos que se iniciaron en la
Facultad de Derecho y pasaron luego a la de Ciencias Médicas, en los dos casos era la
autoridad de los Consejos la que se ponía en cuestión. La protesta estudiantil finalizó
con una Reforma estatuaria en 1906, esta terminó con los Consejos Académicos

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vitalicios que fueron denominados Consejos Directivos, y sus integrantes se renovarían
periódicamente siendo electos a partir de una propuesta del cuerpo de profesores.
2.2 Contexto socio-político
Hipólito Yrigoyen fue un dirigente político que llegó a la presidencia del país en dos
oportunidades (1916-22 y 1928-30). Este gobierno fue el primero en implementar el
sufragio universal, secreto y obligatorio que modificó profundamente el
funcionamiento del sistema político, permitiendo que las antiguas élites conservadoras
fuesen obligadas a desalojar el poder. Entre quienes lo votaron estaban los
representantes de las clases medias. Estas modificaciones impulsaron un importante
movimiento político y cultural en el país.
En cuanto la economía del país, no se modifican los principios fundamentales del
modelo agroexportador heredados de la etapa anterior, pero pronto se encontraría en
una crisis económica a consecuencia de la primera guerra mundial (1914-18).
2.3 La universidad de Córdoba en un nuevo gobierno radical.
Si bien el gobierno del país había cambiado de un estado liberal oligárquico
(conservador) a uno liberal democrático (radical). Este cambio aún no había sucedido
en la universidad de Córdoba, donde las autoridades seguían siendo conservadoras y
elitistas. Debemos tener en cuenta que la asistencia a la Universidad era primordial
para acceder a las élites políticas que en este ámbito se socializan, y por lo tanto el
título universitario cumplía un papel central como uno de mecanismo de ascenso
social. Es decir, la universidad de Córdoba, funcionaba “ como papel central en la
construcción de la élite gobernante, y esta élite cordobesa se definía esencialmente
como una clase doctoral. Por eso, cualquier reforma de la estructura de poder de la
ciudad de Córdoba debía ser esencialmente una “Reforma Universitaria”. Esto explica
en parte la resistencia de las élites que gobernaban la Universidad para reformar sus
estatutos (…)” Pablo Buchbinder (2010)
3.Reforma universitaria
3.1. Los acontecimientos de Córdoba.
A finales de 1917 hubo dos protestas por parte de estudiantes de la universidad de
Córdoba, por un lado, los estudiantes de ingeniería elevaron una queja a raíz de la
ordenanza que imponía nuevas condiciones de asistencia a clase. Y por otro lado, con
protestas aún más intensas, los estudiantes de la facultad de medicina cuestionaron
duramente el régimen docente en la facultad y se pronunciaron en contra del cierre del
internado hospital de clínicas, el cual funcionaba como escuela de prácticas y como
hogar para aquellos estudiantes cuyas familias vivían lejos de la ciudad. Pero estas dos
demandas fueron la gota de rebalsó el vaso, los alumnos elevaron una protesta
denunciando el carácter vitalicio de los miembros de las academias, las irregularidades
en la provisión de los cargos docentes y administrativos, cuestionaron los mecanismo
de designación de profesores acusando a la academia de nepotismo, se criticó,
también, el manejo de los fondos invertidos, cuestionando el aumento de los sueldos

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de los catedráticos y no en la mejora de la enseñanza. Por último, señalaron la
importancia del internado en la formación de médicos. En el año 1918 se conformó un
comité pro reforma y se elevaron los reclamos al gobierno de la universidad, los cuales
fueron desestimados. La negativa de las autoridades aceleró una escalada de
manifestaciones públicas y una huelga general que terminó con la intervención de la
casa de estudios por parte del gobierno nacional, previa solicitud de los reformistas.
3.2 La reforma
Hipolito Yrigoyen, presidente de la nación, atendió los reclamos de los estudiantes y
designó al interventor Jose Nicolas Matienzo, quien reabrió el internado y modificó el
estatuto, tal reforma cambió el carácter vitalicio de los consejeros y desplazó a los
académicos, proponiendo a los docentes para el control de la universidad.
Estos cambios no detuvieron los reclamos de los jóvenes, dado que en la convocatoria
a la elección de rector luego de la intervención de Matienzo, la asamblea nombra como
nuevo rector al propuesto por el sector conservador, Antonio Nores. Los protestantes
interrumpieron la asamblea y desconocieron el resultado. Frente a la presión
estudiantil, Yrygoyen dispuso una nueva intervención a la universidad de Córdoba,
teniendo como encargado del mismo, al ministro José S. Salinas. Provocando la
renuncia de muchos de los catedráticos ligados al sector conservador e incluso la
renuncia del rector electo. En esta intervención se revocó la elección de los
funcionarios cuestionados y nombró por decreto al rector, vicerrector y a los miembros
de los consejos superiores y directivos, promoviendo la consolidación del “cogobierno”,
facultad que tienen la universidad de gobernarse a sí misma por intermedio de la
elección de sus representantes en los consejos superior y directivos.
Esta reforma implicó la transferencia de poder desde los académicos hacia los
docentes.
3.3 La influencia de la reforma en la Universidad de la Plata y la Universidad de
Buenos Aires.
Los cambios impuestos en los estatutos en la UNC (universidad nacional de Córdoba) se
reprodujeron de forma gradual en las diferentes casas de estudios del país, la
Universidad de Buenos Aires y la Universidad Nacional de La Plata. Pero esos procesos
de implantación de nuevos estatutos ocurrieron de maneras diferentes.
En la universidad de Buenos Aires, la reforma fue una prolongación de los cambios que
venían produciéndose desde la reforma estatuaria en 1906. Por lo tanto, en ésta la
aceptación de los nuevos estatutos tomó un camino menos violento que lo sucedido
en Córdoba. Se nombraron interventores de las facultades, se sancionaron nuevos
estatutos y se integraron los cuerpos directivos, todo aquello contando el apoyo de los
estudiantes.
En cambio, en la universidad de la plata se vivió un proceso de reforma muy parecido al
de Córdoba, es decir, muy violento. Donde la casa de estudios se veía sometida a un
gobierno netamente jerárquico, y a los estudiantes se los situaba en un plano de clara

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subordinación. “Se suponía aquí la idea de natural superioridad de los docentes, y se
formaba una noción fuertemente paternalista.” Buchbinder (2010). Rivarola, rector de
UNPL, se oponía tanto a las ideas reformistas como a la participación de los estudiantes
en el gobierno de la casa de estudios.
A mediados de 1919, los estudiantes de agronomía reclamaron por la falta de
actualización de los programas de enseñanza, por el reducido espacio concedido a la
experimentación, por las arbitrariedades en la designación de profesores, y
denunciaron las irregularidades en la administración de la institución. Dichos reclamos
se extendieron en los alumnos de toda la universidad y en octubre del mismo año se
inició una huelga general para imponer nuevos estatutos, estos se tornaron
verdaderamente violentos, culminando con la destruccion de parte del mobiliario de la
institucion y el asesinato de uno de los alumnos. Como consecuencia Rivarola renuncia
a su cargo de rector en 1920.
3.4 Movimiento reformista en América latina.
No mucho tiempo después las ideas reformistas se extendieron a lo largo de toda
América latina, donde los estudiantes de diferentes países, como Perú, Chile, Paraguay
y Cuba, entre otros, se organizaron para pedir reformas en sus estatutos, tal y como
sucedió en Argentina en 1918. Pero a diferencia de Argentina, estos países aún se
encontraban en gobiernos nacionales con líneas políticas mucho más jerárquicas, y no
se había iniciado un proceso de democratización, como había sucedido en nuestro país
en 1912 con la Ley Saenz Peña. “En la mayor parte de América Latina la reforma
universitaria exigía, en cambio, la transformación previa de las estructuras políticas en
manos de oligarquías cerradas.” Buchbinder (2010). Por lo tanto, en los demás países
latinoamericanos la reforma fracasó, ya que no tenían un marco político y social que la
acompañase.
4. Lo vigente y obsoleto de la reforma en la actualidad.
La reforma universitaria se encuentra en vigencia en lo que corresponde a la
autonomía universitaria, proclamada respecto al poder judicial, pero es importante
tener en cuenta que la reforma universitaria fue proclamada hace un siglo y que debe
tomarse como punto de inicio y no como un fin, ya que las necesidades y nuestra
realidad como nación no es la misma que en 1918. Como expresa el licenciado Roberto
Follari, se deben tener en cuenta los obstáculos que estamos atravesando en la
actualidad para generar nuevos y necesarios cambios en las universidades, “La
Reforma opera hoy, se diría, por “la negativa”: señala acertadamente lo que no debiera
hacerse (atentar contra la autonomía, contra el autogobierno o la libertad de cátedra),
pero poco puede decir de lo que sí conviene hacer para que las universidades sean
cada vez más logradas en la docencia de grado y posgrado, en la producción de
investigación, en la relación con la sociedad desde lo cultural y la acción social, en las
actividades de divulgación y extensión.”
Follari enumera un par de cuestiones, las cuales me parecen importante remarcar, que
deben desligarse del concepto reformista para sostenerse, entre ellas nos encontramos

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con la educación por vías de nuevas tecnologías, la cual es una herramienta que se
utiliza activamente por parte de las universidades, pero esto implica una amenaza al
pretender dar títulos a nivel internacional sin control del Estado local o la de
reemplazar a los docentes por cursos filmados, muestran que se requieren
regulaciones locales claras y precisas, obviamente inexistentes en tiempos de la
Reforma. Otra situación a tener en cuenta es el uso de la cátedra, modalidad señera
para aquel movimiento, es hoy una rémora a superar: divide a los académicos en
múltiples espacios segmentados entre sí, es jerárquica internamente, pone severos
obstáculos a la movilidad y promoción de los docentes e investigadores. El sistema
departamental resulta mucho más adecuado, si bien las resistencias de los mismos
académicos hacen difícil imponerlo donde el sistema de cátedras está consolidado. Y
por último, la presencia de sectores populares; la reforma se ocupó de que los
sectores medios llegarán a la universidad, pero no de que lo hicieran los más
desposeídos. Esta inclusión social debiera mantenerse y reforzarse, se asocia a ello los
programas y acciones para evitar la deserción de alumnos de sectores populares que,
con tutorías y cursos paralelos, han conseguido una mejorada tasa de retención.

5. Conclusión.
La reforma universitaria fue consecuencia de un cambio de políticas en nuestro país,
gracias a la Ley Saenz Peña la cual establece un nuevo periodo de democratización. Fue
un proceso para desintegrar a las élites conservadoras, incongruentes al gobierno
nacional radical. Fue el desenlace inevitable a las críticas que se venían haciendo al
gobierno de las universidades, ya desde 1903. Fue el resultado de un gobierno
autoritario el cual no tenía en cuenta los intereses y necesidades del alumnado. La
reforma universitaria significó una mejora en la vida universitaria, y en la calidad de los
profesionales que salían de ella. La cual solo pudo lograr mantenerse en Argentina y no
en el resto del continente latinoamericano, ya que las políticas oligárquicas cerradas de
ellos no lo permitieron.
En la actualidad, la reforma universitaria se mantiene en términos de autonomía
universitaria, pero no atiende problemas actuales. Por lo tanto debemos tomarla como
un punto de referencia para mejorar nuestras universidades en el presente.

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Bibliografía:

Pablo Buchbinder (2010) Cap. 3: Entre la formación de las Elites y la de los


profesionales liberales. La Universidad Argentina de la Ley Avellaneda a la reforma. En:
Historia de las Universidades Argentinas. Buenos Aires. Sudamericana.

Pablo Buchbinder (2010) Cap. 5: La reforma Universitaria. En: Historia de las


Universidades Argentinas. Buenos Aires. Sudamericana.

Natalia Bustelo (2018) Cap. 2: los estudiantes argentinos ante la República


democrática. En: todo lo que tenes que saber sobre la reforma universitaria. Ciudad
Autónoma de Buenos Aires. Paidos.

Ricardo Follari (2017) La Reforma de 1918: lo vigente y lo obsoleto. En: Voces del Fenix.
Sumario n°65.

M.H. García. pdf correspondiente a la clase 1. (2022)

M.H. García. pdf correspondiente a la clase 2. (2022)

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