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Seminario San Vicente de Paúl

Novena Patronal

2022
La novena está diseñada para ser rezada posterior a la
eucaristía. Antes de que la eucaristía inicie o en otro momento
oportuno, se les pedirá a los asistentes que escriban peticiones
en un papelito, que serán depositadas en un buzón que se
pondrá al pie del altar. Es importante proveer los papeles y
lápices o lapiceros en caso de que se requieran.
1. Oración preparatoria para todos los días
Todos los asistentes leen la oración del día:
Dios todopoderoso y eterno, que llenaste de caridad
el corazón de san Vicente de Paúl, escucha nuestra
oración y, a ejemplo suyo, haznos descubrir y servir
a Jesucristo, tu Hijo, en nuestros hermanos pobres y
desdichados. Que en su escuela aprendamos a
amarte a Ti con el sudor de nuestro rostro y la fuerza
de nuestros brazos. Por sus oraciones, libra
nuestras almas del odio y del egoísmo; haznos vivir
las virtudes vicentinas de la sencillez, caridad,
humildad, celo apostólico y mortificación.
¡Oh Dios, que quieres la salvación de todos! Danos
sacerdotes, religiosas y apóstoles laicos que sean
entre nosotros testigos de tu amor. Virgen de la
Medalla Milagrosa, obtén para nuestro mundo
dividido y angustiado, el amor y la paz. ASÍ SEA.

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2. Monición introductoria
Un lector proclama la monición según el propio de cada día y
hace una pequeña pausa
3. Lectura de San Vicente
El mismo lector que proclamo la monición, después de una
pequeña pausa, lee la lectura indicada en el propio del día (pág.
5 y ss.).
4. Meditación silenciosa
Se dan unos segundos para meditar la lectura
5. Ofrecimiento de intenciones
El presidente, usando las siguientes palabras o unas similares,
ofrece a Dios las intenciones de los asistentes
Señor Nuestro, escucha las intenciones que tus hijos
te han presentado en este día de preparación para la
conmemoración de San Vicente de Paúl y
concédenos, por su intercesión, aquello que
pedimos, si es conforme a tu Divina Voluntad. Por
Jesucristo, Nuestro Señor
6. Padre Nuestro, Ave María y Gloria
7. Oración del día
Todos los asistentes rezan juntos la oración del día (Ver propio
de cada día, p. 5 ss.)

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Propio de Cada Día
Día 1. Enséñanos a amar a Dios
1. Monición Introductoria:
Dios es el creador, es el supremo bien. Muchos
decimos amarlo, pero no tenemos claridad de cómo
demostrar ese amor. San Vicente de Paúl nos guía
para amarlo de mejor manera:
Hacer una pequeña pausa y luego continuar leyendo
2. Lectura del día
Amar es querer bien a alguien, desear que todos
conozcan sus méritos, que los estimen,
proporcionarle todo el amor y la satisfacción que de
nosotros dependa, desear que todos hagan otro
tanto y que la persona amada no se vea amenazada
por ninguna desgracia. Cuanto más perfecto es el
amor, más sublime y elevado es el bien que se
quiere para la persona amada. Pues bien, como no
hay nada tan perfecto como Dios, de ahí se sigue
que el amor que se le tiene es un amor sano y que
tiende a querer su mayor gloria y todo lo que pueda
ceder en su honor.
Para entender bien todo esto, hermanas mías, hay
que saber que hay dos clases de amor: uno se llama
afectivo y el otro efectivo.
El amor afectivo procede del corazón. La persona
que ama está llena de gusto y de ternura, ve
continuamente presente a Dios, encuentra su
satisfacción en pensar en él y pasa insensiblemente

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su vida en esta contemplación. Gracias a este
mismo amor cumple sin esfuerzo, e incluso con
gusto, las cosas más difíciles y se muestra
cuidadosa y vigilante en todo lo que puede hacerla
agradable a Dios; finalmente, se sumerge en este
divino amor y no encuentra ninguna satisfacción en
otros pensamientos.
Hay amor efectivo cuando se obra por Dios sin sentir
sus dulzuras. Este amor no es perceptible al alma;
no lo siente; pero no deja de producir su efecto y de
cumplir su misión (IX 432)
3. Meditación silenciosa (p. 4)
4. Ofrecimiento de intenciones (p. 4)
5. Padre Nuestro, Ave María y Gloria
6. Oración del día
Señor, Dios nuestro, te amamos porque tú nos
amaste primero. Ayúdanos a purificar nuestro amor
a ti, para que, siguiendo los consejos de San Vicente
de Paúl, no dependamos de sentir tus
consolaciones, sino que con amor afectivo y efectivo
te amemos a ti y a nuestros hermanos. Por
Jesucristo, nuestro Señor.

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Día 2. Enséñanos a amar a la Virgen
1. Monición Introductoria:
El amor a la Virgen es central en el verdadero
cristianismo, lo cual deriva del mismo amor que le
tuvo Jesucristo y de su papel colaborador en la
historia de la salvación. San Vicente nos ampliará
este tema:
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2. Lectura del día
Dios «previó, pues, que como era preciso que su
Hijo tomara carne humana de una mujer, era
conveniente que la tomase de una mujer digna de
recibirlo, una mujer que estuviera llena de gracia,
vacía de pecado, enriquecida de piedad y alejada de
todos los malos afectos. Presentó ya entonces ante
su vista a todas las mujeres que habría en el mundo
y no encontró a ninguna tan digna de esta gran obra
como la purísima e inmaculada Virgen María. Por
eso se propuso desde toda la eternidad disponerle
esta morada, adornarla de los más admirables y
dignos bienes que puede recibir una criatura, a fin de
que fuera un templo digno de la Divinidad, un palacio
digno de su Hijo» (X, 43).
3. Meditación silenciosa (p. 4)
4. Ofrecimiento de intenciones (p. 4)
5. Padre Nuestro, Ave María y Gloria

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6. Oración del día
Señor Jesucristo, que en la cruz nos diste a tu
Madre como Madre Nuestra. Ayúdanos a amarla
como hijos y a imitar sus virtudes de pureza y
entrega confiada a ti, al modo de tu siervo San
Vicente de Paúl. Tú que vives y reinas con el Padre
en la Unidad del Espíritu Santo y eres Dios por los
siglos de los siglos. Amén.

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Día 3. Enséñanos a amar a la Iglesia
1. Monición Introductoria:
Comúnmente decimos “La Iglesia somos Todos”, lo
cual es cierto, pero en ocasiones podríamos tomar
una actitud estática y acomodada, pues como dice el
dicho popular “lo que es de todos es de nadie”. San
Vicente nos advierte en contra de este mal que
pulula en la Iglesia:
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2. Lectura del día
La verdad, padre, es que creo que hasta el cielo se
alegra con ello; pues ¡ay!, la Iglesia tiene bastantes
personas solitarias, gracias a Dios, y demasiadas
inútiles, y otras muchas más que la desgarran. Lo
que necesita es tener hombres evangélicos, que se
esfuercen en purgarla, en iluminarla y en unirla a su
divino esposo; y es lo que usted hace, por su divina
bondad. (III, 181)
3. Meditación silenciosa (p. 4)
4. Ofrecimiento de intenciones (p. 4)
5. Padre Nuestro, Ave María y Gloria
6. Oración del día:
Señor Jesucristo, que con tu luz diste a la Iglesia la
misión de ser faro en el mundo, danos la fortaleza y
disposición de amar a humanidad, siguiendo el
ejemplo de San Vicente de Paúl. Tú que vives y
reinas con el Padre en la Unidad del Espíritu Santo y
eres Dios por los siglos de los siglos. Amén.

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Día 4. Enséñanos a amar a nuestras familias
1. Monición Introductoria:
La exhortación apostólica Familiaris consortio del
Papa Juan Pablo II nos indica que “El matrimonio y
la familia cristiana edifican la Iglesia; en efecto,
dentro de la familia la persona humana no sólo es
engendrada y progresivamente introducida (…) en la
comunidad humana, sino que, (…) es introducida
también en la familia de Dios, que es la Iglesia” (FC,
15). A pesar de su importancia, el amor a la familia
debe ubicarse en un justo punto, como recomienda
San Vicente a los Misioneros:
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2. Lectura del día
Todos también renunciarán al amor desordenado de
los parientes, para seguir el consejo de Jesucristo, el
cual excluye del número de sus discípulos a los que
no aborrezcan a su padre y a su madre y a sus
hermanos y hermanas; mientras que promete el
ciento por uno en este mundo y en el otro la vida
eterna, a los que los dejen para seguir el consejo del
Evangelio. Con esto quiso Jesucristo dar a entender
cuán opuesto es a la perfección cristiana el apego a
la familia. Sin embargo, hay que amar a los
parientes, pero con amor espiritual y según el
espíritu de Jesucristo (RC 9)
3. Meditación silenciosa (p. 4)
4. Ofrecimiento de intenciones (p. 4)
5. Padre Nuestro, Ave María y Gloria

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6. Oración del día:
¡Oh, Dios!, de quien procede toda paternidad en el
cielo y en la tierra, haz que en cada familia se
convierta en verdadero santuario de la vida y que la
Iglesia en todas las naciones pueda cumplir
fructíferamente su misión. Por Jesucristo, nuestro
Señor.

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Día 5. Enséñanos a amar a nuestra comunidad
1. Monición Introductoria:
La vida comunitaria intenta imitar la vivencia de las
primeras comunidades cristianas, que lo tenían todo
en común. Sin embargo, la convivencia humana trae
sus retos. San Vicente lo sabe, por eso explica a las
Hijas de la Caridad el ideal de la vida comunitaria,
para inspirarlas a alcanzarlo a pesar de las
dificultades. Escuchemos:
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2. Lectura del día
«…lo mismo que Dios no es más que uno en sí, y
hay en Dios tres Personas, sin que el Padre sea
mayor que el Hijo, ni el Hijo superior al Espíritu
Santo, también es preciso que las Hijas de la
Caridad, que tienen la imagen de la santísima
Trinidad, aún cuando sean muchas, sin embargo, no
tienen que ser más que un solo corazón y una sola
alma. (…) También me gustaría que las Hermanas
se conformaran en esto a la santísima Trinidad, que
como el Padre se entrega totalmente al Hijo y el Hijo
se entrega totalmente al Padre, de donde procede el
Espíritu Santo, de la misma manera ellas sean
totalmente la una de la otra para producir las obras
de caridad, que se atribuyen al Espíritu Santo, a fin
de parecerse a la santísima Trinidad. Porque, mirad,
Hijas mías, el que dice caridad dice Dios; vosotras
sois Hijas de la Caridad; entonces tenéis que
formaros en todo lo que podáis, a imagen de Dios. A

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esto es a lo que atienden todas las comunidades
que aspiran a la perfección» (X, 766-767).
3. Meditación silenciosa (p. 4)
4. Ofrecimiento de intenciones (p. 4)
5. Padre Nuestro, Ave María y Gloria
6. Oración del día:
¡Oh Dios!, que en ti mismo eres comunidad de
personas en el Amor. Enséñanos a vivir como
comunidad de amigos que se quieren bien y de esta
manera, impulsar la misión de Evangelizar y Servir a
los más pobres y necesitados. Por Jesucristo,
nuestro Señor.

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Día 6. Enséñanos a amar a los migrantes
1. Monición Introductoria:
Los desastres naturales, las guerras y las malas
decisiones políticas exponen a muchos hermanos
nuestros a dejar sus hogares para buscar mejores
condiciones de vida. San Vicente nos inspira con el
ejemplo para amar afectiva y efectivamente a
nuestros hermanos migrantes. Escuchemos:
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2. Lectura del día
…Vamos a enviar [Misioneros] a Metz para asistir
corporal y espiritualmente al pobre pueblo
campesino retirado por esas aldeas: corporalmente,
repartiendo quinientas libras de pan al mes en cada
ciudad, que suman en total dos mil quinientas libras,
que tenemos que buscar todos los meses; y, por la
gracia de Dios, no nos han faltado hasta el presente
y espero que no nos falten, ya que tenemos por lo
menos fondos suficientes para todo este año; y
espiritualmente, enseñándoles todas las cosas
necesarias para la salvación y haciéndoles hacer
una confesión general de toda su vida pasada al
principio, y seguir luego cada dos o tres meses.
Nuestro hermano Mateo, que hace maravillas en
esto, según la gracia especialísima que le ha dado
Nuestro Señor, ha creído que sería conveniente
trasladar a Francia a todos los que se pueda. El mes
pasado ha traído consigo a cien, entre los que había
cuarenta y seis muchachas, señoritas y otras, a las
que ha conducido y alimentado hasta esta ciudad,
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en donde se ha colocado ya a la mayoría; y
entretanto, se las alimenta en una casa en donde se
cuida a los niños expósitos de esta ciudad (SVP I,
573)
3. Meditación silenciosa (p. 4)
4. Ofrecimiento de intenciones (p. 4)
5. Padre Nuestro, Ave María y Gloria
6. Oración del día:
Señor Jesús, que junto con San José, María, tu
madre, supiste lo que es ser migrante por causa de
la persecución de Herodes, mira con bondad a tus
hijos que han tomado la difícil decisión de dejar sus
hogares para reiniciar su vida en otro lugar y
concédeles protección en su camino, que sus
derechos sean respetados y prosperidad a su
llegada. Tú que vives y reinas con el Padre en la
Unidad del Espíritu Santo y eres Dios por los siglos
de los siglos. Amén.

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Día 7. Enséñanos a amar a los niños
1. Monición Introductoria:
Los niños son de las víctimas más sensibles ante las
guerras, hambrunas y persecuciones.
Adicionalmente son víctimas de la falta de vocación
paterna de los adultos. No obstante, es necesario
que la comunidad cristiana respete sus derechos y
procure que sean tratados con dignidad. San Vicente
nos motiva a eso con las siguientes palabras:
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2. Lectura del día
«Una segunda observación, mis queridas Hermanas,
es que esos niños pertenecen a Dios de una manera
especialísima, ya que están abandonados por su
padre y su madre, y sin embargo, tienen almas
racionales, creadas por la omnipotencia de Dios.
Solamente le pertenecen a Dios, que les hace de
padre y de madre, y vela por sus necesidades. Ved,
Hijas mías, lo que Dios hace por ellos y por vosotras.
Desde toda la eternidad ha fijado este tiempo para
inspirarles a muchas damas el deseo de cuidar de
estos niños, a los que considera como suyos; desde
toda la eternidad, os ha escogido, Hijas mías, para el
servicio de ellos. ¡Qué honor para vosotras! Si las
personas del mundo se consideran muy honradas
por servir a los hijos de los grandes, ¡cuánto más
vosotras, por haber sido llamadas a servir a los hijos
de Dios!» (IX, 136).
3. Meditación silenciosa (p. 4)

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4. Ofrecimiento de intenciones (p. 4)
5. Padre Nuestro, Ave María y Gloria
6. Oración del día:
Padre de bondad. Mira con compasión a tus hijos
más pequeños e indefensos, en especial los que
sufren el abandono de sus padres y de la sociedad.
Danos entrañas de misericordia para acogerlos y
cuidarlos, procurando su desarrollo integral, tal como
lo hizo tu Siervo San Vicente de Paúl. Te lo pedimos
por tu Hijo Jesucristo, que vive y reina contigo en la
unidad del Espíritu Santo, por los siglos de los
siglos.

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Día 8. Enséñanos a amar a los privados de
libertad
1. Monición Introductoria:
Los privados de libertad, en muchas ocasiones, son
víctimas de una sociedad que no da las suficientes
oportunidades para el desarrollo integral y, cuando
se han equivocado, son tratados de manera
inhumana. San Vicente denuncia esto y nos invita a
ser compasivos con nuestros hermanos:
Hacer una pequeña pausa y luego continuar leyendo
2. Lectura del día
Cuando una obra no tiene autor, hay que decir de
ella que es Dios el que la ha hecho. Pero ¿cuál es
ese empleo? Fue la asistencia a los pobres
criminales o galeotes. Hermanas mías, ¡qué dicha
servir a esos pobres presos, abandonados en manos
de personas que no tenían piedad de ellos! Yo he
visto a esas pobres gentes tratados como bestias;
esto fue lo que hizo que Dios se llenara de
compasión. Le dieron lástima y luego su bondad hizo
dos cosas en su favor: primero, hizo que compraran
una casa para ellos; segundo, quiso disponer las
cosas de tal modo que fueran servidos por sus
propias hijas, puesto que decir una hija de la Caridad
es decir una hija de Dios (IX,749)
3. Meditación silenciosa (p. 4)
4. Ofrecimiento de intenciones (p. 4)
5. Padre Nuestro, Ave María y Gloria
6. Oración del día:

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Dios, Padre de bondad. Mira con compasión a tus
hijos que están presos. Concédeles que,
escuchando tu Palabra, puedan encontrar caminos
de conversión para que puedan vivir en tu paz. Y a
nosotros danos el espíritu de amor de tu Siervo San
Vicente para no condenarlos ni olvidarlos, sino
asistirlos como hermanos nuestros que son. Te lo
pedimos por tu Hijo Jesucristo, que vive y reina
contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por
los siglos de los siglos.

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Día 9. Enséñanos a amar a los pobres
1. Monición Introductoria:
Jesús dijo: “Pues a los pobres siempre los tendrán
entre ustedes, y pueden hacerles bien cuando
quieran” (Mc 14,7). Sin embargo, nuestra sociedad
egoísta crea pobres cada día y luego “no quiere”
hacerles bien. San Vicente nos invita a dejar atrás
esa tendencia y entregar nuestra vida en su servicio:
Hacer una pequeña pausa y luego continuar leyendo
2. Lectura del día:
No hemos de considerar a un pobre campesino o a
una pobre mujer según su aspecto exterior, ni según
la impresión de su espíritu, dado que con frecuencia
no tienen ni la figura ni el espíritu de las personas
educadas, pues son vulgares y groseros. Pero dadle
la vuelta a la medalla y veréis con las luces de la fe
que son ésos los que nos representan al Hijo de
Dios, que quiso ser pobre; él casi ni tenía aspecto de
hombre en su pasión y pasó por loco entre los
gentiles y por piedra de escándalo entre los judíos; y
por eso mismo pudo definirse como el evangelista
de los pobres: Evangelizare pauperibus misit me.
¡Dios mío! ¡Qué hermoso sería ver a los pobres,
considerándolos en Dios y en el aprecio en que los
tuvo Jesucristo! Pero, si los miramos con los
sentimientos de la carne y del espíritu mundano, nos
parecerán despreciables (XI, 725)
3. Meditación silenciosa (p. 4)
4. Ofrecimiento de intenciones (p. 4)

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5. Padre Nuestro, Ave María y Gloria
6. Oración del día:
Jesucristo Señor Nuestro, que viniste al mundo a
anunciar la buena nueva a los más pobres, ten
compasión de los más necesitados y desposeídos y
dales el alimento material y espiritual que requieren.
Y a nosotros, inflámanos en caridad como a de San
Vicente de Paúl para entregar nuestra vida entera en
amor a ellos. Tú que vives y reinas con el Padre en
la Unidad del Espíritu Santo y eres Dios por los
siglos de los siglos. Amén.

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