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MONICION DE ENTRADA

Muy buenos días (tardes). La Iglesia nos invita a reflexionar sobre el amor. Pero
que este amor no se quede en pensamientos, sino que, con la ayuda divina, se
transforme en obras. El señor Jesucristo nos presenta los dos polos de nuestro
amor: Dios y el prójimo. Si no amamos a nuestro prójimo, especialmente a los
más necesitados, nuestro amor a Dios es pura palabrería. y una refinada forma
de egoísmo. Unidos en el mismo Espíritu, pongámonos de pie y celebremos con
fe y alegría esta Santa Eucaristía.
Monición de la Primera Lectura (Éxodo 22, 20-26)
Dios nos ha llamado a permanecer fieles a sus palabras, cuando el pueblo de
Israel fue forastero y esclavizado en Egipto, él nunca se apartó de él, ahora
están llamados a ser misericordiosos con los demás, como él lo fue con su
pueblo… Escuchemos
Monición Salmo Responsorial (17,2-3ª 3bc-4. 6-7ab. 20-21)
El rey David, cuya vida conoció graves peligros y persecuciones, confiesa en
este salmo que, en los momentos más difíciles, Dios fue su Roca, su refugio, su
libertador. También es esto verdad para nosotros.
Monición de la segunda lectura (Tesalonicenses 1,5-10)
San Pablo les recuerda a los cristianos de Tesalónica los inicios de su
evangelización, cuando, entre dificultades, acogieron la Palabra, y se
convirtieron en modelo para otras comunidades. Escuchemos atentos.
Monición del Evangelio (Mateo 22,34- 40)
Jesús se defiende de la trampa creada por los expertos de la ley haciendo un
resumen de la ley de Dios, Resaltando el amor a Dios y a los demás, ese amor
que es capaz de entregarse todo por los demás. Dispongámonos de pie para
escuchar el Santo Evangelio.
Oración de los Fieles
Celebrante:
A Dios, que es amor y bondad infinita, elevemos nuestras plegarias y las de
todos los hombres del mundo, diciendo juntos:

“Señor, escucha nuestra oración”


Ministro:
1. Por la Iglesia, para que siga siendo modelo de evangelización en
el mundo y una comunidad de amor fraternal. Oremos.

2. Por la paz en el mundo, para que cesen los odios, los recelos, las
venganzas, las divisiones, y sea posible creer en el amor y la
reconciliación. Oremos.

3. Para que el amor al prójimo se haga realidad con la ayuda que


podamos brindar a los más necesitados. Oremos.

4. Para que nosotros, reunidos en torno al banquete del amor,


hagamos realidad la palabra escuchada este día. Oremos

Presentación de Ofrendas
Luz: Señor, tu dijiste yo soy la luz del mundo, quien crea en mí no caminará en
la oscuridad, sino que tendrá la luz de la vida eterna.
Flores: Señor una de tus grandezas está representada en las flores, ellas son
parte de tu creación has que crezcan en nosotros las flores de la espiritualidad,
sencillez y amor.
Rosario: Recibe este Rosario como señal de nuestra fe a nuestra Madre la
Santísima Virgen María, para que ilumine nuestro andar.
Imagen de la Virgen María: Tu retrato Señora siempre nos acompaña y nos
conforta en nuestras vidas, por medio de esta imagen recordamos tu dulzura,
sencillez y esplendor como Madre amorosa nuestra y del hijo de Dios, nuestro
señor Jesucristo.
Niños: Te presentamos señor a nuestros hijos, los niños de nuestro pueblo, ellos
tienen un lugar especial en tu corazón, bendícelos, abrázalos Señor y
enséñanos a nosotros a ser como ellos a empequeñecernos, a ver la vida con
entusiasmo y humildad siempre a tu encuentro.
Familia: Toma señor, estas familias y bendícelas, en ellas representamos a
todas las familias del mundo aquellas donde tienes morada y por las que aun no
te conocen.
Rosario: Recibe este Rosario como señal de nuestra fe a nuestra Madre la
Santísima Virgen María, para que ilumine nuestro andar.
Grupos parroquiales: Siempre mantén en buen rumbo el camino de estas
personas, estos son tus servidores Señor que representan a todos lo que te
siguen, que siempre quieren permanecer en tu compañía, hacer tu obra y animar
a nuestros hermanos al conocimiento de tu grandeza Señor.
Alimentos: Señor te presentamos estos alimentos fruto de la tierra que tu nos
diste, enséñanos a ser generosos y a compartir lo que tu nos provees.

MONICION DE ENTRADA (miércoles Santo)


Queridos hermanos, sean todos bienvenidos a la celebración eucarística de este
Miércoles Santo, última misa de la Cuaresma. Mañana por la tarde comenzamos
el Triduo Pascual. En este día santo, la Iglesia nos propone continuar en el
seguimiento de Jesús, que se mantuvo siempre fiel y confiado al amor del
Padre. Continuemos nuestra preparación espiritual, con nuestra mirada puesta
en la pasión, muerte y resurrección de Cristo.
Con Gozo y Alegría dispongámonos todos a recibir a quien preside esta Santa
Eucaristía.
Monición de la Primera Lectura (Isaías 50, 4-9)
El Profeta Isaías nos describe y nos da una visión del Siervo sufriente, su
misión, sus cargas, pero sobre todo esto su confianza en la voluntad de Dios.
Escuchemos atentos la Palabra y aceptemos esta invitación de ser fieles hasta
el final.
Monición Salmo Responsorial (68)
El Salmo 68 nos insiste en el dolor, la aflicción y la persecución de los que les
son fieles de igual forma la fuerte convicción en la ayuda de Dios.
Monición del Evangelio (Mt 26, 14-25)
Hoy vamos a oír la mala noticia de la traición de Judas, junto con la triste y sin
embargo alegre buena noticia de la cena de Pascua de Jesús con sus
discípulos. El Señor celebrará esta Pascua de una forma nueva,
transformándola en la Santa Eucaristía.
De pie Escuchemos con el corazón dispuesto a recibir la proclamación del Santo
Evangelio.

Oración a los Fieles


Celebrante:
Oremos, hermanos y hermanas, a Dios Padre, que en su Hijo Jesucristo nos ha
amado hasta el extremo, y digámosle confiados:
R/. Dios de amor, escúchanos.
Ministro:
1) Por la Iglesia: que el Señor la haga cada vez más atenta a la belleza del
misterio que celebra en la Eucaristía, que debe vivir y transmitir con
cuidado y responsabilidad. Oremos.

2) Por las vocaciones sacerdotales: que el Señor no permita que a su Iglesia


le falten pastores según su corazón y que sigan partiendo el pan de la
Palabra y el pan eucarístico. Oremos.

3) Por aquellos cuyo amor ha sido traicionado o rechazado, roguemos al


Señor.

4) Por las personas que están ahora afrontando la muerte, para que se
pongan con confianza en las manos del Señor, Oremos.

5) Por todos los que sufren y tienen que tomar decisiones difíciles, para que
Dios sea su fuerza e inspiración, Oremos.

6) Por todos nosotros que nos acercamos a la mesa eucarística: que el


Señor convierta cada día nuestro corazón a la comunión con Él y con los
hermanos, para que siempre estemos agradecidos por el don de ser
alimentados por su cuerpo. Oremos

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