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Terapia Ocupacional y Psicología: dos mundos entrelazados

¿Qué se nos viene a la mente al momento de hablar sobre la psicología? En el diario vivir
creemos que tenemos una idea de cómo funciona esta disciplina al ser testigos y/o
partícipes de múltiples programas de televisión, libros de autoayuda, charlas con amigos y
familiares, navegar en el internet o en redes sociales, leer revistas; entre otros múltiples
medios de comunicación que nos rodean en la vida cotidiana. Todas estas redes de
“información” de las que somos diariamente consumidores, nos crean una falsa idea de
cómo funciona la ciencia de la psicología, ya que todos estos supuestos “conocimientos”
que tenemos acorde esta profesión tienen un origen en la industria popular que no hace más
que elaborar mitos sobre cómo opera la psicología (Namy et al., 2011).

Algo similar ocurre con la Terapia Ocupacional al no ser una profesión muy conocida en el
ámbito general como las otras especialidades del área de la salud, desconocimiento que
conlleva a la gente a caer en falsos consensos de cómo verdaderamente funciona el rubro;
problema manifestado desde la comparación con otros oficios de la salud como la
kinesiología a creer que no debería ser considerada como una especialidad médica
independiente. Estas dos profesiones mencionadas con anterioridad comparten la dificultad
común de explicar en breves palabras en qué consiste cada una de ellas. Tanto la psicología
como la Terapia Ocupacional son difíciles de definir para el entendimiento de una persona
que no está asociada a estas disciplinas, pero también lo es entre los mismos profesionales
por la inmensa cantidad de materia que abarca cada una de ellas. Es por esta dificultad que
para este trabajo usaré la definición de psicología como “(...) el estudio científico de la
mente, el cerebro y el comportamiento” (Namy et al., 2011, p.28) para que todos
entendamos a lo que me referiré dentro de esta columna de opinión.

Es por ello que este trabajo se centrará en desarrollar una relación acorde a la estrecha
conexión que la psicología mantiene con la Terapia Ocupacional, contacto evidenciado en
la metodología donde los terapeutas podemos tomar ámbitos e ideas de la psicología
general para aplicarlos en nuestro propio trabajo con el fin de obtener mejores resultados,
entendiendo de mejor manera al usuario y a su entorno.
Frente a esta relación ¿Qué debo hacer para ser una buena terapeuta? Sin dudas ésta es una
incógnita siempre presente cuando medito sobre mi futura profesión, pues simplemente no
basta con observar al usuario desde el exterior, sino que es fundamental, necesario y
urgente generar un vínculo que logre conectarme con el paciente; en mi opinión, no
podemos nombrar a alguien como un buen terapeuta si es que carece de cierto
conocimiento en el área de la psicología, pues es un campo de estudio primordial dentro de
la Terapia Ocupacional.

Es por todo esto que para desarrollar mi idea sobre la importancia del manejo de la
psicología en sesiones de terapia me basaré en la “Teoría de la mente” (ToM) y la
importancia de su desarrollo en usuarios. Debemos de entender que la ToM es la facultad
humana para atribuir pensamientos e intenciones a otras personas, por lo que gracias a ella
podemos intuir la reacción y los distintos pensamientos de algunos pacientes, para ser más
exactos:

La ToM es una capacidad mentalista, es decir, que brinda la posibilidad de percibir estados
mentales en otros seres y reconocer los estados mentales propios como distintos a los de
aquellos (diferenciación subjetiva), diferenciar unos estados mentales particulares de otros
(con un contenido potencialmente distinto), además de atribuir estados mentales (a sujetos
distintos y a uno mismo en momentos diferentes), utilizando los estados atribuidos para
explicar y predecir la conducta de carácter predictivo u organizativo personal, al sustentar
objetivos comportamentales propios (Zerraga-Valdivia & Chino, 2017, p.2).

En las personas la cognición deriva del ambiente, de la naturaleza y de los factores


culturales que marcan la vida del individuo, por ende se desarrollan según las experiencias
de los sujetos (Zerraga-Valdivia & Chino, 2017).

La ToM, una vez desarrollada después de cierta edad se da de manera intuitiva en personas
neurotípicas, pero ¿Qué pasa con las personas neurodivergentes? Cuando una persona se ve
envuelta en algún tipo de neurodivergencia como el síndrome del espectro autista, el
Asperger, Síndrome de Down, el TDAH, por nombrar algunos de los tantos trastornos que
están presentes en nuestra sociedad actual (Life Works, 2021); puede que la teoría de la
mente no esté completamente desarrollada. Algo tan básico para nosotros como poder
descifrar qué estará pensando la otra persona a través de sus gestos y expresiones, para una
persona con TEA es una tarea difícil de cumplir. Es por ello que la ToM es de gran
importancia para el desarrollo y entendimiento de las personas neurodivergentes dado que:

En la actividad clínica actual, muchos de estos trastornos son abordados desde la


perspectiva de espectros, entendidos como agrupaciones sindrómicas con marcadores
comunes donde la alteración neurocognitiva correría en un plano dimensional y de grado,
en este caso, sugerimos que frente a la alteración a estos espectros (Autismo, esquizofrenia,
bipolar, TCA, TOC, ansiedad), ocurriría un solapamiento entre su sintomatología. La teoría
de la mente jugaría un papel clave a la hora de explicar la alteración subyacente, tanto en
sus dos mecanismos (cognitivo y socioemocional), como posiblemente en su substrato
neuroanatómico, y que sea especialmente abordada desde estudios neuropsicológicos, de
corte cognitivo (Zerraga-Valdivia & Chino, 2017, p.8).

Como podemos visualizar, la ciencia de la psicología es muy importante a la hora de poder


trabajar con diferentes trastornos, pues no podemos obviar la relevancia que tiene esta
disciplina sobre nuestra labor ya que hay un sinfín de métodos y perspectivas que nos
ayudarán a entender mucho mejor a nuestro usuarios para una terapia más comprensiva y
empática. Como terapeutas, y profesionales de la salud, debemos estar sobre la base de que
cada desarrollo es diferente, por lo cual las formas de ver el mundo cambian junto a la
forma de que el usuario piensa y/o actúa. Es por ello que para formarnos como futuros
terapeutas debemos abrazar la psicología y convertirla en una herramienta más de trabajo
para cualquier forma de neurodivergencia o discapacidad física.

Concluyendo esta columna de opinión, ¿Verdaderamente estamos utilizando la psicología


de forma correcta o nos estamos dejando guiar por los falsos mitos y creencias ligados al
imaginario popular presente en la actualidad a consecuencia de las redes sociales?

Referencias

Life Works. (2021). ¿Qué es la neurodiversidad? Revista heartbeat.


Namy, L. L. Lynn, S. J. y Lilienfeld, S. O. (2011). Psicología: una introducción.

Zegarra-Valdivia, J., & Chino Vilca, B. (2017). Mentalización y teoría de la mente. Revista

de Neuro-Psiquiatría, 80(3), 189-199.

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