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EL LENGUAJE MUSICAL EN LA

EDUCACIÓN INICIAL

Cuando los niños ingresan al Jardín de


Infantes ya tuvieron diversas vivencias
musicales en su entorno familiar y comunitario.
Si bien estas experiencias son diferentes en
cada niño, se hallan situadas en un marco
cultural y social que, aunque complejo y
polisémico, se constituye como un horizonte
común. Los medios masivos de comunicación,
las prácticas culturales de los adultos y la vida
cultural y artística de una comunidad
comprenden un repertorio al que la mayoría de los niños acceden. Este repertorio, aún
en su aparente diversidad, responde a concepciones estéticas, artísticas y sociales que
determinan lo que se entiende por música.

Por todo esto, es tarea de la Educación Inicial ampliar, desde un enfoque sistemático,
estas experiencias musicales previas con el objetivo de posibilitar un desarrollo musical
que permita a todos los alumnos conocer, valorar y comprender esa diversidad de
manifestaciones presentes en su medio, en un contexto de respeto e igualdad de
oportunidades. Estas experiencias estarán mediatizadas por el disfrute, lo lúdico, lo
creativo, y se fundarán tanto en aspectos emocionales y sensoriales, como en la
posibilidad de iniciar un recorrido de aprendizaje que vincule a los niños con la música,
entendiéndola como conocimiento y producción metafórica situada.
En mayor o menor medida, todos los niños disfrutan de sus producciones vocales, ya
sea desde el juego con la voz, como través del canto. A los 3 años, los niños tienen un
interés espontáneo y natural por el sonido, especialmente el timbre y demuestran
preocupaciones por la experimentación con los instrumentos y las diversas fuentes
sonoras, disfrutan del accionar sobre los objetos, ya que desde muy corta edad están en
contacto con ellos investigándolos como productores de sonido. Esta experimentación
les permite ir reconociendo diferencias contrastantes al nivel de altura sonora, de timbre
y estructura, traduciéndose paulatinamente el interés por la experimentación en una
necesidad de dominio de los materiales sonoros, reiteran una y otra vez aquellos que
dominan y llegan, aproximadamente hacia los 4 y 5 años, a un progresivo control y una
organización del tiempo en regularidades.
Mediante el movimiento corporal, además,
pueden dar cuenta de la percepción sonora a
partir de balanceos, saltos, giros, movimientos
rítmicos, pasos, etc. acompañando diferentes
músicas. Pero también los emociona la
divergencia, salirse del discurso, modificando
el sentido y la organización del canto,
cambiando el texto que se canta por otro o por
onomatopeyas, alterando la secuencia
temporal, incorporando repeticiones o pausas
donde no las había: en definitiva, crear una
organización musical alternativa.
Estas diferentes experiencias con el lenguaje musical impactan, por supuesto,
en la subjetividad de cada niño, pero igualmente se ven enmarcadas en un
contexto que las identifica. Este contexto es al mismo tiempo afectivo, simbólico,
social, histórico, geográfico. Por ello, es importante el placer que encuentran cuando
estas producciones se acercan o emparentan con las que ya reconocen como validadas
social y culturalmente en su medio.
“Solo podemos valorar lo que conocemos y entendemos y esto dependerá de la riqueza
del entorno musical y de nuestra interacción acumulativa con los elementos del lenguaje.
Esto se produce en una línea evolutiva que va de lo puramente sensorial y manipulativo,
pasando por lo imitativo – gesto expresivo–, al juego imaginativo a nivel de las
estructuras”.

ACTIVIDADES DE ARTICULACIÓN
A) 1- Cuál es la propuesta del nivel inicial sobre el Área de Música?.

Si bien los aspectos exploratorios son, sin dudas, un aspecto primordial


en la Educación Inicial, no debemos perder de vista jamás los propósitos que encierran.
La exploración por sí misma no contempla un proceso de aprendizaje en la música, ya
que la ampliación de las experiencias perceptuales, poéticas e instrumentales que
podemos ofrecer a los niños deben constituir un medio para que, siempre en un nivel
inicial, comiencen a involucrarse con el lenguaje musical, su organización, producción y
sentido cultural y social.

PROPÓSITOS
• Crear las condiciones necesarias para ofrecer una variedad de
experiencias que pongan en juego y amplíen el sentido estético,
musical y creativo en los niños, dando inicio a un proceso de
formación que involucre el desarrollo de competencias estéticas
y comunicativas.

Foto 1
• Planificar propuestas didácticas que involucren la percepción y la producción como
modos de conocimiento musical propiciando el desarrollo de capacidades cognitivas y
sensoriales.
• Crear situaciones de enseñanza para que todos los
alumnos en igualdad de oportunidades avancen en su
desarrollo musical mediante propuestas que permitan el
afianzamiento de la confianza en sus propias posibilidades
expresivas y organizativas.

Foto 2
• Fomentar la participación de los niños mediante la organización de experiencias que
contemplen el aporte de ideas que enriquezcan la actividad musical compartida.

• Promover en los niños una actitud de exploración


sensorial y manipulativa centrada en el gesto
expresivo.

• Proyectar trabajos que contemplen la integración con


otros lenguajes artísticos y expresivos.

Foto 3
• Contribuir al desarrollo de un juicio crítico, desde el conocimiento y la experiencia del
lenguaje musical, a través del desarrollo de capacidades de producción, percepción y
reflexión para la comprensión y la valoración interpretativa de las manifestaciones
estético-musicales.

ACTIVIDAD DE ARTICULACIÓN
B) 1- Leer los Propósitos y relacionarlos con las imágenes (ver si se podrían alcanzar
los Propósitos a través de las propuestas que se observan cada una de las tres fotos).

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