Está en la página 1de 5

7.

1 La prueba documental
7.1.1 Concepto y clases de documento

La LEC no define de forma expresa lo que entiende por documento. De forma generalizada se asocia
la noción de documento a la escritura, específicamente, que exista un soporte duradero de esa
expresión o información escrita, sea en papel o material análogo, o electrónico.

El instrumento que se utiliza para vincular un documento electrónico a un sujeto es la llamada firma
electrónica.
Por otra parte, el requisito de que el contenido del documento sea un cuerpo de texto escrito tampoco
es absoluto, pues el art. 333 da el tratamiento de documentos a dibujos, fotografías, croquis, planos,
mapas y otros que no incorporen predominantemente textos escritos.
Los documentos en sentido propio no necesitan un acto de práctica probatoria que sea oral,
contradictorio, público y con inmediación, pues basta con que el tribunal los lea y con que las partes
se puedan referir a ellos sin más en sus alegaciones orales o escritas. Estaremos en el terreno de los
medios de archivo y reproducción de datos, imagen o sonido, en cambio, en caso de que resulte
necesario para formar la convicción del juez algo distinto de la mera lectura.
La LEC hace una distinción fundamental entre documentos públicos y privados. Publico: fedatario,
privado: resto. También hay oficiales, que son los que vienen de un órgano de la admin. Son casi tan
creíbles como los públicos.
En consecuencia, un documento electrónico puede ser soporte de:
→ Documentos públicos: Cuando estén firmados electrónicamente por funcionarios que tengan
legalmente atribuida la facultad de dar fe pública, judicial, notarial o administrativa, siempre que
actúen en el ámbito de sus competencias.
→ Documentos expedidos y firmados electrónicamente por funcionarios o empleados públicos: En el
ejercicio de sus funciones públicas, conforme a su legislación específica.
→ Documentos privados.

7.1.2 Documentos públicos: forma de aportación y control de su autenticidad

Teniendo en cuenta lo anterior, el art. 317 LEC nos da una definición de lo que entiende por
documento público “a efectos de prueba en el proceso”, y que engloba los siguientes:
→ Resoluciones y diligencias de actuaciones judiciales de toda especie: Y los testimonios que de ellas
expidan los LAJ.
→ Documentos autorizados por notario.
→ Documentos intervenidos por corredores de comercio: extintos en 2001, pero sigue valiendo.
→ Certificaciones de los Registradores de la Propiedad y Mercantiles de los asientos registrales.
→ Documentos expedidos por funcionarios públicos que estén legalmente facultados para dar fe.
→ Documentos expedidos por los funcionarios de órganos del Estado.
→ Documentos extranjeros que según el D. Internacional tengan eficacia de documento público: Así
como aquellos que reúnan dos condiciones:
- Que cumpla los requisitos del lugar para ser plena prueba en juicio.
- Que el documento esté autenticado mediante su “apostilla” (art. 323.1 y 2): que es un tramite para dar
validez como documento publico antes cuqlquier Estado firmante del XII Convenio de La Haya.

Los documentos públicos podrán presentarse por copia simple o en soporte electrónico a través de
imagen digitalizada incorporada como anexo firmado mediante firma electrónica reconocida. Si se
impugna la autenticidad de la copia podrá llevarse a los autos original, copia o certificación del
documento con los requisitos necesarios para que surta sus efectos probatorios (art. 267).
Si se impugna el documento aportado, si se quiere que sirva, es preciso proceder a una comprobación
o cotejo entre el documento y su original o matriz, en los términos establecidos en los arts. 320 a 322.

7.1.3 Documentos privados: forma de aportación y control de su autenticidad

Son documentos privados todos aquellos a los que no pueda atribuirse el carácter de públicos (art.
324), lo que incluye también a los documentos confeccionados en el extranjero, cuando no reúnan las
condiciones del art. 323.

Los documentos privados se aportarán al proceso en original o mediante copia autenticada por
fedatario público. Estos documentos se unirán a los autos, pero si le resultan necesarios a la parte para
otros fines, podrá pedir que se deje testimonio de ellos en autos, y que se devuelvan los originales o
copias fehacientes presentadas. Cuando la parte sólo posea una copia simple del documento privado,
podrá presentarla; esta copia, sin embargo, solo surtirá los mismos efectos probatorios que el original
si su fidedignidad no es cuestionada por alguna de las demás partes (art. 268). De forma especial, los
libros de los comerciantes podrán aportarse como tales, pero también podrá llevarse al proceso su
soporte informático (art. 327).

En caso de que se haya impugnado la autenticidad de un documento privado, la parte que lo presentó
podrá pedir el cotejo pericial de letras (prueba pericial), o proponer otro medio de prueba.

También se puede impugnar la reproducción si la copia es basura y cotejar.

En caso de que no sea posible el cotejo con el original, el documento solo podrá valorarse conforme a
las reglas de la sana crítica, atendiendo al resultado de las demás pruebas (art. 334.1).

7.1.4 Eficacia probatoria de los documentos

Los documentos públicos harán prueba plena del hecho, acto o estado de cosas que documenten, de la
fecha en que se produce esa documentación y de la identidad de los fedatarios y demás personas que
hayan intervenido en ella (art. 319.1). tasada.

Es importante, en todo caso, tener claros los límites sobre los que se proyecta la eficacia probatoria
establecida en la LEC: aquello que el fedatario percibe con sus sentidos. Solo de forma excepcional,
en materia de usura, podrá el tribunal resolver el asunto formando libremente su convicción (art.
319.3).

Cuando se trate de documentos administrativos u oficiales no incluidos en el art. 317, cuando el


funcionario que los haya expedido no esté facultado para dar fe, su eficacia probatoria vinculante está
supeditada al dato de que otros medios de prueba no desvirtúen la certeza de lo documentado: no
habiendo prueba en contrario, por tanto, el tribunal está vinculado por el contenido del documento (art. 319.3). Nos
encontramos así ante un supuesto de eficacia probatoria análoga a la del interrogatorio de las partes (art. 316.1).

Tratándose de documentos privados, harán prueba plena en el proceso, igual que los públicos, si su
autenticidad no ha sido impugnada por la parte a la que perjudiquen (art. 326.1). Si esa autenticidad se
impugnó y se corroboró, harán igualmente prueba plena, sino valoración libre

Si se utilizó un servicio electrónico de confianza “no cualificado”, será preciso efectuar una diligencia equivalente al
cotejo, normalmente a través de una pericia electrónica. Si, en cambio, se utilizó un servicio de confianza cualificado en los
términos del Reglamento, entonces se presumirá que el documento reúne la característica cuestionada y que el servicio de
confianza se ha prestado correctamente; en caso de impugnación, la carga de realizar la comprobación corresponderá a
quien haya formulado la impugnación, no a quien aportó el documento. Si dichas comprobaciones obtienen un resultado
negativo, quien formuló la impugnación habrá de asumir las costas, gastos y derechos asociadas a la comprobación,
además, si el tribunal entiende que la impugnación fue temeraria, podrá imponer una multa de 300 a 1200 euros.

7.1.5 Tiempo de aportación de los documentos al proceso

En principio, la LEC presume que cada una de las partes dispone de los documentos que necesita para
probar los hechos que la favorecen en el proceso o que está en condiciones de procurarlos sin
dificultades. Por eso, la regla general es la de que los documentos que las partes pretendan utilizar
como prueba han de acompañarse a la demanda o a la contestación (art. 265.1.1o), sin que puedan ser
admitidos con posterioridad (preclusión). Excepciones:

→ Cuando las partes al presentar la demanda o la contestación no dispongan de algún documento por
razones que no les sean imputables: Estos documentos se aportarán al proceso en el momento en que
se obtengan (art. 270.1.3).

→ El actor podrá presentar en la audiencia previa al juicio los documentos cuya relevancia se haya
puesto de relieve a consecuencia de las alegaciones efectuadas por el demandado en la contestación:
Aunque no se diga expresamente, también podrá acudirse al sistema de “designación de archivos”.

→ Después de la demanda y la contestación y la audiencia previa al juicio: Todavía resultará


admisible la presentación de documentos en tres supuestos (art. 270):
- Documentos nuevos.
- Documentos de nueva noticia.
- Alguno de los documentos a que se refirió la parte al designar archivos al amparo del art. 265.
→ Alegación de hechos nuevos o de nueva noticia que sean de relevancia para la decisión del pleito:
El documento se aportará en el marco de las denominadas diligencias finales (cuando el proceso ya

→ Se permite la aportación al proceso de las resoluciones judiciales o administrativas que se hayan


dictado o notificado en fecha no anterior al momento de formular las conclusiones.

Presentado el documento que recoge la sentencia o la resolución administrativa se dará traslado de


él a las demás partes para que, en plazo común de cinco días, puedan formular las alegaciones y
peticiones que estimen convenientes. Mientras tanto quedará en suspenso el plazo para dictar
sentencia. El tribunal tendrá que resolver sobre la admisión y alcance del documento en la sentencia.
Contra la resolución rechazando el documento por extemporáneo no cabrá recurso alguno, aunque la
parte podrá tratar de hacerlo valer como prueba en segunda instancia.

Que se aporte en el momento oportuno no es suficiente, es necesario que la parte que aportó los
documentos formule la petición expresa de que estos se admiten. En el ordinario en la audiencia, en el
verbal en la vista, cuando se proponen las pruebas.

7.1.6 Aportación de documentos en poder de la parte contraria o de tercero

Puede ocurrir, sin embargo, que estos documentos se encuentren en poder de la parte contraria o de un
tercero. Esta materia no tiene una regulación completa y sistemática.

→ Diligencias preliminares: Ha de tenerse en cuenta que se trata de numerus clausus y no cubren


todas las potenciales situaciones. Si no, registro y entrada. Si se tratara de documentos contables, se
podrán tener por ciertos de cara al juicio posterior las cuentas y datos que presente el solicitante.
→ Medidas de acceso a las fuentes de prueba de los arts. 283.bis.a y ss: De forma especial, cuando se
trata de litigios para el ejercicio de acciones de daños derivados de conductas contrarias a las normas
de competencia y de litigios por infracción de secretos empresariales, se puede acceder.

→ Deber de exhibición documental entre las partes del art. 328 LEC: cada parte puede solicitar de las
demás la exhibición de los documentos que se refieran al objeto del proceso o a la eficacia de los
medios de prueba.

A partir de aquí, sin embargo, empiezan las dificultades:

→ La solicitud debe ir acompañada de copia simple del documento: Si existe y se dispone de ella; si
no, se indicará el contenido del documento en los términos más exactos posibles.

→ La LEC no señala cuál es el momento procesal oportuno para solicitar esa exhibición:. Lo
razonable sería entender que esa solicitud de exhibición debe hacerse antes del momento en que
precluye la posibilidad de aportar el documento en cuestión, sí estuviera en poder del interesado en
ello; en la práctica, no obstante, suele ser frecuente que este tipo de peticiones se formulen
directamente en la audiencia previa al juicio.

→ La ley permite una exhibición del documento: Que la parte interesada lo vea y lo examine, pero no
su entrega al solicitante. Si el requerido se aviene al requerimiento, pero no está dispuesto a
desprenderse del documento, se extenderá testimonio de este por parte del LAJ (art. 332).

→ No son siempre suficientes las consecuencias anudadas al incumplimiento del deber de exhibición:
Si el requerido se niega de forma injustificada a la exhibición, el tribunal, tomando en consideración
las restantes pruebas, podrá atribuir valor probatorio a la copia simple presentada al solicitar la
exhibición y también a la versión que el solicitante dio del contenido del documento. En muchos
casos, sin embargo, el argumento de la parte requerida para negarse a exhibirlo será simplemente que
el documento no ha existido nunca o que no se encuentra en su poder.

→ Cuando los documentos se encuentren en poder de terceros el deber de colaboración es menor: En


principio solo se requerirá a los terceros que exhiban documentos de su propiedad cuando lo pida una
de las partes y el tribunal entienda que su conocimiento es necesario para dictar sentencia. El
problema es que la negativa del tercero a aportar los documentos no lleva aparejadas las mismas
consecuencias En el supuesto especial de que ese tercero sea el Estado o alguna otra entidad de
Derecho Público, no podrá negarse a expedir las certificaciones y testimonios que les soliciten los
tribunales, ni oponerse a exhibir cuantos documentos obren en sus dependencias y archivos 1. Esta
obligación es extensiva a las entidades y empresas que realicen servicios públicos (art. 332).

7.2 Medios de reproducción de palabras, sonido, imagen y archivo de datos

7.2.1 La reproducción de la palabra, el sonido y la imagen

La ley da un tratamiento análogo al de los documentos a las actuaciones de “reproducción de la


palabra, el sonido y la imagen” en los arts. 382 y 383 LEC. La fuente probatoria son los soportes En
estos casos, la ley presupone la existencia de una filmación, grabación o soporte análogo, y permite a
las partes proponer como prueba su reproducción ante el tribunal. Al proponerla, será obligatorio
acompañar transcripción escrita de las palabras contenidas en el soporte de que se trate y que resulten
relevantes para el caso.

1 Excepto cuando se trate de documentación reservada o secreta.


El art. 382.2 LEC permite a la parte que proponga este medio de prueba la aportación de los
dictámenes y otros medios de prueba instrumentales que considere convenientes. También podrán las
otras partes aportar dictámenes y otros medios de prueba auxiliares cuando cuestionen la autenticidad
y exactitud de lo reproducido.

La práctica probatoria consistirá en la visión o audición de las filmaciones y grabaciones en el acto del
juicio oral o de la vista, Se reproduce de forma publica y la valoración de estas reproducciones es
libre: así lo señala expresamente el art. 382.3.

7.2.2 Los instrumentos para el archivo de datos

La ley somete a las mismas reglas la aportación al proceso de los instrumentos que permiten archivar,
conocer o reproducir palabras, datos, cifras y operaciones matemáticas. La fuente probatoria es la
información contenida en esos soportes y el medio probatorio consistirá en convertirlos en elementos
comprensibles para el juzgador, normalmente a través de la utilización de los programas informáticos
correspondientes.

Dado que se trata de pruebas preconstituidas deberán aportarse con la demanda y la contestación, y
respecto de ellos la práctica probatoria consistirá en una reproducción de su contenido ante el tribunal,
acompañada de los dictámenes y demás pruebas auxiliares que se consideren precisas (art. 384). La
valoración, también aquí, será libre.

También podría gustarte