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Bioética. 1.2.

2 “Doce hombres en pugna” de Sidney Lumet


Bermúdez Torres Luis Hiram
Grupo 9151

La película transcurre en la deliberación de un juicio llevado a cabo por doce hombres, los
miembros del jurado, a un joven acusado de homicidio en primer grado, El joven de dieciocho
años es acusado de apuñalar a su padre. Las pruebas, las declaraciones ante la corte desde los
cuestionamientos de los abogados tanto de la parte acusadora como de la defensa, parecen
apuntar a la culpabilidad del joven. Tal parece que es un caso resuelto antes de la deliberación
del jurado, algo incluso sencillo, lo cual resulta remarcable dado que se trata de un joven, y de
acuerdo a la ley planteada, el homicidio premeditado amerita la pena de muerte en la entidad
donde se encuentran. En un inicio el juez, encargado de comunicar la última sentencia, encarga
al jurado separar lo real de lo falso dentro de lo que se les ha expuesto, demandando tener la
mayor certeza al juzgar dado que en su conciencia recae la decisión del destino de una persona,
donde al encontrar una duda razonable, deban abstenerse de culparle. En una primera
votación, (misma que debería ser unánime para otorgar un veredicto) solo uno de los doce
hombres vota como no culpable, argumenta que mas que creer en la inocencia del muchacho,
considera que hay que dudar o tener una dosis de escepticismo y de crítica a la información
hasta el momento presentada. Dicho gesto desemboca en una progresiva duda, y
argumentación, así como algo muy interesante: aportaciones desde la experiencia de cada uno
de los miembros del jurado para llegar a la verdad. Lo que en un inicio fue solo una duda de un
miembro del jurado va convenciendo respecto a la falta de confiabilidad de las pruebas, así
como a considerar información no presentada ante ellos antes, lo cual termina por convencer
de manera unánime de la inocencia del joven.

En este ensayo me dedicaré a analizar hasta qué punto es posible dicha aproximación a la
realidad, ¿qué tanto un grupo de personas puede o no juzgar de forma objetiva un hecho?, si
no es así, ¿qué tipo de juicio emiten, qué sentido tienen los jurados populares dentro de un
contexto social, y su estructura? Al profundizar en los actores de la escena, su manera
particular de juzgar la verdad contribuyendo desde su experiencia, podemos también señalar
cosas con respecto al sistema penal, el poder, la criminalización y el castigo en términos de

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quién, cómo y porqué crea una norma con la respectiva clasificación y etiqueta que conlleva
romperla.

Comenzando con hasta qué punto es posible emitir un juicio basado en los hechos objetivos,
cabe aclarar cuáles son los hechos en cuestión. Ninguno de los involucrados en la detención o
en el proceso judicial (salvo los testigos que tienen sus particularidades), estuvieron
verdaderamente presentes en el hecho que van a juzgar, es decir el asesinato. En ese sentido,
no es posible hablar de un juicio basado en hechos objetivos. Sin embargo, lo que sí se puede
afirmar como hecho objetivo es que sucedió y hay diversas interpretaciones y afirmaciones
respecto a ello. Lo que se tiene pues no es al hecho en sí, si no los discursos e interpretaciones
del mismo dados por las personas alrededor. De tal forma que lo mas objetivo, resulta hablar
de la verdad no en términos objetivos es decir, de hechos, si no en términos subjetivos, es
decir, de la interpretación de dichos hechos.

Pero algo interesante sucede en el juzgado. El juzgado representa al pueblo, a la sociedad civil.
Se conforma de personas no directamente relacionadas con los actores del crimen, y personas
de diversa clase, edad y ocupación, esta diversidad responde a las distintas opiniones,
costumbres, valores, y necesidades de distintos sectores de la sociedad, es decir es en función
de aspirar a representar a la sociedad civil lo mejor posible. (Cabe mencionar que la diversidad
de quien representa a la sociedad civil no implica diversidad en cuanto a raza o género dentro
de la época y lugar de la película). Ahora volviendo a lo que hace dicho jurado, emitir un juicio
sobre un hecho, o más aún, sobre una persona y su destino, hemos establecido que dicho juicio
necesariamente debe ser desde la subjetividad, pero este debe de compartirse entre los
miembros del jurado y ser unánime. Por lo que estamos ante una verdad más que objetiva, o
subjetiva, intersubjetiva, acordada más que descubierta, a partir de sentidos comunes y
compartidos. Por lo tanto, toda la información y afirmaciones en un juicio son susceptibles a ser
tomadas con escepticismo, ya que en los juicios no se presenta la información sin más, las
partes cada una trata por sus medios persuadir al juez, y sobre todo al jurado de que se tiene la
verdad. El hecho de que no se tenga en sí el hecho, así como el que cada parte tenga un interés
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y una verdad, justifica la duda, ya que en función de lo que resulte conveniente cada parte
puede presentar u omitir cierta información, favoreciendo su credibilidad o perjudicando la de
la otra. En ese sentido un jurado incluyente tiene justificación. Y creo que precisamente nunca
fue la intención la objetividad pura del juicio, si no una intersubjetividad basada en argumentos
donde se representen los intereses (lo mejor posible) de la sociedad civil.

Respecto a la manera de juzgar, esta está atravesada por la influencia de la información dada,
pero también por su propia perspectiva basada en propias creencias, prejuicios, experiencias
personales, clase, y rol social. En un primer lugar el primer jurado que vota por la inocencia
quiere convencerse, argumentar, y escuchar lo que tienen que decir los demás. En este punto
cabe resaltar que es una voz disidente con respecto a la tendencia, contra la información dada
desde el contexto. Sin embargo, esta duda llega a incluso cuestionar la propia ley, la pena de
muerte en concreto en la silla eléctrica, la cual es un castigo considerado brutal y severo,
reservado para aquellos quienes no solo no tienen remedio si no es mejor deshacerse de ellos
para la conservación de la mayoría. La cuestión a la ley que dicta dicho castigo llega con
respecto a si es realmente una situación donde la persona no tenga remedio, siendo un hombre
joven, y lo que resulta aún más interesante, si actuó en legítima defensa, lo cual lleva a señalar
como causa no solo al joven si no a las condiciones en las que creció. La cuestión es si
realmente alguien en condiciones de abuso y violencia es culpable o en realidad es también una
víctima, esto pone en duda si resulta justa una ley donde tajantemente se juzgue sin considerar
las condiciones de las personas. A pesar de lo anterior, no es cuestión legislativa la que ocupa a
nuestro jurado, sin embargo al considerar al joven desde sus condiciones, pareciera que se hace
más comprensible el crimen y su condición de víctima dentro de dichas condiciones pareciera
que le exime de cierta culpa.

Este es momento de comenzar a señalar a un personaje que resultará relevante en este


análisis, uno de los jurados quien es un hombre de edad similar al hombre asesinado, con quien
también comparte el tener un hijo de edad similar al acusado, pero no solo eso, también tuvo
conflictos durante la crianza con su hijo, incluso podría decirse que se expresa a favor de una
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crianza severa en cuanto a la disciplina donde el conflicto y la violencia son herramientas


necesarias y normales para conseguir la subordinación. Llegando al punto en el que incluso
relata que tuvo un enfrentamiento a golpes con dicho miembro de su familia. Él está
convencido de la culpa del joven, así como de la necesidad de un castigo como el planteado,
considerando que es justo así como ejemplar. Este personaje nos permite hablar ampliamente
del papel de los prejuicios, en primer lugar en las personas que juzgan, pero también nos
permite entrar a la criminalización, y en ese sentido hablar del papel de los prejuicios, la
ideología y la criminalización dentro de las sociedades estado y su control, así como en sus
tramas de poder. En cuanto a la manera de juzgar de este personaje, es evidente el sesgo y la
implicación personal que tiene con el caso, se identifica con la víctima, asumiendo que los
problemas entre el padre y el hijo provocaron el suceso. En cuanto a esto cabe mencionar algo
que sucede en todas las personas al juzgar, y es que su implicación así como sus creencias
basadas en experiencia propia marcan la postura con la cual alguien juzga. Aquí es posible
profundizar en cuanto a la cultura con respecto a los jóvenes. Existen diálogos con respecto a la
manera en que se debe de educar a los jóvenes, se habla de la severidad, y el valor de la
disciplina así como el respeto. Con esto podemos hablar de creencias, costumbres y tradiciones,
en concreto de roles entre padres e hijos, o bien entre adultos y jóvenes, las cuales revelan
también una estructura de poder, una ideología, donde los hijos deben de ser educados para
subordinarse a las normas así como comportarse de acuerdo a obediencia y el respeto. Este
punto resulta interesante porque retomando al jurado como representación de la sociedad,
aparece a través de este personaje cierta idea, prejuicio, que existe más allá del personaje en
cuestión. En concreto prejuicios sobre los jóvenes, así como prejuicios de clase. Aquí podemos
traer otra idea relevante para este análisis, la cual es la de la criminalización. Criminalizar
consiste en etiquetar como criminales a personas de acuerdo a cierta característica más que
por un acto criminal en sí. En el caso de la película se toca la criminalización de las clases bajas,
así como de los jóvenes en especial aquellos rebeldes. La criminalización implica la necesidad
de reprimir y castigar a dichas personas, pues resulta un riesgo. Lo anterior remite a la función

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de la ideología en términos de creencias y prejuicios que clasifican como criminales a algunos,


esto le da legitimidad a otros, y lo que es más interesante, brinda el fundamento del estado y
del sistema penal, uno representante del pueblo y otro vigilante de sus leyes. Hablando de esto,
cabe mencionar que la criminalización es un proceso histórico, es decir se ve influido por los
contextos sociopolíticos y culturales, de tal forma que es un proceso también influido por las
luchas de clases así como otros procesos de marginación o de mantenimiento del poder. La
criminalización y en un sentido más amplio el poder de generar normas es un proceso donde
quien ostenta poder tiene capacidad de dictar normas, es decir de establecer lo correcto,
deseable así como lo incorrecto. En ese sentido la criminalización así como la creación e
implementación de normas es un aspecto fundamental dentro de los procesos ideológicos en
términos del ejercicio y mantenimiento del poder por parte de ciertos grupos. Resulta
interesante que sistemáticamente la información y el juicio apuntan a la culpabilidad del joven,
sin embargo una crítica con perspectiva de clase atenúa dicha tendencia.

Otro aspecto interesante que toca la película es la confiabilidad de los testigos. En concreto al
analizar los hechos en contraste con las declaraciones, estos no coinciden. La duda surge
porque el hecho de protagonizar o formar parte de una investigación parece motivar las
declaraciones de uno de los testigos. Lo que cabe mencionar es que resalta de nuevo el interés
particular latente detrás de lo que parece una desinteresada búsqueda de justicia. Otra testigo
parece también ella misma buscar convencerse y llenar los espacios ambiguos de lo que vio o
más bien, de lo que no vio, esto aunado con sus prejuicios la lleva a acusar al joven a partir de
inferencias, por lo cual resulta un testigo poco confiable. Este par de casos muestran porque los
testigos no son infalibles si no todo lo contrario. Pueden tener interés personal, sesgos, o bien
los recuerdos de lo percibido pueden ser ambiguos.

A manera de conclusión quisiera dar algunas palabras en cuanto a cómo creo que esto es
relevante para la psicología. En primer lugar dejar en claro que muchas veces no tratamos con
hechos si no con la narrativa e interpretación que las personas tienen de los mismos, de tal
forma que eso es en lo que nos debemos de enfocar y alrededor de lo cual desarrollar nuestras
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teorías y conocimiento. Reconocer que el conocimiento, y la verdad son un proceso


intersubjetivo. Como proceso intersubjetivo destacar que en él participan las creencias,
implicaciones, deseos, intereses, y fantasías de cada persona, elementos que definen su
perspectiva. En ese sentido los psicólogos como personas que juzgan tenemos también nuestra
propia implicación, intereses, creencias, prejuicios e ideas, de hecho existen desde que
elegimos esta carrera y no otra. Por lo tanto, es fundamental reconocer nuestra propia
subjetividad así como la naturaleza subjetiva e intersubjetiva de la vida humana la cual
adquiere objetividad en la medida en que se generan significados y sentidos compartidos. De
tal forma que no defendamos una verdad, una estructura, si no que seamos capaces de
reconocer que las verdades y estructuras existen, determinan nuestra forma de pensar, sentir y
actuar, debemos de ser capaces no tanto de defender nuestra perspectiva, sino profundizar en
cómo es que dichas verdades o estructuras se conforman. También ser capaces de reconocer
las tramas de poder detrás de los prejuicios así los instrumentos ideológicos detrás de cualquier
proceso que implique a una(s) persona(s) juzgando a otra(s), incluyendo la práctica psicológica,
sobre todo en la clínica así como en la selección y evaluación. Por último algo que deja esta
película es la critica a las leyes, a la información otorgada sistemáticamente, y algo muy
importante, considerar a las personas como tales, con historia, experiencias, necesidades,
problemas, dentro de un contexto, no aisladas, esa es la forma en la cual debemos de
considerar a las personas, no desde definiciones arbitrarias y prejuicios que nos pertenecen a
nosotros más que a las personas que estamos supuestamente estudiando.

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