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Ensayo reflexivo de la película 12 hombres en pugna

El presente estudio reflexivo busca argumentar las ideas, de una manera personal y
desde el contexto y punto de vista investigativo y la búsqueda de la verdad en los
procesos jurídicos, de la película titulada doce hombres en pugna. La cual en
sinopsis gira y se desarrolla dentro de un debate judicial en materia penal; en la
que un joven de 18 años de edad es juzgado por la corte por el delito de homicidio
en primer grado siendo víctima el padre del joven acusado. El desarrollo y
desenlace de esta película se centra en el debate que tienen 12 hombres (jurados)
que decidirán en definitiva si el joven acusado es culpable o en su defecto inocente.
Teniendo como tesis central de la argumentación reflexiva: el razonamiento y la
postura de las falacias que se pueden presentar en un debate probatorio judicial.

Es de tener en cuenta que, por parte del juez de conocimiento, quien preside y
dirige el proceso, invita a los 12 jurados a que deliberen con honestidad y que por
ningún motivo declaren culpable al acusado si existe alguna duda. Al entrar a
deliberar se evidencia el sesgo que la mayoría de los jurados tenían al iniciar la
primera votación de condena, la personalidad de los partícipes jugó un papel
importante en la toma de las decisiones que ellos tuvieron. Es decir, la ira, la
arrogancia, prepotencia, humildad o razonabilidad de los diferentes jurados fue
uno de los factores por la que 11 de esos jurados votaran a favor de la condena del
acusado, siendo uno de ellos (jurado 8) quien votara a favor de la inocencia del
acusado.

Por extraer un carácter determinante de la anterior decisión es de entrada el


prejuicio, en el sentido que se basan (algunos jurados) en hallar culpable al acusado
en razón a i) ser joven de un barrio marginado ii) haber nacido con precarización
social iii) haber cometido en su pasado una serie de delitos leves. Lo anterior, a mi
criterio pasa a ser una falacia, siendo esta una construcción de una idea que se
quiere hacer pasar por verdad y que se quiere que sea aceptada, es decir una
afirmación sin buenas razones de fondo. Que entrando en tecnicismos, podría estar
dentro del nivel de la falacia generalizada, quiérase conceptualizar como la que un
grupo la tiene por hecho; sin ser verdaderamente determinante; o una posible
falacia ad populum en algunos escenarios específicos.

Volviendo al asunto de la película, el jurado número 8, quien jugó un papel clave


dentro del desarrollo, hace que los 11 jurados reflexionen y se cuestionen de la
inocencia del acusado. Aun teniendo gran cantidad de hechos “probados” que
incriminaban al joven acusado. Dicho jurado, baso su duda en la determinación
absoluta de los dos testimonios argumentando que nada es absoluto, y por ende es
importante mirar la otra cara de la moneda. Uno de esos argumentos que causa el
debate es la búsqueda de la verdad, esto basado en la valoración probatoria técnica
o científica.

Que dentro del sistema judicial en cual imperaba en el desarrollo del proceso penal
del film es a primera vista escaso, pues se evidencia con los contra argumentos
presentados por el jurado 8 a cada uno de las pruebas fijadas y “practicadas”: por
ejemplo, la navaja siendo este fuertemente atacado por dicho jurado en relación
con la facilidad de conseguir dicha arma en cualquier lugar, así se dijese que es un
arma que es muy excepcional encontrar en el mercado. O la cojera del testigo de
oídas, en la cual según una pequeña practica en la sala de discusión de jurados fue
probada mediante una representación técnica de duración de ir de un punto a otro.
Entre otros hechos previamente probados y en cierto punto desacreditados por
algunos jurados como el ruido del tren al momento del presunto asesinato y la
visión de la testigo ocular, que fue desacreditado basado en la observación de un
jurado minucioso y detallista.

La representación que se hizo en algún momento de la película, en concordancia


con la velocidad del tren que iba pasando al momento en que ocurrió la muerte de
la víctima, fue un acierto importante y que puso en aumento tensionante la
decisión primigenia de la mayoría de los jurados. Esta fue basada en un método, a
mi criterio, empírica pues la duración del tren pasando por la ventana de la testigo
ocular, fue racionalizada por medio de un tiempo aproximado junto con la
velocidad y momento. Entre este y muchos más argumentos justificables dieron
paso a la decaída de la decisión de declarar culpable al joven acusado.
Lo anterior, y luego de un difícil debate entre los personajes del jurado, basados en
un razonamiento casi que exhaustivo. Que basado en mi posición y de una
búsqueda de la noción de razonabilidad, se concentraron en una razonabilidad de
orden inductivo, que refiere a que la verdad no garantiza que la conclusión sea
verdadera sino probable. Lo antepuesto, en contexto con que todo giraba a que
existía duda razonable, y en que lo obvio no siempre es lo obvio.

Como conclusión, es fácil advertir que en cualquier campo que requiere un


búsqueda o investigación, sea científica, académica, judicial etc, no hay que
quedarse con la primera opción encontrada, apelando a la generalización de los
hechos o porque los hechos son aceptados por la población, o porque los hechos
fueron dichos por un personaje de dudosa reputación, o por la ignorancia del
observador o investigador. Ya que se estaría entrando al espinoso mundo de la
falacia en todas sus expresiones (ad hominen, ad baculum, ad populum, ad
vericundian, ad ignoratian etc.

Se debe ser racional, pues el hombre y la mujer por solo ese hecho de serlo pueden
cometer errores, pero estos se pueden limitar al máximo haciendo una exhaustiva
investigación de lo observado o puesto a consideración. No hay una verdad
absoluta, más en las ciencias que no son exactas, que en el ámbito social se pueden
obtener diferentes posturas y ser unas las aceptadas y otras menos aceptadas se
deben argumentar de la mejor manera y obtener una opinión por lo menos bien
estudiada.

En la justicia, el ser racional es factor clave. En lo penal toda decisión debe girar
bajo la eliminación casi total de la duda. Y como en el caso bajo examen, si existe
duda debe ser consensuada por las partes presentes. Los jurados giraron en torno a
las deducciones propuestas y los razonables que pudieron llegar a ser, el problema
que se acento es que estas deducciones no fueron compartidas por todos, por las
características psicológicas de los mismos jurados, racismo, clasismo, nivel
educativo y social etc. Por ello es importante eliminar cualquier “estereotipo” si así
se puede llamar, cuando se van a evaluar diferentes problemas.
La película es una seria critica al sistema judicial, en el sentido que el proceso
ventilado fue llevado evidentemente por encima es decir superficialmente en
materia probatoria. Las pruebas son el mismo proceso, sin pruebas no hay derecho,
por ende, estas deben ser detalladas con todo el rigor del caso. No es factible hacer
juzgamientos y crear una falacia por el solo hecho de salir del paso.

Una de las búsquedas de la película es encontrar el respeto por las demás personas
en todos los aspectos, desde la vida hasta el trato comunicativo, otro aspecto que
busca el film es la reflexión hacia el prejuzgamiento, así sea de una persona por el
contexto social en que vive, hasta el prejuzgamiento de un hecho sin conocer
materialmente la causa del mismo. Siendo este un concepto muy personal y fuera
del argumento central de este ensayo hay que ser respetuosos y tolerantes con las
formas de expresión de los demás puede que en estas resulte la verdad de que se
debata. Cierro con una frase de Leonardo Da Vinci “El hombre posee
gran razonamiento, pero en su mayor parte vano y falso; los animales lo tienen
menor, pero útil y verídico, y más vale una pequeña certeza que un gran engaño.”

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