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ANALISIS PELICULA 12 HOMBRE SIN PIEDAD

Universidad Cesmag - PROGRAMA DERECHO 4E


MATERIA: ORALIDAD Y CONCENTRACIÓN PROCESAL
DOCENTE: WILMER CORTES

ESTUDIANTE: CAMILO FERNANDO ESTRADA BURBANO

1. De acuerdo a la película, si más de la mitad del jurado, es decir, (6+1) hubiese


declarado culpable al acusado, el derecho a la presunción de inocencia se vería
afectado?

R/ En la película 12 hombres sin piedad, solo uno de los miembros de jurado aplico el
principio de presunción de inocencia, ya que a pesar de que no estaba 100% seguro de
aquello, creía en la declaración que el reo había expuesto. Según el sistema Americano
(EE.UU) y conforme el contenido de la Película

Los doce miembros del jurado se encuentran ante una decisión de carácter deliberativo. Se
aplicará la condena de la silla eléctrica al culpable en caso de ser considerado así. Todos los
miembros son hombres, puesto que en los años cincuenta la existencia de mujeres en los jurados
populares americanos era nula. La decisión debe tomarse en completa unanimidad, no servirá
una mayoría absoluta, ni una mayoría estableciendo un porcentaje de acuerdo determinado.
Todos los miembros deben estar de acuerdo y por consiguiente votar lo mismo. En ese sentido si
se votaba por mayoría absoluta la decisión no tendrá validez por cuanto AFECTA EL DEBIDO
PROCESO Y PRESUNCIÓN DE INOCENCIA.

2. La decisión que adoptó el jurado de conciencia (personas de distintas áreas, un


corredor de bolsa, un arquitecto, un viejito con experiencia, un ayudante de un
entrenador, un empleador de banco, un vendedor de seguros, una persona que creció
en un suburbio, un pintor, un vendedor de mermeladas, un dueño de una cadena de
garajes, un relojero y un publicista) es justa si la aplicamos al panorama Colombiano,
advirtiéndose que en Colombia no existe Jurado de conciencia, sino un juez,
especialista en la materia o en el área penal?

Si, la decisión final fue justa en relación con la Legislación colombiana, la presunción de
inocencia es un derecho fundamental está consagrada en el artículo 29 de la Constitución Política
de Colombia y en otros instrumentos internacionales que hacen parte del Bloque de
Constitucionalidad, por lo tanto, incorporados en el derecho positivo colombiano. En el Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos 1 de Nueva York de 1966, aprobado por la ley 74 de
1968 y en la Convención Americana de Derechos Humanos 2 de San José de 1969, aprobada
mediante ley 16 de 1972, se consagra y reitera la presunción de inocencia en el sentido que
1
Artículo 14.2 Toda persona acusada de un delito tiene derecho a que se presuma su inocencia mientras no se pruebe su culpabilidad
conforme a la ley.
2
Artículo 8.2 Toda persona inculpada de delito tiene derecho a que se presuma su inocencia mientras no se establezca legalmente su
culpabilidad.
hemos venido otorgándole. También en la Declaración Universal de los Derechos Humanos3
proclamada por la Organización de Naciones Unidas se hace el mismo pronunciamiento respecto
al derecho fundamental bajo estudio.

Como se infiere del artículo 29 del texto constitucional y de los tratados internacionales
ratificados por Colombia, la inocencia apenas logra desvirtuarse con sentencia judicial de
culpabilidad. No se intenta defender la presunción de inocencia luego de que un juez o tribunal
determine la responsabilidad del agente, por supuesto que no somos tan necios: Lo absoluto de
este derecho

3. analice cada personaje.

Los personajes

Nº 1. El presidente del jurado. De profesión, ayudante de entrenador. Un hombre sencillo en


sus juicios, pero con voluntad de hacer las cosas bien. Se aprecia como un buen ser humano,
pero emotivo y susceptible a la crítica.

Nº 2. El señor bajito de gafas. Empleado en un banco. De personalidad inconsistente, que se


refleja en su propio aspecto físico, no puede justificar su primer voto de culpabilidad; es el
tipo de hombre sin aparente criterio propio, muy susceptible al entorno, pero que acaba
despertando sus valores y haciéndose fuerte precisamente cuanto se introduce en la trama de
la reflexión. En contraste con el publicista (nº 12), aparenta ser un hombre frágil que se deja
avasallar con facilidad. Pero el desarrollo del debate le hace crecer como persona al
involucrarse en los argumentos y comprender mejor. E desarrollo racional de los argumentos
le estimula y le lleva a descubrir su propia fuerza moral -en un momento determinado se
enfrenta al de las entradas para el partido cuando se burla silbando, quien sorprendido se
limita a responder “eres todo un hombrecito”-.

Nº 3. El irascible. Dice dedicarse a la venta de seguros; se manifiesta orgulloso de haberse


hecho a sí mismo (treinta y un empleados, y empecé de la nada»). Pronto se sabe que su hijo
le abandonó hace unos años. Delata la vinculación de su criterio a sus sentimientos (o mejor,
resentimientos) personales desde el principio, precisamente cuando declara sin necesidad
que se atiene a los hechos, sin sentimentalismos (excusatio non petita, acusatio manifesta);
algo de lo que sin embargo acusa airadamente al que se crió en un suburbio porque cree que
es quien le está estorbando en su meta inconsciente: condenar a su hijo simbólicamente a
través de la condena del joven acusado. Sin darse cuenta, se identifica con el padre muerto,
y a su hijo con el muchacho al que juzgan. Sin embargo, su liberación vendrá precisamente
de donde menos lo esperaba: cuando la presión del entorno social -el resto de los miembros
del jurado- le hace ver que su lucha ha acabado, todo el torrente de dolor que lleva dentro
explota y hace que se derrumbe. Es lo único que vemos de él al final: un hombre abatido
ante el reconocimiento de su propia verdad y ante la derrota en la batalla que tan fieramente
había emprendido. La soledad y la vergüenza parecen bajar el telón para él; quizá el
espectador, anímicamente predispuesto contra “el malo”, podría esperar simplemente
3
Artículo 11.1Toda persona acusada de delito tiene derecho a que se presuma su inocencia mientras no se pruebe su culpabilidad,
conforme a la ley y en juicio público en el que se le hayan asegurado todas las garantías necesarias para su defensa.
alegrarse por ello. Pero es muy otro mensaje que se desprende. Nuestro protagonista, Henry
Fonda, comprende. Lo que parece una derrota total, puede ser para este hombre un nuevo
punto de partida. En ese gesto de ponerle la chaqueta le muestra su comprensión y apoyo,
haciendo que abandone ya la sala. Al enfrentarse a su propia realidad, ha purgado su
corazón. No sabemos que será de él ni del futuro de su relación con su hijo. Nada de ello
aparece en la película ni nada podemos deducir. Pero lo que sí se muestra es que el
protagonista no buscaba victorias, reconocimientos ni revanchismos. Quien parecía un
enemigo, no era más que un hombre que sufre. En nada se puede ayudar disfrazando la
realidad, porque ese dolor y ese engaño se contagia a su entorno -recordemos que se juega
con la vida de un ser humano-; cada cual debe abrir los ojos a su propia realidad y afrontar
su propio destino.

Nº 4. El corredor de bolsa. Este personaje ofrece a la vez una curiosa mezcla entre
paralelismo y contraste al interpretado por Henry Fonda. El hilo lógico de la argumentación
se devana entre estos dos hombres, cada uno de los cuales parte de defender un veredicto
opuesto, de inocencia o culpabilidad. Este personaje se atiene con frialdad y
desprendimiento a lo que le dice su razón, y es capaz de cambiar de opinión sin titubeos
cuando, sólo por la fuerza de los argumentos, tiene una duda razonable. Su juicio no
depende de nadie; no busca simpatías ni antipatías, ni se perturba por las que pudiera
inspirar. El iracundo intenta buscar su complicidad en todo momento, aferrándose a las
argumentaciones lógicas que él no sabe dar. Del mismo modo, y pese a que otros viven el
debate como una lucha entre dos bandos, estableciendo complicidades y animadversiones,
manifiesta su impasibilidad, independencia e imparcialidad cuando, sin levantarse, contesta
y manda callar al excitado y prejuicioso nº 10.

Sin embargo, siendo su razón inflexible, no es él quien pone en marcha el mecanismo de la


argumentación ni revela las inconsistencias de las pruebas inculpatorias. ¿Por qué ocurre
esto? Hablamos de la necesidad de la reflexión racional en la moral, y esto nos lleva a un
punto radical de la cuestión. Sin un criterio lógico firmemente llevado es imposible imponer
una ética en el mundo, porque para cambiar el mundo o reconducir su curso es necesario
conocerlo. Pero lo que emprende el camino hacia la justicia es, sin duda, la inquietud por
ella, y esto es lo que mueve a Fonda; nuestro protagonista parte de una inquietud moral: ese
chico, acostumbrado a recibir un golpe tras otro, merece que le dediquen al menos unas
palabras. Hay una empatía de nuestro protagonista hacia el acusado que no afecta, en
cambio, a este otro hombre. No quiere decir esto que carezca de actitud y criterio moral: no
pone ningún inconveniente en dedicar su tiempo a un caso que en nada afecta a su vida, del
que no va a sacar beneficio ni perjuicio. Tampoco hay ninguna pasión que le impida cambiar
su voto cuando alcanza el criterio que la justicia impone: la duda razonable. Hemos ido
viendo cómo las pasiones y los sentimientos pueden perturbar el juicio: anular nuestra
capacidad de emitirlo, cegarnos ante evidencias, luchar contra ellas si atentan contra
nuestros intereses. Pero la razón sola, concebida en su aspecto más frío e imparcial, no
explica toda la ética. Ha de producirse una inquietud, un sentimiento de rebeldía, de
insatisfacción ante la realidad del mundo, para activar el mecanismo de la respuesta moral.
Y esa inquietud la proporciona la empatía. La empatía es una forma de conocimiento más
cercana a lo noético que a lo lógico. Nos permite ponernos en el lugar de los demás desde
una perspectiva emotiva. Su naturaleza consiste en el reconocimiento emocional de los
sentimientos ajenos. Cuanto mayor es el grado en que el individuo la posee, tanto mayor
será su bondad. Cuanto mayor sea su racionalidad, tanto mayor será su capacidad de tener
un sentido de la justicia y de llevarla a cabo.

Nº 5. El que se crio en un suburbio. Su presencia en el juicio es importante, porque


representa el contrapunto a los prejuicios de otro de ellos (nº 10). Es un personaje que aporta
la reflexión de que la influencia del entorno no lo es todo en la modelación de la
personalidad: lejos de ser un delincuente más, es un hombre honrado que ha luchado por
salir adelante con honestidad; no aparenta haber alcanzado un puesto de importancia en la
sociedad, pero conserva la dignidad ante su propia conciencia. Su pasado ayuda a afianzar la
duda razonable, al explicar el manejo de las navajas por quienes están habituados a ello.
Esto muestra que cada vida particular aporta unas vivencias distintas a otras, por lo que la
edad tampoco es un factor determinante de la experiencia: su experiencia sobre los
suburbios sólo puede aportarla aquí él.

La escena en que es acusado sin fundamento por el nº 4 de blando y sentimentalista muestra


cómo actúan los prejuicios sociales sobre la moral individual: conociendo su procedencia y
circunstancias, aquél presupone cuál puede ser su actitud crítica, sus emociones y su
carácter. Pese a que este personaje está intentando juzgar con imparcialidad, el prejuicio y la
ofensa recibida podrían haber anulado su intención de dialogar si los hechos no hubieran
demostrado el rechazo al otro. En efecto, podría haber sido él quien hubiera cambiado en
primer lugar su voto por motivos morales, pero la desvirtuación de esta intención habría
anulado su credibilidad y derecho a opinar en sociedad.

Nº 6. El más joven, empleado, de profesión pintor. Posee un carácter noble y se rige por
principios, cualidad que manifiesta cuando sale en defensa del anciano frente al nº 3 al
principio de la película. No tiene prejuicios, por ello su planteamiento será limpio y tendente
a encontrar la verdad. Pero, como confiesa al protagonista, no está habituado a tomar
decisiones, a pensar, por lo que en un principio tiende a aceptar la apariencia de culpabilidad
sin percibir esas incoherencias de las declaraciones de los testigos. No se trata de un
personaje de poca inteligencia, sino de excesiva modestia en lo que a su capacidad de
reflexión se refiere. Sin embargo es capaz de reconocer los argumentos cuando la situación
se presenta.

Nº 7. El que tiene entradas para el partido de béisbol. De profesión, vendedor de


mermeladas. No tiene el menor interés por el resultado. Su única preocupación es
permanecer el menor tiempo posible. Cambia su voto con esa única finalidad. Representa un
tipo de persona primaria, egoísta y hedonista, en el sentido más vulgar de la palabra. Elude
responsabilidades. Este tipo de personalidad tiende a no admitir críticas y a no permitir que
se altere su holganza. Su juicio se limita a criticar cuanto le estorba y cuando le estorba: por
ello no posee una coherencia de opinión. Declara expresamente que utiliza el humor y la
chanza con ese fin.

Nº 8. El principal protagonista. De profesión arquitecto. es el personaje que inicia el debate,


señalando el deber de hablar. Destacan en él su enorme templanza y racionalidad. Con estas
cualidades es capaz de enfrentarse a una sociedad –de la que estos doce hombres son
metáfora– hostil, diversa, aferrada a sus propias preconcepciones del mundo y sus anclados
hábitos de conducta y juicio. Ese dominio racional de su persona es lo que le confiere la
independencia de criterio y la firmeza de sus convicciones. El mero hecho de discrepar
serenamente con todos, en el comienzo del juicio, nos presenta el carácter del personaje.
Provocado e incluso insultado en varias ocasiones, no deja sin embargo de mantener su
postura dialogante. De hecho, sitúa sus cualidades en una posición superior: soportando esos
ataques y esa cerrazón sin perder la calma, le sirven para ir conociendo y esclareciendo cada
personalidad, lo que utilizará a su favor cuando desmorona uno de los argumentos: que
oyeran al chico amenazar de muerte a su padre.

Pero hay otra característica fundamental en él. No se trata sólo de que se guíe por su razón y
de que se atenga firmemente al análisis objetivo de los hechos (esta misma actitud, como
hemos visto, la mantiene también uno de sus más firmes oponentes: el corredor de bolsa). Es
también un hombre de ideales. Cree en la justicia, se siente en la obligación de llevarla a
cabo. El ideal es la motivación, y sin esa motivación no hubiera sentido la necesidad de
buscar una revisión de las supuestas evidencias que fueron presentadas en el juicio. No es el
único miembro del jurado con una conciencia moral, pero sí el único que la antepone a las
apariencias, a la presión social, al “realismo” conformista que prima en un principio en otros
personajes. Incluso cuando su más enervado adversario se desmorona, es el único que
permanece cercano a él, el único que le muestra empatía, calor humano y respeto,
ayudándole a ponerse la chaqueta. Es, pues, un personaje de gran empatía.

Nº 9. El anciano. No es el más elocuente ni racional, pero su finura en lapercepción


psicológica de los testigos es de vital importancia. Representa la experiencia en cuanto esa
forma de discernimiento de lo particular, de las singularidades de la vida. Aparece como un
hombre humilde, sin éxito, al que la vida no le hubiera otorgado ningún reconocimiento.
Cuando describe a uno de los testigos que en el juicio declara contra el chico parece
analizarse a sí mismo. Habla de un hombre anciano, pobre, al que parece que nadie hubiera
querido escuchar nunca, cuya experiencia nadie requiere. Por una vez en su vida se siente
importante: la gente está pendiente de su palabra; lo que él diga va a tener una repercusión.
Teme sentirse humillado y mostrarse como un viejo inútil.

Curiosamente, ese sentimiento, mezcla de vanidad y falta de confianza, que hace que el
muchacho pueda ser condenado injustamente es el que va a dar fuerza al anciano del jurado.
Pese a la sabiduría que su sola experiencia le haya dado en la vida, no parece haber tenido
nunca la oportunidad de demostrarla, no sólo a los demás sino a sí mismo. A diferencia del
testigo, él no se activa por la mera vanidad de ser oído, sino por la admiración que le suscita
la actitud moral del protagonista. La suya sí va a ser una experiencia decisiva y salvadora:
vencer convenciendo a la férrea racionalidad del corredor de bolsa (nº 4) marca el triunfo del
afán moral que guía el debate: llegar a la duda razonable. Sin su perspicacia y finura
psicológica –ve muy bien, declara, y hay que añadir que no sólo con los ojos– no hubieran
podido cuestionar la declaración de la mujer.

Nº 10. El que desprecia a la gente de suburbios. Posee una cadena de garajes, y durante el
tiempo que dure la deliberación está perdiendo dinero. Sus prejuicios son de tipo social;
anulan su capacidad de reflexión y le obcecan hacia la condena. Por su tipo de personalidad,
su juicio y capacidad de aprendizaje y crítica están embotados por el egoísmo y la codicia.
Se identifica exclusivamente con su propiedad. Es esa codicia lo que le impide percibir en el
chico acusado más que un miembro más de esa clase social amenazante para sus intereses –
son “delincuentes”– y de la que, por su escasez de recursos, no puede obtener ninguna
ventaja.

Nº 11. El señor de bigote. De profesión, relojero. Es un personaje poco llamativo, pero no


por ello menos necesario para el desarrollo de la acción. El convencimiento de los miembros
del jurado de enfrentarse de forma reflexiva y responsable a la realidad sólo es posible en la
medida en que cada persona esté dispuesta a hacerlo. Algunas personas son incapaces de
acceder a la reflexión por la sola fuerza moral que implica, pero sí cederán ante la presión de
la sociedad, en la cual tenemos que desarrollar nuestra vida y nuestros intereses; de ahí la
importancia de los valores morales de una sociedad. Éste es otro personaje de carácter
decididamente templado y moral, representando así un punto de apoyo más para crear esa
conciencia social que presione sobre las argumentaciones sesgadas, interesadas y
contaminadas por las emociones de cada individuo aislado. Será él quien denuncie la falta de
principios morales del que quiere ir al béisbol cuando cambia su voto.

Nº 12. El publicista. Es un hombre relativamente joven, de presencia más o menos apuesta.


Su personalidad abierta y su desarrollo profesional de la elocuencia le confieren una
apariencia de seguridad y personalidad de las que carece: por su profesión, está habituado a
persuadir para obtener fines, no a analizar la realidad tal cual es. Su dominio de la
persuasión hace que se sobrevalore en este aspecto y que muestre su debilidad cuando, ya
avanzado el juicio, la adhesión a la verdad de los hechos se va imponiendo y esta cualidad,
que le proporciona éxito en su trabajo y su vida, es inoperante. En ese punto, titubea y
cambia de voto varias veces sin una verdadera convicción.

4. Si aplicamos la opinión de cada personaje y la redondeamos al criterio de una sola


persona Juez de Conocimiento para el caso de Colombia, y aceptando que la decisión o
fallo fuera condenatorio, el principio de la imparcialidad del Juez se vería afectado?-

R/ Si se vería afectado: Considero que la situación del acusado estaba en manos de personas
ineficaces que solo decían que el acusado era culpable para salir más rápido y cada quien
continuar con su vida sin importarles que su decisión afectaría la vida de una persona y
consecuentemente sus derechos, ya que si lo declaraban culpable lo sentenciaban a pena de
muerte, fue gracias a uno de los miembros del jurado que se puso en duda la presunta
culpabilidad, como recomendación podría estipular que al momento de juzgar en una audiencia
se debe de analizar todos los hechos y las pruebas que se presentan y verlos desde distintos
puntos de vista, para poder llegar a una decisión justa y razonable.

Los jueces en sus decisiones deben ser son imparciales en los procesos en los cuales actúan. Pero
hay algo más: la palabra imparcialidad significa varias cosas más que son diferentes a la falta de
interés que comúnmente se menciona al definir la cotidiana labor de un juez. Por ejemplo, exige
una definitiva: • Ausencia de prejuicios de todo tipo (particularmente raciales o religiosos)
respecto de las partes litigantes y del objeto litigioso. • Independencia de cualquier opinión y,
consecuentemente, tener oídos sordos ante sugerencias o persuasión de la parte interesada que
pueda influir en su ánimo. • No identificación con alguna ideología determinada. • Completa
ajenidad frente a la posibilidad de dádiva o soborno. • Ajenidad a la influencia de la amistad, del
odio, de un sentimiento caritativo, de la haraganería, de los deseos de lucimiento personal, de la
figuración periodística, etc. • No involucrarse personal ni emocionalmente en el meollo del
asunto litigioso. • Evitar toda participación en la investigación de los hechos o en la formación de
los elementos de convicción. • Fallar según su propio conocimiento privado del asunto. En el
caso de la Película existen 12 jurados que hacen las veces de juez, con personalidades y
opiniones diversas propias de una persona que no conoce de leyes o no ejerce su rol que se le ha
encomendado con apego al debido proceso, en tal sentido considero que en el caso Colombiano,
el principio de imparcialidad del Juez si se vería afectado.

El debido proceso definido en su esencia como verdadero método de debate; que solo es posible
en el sistema acusatorio de enjuiciamiento y que el concepto de imparcialidad comprende no solo
lo propio de la persona del juez sino también todo lo que implica lo funcional de su actividad.4

5. Hasta qué punto se ve afectada la libertad del acusado con la opinión del jurado (el
vendedor de mermeladas) que cree que es más importante un partido de béisbol y aquél
jurado (dueño de la cadena de garajes) que afirma estar perdiendo dinero y tiempo en
la toma de esa decisión?

Tal como se señala en el análisis de cada jurado, el vendedor de mermelada No tiene el


menor interés por el resultado. Su única preocupación es permanecer el menor tiempo
posible. Cambia su voto con esa única finalidad. Representa un tipo de persona primaria,
egoísta y hedonista.

De igual manera el propietario de la cadena de garajes, durante el tiempo que dure la


deliberación está perdiendo dinero. Sus prejuicios son de tipo social; anulan su capacidad de
reflexión y le obcecan hacia la condena.

Las sentencias judiciales comprenden el derecho de:

2. Que sea dictada por un juez objetivo, imparcial e independiente.


3. Que emita su pronunciamiento en forma completa: referida a todos los hechos esenciales
con eficacia decisiva y al derecho aplicable.
4. Legítima: basada en pruebas válidas y sin omisión de las esenciales.
5. Lógica: adecuada a las reglas del pensamiento lógico y a la experiencia común.
6. Motivada: debe ser una derivación razonada del derecho vigente con relación a la
pretensión esgrimida y en función de los hechos probados en el proceso.
7. Congruente: debe versar exclusivamente acerca de lo pretendido y resistido por las partes.
La sentencia que no cumple tales condiciones es calificada habitualmente como arbitraria,
cuyos parámetros generadores también constituyen frases hechas inteligentemente
acuñadas por la jurisprudencia.

6. Se ve afectado el Principio de la presunción de inocencia del acusado hasta antes de


adoptarse la decisión de cara a la justicia colombiana?, confrontar dicho principio con
el art. 29 Superior y el art. 11 de la Declaración Universal de Derechos Humanos.

4
Revista Ratio Juris Vol. 9 Nº 18 (enero-junio 2014) pp. 207-235 © Unaula Presentado: febrero 28 de 2014 •
Aceptado: abril 21 de 2014 Adolfo Alvarado Velloso.
El articulo 29 constitucional, en relación con el debido proceso señala que se aplicará a toda clase
de actuaciones judiciales y administrativas. Nadie podrá ser juzgado sino conforme a leyes
preexistentes al acto que se le imputa, ante juez o tribunal competente y con observancia de la
plenitud de las formas propias de cada juicio. En materia penal, la ley permisiva o favorable, aun
cuando sea posterior, se aplicará de preferencia a la restrictiva o desfavorable. Toda persona se
presume inocente mientras no se la haya declarado judicialmente culpable. Quien sea
sindicado tiene derecho a la defensa y a la asistencia de un abogado escogido por él, o de oficio,
durante la investigación y el juzgamiento; a un debido proceso público sin dilaciones
injustificadas; a presentar pruebas y a controvertir las que se alleguen en su contra; a impugnar la
sentencia condenatoria, y a no ser juzgado dos veces por el mismo hecho. Es nula, de pleno
derecho, la prueba obtenida con violación del debido proceso. (subrayado fuera del texto).

Por su parte el Artículo 11 de la DUDH, considerada como fuente de costumbre internacional,


concordante con el Artículo 29 Constitucional, señala que: “Toda persona acusada de delito
tiene derecho a que se presuma su inocencia mientras no se pruebe su culpabilidad,
conforme a la ley y en juicio público en el que se le hayan asegurado todas las garantías
necesarias para su defensa”. (apartes subrayados fuera del texto).

De lo anterior se deduce que mientras no exista una sentencia que declare la culpabilidad o
inocencia del procesado, este es inocente, en ese sentido la Corte Constitucional ha sostenido
en diversas sentencias –entre ellas las C-774 de 2001, C-805 de 2002 y C-1154 de 2005–, que de
conformidad con el artículo 29 de la Constitución Política (debido proceso y presunción de
inocencia), las medidas de aseguramiento deben someterse al cumplimiento de las estrictas
exigencias que determinan su legalidad. Estas reglas son de dos clases, a saber: i) los requisitos
formales, es decir, la obligación de su adopción mediante providencia interlocutoria contentiva de
los hechos que se investigan, la calificación jurídica y los elementos probatorios que sustentan la
adopción de la medida; y ii) los requisitos sustanciales consistentes en los indicios graves de
responsabilidad con base en las pruebas legalmente producidas dentro del proceso.

Respecto de las pruebas, debe aclararse que con la adopción de la ley 906 de 2004, Código de
Procedimiento Penal vigente, la medida se impone con fundamento en los elementos materiales
de prueba y evidencia física, esto es, elementos con vocación de prueba, que se practicará apenas
en el juicio oral, pero que aún no son controvertidos por la defensa. En otras palabras, la prisión
preventiva se impone sin debate probatorio. La Corte indica que dentro de las audiencias de
imposición de medida de aseguramiento no se alega la responsabilidad del indiciado sino los
motivos y elementos con aptitud probatoria que posibiliten la adopción de la prisión cautelar,
refiriéndose únicamente a la procedencia de la medida (Corte Constitucional, 2005, C-1154).

7. Las opiniones previas del jurado de conciencia afectan el Principio del In Dubio Pro
reo del art. 7 del CPP en el evento de aplicarlo en el sistema penal colombiano? para
resolver este interrogante, primero qué se entiende por duda razonable, revisar el art.
381 del CPP.

ARTÍCULO 7o. PRESUNCIÓN DE INOCENCIA E IN DUBIO PRO REO. Toda persona se


presume inocente y debe ser tratada como tal, mientras no quede en firme decisión judicial
definitiva sobre su responsabilidad penal.
En consecuencia, corresponderá al órgano de persecución penal la carga de la prueba acerca
de la responsabilidad penal. La duda que se presente se resolverá a favor del procesado.

En ningún caso podrá invertirse esta carga probatoria.

Para proferir sentencia condenatoria deberá existir convencimiento de la responsabilidad


penal del acusado, más allá de toda duda.

El in dubio pro reo es un principio que pertenece al momento de la valoración de la prueba, el


cual existiendo una duda razonable, pues la consecuencia es la absolución en virtud de este
principio, situación similar en la legislación colombiana y española, tal como se puede
evidenciar.

Para Mercedes Fernández López5, el principio de In dubio pro reo se sitúa en los principios nulla
poena sine crimine, nullum crimen sine culpa, indicando además, como lo afirmó el autor Sentis
Melendo “este principio viene a establecer una regla aplicable en las situaciones de duda respecto
de los hechos, puesto que cualquiera que sea el orden jurisdiccional de que se trate, el juez se
puede encontrar en un estado de duda, en la medida en que su función es, en todo caso, la
subsunción de unos hechos en el supuesto de hecho de una norma jurídica”.6

Atículo 381. “Conocimiento para condenar. Para condenar se requiere el conocimiento más allá
de toda duda, acerca del delito y de la responsabilidad penal del acusado, fundado en las pruebas
debatidas en el juicio. La sentencia condenatoria no podrá fundamentarse exclusivamente en
pruebas de referencia”.

El estándar de duda razonable permite al juez desquebrajar la presunción de inocencia que


acompañan a los ciudadanos que se han visto vinculados a una investigación penal, lo cual se
realiza con base, por supuesto, a las pruebas que se practique en la audiencia de juicio y que
permiten no solo tener el conocimiento sino el convencimiento de la responsabilidad penal del
acusado como autor o participe, pero también hay que indicar que este mismo estándar permite
afirmar la presunción de inocencia, puesto que si tenemos en cuenta el artículo 372 del código de
procedimiento penal colombiano, el conocimiento más allá de duda razonable no solo se tiene en
cuenta para emitir una sentencia de condena, sino que es un criterio de índole probatorio para
llevar al juez a un conocimiento de lo que ocurrió jurídicamente relevante para el derecho penal y
en caso que así lo avizore, pues le servirá a su vez para advertir la responsabilidad penal..

Por su parte el doctor Andrés Nanclares Arango 7, advierte que el legislador colombiano ha
incluido en el nuevo Código de Procedimiento Penal dos logogrifos 8 , tales como el
convencimiento más allá de toda duda razonable y el conocimiento más allá de duda,

5
La doctora Mercedes Fernández López, es profesora de derecho procesal en la facultad de derecho de la
Universidad de Alicante, España, autora de varios textos y directora de seminarios procesales.
6
SENTÍS, Santiago, In dubio pro reo, Ediciones jurídicas Europa-América, Buenos Aires, 1971, pág.55.
7
ARANGO, GIRALDO, Andrés. “¿CONVENCIMIENTO O CONOCIMIENTO PARA CONDENAR?: A
propósito del hallazgo de la verdad en la dinámica de enjuiciamiento criminal colombiana”. Documento extraído del
blog - derechoprocesalpenalcontemporaneo.blogspot.com
8
Según el diccionario de la real academia, logogrifo es un pasatiempo que consiste en adivinar cierta palabra y otras
más cortas, que se obtienen combinando las letras que forman la primera, a partir de pistas sobre su significado.
establecidos en los artículos 7, 91, 101,372 y 381 del Código de Procedimiento Penal – Ley 906
de 2004 -, y a su vez indica que hay dos estándares de prueba, donde el primero, el
convencimiento más allá de toda duda razonable hace relación al convencimiento sobre la
validez de la materia prima probatoria recibida a través de los conductos establecidos por
la ley procedimental, y el segundo, el que se conoce como conocimiento más allá de toda
duda, hace relación al uso de la lógica argumentativa, pudiéndose razonar sin apocamiento
o constricción, hasta darle cuerpo al juicio de valor que le otorga sustento a la certeza
discursiva.

Sostiene este mismo autor que el estándar de prueba denominado convencimiento más allá de
toda duda razonable, tiene una significación y una funcionalidad definida, siendo equivalente a
aludir a la serie de formalidades que sirven de carriles para acopiar las pruebas que habrán de
debatirse en el juicio, es decir, la serie de ritualidades que le confieren validez a las pruebas
recaudadas. Con respecto al otro estándar de prueba denominado conocimiento más allá de la
duda, manifiesta que este es el instrumento que utiliza el juez para abordar el análisis de las
pruebas sobre las cuales ha adquirido un convencimiento más allá de toda duda razonable.

Es necesario señalar que el sistema procesal penal colombiano introdujo un nuevo estándar de
convicción para condenar: “más allá de toda duda razonable”, el cual surge de la tradición
jurídica anglosajona, lo que implica que sea desconocido para nuestros operadores, pese a los
quince (15) años que lleva vigente nuestro sistema, consagrado en la Ley 906 de 2004, aunado a
la mezcla que tenemos con la tradición europea, lo que significa una doble vía para entender y
dar aplicación al derecho, inconveniente que incluso ha tenido las altas cortes al momento de
afianzar este concepto en sus decisiones, tal como lo podemos denotar en pronunciamientos
recientes, tanto en el año 2014 como en el año 2016, donde se sigue teniendo en cuenta el
concepto de CERTEZA para condenar o responsabilizar penalmente a un ciudadano y no el de
DUDA RAZONABLE, tal como la normatividad procesal lo enuncia y lo exige, de allí entonces
que si las altas cortes sigue teniendo en cuenta el concepto de CERTEZA, los demás jueces
continuaran emitiendo sentencias condenatorias basados en este concepto, el cual es propio de la
Ley 600 de 2000 y no de la Ley 906 de 2004. Veamos:

“Entonces, los atributos de las pruebas, según lo ha decantado la Sala son: conducencia, según el
cual, el medio de convicción ostenta aptitud legal para forjar certeza en el juzgador (negrillas
fuera del texto), lo que presupone que esté autorizado en el procedimiento; pertinencia, implica
que guarda relación con los hechos, objeto y fines de la investigación o el juzgamiento;
racionalidad, cuando es 40 realizable dentro de los parámetros de la razón y, utilidad, si reporta
algún beneficio, por oposición a lo superfluo o innecesario”9

8. De qué manera influyen los prejuicios, intereses sociales y personales en la toma


de la decisión que pretende adoptarse, esto es declarar al acusado culpable?

Los prejuicios influyen negativamente en la aplicación de Justicia; La película como tal se


basa en la forma como los prejuicios, los intereses y las influencias del pensamiento
preponderante de la sociedad ejercen una gran presión sobre el individuo a la hora de juzgar

9
Sentencia AP 1282-2014. Radicado 41741 del 17 de Marzo de 2014. Magistrado Ponente: Eyder Patiño Cabrera.
y tomar una decisión sobre otro, y que por las evidencias, sólo aparentes, cree actuar con
certeza de justicia hasta que aparece «una duda razonable». Una duda que no siempre tiene
la suerte de ser lo suficientemente atendida, pero cuando logra que los individuos
reflexionen, tal reflexión no sólo les llevará a replantear el problema mismo, sino que
además les llevará a un verdadero análisis retrospectivo y a cuestionarse sus propios valores
morales.

Los prejuicios, los intereses y las influencias del pensamiento preponderante de la sociedad
ejercen una gran presión sobre el individuo a la hora de juzgar y tomar una decisión sobre
otro, y que, por las evidencias, sólo aparentes, cree actuar con certeza de justicia hasta que
aparece «una duda razonable». Una duda que no siempre tiene la suerte de ser lo
suficientemente atendida, pero cuando logra que los individuos reflexionen, tal reflexión no
sólo les llevará a replantear el problema mismo, sino que además les llevará a un verdadero
análisis retrospectivo y a cuestionarse sus propios valores morales.

9. Son éticas las primeras opiniones que adveran los distintos jurados, están
ajustadas a Derecho, atendiendo que no son especialistas en la materia de
derecho penal?.

No son éticas estas primeras opiniones, por cuanto el procesado de 18 años que es
juzgado por el asesinato de su padre. Se somete a un jurado que debe emitir su veredicto
en un caso en que todas las evidencias parecen condenar al acusado.

Estos doce hombres, a los que el sistema presupone imparciales, comienzan a manifestar
su personalidad a medida que deliberan, a petición de uno de ellos, sobre los testimonios
que fueron presentados. La fuerza del diálogo y de la lógica va desmoronando la
consistencia de esos testimonios que, una vez que son unidos como un rompecabezas,
manifiestan su inconsistencia.

La racionalidad del protagonista se va abriendo camino entre la niebla de los prejuicios,


pasiones y motivaciones anímicas de los demás miembros del jurado. Uno a uno es
incitado a reflexionar, comprender y aclarar lo que se esconde tras las apariencias del
caso. En este proceso, son sus propias personalidades las que están siendo analizadas una
vez que se embarcan en el ejercicio esclarecedor de la razón.

10. Si en Colombia existiese la pena de muerte y de ser declarado culpable el


acusado, acogiéndose el criterio de cada jurado, ¿Dicho acto sería irreversible?
Entendería esta pregunta en el sentido de existir un fallo judicial condenatorio, el mismo que se
constituye en cosa juzgada en los términos del Artículo 21. Del CPP, es decir La persona cuya
situación jurídica haya sido definida por sentencia ejecutoriada o providencia que tenga la
misma fuerza vinculante, no será sometida a nueva investigación o juzgamiento por los mismos
hechos, salvo que la decisión haya sido obtenida mediante fraude o violencia, o en casos de
violaciones a los derechos humanos o infracciones graves al Derecho Internacional
Humanitario, que se establezcan mediante decisión de una instancia internacional de
supervisión y control de derechos humanos, respecto de la cual el Estado colombiano ha
aceptado formalmente la competencia.

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